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CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

SALA DE CASACIÓN LABORAL

MAGISTRADO PONENTE: JOSÉ ROBERTO HERRERA VERGARA

Referencia: Radicación No. 14581

Acta No. 43

Bogotá D.C.,veintisiete (27) de septiembre


de dos mil (2000).

EXTRACTO JURISPRUDENCIAL – NUEVA LEGISLACIÓN.


“Los artículos 14 y 15 de la Ley 50 de 1990 no regulan el mismo tema ni
están en conflicto. El primero se ocupa de definir los elementos
integrantes del salario, y el segundo precisamente de lo contrario, esto
es, de los pagos que no lo constituyen. Este segundo precepto faculta a
las partes para disponer expresamente que no constituyen salario en
dinero o en especie, beneficios tales como la alimentación, habitación y
vestuario, primas extralegales, de vacaciones, de servicios o de navidad.

(...)

En el sub examine, al desatar el grado de consulta y confirmar la


decisión del juez de primer grado que otorgó validez a la cláusula 50 de
la convención colectiva y por ende no tomó como factores salariales los
beneficios extralegales, el tribunal señaló:

“La Sala considera que el A quo acertó al absolver a la demandada de


todos los cargos, ya que la convención colectiva de trabajo aportada a los
autos Folios 10 y ss., en realidad a la consagración de cada una de las
primas reclamadas, le agrega que, en ningún momento constituyen
salario, y de acuerdo con la Ley 50 de 1990, esta estipulación tiene plena
validez”.

Decide la Corte el recurso de casación interpuesto por el

apoderado de RODRIGO DE JESÚS AGUDELO OSORIO contra la

sentencia proferida por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de

Medellín, el 11 de febrero de 2000, en el juicio seguido por el


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Casación: Rad. 14581

recurrente contra AEROVIAS NACIONALES DE COLOMBIA S.A.

“AVIANCA”.

I-. ANTECEDENTES

RODRIGO DE JESÚS AGUDELO OSORIO demandó a la

sociedad AEROVÍAS NACIONALES DE COLOMBIA S.A. “AVIANCA”

para que se le condenara a reliquidar y pagar las cesantías y

pensión de jubilación tomando en cuenta lo devengado en los tres

últimos meses, así: aumento salarial cláusula 36, prima de

vacaciones extraordinaria cláusula 50, prima de navidad

extraordinaria cláusula 52, bonificación por antigüedad cláusula 63,

alimentación cláusulas 104 y 105, pasajes para personal jubilado

cláusula 120, auxilio de jubilación cláusula 123, bonificaciones

especiales, salarios, subsidio de transporte, viáticos, horas extras y

otras prestaciones legales y extralegales reseñadas en la convención

colectiva de trabajo. Que una vez efectuado el reajuste con los

anteriores factores, se proceda al incremento legal de la pensión y de

las mesadas adicionales; al reconocimiento y pago del aumento

salarial en el 21.5% según convención colectiva de trabajo; a la

restitución de los descuentos hechos en la liquidación final y no

autorizados; a la indemnización moratoria; a la indexación de todas

las condenas; a lo probado ultra y extra petita y a las costas.


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Las afirmaciones del actor se sintetizan así:

Laboró para la demandada entre 12 de noviembre de 1962 y el

15 de diciembre de 1996, el último cargo desempeñado fue el de

“auxiliar de operaciones y ventanilla” en el aeropuerto José María

Córdoba de Rionegro, y su asignación mensual fue de $443.429. Le

fue reconocida la pensión de jubilación el 16 de diciembre de 1996,

pero al momento de su liquidación, y de las demás prestaciones, no

fueron tenidos en cuenta varios factores salariales. Al momento del

egreso se encontraba vigente la convención colectiva vigente del 1º

de julio de 1996 al 30 de julio de 1998, en la cual se consagraron

múltiples beneficios, tales como aumento salarial en el 21.5%, prima

de navidad extraordinaria por $443.429, bonificación por antigüedad

$2.379.735.50, prima de vacaciones extraordinaria por lustros

$236.495,47, tiquetes, varias sumas de dinero por alimentación,

auxilio de jubilación por $665.143.50 y otros conceptos, valores que

no fueron tenidos en cuenta al reconocer la pensión ni al efectuar la

liquidación final. Además, en el último año de servicios se descontó

sin autorización la suma de $352.666.44.

El Juzgado del conocimiento, que lo fue el Segundo Laboral

del Circuito de Medellín, mediante fallo del 12 de noviembre de 1999

absolvió a la sociedad demandada de todas las pretensiones.


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II-. SENTENCIA DEL TRIBUNAL

Al surtirse el grado de consulta conoció el Tribunal Superior de

Medellín, que mediante sentencia del 11 de febrero de 2000, confirmó

la consultada en todas sus partes.

Consideró el ad quem que la convención colectiva estipuló que

las primas cuya incidencia se reclama no constituían salario; en

cuanto a los reajustes salariales estimó que los folios 88, 89, 143 y

144 acreditan que la empresa sí tuvo en cuenta ese factor, y que al

personal jubilado no le favorece lo relacionado con las primas del

sector activo.

III-. RECURSO DE CASACIÓN

Inconforme la parte demandante interpuso el recurso de

casación el cual, una vez concedido por el Tribunal y admitido por

esta Sala, se procede a resolver, previo estudio de la demanda de

casación y de la réplica.

Pretende el recurrente la casación total de la sentencia

impugnada, y en sede de instancia la revocatoria de la de primer

grado y en su lugar desatar favorablemente las pretensiones.


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Para tal efecto formuló dos cargos.

PRIMER CARGO-. Acusó la sentencia impugnada “… por vía


directa, porque se incurrió en falta de aplicación del artículo 21 del
Código Sustantivo del Trabajo, al optar, contrariamente a lo que éste
ordena, por la prevalencia de la norma más desfavorable al
trabajador - art. 15 de la Ley 50/90- en lugar del artículo 14 de la
misma Ley, cuando resolvió el conflicto sobre la aplicación entre
estas dos normas vigentes de trabajo, lo que finalmente implicó que
se la sentencia se dictara con violación los artículos 260, 273
(numerales 3, 4 y 5), 467, 468, 469 y 476 del Código citado y se
afectara negativamente la liquidación de las prestaciones sociales
legales y convencionales”.

En la demostración del cargo asevera que la falta de aplicación

del artículo 21 del CST generó la violación de las demás normas

enunciadas en la proposición jurídica y condujo a que se dejara de

aplicar la norma más favorable: el artículo 14 de la Ley 50 de 1990 y a

darle eficacia a la cláusula 50 de la convención colectiva del trabajo a

pesar de ser norma desfavorable al trabajador para efectos de

liquidación de prestaciones sociales.

Planteó el conflicto que cree existe entre los artículos 14 y 15

de la ley 50 de 1990, porque el primero establece que todo lo

percibido por el trabajador es salario y el segundo permite acuerdo

entre empleador y trabajador sobre la naturaleza de lo percibido,

contrariando así las garantías mínimas constitucionales, razón por la

cual debe prevalecer la norma más favorable al trabajador lo cual


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deriva en la ilegal aplicación de la norma convencional como

cuestión de puro derecho, aclarando que no entra a desarrollar el

sentido en sí de la cláusula 50 , sino su eficacia jurídica frente al

artículo 21 del CST.

El opositor anota que la Sala se ha pronunciado en reiteradas

ocasiones con tesis contraria a la expuesta por el recurrente;

además que los artículos 14 y 15 de la ley 50 de 1990 regulan

situaciones totalmente diferentes, por lo que no existe el

antagonismo jurídico predicado por el censor.

SEGUNDO CARGO-. Acusó la sentencia impugnada “… por vía


directa, porque se incurrió en aplicación indebida del artículo 15 de
la ley 50/90, al reconocerle validez y dejarse de aplicar los artículos
21, 127, 260, 373 (numerales 3, 4 y 5), 467, 468, 469 y 476 del Código
citado y afectar en forma negativa la liquidación de las prestaciones
sociales legales y convencionales del trabajador demandante”.

En la sustentación del cargo endilga al ad quem haber aplicado

indebidamente el artículo 15 de la Ley 50 de 1990, y

consecuencialmente otorgado validez a la cláusula 50 de la

convención colectiva, actuar contrario al espíritu del artículo 53 de la

Constitución Nacional; agrega que la omisión del Congreso de

expedir el nuevo estatuto del trabajo no significa que el mínimo de

prerrogativas laborales desaparezca porque impera la prevalencia

de la norma constitucional.
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El opositor pone de presente la validez del acuerdo

convencional a que llegaron las partes, el cual por su naturaleza no

es ilícito.

IV-. CONSIDERACIONES DE LA CORTE

Ambos cargos están formulados por la vía directa y persiguen

igual objetivo, por eso se estudiarán en forma conjunta.

El principio de favorabilidad consagrado en los artículos 53 de

la Carta Fundamental y 21 del estatuto sustantivo del trabajo, cuando

se trata de la aplicación de normas laborales, exige como

presupuesto básico que el conflicto se suscite entre dos o más

disposiciones vigentes, del mismo rango y reguladoras de la misma

situación, pero con diferentes consecuencias jurídicas. De suerte

que no es ajustado a la Ley la aplicación de tal postulado cuando los

preceptos parangonados gobiernan supuestos de hecho o de

derecho disímiles.

Los artículos 14 y 15 de la Ley 50 de 1990 no regulan el mismo

tema ni están en conflicto. El primero se ocupa de definir los

elementos integrantes del salario, y el segundo precisamente de lo

contrario, esto es, de los pagos que no lo constituyen. Este segundo

precepto faculta a las partes para disponer expresamente que no

constituyen salario en dinero o en especie, beneficios tales como la


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alimentación, habitación y vestuario, primas extralegales, de

vacaciones, de servicios o de navidad.

Y si se aceptara en gracia de discusión que se está frente a

dos normas incompatibles, o que la una es más desfavorable que la

otra, -que es lo que predica el censor- no se puede compartir

categóricamente tal postura, por cuanto con la normativa de 1990, si

bien en desarrollo los pagos por esos conceptos no tienen

incidencia salarial en la medida en que los contratantes así lo

convengan, la referida preceptiva resulta socialmente favorable en la

medida en que algunos empresarios, mezquinos antaño a conceder

tales beneficios, recibieron el estímulo legal para otorgarlos porque

por virtud de dicha estipulación, además de quedar exentos de su

repercusión salarial, las partes adquirieron la certeza de saber cuáles

factores son salario y cuáles no, lo que en el pasado no siempre fue

claro y suscitó muchos conflictos jurídicos.

En el sub examine, al desatar el grado de consulta y confirmar

la decisión del juez de primer grado que otorgó validez a la cláusula

50 de la convención colectiva y por ende no tomó como factores

salariales los beneficios extralegales, el tribunal señaló:

“La Sala considera que el A quo acertó al absolver a la


demandada de todos los cargos, ya que la convención
colectiva de trabajo aportada a los autos Folios 10 y ss., en
realidad a la consagración de cada una de las primas
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reclamadas, le agrega que, en ningún momento constituyen


salario, y de acuerdo con la Ley 50 de 1990, esta estipulación
tiene plena validez”.

Como se puede observar, la argumentación del tribunal estuvo

ajustada a los cánones del artículo 15 de la Ley 50 de 1990, que

expresamente enuncia como pago que no constituye salario, si en

ello se avienen expresamente las partes, “los beneficios o auxilios

habituales u ocasionales acordados convencional o

contractualmente u otorgados en forma extralegal por el empleador

cuando las partes hayan dispuesto expresamente que no

constituyen salario en dinero o en especie, beneficios tales como la

alimentación, habitación y vestuario, primas extralegales, de

vacaciones, de servicios o de navidad …”. Esta facultad del

legislador la ha prohijado la jurisprudencia de la Sala, entre otras en

sentencia del 14 de septiembre de 1999, radicación No. 12276,

cuando dijo:

“En instancia basta agregar que la cláusula 50 de la


convención colectiva suscrita en diciembre 6 de 1996, vigente
a partir del 1º de julio de tal anualidad, según la cual “ Esta
prima (la de vacaciones)se consagra como una prestación
extralegal, no constitutiva de salario y sin incidencia
prestacional..”(ver folio 78), tiene plena validez y produce los
efectos previstos, consistentes en no incluir la mencionada
prima extralegal en el promedio del salario tenido en cuenta al
liquidar la pensión de jubilación, por así permitirlo la Ley 50 de
1990, art. 15”.
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Por lo demás, no sobra agregar, tal como con acierto lo expone

la réplica, que no es función de la Corte Suprema en casación definir

la constitucionalidad de las leyes, dado que además de que los

preceptos de la Carta Política en principio no consagran derechos

específicos, y por regla general sus ordenamientos exigen un

desarrollo legal, a través de este recurso extraordinario se ejerce es

un control de legalidad de las sentencias susceptibles de ser

desquiciadas, ellas sí por su propia naturaleza, invocables como

transgredidas en el ámbito de este medio extraordinario de

impugnación.

Por lo anotado, los cargos no prosperan.

En mérito de lo expuesto, la Corte suprema de Justicia, Sala de

Casación Laboral, administrando justicia en nombre de la República

y por autoridad de la ley, NO CASA la sentencia de fecha once (11)

de febrero de dos mil (2000), proferida por la Sala Laboral del

Tribunal Superior del Distrito Judicial de Medellín, en el juicio

promovido por RODRIGO DE JESÚS AGUDELO OSORIO contra

la sociedad AEROVIAS NACIONALES DE COLOMBIA S.A.

“AVIANCA”.
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Costas en el recurso extraordinario a cargo de la parte

recurrente.

Cópiese, notifíquese, publíquese y devuélvase el expediente al

tribunal de origen.

JOSÉ ROBERTO HERRERA VERGARA

FRANCISCO ESCOBAR HENRÍQUEZ CARLOS ISAAC NADER

RAFAEL MÉNDEZ ARANGO LUIS GONZALO TORO CORREA

GERMÁN G. VALDÉS SÁNCHEZ FERNANDO VÁSQUEZ BOTERO


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GILMA PARADA PULIDO

Secretaria

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