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Luna Azul ISSN 1909-2474 No.

38, enero - junio 2014

EDITORIAL

Recibido el 10 de febrero de 2014 y aprobado el 20 de marzo de 2014

CONCEJOS VERDES: TRES DÉCADAS DE LUCHA AMBIENTAL


DEAL ADVICE: THREE DECADES OF ENVIRONMENTAL FIGHT

Margarita Marino de Botero, directora del Inderena en los años ochenta, creó un
esquema de participación popular municipal que se denominó “Concejos Verdes”.
La iniciativa partió de la Campaña Verde, la cual recorrió todos los municipios del
país. Marino de Botero dice:

Hicimos 800 Concejos Verdes Municipales, antes de que existieran los consejos de
planeación municipal, antes de los consejos de cultura. Nos amparamos en una la
ley de régimen municipal de 1982, que permitía la organización y la asociación
municipales.

El deterioro de los recursos naturales y la pérdida de la calidad de vida de la


población, fueron el fundamento y motor para el lanzamiento de la “Campaña
Verde”, una iniciativa de educación y participación ciudadana local, espontánea y
permanente, para defender el patrimonio público.

La Campaña Verde se inició en octubre de 1985, inspirada por el Inderena, con el


propósito de concientizar a los alcaldes y a la comunidad en general, sobre la
conveniencia de luchar y trabajar para poner fin a la devastación de los recursos y
facilitar así un gran movimiento de participación social. (Marino de Botero)

La campaña, que nació con el eslogan “Mil alcaldes siembran futuro”, en menos de
10 meses abarcó todo el país. Una mancha verde recorrió la geografía nacional,
construyó viveros municipales y los dotó de semillas de árboles nativos para
emprender la reforestación masiva en cada municipio. En esos años, uno de los
problemas más sentidos era la deforestación y la erosión y degradación de los
suelos, por la actividad humana. Y en el contexto internacional, se agitaba en la
agenda pública: la crisis de los hidrocarburos, las alarmas por el agotamiento de los
recursos, la destrucción de la biodiversidad, entre otros.

Pasamos por todos los pueblos, encaramados en cajas de cerveza, [diciendo]: sin
defender el medio ambiente, sin defender el agua, sin defender la productividad del
suelo, sin defender el aire, no hay vida. Y si no hay vida, no hay desarrollo, no hay
futuro para nosotros, no hay futuro para nuestros hijos, acompáñenos, colombianos,
en esta campaña. (Marino de Botero)

Más que una propuesta fundada en el conocimiento y la investigación científica, era


una explosión de emotividad. Y la respuesta fue un estallido de afecto y de
solidaridad de la gente, que había que canalizar de alguna manera. Y así surgió la
idea de crear un lugar en donde se pudiera pensar lo ambiental, desde el ámbito
local. Así nació el “Colegio Verde” de Villa de Leyva, un centro para la formación
ambiental, que ha formado varias generaciones y se constituye, también, en centro
de documentación y memoria del ambientalismo colombiano.

En su mayoría los Concejos Verdes estuvieron conformados por alcaldes, párrocos,


dirigentes cívicos, líderes comunales, artesanos, maestros, indígenas, obreros, es
decir, por todos los entes fundamentales de opinión. Se movilizaron amplias masas
populares y se comenzaron a conocer los instrumentos legales, administrativos y
técnicos, que sirven para la gestión del medio ambiente y los recursos naturales,

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antes de que hicieran parte de la Constitución Política de Colombia. Eran tiempos en


que los parques naturales más emblemáticos del país: Isla de Salamanca, Tayrona,
Macarena y Gorgona, y humedales como la laguna de Sonso y la laguna de
Fúquene y la sabana de Bogotá, eran sitiados por el avance de un modelo de
desarrollo que privilegiaba el crecimiento económico sobre la preservación del
ambiente y el bienestar humano.

Esta participación masiva de la sociedad civil desde el ámbito local, que dio
comienzo a los Concejos Verdes, emerge como un auténtico cambio en las
costumbres nacionales de participar en los asuntos públicos, en especial por su
estructura, que, en palabras de sus gestores: “[…] persigue el propósito de
incentivar el debate ecológico y consolidar el poder del ciudadano frente a la
orientación de su desarrollo”. En el fondo de la iniciativa, subyace la idea de crear
poder desde la base, desde lo local, a partir del debate y la construcción colectiva,
para la defensa del patrimonio público.

La comunidad así organizada, adquiere nuevos elementos para ejercer control


efectivo en la preservación de los recursos naturales, porque entiende que de ellos
depende el desarrollo de su comunidad y su bienestar. Aunque fue una iniciativa del
Inderena, en la dirección de Margarita Marino de Botero, su estructura y
conformación plural, les garantizaba su plena autonomía en la toma de decisiones y,
en consecuencia, “se constituían en auténticos interpretes de la comunidad y
gestores del cambio”, para poder gestionar un manejo inteligente de su entorno.

Sin duda, para el momento en Colombia, cuando la descentralización político-


administrativa no existía y la Constitución Política de 1986, no contemplaba la
participación ciudadana, como un derecho fundamental, la iniciativa fue
revolucionaria.

Con nostalgia sentencia Marino de Botero:

La gente llamaba al Inderena a preguntar qué tenía que hacer. Se organizaban


comités ambientales, que luego se transformaron en Cabildos Verdes y se comenzó
a hablar de municipios verdes. En fin, pasó la vida y ahora, creo, no hay nada verde.
Lo único verde que hay es el Ejército.

La iniciativa de crear Concejos Verdes en los municipios del país, tuvo un importante
reconocimiento de la comunidad internacional y trascendió las fronteras. El
presidente de la Corte Internacional de Justicia, así se lo expresa en misiva enviada
a Margarita Marino de Botero, Gerente General del Inderena:

13 de febrero de 1986

Margarita Marino de Botero


Gerente General del Inderena
Bogotá - Colombia

Apreciada Señora:

Estoy agradecido con el Inderena por la excelente sugerencia que han hecho para
promover la protección ambiental.

[…]

©Universidad de Caldas revista.luna.azúl. 2014; 38: 08-10


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Estoy suficientemente preparado para seguir su consejo y difundir el mismo


esquema en la India […]. Soy el Presidente de la Academia para la Investigación y
Legislación del Medio Ambiente y me gustaría mucho tener una cooperación total
con el Inderena en Colombia. Le estoy escribiendo a algunos de mis amigos para
desarrollar también la idea de los Concejos Verdes en la India.

[…]

Nagendra Sigh
Presidente
Corte Internacional de Justicia
Palacio de La Paz - La Haya.

Pero ¿qué son los Concejos Verdes?

Los Concejos Verdes son cabildos municipales para la defensa y manejo del
ambiente. Ideados dentro del marco del poder ciudadano y la democracia local, se
pretende con ellos fortalecer la autonomía del municipio y la participación
comunitaria en la vida local, así como también el conocimiento y solución de los
problemas en materia ambiental.

Sus tareas se sintetizan en: realización del inventario ambiental del municipio,
participación comunitaria para garantizar la distribución equitativa del agua y su
purificación, el tratamiento y la disposición de los residuos sólidos, la denuncia del
deterioro ambiental y del paisaje, la búsqueda de soluciones efectivas y la
participación en la toma de decisiones en lo relacionado con los proyectos de
inversión públicos y privados que afecten el ecosistema local y regional.

Se vislumbra en las tareas de los Consejos Verdes muchas de las iniciativas que
hoy hacen parte de los instrumentos de participación ciudadana que contempla la
Constitución Política, relacionados con el derecho de los colombianos a tomar parte
en las decisiones que lo afectan y a disfrutar de un ambiente sano (art. 79).

Sin duda, los Concejos Verdes constituían para ese momento el principio de un
movimiento ambiental de origen popular y con características democráticas, antes
de que se comenzara a hablar de ecologismo de los pobres en otros países. De ahí
que hoy, a casi 30 años, de la creación de estos, cuando las locomotoras minero-
energética y agraria amenazan los bienes públicos y el bienestar de los
colombianos, la organización y la participación ciudadana, para crear poder desde lo
local, tal como lo insinuaban los Concejos Verdes, es un asunto que vale la pena
resaltar. Ese legado histórico ambiental es el sustrato para el fortalecimiento de un
ambientalismo popular que pueda enfrentar el avance del modelo de desarrollo
depredador que se impone en el mundo, y que amenaza no solo el bienestar de los
ciudadanos, sino también las condiciones que garanticen la vida en el planeta.

Isaías Tobasura Acuña


Profesor Universidad de Caldas
E-mail: isaias.tobasura@ucaldas.edu.co

Para citar este artículo: Tobasura, I. (2014). Concejos Verdes: tres décadas de lucha
ambiental [editorial]. Revista Luna Azul, 38, 08-10. Recuperado de
http://lunazul.ucaldas.edu.co/index.php?option=content&task=view&id=891

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