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La culpa es un sentimiento que te aferra a sucesos pasados, hace que te sientas mal
por algo que hiciste o dijiste, pero sobre todo y lo peor es que hace que gastes tu
momento presente en pensar algo que corresponde a comportamientos pasados.
La culpabilidad es, de todas las emociones que sentimos, la más inútil y la que más
energía nos hace perder, ya que hace que te sientas inmovilizado en el presente por
algo que ya pasó y sobre lo que raramente puedes hacer algo.
Lo primero que debes tener en cuenta es que la culpa no es una forma natural de
comportarse, sino que es una reacción emocional aprendida.
Debes mirar el pasado como algo que nunca puede cambiarse, por muy culpable que
te sientas. Graba este mensaje dentro de tí: “Mi sentimiento de culpa no hará que
cambie el pasado ni que me convierta en una persona mejor” Con este enfoque
distingues entre culpa y aprendizaje sobre el pasado.
Pregúntate a tí mismo, qué te estás perdiendo en este momento presente a causa del
sentimiento de culpa del pasado.
Acepta que has elegido ciertas cosas que pueden disgustar a algunas personas de tu
entorno, como tu familia, jefe, vecinos, etc… y que es natural que tengas diferencias de
opinión y eso no debe hacer que te sientas culpable.
Sobre todo, trata de que estas personas que tratan de manipularte por medio de la
culpa no te afecten, es decir, tu eres muy capaz de enfrentarte a las desilusiones que
les pueda producir tu comportamiento. Si ven que no te hacen sentirte culpable,
entonces su comportamiento cambiará puesto que no logran su objetivo, ya que no
pueden manipularte emocionalmente.
Considera que la culpa es una emoción que te auto-anula, y es una elección tuya
sentirla o no. Puedes vivir sintiendote culpable toda la vida, siempre tendrás algun
motivo para ello, pero sentirse libre de culpa es como ver que sale el sol tras un día de
lluvia.
Carmen Clérigues
Master Practitioner en PNL
http://CarmenClerigues.com