El sol ofrece la posibilidad de generar calor y electricidad de una forma barata,
respetuosa con el medio ambiente y proporcionando independencia energética. España es el país europeo que más radiación solar recibe junto a Portugal. Sin embargo, este potencial a penas se aprovecha ni por medio de la energía solar térmica de baja temperatura ni por la solar fotovoltaica, que cuentan, de momento con una mínima implantación. La expresión "No hay nada nuevo bajo el Sol" deja patente la presencia que el rastro rey lleva ejerciendo desde antaño sobre la Tierra. No es para menos. Y es que se calcula que lleva emitiendo energía a nuestro planeta desde hace más de 4.000 millones de años. Durante todo este tiempo ha dejado constancia de su importancia por ser el motor que actúa directa o indirectamente en todas las manifestaciones de vida terrestre. Desde hace unos años, cada vez está cobrando más fuerza el papel que el Sol puede tener para evitar el deterioro del medio ambiente. ¿Cómo? Aprovechando la radiación solar que deja caer sobre la Tierra como fuente energética limpia, gratuita y autónoma. De esta forma, podría sustituir total o parcial-mente a las energías tradicionales - procedentes del petróleo, el gas, o el carbón, productoras de emisiones nocivas que dañan la salud humana y el entorno- y ofrecer, a cambio, una alternativa claramente beneficiosa. Por supuesto que el potencial que ofrecen los rayos solares no es nuevo. Pero hizo falta que la crisis del petróleo de la década de los setenta pusiera en entredicho la dependencia energética de nuestro país y la necesidad de buscar nuevas soluciones para conseguir autonomía en este sector. Este punto de inflexión vino acompañado de la reivindicación de distintos grupos sociales que solicitaron un cambio en la política energética para no dañar el entorno a través de las energías renovables.
Energía solar térmica
Con acumuladores de agua, un intercambiador de calor y uno o varios colectores, se puede aprovechar la radiación solar para generar calor con la denominada energía solar térmica de baja temperatura. El colector consiste en una superficie que expuesta a la radiación solar posibilita absorber el calor y transmitirlo a un fluido. En función de la temperatura que se quiera obtener se necesitará un determinado tipo de colectores y el empleo del calor será para una función diferente. Según el IDEA, la energía solar térmica de Baja temperatura “se aprovecha fundamentalmente para calentar el agua, estando al servicio de los usuarios de edificios y viviendas, mediante la instalación de unos paneles solares”. El agua caliente se puede utilizar para consumo doméstico, uso industrial, para calefacción en la vivienda o centros mayores como colegios y hoteles. También puede servir para climatizar piscinas y permitir el baño durante todo el año. Pero el uso más aceptado de la energía solar térmica sigue siendo la generación de agua caliente sanitaria, seguido de su empleo para calefacción. Colectores de Placas En los procesos térmicos los colectores de placa plana interceptan la radiación solar en una placa de absorción por la que pasa el llamado fluido portador. Éste, en estado líquido o gaseoso, se calienta al atravesar los canales por transferencia de calor desde la placa de absorción. La energía transferida por el fluido portador, dividida entre la energía solar que incide sobre el colector y expresada en porcentaje, se llama eficiencia instantánea del colector. Los colectores de placa plana tienen, en general, una o más placas coberturas transparentes para intentar minimizar las pérdidas de calor de la placa de absorción en un esfuerzo para maximizar la eficiencia. Son capaces de calentar fluidos portadores hasta 82 °C y obtener entre el 40 y el 80% de eficiencia. Los colectores de placa plana se han usado de forma eficaz para calentar agua y para calefacción. Los sistemas típicos para casa-habitación emplean colectores fijos, montados sobre el tejado. En el hemisferio norte se orientan hacia el Sur y en el hemisferio sur hacia el Norte. El ángulo de inclinación óptimo para montar los colectores depende de la latitud. En general, para sistemas que se usan durante todo el año, como los que producen agua caliente, los colectores se inclinan (respecto al plano horizontal) un ángulo igual a los 15° de latitud y se orientan unos 20° latitud S o 20° de latitud N. Además de los colectores de placa plana, los sistemas típicos de agua caliente y calefacción están constituidos por bombas de circulación, sensores de temperatura, controladores automáticos para activar el bombeo y un dispositivo de almacenamiento. El fluido puede ser tanto el aire como un líquido (agua o agua mezclada con anticongelante), mientras que un lecho de roca o un tanque aislado sirven como medio de almacenamiento de energía.
Una terma solar funciona de una manera muy simple.
Lo primero que hay que hacer es colocar la terma en el techo, orientada de tal manera que obtenga la mayor radiación posible, generalmente la orientación ideal es hacia el sur en el hemisferio norte y hacia el norte en el hemisferio sur, es decir apuntando hacia el ecuador. También es necesario colocarlo a cierta inclinación, ya que de esta manera captara más sol, la persona que te lo instale debe de calcular esta inclinación, pero si tú quieres aprender a calcularla, puedes adquirir el siguiente curso. Dentro de la terma solar vamos a encontrar 4 elementos esenciales: la placa transparente, el serpentín por donde pasa el agua, la placa colectora y el aislante térmico. La placa transparente, puede ser o vidrio o plástico, y su función principal es la de dejar entrar los rayos del sol al colector, pero no dejarlos salir, con lo que lograremos un efecto invernadero que permite alcanzar mayores temperaturas. La placa colectora es la que recibe los rayos del sol y se calienta, el serpentín está pegado a esta placa colectora (generalmente mediante soldadura) con lo que el calor es transmitido hacia el serpentín. El serpentín tiene una entrada y una salida. Por la entrada metemos el agua fría, la cual se calentará al pasar por la parte que está pegada a la placa colectora. Una vez caliente sale del serpentín para almacenarse en el termo-tanque. Para que el agua circule por dentro de la terma solar, no se necesita de bombas ni nada por el estilo, estos dispositivos funcionan por medio de un fenómeno físico llamado termosifón, el cual nos dice que los líquidos calientes pesan menos que los fríos. Por lo que, si la entrada la ponemos en la parte de debajo de la terma, y la salida por la parte de arriba, el fenómeno de termosifón es el que hará circular el agua naturalmente. Por último, el aislante térmico es el que nos permite generar grandes temperaturas dentro de la terma, ya que sin él, el calor que entra a ella se escaparía tan rápido como entro.