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A LA CASA DE CAIFÁS

1. A la casa de Caifás lo llevaron arrestado;


Pedro mismo lo vio entrar a Jesús en el Palacio.
Para todo el Sanedrín y los Sumos Sacerdotes,
era tiempo de cumplir sus secretas ambiciones.
No podían ocultar el placer de condenarlo
y empezaron a buscar testimonios de los falsos.

2. «Yo escuché una vez decir que este Templo destruiría


y que lo iba a construir poco menos que en tres días.»
«Vaya hermosa acusación.» dijo el Sumo Sacerdote,
esperando una reacción a la altura del reproche.
Pero Cristo se calló por respeto de su Nombre
y en silencio cuestionó esta vez a los traidores.

3. «Dime si eres en verdad el Mesías prometido.»


«Tú lo has dicho y además me verás enaltecido.»
Al oir no pudo más, se rasgó las vestiduras…
«Lo que acaban de escuchar no nos deja duda alguna.
Este hombre ha de morir. Este hombre ha blasfemado.»
Insultándolo hasta el fin lo escupieron y golpearon.

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