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Densidad

La densidad de una sustancia homogénea es una propiedad física que la caracteriza y está
definida como el cociente entre la masa y el volumen de la sustancia que se trate. Esta
propiedad depende de la temperatura, por lo que al medir la densidad de una sustancia se
debe considerar la temperatura a la cual se realiza la medición. En el caso de sustancias no
homogéneas lo que obtenemos al dividir la masa y el volumen es la densidad promedio.
Por otra parte, si se desea determinar con mayor precisión la densidad de una sustancia liquida
es común utilizar un picnómetro, es un instrumento sencillo cuya característica principal es
la de mantener un volumen fijo al colocar diferentes líquidos en su interior. Esto nos sirve
para comparar las densidades de entre líquidos diferentes, basta con pesar el picnómetro con
cada líquido por separado y comparando sus masas. Es usual comparar la densidad de un
líquido respecto a la densidad del agua pura a una temperatura determinada, por lo que al
dividir la masa de un líquido dentro del picnómetro respecto de la masa correspondiente de
agua, obtendremos la densidad relativa del líquido respecto a la del agua a la temperatura de
medición. El picnómetro es muy sensible a los cambios de concentración de sales en el agua,
por lo que se usa para determinar la salinidad del agua, la densidad de líquidos biológicos en
laboratorios de análisis clínicos, entre otras aplicaciones.

La densidad es una propiedad intensiva de la materia, es decir, no depende de la cantidad de


sustancia; no obstante, sí depende de la temperatura. La densidad de una sustancia se define
como el cociente de su masa por cada unidad de volumen; por lo tanto, si conocemos la masa
y el volumen de una sustancia (sólida, líquida o gaseosa), se puede determinar su densidad a
través de la expresión:

dónde: r es la densidad, m la masa y V el volumen de la sustancia considerada.

Densidad de un líquido.

Para conocer la densidad de líquidos, es necesario determinar el volumen que ocupan y su


masa. El volumen se determina con el material adecuado (probeta, pipeta, etc.) y la masa se
determina empleando una balanza adecuada.

El picnómetro es un instrumento sencillo utilizado para determinar la densidad de líquidos


con mayor precisión. Es importante mencionar que los picnómetros deben de estar
calibrados. La mayoría de ellos tienen un termómetro para el registro de la temperatura.

Los picnómetros son medidores hechos de vidrio o metal y que tienen un volumen fijo. El
picnómetro se cierra por medio de un tapón o tapa en el que hay un pequeño agujero que
permite eliminar el aire y el excedente de producto, de manera que la cantidad contenida en
el picnómetro sea constante después de terminar la operación de llenado.

La capacidad de los picnómetrosvaría, pero generalmente es de 50 o 100 ml. Se prefiere este


último valor, o más, para lograr una mayor precisión. No se recomienda el uso de
picnómetros con una capacidad menor a 25 ml.

Densidad de un Solido

Para conocer la densidad de los sólidos, inicialmente se determina la masa de una muestra;
posteriormente, a esa misma muestra, se le determina su volumen. Si se trata de un sólido
regular, como una esfera, un cubo, etc., el volumen se determina midiendo su radio, sus
aristas o sus ángulos, y empleando posteriormente las fórmulas de geometría de cuerpos
sólidos; sin embargo, si se trata de un sólido irregular, éste se sumerge generalmente en un
líquido para determinar el volumen de agua desplazado.

Densidad de un Gas.

Para conocer la densidad de los gases, es necesario determinar la presión y la temperatura a


la cual se encuentra el gas; además, es necesario conocer de qué gas se trata para saber cuál
es su masa molecular (MM); teniendo estos datos, se puede aplicar la fórmula siguiente:

dónde: r es la densidad, P es la presión a la que se encuentra el gas, MM la masa molecular


del gas, R es la constante de los gases ideales y T es la temperatura a la que se encuentra el
gas.

Principio de Arquímedes

El principio de Arquímedes es un principio físico que afirma que un cuerpo total o


parcialmente sumergido en un fluido estático, será empujado con una fuerza igual al peso del
volumen de fluido desplazado por dicho objeto. De este modo, cuando un cuerpo está
sumergido en el fluido se genera un empuje hidrostático resultante de las presiones sobre la
superficie del cuerpo, que actúa siempre hacia arriba a través del centro de gravedad del
cuerpo del fluido desplazado y de valor igual al peso del fluido desplazado. Esta fuerza se
mide en Newtons (en el SI) y su ecuación se describe como:
Empuje = Peso de fluido desplazado

La masa es una propiedad intrínseca del objeto mientras que el peso depende de dónde se
sitúe ese objeto. Por ejemplo, en la Luna la aceleración de la gravedad (gluna = 0.62 m/s2)
es menor y por lo tanto, el peso también. El peso puede medirse con la ayuda de un
dinamómetro, que es un aparato que sirve para medir fuerzas (unidad S.I Newton).

Sabemos por nuestra experiencia cotidiana que el peso de un objeto “disminuye”


al sumergirlo en agua. Lo que ocurre es que el fluido ejerce una fuerza de empuje hacia arriba
que hace que el “peso aparente” sea menor que el peso real. Por lo tanto, sobre cualquier
objeto sumergido se ejercen dos fuerzas: su peso (descendente) y el empuje del fluido
(ascendente). El peso medido tras sumergir al objeto en el fluido (peso aparente) será menor
ya que se contrarresta con el empuje

Nota: Normalmente a la fuerza de empuje se la denomina B, a partir de la palabra inglesa


buoyancy = flotabilidad).

La magnitud de la fuerza de empuje fue deducida por Arquímedes (ver anexo) y queda
expresada con el siguiente principio:

“Todo cuerpo, sumergido en un fluido (parcial o totalmente), experimenta un empuje vertical


hacia arriba igual al peso del fluido desalojado”.
En realidad, más que un principio es un teorema que puede demostrarse fácilmente a partir
de la aplicación de las leyes de Newton. Por lo tanto, y según el principio de Arquímedes, el
empuje que experimenta cualquier objeto sumergido, es igual al peso del fluido desalojado:
donde ρfluido es la densidad del fluido y Vsum es el volumen sumergido del objeto. ¡Ojo! El
volumen sumergido sólo es igual al volumen del objeto si éste está totalmente sumergido.

Este principio es de aplicación tanto para líquidos como para gases. Sin embargo, la densidad
de los gases es del orden de mil veces menor que la de los líquidos de modo que, según la
expresión (III), sólo se consiguen empujes apreciables cuando el volumen de los objetos es
considerable (por ejemplo, en los globos
aerostáticos).

Según las expresiones (I), (II) y (III), si la densidad del objeto es mayor que la del fluido, el
peso es mayor que el empuje y el objeto se hunde totalmente (aunque el peso aparente será
menor al peso real). Por el contrario, si la densidad del objeto es menor que la del fluido, el
empuje es mayor que el peso y el cuerpo flota. En este caso, el objeto se sumerge
parcialmente, en una porción de su volumen tal, que justamente contrarresta a su peso

La ecuación IV nos permite, por lo tanto, calcular cual será el volumen sumergido de un
objeto que flota sobre la superficie de un fluido. Esto es lo que ocurre, por ejemplo, en el
caso de los icebergs, donde la mayor parte de estos se encuentra sumergida. Si un objeto es
hueco, su volumen es apreciable pero su densidad promedio será baja y flotará; este es el
fundamento del funcionamiento de los barcos.

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