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La cultura micénica

Autor: Felipe Pigna


Entre el 1600 a. C. y el 1150 a. C. se desarrolló en Grecia la cultura llamada micénica,
que obtuvo esa denominación por ser la ciudad de Micenas el primer sitio
arqueológico en el que se encontraron elementos de esta cultura. Fue la época de
la guerra de Troya y de los primeros héroes griegos.

¿Cómo era su organización social?


La clase dominante estaba compuesta por los llamados áristoi = los mejores. El
gobierno era de tipo aristocrático (gobierno de los mejores). Eran épocas violentas,
de constantes invasiones. Había una clase media de artesanos, navegantes y
comerciantes; una clase baja de campesinos, y finalmente, los esclavos.

¿Cómo era su organización política?


Gobernaba un soberano supremo llamado wánax, que habitaba en el palacio,
apoyado por un consejo de ancianos = gérontes, llamado gerousía.
Del wánax dependían los jefes locales, llamados basileús, y el lawagétas, jefe militar
supremo.

La agricultura y la ganadería
La tierra era trabajada por los esclavos y los campesinos, que cultivaban trigo y
cebada. Empezaban a hacerse famosos y muy solicitados los higos, que se usaban
también como moneda de pago. El olivo y la vid eran otros recursos importantes de
su economía. Criaban ovejas y cabras, de las que obtenían lana para sus ropas y
leche para su alimentación.

Los artesanos
Eran muy habilidosos y habían desarrollado muchos oficios y artes. Había orfebres,
que trabajaban el oro y el cobre, sastres, que fabricaban ropa nueva y arreglaban la
vieja, alfareros, que fabricaban la mayoría de los utensilios que se usaban en las
casas, panaderos, albañiles, constructores de barcos y carpinteros.

El comercio
Los arqueólogos han encontrado cerámica micénica en muchos lugares del
mediterráneo y el Oriente, lo que da una idea del gran desarrollo del comercio de los
micénicos. Las vasijas y la lana les servían para pagar los productos que ellos no
producían. Los micénicos desarrollaron mucho el comercio y por lo tanto la
navegación, fueron grandes navegantes y exploraron y ocuparon muchas ciudades
del mediterráneo procurando obtener nuevos productos y vender los suyos.
La Guerra de Troya
La ciudad de Troya, en el norte de la actual Turquía, era una fuerte competidora
comercial de Micenas y estaba ubicada en un punto clave de las rutas comerciales.
Era el paso obligado hacia el Mar Negro, zona productora de trigo y compradora de
los productos micénicos. Hacia el siglo XIII a. C., esta rivalidad comercial derivó en
una cruenta guerra por el control de los mercados, que es explicada por Homero en
la Ilíada (los micénicos llamaron Ilión a Troya) por motivos amorosos. Según
Homero, Paris, el hijo del rey de Troya, raptó a Helena, la mujer más bella del mundo,
esposa de Menelao, por quien éste había obtenido el reino de Esparta. Esto
desencadenó la guerra entre griegos —comandados por Agamenón, hermano de
Menelao y rey de Micenas— y troyanos. La guerra duró diez años y tuvo episodios
fantásticos como el del caballo de Troya, un enorme animal de madera que apareció
en la ciudad como un regalo de los dioses, pero en realidad contenía en su interior
a los mejores guerreros griegos que bajaron de él y sorprendieron a los troyanos.

La religión
La religión en la época micénica era muy diferente a como la entendemos en la
actualidad. Había una relación más cercana entre dioses y hombres, no tan mediada
como en las instituciones monoteístas. El rey rendía culto al dios protector de la
ciudad. Los dioses principales habitaban en el monte Olimpo y eran descendientes
de Cronos. Zeus, es el más poderoso, sus hermanos Poseidón, dios del mar y
Hades, divinidad de las profundidades y los muertos; sus hermanas, Hestia, diosa
del hogar, Deméter, diosa de la tierra cultivada y la fertilidad y Hera, hermana y
esposa de Zeus, vela por los matrimonios. Los hijos de Zeus son numerosos: Apolo,
dios de la adivinación, la música, la medicina y la poesía, Artemisa, diosa de la
naturaleza salvaje, Afrodita, la diosa del amor, Atenea, diosa de la sabiduría, la
guerra estratégica y el tejido, Hermes, el mensajero del Olimpo, dios de los viajeros
y comerciantes, Ares, dios de la guerra violenta e irracional, Hefesto, el dios del fuego
y Dioniso, dios del vino, la reproducción y el delirio místico.

El final de Micenas
Hacia el 1150 los dorios, guerreros indoeuropeos, invadieron y saquearon las
ciudades micénicas imponiendo su cultura y desarrollando nuevas formas políticas.
La cultura micénica tenía su centro en la Argólida y se desarrollaba en las regiones limítrofes. Todas
las regiones parece que estuvieran bajo control de las diversas ciudadelas en las que se concentraba
el poder territorial. Las ciudadelas y palacios más importantes, eran Micenas, Tirinto y Midea en la
Argólida, Vafio en Laconia, Pylos en Mesenia, Yolcos en Tesalia, Orchomenós y Gla en el Lago
Copais, el Cadmeion de Tebas en Beocia y la acrópolis de Atenas en el Ática.
En torno a 1450 a.C. una catástrofe importante golpeó a los palacios cretenses. Todas las edificaciones
minoicas de Creta fueron presa de las llamas. Esto quizás fue debido a la invasión de Creta por los
micénicos, que aprovecharon las desastrosas consecuencias que sobre Creta había provocado
la explosión de la isla de Thira (actual Santorini) 150 años atrás y atacaron y destruyeron todos los
centros de poder minoico instalándose posteriormente en Knosós.
Una de las consecuencias de la conquista de Creta fue, sin duda, el incremento del desplazamiento
de artesanos cretenses al continente, lo que demuestra la gran influencia que tuvo la cultura minoica
en la posterior cultura micénica, como puede observarse en la artesanía y en la decoración a base
de frescos de los palacios.
Sabemos de la existencia de palacios micénicos en Tebas, Atenas, Micenas, Tirinto y Pylos; pero
existieron sin duda otros más.
Los palacios se construyen entre 1400 a 1300 a.C., cuando se elevan también los primeros muros
ciclópeos de las acrópolis de Micenas, Tirinto y Gla.
Sin duda, el mayor de los palacios de la Grecia micénica fue la Acrópolis de Micenas; le siguen Tirinto,
Pylos y Tebas. Midea, Orchomenós, Gla, Yolco y Atenas eran también notables centros micénicos y
había también otras acrópolis menores.
Los rasgos característicos de la Grecia micénica en su apogeo son los de una población numerosa,
con élites muy ricas, que se dedicaba a la producción agrícola (cereales y olivos) y a la cría de ovinos,
con una organización económica basada en el almacenamiento de excedentes, su redistribución y
su exportación. La sociedad estaba totalmente centralizada y jerarquizada y en ella numerosas
actividades dependían del palacio gobernado por un rey, el wanax. Las relaciones entre el continente
y el conjunto del mundo mediterráneo se desarrollaron hasta extremos no conocidos hasta entonces
en suelo griego.
La Grecia micénica estaba formada por pequeños estados autónomos gobernados por príncipes
independientes ligados, tal vez, por vínculos familiares. Estos estados mantienen entre sí una débil
relación político-militar y unas costumbres, lengua y religión comunes. La mayoría de las acrópolis
están defendidas por gruesas murallas. Sin embargo, algunos importantes centros micénicos no
tuvieron fortificaciones, como Pylos, Orchomenós y Yolco.
La Grecia micénica parece haber alcanzado su cénit a finales del siglo XIV a.C. y en los albores del
siglo XIII a.C.

Hacia el 1200 a.C. casi todos los grandes centros micénicos del continente son total o parcialmente
destruidos. Estas nuevas destrucciones, a menudo acompañadas de incendios, parecen haberse
concentrado en los asentamientos palaciales o de importancia comparable. Irán seguidas o
acompañadas de numerosos abandonos.
Atenas fue la única que se salvó del desastre que acabó con el resto de los palacios micénicos.

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