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Universidad de Antioquia

09 de Abril del 2018

Medellín

Escenario de singularidades.
John Alfonso Díaz Vásquez

Sujeto y Educación

Índice de contenido

1. Introducción
2. Antecedentes
3. El Mercado
4. La violencia
5. Conclusiones

Índice Fotográfico
1. INTRODUCCIÓN

Partiendo de la premisa desde la cual abordamos la enseñanza como un proceso


llevado desde dos posiciones, la del educado y la del educador, surge a la vez desde las
artes la necesidad de un acercamiento interdisciplinario a estos personajes no solo para
dar respuesta a algunas inquietudes estéticas por la relación entre artista y espectador,
sino para abordar a las artes desde las aulas de clase teniendo en cuenta que las
representaciones artísticas constituyen una realidad fuera del aula y su escenario parte
de un ecosistema que lleva la comunidad en su día a día.

Es así que empiezan las comparaciones entre las relaciones de educador/estudiante y


artista/espectador al denotar en palabras de (Claire Bishop, 2012)1“… el arte es dado
para ser visto por otros pero la educación no tiene imagen alguna. Los espectadores no
son estudiantes, y los estudiantes no son espectadores, a pesar de que sus respectivas
relaciones con el artista y el maestro tienen cierta superposición dinámica.”

De esta manera los límites entre el arte y la educación se empiezan a difuminar al jugar
con esta superposición dinámica, y es necesario empezar a redefinir a los participantes
en la construcción de la matriz social y de los espacios artísticos, identificando quienes
han sido o son los que través de la participación construyen estos espacios y escenarios;
ésta participación anula la idea tradicional de espectaduria y sugiere un nuevo
entendimiento de arte sin audiencias (fuera de instituciones) en el cual todos son
productores, e incluyendo ahora el tercer componente de la educación, el contexto.

Reconociendo que tanto el arte como la educación giran en torno a la noción


foucaltiana de discurso público libre (completamente evidente, honesto) o Parrhesia2, es
imprescindible analizar como este discurso público ha intentado ser voz de aquellos a
quienes las instituciones han dejado sin herramientas, y a través del aporte subjetivo de
su singularidad han hecho parte de un discurso tan poderoso que corresponde al
creador de la realidad actual y de varias expresiones culturales.

El reporte fotográfico siguiente intenta acercarse a un discurso andante que mueve a la


ciudad de Medellín en un incesante aporte participativo de cada miembro de la
comunidad que no es solo el afán por solucionar los problemas sociales sino, y en

1
Claire Bishop (1971) es una historiadora de arte, crítica, autora y profesora en el Departamento
de Historia del Arte en el CUNY Graduate Center, Nueva York desde septiembre de 2008. 1 Bishop
es editora de los libros Participation (2006) e Installation Art: A Critical History (2005) y es
colaboradora de muchas revistas de arte incluyendo Artforum y October.
2
Manera de discurso en el cual se habla abierta y sinceramente acerca de sí mismo o las propias
opiniones sin recurrir a la retórica, la manipulación o la generalización. Pero según Foucault, el
que practica la parresía (parrhesiastes) «no es sólo sincero... sino que dice también la verdad».
ocasiones al mismo tiempo, es la preocupación por el contenido cultural que se
construye o que se vive.

Desde Luis Camnitzer3 ya se había hecho un acercamiento al reconocimiento del arte en


la educación como herramienta de cambio del oprimido, a diferencia de Europa o
Estados Unidos donde ésta herramienta era casi estrictamente de estudiantes y llevó a
cambios únicamente en el contenido de la educación con la premisa de liberar la
individualidad, en América Latina se pensó como herramienta de transformación social
por ser capaz de llevar no solo educación a la población marginada sino de equiparla
con herramientas creativas nuevas capaces de hacer que los oprimidos (quienes en este
contexto económico tan marcado son una gran parte de la población) construyeran su
propia realidad.

Registro de este proceso de transformación y participación, el compilado fotográfico


busca dar a entender como estos “otros sujetos” que no caben dentro de la normativa
de las instituciones, de igual manera construyen3 la realidad y le da forma con su sola
expresión y discurso andante, con su propia subjetividad y existencia en este contexto;
pasando desde una crítica a las instituciones más tradicionales hasta los nuevos
métodos de construcción de escenarios participativos.

3
Luis Camnitzer (6 de noviembre de 1937, Lübeck, Alemania) es un pintor y artista, poeta visual,
crítico, docente y teórico uruguayo nacido en Alemania y residente en Estados Unidos desde
1964. En 2002 recibió el Premio Konex Mercosur.
2. ANTECEDENTES

Catedral Basílica Metropolitana de la Inmaculada Concepción de María

La culpable de la reconstrucción de escenarios propuestos por el estado o por la misma


comunidad será siempre la matriz cambiante que genera el intercambio y los choques
de subjetividades, las mismas que conforman las relaciones humanas; de las más
sencillas a las más aglomerantes. Sin embargo es esta matriz tan variada la que ha
determinado y al mismo tiempo reconstruido el papel del sujeto en un contexto que no
le es propuesto (más bien obligado) con motivo siempre de control institucional
(político, económico o cultural).Es el juego del sujeto para mantener un discurso ante
sus pares, en el que mantiene siempre un dialogo con sus mentores o con su contexto y
que le permite participar, transformar la realidad, aludiendo en parte al ideal schilleriano
de transformación política pero siempre encontrando obstáculos tal vez nunca
enfrentados por los franceses; Latinoamérica invierte más que autorreflexiones, parece
que desde siempre ha tenido que rasguñar hacia adentro para encontrar sus
expresiones más honestas, y a la vez más crudas, reflejo de su verdadera alma sea en
gran parte el esfuerzo por atender a sus necesidades a través de la expresión artística;
esta que pinta, cambia y embellece el espacio con cada tinte de diversidad.

Sin embargo esta matriz no siempre tuvo los tintes


que marcaron su personalidad medellinense tan
diversa, ya que estos primeros escenarios de
construcción conjunta fueron espacios sociales que
emergieron de las costumbres institucionalizadas
culturales como la iglesia y la religión, donde el
control absoluto de las subjetividades quería
subyugar la identidad del hombre material para
utilizarlo como herramienta dócil, sin embargo
hasta en una matriz social tan controlada la sola
existencia de la vida era un giño de la subjetividad
buscando suplir la necesidad obligada de la época,
la espiritualidad.

El reportaje fotográfico intenta rescatar las ironías


y contradicciones de la iglesia en contraste con las
construcciones subjetivas cada vez más marcadas

de los asistentes al rito dentro de uno de los


recintos históricos más importantes para la
construcción de la espiritualidad religiosa
Antioqueña, la Catedral Basílica Metropolitana de
la Inmaculada Concepción de María, hoy día recibe
feligreses que en el tiempo de su aparición (1931) y
bajo el mando de la Arquidiócesis de entonces
nunca hubiera dejado siquiera ingresar, dentro de
los que se ven ahora (en palabras canónicas a la
iglesia) bastardos, sodomitas, adúlteros, jugadores,
excomulgadores e intentos fallidos de suicidas
asistidos o precipitados. La maya difusa actual ha
permitido, sin embargo, el encuentro espiritual sin tener en cuenta la barrera
institucionalizada, permitiendo descentralizar en muchos casos al padre como mentor, y
valorando la producción individual de experiencias como materia prima de construcción
y aprendizaje espiritual.

“A tu animal no harás ayuntar para mixturas; tu campo no sembrarás de mixtura, y no te


pondrás vestidos con mezcla de diversas cosas.” Levítico 19 -19.
3. MERCADO

Paralela a esta construcción y separada de la espiritualidad, se dejó como resultado que


otro de los escenarios de configuración de matriz social más importante girara en torno
al trabajo y a lo material; de la mano del mismo arquitecto del templo anterior (bajo la
tutela de los mismos organismos de control de la época nuevamente) Charles Émile
Carré, encontramos una de las primeras plazas de mercado central construidas en
Medellín, el “Mercado cubierto de Guayaquil” que nace en 1894 por la necesidad
nuevamente infundida por parte del estado, de organizar el territorio y la actividad
económica y comercial material en la región.
Resultado del incendio de éste mercado en abril de 1968, nuevamente la necesidad del
orden del estado y de las empresas ya organizadas (con voz y voto) en Medellín
deciden aglomerar a los mercaderes subsecuentes regados entre las plazas existentes
en los barrios de castilla y Belén bajo la plaza inaugurada el 15 de agosto de 1984 en el
apogeo de la economía antioqueña, la misma generadora de tanto emprendimiento
individual que empezó a tejer un mercado de consumo privado tan marcado que solo
fue cuestión de tiempo para que este movimiento económico en expansión se
convirtiera en el paradigma de trabajo antioqueño y razón de ser de las enormes
recompensas materiales que conllevaba el seguirle. De una u otra manera el control por
la expansión económica ilegal (En su mayoría narcotráfico o contrabando) empezó a ser
referente de maestría en el contexto, el capo o jefe narcotraficante se ubicaron como
modelos a seguir (maestro) y los procesos de producción subjetiva marcaron una época
preocupada casi en su totalidad por la materialidad.

Sin embargo respuesta a este periodo marcado por la violencia, nace una contracultura
en el centro de Medellín que da frente a la necesidad de sobrevivir entre la guerra del
estado y de Pablo escobar o su cartel de Medellín que se precipita a finales de los 80`s.
Sin embargo, hoy en día estos escenarios propuestos por el gobierno local se han
concentrado nuevamente en el ejercicio de mantener el orden económico y
administrativo sin atender las necesidades dignificantes de la población, de manera que
sus intentos no han sido nada más que propuestas unidireccionales que no han
intentado construir escenarios conjuntos sino que solo proponen y fracasan
administración tras administración, resultado de esto surge, tras otro intento fracasado
resultante en la demolición del centro comercial “los puentes”; la toma económica y
cultural debajo del viaducto del metro de Medellín, entre la estación Prado y Parque
Berrio por parte de los comerciantes afectados e ignorados por la administración,
generando un nuevo mercado alejado del ideal del estado pero en la misma maya vial
construcción de la institucionalización del transporte, el“ Metro”.
Allí la maya cultural construye la realidad combinando de la manera más típica, la
actividad económica con un intercambio de subjetividades donde el maestro es el
vendedor informal capaz de transmitir a través de su trabajo o de su simple forma de
vivir allí una carga cultural que puede tomarse como artística en cuanto al discurso
andante (armonioso, que puede ser comparado con la cultura estética propuesta por
Schiller) y al aporte de identidad a la comunidad, que supone de manera contrastada y
debatida en muchos casos una construcción de realidad cultural aún más significante
que la Plaza Botero, centro cultural institucionalizado de la región ubicado justo al lado
de este mercado.
4. LA VIOLENCIA

En la memorial cultural de la comunidad antioqueña siempre habrá referentes que de


manera directa o sutil den idea de cómo se ha construido identidad (esa misma
identidad que hoy teje la matriz de subjetividades, la realidad misma) como resultado
de la violencia en la región. Esta violencia fluctúa en conceptos de periodos de tiempo,
de subyugados a ella (victimas), de quienes la han usado como herramienta
(instituciones estatales o al margen de la ley) y se dilata de manera más compleja en las
diversas generaciones herederas de estos discursos que transgreden los procesos de
consumo y reflexivos de la comunidad, e incluso define las condiciones de la
construcción social.
Eran finales de los años 80`s y la región se encontraba marcada profundamente por la
guerra interna que vivía el país, por un lado la violencia ya venía configurando guerrillas
desde inicios de los 50´s, sin embargo reflejo de los nuevos paradigmas económicos
locales e internacionales un grupo al margen de la ley empieza una guerra en contra de
las políticas nacionales y estatales desde una postura poco definida pero con
herramientas muy claras de acción, las armas, la droga y el narcotráfico. En medio de la
guerra con el estado, el “Cartel de Medellín” prepara el escenario de su sangrienta
disputa con toques de queda obligando a la gente a resguardarse en sus casas victimas
del miedo y las balas perdidas incluso desde las 9 de la noche.
Sin embargo como contracultura a éste estado del terror las juventudes y las diferentes
expresiones artísticas construyeron, desde inicios de los 90`s (con la inauguración del
bar más antiguo de la zona, El Guanábano) y herederos de la cultura nocturna en el
centro de la ciudad, un escenario de construcción artística y de intercambios culturales.
En éste la independencia de los discursos está más marcada, no por la heterogeneidad
entre ellos sino por la riqueza individual (originalidad) como cada uno de estos
proyectos artísticos o sociales que días después se encuentra materializado encuentra
su manera de configurarse, realizarse y difundirse. Como recinto de sujetos otros, han
sido estos los protagonistas de este parque con predecesores como los primeros
“parches punkeros” y llevando como bandera la contracultura punk/rock de resistencia
contra la homogeneidad y la perdida de la identidad por parte de las instituciones ya
fijadas como enemigos de la comunidad para entonces.

Es esta misma violencia la que aún sigue marcando las configuraciones de los sujetos en
el resto de la región, la realidad misma e, incluso y hasta ahora, la de un estado que
empieza a tener que enfrentarse a la inminente inclusión de las personas en la realidad
que tanto quiere controlar, el tema de la participación empieza a borrar los límites que
han existido en entre el la comunidad y el estado, así como lo hace entre la comunidad
y el arte, para conformar un solo órgano conjunto de acción social.

5. CONCLUSIONES:
Hoy en día, la violencia ha sido la justificación para la mayoría de actos tanto
administrativos como represivos del estado, pero enfrentado a las nuevas
configuraciones de discursos sociales decide tomar el camino de seguir enviando
mensajes unidireccionales al pueblo y se construyen proyectos de asfalto que carguen
adicional de una justificación al estado para preceder su actuar diario.

Sin embargo estas obras, poco organizas y más bien inhumanas (por no poseer ningún
otro fin sino el de organizar y administrar de manera eficiente) crean espacios que no
son identificados por la comunidad y por ende no son utilizados o al menos recurrentes,
este fue el caso del escenario residual a la oba del puente intraurbano más grande de
Colombia, ubicado en la ciudad de Medellín sobre la avenida calle 4 c sur que conecta
de extremo a extremo del rio Medellín, quien en su inicio definió un espacio debajo del
puente en el extremo occidental más bien parecido a una plaza mal iluminada y con
humedad que a un espacio de entretenimiento y comodidad.
El escenario que pretendía ser un monumento memorial al antiguo gobernador de
Antioquia Gilberto Echeverri Mejía, victima (y victimario?) de la guerra puesta en aun en
marcha entre el estado y grupos narco y micro traficantes; fue tomado como escenario
por aquellos “otros” qué encontraron en el espacio un lugar más que para el deporte,
para tejer una realidad cultural diferente que no ha sido aún reconocida en su totalidad:
el skatebording, Biker BMX y Roller.
Desde su aparición en el año 2012 fue identificado por parte de la comunidad skate y,
con problemas de seguridad pero con apoyo de la comunidad se fue equipando el
lugar de rampas, barandas y demás herramientas para practicar el deporte. Poco a poco
el escenario acogía una población más densa que ya traía Grafiteros y raperos,
alcanzando un estado completamente independiente e integral a finales del año 2014.

La organización no cedió y la comunidad se incluyó en proyectos locales apoyados por


la comuna 15 aplicando al plan de “” en el marco de las políticas incluyentes de“,
realizando incluso una nueva configuración de estado partiendo de su necesidad de
organizarse; transformando su realidad y redirigiendo recursos estatales para su interés.
En este caso la organización llevo a que a finales del 2015 se diera inicio a las obras para
la construcción de un parque en concreto para la comunidad, que entregado en agosto
de 2016 ya era evidencia de los frutos alrededor de la organización social. Desde
entonces se han dedicado, tanto deportistas como la comunidad, a cargar cada vez más
el espacio de un peso intelectual y cultural para hacerlo permanecer como escenario de
intercambio subjetivo entre músicos, bailarines, pintores, deportistas e incluso referentes
intermunicipales e interdepartamentales.
Como resultado podemos observar en el último ejemplo como la realidad es materia
plástica de transformación a través de la expresión del discurso andante y honesto que
poseen los sujetos, estos sujetos de quienes era necesario hacer un acercamiento a sus
costumbres, necesidades y devenires de su tiempo. Así pues identificar que los
protagonistas de la educación, tanto la institucionalizada como la informal, tienen como
herramienta la participación para poder romper con los escenarios ya propuestos por
un estado indiferente a la dignificación diaria de la identidad y la necesidad constante
de cuidado y autorreflexión.

Bibliografía
Camnitzer, L. (2008). La contribucion de la pedagogìa. En Didáctica de la liberación: arte
conceptualista latinoamericano (págs. 143 - 151). Buenos Aires: CCEBA.

Claire Bishop. (2012). "¿Cómo hacer vivr una clase como una obra de arte?". En Artificial
Hells: Participative Art and the Politics of Spectatorship. Londres - New York.

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