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Quásares
Objetos Astrofísicos
Docente: Benjamín Calvo Mozo
PRESENTADO POR:
BOGOTÁ D.C.
01 de junio de 2018
INTRODUCCIÓN
A comienzos de la década de los 60, los astrónomos descubrieron los cuásares: fuentes
extrañas, energéticas y enigmáticas de radio que parecían estar más allá de las galaxias más
distantes. Nada tan poderoso había sido visto antes, estos objetos eran increíblemente
energéticos. Pero ¿De dónde provenía su energía? Era imposible que la energía nuclear
ordinaria fuera la responsable. Algo mucho más poderoso era necesario, y una sugerencia
llamativa fue propuesta en los meses siguientes a este descubrimiento. En 1963, Fred Hoyle
de Cambridge y William Fowler de Caltesh publicaron un informe en el que especulaban que
los cuásares eran estrellas supergigantes que se encontraban en el proceso de colapso para
convertirse en agujeros negros. De acuerdo con sus cálculos, estas estrellas emitirían
cantidades enormes de energía mientras colapsaban.
Los astrónomos finalmente comenzaron a interesarse en este tema. Las estrellas de neutrones,
los agujeros negros y los cuásares, eran los misterios que demandaban mayor atención. ¿Cuál
era la fuente de energía de los cuásares?, ¿Estos objetos estaban asociados al colapso
gravitacional?, ¿El colapso conduciría a la formación de estrellas de neutrones o a agujeros
negros? Para estudiar estos problemas se realizó a una conferencia, conocida como El Primer
Simposio de Astrofísica Relativista de Texas, reunión que tuvo lugar desde el 16 hasta el 18
de diciembre de 1963 y que contó con más de 300 científicos invitados.
La palabra “quasars” hace referencia a “quasi-
stellar radio sources” (fuentes de radio cuasi-
estelar). Por cuasi-estelar se entiende que estos
se pensaban como similares a las estrellas
debido a que constituían objetos puntuales en
vez de manchas extendidas como galaxias o
nebulosas. Estos también emitían una fuerte
radiación en la banda de frecuencia del radio.
Hoy en día, solo una pequeña fracción de los
cuásares descubiertos son fuentes de radio, pero
el nombre ha permanecido. Lo que es de mayor
relevancia es que los cuásares no son tan Ilustración 1. 3C-273 (centro de la imagen). Créditos:
pequeños como las estrellas. Además, también AURA.
son los objetos más distantes en el Universo Visible, algunos situándose a más de diez mil
millones de años luz. Para que objetos que se encuentren tan lejos brillen de tal forma se
infiere que deben ser increíblemente energéticos.
RECONOCIMIENTO
Galaxias seyfert:
Heber D. Curtis, quien por entonces era el director del observatorio Lick cerca a San Jose,
California, descubrió en 1917 que la galaxia M87 tenía algo similar a un jet siendo emanado
de su núcleo. Sin embargo,
ninguna pista concisa de que algo
inusual estaba ocurriendo en
algunas galaxias apareció hasta la
segunda guerra mundial. Karl
Seyfert, en el observatorio Monte
Wilson en California, notó que un
subconjunto considerable de
galaxias espirales presentaba un
núcleo en forma de punto de color
azul intenso. El espectro de las que
ahora se conocen como “galaxias
Seyfert” muestra fuertes líneas de
emisión del tipo producido por
Ilustración 2. Espectro de galaxias Seyfert 2. Créditos: Caltech.
nubes de gas ionizado. En vez de
ser líneas de emisión definidas, estas estaban esparcidas sobre un sorprendente amplio rango
en longitud de onda. Este comportamiento se asocia al efecto Doppler e indica que el gas que
emite las líneas es extremadamente turbulento, con velocidades aleatorias que pueden
alcanzar pequeños porcentajes de la velocidad de la luz, es decir, entre 10 a 100 veces más
rápido que los movimientos ordinarios del gas en nuestra galaxia. Sin embargo, más tarde se
notaría que otras de estas galaxias carecían de las líneas ensanchadas, las Seyfert tipo 2.
Características:
Además de su apariencia estelar y su alto red-shift (Un Quazar típico tiene un red-shift de
Z=2.5) se pueden adicionar otras dos características de los cuásares:
Emisión en altas energías
En 1950 ya era sabido que la emisión de radio por
fuentes cósmicas era radiación sincrotrón emitida por
los electrones girando en campos magnéticos a
velocidades cercanas a la de la luz, como en el caso de
la Nebulosa del Cangrejo. Para producir la cantidad de
emisiones observada, los lóbulos tendrían que contener
energía tanto por los electrones moviéndose
rápidamente como por campos magnéticos. En los
documentos publicados en 1956 y 1959, Geoffrey
Burbidge demostró que el contenido total de energía de
los lóbulos de radio de una fuente similar a Cignus A
debía exceder la que se obtendría con la completa
aniquilación de un millón de masas solares de material.
Este resultado fue la primera indicación de que los
núcleos galácticos pueden alcanzar energías que
exceden incluso la de una explosión de supernova y que
Ilustración 6. Emisión en el ultravioleta.
de alguna manera dicha energía se canaliza en forma de Créditos: Francis P. et al.
partículas moviéndose a velocidades muy cercanas a la
de la luz, algo así como plasma relativista y campos magnéticos.
Estas condiciones son muy útiles para identificar a los cuásares, una emisión desde el radio
(en las “radio-loud”) hasta los rayos gamma, pasando por el ultravioleta; consecuencia de un
efecto Comptom inverso, permite diferenciarlos de la mayoría de las estrellas.
Variabilidad
Una revisión de los archivos fotográficos, guardados en el observatorio de Harvard desde
finales del siglo diecinueve, reveló que 3C 273 fluctuaba en brillo en una escala de tiempo
tan corta como un mes. En 3C-345, por ejemplo, se notan cambios en su luminosidad hasta
de un 50% en lapsos de semanas.
Adicionalmente, existen cambios importantes en el flujo de los cuásares; en 3C-273 se nota
un cambio de un 40% en los 3.75 cm en un periodo de dos años. Aunque en este último
ejemplo no se notan cambios importantes en el ultravioleta, en general los cuásares presentan
variabilidad en todo su espectro en un rango entre el 10% y el 40%.
Tamaño
Tras la observación y el estudio de las variabilidades, Terrell (1967) acota el radio de los
objetos de la siguiente manera: 𝑅 ≤ 𝐶𝑟 donde r es el periodo de fluctuación. Suponiendo,
entonces, que los cuásares tienen una envergadura del orden de los días hasta unos cuantos
meses luz. Es decir, se tienen objetos de tamaños relativamente pequeños que emiten grandes
cantidades de energía. También se consideran densidades de radiación relativamente
pequeñas y campos magnéticos intrínsecos muy grandes.
GALAXIAS ACTIVAS
Hoy en día, los cuásares son
conocidos por ser versiones
muy luminosas del mismo
núcleo azul que Seyfert observó
en los centros de las galaxias
espirales cercanas. La razón por
la cual estos nos parecían
estrellas aisladas es que son muy
distantes, y muy luminosos
comparados con las galaxias de
Ilustración 7. Visualización de una galaxia anfitriona, obscureciendo el
nuestro alrededor. Fue
quasar albergado. Créditos: HST/NASA/J Bahcall et al. necesario el telescopio espacial
Hubble, a mediados de los 90’s,
para detectar rutinariamente las galaxias anfitrionas de cuásares. La mayoría de los primeros
cuásares descubiertos presentan altas emisiones en radio, hecho que no resulta sorprendente
teniendo en cuenta que los astrónomos ópticos utilizaban las emisiones en radio como
parámetro para decidir cuáles objetos estudiar. No obstante, ahora sabemos que los cuásares
con fuertes emisiones en radio son la excepción en lugar de la regla. En nueve de cada diez
casos, la fuente intensa puntual con líneas de emisión “esparcidas” no están acompañadas
por fuertes emisiones en radio. Por la naturaleza de sus procesos (la mayoría de su radiación
no es térmica) estas galaxias no coinciden con modelos como los de cuerpo negro.
En la actualidad, se considera que los cuásares se albergan en galaxias jóvenes activas con la
mayor parte de su energía (cercana a mil veces la energía de todas las estrellas de nuestra Vía
Láctea) proviniendo de un núcleo central diminuto, el cual se supone que contiene lo que se
conoce como agujero negro supermasivo. En general, dichos agujeros negros tendrían masas
millones de veces más grandes que la del sol, dependiendo del tamaño de la galaxia misma.