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EL HOMBRE Y SU AMBIENTE

1. RECURSOS NATURALES
Se considera recurso natural cualquier elemento de la naturaleza que el hombre
puede utilizar para su propio beneficio. Esto significa que los recursos sólo existen
cuando el hombre les asigna esa categoría. Tal es el caso del petróleo, pues aunque era
conocido desde hace miles de años, no era considerado como un recurso, ya que no tenía
utilidad.
A fines del siglo XIX, el petróleo empezó a explotarse como energético fósil; y en la segunda
mitad del siglo XX se descubrió que es la materia prima para la obtención de muchos
productos útiles; desde entonces, es un recurso muy valioso. En conclusión, el hombre
valora los recursos naturales de acuerdo con su cultura y el momento histórico en
el que vive.
Es importante definir algunos conceptos empleados con frecuencia en relación con los
recursos naturales; éstos son:

Conservación. Es el aprovechamiento de los recursos naturales de acuerdo con su


capacidad de regeneración. Puede hacerse una analogía entre los recursos y el
dinero invertido en un banco: el recurso es el capital invertido, lo que se
puede utilizar son los intereses que genera el capital, pero éste no se toca.
Así, se mantiene el recurso por largo tiempo y siempre existe la posibilidad de
usar parte de él.

Aprovechamiento sostenible (o sustentable). Los recursos naturales son heredados de


nuestros antepasados, pero debemos mantenerlos y cuidarlos, ya que
representan el patrimonio de las generaciones futuras.

Uso. Es la apropiación de algún recurso para satisfacer las necesidades humanas, sean
naturales (alimento, abrigo, salud) o culturales (papel, acero, etcétera).

Preservación. Significa mantener inalterables los recursos con el fin de continuar las
condiciones naturales. Esto se aplica a especies o ecosistemas en peligro; por
ejemplo, la selva amazónica tiene un alto valor natural y cultural para la humanidad, por lo
que algunas de sus partes deben ser preservadas para las generaciones futuras.

Clasificación de los recursos naturales

De acuerdo con la definición inicial, cualquier elemento de la naturaleza es o puede llegar a


constituir un recurso. En el primer caso se habla de recursos reales, como el agua, el
suelo, la fauna, etc.; y en el segundo, de recursos potenciales; tal es el caso de la
energía eólica (del viento) o de la energía mareomotriz (de las mareas) con que cuenta
Argentina y que no han sido utilizados a plenitud.
La diversidad de recursos ha dificultado su clasificación. En este caso utilizamos una de las
clasificaciones más sencillas, la del científico ruso I. Guerasimov, quien utiliza como criterio
la permanencia de los recursos y su capacidad de autorregenerarse. Guerasimov considera
tres grandes grupos de recursos:
  Inagotables. Son aquellos que nunca se acaban, como la energía, el agua y el clima.

Renovables. Son los recursos capaces de autorregenerarse; por ejemplo:  la vegetación,
el suelo y la fauna. Son los que interesan en particular a la biología.


No renovables. Son los recursos que existen en cantidad limitada y no se regeneran, tal
es el caso de los minerales y los combustibles fósiles.
En relación con los recursos renovables debe señalarse que si se utiliza con mayor rapidez
que la de su capacidad de regeneración, se vuelven no renovables.

Relaciones entre ecología y recursos naturales


Los recursos naturales constituyen la base material para el desarrollo de las sociedades
humanas, ya que representan la materia prima indispensable para la producción agrícola e
industrial.
Sin embargo, en muchos países en vías de desarrollo, como Argentina, el aprovechamiento
de la naturaleza no es el adecuado. Esto se debe al desconocimiento de los procesos
ecológicos en los que participan los recursos naturales, los cuales están sujetos a los
principios que gobiernan la Naturaleza.

El resultado se manifiesta en la erosión y pérdida del suelo, alteración del ciclo hidrológico,
empobrecimiento de las poblaciones animales y vegetales. La carencia de un verdadero
control de las políticas que regulan el manejo y apropiación de los recursos naturales,
respetando los principios ecológicos, ha provocado que el proceso de modernización se haya
convertido en un mecanismo aceleradamente destructivo de la naturaleza, como lo
ejemplifican la deforestación irracional de la Selva Lacandona y los bosques, alguna vez muy
densos, de los Estados de Michoacán y México, entre otros.

GUIÁ TEORICA Nº1

1. Definir el término recursos naturales.


2. ¿Por qué, son importantes los recursos naturales?
3. Realiza un recorrido detallando la manera en la que el hombre valora los recursos
naturales de acuerdo con su cultura y el momento histórico.
4. Define el término sostenible o sustentable.
5. ¿A que se refiere el termino conservación ?
6. ¿Qué, significa preservar el ecosistema?
7. Diferencia los términos renovables,no renovables e inagotables.
8. Nombra las consecuencias del desconocimiento de los procesos ecológicos en los que
participan los recursos naturales.
2. EFECTO DE LAS ACTIVIDADES HUMANAS EN EL MEDIO AMBIENTE
Se le llama contaminación a la presencia en el ambiente de uno o más elementos que dañen
la salud, el bienestar humano y los ecosistemas, o que degraden la calidad de cualquier
elemento del medio, sea biótico o abiótico. Contaminante es cualquier sustancia que al ad
Existen dos tipos de contaminación: la natural y la antrópica.
La contaminación natural es producto de mecanismos y fenómenos naturales; es reciclable y
permite el restablecimiento del equilibrio ecológico. Por ejemplo: emisiones volcánicas,
cenizas de incendios forestales y polvos de tolvaneras.

La contaminación antrópica es producto de la actividad humana y puede provocar daños


irreversibles en los ecosistemas.
Fuentes emisoras de contaminantes antrópicos
Cualquier actividad humana libera residuos que pueden ser contaminantes. Las actividades
humanas generadoras de contaminantes se han clasificado en: domésticas, industriales, y
agrícolas, cada una de ellas con una cantidad y calidad de contaminantes diferente.
icionarse al aire, agua o suelo, altera sus características naturales
Actividades domésticas
Las actividades domésticas son emisoras de contaminantes, pues el uso de detergentes y
productos químicos altera la calidad del agua de desecho de los hogares, y el uso de
combustibles (gas, petróleo o leña) para cocinar arroja contaminantes al aire, pero el
contaminante de mayor importancia de origen doméstico es la basura.

La solución al problema de emisión de contaminantes por actividades domésticas es muy


compleja y requiere la elaboración de programas de clasificación de desechos sólidos, para
separar los biodegradables de los reutilizables y los desechables. Asimismo, eliminar hasta
donde sea posible el uso de detergentes y materiales de limpieza o insecticidas no
biodegradables, y racionalizar el uso de energéticos. Se empiezan a instalar modelos de
casas ecológicas en el ámbito experimental, que funcionan con energía solar y representan
ecosistemas antrópicos más o menos equilibrados.

Actividades industriales
El rápido desarrollo industrial ha ocasionado profundos desequilibrios ambientales. Los
desechos industriales degradan la calidad del aire, suelo y agua, produciendo alteraciones en
los ecosistemas que afectan la salud humana, la flora, la fauna y los bienes tanto públicos
como privados.

Existen dos tipos de fuentes de contaminación que provienen de la actividad industrial: las
fuentes fijas, que están representadas por los emplazamientos industriales, y las fuentes
móviles, capaces de desplazarse de un lugar a otro.


Fuentes fijas. Actúan sobre todas las áreas de la biosfera y producen emisiones de
humos, polvos, gases, ruido y radiaciones, así como descargas de aguasresiduales o
desechos sólidos que afectan por igual el aire, los cuerpos de agua o el suelo.
Se han establecido programas de reubicación industrial como medidas de control, que sólo
han trasladado el problema a otro sitio. Asimismo, se han elaborado censos industriales,
mediciones de niveles de contaminación y se ha exigido a los industriales cumplir con las
normas mínimas de control de emisiones, como pueden ser la instalación de filtros o de
plantas
 de tratamiento de aguas residuales.


Fuentes móviles. Los autotransportes son los causantes del mayor porcentaje de
contaminación atmosférica en las áreas urbanas de todo el mundo, y también producen
altos niveles de contaminación sonora. Los contaminantes emitidos por motores de
gasolina son principalmente monóxido de carbono e hidrocarburos.

Actividades agrícolas
Mucho tiempo antes de conocer los procesos químicos de la fertilización, el hombre abonó
sus terrenos de cultivo con estiércol, paja o peces muertos. Sin embargo, por razones
económicas, estos abonos no se purifican y contienen pequeñas proporciones de metales y
metaloides tóxicos que se acumulan en el suelo.
Los insecticidas o plaguicidas, de uso frecuente en la agricultura, representan otro problema
severo de contaminación, ya que su degradación por medios naturales es muy lenta;
algunos insecticidas como el DDT o el ALDRIN pueden permanecer en el suelo hasta por 15
años. La acumulación de estas sustancias causa cambios en la biota del suelo, lo cual
produce cultivos con valores nutritivos disminuidos y deficiencias en el desarrollo de las
plantas.
Parte de los insecticidas se infiltra y contamina los depósitos de agua subterránea, por lo
cual es frecuente encontrar manantiales que contienen DDT. Estas sustancias también
pueden llegar a los escurrimientos que alimentan los ríos y así desembocar en el mar, y
también se han encontrado peces y aves acuáticas con rastros de DDT en su organismo.
Los insecticidas llegan al humano por medio de los vegetales, mariscos o peces
contaminados, y pueden provocar intoxicaciones, a veces mortales.
La manera más adecuada de evitar los problemas ocasionados por el uso de plaguicidas en
las labores agrícolas es el empleo de métodos naturales, como pueden ser el control
biológico de plagas, el empleo de semillas resistentes a infecciones, la rotación de cultivos y
respetar las épocas de arado y siembra.

Los desechos sólidos


El hombre siempre ha generado desechos; unos son producto natural de su fisiología y otros
resultan de sus actividades socioeconómicas. Cuando estos últimos en su mayoría son de
naturaleza sólida, reciben el nombre de desechos sólidos (o también, basura), y se clasifican
de la manera siguiente:


Biodegradables. Aquellos que al ser descompuestos por la acción de organismos
pueden reincorporarse en un ciclo biogeoquímico;
 ejemplo de ellos son los restos de
 comida, aceites, huesos, papel y madera.


No degradables. Los que al no ser descompuestos permanecen en el medio
ocasionando, de manera directa o indirecta, alteraciones en él; algunos ejemplos
 son
el vidrio, latas, botellas, y la mayoría de materiales plásticos o metálicos.

Los desechos sólidos provienen de las actividades domésticas, agrícolas o industriales, y


pueden contaminar el agua, el aire o el suelo.
Las naciones industrializadas han multiplicado por cuatro su producción de desechos sólidos
en los últimos 50 años. En México, a fines de la década de 1980 ya se producían diariamente
50000 toneladas de basura, lo que arroja un promedio aproximado de 650 gramos por
habitante, por día. En el Distrito Federal se producen 11 000 toneladas diarias (más o
menos 1 kg por habitante); de las cuales 65% corresponde a desechos de las actividades
domésticas y el resto son productos industriales.
Los desechos sólidos son recolectados en vehículos apropiados (no siempre disponibles,
sobre todo en ciudades pequeñas) y transportadas a depósitos especiales, casi siempre en
los alrededores de la ciudad, y que por lo común se encuentran a cielo abierto. Estos
depósitos representan enormes focos de contaminación del terreno, pues éste queda
cubierto por los residuos y se impregna de sustancias tóxicas, dando como resultado la
alteración de la microflora y las propiedades físicas del suelo.
Los tiraderos también contaminan el agua, ya que las lluvias atraviesan lentamente los
depósitos y arrastran bacterias, microorganismos patógenos y sustancias tóxicas que se
filtran al subsuelo y llegan a los depósitos de agua subterráneos.
La producción de gases inflamables en la basura origina incendios espontáneos; los cuales
producen humos que, unidos al polvo que arrastra el viento, provocan contaminación del
aire.
Para resolver el problema de la basura, en algunas ciudades del país se están empleando los
rellenos sanitarios, pero aún son insuficientes. Éstos se combinan con sistemas de
incineración y, a muy pequeña escala, de industrialización de la basura.

Un método que podría ayudar a disminuir este tipo de contaminación es la separación de los
residuos en biodegradables y no degradables.
Los residuos biodegradables pueden someterse a un proceso de fermentación bacteriana,
cuyo producto final es un material semejante al lodo, el cual recibe el nombre de composta.
Este producto es un fertilizante natural de gran valor para la agricultura. Al mismo tiempo se
obtiene biogás, que puede utilizarse como combustible. La producción de composta puede
ser industrial o doméstica. Por desgracia, sólo existe una planta productora de este material
en México.

Los residuos no degradables pueden clasificarse de acuerdo con la naturaleza de sus


componentes y reciclarse para producir nuevos bienes consumibles.

Contaminación del agua


Se entiende por contaminación del agua la adición de materiales extraños que deterioran la
calidad de ésta. Existen tres tipos de contaminantes del agua: agentes biológicos, químicos
o físicos.
La contaminación biológica resulta de arrojar a las aguas continentales variedad de
sustancias fermentables de diverso origen, como pueden ser las aguas negras de las
ciudades o de las industrias.
La contaminación química resulta de agregar compuestos, como nitratos, fosfatos, minerales
o residuos de las actividades industriales. Entre otros contaminantes químicos se encuentran
los detergentes, fertilizantes y derivados del petróleo.
La contaminación física del agua es ocasionada al agregarle agentes que alteran sus
características físicas; por ejemplo, los residuos metalúrgicos que la calientan y dificultan la
difusión del oxígeno; igual efecto causan las hidroeléctricas.
En Argentina existen diversas formas de tratamiento de aguas negras que permiten su
reutilización. El agua usada en las actividades domésticas es reciclada, depurada y
reutilizada posteriormente en sanitarios o riego de jardines.
Contaminación del suelo
Los suelos constituyen para el humano el sustrato de la vida sobre la Tierra, ya que de ellos
obtenemos en forma directa o indirecta la mayoría de nuestros alimentos; sin embargo, son
objeto de grave deterioro debido a diversos contaminantes, entre los que pueden
mencionarse:
La basura. Ésta se deposita sobre el suelo de manera indiscriminada y altera las
propiedades físicas y químicas del mismo, además de destruir la cubierta vegetal natural y
ocupar lugares que se requieren para actividades más productivas para la vida.
Los fertilizantes. Al agregarse al suelo de manera anárquica, sin tomar en cuenta los
verdaderos requerimientos de dichas sustancias, los excedentes se infiltran y llegan hasta
los mantos acuíferos subterráneos, contaminando los manantiales que alimentan los ríos.
Los plaguicidas. Son sustancias químicas no biodegradables que envenenan no sólo a las
plagas, sino a toda la fauna edáfica y a las aves que se alimentan de ella y que pueden
llegar a dañar al humano.
Los herbicidas. Se usan para el control de malezas o el exterminio de plantíos no
deseables como amapola y marihuana. Son compuestos químicos de elevada toxicidad,
permanecen en el suelo durante muchos años y al contaminar el agua o ser absorbidos por
plantas comestibles pueden ser muy peligrosos para el ser humano.
Los detergentes. Estos productos contaminan los suelos irrigados con aguas negras, matando la
microfauna y la microflora del suelo o induciendo su proliferación, con lo que disminuye el oxígeno
edáfico y se produce putrefacción masiva que deteriora los suelos agrícolas.
Algunas industrias contaminan directamente el suelo; por ejemplo: las tabiqueras, que utilizan grandes
cantidades de tierra apta para labores agrícolas, además de alterar con sus desechos el espacio
circundante.
Los residuos de actividades mineras o jales vuelven estériles extensas zonas, como ocurre en las
inmediaciones de Pachuca y Zacatecas.

Contaminación atmosférica
La contaminación atmosférica se debe a la modificación cuantitativa de los componentes de dicha
capa: el aumento de alguno de sus elementos (bióxido de carbono, ozono o peróxido de nitrógeno); la
adición de compuestos extraños (partículas radiactivas, plomo, azufre o sustancias volátiles); o la
combinación de ambos.
El contaminante que más abunda es el monóxido de carbono (CO), el cual proviene del vulcanismo,
fermentaciones anaerobias, incendios forestales o combustión de motores de gasolina. El dióxido de
carbono (CO2) es un componente normal de la atmósfera, pero su proporción ha aumentado de
manera alarmante debido al enorme consumo de energéticos fósiles.
La acumulación de gases, al combinarse con las nieblas del periodo invernal, produce el llamado
esmog, que constituye un serio problema para las grandes ciudades modernas.
Otros contaminantes atmosféricos son los muy tóxicos óxidos de nitrógeno (NO y NO 2) y de azufre
(S02 y S03).

En el Distrito Federal, la composición del esmog varía en cada zona: en el centro, los principales
contaminantes son el CO, C02 y N02 por la gran cantidad de automóviles que en él circulan; en el norte
y oriente predominan los humos industriales; y en el occidente hay una mezcla de todos por la acción
de los vientos.
Las partículas sólidas también contaminan la atmósfera. Sus fuentes naturales son los volcanes activos
y la ausencia de vegetación en el suelo.
Las partículas sólidas de origen antrópico se deben a la actividad minera, la quema de combustibles
fósiles y las industrias petroquímicas, de asbesto, cemento y metalúrgicas.
Para reducir la contaminación que proviene de las fuentes naturales, se realizan campañas para la
reforestación y la prevención de incendios forestales.
Con el fin de abatir la contaminación por fuentes fijas, se han establecido normas que las industrias
deben seguir para disminuir sus emisiones.
Asimismo, para atenuar la contaminación por fuentes móviles en el Distrito Federal y su área
conurbana, se ha establecido el programa obligatorio de revisión semestral de automóviles y la
disposición para los modelos antiguos de no circular un día de la semana.
Pese a todas las medidas arriba mencionadas, el problema no se ha resuelto y aún queda mucho por
hacer.

El cambio global
Consiste en la alteración del ecosistema de nuestro planeta a gran escala y en un periodo corto.
Es un fenómeno complejo, producto de la expansión social y tecnológica a gran escala. Sus
consecuencias son muy variadas, como la destrucción de la capa de ozono y el efecto de invernadero,
lo que ha ocasionado cambios climáticos mundialmente.

Destrucción de la capa de ozono


La capa de ozono constituye el escudo estratosférico que nos protege de la radiación ultravioleta, pues
actúa como filtro de esta radiación. Su destrucción es producida por la acumulación de gases que
reaccionan con las moléculas de ozono disociándolas y produciendo ventanas en la capa de ozono, por
donde penetran los rayos ultravioleta, que pueden ocasionar cáncer en la piel y destrucción del
fitoplancton de mares y océanos. Entre estos compuestos están los clorofluorocarbonos, el tetracloruro
de carbono, los halones, y el metilcloroformo. Los clorofluorocarbonos (CFC), liberados por los
aerosoles utilizados en cosméticos, perfumería, refrigeración y solventes industriales, son considerados
los productos químicos más destructivos para la capa de ozono.
Los clorofluorocarbonos que se vierten a la atmósfera ascienden con lentitud y necesitan varios años
para llegar a la estratosfera. Por tal razón se desconoce la proporción exacta de su existencia en la
estratosfera, pero se sabe que se producen 80000 toneladas anuales de CFC, cuyo efecto, a largo
plazo, puede ser letal.

El efecto de invernadero
Los cambios climáticos son una de las manifestaciones más destacadas en el planeta, cuyas causas son
las alteraciones en la composición química de la atmósfera; sus consecuencias se amplifican por las
interacciones entre el clima, la biota y el ciclo hidrológico, lo cual desencadena el cambio global.
Los gases de invernadero son principalmente el vapor de agua, el bióxido de carbono (CO 2), el metano
(CH4) y el óxido nitroso (N2O) y los considerados indirectos por contribuir a la formación atmosférica
del ozono: monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NOx) y compuestos orgánicos volátiles no-
metano (COVNM). En las últimas décadas a éstos se les
han sumado otros manufacturados por el hombre, como los clorofluorocarbonos (CFCs),
hidroclorofluorocarbonos (HCFCs), perfluorocarbonos (PFCs) e hidrofluorocarbonos (HFCs).
Los gases forman una capa que puede ser comparada con el techo de un invernadero y produce
efectos similares, incrementan la temperatura atmosférica; por lo que son llamados gases de
invernadero y causan el fenómeno conocido como efecto de invernadero. Se sabe que en la actualidad
se liberan 3 500 millones de toneladas de CO 2 por año, las cuales provienen de los incendios forestales
o de la quema de combustibles fósiles por industrias y automotores. A esto se debe agregar un millón
de toneladas anuales de metano, 500000 toneladas de óxidos de nitrógeno y los ya mencionados CFC.
Los pronósticos indican que en el caso de un calentamiento global (2 o a 7°C), el nivel del mar se
elevaría entre uno y dos metros, con graves repercusiones en los recursos pesqueros, humedad de los
suelos y equilibrio de los ecosistemas de nuestro planeta, por lo que existe gran preocupación
internacionalmente por regular y controlar las fuentes de emisión de gases de invernadero.

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