Está en la página 1de 2

PEQUEÑAS SOLUCIONES PARA GRANDES PROBLEMAS

Jacklynne Hobbs

"Pensar a nivel mundial; actuar a nivel local", es una consigna conocida en círculos
ambientalistas. Pero también podría ser útil para abordar los problemas derivados de la
inmigración ilegal, en particular las dificultades experimentadas por los migrantes que
son repatriados. Al menos, eso piensa Jean Eric Malabre.

Imaginemos que nuestro hijo nos cuenta que un compañero de la escuela se ha


escondido porque van a expulsar del país a sus padres, exhortó Malabre, un abogado
francés que integra el Grupo de Información y Apoyo a Inmigrantes, con sede en París.
Escribir cartas a los maestros del niño, incluso al Ministerio del Interior, podría
desencadenar una cadena de acontecimientos y mejorar las cosas.

"En el plano individual, se pueden hacer cosas pequeñas pero muy prácticas... La gente
puede reunirse y formar redes entre el Sur y el Norte para cosas como ésta", dijo
Malabre a TerraViva.

Si un inmigrante de Malí es expulsado de Francia, por ejemplo, "una ONG francesa...


puede ponerse en contacto por correo electrónico con una ONG de Malí, y así habrá
alguien en el aeropuerto" para recibirlo, sugirió.

"Y en Francia, habrá alguien que le ayude con el equipaje, que vaya al banco por su
dinero... y que envíe sus documentos, porque cuando son expulsados quedan sin
documentos, en Malí o en Senegal", añadió.

La fuerza de esta estrategia, recordó, ya fue demostrada por una ONG francesa, la Red
Educación sin Fronteras, que ayuda a jóvenes migrantes y sus familias a legalizar su
situación.

Pero a juzgar por el debate sobre inmigración que tuvo lugar el sábado en el Centro
Internacional de Conferencias de Bamako, es difícil encontrar historias de éxito como
éstas. En general, la migración de Africa a Europa y de América Latina a Estados
Unidos presenta problemas que no tienen fácil solución.

Los delegados participantes tenían presentes los hechos de septiembre de 2005, cuando
14 africanos fueron muertos mientras intentaban ingresar en los esclaves españoles de
Ceuta y Melilla, en Marruecos. La afluencia se debió al anuncio de España de que
planeaba legalizar la situación de unos 600.000 migrantes que se encontraban en sus
territorios ilegalmente.

También hubo fuertes críticas al intento de la Unión Europea de que los países vecinos
vigilaran el flujo de migrantes hacia sus estados miembros. Algunos delegados
señalaron que esto puede permitir al bloque europeo eludir la responsabilidad por los
abusos cometidos.

La posición de Europa sobre la migración es especialmente irónica a la luz de los


acontecimientos de los siglos XIX y XX, observó Seif Eddine, que pertenece a la ONG
tunecina El Taller International.
"Entre 1821 y 1924, fuimos testigos de la emigración de 55 millones de europeos hacia
todo el mundo, 34 millones sólo hacia Estados Unidos. Por lo tanto, la inmigración fue,
inicialmente, un fenómeno europeo", dijo Eddine en una sesión sobre la migración en el
Magreb.

Pero la migración no sólo complica las relaciones entre Africa y Europa. Los africanos
occidentales que se establecieron en Costa de Marfil, con su relativa fuerza económica –
sólo para ser expulsados después– también vivieron experiencias negativas.

Para Amadou Lah, de la Asociación Malí de Migrantes Repatriados desde Costa de


Marfil, hay una sola solución al problema de la migración: prevenir que ocurra desde un
principio, mejorando las condiciones de vida en el país de origen.

"Debemos aprovechar nuestras propias fuerzas, ver qué podemos hacer aquí", dijo a
TerraViva.
http://www.ipsterraviva.net/tv/FSM2006/viewstory.asp?idnews=491

También podría gustarte