Está en la página 1de 1

Pasiones argentinas

Esa ortografía tan, pero tan poco sexy


¿Cita en un bar sexy? A veces, no alcanza...

Le encanta chatear con él. Le festeja todos los emojis. Y hasta los videitos de buenos
días y buenas noches que detesta. El problema aparece cuando Candidato escribe
“calza” con “ese”.
Candidato es bonito, amable y caballero. Pero su escritura, puñal para la vista. Trató
de obviar la cuestión. La complicada es ella, Candidata. Mina exigente. Al fin y al cabo,
¿qué cambia conjugar bien o mal el verbo “haber”? “Espero que te halla gustado el
regalo”. “Y no... así no me gusta!”, piensa Candidata.
Hasta que Whatsapp no habilite corrector está en problemas. Tal vez ya lo tenga y
Candidato no lo sepa. O, tal vez, a Candidato le importe un rábano el diccionario y el
predictivo teclado.
El problema es Candidata y su dilema. Candidato que escribe mal retrasa cinco
casilleros. Candidato que escribe bien, avanza cinco casilleros. Que sea soltero, que
sea galán, atento y caballero para ir a jugar. Y que además, ¿escriba bien?
Hace unas noches, mientras Candidato y Candidata intentaban llegar a boliche top,
antes de poner en marcha el auto, Candidato quiso tipear la dirección en GPS. ¿Con
qué va Arévalo?, preguntó a Candidata y le pasó el celular para que lo escribiera ella.
Cuando llegaron a la barra de tragos más sexy de Palermo, Candidata ya no tenía
ganas de espumas ni de espumantes. Se pidió una gaseosa light. Mientras bajaba de
costado y con pajita la bebida no espirituosa, escaneaba a los señores que circulaban
entre copas.
Ahora, cuando cierra los ojos y pide tres deseos (o mejor cinco), enumera: que sea
lindo, que sea inteligente, que pague la cuenta, que esté libre y... que no le clave el
diccionario vacío como daga infernal.

Tagtachian, Magda. (28 de marzo de 2018). Esa ortografía tan, pero tan poco sexy. Clarín. Recuperado de
https://www.clarin.com/opinion/ortografia-sexy_0_By_gqzKqz.html

También podría gustarte