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Trabajo práctico nº1

Construcción de la clínica psiquiátrica clásica I


“Alienación mental vs Enfermedades mentales”
El caso de la demencia precoz y la paranoia

 El paradigma de la alienación mental: pasaje del insensato al alienado, el dispositivo del


aislamiento, el método clínico, el síntoma como lo más notorio, la perspectiva sincrónica, las
causas morales y su articulación con el tratamiento moral. Vigencia de la concepción
loco/no loco.
 El paradigma de las enfermedades mentales o entidades clínico evolutivas: de la alienación
mental a las enfermedades mentales. Cambios en el método clínico: importancia de la
evolución (diacronía de las fases, estado terminal), búsqueda del detalle y del fondo
mórbido. El método anatomo patológico. El síntoma como índice semiológico de una causa
orgánica. El concepto de paralelismo psicofísico. La construcción de la semiología
psiquiátrica: síntomas fundamentales de la demencia precoz y la paranoia.

Reseña

El primer abordaje del malestar mental corresponde a la disciplina de la psiquiatría (rama de la


medicina). Se trata de un saber solidario del acto de medicalización de la locura que puede datarse
históricamente a fines del siglo XVIII. Es importante reflexionar sobre las discontinuidades que
presenta la historia de la psiquiatría, así como las condiciones de posibilidad para que un saber
pueda llegar a romper con otros existentes, constituyéndose como un nuevo paradigma científico.
La psiquiatría como especialidad perteneciente al campo de la medicina no surge en los inicios del
saber médico, fueron imprescindibles ciertas coyunturas histórico sociales para que la locura se
inscribiera en un ámbito diferente al de la concepción jurídica. Gracias a la figura de Pinel se funda
en Francia la primera clínica psiquiátrica que inaugura un método basado en la observación y la
clasificación de los fenómenos mórbidos, acompañado de un modo de intervención (el tratamiento
moral) que se articula con una posición particular acerca de las causas. Sustentada en criterios que
privilegiaban los rasgos pintorescos, la perspectiva sincrónica y las causas morales, la alienación
mental se convirtió en el primer paradigma que puede aislarse en una historia de la psiquiatría,
imperante durante la primera mitad del siglo XIX.
En 1854 y de la mano de Falret, se produce una transformación en la manera de concebir la
patología mental: su Tratado sobre las enfermedades mentales y los asilos de alienados, brinda
preceptos metodológicos claros que profundizan y a la vez superan el punto de vista pineliano. Se
trata ahora de la entidad clínico-evolutiva, nuevo modelo de abordaje de la locura, vertebrado por
la importancia otorgada al detalle, al curso de la enfermedad, al fondo mórbido y al paralelismo
psico-fisico como hipótesis etiológica, que se acompañaba de nuevos métodos, como por ejemplo el
anatomo patológico. Este paradigma, nacido en la escuela francesa, alcanza su apogeo mas tarde en
la escuela alemana, cuando Kraepelin lo eleva a su máxima expresión y lo plasma en la
construcción de una clasificación nosográfica de las enfermedades mentales.

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Bibliografía Obligatoria

 Lanteri, Laura (1998) Ensayos sobre los paradigmas de la psiquiatría moderna.


 Falret, J. Las enfermedades mentales y los asilos de alienados.
 Kraepelin, E. Dementia Praecox y Paranoia.

Lanteri, Laura. Ensayos sobre los paradigmas de la psiquiatría moderna.

Lanteri- Laura ordena la historia de la psiquiatría en función de paradigmas que se fueron


sucediendo. En cada paradigma se ponen en juego diferentes maneras de concebir la
psicopatología, el síntoma y las causas.

Alienación mental (fines del siglo XVIII 1798):


Es con Pinel con quien empieza el tratamiento médico de la locura. No se puede desligar este
inicio con las condiciones socio históricas que posibilitaron su surgimiento: Un antecedente
fundamental es la revolución Francesa que culmina con la declaración de los derechos. Desde ahí
todos somos sujetos de derecho, somos iguales ante la ley (aun los locos). Con la revolución
francesa no solo aquel que tenía bienes era sujeto de derechos, sino todos, esto se encuentra en
estrecha relación con el juicio de interdicción (se entiende por interdicción a la prohibición absoluta
o relativa decretada judicialmente en los casos previstos por ley, de realizar ciertos actos o de asumir
determinada conducta referente a los casos de incapacidad, es necesario este trámite judicial cuando
la persona no pueda expresar su verdadera voluntad, también por el daño progresivo en mayor o
menor grado de las facultades intelectuales y físicas).
Que el loco empiece a surgir como sujeto de derecho le permite a Pinel poder reclamar el estudio
de la locura, el estudio de si el loco está o no fuera de sí, si posee ya no sus bienes, sino su persona.
Empieza la medicina con Pinel a tomar los conceptos de libertad, de igualdad propuestos por la
revolución francesa para justificar la medicalización de la locura. El loco es quien pierde su libertad.
La pierde a causa de una enfermedad, entonces hay que tratar de que la recupere.
Se trata de que la figura del loco, se convierta en la figura del paciente. Pinel empieza a puntualizar
que algunos de los excluidos (delincuentes, pobres, locos) eran en realidad enfermos y por tanto
debían pertenecer al dominio médico, y así, escapar del poder de la policía, de los jueces, etc. Está
en juego un proceso de medicalización de la locura (el loco se vuelve asunto del médico) esta fue la
condición de posibilidad para que la locura empiece a ser estudiada y para que se delimite un
campo dentro de la medicina que se ocupa de la alienación mental: la psiquiatría.
El loco esta alienado, fuera de sí, enajenado. Esta alienación mental constituye por sí sola una
especialidad autónoma, es una única enfermedad. Pinel distingue en ella 4 aspectos posibles:
manía, melancolía, demencia e idiocia. Estas variedades pueden aparecer una tras otra en el mismo
sujeto.
La clínica alienista se basaba en un enfoque descriptivo, donde se privilegiaba como síntoma los
rasgos más sobresalientes de la persona, los grandes rasgos conductuales. Al loco lo reconozco a
partir de estos síntomas. El método pineliano parte de la mirada, de la observación. Es una mirada
sincrónica: le interesa lo que pasa aquí y ahora, de tal forma que si cambia la presentación del
cuadro cambia también la variante de alienación mental.
Las causas privilegiadas eran las llamadas causas morales (adicciones, pasiones, excesos, una vida
disipada, lujuriosa). De ahí la necesidad de internarlos en los hospicios en donde estarán alejados

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de todos esos modos de vidas amorales. El tratamiento ante esto es el tratamiento moral. Los
pacientes se encierran en el hospicio con el objetivo de romper el círculo vicioso con la ayuda del
médico. Pensar que las causas son morales es lo que permite justificar este tratamiento asilar.

Bayle y crisis de la alienación mental.


Esta idea de la alienación mental como única enfermedad empieza a ser cuestionada. El paso inicial
para esto lo da Bayle, el cual si bien se enmarcaba dentro de este paradigma logra descubrir por
primera vez una serie de pacientes en los cuales detectaba síntomas psíquicos y motores que se
asociaban a una evolución bastante particular y diferente. Esta alienación particular se observa en
sujetos que padecen aracnoditis crónica, gastritis, gastroenteritis crónicas o gota. Desde el punto de
vista clínico evoluciona en 3 periodos sucesivos: ante todo un delirio exclusivo en forma de
monomanía que se acompaña con trastornos de la palabra pero el estado general de la persona es
excelente; a continuación un delirio general en donde aparecen dificultades en la marcha y una
afectación del estado general y por ultimo una demencia en donde se observa la perdida de la
palabra, imposibilidad para la locomoción y trastornos esfinterianos. Esta etapa condice con
bastante rapidez a la muerte.
Conservando siempre la unicidad de la alienación mental considera que hay que incluir en ella una
variedad sintomática de una congestión generalmente lenta de los vasos de la piamadre y del
cerebro, caracterizada por una parálisis general incompleta y un delirio apirético, con un
debilitamiento progresivo de las facultades y una evolución en tres fases. Afirma el origen
anatómico de este complejo sintomático. Esta enfermedad tendría entonces síntomas y causas
propias: constituiría una verdadera individualidad morbosa.

Hacia la mitad del siglo XIX este paradigma empieza a declinar. Falret, por ejemplo, alumno de
Esquirol, empezó a plantear la idea de que más que constituir una enfermedad única, la patología
mental se compone de cierto número de especies morbosas autónomas, especificas e irreductibles
unas a otras o a simples variedades de una misma enfermedad establecida. Parte de la necesidad de
observar activamente a los pacientes, sin atenerse a lo que cuentan al pie de la letra, ni
conformarse con buscar en ellos una supuesta alteración de las facultades. Sostiene que el médico
especialista debe consagrarse al estudio de los estados psíquicos complejos, tales como se dan en la
naturaleza.
Se ha querido estudiar la locura como una enfermedad única en lugar de buscar en este grupo tan
amplio especies realmente diferentes, caracterizadas por un conjunto de síntomas y por una
evolución determinada.
Otro inconveniente contribuía a desestimar más aun el papel de paradigma de la Alienación
Mental: éste ignoraba totalmente los auténticos progresos que había realizado la medicina desde
finales del siglo XVIII. La Escuela de Paris afirmaba la pluralidad irreductible de las enfermedades,
mientras que Pinel sostenía la naturaleza única de la alienación, en el primer caso se trataba de
diferenciar unas especies morbosas de otras, mientras que en la alienación mental evidentemente
no había nada que diferenciar.

En la experiencia humana, al menos en nuestra cultura, la locura aparece como una, incluso aunque
se reconozcan en ella aspectos diferentes entre si. Cualquier persona solo puede ser loco o no loco.
Mientras que los especialistas de la patología mental sostengan que el loco es aquel que está
afectado de alienación mental y a la inversa, el discurso científico se muestra homólogo del

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discurso social, por lo cual ambos se sitúan dentro del mismo eje ya que aceptan un antagonismo:

loco vs no loco = alienado vs no alienado


loco= alienado no loco= no alienado

Desde el momento en que el discurso científico rechaza la oposición alienado vs no alienado, ya que
deja de tener sentido para él al pasar del primer paradigma al segundo, el discurso social conserva
la oposición loco vs no loco, por lo que los dos discursos dejan de corresponderse.
En el terreno Judicial, podemos dar cuenta de la presencia del concepto de estado de demencia, el
cual se corresponde con el de la alienación mental: demente=alienado, no demente=no
alienado. Pero desde que el discurso científico deja de tener en cuenta el concepto de alienación,
mientras que el judicial conserva el de demente vs no demente, en la práctica de los peritajes hay
una marcada dificultad en determinar que enfermedades mentales responder al estado de
demencia y que otras no.

Las enfermedades mentales: Se empieza a pensar que existen diferentes enfermedades mentales,
cada una con diferentes causas y síntomas y por ende se debe hacer un diagnóstico diferencial. Las
enfermedades mentales empiezan a considerarse como especies morbosas naturales, irreductibles
entre sí.
Este paradigma no se contenta con ver los datos más sobresalientes, los grandes síntomas, sino va a
tratar de examinar los síntomas en detalles y su combinación. Un síntoma, en presencia o ausencia
de otro va a dar un tipo diferente de enfermedad mental.
Hay entonces diversas combinaciones de síntomas que dan como resultados destinas
enfermedades y que se relacionan con una anatomía patológica. Se trata del método ANATOMO-
CLINICO. Es universal la falla anatómica. Existía un paralelismo psicofísico. Toda enfermedad tiene
una causa anatomo-patológica, todo síntoma tiene una base cerebral. Por ello es un paradigma que
admite un monismo causal.
A partir de esto se empieza a hacer una taxonomía cada más vez amplia de las enfermedades
mentales.
Falret, representante del paradigma de las enfermedades mentales en Francia recoge 4
enfermedades mentales al principio: parálisis general, locura circular, locura epiléptica y delirio
alcohólico. La primera tarea del médico dice él es descubrir la afección que está en juego. Para ello
primero se debe comenzar con una observación prolongada.
Se trata de partir de los síntomas, de los signos semiológicos y buscar las causas endógenas de esos
síntomas. El concepto de signo semiológico es característico del segundo paradigma. Un signo es un
indicador, un índice, hay algo en la naturaleza que se puede observar y que indica otra cosa, lo
envía a una causa que lo explica.
El plano del fenómeno o de la descripción se separa completamente del plano de la causa.
Los síntomas son pensados como un índice de una alteración somática y como presentados en
combinación (semiología). Los síntomas manifiestan la enfermedad, pero no son la enfermedad en
sí.

Este paradigma va a acabar en una crisis que va a desembocar en el paradigma de las estructuras
psicopatológicas.
Cuatro aspectos son muy importantes en esta crisis:

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 Multiplicación de las especies morbosas
 Se cuestiona el valor esclarecedor del concepto de localización cerebral: el desarrollo de las
localizaciones cerebrales comenzaba a extinguirse.
 Consecuencias de la epidemia de la encefalitis: en esta epidemia se identifican las causas
orgánicas, sin embargo, las manifestaciones clínicas eran totalmente diferentes de un caso a
otro. Para una misma enfermedad no se establecía entonces ese tan buscado paralelismo
psicofísico.
 El alcance de las ideas de Freud: piensa un punto de vista metapsicológico, que tiende a
develar un proceso unitario por encima del punto de vista clínico, que trata de separar las
entidades morbosas entre sí sin interesarse por lo que podría unificarlas a nivel de la
psicopatología. Pone en juego la causalidad lineal.

Falret, J. Las enfermedades mentales y los asilos de alienados.


Cuando Pinel estuvo a cargo de la división de los alienados de Bicetre, dirigió su atención hacia el
estudio y tratamiento de aquellos enfermos que hasta ese momento habían sido descuidados.
Rechazados por una sociedad que los consideraba un objeto de repulsión y de espanto,
confundidos en las prisiones con los infractores de la ley o relegados en las partes más
abandonadas de nuestros hospicios en medio de las condiciones higiénicas más detestables,
encadenados, sin vestimentas y sin ningún tipo de cuidados. Pinel penetro por primera vez en los
habitáculos malsanos de los alienados para quitar las cadenas de esos desafortunados y hacerlos
pasar poco a poco del régimen de la pena más cruel al de una relativa libertad.
Pinel y Esquirol extrajeron de los médicos de la antigüedad las bases de sus divisiones científicas.
La manía y la melancolía, el delirio parcial y el delirio general admitidos desde la antigüedad,
continuaron siendo el fundamento principal de sus descripciones y de sus clasificaciones.

En esa época una tendencia general dominaba la medicina e incidía sobre la patología mental: la
atención se dirigía hacia las lesiones del cerebro y de las membranas encontradas en la autopsia de
los alienados. En cambio, Falret sostenía que la anatomía patológica bastaba para dar razón de los
fenómenos observados en los alienados y de que los progresos de la ciencia debían basarse en su
estudio. Otra tendencia reinaba en la medicina mental de aquella época: ubicar solamente en el
cerebro la sede de todas las formas y de todas las variedades de la locura y en negar casi
completamente la influencia de otros órganos ene la producción de dicha enfermedad. En aquella
época eran a la vez anatomistas y cerebristas. Sin embargo, luego de buscar durante mucho tiempo
el fundamento de la patología mental en las alteraciones del cerebro de los alienados, se llegó a la
conclusión de que no podía bastar para explicar científicamente la enorme diversidad y los matices
de los fenómenos psíquicos. A partir de entonces, se comenzó a buscar en la psicología los medios
para reemplazar la insuficiencia de la anatomía patológica.

El médico especialista debe dedicarse al estudio de los estados psíquicos complejos tal como
existen en la naturaleza, esto representa a la fase clínica. Es en la patología mental misma, en el
estudio clínico y directo de los alienados, en donde el medico alienista debe buscar los
fundamentos de su ciencia. Solo la observación clínica puede procurarnos el conocimiento exacto

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de estas afecciones y darnos los datos necesarios para su etiología, descripción, clasificación,
pronostico y tratamiento.

El hombre, considerado en su conjunto, está compuesto por dos elementos distintos: el alma y el
cuerpo, y esa unión indisoluble es la condición esencial de su existencia en este mundo. Sin
embargo, esos elementos están tan íntimamente unidos que resulta imposible, tanto en el estado
normal como en el de la enfermedad, descubrir un solo fenómeno psíquico que no necesite de su
doble intervención. Todo fenómeno intelectual y moral supone la cooperación del cerebro, no se
puede ejercer una acción sobre este órgano sin actuar al mismo tiempo sobre las ideas y
sentimientos, y viceversa.

La función cerebral está sometida a leyes particulares, diferentes de las que rigen todas las demás
funciones de la economía. Su rasgo esencial consiste en poder observarse a si misma en su propio
ejercicio y en poseer un poder de control y de dirección sobre los tiempos de su acción. El hombre
se observa interiormente por medio de la conciencia, se repliega sobre si mismo por la reflexión y
se gobierna por la voluntad.
A consecuencia de la acción combinada del alma y del cuerpo, las ideas y los sentimientos del
hombre en estado de salud y de enfermedad, se transforman continuamente en causa de nuevas
ideas o nuevos sentimientos, los que, a su vez, van a engendrar otros por un encadenamiento
sucesivo. A esto se lo llamó resultante psíquica, y es lo que explica la diversidad y complejidad de
los fenómenos psíquicos, y nos permite rastrear los síntomas de las enfermedades mentales.

Se admite la existencia de alguna lesión orgánica en toda enfermedad mental, lo que da lugar a una
aptitud para delirar. Se debe buscar en la observación atenta y minuciosa de los fenómenos
psíquicos, y en la producción del delirio es necesario observar el conjunto de los síntomas físicos y
morales y su orden de sucesión, en lugar de concentrar la atención en los hechos que pueden
constatarse directamente al interrogar a un alienado en determinado momento.
La lesión que debe estudiarse en las enfermedades mentales es la lesión de los sentimientos y de
las inclinaciones. Las disposiciones generales de la sensibilidad moral, los impulsos, las
inclinaciones y los sentimientos están primitivamente alteradas en todas las formas de las
enfermedades mentales, sobre ese fondo mórbido germinan poco a poco las ideas delirantes y los
sentimientos.

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Kraepelin “Dementia Praecox y Paranoia”
Es un representante del paradigma de la enfermedad mental de la escuela alemana. Lleva a
Alemania las ideas de Falret. Propone una serie de entidades clínico evolutivas (enfermedades
mentales). Se interesó en las enseñanzas impartidas por Wundt, fundador del primer laboratorio
de psicología experimental, de él extrajo la convicción de que la psicología normal podía resultar
útil para entender las enfermedades mentales.

La teoría de Kraepelin se funda en 3 criterios:


-Criterio etiológico: refiere a la causa. La etiología es el estudio de las causas últimas de la
enfermedad. El criterio etiológico de Kraepelin está enraizado en el paralelismo psicofísico. La
causa última de la enfermedad mental es orgánica. En última instancia la causa es endógena pero
puede que esa anatomía patológica se haya dado por una causa exógena
-Criterio clínico-evolutivo: Heredado de Falret refiere a la idea de atender al curso de la
enfermedad. La enfermedad se reconoce por su curso. En este curso kraepelin le da mucha
importancia a la fase terminal. Fase terminal que se anuncia por ciertos signos en el comienzo de la
enfermedad por lo cual se puede muchas veces hacer un pronóstico y de ahí un tratamiento.
-Criterio psicopatológico: Kraepelin ve las facultades en estado normal, cosa que hereda de
Wundt y de ahí va a decir que la contracara de este estado normal de las facultades es la
enfermedad. Se va a apoyar en la psicología de las facultades de wundt y en los síntomas va a tratar
de ver cual o cuales facultades están perturbadas, cual esfera esta perturbada (ej. la memoria, el
juicio, la voluntad, etc.).

Hace una diferencia entre síntomas fundamentales y síntomas accesorios. Los primeros son los
que caracterizan más profundamente al cuadro clínico, esos que no faltan nunca en la enfermedad,
están siempre, durante todo el proceso, son los que se expresan en su máxima pureza en la fase
terminal. Los síntomas fundamentales van a permitirle a Kraepelin poner en un mismo grupo
enfermedades aparentemente diferentes. Los síntomas accesorios le dan el color a la enfermedad,
colorean el cuadro, son manifestaciones más incidentales y transitorias del proceso de la
enfermedad. Delimita ciertas entidades como la paranoia, la demencia precoz y la psicosis
maniaco-depresiva.

La caracterización clínico evolutiva se funda en el análisis de los desórdenes que se presentan en


las diferentes esferas de la personalidad, cada entidad se define de acuerdo a las perturbaciones
que presente en el ámbito de la afectividad, voluntad y juicio. Por ejemplo, en el caso de la
demencia precoz hay una serie de debilidades peculiares: indiferencia afectiva, perdida volitiva y
deterioro del juicio. Desde el punto de vista clínico se pueden distinguir tres grupos principales:
hebefrenia, catatonía y paranoide.

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Trabajo práctico nº2
Construcción de la clínica psiquiátrica II
El surgimiento de la Psicopatología como ciencia
El caso de la esquizofrenia

 La concepción psicodinámica de la enfermedad mental. Fundamentos de la crítica de


Breuler al criterio clínico evolutivo y a la demencia precoz. Definición de esquizofrenia.
Síntomas fundamentales (cardinales) y accesorios, síntomas primarios y secundarios:
características y ejemplos. El concepto de “reacción” y el rol de lo psicógeno. Utilización de
los conceptos freudianos. Delimitación de la psicopatología como ciencia para Jaspers y sus
diferencias con la psiquiatría. Binomio metodológico comprensión-explicación. La crítica al
paralelismo psicofísico. La división del campo de la psicopatología en procesos y
desarrollos.
 Discontinuidades del psicoanálisis con el campo de la psiquiatría y la psicopatología de la
época. Observación clínica de la psiquiatría (mirada, signo semiológico, causa supuesta en lo
orgánico) y escucha clínica analítica (escucha, posición del oyente y configuración del
relato) La posición analítica y la posición del psiquiatra. El síntoma en psiquiatría y en
psicoanálisis: índice natural y formación de compromiso resultado de un proceso de
elaboración icc.

Reseña

Como respuesta critica a la noción clásica de Kraepelin sobre la entidad clínico evolutiva, apareció
en Zurich un grupo que, encabezado por Breuler, atacaba tanto el criterio clínico evolutivo como la
perspectiva etiológica, para resaltar el costado dinámico de la enfermedad mental y privilegiar la
vertiente psicopatológica como criterio psico diagnóstico. Haciendo un uso particular de los
conceptos psicoanalíticos, esta corriente dio un lugar destacado a las causas psicógenas,
produciendo con su idea de reacción, lo que Henry Ey denominara más tarde hiato clínico
etiológico. De esta manera comienza a resquebrajarse el paralelismo psicofísico pregnante en el
paradigma anterior para dar lugar a la hipótesis de la causa psíquica.

En 1913, Jaspers, discípulo de Kraepelin, llevo a cabo la primera critica conceptual del discurso
psiquiátrico y propuso una psicopatología científica autónoma, estructurada a partir de su
cuestionamiento al paralelismo psicofísico y de la noción de codependencia entre el método y el
objeto de estudio. Su original binomio metodológico comprensión-explicación le permitió
organizar el campo clínico de la psicopatología y responder a los impasses etiológicos.

Esta concepción de la psicopatología contrasta con la propuesta de Freud, quien a partir de la


puesta en obra de un nuevo método de escucha plantea desde principios del siglo XX que el
síntoma y algunos fenómenos considerados normales son el resultado de un conflicto entre fuerzas
psíquicas, un producto del trabajo del inconsciente y no de una psique enferma. Esta hipótesis
revoluciona el modo de entender el sufrimiento psíquico, anudando el inconsciente a la sexualidad
y sentando las bases de una psicopatología de la vida cotidiana.

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Bleuler “La Esquizofrenia”
En este texto el autor va a dar cuenta de una discusión en torno a la aplicación de la noción de
demencia. Va a decir que no existe una sino varias demencias, esta palabra tiene un significado más
social que patológico. El concepto de Kraepelin de demencia precoz tardó mucho tiempo en ser
aceptado, incluso en su país de origen, el obstáculo principal no residía en el nombre elegido para
designar este cuadro. Bleuler le critica a Kraepelin que el nombre demencia precoz define a la
enfermedad y no a los enfermos, no se puede adjetivar. Este cuadro clínico para Bleuler no
necesariamente conduce a la demencia y no siempre es precoz en ningún sentido. Por lo cual
propone una revisión, y llama a este cuadro esquizofrenia.

La esquizofrenia se distingue de cualquier otra afección por las siguientes características:


Desde el punto de vista anatómico en todos los casos severos se constatan modificaciones
anatomopatológicas en el cerebro, de carácter definido y que no se encuentran en las otras psicosis.
La intensidad de tales modificaciones se corresponde la mayoría de las veces con la gravedad de los
síntomas primarios. La esquizofrenia no es solo una entidad clínica, sino que es al mismo tiempo una
entidad anatomopatológica.

Esta enfermedad es más fácil de delimitar desde el punto de vista semiológico, por el lado negativo:
los trastornos de la percepción, de la orientación, de la memoria y de la coordinación motora faltan
por completo en la esquizofrenia, tampoco aparecen los signos característicos de las psicosis
orgánicas. Tampoco encontramos trastornos del orden epiléptico.

En todas las formas de esquizofrenia encontramos un trastorno particular de pensamiento


caracterizado por un relajamiento de las asociaciones habituales. Muchos otros trastornos
relaciones con la lógica y los conceptos pueden deducirse de ese relajamiento como por ejemplo la
insuficiencia del juicio, la imprecisión, la condensación de varios conceptos en uno solo, etc.
En la esfera afectiva se puede constatar que los enfermos llevan una vida puramente vegetativa,
incluso sin preocuparse de su propio cuidado, hasta el instinto de conservación parece abolido en
ellos. Las reacciones afectivas son irregulares y con frecuencia dos sentimientos opuestos colorean
la misma representación mental (ambivalencia). En los casos más acusados encontramos una vida
interior replegada sobre si misma (autismo).

Los trastornos de las asociaciones y de la vida afectiva, así como el autismo, no faltan en ningún
caso grave de esquizofrenia, constituyen signos esenciales de esta enfermedad, por lo cual Bleuler
los llamó Síntomas Cardinales. También se puede dar cuenta de la existencia de Síntomas
Accesorios los cuales pueden estar tanto presentes como ausentes, casi nunca se los encontrara
reunidos en el mismo enfermo. Aquí podemos nombrar a las ideas delirantes y las alucinaciones
masivas, las cuales pueden ser de sensibilidad general, o cenestésicas, entre otras.

En muchos casos el comienzo de la enfermedad permite prever con gran probabilidad la evolución
ulterior así como las características particulares de los estados terminales a los que llegará. Pero en
general la forma que la enfermedad tome al principio no permite prever con certeza que formas
podrá presentar en el curso de las fases sucesivas de su evolución. Hay diferentes observadas en la
rapidez de la evolución, en cada fase evolutiva la enfermedad puede permanecer estacionaria o

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incluso mejorar. Debido a esto la intensidad y la gravedad de la enfermedad son muy variables.

La Esquizofrenia abarca todos los grados que van sin solución de continuidad desde el estado
normal a las formas más graves de demencia, de confusión o de catatonía. El individuo antes del
supuesto inicio de la enfermedad, presenta en germen los mismos rasgos esenciales que la
esquizofrenia manifiesta, la observación saca a la luz la presencia de una idea delirante o de
alucinaciones en individuos que se comportan normalmente en la vida cotidiana. Bleuler designa a
esos casos con el nombre de esquizofrenia latente. Es al estudiar el pasado de los esquizofrénicos
manifiestos que podemos dar cuenta de la forma latente.

La presencia de las características de un proceso esquizofrénico permite reconocerlos como tales,


pero la ausencia de esos signos no excluye en absoluto el diagnostico, ya que pueden producirse
reacciones esquizofrénicas en cualquier momento de su evolución. Es difícil en la práctica hacer
una distinción entre esquizofrenia y neurosis, porque síntomas histéricos, obsesivos, todos los
síntomas neuróticos pueden encontrarse en el curso de una esquizofrenia.

Patología La esquizofrenia es una afección fisiógena, es decir, de base orgánica. Sin embargo, posee
una superestructura psicógena, por lo que la gran mayoría de los síntomas más manifiestos de esta
enfermedad se derivan de factores y mecanismos psicológicos. La esquizofrenia tiene en común
con las psicosis orgánicas la existencia de síntomas directamente derivados de un proceso cerebral,
pero también posee relación con las neurosis por la evolución de síntomas psicógenos sobre la
base de una constitución particular.

La distinción de los síntomas psicógenos y fisiógenos tiene en el campo de la esquizofrenia una


gran importancia tanto desde el punto de vista del pronóstico, como del punto de vista práctico.
Los síntomas orgánicos indican siempre la persistencia o la evolución del proceso morboso. Los
síntomas psicógenos solo son reacciones que retroceden con la desaparición de las causas. Con la
ayuda de procedimientos terapéuticos se llega a menudo a hacer abandonar al paciente su actitud
morbosa. Por ello Bleuler sostiene que el conocimiento de los mecanismos psicológicos de Freud
fue de suma importancia en esta época para el esclarecimiento de los síntomas de la esquizofrenia.
El desplazamiento, el simbolismo, la condensación, se observan en la esquizofrenia. Bleuler es un
adepto de las ideas de Freud, sin embargo, no admite la teoría de la evolución de los instintos
sexuales y el origen puramente psicológico de la esquizofrenia.

Henri Ey llama HIATO CLINICO-ETIOLOGICO a la ruptura entre el plano de la clínica y el plano de la


causa: las enfermedades mentales ya no son efecto director de la causa orgánica sino objeto
indirecto porque se incluye algo de orden psicológico.

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Jaspers. Psicopatología General
En la profesión psiquiátrica se trata siempre de los seres humanos individuales, ya sea puestos a
disposición del psiquiatra para la custodia, atención y curación, o que haya que hacer un peritaje
ante los tribunales, ante la ciencia, etc. El psiquiatra trata de estar a la altura de las exigencias que
se le hacen en tales casos individuales. Es una personalidad viviente, que capta y actúa para lo cual
la ciencia solo es un medio auxiliar.
El psicopatólogo queda en el dominio de los conceptos y las reglas generales, la ciencia en si
misma es el objetivo. Solo busca conocer, caracterizar y analizar, pero no al hombre particular, sino
al hombre en general. Sus límites consisten en que, cuanto más reconoce y caracteriza como típico,
también reconoce que en todo individuo se oculta algo incognoscible para él. La ciencia le exige al
psicopatólogo pensamiento conceptual, sistemático y comunicable.

Jaspers se inscribe en la corriente psicodinámica alemana, en particular en una vertiente que es la


fenomenología. El modo de concebir la psicopatología es bien diferente a la de Freud. En primer
lugar, porque para él el objeto de estudio de la psicopatología abarca los hechos psicopatológicos
hasta los límites de la conciencia. El objeto de la psicopatología, dice Jaspers, es el acontecer
psíquico realmente consciente. Son los procesos psíquicos reales, sus condiciones, causas y
consecuencias. “Queremos saber qué y cómo experimentan los seres humanos, queremos conocer
la dimensión de las realidades anímicas. Y no solo el vivenciar de los hombres, sino también las
condiciones y las causas de las que depende, las relaciones en las que está y las maneras como se
expresa objetivamente”. Jaspers critica el paralelismo psicofísico, critica al síntoma como
concepción orgánica, y por lo contrario piensa que el síntoma puede ser engendrado por lo
psíquico mismo. Expone una nueva causalidad.

Para aprender estos hechos hasta sus límites en la conciencia, Jaspers se vale de un método
llamado Método Fenomenológico. Es un método bipartito, basado en dos operadores:
compresión y explicación.

La compresión es una intelección “desde adentro” que permite comprender como lo psíquico
surge de lo psíquico mismo. Es la visión de lo psíquico obtenida desde adentro. Permite entonces
representarse una génesis de lo psíquico por lo psíquico mismo y a la vez un estado particular tal
como se presenta en la conciencia de un individuo en un momento dado. La comprensión es
evidente.

Cuando se trata de captar lo psíquico por lo psíquico, es decir como un hecho psíquico puede estar
motivado por una vivencia hablamos de comprensión genética.
Otro tipo de compresión es aquel en donde se captan estados mentales de forma estática, como si
se tomara una foto de esos estados. Es la comprensión estática. Una foto que tomo de un estado
psíquico a partir de intuición y la empatía. Cuando para nuestra comprensión, los contenidos de
los pensamientos se engendran de modo evidente, comprendemos estas relaciones
RACIONALMENTE. Pero cuando comprendemos los contenidos mentales como surgidos de estados
de ánimo, deseos y temores del que piensa, comprendemos de modo EMPATICO. La comprensión
racional es un modo auxiliar de la psicología, la comprensión empática lleva a la psicología misma.

Explicación: Jaspers dice que a veces aparecen estados psíquicos inmotivados, que no responden a
ninguna vivencia. Esos estados son incomprensibles, ahí la comprensión encuentra su límite. Es

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necesario recurrir a la explicación para dar cuenta de las causas de ese hecho inmotivado. La
explicación es siempre, una visión desde afuera. El terreno de la explicación es siempre el de las
hipótesis teóricas que son siempre construcciones aproximadas y nunca comprobadas en su
totalidad. Jaspers recurre a dos hipótesis: el fundamento corporal de los hechos psíquicos
patológicos y la presencia de mecanismos extra conscientes.

De la aplicación del binomio metodológico surge un binomio clínico:

Los procesos: son una serie de patologías que marcan el límite a la comprensión la mayoría de las
veces en la medida que los fenómenos que se caracterizan no pueden derivarse de ninguna
vivencia que le dé sentido. Son inmotivados desde lo psíquico. No tienen relación con el vivenciar
del enfermo, con la historia personal. Tienen una eclosión espontanea. Los procesos siempre
responden a la aparición de algo nuevo en un tiempo corto y localizable que marca un antes y un
después en la vida del sujeto. Eso nuevo que aparece Jaspers lo llama “complejo sintomático de la
vida psíquica loca”.

Desarrollos: Son patologías en su mayor parte comprensibles, surgen motivados por una vivencia.
Hay una encadenación de sentido.

Freud. 16º Conferencia: Psicoanálisis y medicina


Ni por un instante deben creer que esto que les presento como concepción psicoanalítica sea un
sistema especulativo, es más bien experiencia: expresión directa de la observación o resultado de
su procesamiento. Fue un trabajo particularmente difícil, intenso y empeñoso el que brindó estas
observaciones.

Freud presenta un breve caso a modo de ejemplo, el de una mujer de 53 años que de repente, a causa
de una carta anónima (una carta falsa) comenzó a estar obsesionada con el temor de que su marido la
engañe con una mujer más joven.

Resulta que la carta en realidad la escribió su mucama (que lo hizo porque sentía envidia de la mujer a
la que acusó falsamente), luego de que ésta (la paciente de Freud) le revelara que para ella no habría
nada peor que enterarse de que su marido la engaña con otra. Aunque la paciente sabe que la carta
anónima no tiene ninguna validez ya que fue escrita por la malvada mucama, y que su marido la adora
(podría decirse entonces que no tiene razón para estar celosa), ella no puede dejar de sufrir.

A ideas de este tipo, inaccesibles a argumentos lógicos y tomados de la realidad, se ha convenido en


llamarlas ideas delirantes. La buena señora padece, pues, de un delirio de celos.

¿Cuál es el origen de estas ideas delirantes, según lo que diría un psiquiatra?

Pues el psiquiatra investigará en la historia familiar de esta señora y nos aportará quizás esta
respuesta: “Ideas delirantes se presentan en aquellas personas en cuyas familias han aparecido
repetidas veces estas y otras perturbaciones psíquicas”. En otras palabras, esta señora ha desarrollado
una idea delirante porque estaba predispuesta a causa de una transmisión hereditaria.
El psiquiatra tiene que conformarse con el diagnóstico y un pronóstico del desarrollo posterior,
inseguro, por más rica que sea su experiencia.
La psiquiatría omite todo anudamiento con el contenido de la idea delirante, y al remitirse a la

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herencia, proporciona una etiología muy general, en vez de poner de manifiesto la causación mas
particular y próxima.

Ahora bien, ¿puede el psicoanálisis desempeñarse mejor y descubrir algo que posibilite una
comprensión más directa de este caso clínico? Sí.

Resulta que en realidad había dentro de la paciente un intenso enamoramiento por un hombre joven,
su yerno. De este enamoramiento, ella no sabía nada o quizá muy poco; dada la relación de parentesco
existente, esta amorosa inclinación podía enmascararse fácilmente como una ternura inocente. Un
enamoramiento así, que sería algo monstruoso, imposible, no pudo devenir consciente; no obstante,
persistió y, en calidad de inconsciente, ejerció una seria presión. Algo tenía que suceder con él, el alivio
inmediato lo ofreció sin el mecanismo de desplazamiento.

Vemos que, en primer lugar: la idea delirante ha dejado de ser algo disparatado o incomprensible, y
que en realidad posee pleno sentido, y tiene sus motivos. Pertenece a la trama de una vivencia, rica en
afectos, de la enferma. Es necesaria como reacción frente a un proceso anímico inconsciente, y
precisamente a esta dependencia debe su carácter delirante, su resistencia a los ataques basados en la
lógica y la realidad.

Es a su vez algo deseado, una suerte de consuelo, ya que de ser cierto que su marido la engañaba, ella
no tenía que sentirse tan culpable por su atracción hacia el yerno.

La vivencia que hay tras la contracción de la enfermedad determina con claridad que habría de
engendrarse una idea de celos delirantes y ninguna otra cosa. El día anterior había manifestado a esa
muchacha intrigante [la mucama] que lo más terrible sería que su marido le fuera infiel.

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Trabajo práctico nº3
Clínica Psicoanalítica: Síntoma y causa en Freud
 Novedad freudiana con respecto al síntoma y a la causa. El síntoma como formación de
compromiso (formación sustitutiva/satisfacción sustitutiva). La enfermedad en sentido
práctico (síntoma patológico) y la salud aparente. Distinción entre síntomas defensivos
primarios, retorno de lo reprimido y lucha defensiva secundaria. Funciones del síntoma:
satisfacciones paradojales, sentimiento inconsciente de culpa y necesidad de castigo.
Distintas satisfacciones en juego en el síntoma. El síntoma y su relación con la angustia.
 Complejización de la causalidad: etiología sexual, defensa, mecanismo de formación de
síntomas: diferentes tipos de retorno. La articulación entre defensa y etiología sexual en
diferentes momentos: la sexualidad contingentemente traumática (teoría de la seducción,
función de la defensa, papel del recuerdo), la sexualidad estructuralmente traumática
(sexualidad infantil, función de la fantasía y realidad psíquica, series complementarias), la
sexualidad peligrosa (angustia, castración y redefinición de lo traumático a partir de los
años ’20, papel del padre). Factores de causación de la neurosis.
Resumen
A partir de su inscripción en la ciencia médica de la época, pero en discontinuidad con ella, el
psicoanálisis nace como lugar de recepción de la demanda terapéutica de la histeria, introduciendo
para el abordaje de sus síntomas una innovación radical, fundante de un nuevo campo: el de una
clínica que otorga tratamiento al síntoma, que interviene sobre él a través de un dispositivo
vertebrado por el postulado del inconsciente. Como producto del inconsciente, aquel deja de ser
concebido como el índice natural que era para la psiquiatría, y pasa a ser considerado resultado de
un proceso que se gesta mas allá de la esfera de la conciencia.
El síntoma freudiano obedece a las leyes de elaboración del inconsciente, y su sentido, oscuro para
el sujeto, está determinado y puede ser descifrado en el marco de una relación transferencial
mediante el recurso: la asociación libre y la interpretación.
A lo largo de toda la obra freudiana nos debemos esforzar por conocer los mecanismos psíquicos
que, articulados a la etiología sexual, dan lugar al determinismo del síntoma y posibilitan
entenderlo como una formación de compromiso, una transacción entre fuerzas dispares que aporta
la solución a un conflicto, tendiente al ahorro de displacer.

Sin embargo, la atención de Freud a los obstáculos que su práctica le impone, lo lleva a reparar en
una serie de hechos clínicos que aparecen como tope al desciframiento y cuestionan el imperio del
principio del placer y la noción misma de satisfacción sostenida hasta ese momento, obligándolo a
introducir cambios en sus teorizaciones.
El llamado giro de los ’20 trae respuestas a eso que, como un punto de inercia, impone un límite al
sentido sexual del síntoma, en términos de la existencia de una nueva modalidad de satisfacción en
juego, una “necesidad de castigo” que para explicarla se hará necesaria la conceptualización de la
figura del super yo. Por último, su texto “inhibición síntoma y angustia” arroja luz sobre la función
del síntoma en relación con la angustia, ahora redefinida. Contando ya con la castración como
operador estructural, Freud logra responder a un interrogante, presente desde los albores de su
obra: ¿Por qué la sexualidad debe ser reprimida? En este recorrido el rol conceptual del padre se
vuelve central.

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Bibliografía
 Freud (1896) Manuscrito K
 Freud (1916-17) Conferencia 23 los caminos de la formación de síntoma.
 Freud (1923) El yo y el ello. Apartado V: Los vasallajes del yo.
 Freud (1932) Conferencia 32 angustia y vida pulsional
 Freud (1926) Inhibición, síntoma y angustia. Apartados II, III, IX y X.

PRIMER ESQUEMA CAUSAL

La histeria, las representaciones obsesivas y ciertos casos de confusión alucinatoria son


Neuropsicosis de defensa, porque ellas nacen mediante el mecanismo psíquico de la DEFENSA, es
decir a raíz del intento de reprimir una representación inconciliable que había entrado en penosa
oposición con el yo del enfermo.
La etiología de las neuro psicosis de defensa presenta el siguiente nexo con las neurosis actuales
(neurastenia y neurosis de angustia): estas dos últimas son efecto inmediato de las noxas sexuales
mismas, y las neuro psicosis son consecuencia mediata de influjos nocivos sexuales que
sobrevinieron antes del ingreso en la madurez sexual, o sea consecuencia de las huellas mnémicas
de estos influjos
Freud piensa que hay una experiencia traumática sexual en el periodo infantil, una experiencia de
seducción, cuyo recuerdo luego de la pubertad se vuelve inconciliable para el yo. El yo entonces se
defiende de esa representación que le resulta inconciliable y surgen ahí los SINTOMAS PRIMARIOS
de la defensa o salud aparente. En un primer periodo ocurren los sucesos que contienen el germen
de la neurosis posterior, pone término a este periodo el ingreso en la maduración sexual. Ahora el
recuerdo de aquellas acciones se reprime y se sustituyen por un SINTOMA DEFENSIVO PRIMARIO.
Con esos síntomas empieza el periodo de la salud aparente, de la defensa lograda.
El periodo siguiente de la enfermedad se singulariza por el retorno de lo reprimido, por el fracaso
de la defensa. Los recuerdos reanimados no ingresan inalterados en la conciencia, lo que deviene
consciente son unas formaciones de compromiso entre las representaciones reprimidas y las
represoras. Junto con estos síntomas de compromiso, se forman una serie de otros síntomas por
entero diversos. El yo procura defenderse de aquellos retoños de recuerdo inicialmente reprimido
y en esta lucha defensiva crea unos síntomas que se podrían agrupar bajo el título de síntomas de la
lucha defensiva secundaria.
Entonces, hay veces en que la defensa fracasa y sobreviene un RETORNO DE LO REPRIMIDO,
disfrazado, desfigurado. Acá hay un trabajo de sustitución, desplazamiento.
Es el mecanismo de formación del síntoma. En todas las psiconeurosis de defensa el retorno de lo
reprimido no se da de la misma manera.
La represión es el núcleo del mecanismo psíquico de la neuropiscosis y lo que se reprime es una
vivencia sexual infantil. Y se producen a partir de eso, síntomas de la defensa primaria (por
ejemplo, la desconfianza en el obsesivo), síntomas del retorno de lo reprimido (formaciones de
compromiso) y síntomas de la defensa secundaria, que son síntomas contra los mismos síntomas
que retornaron de lo reprimido.

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Histeria: Para la causación de la histeria no basta que en un momento cualquiera de la vida se
presente una vivencia sexual traumática, es precioso que estos traumas sexuales correspondan a la
niñez temprana y su contenido tiene que consistir en una efectiva irritación de los genitales.

Neurosis obsesiva: En la etiología de la neurosis obsesiva, unas vivencias sexuales de la primera


infancia poseen la misma significatividad que en la histeria, pero no se trata acá de una pasividad
sexual sino de unas agresiones ejecutadas con placer y una participación que se sintió placentera
en actos sexuales., se trata de una actividad sexual. En todos los casos de neurosis obsesiva hay un
trasfondo de síntomas histéricos, que tiene que ver con una escena de pasividad sexual anterior a
la acción placentera.
Las representaciones obsesivas son siempre reproches mudados y están referidos siempre a una
acción de la infancia, una acción sexual realizada con placer.

SEGUNDO ESQUEMA CAUSAL

Con la introducción en tres ensayos de que hay una sexualidad infantil perversa y polimorfa Freud
se ve obligado a modificar su teoría de la neurosis. Hay una práctica sexual infantil autoerótica que
resulta para el yo inconciliable. Los traumas sexuales infantiles fueron sustituidos por el
infantilismo de la sexualidad.
Hay entonces una disposición sexual infantil, en donde ciertas zonas erógenas privilegiadas para la
satisfacción se convierten en puntos de fijeza de la libido. Hay modos de satisfacción infantil.
La sexualidad humana se da en dos tiempos: Las modalidades de satisfacción de la infancia se
abandonan en un momento, pero quedan las FANTASIS INCONCIENTES. La práctica sexual infantil
marca la dirección que seguirá la vida sexual tras la madurez. Los síntomas ya no son más retoños
de los recuerdos reprimidos de vivencias sexuales infantiles, sino que entre los síntomas y las
impresiones infantiles se intercalan la FANTASIA de los enfermos.
¿Por qué alguien enferma? Acá introduce Freud las SERIES COMPLEMENTARIAS. Dada una
determinada constitución sexual, un modo de satisfacción, puede ocurrir que frente a un motivo
azaroso (vivenciar adulto) se frustre esa modalidad de satisfacción. Al salir de la infancia esa
frustración ocurre y por eso las fantasías es en donde se reserva esa modalidad de satisfacción. El
yo del hombre es educado poco a poco para obedecer al principio de realidad. En ese proceso tiene
que renunciar de manera transitoria o permanente a diversos objetos y metas de su aspiración de
placer. Pero siempre es difícil para el hombre la renuncia al placer. Por eso se ha reservado una
actividad del alma en que se concede a todas estas fuentes de placer resignadas: la fantasía. La
fantasía es entonces un eslabón intermedio en la formación de síntoma porque en el caso de la
frustración la libido, inviste regresivamente las posiciones que había abandonado, pero a las que
quedó adherida con ciertos montos (fijada) ¿Cómo encuentra la libido el camino hacia esos lugares
de fijación? todos los objetos y orientaciones de la libido resignados no lo han sido todavía por
completo. Ellos o sus retoños son retenidos aún con cierta intensidad en las representaciones de la
fantasía. La libido tiene que volver a las fantasías para hallar desde ellas el camino a cada fijación
reprimida. Estas fantasías gozan de cierta tolerancia, la investidura energética de las fantasías se
eleva tanto que ellas se vuelven exigentes, desarrollan un esfuerzo, orientado hacia la realización.
Esto hace inevitable el conflicto entre ellas y el yo. Si antes fueron preconcientes o concientes,

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ahora son sometidas a la represión por parte del yo y libradas a la atracción del inconsciente. Desde
las fantasías ahora inconscientes, la libido vuelve a migrar hasta sus orígenes en el inconsciente,
hasta sus propios lugares de fijación.
Entonces: La libido se verá precisada a emprender el camino de la regresión y a aspirar a
satisfacerse dentro de una de las organizaciones ya superadas o por medio de uno de los objetos
que resignó antes.
Si estas regresiones no despiertan la contradicción del yo, tampoco sobrevendrá la neurosis, y la
libido alcanzará alguna satisfacción real, aunque no una satisfacción normal. Pero el conflicto
queda planteado si el yo, no presta su acuerdo a estas regresiones. La libido es como atajada y tiene
que intentar escapar a algún lado: adonde halle un drenaje para su investidura energética, según lo
exige el principio de placer.
Así, el síntoma se engendra como un retoño del cumplimiento del deseo libidinoso inconsciente,
desfigurado de manera múltiple. Por el rodeo a través del inconsciente y de las antiguas fijaciones,
la libido ha logrado por fin abrirse paso hasta una satisfacción real, aunque extraordinariamente
restringida y apenas reconocible ya. Los síntomas. Crean, entonces, un sustituto para la satisfacción
frustrada; lo hacen por medio de una regresión de la libido a épocas anteriores, a la que va
indisolublemente ligada el retroceso a estadios anteriores del desarrollo en la elección de objeto o
en la organización.
El síntoma repite de algún modo aquella modalidad de satisfacción de su temprana infancia,
desfigurada.

TERCER ESQUEMA
En el síntoma hay algo que se satisface y no responde a las pulsiones sexuales, al principio de
placer. Es un más allá del principio de placer. Hay algo que se satisface en ese padecer que implica
el síntoma (satisfacción paradojal).
Lo peligroso para el neurótico es ahora su sexualidad misma, ciertas mociones pulsionales que, de
ser llevadas a cabo conllevarían a un peligro real: la pérdida del objeto amado (castración). La
sexualidad es traumática porque el ejercicio de la sexualidad autoerotica conlleva el peligro de
castración. La sexualidad resulta peligrosa en relación a sus consecuencias o el castigo al que
podría conllevar, este está ligado a la figura del padre, en tanto padre castrador, por lo que plantea
que el miedo al padre es el que causa la represión . Entonces se dirá que el complejo de castración
(siendo el padre el agente causal) es el operador estructural que permite articular la represión y la
sexualidad y de la manera en que este sea resuelto, reprimido u omitido va a depender la psicosis,
neurosis o perversión.
No solo la sexualidad es lo traumático sino también, como decíamos, la pulsión de muerte, una
exigencia pulsional irrepresentable que exige por su satisfacción y se satisface en el propio
sufrimiento. Una de las formas en que se ve expresado esto irrepresentable es en la ANGUSTIA.
Hay personas que se comportan de forma extraña en el trabajo analítico. Si las cosas van bien su
estado empeora. Presentan una REACCION TERAPEUTICA NEGATIVA. Algo se opone en ellas a la
curación. Esto que se opone se trata de un factor moral, de un sentimiento inconsciente de culpa
que halla su satisfacción en la enfermedad.
En inhibición, síntoma y angustia va a decir que Entre los factores que han participado en la
causación de las neurosis Freud destaca 3: uno biológico, uno filogenético y uno puramente

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psicológico. El biológico es el prolongado desvalimiento y dependencia de la criatura humana. La
existencia intrauterina del hombre se presenta abreviada con relación a la de la mayoría de los
animales; es dado a luz más inacabado que estos. Ello refuerza el influjo del mundo exterior real,
promueve prematuramente la diferenciación del yo respecto del ello, eleva la significatividad de los
peligros del mundo exterior e incrementa enormemente el valor del único objeto que puede
proteger de estos peligros y sustituir la vida intrauterina perdida. Así, este factor biológico produce
las primeras situaciones de peligro y crea la necesidad de ser amado, de que el hombre no se
librará más. El segundo factor es el filogenético. Hallamos que la vida sexual del ser humano no
experimenta un desarrollo continuo desde su comienzo hasta su maduración, como en la mayoría
de los animales que le son próximos, sino que tras un primer florecimiento temprano, que llega
hasta el quinto año, sufre una interrupción enérgica, luego de la cual recomienza con la pubertad
anudándose a los esbozos infantiles. Creemos que en las peripecias de la especie humana tiene que
haber ocurrido algo importante" que dejó como secuela, en calidad de precipitado histórico, esta
interrupción del desarrollo sexual. La signifícatividad patógena de este factor se debe a que la
mayoría de las exigencias pulsionales de esa sexualidad infantil son tratadas como peligros por el
yo, quien se defiende de ellas como si fueran tales, de modo que las posteriores mociones sexuales
de la pubertad, que debieran ser acordes con el yo, corren el riesgo de sucumbir a la atracción de
los arquetipos infantiles y seguirlos a la represión. Nos topamos aquí con la etiología más directa de
las neurosis. El tercer factor, o factor psicológico, se encuentra en una imperfección de nuestro
aparato anímico, estrechamente relacionada con su diferenciación en un yo y un ello, vale decir que
en último análisis se remonta también al influjo del mundo exterior.
Freud introduce también acá una modificación al concepto de angustia. Freud había distinguido
entre una angustia realista y una angustia neurótica. La primera es una reacción que parece lógica
frente a un peligro exterior, la segunda es enteramente enigmática. La angustia neurótica la
obsevaba Freud bajo 3 clases de constelaciones. En primer lugar, como un estado de angustia
libremente flotante, general (angustia expectante), en segundo lugar ligada de manera firme a
determinadas representaciones(fobias) y en tercer lugar la angustia en la histeria, que acompaña a
los síntomas o bien emerge pero sin que se conozca fundamento en un peligro exterior. De la
angustia en la histeria hacia responsable a la represión. Una representacion experimental a
represión y es dsfigurada hasta que se vuelve irreconocible, ero su monto de afecto es mudado en
angustia.
El yo, dice ahora es el único almacigo de la angustia," sólo él puede producirla y sentirla, las tres
principales variedades de angustia —la realista, la neurótica y la de la conciencia moral— puedan
ser referidas a los tres vasallajes del yo: respecto del mundo exterior, del ello y del superyó. Con
esta nueva concepción ha pasado también al primer plano la función de la angustia como señal para
indicar una situación de peligro.
Hemos averiguado dos cosas nuevas: la primera, que la angustia crea a la represión, y no a la
inversa, como pensábamos; y, que una situación pulsional temida se remonta, en el fondo, a una
situación de peligro exterior. ¿Cómo nos representamos ahora el proceso de una represión bajo el
influjo de la angustia? El yo nota que la satisfacción de una exigencia pulsional emergente
convocaría una de las bien recordadas situaciones de peligro. Por tanto, esa investidura pulsional
debe ser sofocada de algún modo, cancelada, vuelta impotente. El yo anticipa así la satisfacción de
la moción pulsional dudosa y le permite reproducir las sensaciones de displacer que corresponden
al inicio de la situación de peligro temida.

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¿Qué es en verdad lo peligroso, lo temido en una de tales situaciones de peligro? Evidentemente, no
es el daño de la persona que podría juzgarse objetivo sino lo que él ocasione en la vida anímica. Por
ejemplo, el nacimiento, difícilmente pueda ser considerado en sí como un daño. Lo esencial en el
nacimiento, como en cualquier otra situación de peligro, es que provoque en el vivenciar anímico
un estado de excitación de elevada tensión que sea sentido como displacer y del cual uno no pueda
librarse por vía de descarga. Llamemos factor traumático a un estado así, en que fracasan los
empeños del principio de placer; entonces.

Freud (1896) Manuscrito K


Las neurosis de defensa son aberraciones patológicas de estados afectivos psíquicos normales,
pero se distinguen de estos afectos por no llevar a tramitación alguna, sino al daño permanente del
yo. Sobrevienen toda vez que la ocasión cumpla dos condiciones: que sea de índole sexual y suceda
en el periodo anterior a la madurez sexual (condiciones de la sexualidad y del infantilismo).
Existe una tendencia defensiva normal, la repugnancia a guiar la energía psíquica de suerte que
genere displacer, esta tendencia solo cuenta contra recuerdos y representaciones del pensar. Es
inocua (indefensa) toda vez que se trate de representaciones que en su tiempo estuvieron
enlazadas con displacer, pero son incapaces de cobrar un displacer actual. En cambio, la inclinación
de defensa se vuelve nociva cuando se dirige contra representaciones que pueden desprender un
displacer nuevo también siendo recuerdos (como en el caso de las representaciones sexuales).
Aquí ocurre que con efecto retardado un recuerdo produzca un desprendimiento más intenso que
la vivencia correspondiente, ocurrida en el pasado. Solo hace falta que entre la vivencia y su
repetición en el recuerdo se interpole la pubertad.
La trayectoria de la enfermedad en las neurosis de represión es en general siempre la misma:
1. La vivencia sexual prematura, traumática.
2. Su represión, a raíz de una ocasión posterior que despierta su recuerdo (formación de
síntoma primario).
3. Estadio de defensa lograda, que se asemeja a la salud, salvo por la presencia del síntoma 1º
4. Estadio en que las representaciones reprimidas retornan, y en la lucha entre estas y el yo,
forman síntomas nuevos, los de la enfermedad propiamente dicha.

Freud (1916-17) Conferencia 23: Los caminos de la formación de síntoma.


Los síntomas son actos perjudiciales, inútiles para la vida en su conjunto, la persona a menudo se
queja que los realiza contra su voluntad, conlleva displacer o sufrimiento. Su principal perjuicio
consiste en el gasto anímico que ellos mismos cuestan y, además, en el que se necesita para
combatirlos. Estos dos costos pueden traer como consecuencia un empobrecimiento de la persona
en cuanto a energía anímica disponible. Si se tiene en cuenta esta cantidad de energía disponible, se
puede sostener que “estar enfermo” es más que nada un concepto practico. Pero desde un punto
de vista teórico, se podría decir que todos estamos enfermos, todos somos neuróticos, ya que las
condiciones para la formación de síntoma se pueden encontrar en las personas normales.

Los síntomas neuróticos son el resultado de un conflicto que se da en torno de una nueva
modalidad de satisfacción pulsional. Las dos fuerzas que se han enemistado vuelven a coincidir en
el síntoma, se reconcilian gracias al compromiso de la formación de síntoma. Por esta razón el
síntoma es tan resistente, porque esta sostenido desde ambos lados.

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Una de las dos partes envueltas en el conflicto es la libido insatisfecha, rechazada por la realidad
que por ese motivo tiene que buscar otros caminos para su satisfacción, emprenderá el camino de
la regresión, va a aspirar a satisfacer su libido dentro de una de las organizaciones ya superadas o
por medio de uno de los objetos que resigno antes. En el camino de la regresión así, la libido es
atraída por la fijación que ella ha dejado tras si en esos lugares de su desarrollo.
¿Dónde halla la libido las fijaciones que le hacen falta para quebrantar las represiones? En las
prácticas y vivencias de la sexualidad infantil, en los afanes parciales abandonados y en los objetos
resignados de la niñez. Hacia ellos revierte la libido.

Los síntomas crean un sustituto para la satisfacción frustrada, por medio de una regresión de la
libido a épocas anteriores, un retroceso a estadios anteriores del desarrollo en la elección de objeto
o en la organización libidinal. El neurótico quedo adherido a algún punto de su pasado, en ese
periodo su libido no echaba de menos la satisfacción, era dichoso. El síntoma así, repite de algún
modo aquella modalidad de satisfacción de su temprana infancia, desfigurada por la censura que
nace del conflicto, volcada a una sensación de sufrimiento. La modalidad de satisfacción que el
síntoma aporta es muy extraña, es irreconocible para la persona, siente dicha satisfacción más bien
como un sufrimiento, se queja de ella.

Por el análisis de los síntomas tomamos conocimiento de las vivencias infantiles en que la libido
está fijada y desde las cuales se crean los síntomas. Estas escenas infantiles no siempre son
verdaderas, en la mayoría de los casos no lo son. Cuando el enfermo nos presenta aquel material
que, por detrás de los síntomas, lleva hasta las situaciones de deseo de las vivencias infantiles,
debemos dudar de si se trata de realidades o fantasías. Estas últimas poseen una suerte de realidad,
ya que el enfermo se ha ocupado de ellas, poseen una realidad psíquica, por oposición a una
realidad material. En el mundo de las neurosis, la realidad psíquica es la decisiva.

Entre los acontecimientos que siempre retornan en la historia juvenil de los neuróticos, hay
algunos de particular importancia: las fantasías primordiales, que son un patrimonio filogenético y
su fuente está en las pulsiones. En estas fantasías el individuo rebasa su vivenciar propio hcia el
vivenciar de la prehistoria. Todo lo que hoy es contado en análisis como una fantasía, fue realidad
en los tiempos originarios de la familia humana. Podemos dar cuenta de 3 fantasías primordiales:

 Amenaza de castración: no es nada raro que un muchacho se tome la mala costumbre de


jugar con su miembro sin saber que hay que ocultar esos manejos, y los padres o los
encargados de su crianza lo amenacen con cortarle el miembro o la mano pecadora. Pero es
improbable que los niños reciben dicha amenaza de castración con tanta frecuencia como
aparece en el análisis de los neuróticos. El niño se compone esa amenaza sobre la base de
indicios, ayudado por su saber de que la satisfacción auto erótica está prohibida y bajo la
impresión de su descubrimiento de los genitales femeninos.
 Testigo de un acto sexual: un niño pequeño puede ser testigo de un acto sexual entre sus
padres y puede comprender con posterioridad esa impresión y reaccionar frente a ella. Pero
cuando ese acto es descripto con unos detalles precisos que difícilmente podrían observarse
o se lo presenta como ejecutado desde atrás, esta fantasía se apuntala en la observación del
comercio sexual entre animales, y su motivo es el insatisfecho placer de ver del niño en los
años de la pubertad.
 Seducción: Con la fantasía de la seducción cuando no la ha habido, el niño encubre por regla
general, el periodo auto erótico de su quehacer sexual. Se ahorra la vergüenza de la

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masturbación, fantaseando retrospectivamente para estas épocas más tempranas, un objeto
anhelado.
El yo del hombre es educado para obedecer al principio de realidad, en ese proceso tiene que
renunciar de manera transitoria o permanente a objetos y metas de su aspiración de placer. Pero
siempre es difícil para el hombre la renuncia al placer, no la lleva a cabo sin algún tipo de
resarcimiento, por eso se reservó una actividad del alma (la fantasía) en donde le concede a todas
esas fuentes y objetos de placer resignados una forma de existencia que las emancipa del requisito
de realidad.
Importancia de la fantasía para la formación de síntoma
Cuando la libido se frustra, inviste regresivamente las posiciones que había abandonado, pero a las
que quedó adherida con ciertos montos. ¿Cómo encuentra la libido el camino hacia esos lugares de
fijación? Todos los objetos y orientaciones de la libido resignados no lo han sido todavía por
completo, ellos o sus retoños son retenidos con cierta intensidad en las representaciones de la
fantasía. La libido así, tiene que volver a las fantasías para hallar desde ellas el camino a cada
fijación reprimida. Estas fantasías poseen cierta tolerancia de naturaleza cuantitativa. La
investidura energética de ellas se eleva, tanto que se vuelven exigentes y tienden a la realización.
Por este motivo son sometidas a la represión por parte del yo y son libradas a la atracción del
inconsciente. Desde las fantasías ahora inconscientes, la libido vuelve a migrar hasta sus orígenes
en el inconsciente, hasta sus propios lugares de fijación.

Freud (1923) El yo y el ello. Apartado V: Los vasallajes del yo.

El Yo se forma desde identificaciones que toman el relevo desde investiduras del ello resignadas,
las primeras de estas identificaciones se comportan como una instancia particular dentro del yo, se
contraponen al yo como super yo. Este último debe su posición particular dentro del yo, por un
lado, a la identificación inicial ocurrida cuando el yo era todavía endeble y por otro, es el heredero
del complejo de Edipo, por lo tanto introdujo en el yo los objetos más grandiosos, mantiene su
imperio aun en el yo maduro, aunque éste ofrezca resistencia. El super yo mantiene afinidad con el
ello, se sumerge profundamente en él, por lo cual está más distanciado de la conciencia que el yo.

Para apreciar mejor estos nexos podemos dar cuenta de ciertos hechos clínicos:
Hay personas que se comportan de manera muy extraña en el trabajo analítico, si el analista les da
esperanza y se muestra contento por la marcha del tratamiento parecen insatisfechas y por regla
general su estado empeora. Estas personas no soportan elogio ni reconocimiento alguno, toda
solución parcial les provoca un refuerzo momentáneo de su padecer, empeoran en el curso del
tratamiento, presentan la llama reacción terapéutica negativa.
Se trata de un factor “moral”, de un sentimiento de culpa que halla su satisfacción en la enfermedad
y no quiere renunciar al castigo del padecer. Ese sentimiento es mudo para el enfermo, él no se
siente culpable, sino enfermo. Solo se exterioriza en una resistencia a la curación.

El sentimiento de culpa normal, consciente (conciencia moral) no ofrece dificultades a la


interpretación, descansa en la tensión entre el yo y el ideal del yo. En la neurosis obsesiva y en la
melancolía el sentimiento de culpa es consciente, de manera hipertensa. Mientras que en la histeria
el sentimiento de culpa permanece inconsciente.

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El ello es totalmente amoral, el yo se empeña por ser moral, el super yo, puede ser hipermoral y,
entonces, volverse tan cruel como únicamente puede serlo el ello.
El yo se enriquece a raíz de todas las experiencias de vida que le vienen de afuera, pero el ello es su
otro mundo exterior que él procura someter. Sustrae libido al ello, transforma las investiduras de
objeto del ello en conformaciones del yo. Con ayuda del super yo se nutre de las experiencias de la
prehistoria almacenada en el ello.
También vemos al yo como una pobre cosa sometida a 3 servidumbres y que, en consecuencia,
sufre las amenazas de 3 clases de peligros: de parte del mundo exterior, de la libido del ello y de la
severidad del super yo. Como un ser fronterizo, el yo quiere mediar entre el mundo y el ello, que el
ello obedezca al mundo y hacer que el mundo haga justicia al deseo del ello.

Freud (1932) Conferencia 32 angustia y vida pulsional


La angustia es un estado afectivo, una reunión de determinadas sensaciones de la serie placer
displacer con las correspondientes inervaciones de descarga y su percepción.
Distingo entre angustia realista y angustia neurótica

 Angustia realista: La primera es una reacción lógica frente al peligro, a un daño


esperado de afuera. Es un estado de atención sensorial incrementada y tensión
motriz que llamamos apronte angustiado. A partir de ese estado se desarrolla la
reacción de angustia. Puede haber dos desenlaces, por un lado, un desarrollo de
angustia que se limita a una señal y la reacción puede adaptarse a la nueva situación
de peligro y desembocar en la huida, por ejemplo. Por otro lado, toda la reacción se
agota en el desarrollo de angustia, el estado afectivo resultara paralizante.
 Angustia neurótica: es enigmática, carente de fin. Se la puede observar bajo 3
constelaciones. En primer lugar, como un estado de angustia pasajera con cada
nueva posibilidad que emerja, es la llamada “angustia expectante”. En segundo lugar,
ligada a determinados contenidos de representación en las llamadas fobias, se
distingue un vínculo con un peligro externo pero la angustia frente a él es
desmedida. Por último, la angustia en la histeria y en otras formas de neurosis grave,
que acompaña a síntomas o emerge de manera independiente como ataque o como
estado de prolongada permanencia, pero siempre sin que se le descubra fundamento
en un peligro exterior.
La causa más común de la neurosis de angustia es la excitación frustránea, se provoca una
excitación libidinosa pero no se satisface, no se aplica, entonces, en reemplazo de esta libido
desviada de su aplicación, emerge el estado de angustia. Esta libido insatisfecha se muda
directamente en angustia.
De la angustia en la histeria y otras neurosis hacemos responsable a la represión, es la
representación la que experimenta la represión y es desfigurada hasta que se vuelve irreconocible,
pero su monto de afecto es mudado en angustia.

Vínculo entre la angustia y la formación de síntoma.


Por ejemplo, el agorafóbico inicia su historia patológica con un ataque de angustia en la calle, éste
se repetirá toda vez que anduviera de nuevo por la calle. Luego crea el síntoma de la angustia a
andar por la calle, una inhibición, una limitación funcional del yo y por esa vía se ahorra el ataque
de angustia.

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En la formación de síntoma, por ejemplo, en las acciones obsesivas, si se impide al enfermo realizar
su ceremonial de lavado, cae en un estado de angustia difícil de soportar, del cual, su síntoma lo
protegía. Pareciera que el desarrollo de angustia fuera lo primero, y la formación de síntoma lo
posterior, como si los síntomas fueran creados para evitar el estallido del estado de angustia.

Aquello a lo cual se tiene miedo en la angustia neurótica es a la propia libido, la diferencia con la
angustia realista reside en que el peligro es interno en vez de externo, y que no se discierne
conscientemente.
Las 3 principales variedades de angustia, la realista, la neurótica y la de la conciencia moral pueden
ser referidas a los 3 vasallajes del yo: respecto del mundo exterior, del ello y del superyó.
Freud llego a la conclusión de que no es la represión la que crea la angustia, sino que la
angustia esta primero ahí, es la angustia la que crea la represión. ¿Qué clase de angustia será?
Una angustia frente a un peligro exterior amenazante, una angustia realista. El niño teme el castigo
de la castración, no interesa que la castración se ejecute de hecho, lo decisivo es que el peligro
amenace de afuera y el niño crea en él. Sin embargo, la angustia de castración no es el único motivo
de la represión, en las mujeres, en su reemplazo, aparece la angustia a la perdida de amor.

A cada edad del desarrollo le corresponde una determinada condición de angustia y por lo tanto
una situación de peligro, como la adecuada a ella. El peligro del desvalimiento psíquico conviene al
estadio de la temprana inmadurez del yo, el peligro de la perdida de objeto de amor a la primera
infancia, el peligro de castración a la fase fálica, y por último la angustia ante el superyó que cobra
una posición particular en el periodo de latencia. A medida que avanza el desarrollo, las antiguas
condiciones de angustia tienen que ser abandonadas, sin embargo, son muchos los seres humanos
que no pueden superar la angustia ante la pérdida de amor, por ejemplo. Mientras que la angustia
ante el superyó no está destinada a extinguirse, ya que es indispensable en las relaciones sociales
como angustia de la conciencia moral.

Proceso de la represión bajo el influjo de la angustia


El yo nota que la satisfacción de una exigencia pulsional emergente convocaría a una de las
recordadas situaciones de peligro, por tanto, esa investidura pulsional debe ser sofocada de algún
modo, cancelada, vuelta impotente. El yo anticipa la satisfacción de la moción pulsional dudosa, y le
permite reproducir las sensaciones de displacer que corresponden al inicio de la situación de
peligro temida. Así se pone en juego el automatismo del principio de placer-displacer, que ahora
lleva a cabo la represión de la moción pulsional peligrosa. ¿Qué acontece con la energía, con la
carga libidinosa de esa excitación? Antes Freud suponía que ella era mudada en angustia por la
represión, pero ya no lo sostiene, es muy probable que su destino no sea el mismo en todos los
casos.
Lo esencial en cualquier situación de peligro, es que provoque en el vivenciar anímico un estado de
excitación de elevada tensión que sea sentido como displacer. Se le llama factor traumático a un
estado así, en donde fracasan los empeños del principio de placer. Solo la magnitud de la suma de
excitación convierte a una impresión en factor traumático, confiere su significatividad a la situación
de peligro.

El paciente que ofrece resistencia, muchísimas veces no sabe nada de ella. Y no solo el hecho de la
resistencia le es inconsciente, también los motivos de ella. Al investigar dichos motivos, Freud se
encontró con una intensa necesidad de castigo, como un deseo masoquista. Esa necesidad de
castigo es el peor enemigo del empeño terapéutico, se satisface con el padecimiento que la neurosis
conlleva y por eso se aferra a la condición de enfermo.

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Esa necesidad inconsciente de castigo se comporta como un fragmento de la conciencia moral,
como la continuación de la conciencia moral en lo inconsciente, corresponde a una porción de
agresión interiorizada y asumida por el superyó. A esto se lo puede denominar sentimiento
inconsciente de culpa.
Las personas en quienes es hiperpotente ese sentimiento inconsciente de culpa, se delatan en el
tratamiento analítico por la reacción terapéutica negativa, de tan mal pronóstico. Cuando se les
comunica la solución de un síntoma, tras lo cual debería sobrevenir su desaparición al menos
temporaria, lo que con ellas se consigue es un refuerzo momentáneo del síntoma y del
padecimiento. Esa conducta es una exteriorización del sentimiento inconsciente de culpa.

Freud (1926) Inhibición, síntoma y angustia. Apartados II, III, IX y X.


II
El síntoma es indicio y sustituto de una satisfacción pulsional interceptada, es un resultado del
proceso represivo. La represión parte del yo, quien, por encargo del super yo, no quiere acatar una
investidura pulsional incitada en el ello. Mediante la represión, el yo consigue coartar el devenir
consciente de la representación que era la portadora de la moción desagradable, ésta se ha
conservado como formación inconsciente.
¿Cuál es el destino de la moción pulsional activada en el ello? A consecuencia de la represión,
el decurso excitatorio intentado en el ello no se produce, el yo consigue inhibido o desviarlo. El yo
así, exterioriza una gran influencia sobre los procesos del ello. Adquiere este influjo a consecuencia
de sus vínculos con el sistema percepción. La función de este sistema P-CC, es recibir excitaciones
no solo desde afuera, sino de adentro, y por medio de las sensaciones de placer-displacer que le
llegan desde ahí, intenta guiar todos los decursos del acontecer anímico en el sentido del principio
de placer.
El yo, cuando se revuelve contra un proceso pulsional del ello, no le hace falta más que emitir una
señal de displacer para alcanzar su propósito con la ayuda del principio del placer. La represión
equivale a un intento de huida, el yo quita la investidura de la agencia representante de pulsión que
es preciso reprimir (desalojar) y la emplea para el desprendimiento de displacer (de angustia). El
yo es el genuino almácigo de la angustia. La angustia no es producida como algo nuevo a raíz de
la represión, sino que es reproducida como estado afectivo siguiendo una imagen mnémica
preexistente.

III
La separación del yo respecto del ello está justificada, pero también el yo es idéntico al ello, es una
parte del ello diferenciado. El yo es el sector organizado del ello.
El proceso que por obra de la represión ha devenido síntoma afirma su existencia fuera de la
organización yoica y con independencia de ella, y no solo él, también todos sus retoños gozan del
mismo privilegio, goza de extraterritorialidad.
Muchas veces la lucha defensiva contra la moción pulsional desagradable se termina mediante la
formación de síntoma, pero por regla general la trayectoria es otra, a la lucha contra la moción
pulsional le sigue la lucha contra el síntoma.
El yo está caracterizado por emprender un intento de restablecimiento o de reconciliación y en la
posibilidad de influjo reciproco entre todos sus componentes, aspira a la ligazón y a la unificación.
Teniendo en cuenta esto, se comprende que el yo intente cancelar la ajenidad y el aislamiento

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del síntoma, aprovechando toda la oportunidad para ligarlo de algún modo a su organización.
El síntoma no puede ser eliminado, el yo intenta sacarle la máxima ventaja posible. Puede ocurrir
que la existencia del síntoma estorbe en alguna medida la capacidad de rendimiento y que permita
apaciguar una demanda del superyó o rechazar una exigencia del mundo exterior. Así, el síntoma se
funciona cada vez más con el yo, se vuelve cada vez más indispensable para éste.
Aquí podemos dar cuenta de lo que Freud llamó ganancia secundaria de la enfermedad. Viene
en auxilio del afán del yo por incorporarse el síntoma, y refuerza la fijación de este último. Cuando
se intenta prestar asistencia analítica al yo en su lucha contra el síntoma, se encuentra con estas
ligazones entre el yo y el síntoma, que actúan en el bando de las resistencias.

IX
Vínculos entre la formación de síntoma y el desarrollo de angustia.
Dos opiniones acerca de ello: una dice que la angustia misma es síntoma de la neurosis, mientras
que la otra cree en un nexo mucho más íntimo entre ambas. De acuerdo con esta última, toda
formación de síntoma se emprende solo para escapar a la angustia, los síntomas ligan la energía
psíquica que de otro modo se habría descargado como angustia, así, la angustia seria el fenómeno
fundamental y el principal problema de la neurosis.
Los síntomas se crean para sustraer al yo de la situación del peligro, si se obstaculiza la formación
de síntoma, el peligro se presenta efectivamente. El desarrollo de angustia introduce la formación
de síntoma, si el yo no hubiera alertado a la instancia placer-displacer no adquiriría el poder para
atajar el proceso amenazador que se gesta en el ello.
La formación de síntoma tiene dos caras, por un lado la que permanece oculta para nosotros,
produce en el ello aquella modificación por medio de la cual el yo se sustrae del peligro, la otra
cara, vuelta hacia nosotros, muestra lo que ella ha creado en reemplazo del proceso pulsional
modificado: la formación sustitutiva.

X
Factores que participan en la causación de la neurosis:

 Factor Biológico: es el prolongado desvalimiento y dependencia de la criatura humana. La


existencia intrauterina del hombre se presenta abreviada con relación a la de la mayoría de
los animales, es dado a luz más inacabado que el resto. Ello refuerza el influjo del mundo
exterior real, eleva la significatividad de los peligros del mundo exterior e incrementa
enormemente el valor del único objeto que puede proteger de estos peligros y sustituir la
vida intrauterina perdida. Crea la necesidad de ser amado, de que el hombre no se librará
jamás.
 Factor Filogenético: la vida sexual del ser humano no experimenta un desarrollo continuo
desde su comienzo hasta su maduración, como en la mayoría de los animales que le son
próximos, sino que tras un primer florecimiento temprano sufre una interrupción, luego de
la cual comienza con la pubertad anudándose a los esbozos infantiles.
La significatividad patógena de este factor se debe a que la mayoría de las exigencias
pulsionales de esa sexualidad infantil son tratadas como peligros por el yo, quien se
defiende de ellas como si fueran tales, de modo que las posteriores mociones sexuales de la
pubertad, que debieran ser acordes con el yo, corren el riesgo de sucumbir a la atracción de
los arquetipos infantiles y seguirlos a la represión.

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 Factor Psicológico: se encuentra en una imperfección de nuestro aparato anímico. El
miramiento por los peligros de la realidad fuerza al yo a ponerse a la defensiva ante ciertas
mociones pulsionales del ello, a tratarlas como peligros. El yo no puede protegerse de
peligros pulsionales internos de manera tan eficaz como de una porción de la realidad que
le es ajena. Solo puede defenderse del peligro pulsional limitando su propia organización y
recurriendo a la formación de síntoma como sustituto del daño que infirió a la pulsión.

TRABAJO PRÁCTICO Nº4


Retorno a Freud en Lacan
 Tres registros de la experiencia analítica: lo imaginario, lo simbólico y lo real.
 Estadio del espejo y constitución del yo: alienación, anticipación, desconocimiento,
totalidad.
 El otro y el Otro. Distinción yo-sujeto. Sujeto y lenguaje: oposición, negatividad, falta,
discontinuidad. Construcción del esquema z.
 El padre como significante y su función. Padre real, padre imaginario y nombre del
padre. Deseo de la madre y relación del falo. Operatoria de la metáfora paterna y
significación fálica. Tres tiempos del Edipo. Dialéctica demanda-deseo.
 La realidad y el papel del objeto. Esquema R.

Resumen
Jacques Lacan era un joven psiquiatra en Paris y es en este contexto en que se produce su
encuentro con la lectura de Freud. Sus primeros trabajos acerca del estadio del espejo y la
función del yo están atravesados por su concepción de la paranoia, desplegada en su tesis de
doctorado de 1932 en la que postula una nueva forma clínica: la paranoia de auto punición. Sin
embargo, Lacan es conocido como pensador a partir de su articulación entre inconsciente y
lenguaje, inmortalizada por la definición: “el inconsciente está estructurado como un lenguaje”.
En 1953 inaugura su enseñanza oral con una conferencia a la que titulo “Función y campo de la
palabra y el lenguaje” en la que reivindico un retorno a Freud y a su concepto de inconsciente.
El psicoanálisis de la época había entendido que la segunda tópica freudiana implicaba un
progreso y superación de la primera, dejando a un lado el gran descubrimiento freudiano del
inconsciente. Lacan propone una nueva lectura que incluye los aportes de la lingüística
moderna, especialmente de Saussure y Jakobson acerca del significante, el significado y su
organización estructural. De esta manera, la concepción del sujeto se divorcia de la noción de
yo y es indisociable del significante y sus efectos. Ahora bien, la propuesta de Lacan no se
reduce al registro de lo simbólico, sino que propone releer la experiencia freudiana según 3
registros: simbólico, imaginario y real. Es en estos términos que Lacan ofrece una lectura de la
función del padre que resulta de utilidad clínica.

ESTADIO DEL ESPEJO LACAN


Lacan propone un retorno a Freud en lo que considera son desviaciones en la práctica del
psicoanálisis. Vuelve a Freud con una crítica de la psicología del yo norteamericana.

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Lacan parte de experiencias de la psicología comparada, en donde le llama la atención la diferencia
de reacción entre un chimpancé (mamífero superior) y un bebe frente al espejo. En el niño de entre
6 y 18 meses aparece la respuesta jubilosa a la imagen en el espejo, hay una asunción jubilosa de la
imagen. En los mamíferos superiores, se observan más bien reacciones agresivas.
¿Por qué entonces el bebe desde muy chico se asume siendo ese otro que muestra la imagen? Esa
imagen es total, unificada, lo cual contrasta con la realidad del cuerpo de ese bebe, que esta
fragmentado.
Lacan ubica en esta asunción de la imagen, la matriz de constitución del yo. El bebe se identifica con
una imagen total, desconociendo su realidad. Se aliena de lo que realmente es y en esa enajenación
se constituye una unidad total (el Yo). Entonces para que el yo pueda constituirse, es necesario que
el infans se identifique con este imago total. El reconocimiento en la imagen total permite que se
anticipe un yo. Constituye la Matriz Simbólica en la que el yo se precipita.
A partir de esto va a definir a la Identificación como la transformación que se produce en el sujeto
cuando se asumen una imagen. Es una identificación imaginaria, sostenida desde un otro que ve en
el niño una totalidad. El yo tiene estatuto de Imaginario.
Lo imaginario entonces permite dar cierta permanencia, cierta unidad, pero a costo de una
enajenación, de una totalidad que oculta la fragmentación y desunión que existe en la realidad.
El bebe que asume esta imagen como propia lo hace mediatizado por la mirada del Otro, por ese
otro que le dice “ese sos vos” que mira a él y a la imagen en el espejo como si fueran uno.
El yo entonces es una función de desconocimiento: justamente lo que se desconoce es esa
insuficiencia que se tiene en la realidad. Supone el dominio de algo que todavía no se tiene. En lo
real se está lejos de esa totalidad organizada.
La relación entre el yo y el otro imaginario (a-a’) es una relación especular. El yo es una
construcción imaginaria que tiene una función de desconocimiento ¿Qué desconoce? Desconoce la
falta.

LACAN INTRODUCCIÓN DEL GRAN OTRO

MÁS ALLA DE LO IMAGINARIO


El eje imaginario (a-a’) no basta para explicar la experiencia humana. La experiencia humana no
puede pensarse sin lo simbólico, sin el OTRO. Este Otro (con mayúscula) es el lenguaje, el otro
simbólico.
El ser humano llega a un mundo que es simbólico. Entonces hay una relación del sujeto con ese
universo simbólico, con ese otro, con el significante.
Lacan construye la noción de significante a partir de la Lingüística de Saussure. Saussure plantea
que el signo lingüístico no tiene una significación por si misma, la tiene por oposición a otros signos
lingüísticos en la cadena significante.
Lacan va a tomar esta noción de oposición como algo propio del lenguaje. El signo se define en la
diferencia entre lo que no es el otro signo que esta presenta en la cadena. La lógica de lo simbólico,
entonces está en la oposición y en la diferencia.
Al formular la noción de significante, Lacan introduce de nuevo al Inconsciente (que se había
perdido en la psicología del yo), pero ahora estructurado como un lenguaje. Lacan va a decir que
ese otro lenguaje “habla al hombre”, somos hablados por este Otro. El inconsciente está en el

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lenguaje, en la palabra. Y ahí, cuando alguien habla es donde se juega algo que no es del Yo, sino del
Sujeto.
A ese gran Otro que se introduce por el lenguaje el yo lo desconoce. Es esa parte de uno que uno no
reconoce. Entonces no somos un yo, somos ante todo un sujeto, por más que el yo ahí no se
reconozca también es eso.

METAFORA PATERNA Y TIEMPOS DEL EDIPO:

El viviente para devenir sujeto debe pasar por una cadena significante, y ese pasaje, esa
significación le viene del Otro. ¿De que depende que se produzcan mensajes significantes
encadenados? De que en el lugar del Otro haya algún tipo de regulación, de que haya Ley en el Otro.
¿Quién es ese ordenador mayor de lo simbólico? EL NOMBRE DEL PADRE. El Nombre del padre es
el significante que inscribe la ley en el orden del Otro.
En la constitución del sujeto y en la incorporación del sujeto de ese Otro con mayúscula, se le
empieza a dar mucha importancia a la figura del PADRE. Ese padre no es el padre de carne y hueso,
no es la construcción imaginaria del padre (lo que el yo cree que es el padre) sino que es, dice
Lacan, una METÁFORA. Nos habla de la metáfora paterna como una función que va a operar en la
pareja parental.
Entonces lo que esta en juego es la PALABRA DEL PADRE y el valor que se le da a esa palabra.
Una metáfora es algo que esta en lugar de otra cosa. Es una sustitución. Hay una sustitución de algo
por otra cosa y eso produce un plus de significación. Entonces el padre es una sustitución, está en
lugar de otra cosa.

Para Plantear como opera la Metáfora paterna Lacan va a conceptualizar los 3 tiempos del EDIPO.

-PRIMER TIEMPO: “el asunto está entre el niño y su madre” el padre está, está en la palabra de la
madre.
Hay una relación muy básica que tiene que ver con el deseo de ser deseado por la madre, deseo de
deseo. La estructura del deseo es siempre metonímica para Lacan porque siempre es deseo de otra
cosa. El niño entonces “juega a convertirse” en el objeto de deseo de la madre (juego del señuelo)
Madre que en su ir y venir introduce una SIGNIFICACION PRIMORDIAL: la madre no está siempre.
El niño juega a ser entonces lo que completa a la madre, lo que a la madre le falta ¿Y que le falta? Le
falta EL FALO. Este tiempo se llama tiempo de deseo de la madre (DM).

-SEGUNDO TIEMPO: tiempo del NOMBRE DEL PADRE (NP). Aparece la función del nombre del
padre. Se incorpora a través de un interjuego en donde la Madre tiene como deseo al padre. Se
produce entonces una privación de la madre. El padre priva a la madre. La priva de que su deseo se
cierre en el niño. Es más bien “no reintegraras tu producto” que “no te acostaras con tu madre”.
Esta función de privación debe estar encarnada y tiene que estar en la palabra de la madre.
Si el nombre del padre opera sobre el deseo de la madre, entonces el nombre del padre va a operar
como significación fálica. El mundo entonces se organiza a partir de lo fálico.

-TERCER TIEMPO: no basta únicamente con que el padre prive a la madre. Éste es el momento del
padre Dador y Potente. El padre como quien tiene la ley, para que lo prefiera. El padre pasa a ser un

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padre donador, un padre que da. Es un padre “habilitante”. Aparece en términos de “luego tendrás,
luego podrás”.

Seminario 5: Las formaciones del Inconsciente.

Cap.8 (pto3)
Forclusión del nombre del padre

Distinción entre el Nombre de Padre y el padre real, el primero que llegado el caso puede faltar, y el
padre que, según parece, no ha de estar tan presente para que no falte.
El Nombre del Padre hay que tenerlo, pero también hay que saber servirse de él. Hay palabras
reales que se producen alrededor del sujeto, más que nada en su infancia. La esencia de la metáfora
paterna consiste en el siguiente triangulo:
madre

niño padre

También tenemos el esquema Z:


S a

a’ A
Todo lo que se realiza en S, depende de los significantes que se colocan en A.
3 de estos 4 puntos cardinales vienen dados por los 3 términos subjetivos del Complejo de Edipo,
en cuanto significantes, que encontramos en cada vértice del triángulo. El 4to termino es S, el cual
no posee significante, está fuera de los 3 vértices del triángulo edipico y depende de lo que ocurra
en ese juego. En esta partida es el muerto.
Para comprender la transformación de la primera triada en la otra, es preciso ver que, por muy
muerto que esté el sujeto, puesto que no hay sujeto, en esa partida no obtiene nada a cambio.
El cuarto termino se representará en algo imaginario que se opone al significante del Edipo.
Hay algo dispuesto a ser, no solo homologo a la base del triángulo madre-padre-niño, sino a
confundirse con ella: es la relación del cuerpo despedazado, la función unificante de la imagen total
del cuerpo. Dicho de otra manera, la relación del yo con la imagen especular nos da la base del
triángulo imaginario. (línea de puntos).
El otro punto es en donde vamos a ver el efecto de
esa metáfora paterna, que es el falo. Por eso el falo
ocupa un lugar de objeto tan central en la economía
freudiana.

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Cap.9 (pto 3)
La metáfora paterna
Papel del padre
El padre interviene en diversos planos, de entrada, prohíbe la madre, éste es el fundamento, el
principio del complejo de Edipo, el padre está vinculado con la ley primordial de la prohibición del
incesto, es el encargado de representar esta prohibición.
Es mediante toda su presencia, por sus efectos en el inconsciente, como lleva a cabo la prohibición
en la madre. La castración tiene un papel manifiesto, el vínculo de la castración con la ley es
esencial.
Tomemos como ejemplo al niño. La relación entre el niño y el padre está gobernada por el temor de
la castración, el cual lo abordamos en la primera experiencia del complejo de Edipo, como una
represalia dentro de una relación agresiva, esta agresión parte del niño, porque su objeto
privilegiado, la madre, le está prohibido, y va dirigida al padre.
La castración se manifiesta, en toda nuestra experiencia, pero particularmente en quienes son sus
objetos privilegiados (los neuróticos), en el plano de lo Imaginario. Ahí tiene su punto de partida.

¿Qué es el padre en el complejo de Edipo?


El padre no es un objeto real, aunque deba intervenir como objeto real para dar cuerpo a la
castración. No es tampoco únicamente un objeto ideal, porque por este lado solo pueden
producirse accidentes. El padre es una metáfora. Y esto significa que es un significante que viene
en lugar de otro significante. Aquí está el mecanismo esencial, el único mecanismo de la
intervención del padre en el complejo de Edipo.
La función del padre en el Complejo de Edipo es la de ser un significante que sustituye el primer
significante introducido en la simbolización, el significante materno. La fórmula es la de la
metáfora, el padre ocupa el lugar de la madre.
En el momento de la salida normativizante del Edipo, el niño reconoce no tener (en el caso del
varón no tener verdaderamente o que tiene) lo que no tiene en el caso de la niña. Lo que ocurre en
el nivel de la identificación ideal, nivel donde el padre es preferido a la madre y punto de salida del
Edipo, debe conducir literalmente a la privación. Para la niña, este resultado es del todo admisible y
del todo conformizante, aunque nunca se alcance por completo, porque siempre queda un regusto,
el penisneid, como prueba de que en verdad eso no funciona rigurosamente.
Es la madre la que va y viene, el mundo varía con su llegada, y puede desvanecerse. ¿Cuál es el
significado? ¿Qué es lo que quiere ella? Me encantaría ser yo lo que quiere, pero está claro que no
solo me quiere a mí, le da vueltas a alguna otra cosa, a lo que le da vueltas es a la x. El significado de
las idas y vueltas de la madre es el falo. El niño puede llegar a entrever muy pronto lo que es la x
imaginaria, y una vez que lo ha comprendido, hacerse pasar por el falo.
Pero la vía imaginaria no es la vía normal. Por esta razón se encuentran lo que se llaman fijaciones.
La vía simbólica es la vía metafórica, el resultado ordinario de la metáfora se producirá en tanto
que el padre sustituye a la madre como significante.
El elemento significante intermedio cae, y la S entra por vía metafórica en posesión del objeto de
deseo de la madre, que se presenta entonces en forma de falo.

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Cap. 10
Falo imaginario y falo simbólico.
Ese algo mas que hace falta es precisamente la existencia detras de ella de todo el orden simbolico
del cual depende y que como siempre esta mas o menos ahi , permite cierto acceso al objeto de su
deseo, que es ya un objeto tan especializado, tan marcado por la necesidad instaurada por el
sistema simbolico, que es absolutamente impensable de otra forma sin su prevalencia. este objeto
se llama falo.

Hay en este dibujo una relacion de simetria entre falo, que esta aqui en el vertice del ternario
imaginario y padre en el vertice del ternario simbolico, no es una simple simetria si no un vinculo.

Es muy claro que el padre no puede castrar a la madre de algo que ella no tiene. para que se
establezca que no lo tiene, eso ya ha de estar proyectado en el plano simbolico como simbolo.pero
es de todas formas una privacion, por que toda privacion real requiere la simbolizacion. si el niño
no franquea ese punto nodal , es decir, no caepta la privacion del falo en la madre operada por el
padre, mantiene por regla general una determinada forma de identificacion con el objeto de la
madre, ese objeto que les represento desde el origen como un objeto rival, por emplear la
expresion que aparece ahi y ello tanto si se trata de fobia como de neurosis o perversion. esta
configuración es en todos los casos nodal. en este nivel la cuestion que se plantea es ser o no ser el
falo.

En el plano imaginario para el sujeto se trata de ser o no ser el falo. la fase que se ha de atravesar
pone al sujeto en la posicion de elegir. elegir entre comillas, mas bien la tener o no tener. dicho de
otra manera la de tener o no tener el pene, en medio esta el complejo de castraccion. depende de el
que estos dos hechos, por una parte que un niño se convierte en hombre y una niña en mujer. en
ambos casos la cuestion de tener o no tener se soluciona.por medio del complejo de castraccion. lo
cual supone que para tenerlo ha de haber habido un momento en que no lo tnia. no llamariamos a
esto complejo de castraccion si no pusiera en primer plano, en cierto modo el hecho de que para
tenerlo primero se ha de haber establecido que no se puede tener y en consecuencia la posibilidad
de estar castrado es esencial en la asuncion del hecho de tener el falo.

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TRABAJO PRÁCTICO Nº5
HISTERIA
 Clínica de la histeria en Freud. El relato histérico y la estructura del síntoma. Caso Dora:
coordenadas de la consulta, presentación de los síntomas y modificaciones. La modalidad de
la represión y el mecanismo conversivo de formación de síntoma. Posición frente a la
sexualidad. Sobre-determinación del síntoma: parte psíquica, parte somática. Papel de la
fantasía y de la sexualidad infantil. La transferencia como obstáculo. Posición de la histérica
con respecto al padre. Composición y función del síntoma histérico. Diferentes tipos de
identificación y su papel en la conformación de los síntomas histéricos. El sueño del salmón
ahumado: identificación histérica y papel de la otra mujer. La creación de un deseo
incumplido. Sexualidad femenina e histeria.
 Clínica de la histeria en Lacan. La histeria en la primera enseñanza: inversiones
dialecticas y desarrollos de la verdad en el historial de Freud. Relectura de los obstáculos
freudianos: el enigma de la feminidad. La estructura de pregunta de la neurosis: modalidad
de la histeria ¿Qué es una mujer? Esquema Z. La estrategia del deseo insatisfecho. La
pantomima histérica y la identificación viril. Intriga histérica y lugar de la Otra mujer.
Posición ante la demanda y el deseo. La estructura metafórica del síntoma histérico desde el
punto de vista de la dialéctica del don del falo. Valor de la impotencia del padre en el caso
dora. Amor al padre.
RESEÑA
La histeria es considerada una enfermedad milenaria, descripta ya en la antigüedad, donde se la
concebía como una afección propia de la mujer, atribuida a un desorden uterino. Fue recién en el
siglo XVII cuando se desarrollaron distintas teorías e investigaciones neuro-anatómicas que dieron
lugar a la consideración de la histeria como una dolencia del sistema nervioso, que podía
reproducir o imitar los síntomas de todas las enfermedades.
Los vanos intentos de atraparla en la nosografía llevaron a juzgarla como una enfermedad
“aborrecible”, retratada en términos peyorativos. Sería necesario el trabajo de Charcot para
devolver la dignidad al tema, afirmó la objetividad del síntoma histérico y combatió la vieja
tradición psiquiátrica que tendía a considerarlo como efecto de un engaño y de una imitación
intencionada.

Freud. La novedad que introduce respecto de la histeria reside en convertirla en una neurosis, es
decir, un modo sintomático de relación a la sexualidad. Como lo muestra el caso Dora, es a través de
las vicisitudes de la relación transferencial y el análisis de los sueños, que puede accederse al
determinismo de los síntomas conversivos, edificados a partir de la contribución de los partes: la
solicitación somática y el sentido psíquico. Por otra parte, el concepto de identificación, presente en
el historial como elemento metapsicológico que está a la base del síntoma histérico, es nuevamente
objeto de atención en el giro de los años ’20, cuando Freud hace un reordenamiento de las distintas
identificaciones que intervienen en su formación.

Lacan. Operó una torsión sobre la obra de Freud, otorgando a la neurosis el rango de “estructura”,
lo que implica ordenarla bajo las leyes del lenguaje. En la primera parte de su enseñanza, retomó la
histeria junto con la neurosis obsesiva, utilizando el modelo del esquema Z. Así, articuló la neurosis
como una pregunta inconsciente en el eje simbólico, velada por la respuesta que, al modo de una
pantomima, se ejecuta en el eje imaginario con la ayuda de un partenaire. Esta conducta del sujeto,

32
que tiene el mismo estatuto que el resto de las formaciones del inconsciente, toma, en el caso
particular de la pantomima histérica, la forma de una identificación viril, con la que el yo de la
histérica intenta aprehender el misterio de la feminidad. Mas adelante, se vale una vez más del caso
clínico, para leerlo “más allá del deseo” encuadrado en la dialéctica del intercambio, lo que permite
arrojar nueva luz sobre la coyuntura de la eclosión de la neurosis y cernir la estructura metafórica
del síntoma histérico en sus relaciones con la función del padre.

BIBLIOGRAFÍA
 FREUD (1905) Fragmento de análisis de un caso de histeria (dora).
 FREUD (1921) Psicología de las masas y análisis del yo. Apartado 7
 FREUD (1900) La interpretación de los sueños. Sueño del salmón ahumado.
 LACAN (1951) Intervención sobre la transferencia.
 LACAN (1955-56) Seminario 3. Las Psicosis. Cap. La pregunta histérica y ¿Qué es ser una mujer?
 LACAN (1956-57) Seminario 4. La relación de objeto. Cap. Dora y la joven homosexual.

CASO DORA
Guía de preguntas de la guía.
1. ¿Cómo caracteriza Freud al relato de los síntomas histérico? ¿Por qué dice que tiene
una importancia teórica?
Freud sostiene que lo que los parientes de los enfermos informan ofrece casi siempre un cuadro
muy desfigurado del curso de la enfermedad, ni siquiera le alcanza para orientarse en el curso del
tratamiento. Los enfermos son incapaces de dar sobre si mismos un informe exhaustivo, pueden
informar al médico de manera suficiente y coherente sobre algún periodo de su vida, pero luego
viene otro periodo en el cual la información se empobrece, quedan lagunas y enigmas, nos
podemos topar con zonas realmente oscuras, los nexos están la mayoría de las veces desgarrados,
la secuencia de los hechos es incierta.
Esta incapacidad de los enfermos para dar una exposición ordenada de su historial clínico no es
solo una característica de la neurosis, sino que también tiene una importancia teórica, con los
siguientes fundamentos:
- Insinceridad conciente: el enfermo, por los motivos todavía no superados de la timidez y de
la vergüenza, se guarda conciente y deliberadamente una parte de lo que le es bien
conocido y debería contar.
- Insinceridad inconsciente: una parte de su saber no le acude durante el relato, sin que él se
proponga guardársela.
- Nunca faltan amnesias reales, lagunas de la memoria en las que han caído no solo recuerdos
antiguos, sino también los más recientes.

Tal estado de los recuerdos, relativos al historial de la enfermedad es el correlato que exige la
teoría, el correlato de los síntomas patológicos. En el curso del tratamiento, el enfermo aporta lo
que se había guardado o no se le había ocurrido por mas que siempre lo supo, las lagunas son
llenadas, llegando así al final del tratamiento con un panorama más exhaustivo del historial clínico,
más comprensible.
Si la meta practica del tratamiento consiste en cancelar todos los síntomas posibles y sustituirlos

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por un pensamiento conciente, puede planteare que, a nivel de la teoría, otra meta sería la de salvar
todos los deterioros de la memoria del enfermo. Ambas van de la mano, convergen.

2. ¿Cuál es el motivo que precipita la consulta?


Los signos principales de su enfermedad eran en el momento antes de la consulta una desazón y
una alteración del carácter. Era evidente que no estaba satisfecha consigo misma ni con los suyos,
enfrentaba hostilmente a su padre y no se entendía con su madre, buscaba evitar el trato social. Un
día los padres se horrorizaron al hallar sobre el escritorio de la muchacha una carta en la que se
despedía de ellos porque ya no podía soportar más la vida. El padre supuso que no estaba
dominada por ningún designio serio de suicidarse, sin embargo, quedo impresionado, cuando luego
de una discusión mantenida con ella, ésta sufrió un primer ataque de pérdida de conocimiento,
respecto del cual también persistió una amnesia. Así determinó, a pesar de la renuencia de ella,
ponerla bajo el tratamiento de Freud.

3. ¿De que se queja Dora? ¿Cómo nombra Freud a este malestar? ¿Qué espera el padre
de este tratamiento?
Dora se queja de ser objeto de intercambio por su padre, éste tiene un afair con la señora K y ha
entregado a Dora al señor k, esto es lo que no puede dejar de mucho tiempo, quiere que la deje.
La incesante repetición de los mismos pensamientos acerca de la relación entre su padre y la
señora k, le dio a Freud la pauta de que estaba frente a un itinerario de pensamiento hipertenso,
hipervalente. A pesar de su carácter “correcto”, resulta patológico por una particularidad: no puede
ser destruido ni eliminado por más esfuerzos conceptuales concientes y deliberados que haga la
persona.
El padre procura que Freud la ponga en el buen camino.

4. Importancia que adquiere el padre y el hermano de Dora.


Tanto el padre como el hermano son dos figuras masculinas importantes porque juegan un papel
central en la identificación de Dora. Se identifica con ambos.

5. Presentación del malestar y sus síntomas principales.


Freud habla de un petite hystérie con los más corrientes síntomas somáticos y psíquicos: disnea,
tos nerviosa, afonía, bolo en la garganta, migraña, insociabilidad histérica y un taedium vitae
(desazón).

6. Explicitar el estallido de la enfermedad en sentido práctico.


Freud sostiene que hay un momento en el que eclosiono la neurosis y esta bordeada por
coordenadas, por un episodio anecdótico que tuvo un peso porque resonó en algún lugar: la escena
del lago, en la cual Dora iba de paseo con el Señor K, y este le hace una propuesta amorosa, la
respuesta de la joven fue darle una bofetada e irse.

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7. ¿Cuál es el síntoma que privilegia Freud? De al menos 3 argumentos de por qué.
El síntoma que Freud privilegia en el caso de Dora, es la tos, y podemos dar cuenta de 3 argumentos
de tal elección:
1. El síntoma de la tos es el más antiguo, ya había sido producido por la enferma unos años
antes del trauma, sus primeras manifestaciones se remontaban a la infancia, ya que había
sobrevenido en el octavo año de vida.
2. Es el más persistente en el tiempo. Se trata de una identificación al rasgo con el padre. Cada
vez que en análisis habla de él, tose. (imitación compasiva del padre enfermo)
3. El estímulo de tos real es susceptible de fijación porque afecta a una región del cuerpo que
conservó en alto grado en la muchacha la significación de una zona erógena. Remite a la fase
pregenital oral (imago infantil).

8. ¿Por qué el síntoma histérico requiere de la contribución de dos partes?


Todo síntoma histérico requiere de la contribución de dos partes: una solicitación somática y un
sentido. No puede producirse sin cierta solicitación (transacción) somática brindada por un
proceso normal o patológico en el interior de un órgano del cuerpo, o relativo a ese órgano. Pero no
se produce más que una sola vez si no posee un significado, un valor, un sentido. El síntoma
histérico no trae consigo este sentido, sino que le es prestado, es soldado con él, y en cada caso
puede ser diverso de acuerdo con la naturaleza de los pensamientos sofocados que pugnan por
expresarse.
Los síntomas se solucionan en la medida en que se explora su intencionalidad psíquica. Una vez
que se ha removido lo que puede eliminarse mediante un psicoanálisis, es posible formarse toda
clase de ideas acerca de las bases somáticas, por lo general orgánico-constitucionales de los
síntomas.

9. ¿Qué entiende Freud por sobredeterminación de los síntomas? Dar cuenta de los
diversos determinismos del síntoma.
Un síntoma tiene más de un significado y sirve para la figuración de varias ilaciones inconsciente de
pensamiento. Una única ilación de pensamiento o fantasía inconsciente difícilmente baste para la
producción de un síntoma. No es necesario que los diversos significados de un síntoma sean
compatibles entre si, es decir, que se complementen dentro de una trabazón.
Un síntoma corresponde con toda regularidad a varios significados simultáneamente, también
puede expresar varios significados sucesivamente. El síntoma puede variar uno de sus significados
o su significado principal en el curso de los años, o el papel rector puede pasar de un significado a
otro.
Diversos determinismos para los ataques de tos y de afonía.
Debajo de todo en la estratificación cabe suponer un estímulo de tos real, orgánicamente
condicionado, este estimulo es susceptible de fijación porque afecta a una región del cuerpo que
conservó en alto grado en la muchacha la significación de una zona erógena, por tanto, es apto para
dar expresión a la libido excitada. Quedó fijado por lo que probablemente fue el primer
revestimiento psíquico (la imitación compasiva del padre enfermo), y después por los auto
reproches a raíz del catarro.
Este mismo grupo de síntomas se muestra además susceptible de figurar las relaciones con el señor
K, de lamentar su ausencia y expresar el deseo de ser para él una mejor esposa.

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También se puede dar cuenta mediante el síntoma de la tos de la figuración del comercio sexual
con el padre en la identificación con la señora K. (fantasía de la felatio).

10. Ganancia primaria y secundaria del síntoma.


Teniendo en cuenta el distingo entre una ganancia primaria y una secundaria de la enfermedad. El
motivo para enfermar es en todos los casos el propósito de obtener una ganancia, en primer lugar,
en toda contracción de neurosis debe reconocerse una ganancia primaria: el enfermarse ahorra
una operación psíquica, se presenta como la solución económicamente más cómoda en caso de
conflicto psíquico (refugio en la enfermedad) Esta parte de la ganancia primaria de la enfermedad
puede llamarse interna, psicológica, es constante.
El síntoma es primero, en la vida psíquica, un huésped mal recibido, al comienzo no cumple ningún
cometido útil dentro de la economía psíquica, pero muy a menudo lo obtiene secundariamente, una
corriente psíquica cualquiera halla cómodo servirse del síntoma, y entonces éste alcanza una
función secundaria, y queda como anclado en la vida anímica. Al pretender sanar al enfermo se
tropieza con una gran resistencia en donde damos cuenta que el propósito de abandonar la
enfermedad no es tan serio en el paciente.

11. ¿De que forma articula Freud en el caso Dora el papel de la fantasía y la sexualidad
infantil en la formación de síntoma?

Los síntomas histéricos casi nunca se presentan mientras los niños se masturban, sino solo en la
abstinencia, expresan un sustituto de la satisfacción masturbatoria, que seguirá anhelándose en el
inconsciente hasta el momento que aparezca una satisfacción más normal de alguna otra clase.
Freud sostiene que un síntoma significa la figuración de una fantasía de contenido sexual, de una
situación sexual. Uno de los significados de un síntoma corresponde a la figuración de una fantasía
sexual, mientras que los otros significados no están sometidos a esa restricción en su contenido.

En el caso de Dora, se presentó la oportunidad de atribuir a la tos nerviosa una interpretación de


esa clase, por una situación sexual fantaseada: Cuando Dora insistió en que la señora K solo amaba
a su padre porque era un hombre de recursos, acaudalado, por ciertas circunstancias de su
expresión, tras esa frase se ocultaba su contraria: que el padre era un hombre sin recursos, esto
solo podía entenderse sexualmente, es decir, que el padre no tenía recursos como hombre, era
impotente. Dora sabía que existe más de una manera de satisfacción sexual, por lo cual, con su tos
espasmódica que respondía al estímulo de un cosquilleo en la garganta, representaba una situación
de satisfacción sexual entre el padre y la señora K, una felatio.

La paciente recordaba que en su infancia había sido una chupeteadora, costumbre que mantuvo
hasta el quinto año de vida. La intensa activación de esta zona erógena a temprana edad es la
condición para la posterior solicitación somática de parte de los labios. Esta fantasía perversa de la
succión del pene, la cual resulta chocante, tiene el más inocente origen, la succión del pecho de la
madre o de la nodriza.

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12. ¿Por qué para Freud el padre es el armazón en torno al cual se edifica la historia
infantil y patológica de la paciente?
El círculo familiar de la paciente de 18 años incluía además de su persona, a sus padres y a un
hermano un año y medio mayor que ella. La persona dominante era el padre, tanto por su
inteligencia, y sus rasgos de carácter como por las circunstancias de su vida, que proporcionaron el
armazón en torno al cual se edificó la historia infantil y patológica de Dora. Esta última, tenía una
relación de particular ternura hacia su padre, la cual se acrecentó por las numerosas enfermedades
que éste padeció, como por ejemplo tuberculosis, desprendimiento de retina y un ataque de
confusión, seguido de parálisis y perturbaciones psíquicas. A causa de todo ello, fue un padre
ausente en toda su infancia y parte de su adolescencia.

13. ¿A que denomina Freud las corrientes de sentimientos varoniles o ginecófilos, que
considera típicas de la vida amorosa inconsciente de las histéricas?
Tras el itinerario de pensamientos hipervalentes que la hacían ocuparse a Dora de la relación de su
padre con la señora K, se escondía, una moción de celos cuyo objeto era esa mujer, una moción que
solo podía basarse en una inclinación hacia el mismo sexo.
En el varón y en la niña se observan durante la pubertad, claros indicios de la existencia de una
inclinación hacia el mismo sexo, en circunstancias favorables dicha corriente homosexual se
abandona, pero muchas veces, cuando por ejemplo no se obtiene la dicha en el amor por el hombre,
es despertada de nuevo en años posteriores de manera acrecentada.

A Freud le llamo la atención la relación de Dora con la señora K, ambas habían vivido durante años
en la mayor confianza, cuando Dora se hospedaba en casa de los K compartía el dormitorio con la
señora, era la confidente y consejera de la mujer en todas las dificultades de su vida matrimonial,
no había nada sobre lo cual no hubieran hablado. Cuando Dora hablaba de la señora K, solía
admirar su “cuerpo deliciosamente blanco” con un tono más de enamorada que de una rival
vencida.

Freud sostiene que el hipervalente itinerario de pensamientos de Dora, que la hacia ocuparse de la
relación de su madre con la señora K, no estaba destinado solo a sofocar el amor por el señor K,
amor que antes fue conciente, sino que también debía ocultar el amor por la señora K, inconsciente
en un sentido más profundo.
Dora decía que su padre la había sacrificado a esa mujer, dejaba entrever que no la dejaría poseer a
su papá, y de ese modo se ocultaba lo contrario, que no dejaría al papá poseer el amor de esa mujer,
no le perdonaba a la señora K el desengaño que le causó su traición.
La moción de celos femeninos estaba acoplada en el inconsciente con unos celos como los que
sentiría un hombre. Esta corriente de sentimientos varoniles, ginecófilos han de considerarse
típicas de la vida amorosa inconsciente de las muchachas histéricas.

FREUD. Psicología de las masas y análisis del yo.


La identificación
La identificación es considerada por el psicoanálisis como la más temprana exteriorización de una
ligación afectiva con otra persona, desempeña un papel en la prehistoria del complejo de Edipo.

37
IDENTIFICACIÓN PRIMARIA. 1º
El varoncito manifiesta un particular interés hacia su padre, querría crecer y ser como él, toma al
padre como su ideal. Contemporáneamente a esta identificación con el padre, el varoncito
emprende una cabal investidura de objeto con la madre según el tipo del apuntalamiento. Muestra
entonces dos lazos psicológicamente diversos: con la madre, una directa investidura sexual de
objeto, y con el padre una identificación que lo toma por modelo. Ambos lazos coexisten un tiempo,
sin influirse ni perturbarse entre si, pero la unificación de la vida anímica avanza y a consecuencia
de ella ambos lazos confluyen, naciendo así el complejo de Edipo.
Al pequeño el padre le significa un estorbo junto a la madre, su identificación con él cobra un tinte
hostil. La identificación se comporta como un retoño de la primera fase oral, de la organización
libidinal, en la que el objeto anhelado y apreciado se incorpora por devoración y así se aniquila
como tal.

Distingo entre una identificación con el padre y una elección de objeto que recaiga sobre él.
En el primer caso el padre es lo que uno quisiera ser, en el segundo, lo que uno querría tener.
La primera ligazón ya es posible antes de toda elección sexual de objeto.

La identificación en la formación neurótica de síntoma.

IDENTIFICACIÓN AL RASGO.
Supongamos que una niña pequeña reciba el mismo síntoma de sufrimiento de su madre, por
ejemplo, la misma tos, ello puede ocurrir por diversas vías.

 La identificación puede ser la misma que la del complejo de Edipo, que implica una voluntad
hostil de sustituir a la madre, y el síntoma expresa el amor de objeto por el padre. Realiza la
sustitución de la madre bajo el influjo de la conciencia de culpa: “has querido ser como tu
madre, ahora lo eres al menos en el sufrimiento”.

 El síntoma puede ser el mismo que el de la persona amada, la identificación así, reemplaza a
la elección de objeto, la elección de objeto ha regresado hasta la identificación. El yo toma
las propiedades del objeto, la identificación es parcial, limitada, ya que se toma prestado un
único rasgo de la persona objeto.
IDENTIFICACIÓN AL SINTOMA
Aquí la identificación prescinde de la relación de objeto con la persona copiada. Por ejemplo, si una
muchacha recibió en el pensionado una carta de su amado secreto, la carta despertó sus celos y ella
reacciono con un ataque histérico. Alguna de sus amigas, que saben del asunto, pescaran ese ataque
por la vía de la infección psíquica. El mecanismo es el de una identificación sobre la base de poder
o querer ponerse en la misma situación. Uno de los yo ha percibido en el otro una importante
analogía en un punto, luego crea una identificación en este punto, e influida por la situación
patógena, esta identificación se desplaza al síntoma que el primer yo ha producido. La
identificación por el síntoma es un punto de coincidencia entre los dos yo que debe mantenerse
reprimido.
Este último caso da cuenta de que la identificación puede nacer a raíz de cualquier comunidad que
llegue a percibirse en una persona que no es objeto de las pulsiones sexuales. Cuando más
significativa sea esa comunidad, más exitosa podrá ser la identificación parcial.

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Identificación histérica
1) Los 2 planos en que la paciente se crea un deseo incumplido.
2) Qué valor tiene el salmón ahumado en la trabazón del sueño y a que otra interpretación
abre.

La bella carnicera es una paciente que cuenta un sueño que contradice la teoría de Freud y que es
que el sueño no es un cumplimiento de deseo y le lleva a Freud un sueño para ver que su teoría no
basta, pues ella que quería dar una cena, sueña que solo tenía un poco de salmón ahumado, por lo
cual no podía dar dicha cena. Ahora bien, los dos planos en lo que la paciente se crea un deseo
incumplido son: en la realidad, negándose a comer: desea comer y el marido quiere comprar, pero
ella no le permite, generándose así un deseo incumplido. Por otro lado, también en el sueño no
puede dar la comida y no se cumple tampoco el deseo de la amiga a la que se identifica. Así Freud
va a hablar de la necesidad de crearse un deseo insatisfecho, en la realidad ella se priva de algo que
es el caviar, pero en el sueño aparece el salmón ahumado que era el plato preferido de la amiga.
Abre a la interpretación que en el sueño se identificaba con aquello de lo cual se privaba su amiga
para privarse también, o sea, no le alcanzaba privarse en la vida real si no que crea un sueño en el
cual se priva y se identifica con otra mujer que también se priva.
El deseo del deseo incumplido: identificarse a deseos incumplidos es lo que Freud llamo
identificación histérica.
Finalmente, Freud va a decir que los deseos insatisfechos de la carnicera, más el deseo insatisfecho
de la amiga, más el deseo insatisfecho del carnicero, hacen que el tema del deseo insatisfecho
alcance todo el sueño y esto es así por que el deseo en tanto deseo insatisfecho será la marca del
ovillo de la histeria.
Hay algo en la estructura histérica por la cual opera a partir de un deseo insatisfecho, la estrategia
del deseo en la histeria es mantenerlo como insatisfecho y lo identifica con este sueño. Se
corresponde con el tercer tipo de identificación: identificación a la comunidad afectiva

4) Identificación histérica - imitación histérica

La identificación típica de la histeria es la identificación por comunidad afectiva o por el síntoma,


prescinde de la elección de objeto y es una identificación que se entabla en relación a un sujeto con
el cual puedo ser yo un desconocido, no es mi objeto de pulsión, no es mi objeto de identificación
edipica tampoco, no hay ningún tipo de vínculo objetal. Tiene que ver con ponerse en el mismo
lugar, en la misma situación que el otro.
Se entabla por comunidad afectiva, etiológica, hay algo de la causa que permite esta identificación.
es un punto inimitable, no se puede imitar. porque no tiene nombre, porque hablamos del deseo, lo
llamo identificación al deseo, identificación histérica. la identificación es un aspecto importante en
extremo para el mecanismo de formación de síntomas histéricos, por ese camino los enfermos
llegan a expresar en sus síntomas la vivencia de toda una serie de personas y no solo propios. opera
de la siguiente manera:

Un yo percibe en el otro un punto en común y se identifica a ese punto, pero como ese punto debe
permanecer reprimido, desplaza su identificación al síntoma que tiene ese otro yo. por lo cual dará
un síntoma ya no orgánico sino neurótico.

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La imitación: seria la capacidad de las histéricas de imitar todos los síntomas que le han
impresionados en otros, pero no se ha designado sino el camino por el cual discurre el proceso
psíquico, pero no el acto psíquico que marcha por el proceso psiquico responde a un proceso icc.

5) histeria expresada como "comunidad sexual"

La histeria se identifica en sus síntomas preferentemente con las personas con que ha tenido
comercio sexual o que lo tiene con las mismas personas que ellos. Tanto en la fantasía histérica
como en el sueño basta para la identificación que se piense en relaciones sexuales, sin necesidad de
que estas sean reales. la bella carnicera no hace sino más que seguir la regla a los procesos
histéricos de pensamiento cuando expresa sus celos contra su amiga: poniéndose en el lugar de ella
en el sueño, porque esta última le ocupo su lugar frente a su marido y porque quería apropiarse del
sitio que la amiga está ocupando en la estima de su marido.

LACAN. Intervención sobre la transferencia


Lacan tomando el caso de dora muestra como la transferencia puede hacer estancar la dialéctica y
que fracase la cura. Dirá además que el caso es expuesto por Freud bajo la forma de una serie de
inversiones dialécticas.

Freud no se hace eco de la hipocresía del padre y permite que dora enuncie su verdad, entonces
aparece el primer desarrollo de verdad. Dora a partir de su primera posición subjetiva (queja)
denuncia ser objeto de intercambio por el padre. Dicho de otra manera, con sus quejas denota una
posición subjetiva determinada, denunciando una verdad extrema, denunciando la situación de la
que es víctima.
Freud ante este primer desarrollo de verdad interviene realizando la primera inversión dialéctica:
¿cuál es tu propia parte en el desorden del que te quejas?, volviendo al reproche a la propia
persona, implicándola en su queja. Esta intervención posibilita un segundo desarrollo de la verdad
referido a la complicidad de Dora misma, es decir no era víctima sino cómplice ya que sostuvo
activamente ese cuarteto al dejarlos solos, cuidar a los hijos, se incluía en la red de regalos, además
a partir de la intervención se revela la relación edipica por una identificación al padre que se
transparenta en todos sus síntomas de conversión y cuyo descubrimiento levanta mucho de estos.
Freud ve que en Dora, no es el objeto pretendido de los celos el que da su verdadero motivo, sino
que enmascara un interés hacia la persona del sujeto-rival, interés al discurso común que no puede
expresarse en el sino bajo esa forma invertida. Realiza una nueva intervención, le pregunta por su
relación con la señora k produciéndose así una segunda inversión dialéctica, de allí surge un
tercer desarrollo de verdad referida a la atracción fascinada de Dora hacia la señora k.

Aquí Freud advierte la corriente ginecófila, pero no interviene en consecuencia impidiendo que se
plantee en Dora que significaba la señora k para ella, esta desestimación de la corriente
homosexual por parte de Freud es debido a que confundió identificación con relación de objeto,
ignorando así la pregunta histérica.
Aquí se estanca el tratamiento, porque Freud percibió las preguntas antes enunciadas, pero no
intervino, que de haberlo hecho y así haber realizado la tercera inversión dialéctica, Lacan dirá
que hubiese dado el valor real del objeto que es la señora k para Dora, es decir, no un individuo,
sino un misterio, el misterio de su propia feminidad. El problema de su condición es en el fondo
aceptarse como objeto de deseo del hombre y este es para Dora el misterio que motiva su idolatría

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hacia la señora k.
Pero Freud no realiza la tercera inversión dialéctica que hubiese orientado a dora hacia el
reconocimiento de lo que era para ella la señora k y así llegar a despejar que el valor de la señora k
para ella era el misterio de la feminidad, por que insiste en que Dora está enamorada del señor k.

Lacan reflexiona sobre los dos errores (1905-1923) planteados por Freud en el caso dora y llega a
la conclusión de que en los dos existe algo en común, lo que está en juego es un prejuicio en Freud
producto de la contratransferencia concebida como la suma de prejuicios, pasiones del analista, etc.
Estos prejuicios detectados se refieren al prejuicio del Edipo simétrico considera como natural y
no como normativa la prevalencia del personaje paterno. Además, Freud se posiciono mal en el
tratamiento, tuvo una participación demasiado personal y esto lo llevo a ponerse excesivamente en
el lugar del señor k. Así es que Freud en razón de su contratransferencia vuelve demasiado
constantemente sobre el amor que el señor k inspiraría en dora, interpretando siempre en ese
sentido, por tal motivo debería haber instalado algo allí que permitiera relanzarse el proceso de
asociación y además haber interpretado la transferencia poniendo un engaño en ese punto muerto,
promoviendo nuevas asociaciones.
Lacan en estos momentos conceptualiza a la transferencia como la aparición, en un momento de
estancamiento de la dialéctica analítica, de los modos permanentes según los cuales constituye sus
objetos, e interpretar la transferencia no es otra cosa que llenar con un engaño el vacío de ese
punto muerto, engaño útil ya que vuelve a lanzar el proceso.

LACAN SEMINARIO 3
La pregunta histérica y la pregunta histérica 2: ¿que es ser una mujer?

1) ¿Como reformula Lacan la disimetria fundamental del edipo y que particularidad


adquiere en la posición histérica?

La particularidad histérica es la disimetría edipica. Disimetría que Freud siempre subrayó en el


Complejo de Edipo, que confirma la distinción de lo simbólico y lo imaginario. Para la mujer la
realización de su sexo no se hace en el Complejo de Edipo en forma simétrica a la del hombre, por
identificación a la madre, sino al contrario, por identificación al objeto paterno, lo cual le asigna un
rodeo adicional. Sin embargo, la desventaja en la que se encuentra la mujer en cuanto al acceso a la
identidad de su propio sexo. En cuanto a su sexualización como tal, se convierte en la histeria en
una ventaja, gracias a su identificación imaginaria al padre, que le es perfectamente accesible,
debido especialmente a su lugar en la composición del Edipo.

¿A que debe tal disimetría? Freud le da importancia al elemento anatómico, que hace que para la
mujer los dos sexos sean idénticos. Esta disimetría se sitúa en el plano de lo simbólico ya que
refiere al significante. Lo imaginario solo proporciona una ausencia, donde en otro lado hay un
símbolo muy prevalente.
Es la prevalencia de la gestalt fálica (falo como totalidad) la que, en la realización del complejo
edipico, fuerza a la mujer a identificarse al padre, y seguir por un tiempo los mismos caminos que el
varón. El acceso de la mujer al complejo de Edipo, su identificación imaginaria, lo hace pasando por
el padre, al igual que el varón, debido a que prevalece de forma imaginaria, el falo, pero en tanto,
que a su vez está tomada como el elemento simbólico central del Edipo.

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Tanto para la mujer como para el hombre, el complejo de castración tiene un valor-pivote en la
realización del Edipo, es en función del padre, porque el falo es un símbolo que no tiene
correspondiente ni equivalente. Lo que está en juego es una disimetría en el significante, que
determina las vías por donde pasará el complejo de Edipo. Ambas vías llevan por el mismo camino,
el sendero de la castración.

2) ¿Por qué la pregunta que se expresa en los síntomas, es la misma tanto en la histérica
como en el histérico?
3) ¿Por qué la estructura de la neurosis es una pregunta y que función cumple el yo en
esa estructuración?

El neurótico hace su pregunta neurótica, su pregunta secreta y amordazada, con su yo. La tópica
freudiana del yo muestra como una o un histérico, como un obsesivo, usa de su yo para hacer la
pregunta, es decir, precisamente para no hacerla. La estructura de una neurosis es esencialmente
una pregunta y por eso mismo fue para Lacan, durante largo tiempo, una pura y simple pregunta. El
neurótico está en una posición de simetría, es la pregunta que se hace Lacan, y es, porque ella nos
involucra tanto como a él, que nos repugna fuertemente, formularla con mayor precisión.

El sexo femenino tiene un carácter de ausencia, de vacío, de agujero, que hace que se presente
como menos deseable que el sexo masculino, en lo que él tiene de provocar, y que una disimetría
esencial aparezca. Este señalamiento dicta mucho de ser suficiente en lo que refiere a la pregunta
en juego, a saber la función del yo en los histéricos masculinos y femeninos. La pregunta no está
vinculada simplemente al material, sino a la relación del sujeto con el significante en su conjunto,
con aquello a lo cual el significante puede responder.

LACAN SEMINARIO 4
Novedad que aporta Lacan a la lectura freudiana que ubica al señor K como objeto de amor
de Dora. ¿Cómo relee la coyuntura de la crisis?

Lacan señala entre otras cosas, el intervalo de 9 meses entre el síntoma histérico de la apendicitis y
su raíz, la escena del lago. Pero se ve que en realidad son 15 meses, y esto tiene su sentido porque
está en todas partes en la observación, es un elemento útil para su comprensión, puesto que se basa
en números y en un valor puramente simbólico.
Está claro que el señor K, su persona, tiene una importancia primordial para Dora, con él se
establece algo semejante a un vínculo libidinal. Esta claro tambien que algo de otro orden juega un
papel en el vinculo libidinal de Dora con la señora K. La histerica es alguien cuyo objeto es
homosexual, aborda este objeto por identificacion con alguien del otro sexo. Esto se trataba de un
primer planteamiento, en cierto modo clinico. Pero Lacan llego mas lejos y partio de la relacion
narcisista como fundadora del yo, como matriz, de la constitucion de esa funcion imaginaria
llamada el yo, y habia mostrado que habia huellas de ella en la observacion. El yo, solo el yo de
Dora, ha hecho una identificacion con un personaje viril, el señor K, los hombres son para ella otras
tantas cristalizaciones posibles de su yo. En otros terminos, por medio del señor K, en la medida en
que ella es el señor K, en el punto imaginario que constituye la personalidad del señor K, es como
Dora esta vinculada con el personaje de la señora K.
La señora K, es alguien importante porque constituye el objeto de una elección entre otros objetos,

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porque esta investida con la función narcisista que se encuentra en el fondo de todo
enamoramiento. La señora K es la pregunta de Dora.

¿Por qué la impotencia del padre es central para Lacan en la lectura que hace del caso?

Dora es una histérica, alguien que ha alcanzado la crisis edipica y que ha podido y no ha podido
franquearla. La razon de esto es que su padre es impotente, y toda la observacion descansa en esta
nocion de impotencia del padre.
Hay un objeto del cual el niño es frustrado, que solo tiene sentido en la medida en que este objeto
subsiste despues de la frustracion, entonces la madre interviene en otro registro, da o no da, pero
en cuanto que ese don es signo de amor, aca el padre sirve para ser quien da simbolicamente ese
objeto faltante. En el caso Dora no lo da, ya que no lo tiene, esta carencia falica es una nota
fundamental constitutiva de la posicion. Ella sigue muy vinculada con el padre de quien no recibe
simbolicamente el don viril. Lo que interviene en la relacion de amor, lo que se pide como signo de
amor es siempre algo que solo vale como signo y como ninguna otra cosa.
Dora se encuentra en el momento en que ama a su padre, lo ama por lo que él no le da. Toda la
situacion es impensable sin esta posicion primitiva, que se mantiene hasta el final, lo que ahora hay
que dar cuenta, es como se ha podido soportar, como se ha tolerado, si el padre, ante la misma
Dora, ha hecho algo distinto y que Dora parece haber inducido.
El deseo apunta al falo como don, que ha de ser recibido a este titulo. El falo al ser elevado como
objeto de don hace entrar al sujeto en la dialectica de intercambio, normalizando todas sus
posiciones.
Asi, el padre impotente suple por todos los medios del don simbolico, incluso los dones materiales,
lo que no realiza como presencia viril, y hace a Dora su beneficiaria, como un pago que se reparte a
partes igual su amante y su hija, de modo que lleva a Dora a participar en esa posicion simbolica,
pero con esto no basta, y Dora trata de restituir el acceso a una posicion que se manifiesta en
sentido inverso. Trata de reestablecer una situacion triangular, no ya respecto al padre, sino con la
señora K y ahí interviene el señor K con quien se cierra el triangulo pero en una posicion invertida.

Explicar la siguiente frase: “si ella misma no ha renunciado a algo, es decir, precisamente al
falo paterno concebido como objeto de don, no puede concebir nada, subjetivamente
hablando, que haya de recibir de otros, es decir de otro hombre”. (p.146).

Dora puede admitir que el padre ame en ella y a través de ella algo que esta mas alla, la señora K,
pero para que el señor k resulte tolerable en su posicion, ha de ocupar la posicion exactamente
inversa y equilibradora: Que Dora sea amada por el señor K mas alla de su mujer, pero en la medida
en que su mujer es algo para él. Este algo es lo mismo que esa nada que ha de haber mas alla, es
decir, Dora en este caso. Él no dice que su mujer no es nada para él, dice que, junto a su mujer no
hay nada. El señor K quiere decir que no hay nada detrás de su mujer. “mi mujer no esta en el
circuito”.
¿Qué resulta de ello? Dora no puede tolerar que solo se interese por ella, interesandose solo en ella.
Inmediatamente toda la situacion se romperia. Si el señor K solo esta interesado en ella, es que su
padre solo se interesa por la señora K, y entonces ella no puede tolerarlo. ¿Por qué?
Sin embargo para Freud Dora encaja a pesar de todo en una situacion tipica. En otros terminos, si si
ella misma no ha renunciado a algo, es decir, precisamente al falo paterno concebido como objeto

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de don, no puede concebir nada, subjetivamente hablando, que haya de recibir de otros, es decir de
otro hombre, en la medida de su exclusión, de la primera institución del don y de la ley en la
relación directa del don de amor, solo puede vivir esta situación sintiendose reducida al estado de
objeto. Dora se revela y empieza a decir: “mi padre me vende a otro”. Este es en efecto el resumen
claro de la situación. Para el padre es una forma de pagar la complacencia del marido de la señora
K. Tolerar de forma velada que éste se dedique con Dora, a lo mismo que él se ha dedicado durante
años, a cotejarla. Dora es su objeto mas allá de la mujer por medio de la cual ella esta vinculada con
él. Se rompen esos vinculos dotados de sentido, orientados, que permiten a Dora encontrar su lugar
en el circuito aun de forma inestable. La situacion se desequilibra, Dora se ve en el papel de objeto y
empieza a reivindicarse por el amor de su padre, que hasta ese momento pensaba que recibía,
aunque por mediación de otra.

TRABAJO PRÁCTICO Nº6


ANGUSTIA
 Clínica de la angustia en Freud. La angustia como problema nuclear. Sintomatología de la
neurosis de angustia: diferencias con la histeria de angustia. La ausencia de mecanismo en
las neurosis actuales, imposibilidad del análisis. Diferencias momentos en la consideración
de la angustia (angustia automática, señal de angustia): el rol de la castración.
 Relación y diferencias entre histeria, histeria de angustia y fobia. Diferencia entre síntoma,
angustia e inhibición, angustia, miedo y terror, angustia dolor y duelo. Función de
encrucijada del síntoma fóbico en la neurosis infantil: la pregunta por el beneficio primario.

Reseña
El temprano abordaje que hizo Freud de la angustia y su relación con las fobias no le ahorró
dificultades a la hora de establecer la posición de esta singular dolencia en el amplio espectro de las
neurosis. Una primera distinción lo llevó a separar aquellas neurosis en las que operaba la defensa
de aquellas que prescindían de la operatoria de un mecanismo psíquico (psiconeurosis de defensa vs
neurosis actuales). No obstante, en ambas la angustia seguía siendo el principal problema
económico a resolver para la homeostasis psíquica, una fuente de desprendimiento de displacer
irreductible.
En un primer momento adjudicó a la represión la aparición de la angustia, entendiéndola como una
suerte de libido transmudada, para luego rectificar su posición al sostener que es a causa de un
pequeño desprendimiento de angustia que se pone en marcha la defensa. (señal de angustia).
Los tres momentos deslindados por Freud en su análisis de la histeria de angustia dejan en claro las
dificultades que encuentra el psiquismo para vérselas con un montante de energía libre de difícil
resolución. El caso de la histeria de angustia muestra lo fallido del tratamiento de este montante
pulsional por la vía de la sustitución de representaciones. La trayectoria de la histeria de angustia
deja ver que la operación del sustituto no resuelve el problema de la angustia, dado que ahora el
sustituto mismo es ocasión del desprendimiento de angustia y requiere de la construcción de todo
un parapeto fóbico tendiente a evitar el encuentro con el objeto que provoca angustia.
De esta manera, comienza a desarmarse el modelo del síntoma conversivo, tan eficaz en relación al
tratamiento de la angustia, para comenzar a adentrarse en tipos de síntomas cuya solución no

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alcanza para tratar el problema de la angustia. Así, la angustia constituye el problema nuclear de las
neurosis.
Bibliografía
 FREUD (1895) Sobre la justificación de separar de la neurastenia un determinado síndrome
en calidad de neurosis de angustia. ESTE RESUMEN FALTA.
 FREUD (1915) Lo inconsciente. Cap. 4
 FREUD (1925) Inhibición, síntoma y angustia. Apartados 1,2,4,7,8,9 y 11.

FREUD LO INCONSCIENTE.

 Exposición meta psicológica de Freud.


 Las tres fases del proceso de la histeria de angustia.
 La formación sustitutiva
 Distinción entre histeria de angustia e histeria de conversión.
Freud llama exposición metapsicológica cuando se consigue describir un proceso psíquico en sus
aspectos dinámicos, tópicos y económicos.

En una primera fase del proceso de desarrollo de la fobia la angustia surge sin que se perciba ante
que, se supone que dentro del inconsciente existió una moción de amor que demandaba
trasponerse al sistema preconsciente pero la investidura volcada a ella se le retiro al modo de un
intento de huida y la investidura libidinal inconsciente de la representación rechazada fue
descargada como angustia. Para domeñar el desagradable desarrollo de angustia, la investidura se
volcó a una representación sustitutiva que se entramó asociativamente con la representación
rechazada, como también se sustrajo de la represión por su distanciamiento respecto de aquella,
permitiendo así una racionalización del desarrollo de angustia. La representación sustitutiva juega
ahora el papel de contrainvestidura para el sistema conciente.
Sin embargo, el proceso de la represión no está concluido aún: debe inhibir ahora el desarrollo de
angustia que parte del sustituto. Todo el entorno asociado de la representación sustitutiva es
investido con una intensidad particular, una excitación en cualquier lugar de este parapeto dará el
envión para un pequeño desarrollo de angustia que es aprovechado como señal a fin de inhibir el
ulterior avance mediante una renovada huida de la investidura. El conjunto de esa construcción
lleva el nombre de fobia. La expresión de huida son las evitaciones, renuncias y prohibiciones que
permiten individualizar a la histeria de angustia. El yo se comporta como si el peligro del desarrollo
de angustia no le amenazase desde una moción pulsional sino desde una percepción, y por eso
puede reaccionar contra ese peligro con intentos de huida: las evitaciones fóbicas.

Freud va a intentar realizar una descripción meta psicológica del proceso de la represión en la
fobia:
a. Sustracción de la investidura prcc/cc a la representación inconciliable (represión) conservando
la investidura Icc.
b. Liberación de angustia y via desplazamiento se da la formación sustitutiva. Reemplazo de la
representación reprimida por otra que se anudará al efecto angustiado. Contrainvestidura Prcc,
que asegura al sistema Cc contra la emergencia de la representación primordial.
c. Repetición de la segunda fase pero en escala ampliada: el sistema conciente se protege ahora
frente a la investidura conciente de la representación sustitutiva mediante la contra investidura de
su entorno (inhibiciones, evitaciones, etc)

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Mediante todo el mecanismo de defensa se consigue proyectar hacia fuera el peligro pulsional.

Proceso represivo de la histeria de conversión. Lo sobresaliente en ella es que consigue hacer


desaparecer por completo el monto de afecto, otras veces esta sofocación no se logra tan completa,
y una dosis de sensaciones penosas se anuda a los síntomas mismos, o no puede evitarse algún
desprendimiento de angustia. El contenido de representación de la agencia representante de la
pulsión se ha sustraído radicalmente de la conciencia, como formación sustitutiva y al mismo
tiempo como síntoma se encuentra una inervación hiperintensa. El lugar hiper inervado se revela
como una porción de la agencia representante de pulsión reprimida que se atraído hacia si, por
condensación, la investidura integra.
La represión de la histeria de conversión puede juzgarse fracasada en la medida en que solo se ha
vuelto posible mediante unas extensas formaciones sustitutivas, pero con respecto a la eliminación
del monto de afecto, que es la genuina tarea de la represión, por regla general, constituye un éxito
completo. El proceso represivo de la histeria se clausura entonces con la formación de síntoma y no
necesita recomenzar en un segundo tiempo como ocurre en el caso de la histeria de angustia.

Inhibición síntoma y angustia


1. 3 preguntas de Freud sobre la angustia de la zoofobia y los intentos de respuesta:
¿Cuál es el síntoma?: ¿El desarrollo de angustia, la elección de objeto de la angustia, la
renuncia a la libre movilidad o varias de estas cosas al mismo tiempo?
¿Dónde está la satisfacción que él se deniega? ¿Por qué tiene que denegársela?
La incomprensiva angustia frente al caballo es el síntoma, la incapacidad para andar por la calle, un
fenómeno de inhibición, una limitación que el yo se impone para no provocar el síntoma angustia.
No se trata de una angustia indeterminada frente al caballo, sino de una determinada expectativa
angustiada: el caballo lo morderá.
2. ¿Por qué la angustia para Freud no es un síntoma?
La angustia no es un síntoma porque no tiene objeto, no hay sustitución, solo habrá síntoma si hay
sustituto. No podemos designar como síntoma la angustia de esta fobia, lo que la convierte en
neurosis es única y exclusivamente otro rasgo: la sustitución del padre por el caballo. Es este
desplazamiento el que se hace acreedor del nombre de síntoma, es aquel otro mecanismo que
permite tramitar el conflicto de ambivalencia sin la ayuda de la formación reactiva. Tal
desplazamiento es facilitado por la circunstancia de que a esa tierna edad todavía están prontas a
reanimarse las huellas innatas del pensamiento totemista. El conflicto de ambivalencia no se
tramita entonces en la persona misma, se lo esquiva, por asi decir, deslizando una de sus mociones
hacia otra persona como objeto sustitutivo.
3. ¿Qué se modifica de la teoría de la angustia luego del giro de los 20’?
Se modifica la teoría de la angustia ya que estamos en una segunda teoría, en la cual se ve que la
angustia crea la represión, no al reves, como Freud planteaba en la primera teoría. Asi, la señal de
angustia es lo que va a coordinar la operatoria de la defensa, es la señal de angustia la que mueve al
aparato a la represión.
El motor de la represión es la angustia frente a una castración inminente, por angustia de
castración resigna el pequeño Hans la agresión hacia el padre, su angustia de que el caballo lo
muerda puede completarse, sin formar las cosas: que el caballo le arranque de un mordisco los

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genitales, lo castre. Los contenidos angustiantes (ser mordido por el caballo) son sustitutos
desfigurados del contenido “ser castrado por el padre”, fue este último contenido el que
experimento la represión. La angustia de la zoofobia es la angustia ante una castración inmutada,
una angustia realista, angustia frente a un peligro que amenaza efectivamente o es considerado
real. La actitud angustiada del yo es siempre lo primario y es el impulso para la represión. La
angustia nunca proviene de la libido reprimida, tras la represión aparece cierto grado de angustia
en lugar de la exteriorización de la libido que seria de esperar.
4. Ventajas que ofrece al yo la formación sustitutiva de la histeria de angustia y porque
la angustia de la fobia es facultativa.
La formación sustituta tiene dos manifiestas ventajas: la primera, es que esquiva un conflicto de
ambivalencia, pues el padre es simultáneamente un objeto amado y la segunda, es que permite al
yo suspender el desarrollo de angustia. En efecto, la angustia de la fobia es facultativa, solo emerge
cuando su objeto es asunto de la percepción. Esto es correcto, en efecto, solo entonces esta
presente la situación de peligro. Tampoco de un padre ausente se temeria la castración, solo que no
puede remover al padre: aparece siempre, toda vez que quiere. Pero si se lo sustituye por el animal,
no se hace falta mas que evitar la visión, la presencia de este, para quedar exento de peligro y de
angustia. El pequeño Hans impone al yo una limitación, produce la inhibición de salir para no
encontrarse con caballos.
5. ¿Que es lo que la vuelve peligrosa a la exigencia pulsional para freud en la neurosis?
Sustituye un peligro pulsional interior por un peligro de percepcion exterior. esto trae la ventaja de
que uno puede protegerse del peligro esterior mediante la huida y la evitacion de percibirlo,
mientras que la huida no vale nada frente al peligro interior. La exigencia pulsional no es un peligro
en si misma, lo es solo por que conlleva un autentico peligro exterior, el de la castraccion. Por tanto
en la fobia, solo se ha sustituido un peligro exterior por otro. E l hecho de que el yo pueda
sustraerse de la angustiapor medio de una evitacion o de un sintoma-inhibicion armoniza muy bien
con la concepcion de que esa angustia es solo una señal-afecto, y de que nada ha cambiado en la
situacion economica.
6. ¿Que diferencia esboza freud entre angustia y duelo? ¿Cual es la nota particular de la
angustia?
Mediante la puntualizacion de que el yo sepondria sobre aviso de la castraccion a traves de
perdidas de objeto repetidas con regularidad, hemos obtenido una nueva concepcion de la
angustia. Si hasta ahora la considerabamos una señal-afecto del peligro, nos pareceque se trata tan
a menudo del peligro de la castraccion como de la reaccion frente a una perdida, una separacion.
Un reparo, las reacciones afectivas frente a una separacion nos resultan familiares y las sentimos
como dolor y duelo, no como angustia.
La angustia es algo sentido, la llamamos estado afectivo. como sensacion, tiene un caracter
displacentero evidentisimo, pero ello no agota su cualidad, no a todo displacer podemos llamarlo
angustia. Existen otras sensaciones displacenteras (tensiones, dolor, duelo). Por tanto la angustia
ademas de este caracter displacentero que tiene como nota particular,, se perciben algunas
sensacionescorporales mas determinadas que refieren a ciertos organos: las mas frecuentes y
nitidas son las que sobreviven en los organos de la respiracion y en el corazon. En la angustia como
totalidad participan inervaciones motrices, procesos de descarga. El analisis del estado de angustia
nos permite distinguir entonces:

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1) un caracter displacentero especifico, 2) acciones de descarga y 3) percepciones de esta.
los puntos 2 y 3 proporcionan una diferencia respecto de los estados como el duelo y el dolor. las
exteriozaciones motrices no forman parte de esos estados; cuando se presentan, se separan de
manera nitida, no como componente de la totalidad, sino como consecuencias o reacciones frente a
ella.
7. ¿Como define las caracteristicas y la funcion de la angustia?
Por tanto la angustia es un estado displacentero particular con acciones de descarga que siguen
determinadas vias. El estado de angustiaes la reproduccion de una vivencia que reunio las
condiciones para un incremento del estimulo como el señalado y para la descargapor determinadas
vias, a raiz de lo cual, el displacer de la angustia recibio su caracter especifico.
La angustia es una reaccion problablemente inherente a todos los organismos; al menos , lo es a
todos los organismos superiores. Por tanto existe angustia sin el arquetipo del nacimiento. La
angustia tiene que llenar una funcion indispensable desde el punto de vista biologico, como
reaccion frente al estado de peligro, puede haber sido montada de manera diversa en los diferentes
seres vivos. Pero en el caso del hombre nada de esto obstaculiza que la angustia tome como
arquetipo el proceso de nacimiento. ¿Cual es la funcion y que oportunidades es reproducida? La
angustia se genero como reaccion frente a un estado de peligro (trauma del nacimiento); en lo
sucesivo se la reproducira regularmente cuando un estado semejante vuelva a presentarse.
8. ¿Como distingue Freud la "neoproduccion involuntaria y automatica de la angustia
de su reproduccion deliberada como señal de peligro"? Articule en su repuesta la
definicion de peligro que freud decanta en el apartado VII y la diferencia entre
situacion de peligro y situacion traumatica.
Con la experiencia de que un objeto exterior, aprehensible por via de percepcion, puede poner a
termino a la situacion peligrosa que recuerda al nacimiento, el contenido del peligro se desplaza de
la situacion economica a su condicion, la perdida de objeto. La ausencia de la madre deviene ahora
el peligro; el lactante da la señal de angustia tan pronto como se produce, aun antes que
sobrevenga la situacion economica temida. Esta mudanza significa un primer gran progreso en el
logro de la autoconservacion; simultaneamente encierra el pasaje de la neoproduccion involuntaria
y automatica de la angustia a su reproduccion deliberada como señal de peligro. En mabos aspectos
como señal de peligro y como socorro, la angustia demuestra ser producto del desvalimiento
psiquico del lactante, que es el ovbio correspondiente de su desvalimiento biologico.
En terminos generales, es la ira, el castigo del superyo, la perdida de amor de parte de él , aquello
que el yo valora como peligro y a lo cual responde con la señal de angustia.El peligro del
desvalimiento psiquico se adecua al periodo de la inmadurez del yo, asi como el peligro de la
perdida de objeto a la falta de autonomia de los primeros años de la niñez, el peligro de castraccion
a la fase falica y la angustia frente al superyo al periodo de latencia. Empero, todas estas situaciones
de peligro y condiciones de angustia pueden pervivir lado a lado y mover al yo a cierta reaccion de
angustia aun en epocas posteriores a aquellas en que habria sido adecuada; o varias de ellas
pueden ejercer simultaneamente una accion eficaz. Es posible que existan tambien vinculos mas
estrechos entre la situacion de peligro operante y la forma de la neurosis que subsigue.
La angustia realista se da frente a un peligro realista y la angustia neurotica lo es ante un peligro
del que no tenemos noticia, un peligro pulsional.¿ Cual es el nucleo de la situacion de peligro? la
apreciacion de nuestras fuerzas en comparacion con su magnitud, la admision de nuestro

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desvalimiento frente a el , desvalimiento material en el caso del peligro realista y psiquico en el del
peligro pulsional. Llamemos traumatica a una situacion de desvalimiento vivenciada, tenemos
entonces buenas razones para diferenciar la situacion traumatica de la situacion de peligro.
Llamemos situacion de peligro a aquella que se contiene la condicion de esa expectativa; en ellase
da la señal de angustia esto quiere decir: yo tengo la expectativa de que se produzca una situacion
de desvalimiento, o la situacionpresente me recuerda a una de las vivencias traumaticas que antes
experimente. por eso anticipo ese trauma.
9. ¿ Por que para freud la angustia es el fenomeno fundamental y el principal problema
de las neurosis. Ejemplifique
Hay dos diversas opiniones sobre el vinculo entre formacion de sintoma y desarrollo de angustia.
Una dice que la angustia misma es sintoma de la neurosis, en tanto la otra cree en un nexo mas
intimo entre ambas. De acuerdo con esta ultima, toda formacion de sintoma se enprende solo para
escapar a la angustia; los sintomas ligan la energia psiquica que de otro modo se habria descargado
como angustia. Asi la angustia seria el fenomeno fundamental y el principal problema de la
neurosis.
Ejemplos: s uno deja librado a si mismo a un agarofobico a quien venia acompañando por la calle,
el produce un ataque de angustia; si se impide a un neurotico obsesivo lavarse las manos tras haber
tocado algo , caera presa de una angustia casi insoportable. Ambas condiciones tenian el proposito
y tambien el resultado, de prevenir tales estallidos de angustia.En este sentido, puede llamarse
sintoma tambien toda inhibicion que el yo se imponga.

10. ¿Como diferencia freud angustia de miedo?


La angustia tiene un inequivoco vinculo con la expectativa; es angustia ante algo, tiene caracter de
indeterminacion y ausencia de objeto. Hasta el uso linguistico le cambia el nombre cuando ha
hallado un objeto, sustituyendolo por miedo.

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