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4.

Política cinematográfica: cultura e industria

FUNDAMENTOS DE LA POLÍTICA CINEMATOGRÁFICA EN COLOMBIA

La política cinematográfica colombiana se basa en el reconocimiento de que “el cine constituye una expre-
sión cultural generadora de identidad social”,1 que se fundamenta en la diversidad étnica y cultural del país,
y como tal debe ser protegida y apoyada por el Estado. Es por esta razón que la Ley de Cine se plantea como
una política que sirve para “propiciar un desarrollo progresivo, armónico y equitativo de la cinematografía
nacional y, en general, promover la actividad cinematográfica en Colombia”.2
En la Ley de Cine, la cinematografía nacional se define como un

[…] conjunto de acciones públicas y privadas que se interrelacionan para gestar el desarrollo artístico e in-
dustrial de la creación y producción audiovisual y de cine nacionales y arraigar esta producción en el querer
nacional, a la vez apoyando su mayor realización, conservándolas, preservándolas y divulgándolas.

El cine hace parte del conjunto de las llamadas industrias culturales, que según la definición de la Unesco
son aquellas cuya producción está “asociada con el concepto de creación y creatividad en una perspectiva
amplia”;3 es decir, productos que tienen influencia en nuestro entendimiento del mundo. El término indus-
tria cultural “no sólo se refiere a un tipo de actividad industrial, sino que también invoca la relación entre
cultura y economía, textos e industria, significación y función”.4
Por tanto, el cine es a la vez expresión artística y actividad industrial, dos dimensiones que contribuyen
al desarrollo social, económico y cultural de un país. Por una parte, el acto creativo, en sus distintas ma-
nifestaciones, ofrece posibilidades de cambiar, renovar y enriquecer la realidad social. Por otra, el aporte
económico de la industria del cine se refleja no sólo en la generación de empleo, sino en que agrega valor

1
Decreto 358 de 2000.
2
Ley 814 de 2003, Artículo 1.
3
Ministerio de Cultura, Convenio Andrés Bello, Impacto económico de las industrias culturales en Colombia, Bogotá, Ministerio de Cultura, CAB,
2003, p. 21.
4
David Hesmondgalgh, The Cultural Industries, Londres, Sage Publications, 2002, p. 14.

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a los insumos por utilización de trabajo y capital, importación y adopción de nuevas tecnologías y expor-
tación de derechos.5
En últimas, la política estatal busca apoyar un cine que trascienda y que dé cuenta de la capacidad crea-
tiva y de las muchas historias que quieren contar nuestros artistas audiovisuales, un cine que por su valor
pueda quedar inscrito en la memoria cultural del país. El principal objetivo de la política cinematográfica
es contribuir a consolidar una cinematografía propia y estable que sea un medio de expresión de la diver-
sidad cultural del país y agente de cambio e integración social.

EL CINE EN EL UNIVERSO AUDIOVISUAL

Desde mediados del siglo XX se planteó la emergencia de una sociedad audiovisual, es decir, una sociedad
en la que el audiovisual es una de las principales posibilidades para la comunicación y el pensamiento, y
tal vez una de las más generalizadas herramientas pedagógicas y artísticas.
La invención de la cámara de video y la ampliación de las posibilidades de acceso a la formación uni-
versitaria han generado un aumento de la producción de obras cinematográficas y la diversificación del
acceso a la cultura audiovisual. Con el surgimiento de otras técnicas, otros lenguajes audiovisuales y la tec-
nología digital, se ha generado también la consecuente convergencia. Esto hace que cada vez sea más difícil
reconocer la especificidad del lenguaje cinematográfico y también que cada vez más el hecho audiovisual se
instrumentalice en actividades comunicativas, pedagógicas o se subordine a otras actividades artísticas.
La política pública reconoce estos procesos de transición y busca priorizar, en medio de esta comple-
jidad, la producción, circulación y apreciación de las obras y actividades en las que lo audiovisual no está
instrumentalizado, aunque todo hecho audiovisual (una película, una sala de cine, un festival, un libro de
historia del cine) puede ser funcional a la comunicación, a la pedagogía o a otras actividades artísticas.
La cinematografía es también una industria, y desde esta perspectiva puede analizarse desde distintas
fases: la producción comprende la creación y la realización de obras, desde la escritura de las historias hasta
la posproducción de las películas; la circulación comprende la distribución y exhibición de obras en una
diversidad de escenarios y eventos, y la apreciación comprende los distintos niveles de la recepción de las
obras, y abarca desde la creación de nuevos públicos hasta la formación de públicos especializados.
El proceso cinematográfico está atravesado además por procesos transversales, como la formación de
los agentes, la organización del sector, la preservación de los acervos, la investigación sobre el proceso y la
generación de sistemas de información. Estos procesos tienen un especial interés para la formulación de la
política pública, porque potencian el fortalecimiento de una cultura y una industria cinematográfica.
Entendemos, entonces, éste como un proceso en el que hay una cadena que conforma una industria
(producción, circulación, apreciación) en torno a la cual se va configurando una cultura (formación de
realizadores y públicos, organización de agentes, preservación de acervos, la investigación sobre el proceso
y sistemas de información).

5
Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo Económico, Fedesarrollo, Ministerio de Cultura y Proimágenes en Movimiento, Impacto
del sector cinematográfico sobre la economía colombiana: situación actual y perspectivas, Bogotá, Fedesarrollo, Ministerio de Cultura y Proimá-
genes en Movimiento, 2003, p. 57.

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SEGUNDA PARTE : POLÍTICAS

LOS INSTRUMENTOS DE FOMENTO DE LA POLÍTICA CINEMATOGRÁFICA

Si bien en nuestro país existen procesos cinematográficos desde hace 110 años, la participación estatal en
el desarrollo de la cinematografía colombiana ha tenido discontinuidades.
La primera norma de fomento al cine en Colombia fue la Ley 9 de 1942, por medio de la cual se ofrecían
exenciones aduaneras a equipos y material fílmico y la exoneración de impuestos a la exhibición.
En los años setenta la legislación para el cine tendría importantes transformaciones:

En 1972, la Superintendencia Nacional de Precios estableció el sobreprecio en la boleta que pagaban los
espectadores para las proyecciones de cortos y largos colombianos, medida que por primera vez incentivó
la inversión de capitales en la producción de cine, posibilitando un rendimiento atractivo que garantizaría
la inversión.6

La creación, en 1978, de la Compañía de Fomento Cinematográfico (Focine) marcó una nueva etapa
en la política pública. Dependiente del Ministerio de Comunicaciones, esta entidad cumplía funciones de
producción y administración del Fondo de Fomento Cinematográfico.
En 1993 desapareció Focine y en 1997 se promulgó la Ley General de Cultura, a través de la cual se creó
el Ministerio de Cultura como instancia responsable de la política estatal, y se acogió el Sistema Nacional
de Cultura (Sncu), un conjunto de espacios de participación y procesos de desarrollo institucional, planifi-
cación, financiación, formación e información que se formularon en la Constitución Política de 1991. Bajo
el amparo de la Ley de Cultura también se creó el Consejo Nacional de Cultura como órgano de asesoría y
consulta del Gobierno nacional en materia cultural y como instancia superior de asesoría del Sncu. Dentro
del Ministerio de Cultura se creó, a su vez, la Dirección de Cinematografía, encargada de implementar las
políticas públicas para el sector. Se autorizó la creación del Fondo Mixto para la Promoción Cinematográ-
fica Proimágenes en Movimiento como entidad autónoma regida por el derecho privado y cuyo principal
objetivo es el fomento y la preservación del patrimonio colombiano de imágenes en movimiento, así como
de la industria cinematográfica colombiana.
La Ley General de Cultura sentó las bases de la política cinematográfica vigente en Colombia, como
continuación de la misión que cumplió el Estado con Focine, en el sentido de incentivar con recursos pú-
blicos el desarrollo de la cultura y la industria del cine, pero con una sustancial diferencia: el Estado adoptó
el papel de promotor y no de productor de cinematografía.
La aprobación de la Ley de Cine, en 2003, se puede entender como un desarrollo de la Ley de Cultura
de 1997, que agregó en particular mecanismos más efectivos para la financiación del cine nacional. Cinco
años después de la puesta en marcha de la Ley de Cine, el resultado más notorio de estos mecanismos es
el aumento y la diversificación en la producción de películas de largometraje y también el aumento del
número de espectadores de los largometrajes estrenados en las salas de cine del país, en un momento en
que además se produce un número considerable de documentales y cortometrajes tanto en el entorno
universitario como alrededor de grupos de producción independiente, canales de televisión y, en algunos
casos, gracias a fuentes de financiación internacionales. Durante este período se han conseguido algunos
avances en la formación de realizadores, en la conformación de una red de salas alternas, en el estímulo a

6
Pedro Adrián Zuluaga, En acción: ¡cine en Colombia!, Bogotá, Ministerio de Cultura, 2007.

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entidades dedicadas a la formación de públicos y en el apoyo a la preservación del patrimonio fílmico na-
cional. Se ha creado, además, una Comisión Fílmica, cuya función principal es promocionar a Colombia
como escenario para el rodaje de películas extranjeras.
En este contexto presentamos las bases de la política cinematográfica, para abrir, de esta manera, una
discusión pública sobre sus perspectivas. El presente documento pretende ofrecer una visión panorámica
de la situación de la cinematografía colombiana, de las acciones de fomento al cine emprendidas hasta el
momento por el Gobierno nacional, para abrir, así, un espacio de discusión con los diversos agentes públi-
cos y privados acerca de sus límites y posibilidades.
Podemos decir que son cuatro los principales mecanismos de financiación con los que cuenta la política
pública, desde el ámbito nacional, para fomentar el desarrollo del cine colombiano:

• El Fondo para el Desarrollo Cinematográfico.


• Los estímulos tributarios a la inversión o donación en películas colombianas.
• El Programa Ibermedia.
• El Plan Audiovisual Nacional.

Cada uno de ellos hace énfasis en ciertos procesos y son complementarios entre sí.

FONDO PARA EL DESARROLLO CINEMATOGRÁFICO (FDC)

Es un instrumento de financiación que se alimenta de los dineros provenientes de la contribución parafis-


cal creada por la Ley 814 de 2003. Se trata de una manera de lograr que los recursos generados por el cine
vuelvan al mismo sector. La contribución parafiscal se genera cada vez que un ciudadano paga una entrada
a una exhibición pública de cine en el país, y se calcula como un porcentaje de los ingresos correspondien-
tes, respectivamente, a los productores, distribuidores y exhibidores. El Fondo financia —en forma no
reembolsable, a través de convocatorias anuales— proyectos cinematográficos colombianos en diferentes
etapas, desde el desarrollo de guiones y proyectos; la producción, posproducción y promoción de películas;
la formación de realizadores y de públicos, hasta la preservación del patrimonio audiovisual, entre otros.

ESTÍMULOS TRIBUTARIOS

La Ley 814 creó estímulos tributarios que incentivan la inversión o donación de contribuyentes del impues-
to de la renta, quienes pueden deducir el 125% de lo invertido o donado en proyectos cinematográficos.
Después de cinco años de su aplicación, este mecanismo se muestra como una interesante referencia de
incentivo al mecenazgo cultural, que ha generado inversiones del sector privado en la producción de pelí-
culas colombianas, complementando los recursos públicos destinados al fomento del cine nacional.

PROGRAMA IBERMEDIA

El Fondo Iberoamericano de Ayuda (Ibermedia) fue creado en noviembre de 1997 como un fondo multila-
teral de fomento de la actividad cinematográfica. Funciona mediante ayudas financieras (préstamos reem-
bolsables) orientadas al desarrollo, la coproducción, distribución y promoción de películas iberoamericanas,
así como a la formación de los profesionales de la región. El programa hace parte de la política audiovisual

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SEGUNDA PARTE : POLÍTICAS

de la Conferencia de Autoridades Audiovisuales y Cinematográficas de Iberoamérica (CAACI), conformada


por 17 países miembros y observadores. Colombia está vinculada desde 1998, junto con Argentina, Bolivia,
Brasil, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, España, México, Panamá, Perú, Portugal, Puerto Rico, República
Dominicana, Uruguay y Venezuela.

PLAN AUDIOVISUAL NACIONAL (PAN)

Es una estrategia de fomento de experiencias cinematográficas y audiovisuales del ámbito local, comple-
mentaria de las políticas dirigidas al desarrollo profesional e industrial del cine. Su objetivo es ofrecer a los
colombianos mayor acercamiento a la cultura audiovisual por medio de procesos de formación en creación
y apreciación audiovisual. El PAN recoge y reagrupa iniciativas cuyos propósitos han sido instalar en el
imaginario colectivo la cultura audiovisual como un factor de construcción de memoria y de represen-
tación de la diversidad del país y sus modos de ver y hacer. El PAN retoma programas como “La maleta
de películas”, “Imaginando nuestra imagen” y “Cine en el cerebro social”, que el Ministerio de Cultura ha
desarrollado en los últimos 10 años.
Con sus dos estrategias fundamentales ofrece, por un lado, financiación de proyectos a través de con-
vocatorias públicas que realiza el Programa de Estímulos del Ministerio de Cultura en las siguientes mo-
dalidades: estímulos a procesos de formación en creación audiovisual y estímulos a procesos de formación
de públicos en apreciación audiovisual. Por otro lado, y de manera complementaria, busca identificar las
iniciativas sobre los distintos usos que del audiovisual se hacen en el país. Para ello se propone consolidar
grupos de investigación que profundicen en el conocimiento de los territorios e imaginarios de donde
proceden los proyectos y promuevan lecturas socioeconómicas de esos entornos, localización de grupos,
prácticas y condiciones regionales de trabajo.

LÍNEAS DE ACCIÓN

Con el propósito de organizar la discusión sobre la política pública en materia cinematográfica, hemos
considerado conveniente presentar las principales fases o etapas de la cadena cultural e industrial de la
cinematografía como líneas de acción, que a continuación desarrollaremos.

LA ORGANIZACIÓN DEL SECTOR CINEMATOGRÁFICO

En Colombia el sector cinematográfico está conformado por una diversidad de instituciones y personas que
desarrollan entre otras, las tareas de creación, producción, comercialización, formación y preservación. En
este aparte mencionaremos algunos de los principales actores institucionales que participan en la defini-
ción de las políticas cinematográficas del país, como el Consejo Nacional de Cine, el Ministerio de Cultura,
Proimágenes en Movimiento, la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano, los consejos departamentales
y distritales de cine y algunas de las principales agremiaciones del sector; un análisis más detallado podría
también implicar a los centros de formación, las empresas privadas y una amplia variedad de organizaciones
sociales y culturales que trabajan por consolidar una cultura cinematográfica en el país.

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El Consejo Nacional de las Artes y la Cultura en Cinematografía (CNACC)

La Ley de cine otorga al CNACC la función de dirigir el Fondo para el Desarrollo Cinematográfico y de
asesorar al Ministerio de Cultura en la definición de las políticas cinematográficas.
Como instancia encargada de dirigir el FDC, el Consejo debe decidir sobre los recursos que a través
de éste se recaudan, aprobar el presupuesto del FDC para cada vigencia anual y establecer los porcentajes,
montos, límites, actividades y modalidades de las convocatorias del FDC.
El CNACC está compuesto por el Ministro de Cultura, el director de Cinematografía, dos representantes
con trayectoria en el sector designados por el Ministro, y un representante por cada uno de los siguientes
sectores: exhibidores, distribuidores, productores de largometraje, directores y consejos departamentales
o distritales de cine. La Secretaría Técnica está a cargo de Proimágenes en Movimiento. Un delegado del
CNACC participa en el Consejo Nacional de Cultura, que, como ya se mencionó, es la máxima instancia
asesora del Ministerio de Cultura en la definición de las políticas culturales.

La Dirección de Cinematografía del Ministerio de Cultura

Tiene a su cargo el diseño y concertación de las políticas, los programas y planes en lo relacionado con la
producción, circulación, investigación y preservación patrimonial del cine y la cultura audiovisual del país.
A la Dirección de Cinematografía le corresponde, desde su creación, en 1997, definir de manera concerta-
da las políticas cinematográficas en un período de transformaciones ocurridas en la cultura y la industria
audiovisual a escala mundial: cambios en los hábitos de los consumidores, nuevas formas de circulación
de contenidos, tecnologías digitales para la producción y exhibición de películas, aumento de los esquemas
de coproducción, ampliación de Internet como espacio de exhibición, y crecimiento de la producción local
en muchos países de Europa, Latinoamérica y Asia.

Proimágenes en Movimiento

Este fondo mixto de promoción cinematográfica se encarga del fomento y la promoción de la industria del
cine, administra los recursos del FDC y lidera la Comisión Fílmica. En Proimágenes tienen representación
los ministerios de Comunicación, Educación y Cultura, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales,
la Universidad Nacional, Colciencias, la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano, Cine Colombia, la
Asociación de Distribuidores de Películas Kodak Américas Ltda., así como voceros designados por los pro-
ductores y realizadores nacionales.

La Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano

Esta entidad de participación mixta, creada en 1986, tiene como principal objetivo la conformación de
un archivo nacional audiovisual, para lo cual realiza labores de búsqueda, preservación y difusión tanto
de registros visuales y sonoros como de los demás elementos que conforman el patrimonio audiovisual
colombiano. En la Junta Directiva de la Fundación participan el Ministerio de Cultura, la Secretaría de
Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá, Radio Televisión de Colombia, la Fundación Rómulo Lara y
Cine Colombia, entre otros.

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SEGUNDA PARTE : POLÍTICAS

Consejos departamentales y/o distritales de cinematografía

Reconociendo la importancia de la descentralización y la participación ciudadana en el desarrollo de un


sector, y bajo el esquema del Sncu, que establece la conformación de consejos nacionales y regionales en las
distintas áreas del sector cultural, se ha promovido la constitución de consejos departamentales o distritales
de cinematografía. Hasta el momento han sido conformados 19. Estos consejos asesoran a las entidades
departamentales y distritales y al CNACC sobre las políticas en materia audiovisual y cinematográfica,
correspondientes a las realidades de cada departamento o distrito.
Los consejos están integrados por gestores del sector cinematográfico que representan a instituciones
encargadas de la formación (universidades y cineclubes, entre otros); exhibidores (salas de cine, centros
culturales); productores (canales regionales o locales de televisión, casas productoras, empresas de servi-
cios, productores independientes); directores (realizadores de cortos, largos o documentales) y técnicos
(camarógrafos, luminotécnicos, sonidistas y montajistas).
Para fortalecer los procesos que emanan de las recomendaciones de los consejos departamentales y
distritales de cinematografía se requiere estimular a las autoridades territoriales para que desarrollen po-
líticas audiovisuales en sus regiones y, simultáneamente, conseguir una mayor cobertura e impacto de los
mecanismos de estímulo que provienen del ámbito nacional.

La agremiación del sector

El cine colombiano ha contado con una variedad de espacios de representación de los profesionales y
técnicos del sector, algunos de los cuales tienen trayectoria como escenarios para la discusión y gestión de
los intereses de sus respectivos gremios. Aunque la mayor parte de estas organizaciones tienen en general
un número no muy grande de personas asociadas y cuentan con una limitada capacidad financiera, en su
mayoría han logrado constituirse en escenarios apropiados para analizar las principales necesidades de sus
asociados, y cada vez con mayor frecuencia presentan propuestas a consideración del Ministerio de Cultura
o del Consejo Nacional de Cine —en algunos casos a través de miembros que han sido designados en su
representación. En la actualidad, las agremiaciones de mayor reconocimiento son:

• Asociación de Documentalistas de Colombia (Alados). Ha estado fuertemente ligada a la Muestra In-


ternacional Documental, evento que ha llegado a su décima edición con una reconocida trayectoria
de programación de documentales nacionales e internacionales de calidad, así como con una sólida
actividad académica. Alados reúne a algunos de los más importantes realizadores del género en el país,
y en su interior se han concertado propuestas que han sido presentadas a la consideración del Consejo
Nacional de Cine.
• Asociación de Guionistas Colombianos. Es una de las asociaciones de más reciente creación, conformada
por un grupo de los principales guionistas con experiencia en la escritura de largometrajes colombia-
nos. Ha realizado la primera edición del evento académico de reflexión, “Los guionistas cuentan”, y ha
presentado al CNACC diversas propuestas encaminadas a consolidar la labor de los profesionales de
la escritura de guiones en Colombia.
• Asociación Colombiana de Productores de Cine y Video (CV Colombia). Aunque se ha dicho que nuestro
país no ha tenido un número importante de productores con la suficiente experiencia, Gustavo Nieto
Roa ha liderado durante varios años esta organización que, desde la promulgación de la Ley de Cine, ha

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presentado cada dos años candidatos para el puesto que tiene este grupo de profesionales en el Consejo
Nacional de Cine. CV representa a Colombia en la Federación Iberoamericana de Productores Cine-
matográficos y Audiovisuales (FIPCA).
• Asociación Colombiana del Cine (Acocine). Reúne a las principales empresas exhibidoras en Colombia
y defiende sus intereses, entre otras a través de su representante en el Consejo Nacional de Cine. Desde
la promulgación de la Ley de Cine, sus asociados han dado un importante impulso al Programa Anti-
piratería de Obras Cinematográficas (Praci).
• Red de Salas Alternas “Kaymán”. Creada en 2008, esta red está constituida por 12 salas que ofrecen en
su mayoría una programación de cine independiente. Entre sus propósitos figuran el de programar
muestras de cine itinerando entre los diferentes miembros de la red, desarrollar actividades académicas
conjuntas y avanzar en el aprovechamiento de nuevas tecnologías de administración y proyección en
sus salas.
• Asociación Colombiana de Cineclubes “La Iguana”. A pesar de la disminución de la presencia de estos
escenarios de exhibición en el país, La Iguana ha promovido el encuentro y el fortalecimiento de los
principales cineclubes que han logrado mantener su actividad y consolidarse como espacios de reflexión
y formación de públicos para el cine.
• Cooperativa de Trabajo Asociado Tecnicine. Esta organización de técnicos del cine nacional, de reciente
creación, busca ofrecer condiciones de mayor estabilidad laboral a sus asociados. Entre sus planes futuros
se encuentra la consolidación de estrategias de formación y actualización técnica de los miembros.
• Asociación de nuevos realizadores “El Triciclo”. Un grupo de aproximadamente 40 nuevos realizadores y
productores se han venido encontrando en los últimos años para propender por el desarrollo del cine
colombiano, incidiendo entre otras en la elección de los representantes de directores y productores en
el CNACC y diseñando periódicamente propuestas de política pública que han sometido a considera-
ción de este Consejo.

ESTÍMULOS A LA CREACIÓN Y PRODUCCIÓN CINEMATOGRÁFICA

Desde la creación del Ministerio de Cultura, las mayores inversiones de recursos públicos han estado di-
rigidas a apoyar, proteger y expandir la creación y la producción de películas. Con la promulgación de la
Ley de Cine, este énfasis se hizo más evidente, pues al menos un 70% de los recursos del FDC debe estar
dirigido al apoyo de la creación de largometrajes y cortometrajes colombianos.
El FDC recauda anualmente cerca de 6.000 millones de pesos, que son destinados al sector cinema-
tográfico, y desde su creación, en 2003, algo más de 29.000 millones de pesos, de los cuales ha destinado
22.000 millones a 354 proyectos en desarrollo de guiones, producción y posproducción de largometrajes
y realización de documentales y cortometrajes. Proyectos de documental, largo y cortometraje apoyados
por el FDC han participado en festivales internacionales que seleccionan las películas de mayor nivel ar-
tístico del mundo.
Además del apoyo con subsidios del FDC a la producción, en Colombia los creadores y productores
de cine cuentan con la posibilidad de emprender la búsqueda de otras fuentes de financiación, como la
inversión privada —gracias a los estímulos tributarios de la Ley de Cine— y la coproducción con otros
países (las coproducciones con los países participantes en el Programa Ibermedia tienen la posibilidad de
participar en sus líneas de financiamiento). Desde 2003 se han otorgado certificados de inversión o dona-
ción por más de 19.000 millones de pesos, que han financiado 40 películas colombianas, 22 de las cuales

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han sido largometrajes estrenados comercialmente en las salas de cine del país. En el caso del programa
Ibermedia, nuestro país ha recibido recursos por más de 2,5 millones de dólares para proyectos de forma-
ción, desarrollo, coproducción y distribución; desde la creación del programa se han financiado 49 pelí-
culas colombianas coproducidas en asocio con empresas mexicanas, peruanas, venezolanas, panameñas,
brasileñas y españolas.
Gracias a este conjunto diverso de estímulos financieros disponibles para la producción de cine colom-
biano, en los últimos tiempos se ha incrementado el número de estrenos, que pasó de cuatro películas por
año, durante la década de los noventa, a nueve anuales entre 2004 y 2008. El número de espectadores que
van a ver estas películas también ha crecido: de representar menos del 5% del total de espectadores antes
de la promulgación de la ley, a más del 10% en los últimos cuatro años.
Pero el estímulo del FDC a la producción no se limita a largometrajes de ficción. Desde su creación ha
abierto convocatorias para desarrollo de guiones, realización de cortometrajes y realización de documenta-
les. De esta manera se aborda de modo más integral la cadena de la creación cinematográfica y se estimulan
aquellos eslabones de la industria que tienen más dificultades. Estos estímulos son importantes porque el
documental es la memoria crítica del audiovisual en las sociedades, y el cortometraje en el semillero de los
nuevos realizadores.
El estímulo a la creación cinematográfica que adelantan nuevos realizadores, o realizadores en proceso
de formación, se hace a través de las becas de creación y formación del PAN. Las convocatorias para creación
de obras audiovisuales del PAN buscan atender públicos en diferentes regiones del país que normalmente
no alcanzan los niveles de preparación y experiencia para participar y ganar las convocatorias del FDC.
Se hacen a través del portafolio de estímulos del Ministerio de Cultura en modalidades como proyectos
de formación en realización audiovisual, “aprendiendo y haciendo”; formación de nuevos realizadores
regionales, “Imaginando nuestra imagen”, y becas de coproducción regional de cortometrajes de ficción y
documental.

La calidad y la cantidad: una discusión recurrente

En los últimos años se ha estimulado el aumento de la producción cinematográfica nacional y se ha alcanza-


do mayor receptividad del público hacia algunas películas. La calidad técnica ha mejorado y algunos filmes
han estado entre los de mayor taquilla, con promedios que superan a los de origen extranjero. Algunas de
nuestras producciones han despertado el interés de la crítica especializada y de las distribuidoras inter-
nacionales, que con poca frecuencia buscaban el cine colombiano para llevarlo a los festivales y mercados
del mundo.
A pesar de estos avances, el cine colombiano debe asegurar una diversidad de factores que le permitan
mantener o incrementar una producción continua de películas, que contribuyan a consolidar las propuestas
de los directores de mayor trayectoria y a la vez abrir el espacio para nuevos realizadores y nuevas propues-
tas, proyectos que incorporen calidad artística y que encuentren los espectadores a quienes están dirigidos.
Uno de los principales resultados que se espera del conjunto de estímulos que ofrece la política pública es
que entre las películas producidas se encuentre un número cada vez mayor de producciones cuya calidad
sea reconocida por la crítica especializada.

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Comisión Fílmica

En marzo de 2007 se aprobó el Documento Conpes 3.462, que procura impulsar la cinematografía en Co-
lombia y proveer instrumentos que fortalezcan y complementen las políticas que se han venido desarro-
llando en el sector cinematográfico, mediante una actividad estratégica de relación comercial con el exterior
a través de la promoción de nuestro territorio como destino para la producción audiovisual. Para ello, el
Ministerio de Cultura y Proimágenes en Movimiento lideran la Comisión Fílmica Colombiana, cuya función
es promocionar internacionalmente al país como destino para la realización de producciones audiovisuales.
Se pretende que la Comisión Fílmica consiga un impacto social y económico positivo mediante el incentivo
a la formación de los profesionales y técnicos del sector, la generación de nuevas oportunidades de empleo
y la venta de bienes y servicios relacionados con la producción cinematográfica en Colombia.

Formación de realizadores

La realización audiovisual implica conocer unas técnicas, pero también, y tal vez más importante, tener
una sólida formación política, cultural y social. Por ello es deseable que la academia ofrezca a los artistas
de la imagen

[…] un concienzudo y detenido estudio, no sólo del cine como medio artístico, sino de las relaciones so-
ciales y políticas en que se mueve el cine, en general, y los intentos cinematográficos en los países del Tercer
Mundo, en particular.7

En Colombia existen más de 50 universidades y centros educativos que ofrecen programas de formación
audiovisual, con diferentes niveles de profundidad. Más de la mitad son carreras de comunicación social o
de artes plásticas en las que las materias específicas relacionadas con audiovisuales suelen ocupar muy poco
del tiempo o de los créditos del ciclo básico curricular. Existen escasos programas cuyo perfil específico se
centre en lo audiovisual y ofrezcan un título o acreditación técnica, tecnológica o profesional.8
Si bien la atención de estos temas es competencia del Ministerio de Educación y de sus entidades ads-
critas (IFCES e Icetex), en 2006 el Ministerio de Cultura, con la participación de un grupo importante de
centros de educación superior, propició el desarrollo de un estudio prospectivo de la formación audiovisual
en Colombia con vistas al año 2019, trabajo realizado por la Universidad Externado de Colombia. Esta
investigación plantea que las dificultades de la formación profesional en el país radican en la diversidad de
programas, que van desde cine hasta comunicación social, con énfasis en audiovisual; que no hay una oferta
suficiente de posgrados y que la formación humanística tiene deficiencias. Como parte de este proceso de
estudio, en diciembre de 2007 se llevó a cabo un encuentro nacional de representantes de programas de
formación audiovisual en el país, con el fin de discutir sobre el estado de la oferta académica en relación
con la demanda laboral y/o creativa en el país. Uno de los avances de este evento fue la creación de la Red
de Escuelas y Programas de Formación Audiovisual, que posibilitará el intercambio de experiencias y la
identificación de prioridades en la formación de los profesionales del cine.

7
Carlos Álvarez, ponencia presentada en el XVIII Congreso y Asamblea General del CILECT, Oatepec, México, agosto de 1976.
8
Algunos de los programas de cine existentes son los de la Corporación para las Artes Audiovisuales Black María, la Universidad Nacional de
Colombia, la Universidad del Magdalena y la Corporación Universitaria Unitec.

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SEGUNDA PARTE : POLÍTICAS

La Dirección de Cinematografía ha iniciado, además, un trabajo con el Sena para formular una pro-
puesta de caracterización de los oficios relacionados con el cine y el audiovisual, así como la identificación
de necesidades de formación a partir de la demanda laboral (estudio realizado con el Centro Nacional
de Consultoría). Estos estudios son la base para la definición de una norma de calidad que reconocerá y
permitirá certificar los distintos oficios en la perspectiva de que el Sena tenga una oferta de programas de
formación técnica y tecnológica adecuada a las necesidades de la producción audiovisual del país.
Por otra parte, el Ministerio de Cultura ha desarrollado programas como Imaginando Nuestra Imagen
(INI). Desde 1999, y ahora como parte del PAN, este programa busca generar semilleros de realizadores a
escala regional, reducir la distancia que en algunos casos existe respecto de la oferta de programas académi-
cos formales e integrar sectores de jóvenes, que de otra manera no podrían hacerlo, a la opción educativa
audiovisual.
De manera complementaria, para desarrollar competencias de organización empresarial del sector que
permitan mejorar las condiciones de viabilidad de la producción cinematográfica colombiana, se ha con-
siderado el diseño y la puesta en marcha de procesos de formación de agentes del sector cinematográfico
como empresarios culturales, estrategia articulada por el Programa de Emprendimiento del Ministerio de
Cultura.

ESTÍMULOS A LA CIRCULACIÓN DE OBRAS CINEMATOGRÁFICAS Y A LA FORMACIÓN EN APRECIACIÓN

Formación de públicos

Con la llegada del cinematógrafo al país se hicieron los primeros ejercicios de formación de públicos. En la
prensa escrita se encuentran diversos testimonios de las exhibiciones iniciales de imágenes en movimiento
en el país.9 Existe una larga tradición cineclubística; entre estas tentativas se destacan el Cineclub Colombia,
que dirigió Hernando Salcedo Silva; el Cineclub de Cali, de Andrés Caicedo, que generaría además la revista
Ojo al Cine y el movimiento de realizadores conocido como Caliwood; y los procesos cineclubísticos que
confluyeron en la creación del Festival de Cine de Cartagena, el más antiguo del continente.
Las transformaciones en la tecnología también han cambiado este panorama: las salas de arte y ensayo,
los cineclubes y las publicaciones sobre cine siguen siendo los principales formadores de públicos, pero
los soportes digitales han permitido una mayor diversidad de medios para acceder a los contenidos. Y las
transformaciones van más allá de los públicos especializados: estos nuevos soportes también han permitido
la creación de nuevos públicos en territorios que antes no tenían acceso a las imágenes en movimiento.
Formar públicos significa

[…] aportar en la cualificación de los espectadores, en el desarrollo de su sentido crítico, en el modelado


de sus gustos, en la concientización de sus derechos como consumidores de productos audiovisuales y en
la calidad de la información que reciben de las pantallas.10

9
Carlos Álvarez, “Los orígenes del cine en Colombia”, en Memorias de la XII Cátedra Anual de Historia Ernesto Restrepo Tirado, “Versiones, sub-
versiones y representaciones del cine colombiano: investigaciones recientes”, Bogotá, Ministerio de Cultura, 2008.
10
Ramiro Arbeláez, “El arte de la exhibición cinematográfica”, en Dirección de Cinematografía, Manual de gestión de salas alternas de cine, Bogotá,
Ministerio de Cultura, 2004, p. 19.

381
C OMPENDIO DE P OLÍTICAS C ULTURALES

Por ello éste es un proceso importante que la política pública debe estimular.
Se reconoce que en las otras etapas del proceso también hay niveles de apreciación; por ello se consideran
procesos de formación de públicos desde la exhibición de obras a públicos que no tienen acceso regular a
las salas, hasta la elaboración teórica sobre el cine.
La formación de públicos es un trabajo que se fortalece mediante la articulación de la academia, los
medios masivos y especializados, y las estrategias de aumento y cualificación de la oferta.
A través de las convocatorias del PAN y del Programa de Concertación, el Ministerio de Cultura ofre-
ce estímulos dirigidos a fortalecer el desarrollo de actividades que cualifiquen los distintos niveles de la
recepción-apropiación de obras audiovisuales; la gestión de la programación de obras audiovisuales de
alta calidad artística; el desarrollo de eventos académicos sobre apreciación audiovisual; el diseño, la con-
cepción y producción de publicaciones; la ejecución de seminarios, talleres o encuentros, y el desarrollo
de propuestas pedagógicas destinadas a desarrollar procesos de cualificación de personas interesadas en
acercarse al hecho audiovisual.
Se pretende, en últimas, aumentar la exhibición con fines culturales y educativos y hacer formación
para la apreciación cinematográfica, que se revierta en públicos con nuevos intereses y actitudes frente al
cine, una mayor asistencia a las salas, el mayor consumo del cine colombiano, la existencia de gestores y
realizadores audiovisuales en diversos sitios del país y un mayor apoyo de las entidades gubernamentales
locales a las iniciativas en favor de proyectos audiovisuales.
El PAN abre convocatorias en la modalidad de estímulos a procesos de formación de públicos en apre-
ciación audiovisual con las siguientes categorías: entrega de una colección de películas para proyectos de
formación de públicos, eventos académicos sobre formación en apreciación, exhibición de carácter cultural
para formación de públicos, publicaciones sobre cine y audiovisual, becas de investigación en cine y becas
de gestión de archivos y centros de documentación audiovisual.
Entre las estrategias de formación de públicos desarrolladas por el Ministerio de Cultura, particular
impacto se le atribuye a la denominada “Maleta de películas”, conformada inicialmente como una colec-
ción de 164 títulos de cine colombiano, latinoamericano, documental e infantil, que entre 2003 y 2007 fue
distribuida a más de 800 bibliotecas y centros culturales de 650 municipios del país. La segunda fase de este
proyecto se desarrolla en la actualidad en el marco del PAN y circula a partir de 2009. En esta oportunidad
la colección está integrada por títulos regionales, nacionales e internacionales y un material pedagógico
para facilitar la comprensión de sus contenidos, acompañar el desarrollo de las actividades de formación
de públicos y aportar iniciativas para los distintos modelos de programación.

Exhibición

En el país existen cuatro grandes exhibidores y 77 pequeños o medianos, entre los que se cuentan salas al-
ternas, entidades que hacen formación de públicos, muestras y festivales. Los cuatro primeros representan
el 70% de la oferta de pantallas en todo el país.
En Colombia el número de pantallas llega a 569, con un promedio de 73.973 personas por pantalla. La
infraestructura para esta exhibición está en un 70% en las grandes ciudades del país: Bogotá (41%), Me-
dellín (12%), Cali (10%) y Barranquilla (7%). El 5% de los municipios del país (51) cuenta con al menos
una sala de cine, lo cual demuestra la necesidad de un mayor cubrimiento.
Las inversiones en infraestructura de exhibición cuentan con un incentivo según el cual

382
SEGUNDA PARTE : POLÍTICAS

[…] los productores, exhibidores y distribuidores que capitalicen o reserven las utilidades de un año fiscal
para reinversiones nuevas en las mismas actividades tienen derecho a una exención tributaria del 50% so-
bre las sumas reservadas.11

Los exhibidores del país cuentan, además, con la medida establecida en el Artículo 14 de la Ley de Ci-
ne, que ofrece un descuento del 6,5% sobre su contribución parafiscal si se acogen voluntariamente a la
reglamentación vigente sobre exhibición de cortometrajes colombianos.
La política pública sobre exhibición ha ofrecido apoyo a la exhibición alterna y a las entidades que or-
ganizan muestras y festivales. La exhibición alterna consiste en la divulgación de películas independientes
o de autor, cine arte o cine periférico que

[…] habitualmente no ocupa las principales carteleras, que es realizado bajo condiciones de producción
diferentes a las de la gran industria estadounidense, y que por tanto puede tener diferencias con relación a
los parámetros estéticos, narrativos e ideológicos del cine industrial.12

Este tipo de cine, por lo regular, recibe especial atención en salas alternas, en donde priman los propó-
sitos culturales, artísticos o educativos como criterios de exhibición.
Con el fin de lograr su fortalecimiento, desarrollo y modernización, desde hace alrededor de 10 años
se han venido adelantando estrategias de fortalecimiento de las salas alternas del país. En este momento,
esta estrategia se fundamenta en tres ejes: inventario y diagnóstico, acompañamiento y capacitación de
gestores de salas y apoyo al fortalecimiento de un circuito de exhibición alterna. El Fondo para el Desarrollo
Cinematográfico le ha dado un impulso importante a este proceso con el apoyo del proyecto de fortaleci-
miento de la Fundación Red Nacional de Salas Alternas, Red Kaymán. Esta propuesta consiste en apoyar
la gestión interna de la Red y en desarrollar estrategias de mercadeo y fidelización de públicos, procesos de
formación en torno a las artes audiovisuales y la sistematización de taquillas para contribuir al Sistema de
Información y Registro Cinematográfico, Sirec.

Clasificación de las películas

La Ley 1185 de 2008 recoge la normatividad previa que regula la clasificación de películas y establece que
este organismo asesor sea integrado por un grupo de profesionales conformado por un representante de las
asociaciones de padres de familia, un abogado especialista en derechos de los niños, un sicólogo, un experto
en cine y un representante de la academia. Cada uno de ellos, desde las distintas disciplinas profesionales y
su representatividad, aportan sus percepciones particulares para generar conceptos que sustenten la clasi-
ficación de las películas, teniendo sobre todo en cuenta el interés de los niños y jóvenes por los contenidos
cinematográficos y la representación de un país complejo y diverso.

11
Ley 397 de 1997, Artículo 46, y Ley 814 de 2003, Artículo 15.
12
Ramiro Arbeláez, “El arte de la exhibición cinematográfica”, en Dirección de Cinematografía, Manual de gestión de salas alternas de cine, op.
cit., p. 15.

383
C OMPENDIO DE P OLÍTICAS C ULTURALES

Distribución

Desde el punto de vista industrial, la dificultad de distribución del cine colombiano coincide con la dificultad
de cualquier país diferente de Estados Unidos para distribuir su cine, tanto en sus propios mercados como
en los mercados globales. Los factores que explican esta dificultad están ligados, entre otros, a la presencia
de las grandes empresas distribuidoras y a su alta capacidad de negociación con los grandes exhibidores,
así como a la mayoritaria participación en el mercado de la exhibición de las películas norteamericanas
en relación con la de las películas nacionales o las producciones de los demás países latinoamericanos,
europeos o asiáticos. Esto último está relacionado con hábitos de consumo de cine muy arraigados en los
espectadores y con barreras culturales e idiomáticas, entre otras.
El Fondo para el Desarrollo Cinematográfico apoya la participación de producciones colombianas en
algunas de las plataformas de difusión y comercialización del cine, en especial en los festivales especializados
de mayor relevancia internacional: una vez se ha terminado la producción de una película, la participación
en festivales constituye la primera apuesta para conseguir mejores resultados de distribución y comerciali-
zación, tanto en los mercados propios como eventualmente en los mercados internacionales.
Pasado el recorrido por festivales internacionales —que no siempre resulta posible, pues depende del
tipo de película—, el lanzamiento de filmes colombianos en las salas de cine del país cuenta con estímulos
del FDC que se conceden al productor para sus gastos de producción de copias y trailers, afiches y pauta en
medios impresos, radiales y audiovisuales.
En cuanto a la distribución de películas colombianas en otras ventanas, Proimágenes en Movimiento
es propietaria de un catálogo de películas que promociona la filmografía colombiana en mercados in-
ternacionales y nacionales mediante varias estrategias. Además, promueve el intercambio de tecnologías
y recursos humanos, actividades de investigación, formación y coordinación de encuentros, muestras y
festivales relacionados con el cine.
Los productores y distribuidores nacionales cuentan, además, con las líneas del Programa Ibermedia
para el alistamiento de las películas para su distribución internacional (proceso conocido como delivery) y
estímulos para la distribución de películas latinoamericanas entre los países miembros del Programa.

Derechos comerciales y derechos culturales

La circulación de contenidos cinematográficos se ha visto transformada en los últimos años por la irrup-
ción de nuevas ventanas que han surgido como alternativas a las salas de cine: televisión cerrada y abierta,
venta y alquiler de películas en DVD e Internet, entre otras. En Colombia, desde 1997 hasta la fecha las
cifras de asistentes a las salas de cine han estado en promedios que giran alrededor de 18 millones por año,
con mínimos en 2005 (16 millones) y máximos en los últimos años (aproximadamente 20 millones). Esta
tendencia se puede constatar en las cifras que presentan otros países.13
La manera como los públicos se acercan a la oferta audiovisual implica una plataforma de entidades
y agentes que facilitan el acceso a los contenidos. Ellos pueden identificarse como exhibidores con o sin

13
En ese mismo año, Estados Unidos y los 25 países de la Unión Europea vendieron 247 millones de boletas menos que en 2004: un 8,7% menos
en Estados Unidos, 11,4% menos en la Unión Europea, 21,7% menos en Brasil, 10,2% menos en Australia y 5,7% menos en Japón. Véase Pedro
Adrián Zuluaga, “Tendencias mundiales de la cinematografía”, en Universidad Externado de Colombia, Estudio prospectivo de la formación
audiovisual en Colombia al año 2019, Bogotá, Universidad Externado de Colombia, Dirección de Cinematografía, 2006, p. 77.

384
SEGUNDA PARTE : POLÍTICAS

ánimo de lucro, entidades académicas o culturales, u organizaciones dedicadas al desarrollo de muestras


y festivales, entre otros.
Una de las principales razones por las cuales se han modificado los hábitos de consumo y la asistencia
a las salas de cine es la piratería. Se estima que ésta le cuesta a la industria 5,4 billones de dólares al año en
todo el mundo.14 En Colombia el mercado pirata representa entre el 75% y el 85% de las ventas de video, lo
que equivale a 94 millones de dólares al año, aproximadamente. La piratería atenta contra los derechos de
autor, entendidos como la forma de protección jurídica de la producción de carácter artístico, y afecta a las
obras cinematográficas y demás producciones audiovisuales reproducibles por cualquier procedimiento.

El sistema de los derechos de autor relativos a la obra de cine está constituido por el conjunto de prerroga-
tivas y facultades de orden moral y patrimonial que abriga a los autores de este género de producción inte-
lectual, así como a su productor y a los artistas que intervienen en él, y se encuentra plenamente regulado
en diversos tratados internacionales que se aplican en el país.15

Parte de los recursos del FDC se destinan a emprender “acciones contra la violación de los derechos de
autor en la comercialización, distribución y exhibición de obras cinematográficas”.16 Desde 2005, con estos
aportes del FDC, y por iniciativa de los principales actores de la industria cinematográfica colombiana, se
ha desarrollado el Programa Antipiratería de Obras Cinematográficas (Praci),17 que trabaja en cuatro líneas
de acción: investigación e inteligencia, judicialización, capacitación y divulgación, y prevención.
Con la masificación de los nuevos soportes digitales, el tema de la violación de los derechos patrimo-
niales de autor se ha convertido en unos de los problemas centrales de la circulación de contenidos audio-
visuales, en especial para quienes se han dedicado históricamente a los procesos de formación de públicos
en cineclubes y salas alternas. Esta situación se agrava aún más en ciudades que no cuentan con una oferta
distinta de la que ofrecen las salas de los grandes circuitos comerciales o aquellas en las que la exhibición
informal es la única opción de acceso a la producción audiovisual.
La discusión gira en torno al derecho patrimonial de quienes se dedican a la producción, distribución y
exhibición de las películas, y los derechos culturales de las comunidades de acceder a las obras audiovisuales
a través de procesos académicos que no tienen fines de lucro. Este debate está abierto y la política pública
tiene el reto de buscar alternativas en la legislación que puedan regular en forma adecuada la exhibición
cultural en el país sin afectar la actividad de los titulares de los derechos patrimoniales de autor.

Las relaciones entre el cine y la televisión

Las televisiones públicas y privadas, colombianas y extranjeras, se han constituido en una de las principales
ventanas para el cine, tanto para el que ha tenido un buen desempeño en taquilla como para el que no lo ha
logrado. La Ley de Cine ha facultado a la Comisión Nacional de Televisión para crear una cuota de pantalla

14
Pedro Adrián Zuluaga, “Tendencias mundiales de la cinematografía”, en Universidad Externado de Colombia, Estudio prospectivo de la forma-
ción audiovisual en Colombia al año 2019, op. cit, p. 8.
15
Gonzalo Castellanos, “Los derechos de autor en la cinematografía”, en Cine en Colombia: siéntalo, entiéndalo y hágalo, Bogotá, Proimágenes
en Movimiento, 2006, p. 107.
16
Ley de Cine, Artículo 11.
17
El Praci está financiado y liderado por representantes de distribuidores, videotiendas, exhibidores, cableoperadores, organizaciones gremiales
e instancias gubernamentales relacionadas con la industria cinematográfica y del video.

385
C OMPENDIO DE P OLÍTICAS C ULTURALES

para el cine colombiano, que fue establecida en 10%. Recién empiezan a conocerse los primeros resulta-
dos de la aplicación de esta medida, que tendrá que ser continuamente analizada para alcanzar impactos
positivos en el futuro, en especial en lo que respecta a la diversificación de opciones de programación para
ampliar la presencia de documentales y cortometrajes.

Nuevas perspectivas de circulación en el entorno digital

Se visualiza la posibilidad de aprovechar las posibilidades y oportunidades que están abriendo la distribu-
ción y exhibición digitales, tanto en salas como en los diferentes soportes, mediante el fomento de redes
de distribución y exhibición que supongan una eficaz estrategia cultural y económica para la difusión del
cine nacional.

INVESTIGACIÓN

En el directorio de grupos colombianos de investigación científica y tecnológica de Colciencias18 hay 77


cuyas líneas de investigación tienen que ver de alguna forma con la producción audiovisual: los estudios
culturales, el cine colombiano, fenómenos sociales, modelos educativos, comunicación y desarrollo social,
las artes y la producción de radio y televisión, entre otros.
En las demás universidades que imparten la carrera de comunicación social, publicidad o afines, ca-
da año se producen tesis de pregrado que abarcan aspectos diversos del sector cinematográfico, como la
formulación de estrategias para el mercadeo y la distribución del cine colombiano, el video como nuevo
recurso para hacer cine en Colombia y la violencia como identidad en el cine colombiano, la producción,
la realización en sus distintas dimensiones, el análisis de la producción de películas, la posproducción y los
públicos, entre otros.
El Ministerio de Cultura ha contribuido a la financiación de algunos procesos investigativos en el campo
audiovisual por medio de las becas de investigación que se convocan anualmente a través del portafolio de
estímulos, hoy articuladas al PAN. Desde 2009 se convocan dos categorías: una para apoyar el desarrollo o
la terminación de investigaciones sobre cine y otra para apoyar la publicación de las mejores investigacio-
nes realizadas en períodos recientes.
En 2007 la Dirección de Cinematografía, el Museo Nacional y la Fundación Patrimonio Fílmico Co-
lombiano organizaron la exposición temporal “Acción: ¡cine en Colombia!” y la Cátedra Anual de Historia
Ernesto Restrepo Tirado, “Versiones, subversiones y representaciones del cine colombiano: investigaciones
recientes”. Este evento se realizó como celebración de los 110 años de la llegada del cine al país y recogió un
panorama de las investigaciones recientes más sobresalientes sobre nuestra cinematografía.

INFORMACIÓN

Con la idea de producir información suficiente, oportuna, relevante y adecuada sobre el trabajo que desa-
rrollan los distintos actores de la cadena cinematográfica nacional, la Ley de Cine estableció un mecanismo
denominado Sistema de Información y Registro Cinematográfico.

18
El Instituto Colombiano para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología Francisco José de Caldas (Colciencias) es un establecimiento público
que trabaja para crear condiciones favorables para la generación de conocimiento científico y tecnológico nacionales.

386
SEGUNDA PARTE : POLÍTICAS

En 2004 se elaboró un diagnóstico de las necesidades de dicho sistema, y en 2005 el FDC financió su
montaje y puesta en marcha, de suerte que se pudiera centralizar la información de agentes, sectores y ac-
tividades que hacen parte de la industria cinematográfica, y también hacer el seguimiento y control de la
cuota y la ejecución de los recursos del FDC. La meta a corto plazo es presentar una base de datos de agen-
tes del sector y vincular el Sirec con el Sinic, con el fin de que cualquier usuario tenga acceso al directorio
básico de agentes.
La Dirección de Cinematografía ha publicado cartillas de información para analizar aspectos como el
impacto del sector cinematográfico sobre la economía colombiana, difundir las herramientas de la Ley de
Cine, explicar la legislación sobre derechos de autor y difundir textos básicos sobre formación de públicos y
formación de realizadores. La información también circula mediante el envío del boletín semanal Claqueta,
que llega por correo electrónico a más de 10.000 suscriptores, y la página web del Ministerio de Cultura,
que periódicamente es actualizada.

PRESERVACIÓN

La política de salvaguardia del patrimonio audiovisual colombiano se desarrolla, entre otros, y funda-
mentalmente, a través del Programa Fortalecimiento del Patrimonio Audiovisual Colombiano. Desde la
promulgación de la Ley de Cine, en 2003, el CNACC ha decidido financiar con recursos del FDC este Pro-
grama, que es liderado por la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano, entidad que desde 1986 se ha
encargado de preservar, conservar, verificar técnicamente, catalogar, restaurar, duplicar y divulgar nuestro
patrimonio de imágenes en movimiento. La Fundación es depositaria de aproximadamente el 70% del
patrimonio audiovisual colombiano.
El Programa comprende dos líneas de acción: la primera articula las acciones de salvaguardia, difusión
y apropiación social de los acervos almacenados y conservados por la Fundación que proceden de todos los
rincones del país, y la segunda, la puesta en marcha, en conjunto con el Ministerio de Cultura, del Sistema
de Información del Patrimonio Audiovisual Colombiano (SIPAC). Esta estrategia apunta a la cohesión de
esfuerzos de diferentes instancias estatales y privadas para desarrollar la corresponsabilidad de las regiones
y a avanzar en la agenda de conectividad del sector cultural.
Los objetivos del SIPAC son:

• Fomentar la preservación y conservación de los acervos audiovisuales en Colombia.


• Propiciar la organización y la comunicación del sector en el área de archivos y centros de documen-
tación audiovisuales, con el fin de articular las políticas, programas y proyectos de las instituciones y
personas que cuenten con colecciones audiovisuales.
• Propiciar el acceso de los ciudadanos a la información ordenada y unificada sobre las producciones
audiovisuales colombianas y de los materiales complementarios.
• Producir un inventario audiovisual nacional.
• Contribuir a la formación de ciudadanos e instituciones que valoren la conservación y circulación de
la memoria audiovisual.
• Propiciar la unificación de criterios para efectuar el ordenamiento de los archivos audiovisuales en el
ámbito nacional.

387
C OMPENDIO DE P OLÍTICAS C ULTURALES

• Fomentar la circulación de la información sobre los acervos y colecciones para aumentar la capacidad
de autogestión en la obtención de recursos para la conservación del patrimonio audiovisual, mediante
la comercialización de imágenes para nuevas producciones.
• Fomentar una cultura de conocimiento y respeto de los derechos de autor.
• Gestionar la reglamentación de la Ley de Archivos (594/2000) en materia audiovisual.

En el marco del fortalecimiento audiovisual colombiano, los proyectos se desarrollan en cada una de
las líneas prioritarias de conservación de esta frágil memoria.
La Dirección de Cinematografía y la Fundación Patrimonio Fílmico participan en el Programa Na-
cional del Inventario del Patrimonio Mueble que desarrolla la Dirección de Patrimonio del Ministerio de
Cultura.
A través del PAN se convocan las becas de gestión de archivos y centros de documentación audiovisual
con el fin de apoyar el desarrollo de proyectos de inventario, verificación técnica, catalogación, sistema-
tización de la información, restauración, duplicación, digitalización de una obra o colección audiovisual
colombiana o de material hemerográfico, bibliográfico o fotográfico relacionado con la obra o colección.

UNA MIRADA INTEGRAL

A cinco años de la promulgación de la Ley de Cine, y a diez años de la creación de la Dirección de Cine-
matografía y Proimágenes en Movimiento, hemos presentado un panorama sintético de las acciones em-
prendidas que conforman los aspectos más relevantes de la política pública cinematográfica. Entendemos
que son todavía muchos los aspectos en que se podría profundizar; sin embargo, hemos decidido presentar
este documento en proceso de elaboración para abrir una discusión acerca de sus límites, desafíos y posi-
bilidades.
Estamos ante un aumento de la producción, una diversificación de las posibilidades de circulación de
obras audiovisuales, un momento de mejor receptividad de los largometrajes colombianos por el público
que asiste a las salas de cine. También se pueden identificar algunos avances en otros campos de la política
cinematográfica. Pero claramente reconocemos la necesidad de fortalecer cada uno de los procesos o ca-
pítulos en que hemos presentado la política cinematográfica, ya que independientemente de los pasos que
hayamos dado, son todavía muchos los aspectos que deben tener transformaciones sustanciales.
Entre los principales retos que deberemos afrontar en el futuro próximo, se encuentran: la convergencia
creciente de los distintos medios y lenguajes audiovisuales; mantener y aumentar la producción cinemato-
gráfica, y al tiempo lograr una mayor calidad de nuestras obras en el aspecto técnico y, muy especialmente,
en el estético y el narrativo; apoyar más los procesos regionales relacionados con la realización y apreciación
de películas, y continuar con la tarea de salvaguardar nuestro patrimonio audiovisual.
Creemos que el cine y el audiovisual pueden aportar a la construcción de ciudadanía a través de la
práctica cultural y contribuir al desarrollo y diálogo de las comunidades. El cine colombiano ha narrado
las historias de este país diverso, sus conflictos y sus carencias, sus paisajes y sus personajes anónimos; pe-
ro aún faltan lugares, épocas y situaciones que contar, visiones que abordar, lenguajes que explorar. Son
múltiples los retos de la política cinematográfica: estimular la producción, circulación y apreciación de las
obras audiovisuales; fortalecer su industria; generar, a través del arte y la cultura, ciudadanos más críticos
y más creativos… Abrimos el debate para identificar, mediante la consulta con el sector y con la ciudadanía
en general, las prioridades de la política cinematográfica.

388
SEGUNDA PARTE : POLÍTICAS

Bibliografía
Álvarez, Carlos, ponencia presentada en el XVIII Congreso y Asamblea General del CILECT,
Oatepec, México, agosto de 1976.
——, “Los orígenes del cine en Colombia”, en Memorias de la XII Cátedra Anual de Historia
Ernesto Restrepo Tirado, “Versiones, subversiones y representaciones del cine colombiano:
investigaciones recientes”, Bogotá, Ministerio de Cultura, 2008.
Arbeláez, Ramiro, “El arte de la exhibición cinematográfica”, en Dirección de Cinematografía,
Manual de gestión de salas alternas de cine, Bogotá, Ministerio de Cultura, 2004.
Castellanos, Gonzalo, “Los derechos de autor en la cinematografía”, en Proimágenes en Mo-
vimiento, Cine en Colombia: siéntalo, entiéndalo y hágalo, Bogotá, Proimágenes en
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Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo Económico, Fedesarrollo, Ministerio
de Cultura y Proimágenes en Movimiento, Impacto del sector cinematográfico sobre la
economía colombiana: situación actual y perspectivas, Bogotá, Fedesarrollo, Ministerio
de Cultura y Proimágenes en Movimiento, 2003.
Hesmondgalgh, David, The Cultural Industries, Londres, Sage Publications, 2002.
Ministerio de Cultura, Convenio Andrés Bello, Impacto económico de las industrias culturales
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Universidad Externado de Colombia, Estudio prospectivo de la formación audiovisual en Co-
lombia al año 2019, Bogotá, Universidad Externado de Colombia, Dirección de Cine-
matografía, 2006.
Zuluaga, Pedro Adrián, En acción: ¡cine en Colombia!, Bogotá, Ministerio de Cultura, 2007.
——, “Tendencias mundiales de la cinematografía”, en Universidad Externado de Colombia,
Estudio prospectivo de la formación audiovisual en Colombia al año 2019, Bogotá, Uni-
versidad Externado de Colombia, Dirección de Cinematografía, 2006.

NORMATIVIDAD

Decreto 358 de 2000.


Ley 1185 de 2008.
Ley 397 de 1997 (Ley General de Cultura).
Ley 594 de 2000 (Ley de Archivos).
Ley 814 de 2003 (Ley de Cine).
Ley 9 de 1942.

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