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El Origen del Universo

“Siempre he pensado que el mejor lugar para empezar un curso de Geología es el


principio, y en el principio según los Astrónomos es justamente donde no hay necesidad
de Geología, porque no habían rocas, no había minerales. No existía la Tierra, no existían
las Estrellas. Los Astrónomos
nos dicen que sólo había nada.”
John J. Renton.

La ciencia de la Geología ha
tenido que ir más allá de los
confines de nuestro planeta
para que podamos entender
como la Tierra ha llegado a ser
lo que es y donde encajamos en
el Universo. Para ello
recurrimos a la ciencia de la
Astronomía, a sus teorías acerca
de la creación del Universo,
incluyendo por supuesto la teoría del Big Bang.
En el principio el Universo simplemente no existía, de acuerdo a recientes estimaciones
el Universo fue creado hace unos 13.7 billones de años a partir de un evento que
llamamos Big Bang o lo que los Físicos denominan una singularidad, un eufemismo para
admitir que las leyes de la Física no son válidas tal como las conocemos; el punto
interesante es que no sólo se crea a partir de este evento el espacio y la energía
contenida en él sino el tiempo mismo. La energía se convierte en materia en forma de
partículas elementales que llamamos Quarks. A partir de estos Quarks, Protones,
Neutrones y Electrones se forman y combinan para crear Átomos de Hidrógeno que
empiezan a propagarse y acumularse por acción de la Gravedad: la ubicua fuerza en el
Universo que hace que estos primigenios cúmulos empiecen a rotar alrededor de un eje,
esta masa rotante comienza a colapsar y parte de la energía es convertida en calor.
Cuando las temperaturas al interior de estos cúmulos alcanzan unos 15 millones de
grados Centígrados una reacción termonuclear se genera y el Hidrógeno inicial es
convertido en Helio.
Se estima que alrededor de un millón de años después del Big Bang las Estrellas se
hicieron lo suficientemente numerosas como para empezar a atraerse entre sí y formar
grupos enormes: las Galaxias, literalmente billones de Galaxias fueron así creadas
tomando diferentes configuraciones, mayormente con forma de “disco” por efecto de
su rotación con la mayoría de sus Estrellas concentradas en su centro. Nuestra Galaxia
es la Vía Láctea con nuestro Sistema Solar y la Tierra en él ubicados en borde exterior.
Se estima que existen unos 100 billones de Galaxias rotando y moviéndose alejándose
una de otra conforme el Universo se expande. La pregunta lógica es: ¿continuará esta
expansión por siempre o no? de acuerdo a los astrónomos la respuesta depende de la
cantidad de materia contenida en el Universo, el problema es que no sabemos a ciencia
cierta cuanta materia hay en el Universo, la razón de ello que la mayoría de esta es parte
de lo que denominamos “Materia Oscura”, algo que esencialmente no podemos ver. Lo
que finalmente suceda depende de la relación entre el total de la materia del Universo
y una cantidad de masa que denominamos “Masa Crítica”, si la suma de la masa
conocida y la materia oscura es mayor a esta masa crítica, el Universo seguirá
expandiéndose por siempre. Si por el contrario es menor, el Universo colapsará en una
nueva Singularidad, la tercera posibilidad es que el total de la materia en el Universo sea
exactamente igual a esta masa crítica, el escenario resultante es un Universo que dejaría
de expandirse en un cierto punto pero nunca colapsaría.
Las Estrellas tiene un rol vital en la formación de la materia tal como la conocemos, una
estrella es esencialmente un horno nuclear donde cuatro átomos de Hidrógeno se
juntan para formar uno de Helio, la masa residual se convierte por supuesto en energía
que irradiada. Clasificamos a las Estrellas en cuatro grupos en base a su masa tomando
como referencia a la masa de nuestro Sol (1 SM):
1. Estrellas de “peso mosca” con una masa menor a 0.5 SM
2. Estrellas de “peso ligero” con una masa entre 0.5 SM a 4 SM
3. Estrellas de “peso mediano” con una masa entre 4 SM a 8 SM
4. Estrellas de “peso pesado” con una masa mayor a 8 SM
Las estrellas son “fuego” y como este eventualmente se extinguen, de modo que
podemos calcular su expectativa de vida y sabemos que es inversamente proporcional
a su masa. Por ejemplo teóricamente la vida de una estrella de “peso mosca” puede
alcanzar unos 55 billones de años: aproximadamente 4 veces la edad de Universo, por
lo que todas las estrellas creadas de este tipo aún están por ahí. En comparación las
estrellas más masivas viven tan sólo unos cuantos millones de años.
El 95% de su vida, las Estrellas se la pasan consumiendo su combustible inicial: el
Hidrógeno, transformándole en Helio y emitiendo enormes cantidades de energía. Los
átomos de Helio son mucho más masivos que los átomos de Hidrógeno y el núcleo
estelar colapsa por acción de su propia gravedad aumentado consecuentemente su
temperatura.
En el caso de una Estrella de “peso mosca” al colapsarse el núcleo se crea una “Enana
Blanca”. La estrella resultante es caliente y emite luz blanca, su tamaño es relativamente
pequeño, comparable al tamaño de la Tierra (el diámetro comúnmente es de unos
12000 km). Una vez en este estado, la estrella continua consumiendo el combustible
nuclear que quede manteniéndose activa por un largo periodo de tiempo.
En el caso de estrellas de mayor masa, al colapsar el núcleo, la capa exterior se expande
y puede alcanzar un diámetro 100 veces mayor al original, el resultado es una “Gigante
Roja”. En este estado el Helio resultante de la reacción nuclear inicial se convierte en
átomos de estructura más compleja como Carbono y Oxigeno, componentes esenciales
de la vida. Si la estrella es lo suficientemente masiva, se forma un núcleo rico en Hierro
que colapsa catastróficamente en pocos segundos explotando como una Supernova. Un
escenario posible para el colapso del núcleo de una estrella masiva es la formación de
una Estrella de Neutrones, más aún si el núcleo es lo suficientemente masivo se forma
una estructura que llamamos “Agujero Negro” donde la fuerza de la gravedad es tan
intensa que incluso la luz no puede escapar de él. La explosión de una Supernova da
origen a los 92 elementos naturales conocidos que literalmente “siembra” el espacio
con polvo cósmico, material primigenio de metales, minerales, rocas y gases de cuya
mezcla los futuros planetas nacerán.

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