Facultad de Artes Diseño Arte e Ideología Camila Natib Román
La sociedad utópica de 2117
Pensar en un futuro como si fuese mañana, como si fuese en 10 años o −en una visión muy optimista− creer que podemos visualizar el futuro en 100 años, es una de las cosas que más debates ha traído a lo largo de la historia de este universo. A decir verdad, es incierto, si me hubieran preguntado esto hace 100 años diría que el mundo se hubiera ido como dicen vulgarmente: al carajo, pero sorprendentemente la visualización de este mundo a pesar de que en todo optimismo hay un pesimismo, puede tener un buen futuro, un progreso de la sociedad y consigo un cambio y sanación en la tierra. Siempre he pensado que el mal de este mundo somos los seres humanos, sin importar cuán diferentes y conscientes de su entorno puedan ser los unos de los otros. Es algo que está en la naturaleza, en la morfología, que quien sea que haya planeado el diseño de los humanos, claramente los hizo con un margen de error muy grande. Sin embargo, en la mente del colectivo siempre se ha tratado de que las sociedades puedan llegar a un “progreso”, a ser cada vez mejores, aunque claro está que la estabilidad es una meta que jamás se cumplirá, y si se cumpliera el mundo se volviera monótono y aburrido, una configuración que es totalmente opuesta a lo que somos, es decir, si el mundo se volviera estable nosotros dejaríamos de existir. Por lo tanto, el universo en 100 años no será estable, pero no por ello se tiene que pensar que será destruido. Pensemos en que las sociedades tal y como las conocemos ahora no existirán, al pasar el tiempo y con las tecnologías de la comunicación los seres humanos y su papel en la sociedad cobrarán más importancia, la transmedia hará que cada ciudadano se vuelva consciente de su entorno, y más aún después de las polémicas desatadas y problemáticas mundiales de seguridad nacional que se dieron a partir del nacimiento de las redes sociales. Los gobiernos perderán su credibilidad y ello conllevará a que cada decisión tomada pueda ser observada por la población, el control de las fuentes de información no podrá ser censurado, pero tampoco podrá estar al control de todos los seres humanos, tendrá una administración que será elegida de acuerdo con las capacidades y criterio de los postulantes, es decir, no será a favor de un voto. Después de la inclusión de la sociedad en las redes virtuales y la creación de inteligencias artificiales que desafiaron a sus propios creadores, los seres humanos decidirán acabar con este proyecto, que a fin de cuentas no es una necesidad. Con el fin del desarrollo de las inteligencias artificiales, los peligros de la seguridad informática van a disminuir considerablemente, de cierto modo se volverá a un estilo de vida que se tenía en años pasados, sí, a volver a hacer esas tareas que “facilitaban” los asistentes virtuales. El internet no desaparecerá, pero a raíz del caos y lo desastres que se produjeron al estar conectado en una red que en la que todo se puede escribir y en la que no existen distancias, se tomará un control mayor y consciencia, de esta forma se volverá a la privacidad. Por otra parte, dado el daño en los ecosistemas y el medio ambiente, los seres humanos comenzarán a sufrir con mayor frecuencia de enfermedades graves que llevarán a una mortalidad con índices mayores a los de la actualidad, pero dado el impacto social que tendrá este hecho y la crisis generada en los suelos por el daño en el ambiente, se tomarán medidas radicales que detendrán el deterioro del planeta, aunque no hará que se vuelva a regenerar. Se habrá podido explorar nuevos planetas, y con eso se tendrán recursos que ayudarán a suplir lo que se ha perdido en la tierra, y de la misma forma se habrán creado nuevas formas de producción de productos naturales, valga la redundancia, que serán apoyados por la campaña a la disminución del consumo de productos artificiales. El consumo y la manera en cómo se maneja los sistemas económicos también tendrá un cambio. En un inicio la escases inminente y la crisis en las sociedades capitalistas llevará a aumentar el precio de los productos, limitándolos solo a aquellos que puedan costearlos, pero esto también generará una crisis y una huelga que terminará por hacer que tanto la alta sociedad como la baja terminen sufriendo los mismos daños y prejuicios. No habrá dinero que pueda comprar y reparar los daños, por lo que la única alternativa será apoyarse mutuamente en la reconstrucción y paro de la destrucción del ambiente, pero esto tampoco quiere decir que se llegará a un socialismo o comunismo, etc. Cambiar el pensamiento de todo un planeta requeriría más de 100 años, más de 1000 años. En cuanto a las artes, podría decirse que aún en la peor de las crisis se mantendrían, probablemente el desarrollo de la tecnología lleve a que estas sean vistas de diferentes formas, a lo que muchos artistas se opondrían rotundamente alegando que sus artes deben guardar la esencia y ser observadas de ciertas formas. Tanto como entretenimiento o como un medio de expresión y reflexión en las sociedades, las artes cumplirán un papel fundamental en ser uno de los medios por los que la verdad sea penetrada en las mentes de los espectadores, claro está, muchas de las artes pueden ser manipuladas en beneficio de entidades con no tan buenas intenciones, pero el compromiso de los artistas será mayor en cualquier caso. Muchos dicen que el cine morirá, que las artes plásticas dejarán de ser artes y que la realidad virtual ocupará todo el espacio de entretenimiento. A mí parecer la tecnología llevará a eso que consideran “una experiencia de inmersión mayor del espectador” pero no cambiará lo que es el cine ni las otras artes, tal vez cambie el medio de visualización, se generen dispositivos que lleven las imágenes y sonidos directamente al cerebro sin tener que pasar por los ojos o los oídos, pero la forma del contenido no va a variar. En conclusión, se puede decir que es posible pensar en un futuro utópico pero que de cierta forma en algún punto pueda ser realizable, tal y como la teoría de las cuerdas en la física lo plantea, pueden existir muchas posibilidades, y descartar una sería un error, ¿cuál de todas ellas guiará el rumbo? No lo sé, pero probablemente lo más sorprendente que le pueda pasar a este mundo sea que todo mejore, y si se logra, si se puede sobrellevar el caos, al menos se tendrá la satisfacción de haber logrado que puedan coexistir las diferentes variantes del universo.