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EL NATURALISMO Y EL SIMBOLISMO MODERNISTAS EN DOS CUENTOS

DEBALDOMERO LILLO.ADOLFO BISAMA FERNANDEZ.


La base del análisis de dos cuentos de Baldomero Lillo que a continuación realizaremos
esta enla caracterización que hace del Modernismo el profesor Cedomil Goic.Para éste,
el modernismo no es ni más ni menos la sensibilidad de una generación,
vigentequince años.:"Como se ve, al contrario de las tendencias más conocidas no
consideramos ni muchomenos al modernismo como una Época...ni como un periodo,
tendencia o escuela que abarcase unextenso lapso o dos o más generaciones...sino que
venimos a considerarlo estrictamente como unageneración, como un tipo de
sensibilidad diferencial, como un sistema de vigencias en que esasensibilidad
se objetiva o actualiza, que encarnan los nacidos entre 1860 y 1874. Estos
tienen sumomento de gestación entre 1890 y 1904 y su plena vigencia entre 1905 y
1919(1).Dos i m á gen e s nos servi rán, desd e l a m i sm a sensi bi l i dad
m oderni st a, para rep resent ar l a estructura del sistema de preferencias modernistas.
Sea la primera la de uno de los hombres máslúcidos de esta generación no sólo por la
calidad de sus obras sino también por su agudo y rigurosoespíritu teórico, el venezolano
Manuel Díaz Rodríguez. El autor de
!dolos rotos,
escribía en 1910:
a los espíritus de una sola ventana, prefiero los que son como una casa de muchos pisos, que en
cada piso tienen ventanas abiertas a los cuatro vientos, o mejor -porque una casa puede ser
estorbada por las casas vecinas- como un castillo señorial en medio de una vasta pradera, y con
balcones en cada piso, que dominen a los cuatro puntos cardinales. Hasta debe haber en lo
más alto del castillo unaazotea, para algunas veces otear de ahí o abarcar de una ojeada
el horizonte, o para curiosear aojos desnudos o con lentes de astrónomo las estrellas. (Camino
de perfección, París, 1910.)
Atendamos a la forma de esta imagen de «los espíritus que son como un castillo
señorial». Se trataen primer lugar de «una casa de muchos pisos que en cada piso tiene
ventanas abiertas a los cuatrovi ent os ». Vem os en est os dos pri m er os ras gos
un as pect o fund am e nt al de l a sensi bi l i dad modernista y de su sistema de
preferencias: su carácter vario que tiende a lo total a través de lo múltiple y
contradictorio, su carácter abierto. Como estructura la casa tiene muchos pisos,
muchosniveles, y así representa la visión de la realidad en todos sus grados
desde lo más inmediato yterrenal elevándose por grados -o por pisos- hasta los niveles
más altos, hasta la azotea que se abre alos espacios infinitos y hacia el misterio y
permite abarcarlo todo. Las ventanas abiertas a los cuatro vientos, en todos los
pisos, representan la actitud curiosa del modernismo que no reconocelimitaciones a
ningún nivel ni a dirección alguna. La imagen, a poco andar, se corrige para hacer dela
casa un castillo señorial, sin duda, para acentuar así el sentido individualista del espíritu,
que seaísla para mejor verlo todo, y que hace de la casa común castillo señorial para
destacar la dignidad yla condición singular del poeta. La distancia del poblado
puede verse también como distanciaest ét i ca , di gni dad de l a m i rada no
confundi da con el m i rar com ún ordi na ri a m ent e práct i co y utilitario. Esta
distancia representa también conciencia de estilo, énfasis en la autonomía de la
obraliteraria, distanciamiento de las formas comunes que el modernismo manifiesta en la
prioridad de laforma con que aparece históricamente revestido y cuya unilateralidad
queda desmentida por la otra parte de la imagen.En diferentes pisos y en distintos lugares
del horizonte, puede hallarse sin contradicción para esteespíritu abierto y totalizador las
más diversas, paradojales y antinómicas preferencias, siempre quetengan como símbolo
de conjunción su dignidad estética.
Naturalismo, parnasianismo, simbolismo,
1

decadentismo, prerrafaelismo, indigenismo, romanticismo, misticismo, cosmopolitismo,


exotismo,clasicismo, medievalismo, renacentismo, manierismo, barroco, rococó,
criollismo, americanismo, galicismo, anglicismo,

orientalismo
.
Esoterismo
; todas las tendencias, todas las literaturas, todos lostiempos, despiertan el apetito curioso
de estos perseguidores de la belleza. Esta actitud da sentidoacotado al
universalismo modernista.
La universalidad se entiende como universalidad de la bellezao de las formas. No se ve
desde cada nivel ni hacia cada punto cardinal, sino solamente lo que estátocado de
universalidad en algún grado significativo. Así podrá decir Darío al final de su prefacio a
Cantos

de vida y esperanza:
«Si en estos cantos hay política, es porque aparece universal. Y siencontráis
versos a un presidente, es porque son un clamor continental. Mañana podremos
ser yanquis (y es lo más probable); de todas maneras, mi protesta queda escrita
sobre las alas de losinmaculados cisnes, tan ilustres como Júpiter».Desarrollo
extenso de las tesis de Goic es el texto de Mario Rodríguez Fernández,
Elmodernismo en Chile e Hispanoamérica(3)donde efectúa un clarificador
catastro -obviamenteextraído de las obras del epónimo del modernismo Rubén Darío-
de los motivos que vertebran a lasensibilidad generacional modernista, motivos que se
pueden ordenar así:Grupo I:motivos fundados dentro de las preferencias
románticas.Grupo II:motivos enmarcados en las preferencias del parnasianismo.Grupo
III:motivos basados en la concepción social del arte.Grupo IV:aquéllos fundados en
la concepción naturalista (por ejemplo, la explotación social,el maquinismo,el
cuarto estado.el determinismo , etc. ( 4).Grupo V:motivos relacionados con la concepción
simbolista.La suma de todos estos motivos, detectados en la producción dariana, le
permite a Rodríguezllegar a una conclusión parecida a la de su maestro Goic, que
enunciamos más arriba “si rastreamosl os m ot i vos desarrol l ados en l a obra de
l os aut ores m ás rep r esent at i vos del m oderni sm o en Hispanoamérica, podemos
constatar que su característica principal es la heterogeneidad... Queremosdecir con ello
que ya en la simple enunciación de los motivos modernistas el observador
puedes orpr ender su di versi dad radi c al s us opuest os orí gen e s. S e puede
afi rm ar, ent onces, q ue l a sensibilidad generacional que revelan estos motivos está
definida por su voluntad para acoger lasmás disímiles instancias que le ofrece el arte y,
naturalmente, la vida." (5)"Frente a la concepción estrecha y monolítica, que la crítica al
uso tiene del modernismo, hemos procurado hacer resaltar la libertad creadora, el
sincretismo y el carácter polifacético que caracterizaa este movimiento literario”(6) ,
sincretismo que Rodríguez concluye que es producto del mestizajecultural que identifica
a lo hispanoamericano.Establecidos estos supuestos de Goic y Rodríguez -que
como dijimos arriba obviamentecom part i m os -, l o que pret end e m os en l as
l í neas si gui ent es d e est e t rabaj o es i nt er pret ar dos conocidos cuentos de
Baldomero Lillo, La Compuerta N.12 y Sub Sole (7) ,insertando
dichainterpretación dentro del marco de referencias teóricas que nos proveen dichos
supuestos.
1.-Baldomero Iillo,autor modernist
a.En pri m er l u ga r,si at endem os a l as z on as de fe chas dad as p or G oi c
para l a gener aci ón modernista (Vid.supra,pág. 1) concluiremos fácilmente que
Baldomero Lillo se incluye con toda propiedad en esta generación ya que
pertenecen a ella los escritores nacidos entre 1860 y 1874: nuest ro aut or por
s u part e na ci ó en Lo t a el 6 de en ero de 1 871. El peri odo de v i gen ci a de
l ageneración es entre los años 1905-1919, según Goic, pero Mario Rodríguez,
entendiendo que esteesquema generacional no puede ser aplicado de una forma mecánica
ni rígida, sobre todo, en cuanto
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a las fechas límites, plantea que la generación modernista se gesta entre 1890 y
1900 y entra envigencia "alrededor de 1902 Y 1903"(8): Lillo publicó durante su vida
dos volúmenes de cuentos,Sub-Terra(1904) y Sub Sole(1907), póstumamente
González Verá publica la tercera obra delcu e nt i st a l ot i no con el ti t ul o de
R el at os P opul ares, donde com pi l aba, una seri e de cuent os pu bl i cados
por Li l l o en di a ri os y r evi st as ent re 190 6 y 1907.Nót es e, en t onces, l as
fechas d e publ i ca ci ón de l as dos pri m era s obras y l a de l os t ex t os
apare ci dos en di ari o s y r evi st as y s e concluirá obviamente que ellas son
dadas a la prensa justamente dentro de la zona de fechas que Goic y Rodríguez
señalaban como e1, periodo de vigencia de la generación modernista.Más aún, con
Baldomero Lillo se ha producido por parte de cierta crítica y ciertos lectores,
unasituación parecida a la que ha provocado el modernismo: una visión centrada
en uno 'solo de susaspectos por ejemplo, el exotismo y evasi6n.frente a una
perspectiva más matizada -que es laverdadera- centrada en su carácter heterogéneo,
ecléctico y multifacético de esta generación.Por su parte, de Lillo sólo se ha
atendido casi siempre a la temática minera de sus cuentos(visión monolítica),
dejándose muchas veces de lado en su lectura y estudio otros aspecto s
queevidentemente posee la producci6n de este cuentista.A est e propósi t o di ce
M ari o R odrí gu ez Fe rnández : “
No podemos quedarnos con un Lilloapegado excl usi vam ent e a l drama
mi ner o. En su obra campean l os t emas más di versos ycont r adi ct ori os y
s e conj ugan l as más di sí mi l es i nf l uenci as: el nat ural i smo .el parnaso
,el simbolismo, el realismo ruso, etc. Desde este punto de vista, Baldomero Lillo es cabalmente un
autor modernista"
(9).
2.-El naturalismo y el simbolismo en dos cuentos de Baldomero Lillo
.Tomando como base lo afirmado en la reciente cita, quisiéramos a
continuación estudiar lascaracterísticas naturalistas y simbolistas (estas últimas
entendidas con un sentido bastante laxo) queaparecen en el relato referido al niño que su
padre obliga a trabajar en la mina (C.12) y aquel otro,que narra la tragedia de Cipriana y
su hijo, quienes fallecen ahogados luego que ella queda atrapadaen una roca (S.S.)
2.2.La Compuerta Nº12
.En el esquem a ord e nador resp ect o a l os m ot i vos m oderni st as basados
en una con cepci ón naturalista aparece encabezando dicho grupo aquel motivo
referido a la "explotación social queaflige al cuarto estado".Véase al respecto el
siguiente ejemplo de esta situación -inserta en el sistema de
preferenciasnaturalistas del modernismo- tal como aparece en La Compuerta Nº l2: "
más atrás con el pequeñode la mano, seguía el viejo con la barba sumida en el pecho, hondamente
preocupado. Las palabrasdel capataz [referidas a que si no cumplía con la cuota mínima de mineral
requerida por la empresa sería despedido] y la amenaza en ellas contenida, habían llenado
de angustia su corazón.Desdealgún tiempo su decadencia era visible para todos, cada día se
acercaba más el fatal lindero que unavez traspasado, convierte al obrero viejo en un trasto
inútil dentro de la mina. En balde desde el aman ecer hast a l a noche, durant e
cat or ce horas mort a l es...at acaba l a hul l a f uri osament e encarnizándose contra
el filón inagotable que tantas generaciones de forzados como el arañaban sincesar en las entrañas
de la tierra. Pero aquella lucha tenaz y sin tregua convertía muy pronto enviejos
decrépitos a los más jóvenes y vigorosos. Allí, encorvábanse las espaldas y aflojábanse
losmúsculos...Pero el hambre es aguijón más eficaz que el látigo y la espuela,y reanudaban
taciturnosla tarea agobiadora..
.” (C.12.pág.16).
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Unido al de la explotación social está el motivo del determinismo ambiental: el


medio, “elmílieu" de los naturalistas, la mina de este cuento, influye
decisivamente en la vida del ancianominero y de su hijo Pablo, determinando
fatalmente las formas que asumen sus vidas. Por ejemplo,Pablo, para él no hay juegos
infantiles, no existe la escuela, propia de sus escasos años y deberá convertirse en
minero, pese a su debilidad y escasa edad. Este es el fatal destino que el medio,
hadeparado para é1 y toda su familia:
“Pues debías tener lástima de sus pocos años y antes de enterrarlo aquí, enviarlo a la
escuela por algún tiempo.-Señor -balbuceó la ruda voz del minero, en la que vibraba un acento de
dolorosa súplica-somos seis en casa y uno solo el que trabaja. Pablo cumplió ya los ocho
años y debe ganarse el pan quecome y, como hijo de minero, su oficio será el de sus
mayores, que no tuvieron nunca otra escuelaque la mina
”(C,12,pág.15).En el fragmento anterior hay, además, una mención a la natalidad
excesiva como mal incurablede los pobres, que es a su vez otro rasgo tipificador de las
obras naturalistas. Rodríguez apunta lassiguientes citas de Darío y Zola, que avalan esta
característica:
"El tio Lucas era casado,tenía muchos hijos.La mujer llevaba la maldición del vientre de
los pobres:la fecundaci6n.Había,pues,mucha boca abierta que pedía pan, mucho chico
sucio-que serevolcaba en la basural
.” (E1 Fardo)
"¡Caray! -respondía Maheu-,si tuviéramos más dinero, estaríamos más holgados...De
todosmodos no hay duda que no hace bien a nadie estar así amontonados los unos sobre
los otros.Estotermina siempre en hombres borrachos y mujeres embarazadas...Cuando
llegaba el.domingo seestaba tan fatigado que no podía hacerse otra cosa que dormir.Los
únicos placeres consistían enemborracharse o en hacer un niño a su mujer
" (Germinal).Como ya ha quedado entrevisto por los planteamientos
anteriores,de acuerdo a la “ventananaturalista” del modernismo, la satisfacción de las
necesidades más vitales exige al cuarto estadoobligaciones tales que se transforman
en verdaderos sacrificios como el del anciano padre de.laCompuerta Nº12,
quien perentoriamente debe -tal como se lo ha dicho el capataz de la mina-
"enterrar” a su hijo en ella.Más aún, el determinismo ambiental anula las relaciones de
amor filial entre los miembros dela familia minera, ya que el padre, condicionado por el
medio, se ve obligado a transformar a su hijoen minero, a condenar a Pablo, al trabajo, el
que -siguiendo la misma línea de raciocinio naturalistaes desde siempre s6lo
sinónimo de "sangre, sudor y lágrimas”, como se desprende del
trágicodesenlace de este cuento: ”
Entonces echó a correr como un loco y no se detuvo, acosado por el doliente vagido de
su hijo, sino, cuando se halló delante de la veta, a la vista de la cual su dolor seconvirtió
en furiosa ira, y empujando el mango del pico la atacó rabiosamente...Las
cortantesaristas del carb6n volaban con fuerza ,hiriéndole el rostro, el cuello y el pecho
desnudo. Hilos de sangre mezclábanse al copioso sudor que inundaba su cuerpo.,que
penetraba como una cuña en labrecha abierta”
. (C.12 pág.21).Redunda en este entender el trabajo minero como causa1 de
deshumanizacion, de degradaciónhumana que se desprende del texto, las múltiples
alusiones existentes en é1 a que"la labor de lamina "bestializa” sus
trabajadores, v.gr.:cuando padre e hijo bajan a la mina, según el
narrador,creíanse
"precipitados en aquel agujero cuya negra abertura habían entrevisto al penetrar en
la jaula
(C.12 pág.13) . Pablo es caracterizado en este ingreso como una
“medrosa bestazuela
”,el
4

minero trabaja revolviéndose como,


“un reptil",
el socavón minero es "
una lóbrega madriguera
” ,enfin, “
como el potro resabiado que se estremece tembloroso a la vista de la vara, los viejos
mineroscada mañana sentían tiritar sus carnes al contacto de la veta
”(C.12.pág.16). (Cfr.con los versos de Nicanor Parra en su Autorretrato, referidos
esta vez al trabajo docente, “
Para qué hemos nacidocomo hombres/ si nos dan una muerte de animales
”).Muy asociado al motivo naturalista de la explotación social, está el del maquinismo:
La máquinaobliga, por su eterna labor a un gran esfuerzo de quienes la manejan
o dependen de ella, la queadem ás est á al se rvi ci o de l os ex pl o tadores y
funci ona sól o par a a um ent ar sus ganan ci as. El maquinismo es retratado
entonces por los naturalistas como amenazador, opresor y demoníaco.En el cuento de
Baldomero Lillo que hemos venido tratando, el narrador establece la
sinonimiamina=máquina dotándola de todas esas características funestas que recién
enunciamos: “
La minano soltaba nunca al que había cogido y, como eslabones nuevos que sustituyen a los viejos
y gastadosde una cadena sin fin, allí abajo, los hijos sucedían a los padres y en el hondo
pozo el subir y bajar de aquella viviente marea no se interrumpía jamás
”(C.12, pág.20).Desde una perspectiva complementaria de la anterior, podemos decir que
como manifestación deotra de las "ventanas del modernismo”, cabe señalar varias
muestras del simbolismo que comodijimos antes, entendido en un sentido amplio se
da en este cuento, cuyo ejemplo más palmario esla cromática simbología -recordar
en este aspecto que otra de las marcas del modernismo es la "transposición de las
artes, v.gr.: pintura-literatura- oscuridad=muerte, claridad=vida.En el desarrollo de su
relato, como una de las instancias más significativas para la descripcióndel lugar donde
será condenado, encadenado y enterrado Pablo, el narrador acumula
apuntesrel a ci onados con l o t enebroso , co n l a oscuri dad. con l o som brí o.
Véans e a est e r espe ct o l os siguientes epítetos referidos a la mina: “
negra abertura
", “
lóbregas paredes”,'

negras sombras
",
“oscuridad profunda
”,"
lóbrega madriguera
” ,etc.(C.12,passim)
No
es necesario ser muy agudo para concluir que todos estos tintes sombríos que
invaden lamina son representación del luto asociado a la muerte. Congruente con esta
simbología, el narrador nos dice además que la mina es ,”
una cripta
[que la mayoría de los diccionarios define como unlugar subterráneo en el que se
acostumbra enterrar a los muertos]
enlutada y llena de sombras
", y es justamente allí donde deberá trabajar (?) Pablo, por supuesto
predestinado por el medio, comohemos venido diciendo, una muerte segura. Más
todavía, el lugar especifico donde laborará el niñola compuerta número 12, es descrita
por el narrador como una
“lápida
”,donde reemplazará a otroniño aplastado el día anterior por un carro que porta
mineral.En esta oscuridad que invade la mina toda , ella contagia entonces a todos los
seres que laboranen allí: Pablo tiene un
"moreno rostro
”,”un minero posee “
una oscura silueta
” y otro niño de 10años que cumple la misma misión que hará Pablo está “
sumido en la oscuridad
”,el animal queempuja la corrida es
"un caballo oscuro, sudoroso y jadeante
”(C.12,passim).Todo esto es marca premonitoria de la segura muerte de todos ellos en la
mina.
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Por otra parte, en la enlutada mina sólo aparece cierta claridad proveniente de las luces de
laslámparas de los mineros, las que sintomáticamente son
"luces vacilantes
”, que dan un ”
macilentoresplandor
”,en fin,”
luces de las lámparas que parecían a punto de extinguirse
”, de morir.Por todo ello, los personajes sumidos en esta lobreguez enlutada
(valga la redundancia) loúnico que anhelan es la claridad inalcanzable (símbolo de la
vida) que s6lo tiene existencia fuera dela mina. Por ejemplo, el niño que hace un trabajo
similar al que Pablo efectuará tenía
"sus pupilas sedientas de luz, húmedas por la nostalgia del lejano resplandor del día”;
instantes antes de ser literalmente encadenado a su trabajo, al hijo del minero "parecíale a veces
que estaba en un cuarto aobscuras y creía ver a cada instante abrirse una ventana y entrar
por ella la brillantez de los rayosdel sol”, y más adelante, ”dominado por un deseo
vehementísimo de abandonar aquel sitio, de ver a su madre y a sus hermanos y de encontrarse otra
vez con la claridad del día
" (C.12,passim).Pero lamentablemente, por todas las causas que hemos venido apuntando
(manifestaciones deotras tantas “ventanas naturalistas del modernismo”): explotación
social, determinismo ambiental,maquinismo; tal claridad (la vida) se hace inalcanzable
para los pobres de la mina:”
su cuerpo, que penetraba como una cuña en al brecha abierta, ensanchándola
con el afán del presidiario quehorada el muro que lo oprime; pero sin la esperanza que
alienta y fortalece al prisionero: hallar al fin de la jornada una vida nueva llena de sol, de aire y de
liberta
d".(C.12, pág.22)
2.2. Sub Sole
Abordaremos ahora el análisis -siguiendo coordenadas parecidas a las anteriores- del
cuentoSub Sole (otro ejemplo de que Baldomero Lillo no sólo cultivaba temas mineros)
relacionándolo en principio con otras obras del mismo autor:
“Jamás se supo cómo la madre del Cabeza de Cobre salvó la barrera. Detenida por los
cablesniveles, se la vio por un instante agitar sus piernas descarnadas en el vacío, y luego
sin un grito,desaparecer en el abismo. Algunos segundos después, un ruido sordo lejano, casi
imperceptible brotóde la hambrienta boca del pozo de la cual escapaban bocanadas tenues de
vapores: era el aliento del monstruo ahíto de sangre en el fondo de su cubi
l.”(El Chiflón del Diablo)"
Tal vez muy pronto arrojarían de la mina su cuerpo exhausto como un estorbo, y al pensar
queidéntico destino aguardaba
a
la triste criatura, le acometió de improviso un deseo imperioso dedisputar su presa a ese
monstruo insaciable, que arrancaba del regazo de las madres a los hijoscrecidos para
convertirlos en parias"
(La Compuerta N. 12)
"El océano, hasta entonces tranquilo, empezaba a hinchar su torso y espasmódicas
sacudidasestremecían su espalda reluciente".
"Una ola alargando su elástica zarpa rebalso el punto donde dormía el pequeñueloquien
al sentir el frío contacto de aquel baño brusco, despertó, se retorció como un gusano ylanzó un
penetrante chillido”
(Sub Sole)
Como queda claro a través de estas citas, en los cuentos de Baldomero Lillo. el ambiente,
yasean la mina o el océano, adquiere características
y
poderes gigantescos, monstruosos, que avasallanal empequeñecido ser humano,
quien en

esta confrontación desigual es reducido a su mínima


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expresión.,deshumanizándolo.V.gr.: así como Pablo es una


"medrosa bestezuela
” el hijo de Ciprianaes representado como un insignificante gusano.Hay una lucha
disímil e injusta entonces, semejante a aquellas entabladas entre hombres
ydioses propias de las tragedias griegas (por ejemplo, Edipo Rey) que obviamente
culminará en undesenlace catastrófico para el ser humano.Incluso en Sub Sole, el mar
adquiere rasgos demoniacos al representársela como la serpientedel Edén: “Con ojos y
rostro desencajados por el espanto, habíavisto delante de ella [
mientras permanecía atrapada en la roca] una línea blanca, movible que avanzó un corto
trecho sobre la playay retrocedió luego con rapídez: era la espuma de una ola”(S.S. Pág
3).Estas fuerzas demoniacas, monstruosas no sólo se imponen al hombre, sino
que son más poderosas que las divinas, ya que al igual que en el poema Balada
de Gabriela Mistral ( "Diosquiere callar”) permanecen impasibles e inmutables ante el
dolor humano:
“¡Dios mío, apiádate de mi hijo, sálvalo, socórrelo!... no
c o n s i e n t a s q u e m u e r a desesperada...¡virgen Santísima! ataja la mar, sujeta las olas.
¡misericordia, Señor Mío, Dios Mío,óyeme, virgen Santísima. Escúchame Madre Mía!...Y-mientras
el cielo azul extendía su cóncavo dosel sobre la tierra y sobre las aguas, tálamosdonde la
muerte y la vida se enlazan perpetuamente, el infinito dolor de la madre que, dividido entrelas almas
hubiera puesto taciturnos a todos los hombres, no empaño con
la más leve sombra ladivina armonía de aquel cuadro palpitante de vida, de dulzura, paz y
amor
” (S.S.Pág5).En síntesis, la injusticia social que aflige a los pobres de 1a mina, por
ejemplo en La compuerta N. 12; da paso aquí a la injusticia divina, que aflige también a
los igualmente pobres de este cuento.Por otro lado, el determinismo ambiental, tan
característico de la tantas veces nombrada“ventana naturalista del modernismo” es
apreciable a través de todo Sub Sole, pero es fácilmenteejemplificable en la peculiar
equivalencia entre la agitación del océano ("A partir de ese instante,los progresos de la
marea fueran rápidos, tanto que muy pronto el oleaje alcanzó muy cerca del sitioen que
yacía la criatura”) con la agitación de la protagonista por este mismo hecho(“Cipriana,
con elcuello estirado, los ojos fuera de órbita miraba aquello estremecida por una
suprema convulsión”);aún más, cuando el mar se aquieta luego de engullir al hijo de la
mariscadora, también finaliza laagitación de esta, al enloquecer ahogándose, adquiriendo
la quietud de la muerte:
“La luz de su espíritu, azotada por una racha formidable, se extinguió, y mientras la
energía y el vigor, aniquilados en un instante, cesaban de sostener el cuerpo en aquella
forzada postura, lacabeza se hundió en el agua, un leve remolino agitó las ondas y algunas
burbujas aparecieron en la superficie tranquila de la pleamar
” (S.S.passim).Permítasenos un último apunte interpretativo; complementario de
todo lo que hasta el momentohemos venido diciendo: otra muestra del sincretismo de
carácter polifacético, destacado por Goiccom o e l em ent o fundam ent a l del
m oderni sm o (vi d. supra pá g.l ), est á en l o que su se gui dor R o d r í g u e z
denomina motivos asociados a la agonía romántica, entre los que
s e ñ a l a a l a metamorfosis de Satán y a la belleza de la Medusa.Relacionado con el
primero de tales motivos, Rodríguez a través del estudio del cuento LaLarva de Rubén
Darío, señala :”Mas lo demoniaco produce una extraña atracción y aún puede
7

mostrarse como bello”, respecto del segundo motivo el mismo crítico expresa: ”Muy
unido a estecarácter satánico y como justa correspondencia aparece la concepción de la
belleza maldita”.La idea básica planteada por estos dos motivos y por estas dos citas es
que la belleza es unade las tantas causales de la muerte (Cfr. los versos gongorinos: “en
tu hermosura está escondida/ laocasión de morir muerte temprana,”) relación, entonces,
belleza = muerte, que es la misma existenteentre la hermosura de la concha del
caracol con la muerte que provoca en Cipriana y su hijo: "
Ret i r ó l a mano y t uvo un segundo de va ci l aci ón, mas el rec uerdo de su
hi j o l e sugi ri ó el pensamiento de que sería aquello un lindo juguete para el chico y
no le costaría nada.Y el tinte pálido del caracol, con sus tonos iridisados tan hermosos,
destacábanse tan suavemente en aquel estuche de verde y aterciopelado musgo, que,
haciendo una nueva tentativa salvó el obstáculo ycogió la preciosa concha.Trató de
retirar la mano y no pudo conseguirlo. En balde hizo vigorososesfuerzos para zafarse. Todos
resultaban inútiles.
..” (S.S.3). NOTAS(l)Goic, Cedomil. “Generación de Daríol” Revista del Pacífico, Nº 4,
1967, pág.25.(2)Goic. Op.cit. pág.28(3)Rodríguez Fernández, Mario. El
Modernismo en Chile e Hispanoamérica. Santiago de Chile, Instituto de Literatura
Chilena, 1967, 259 pp.(4)Son estos motivos los que pretendemos más adelante aplicar a
los cuentos de Baldomero Lillo
.
(5)Rodríguez. op. Cit. pág.37.(6)Rodríguez.op.cit. pág.123.
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