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FIESTA EN EL PEÑOL

Muchos son los misterios que nos presenta el viejo pueblo del
Peñol, Chihuahua, ubicado al norte por la carretera internacional 45 a
Cd. Juárez, a 54 Km. de Chihuahua. Ahí viniendo de sur a norte hay un
corte que desvía la carretera a la derecha 7 Km. al Sáuz. Y 2 Km. mas
ala colonia Nuevo Delicias y Anexas.
Tomando el borde y pegado al cerco de alambre hay un callejón
de terracería llamado bordo y de ahí el peñol chihuahua se encuentra
aproximadamente a 20 kilómetros de la antes mencionada.
Sólo unas casas quedan como testimonio del pueblo que fue, y
muchos recuerdos son parte del espíritu que en algún tiempo y fue
testigo de la vida y crecimiento de una comunidad. Son vecinos al
norte en el rancho El 45 de la familia Achaval, ganadera por abolengo.
Al sur la colonia nuevo delicias y en sus extremos: al oeste el
rancho ojo caliente de don Teofilo Borunda, y al este la laguna del
diablo, así como las aguas que pasan temporalmente por el arrollo del
álamo que desemboca en el norte en ojo de laguna aproximadamente
110 Km. de ahí.
Dicen los viejos, algunos del siglo XIX, otros del XX. Que en sus
quehaceres antiguos, cuando aun ni siquiera se soñaba con
pavimentar las rutas viejas; como la antigua ruta Oñate. Conocida por
muchos pero ignorada por la historia y más por la población.
Antiguamente en el peregrinar la familia Barriga Chacón y
Borunda Durán residentes de San Antonio de los Chacones,
Babonollaba y Nonoava, emigraron a principios de siglo XIX para
buscar nuevos horizontes. Siguiendo las rutas de nuevas vinatas, ya
que buscaban la materia prima, que es el sereque, planta parecida al
maguey para poder elaborar el sotol.
También huyendo de Francisco Villa y de la revolución, éstas
familias fueron perseguidas y colgadas, algunos por Francisco Villa,
así mismo Don Luis Barriga Chacón ya parado al frente en el paredón,
en el rancho “el charco”, el general don Martín López salvo la vida de
don Luís en el último momento suspendiendo la ejecución.
No así la de don Anastasio Barriga Chacón que fue colgado en
un encino grande.
Duro el peregrinar, recorrieron varias sierras y vinatas por el
estado de Chihuahua, que cambiaban conforme se agotaba el
sereque.
Poco a poco se fueron acercando a lo que fuera su querencia
por muchos años, hasta que se acentuaron ahí, en el Peñol
Chihuahua, alrededor de 1918 tiempos que dicen los viejos fue muy
llovedor y hubo muchas vacas paridas.
Posteriormente se trasladaron a la colonia Nuevo Delicias y
Anexas donde siempre ha sido un vergel para el chile, tomate,
calabacitas, manzana, durazno y el ganado de sabana y praderas.
Dicen los antiguos al hablar de las vinatas, que Mamachita,
mama de doña Alejandra (mi bisabuela y mi abuela), persona en
aquellos años de más de 80 años, todos los días se levantaba a las
5:00 a.m. y lo primero que hacia era tomarse 2 cuernitos de sotol
recién salido del alambique.
Ahí fue donde se dio origen a la fiesta de los vinateros donde se
bailaba y se tomaba el sotol, al son del violín de bango y hasta en
algunas ocasiones del arpa.
Don Cruz Lara y Calio Lara, antiguos trabajadores de don Luis
Barriga, ya todos fallecidos, que la fiesta era para comer, beber y
bailar hasta por 3 días, en donde se festeja el gusto al sotol y donde
todos convivían como cualquier familia que se reúne a divertirse.
Tiempo después la familia Barriga Borunda y hablando de don
Luis, hombre corto de estatura, bien parecido de buen vestir, sin
vicios de tomar o fumar y de buen montar a caballo, hecho y creado
como todos sus hijos y mas aun hay infinidad de historias que
pudiéramos contar de sus casorios y amoríos, de ese tiempo, como
Mamachita (doña Tomasita) su suegra contaba que Luis era tan buen
carbón que con poco lumbre prendía.
Una de ellas nos cuenta que un día arreando el ganado por la
laguna del diablo, corría don Luís por un becerro que se le metió en
un mezquital y al no poder sacar el becerro se arrimo a pie y cual fue
su sorpresa que al acercarse y correr al becerro encuentra abajo de
los mezquites una cruz de oro.
Ésta la recoge y, se regresa al rancho en su casa en el peñol
cuando le avisa a Alejandra que había encontrado esa cruz en la
laguna del diablo. Alegre recibió la buena nueva doña Alejandra y
pronto la puso en su altar.
Así pasaron los días y la cruz desapareció del altar
misteriosamente. Sorprendida la familia buscaban afanosos donde
había quedado la cruz ¿alguien la tomo?, ¿Que había pasado? la duda
tomo fuerza en la familia, pero don Luís y doña Alejandra, se
resignaron a que la cruz se había perdido.
Al transcurrir el tiempo, en el mes de abril cuando de nuevo al
andar arreando ganado con los vaqueros, y reuniendo la remuda
(caballos) don Luis y los vaqueros se sorprendieron que algo brillaba,
abajo en unos mezquites y al arrimarse sorprendidos volvieron a
encontrar la cruz de oro.
Gratamente sorprendidos regresan al rancho y dan la buena
nueva a doña Alejandra que de inmediato se arrodillan y prometen
que se venerara en la familia la santa cruz por siempre.
Posteriormente se avisa a la comunidad y empiezan los
preparativos para la fiesta, el novenario, la comida, el tesgüino, los
turcos, cuetes y cadenas, bueno en fin todo lo que había que hacer y
preparar para una gran fiesta, la de la fiesta de la “santa cruz”.
Sobre todo algo que ha sido característico del rancho, las
luminarias que son huacales de leña y que adentro se les pone un
bote con aceite y se enciende para iluminar el camino de la santa
cruz.
Lista la casa y el patio la cruz se subirá al cerro para rezar,
rezos que son característicos del rancho, algo para orar e intimar el
campo con el hombre y lo místico de esta santa cruz.
Posteriormente se bajaba poco a poco entre rezo y rezo para
dar paso a la llegada de la cruz a la casa de don Luís, al llegar se le
pide permiso y a su mujer, doña Alejandra.
Le entregarán la cruz a don Luis, y el que la cargaba dirá: don
Luis venimos a pedirle permiso para iniciar el baile si usted lo
autoriza, don Luis contesta: el permiso ha sido concedido.
El bastonero saldrá y dirá: el permiso a sido concedido, pueden
ustedes empezar, el que este listo que agarre su pareja y el que no
favor de desalojar. Empieza la tanda y el baile, se encienden los
cuetes y luces de bengala el tesgüino se despunta y se abren las
barricas de sotol.
Los que hambre tienen comen en las mesas de la cocina carne
fresca, menudo, turcos y tortillas de harina.
Bueno todo es gusto y algarabía, los músicos amenizaban
tocando lanceros, cuadrillas y sobre todo no puede faltar la segunda
de rosales, pieza tradicional de Chihuahua bautizada así por don
Benito Juárez, estando Él en Rosales, Chihuahua. Ya después en un
baile de pueblo Juárez pidió que le tocaran la 2ª pieza que se toco en
Rosales y que su nombre original es “la escobita”; por ultimo se toca
“los panaderos” que siempre se utilizaba para el cierre de un tanda y
los hombres sabían que había que regalar algo a las acompañantes,
pues había quienes vendían flores o empanadas, turcos o coricos,
este proceso parecía no tener fin; bailar, comer, tomar tesgüino, sotol
por cantidades industriales era común pues era una barrica de 60 lts.
de sotol y si hacia falta había algunas barricas de 220 lts. Así como
dice doña Lola Barriga, esposa de don Tomas, que se fermentaba el
tesgüino por docenas, en botes cuadrados.
Hasta que la gente se llenaba, dicen lo que vivieron estas
fiestas, que era un gusto que no se acababa, ya que duraban bailando
toda la noche hasta las 8 ó 10 de la mañana, se iban a dormir y
regresaban a seguirle hasta por 3 días.
Hoy en la actualidad la fiesta es tradicional, se vela la santa
cruz y se baila. Hay una cantidad de cruces en la familia de
descendencia, que se sigue la devoción por esta fiesta que hasta la
fecha se sigue venerando a la santa cruz.

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