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orientalismo
.
Esoterismo
; todas las tendencias, todas las literaturas, todos lostiempos, despiertan el apetito curioso
de estos perseguidores de la belleza. Esta actitud da sentidoacotado al
universalismo modernista.
La universalidad se entiende como universalidad de la bellezao de las formas. No se ve
desde cada nivel ni hacia cada punto cardinal, sino solamente lo que estátocado de
universalidad en algún grado significativo. Así podrá decir Darío al final de su prefacio a
Cantos
de vida y esperanza:
«Si en estos cantos hay política, es porque aparece universal. Y siencontráis
versos a un presidente, es porque son un clamor continental. Mañana podremos
ser yanquis (y es lo más probable); de todas maneras, mi protesta queda escrita
sobre las alas de losinmaculados cisnes, tan ilustres como Júpiter».Desarrollo
extenso de las tesis de Goic es el texto de Mario Rodríguez Fernández,
Elmodernismo en Chile e Hispanoamérica(3)donde efectúa un clarificador
catastro -obviamenteextraído de las obras del epónimo del modernismo Rubén Darío-
de los motivos que vertebran a lasensibilidad generacional modernista, motivos que se
pueden ordenar así:Grupo I:motivos fundados dentro de las preferencias
románticas.Grupo II:motivos enmarcados en las preferencias del parnasianismo.Grupo
III:motivos basados en la concepción social del arte.Grupo IV:aquéllos fundados en
la concepción naturalista (por ejemplo, la explotación social,el maquinismo,el
cuarto estado.el determinismo , etc. ( 4).Grupo V:motivos relacionados con la concepción
simbolista.La suma de todos estos motivos, detectados en la producción dariana, le
permite a Rodríguezllegar a una conclusión parecida a la de su maestro Goic, que
enunciamos más arriba “si rastreamosl os m ot i vos desarrol l ados en l a obra de
l os aut ores m ás rep r esent at i vos del m oderni sm o en Hispanoamérica, podemos
constatar que su característica principal es la heterogeneidad... Queremosdecir con ello
que ya en la simple enunciación de los motivos modernistas el observador
puedes orpr ender su di versi dad radi c al s us opuest os orí gen e s. S e puede
afi rm ar, ent onces, q ue l a sensibilidad generacional que revelan estos motivos está
definida por su voluntad para acoger lasmás disímiles instancias que le ofrece el arte y,
naturalmente, la vida." (5)"Frente a la concepción estrecha y monolítica, que la crítica al
uso tiene del modernismo, hemos procurado hacer resaltar la libertad creadora, el
sincretismo y el carácter polifacético que caracterizaa este movimiento literario”(6) ,
sincretismo que Rodríguez concluye que es producto del mestizajecultural que identifica
a lo hispanoamericano.Establecidos estos supuestos de Goic y Rodríguez -que
como dijimos arriba obviamentecom part i m os -, l o que pret end e m os en l as
l í neas si gui ent es d e est e t rabaj o es i nt er pret ar dos conocidos cuentos de
Baldomero Lillo, La Compuerta N.12 y Sub Sole (7) ,insertando
dichainterpretación dentro del marco de referencias teóricas que nos proveen dichos
supuestos.
1.-Baldomero Iillo,autor modernist
a.En pri m er l u ga r,si at endem os a l as z on as de fe chas dad as p or G oi c
para l a gener aci ón modernista (Vid.supra,pág. 1) concluiremos fácilmente que
Baldomero Lillo se incluye con toda propiedad en esta generación ya que
pertenecen a ella los escritores nacidos entre 1860 y 1874: nuest ro aut or por
s u part e na ci ó en Lo t a el 6 de en ero de 1 871. El peri odo de v i gen ci a de
l ageneración es entre los años 1905-1919, según Goic, pero Mario Rodríguez,
entendiendo que esteesquema generacional no puede ser aplicado de una forma mecánica
ni rígida, sobre todo, en cuanto
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a las fechas límites, plantea que la generación modernista se gesta entre 1890 y
1900 y entra envigencia "alrededor de 1902 Y 1903"(8): Lillo publicó durante su vida
dos volúmenes de cuentos,Sub-Terra(1904) y Sub Sole(1907), póstumamente
González Verá publica la tercera obra delcu e nt i st a l ot i no con el ti t ul o de
R el at os P opul ares, donde com pi l aba, una seri e de cuent os pu bl i cados
por Li l l o en di a ri os y r evi st as ent re 190 6 y 1907.Nót es e, en t onces, l as
fechas d e publ i ca ci ón de l as dos pri m era s obras y l a de l os t ex t os
apare ci dos en di ari o s y r evi st as y s e concluirá obviamente que ellas son
dadas a la prensa justamente dentro de la zona de fechas que Goic y Rodríguez
señalaban como e1, periodo de vigencia de la generación modernista.Más aún, con
Baldomero Lillo se ha producido por parte de cierta crítica y ciertos lectores,
unasituación parecida a la que ha provocado el modernismo: una visión centrada
en uno 'solo de susaspectos por ejemplo, el exotismo y evasi6n.frente a una
perspectiva más matizada -que es laverdadera- centrada en su carácter heterogéneo,
ecléctico y multifacético de esta generación.Por su parte, de Lillo sólo se ha
atendido casi siempre a la temática minera de sus cuentos(visión monolítica),
dejándose muchas veces de lado en su lectura y estudio otros aspecto s
queevidentemente posee la producci6n de este cuentista.A est e propósi t o di ce
M ari o R odrí gu ez Fe rnández : “
No podemos quedarnos con un Lilloapegado excl usi vam ent e a l drama
mi ner o. En su obra campean l os t emas más di versos ycont r adi ct ori os y
s e conj ugan l as más di sí mi l es i nf l uenci as: el nat ural i smo .el parnaso
,el simbolismo, el realismo ruso, etc. Desde este punto de vista, Baldomero Lillo es cabalmente un
autor modernista"
(9).
2.-El naturalismo y el simbolismo en dos cuentos de Baldomero Lillo
.Tomando como base lo afirmado en la reciente cita, quisiéramos a
continuación estudiar lascaracterísticas naturalistas y simbolistas (estas últimas
entendidas con un sentido bastante laxo) queaparecen en el relato referido al niño que su
padre obliga a trabajar en la mina (C.12) y aquel otro,que narra la tragedia de Cipriana y
su hijo, quienes fallecen ahogados luego que ella queda atrapadaen una roca (S.S.)
2.2.La Compuerta Nº12
.En el esquem a ord e nador resp ect o a l os m ot i vos m oderni st as basados
en una con cepci ón naturalista aparece encabezando dicho grupo aquel motivo
referido a la "explotación social queaflige al cuarto estado".Véase al respecto el
siguiente ejemplo de esta situación -inserta en el sistema de
preferenciasnaturalistas del modernismo- tal como aparece en La Compuerta Nº l2: "
más atrás con el pequeñode la mano, seguía el viejo con la barba sumida en el pecho, hondamente
preocupado. Las palabrasdel capataz [referidas a que si no cumplía con la cuota mínima de mineral
requerida por la empresa sería despedido] y la amenaza en ellas contenida, habían llenado
de angustia su corazón.Desdealgún tiempo su decadencia era visible para todos, cada día se
acercaba más el fatal lindero que unavez traspasado, convierte al obrero viejo en un trasto
inútil dentro de la mina. En balde desde el aman ecer hast a l a noche, durant e
cat or ce horas mort a l es...at acaba l a hul l a f uri osament e encarnizándose contra
el filón inagotable que tantas generaciones de forzados como el arañaban sincesar en las entrañas
de la tierra. Pero aquella lucha tenaz y sin tregua convertía muy pronto enviejos
decrépitos a los más jóvenes y vigorosos. Allí, encorvábanse las espaldas y aflojábanse
losmúsculos...Pero el hambre es aguijón más eficaz que el látigo y la espuela,y reanudaban
taciturnosla tarea agobiadora..
.” (C.12.pág.16).
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Por otra parte, en la enlutada mina sólo aparece cierta claridad proveniente de las luces de
laslámparas de los mineros, las que sintomáticamente son
"luces vacilantes
”, que dan un ”
macilentoresplandor
”,en fin,”
luces de las lámparas que parecían a punto de extinguirse
”, de morir.Por todo ello, los personajes sumidos en esta lobreguez enlutada
(valga la redundancia) loúnico que anhelan es la claridad inalcanzable (símbolo de la
vida) que s6lo tiene existencia fuera dela mina. Por ejemplo, el niño que hace un trabajo
similar al que Pablo efectuará tenía
"sus pupilas sedientas de luz, húmedas por la nostalgia del lejano resplandor del día”;
instantes antes de ser literalmente encadenado a su trabajo, al hijo del minero "parecíale a veces
que estaba en un cuarto aobscuras y creía ver a cada instante abrirse una ventana y entrar
por ella la brillantez de los rayosdel sol”, y más adelante, ”dominado por un deseo
vehementísimo de abandonar aquel sitio, de ver a su madre y a sus hermanos y de encontrarse otra
vez con la claridad del día
" (C.12,passim).Pero lamentablemente, por todas las causas que hemos venido apuntando
(manifestaciones deotras tantas “ventanas naturalistas del modernismo”): explotación
social, determinismo ambiental,maquinismo; tal claridad (la vida) se hace inalcanzable
para los pobres de la mina:”
su cuerpo, que penetraba como una cuña en al brecha abierta, ensanchándola
con el afán del presidiario quehorada el muro que lo oprime; pero sin la esperanza que
alienta y fortalece al prisionero: hallar al fin de la jornada una vida nueva llena de sol, de aire y de
liberta
d".(C.12, pág.22)
2.2. Sub Sole
Abordaremos ahora el análisis -siguiendo coordenadas parecidas a las anteriores- del
cuentoSub Sole (otro ejemplo de que Baldomero Lillo no sólo cultivaba temas mineros)
relacionándolo en principio con otras obras del mismo autor:
“Jamás se supo cómo la madre del Cabeza de Cobre salvó la barrera. Detenida por los
cablesniveles, se la vio por un instante agitar sus piernas descarnadas en el vacío, y luego
sin un grito,desaparecer en el abismo. Algunos segundos después, un ruido sordo lejano, casi
imperceptible brotóde la hambrienta boca del pozo de la cual escapaban bocanadas tenues de
vapores: era el aliento del monstruo ahíto de sangre en el fondo de su cubi
l.”(El Chiflón del Diablo)"
Tal vez muy pronto arrojarían de la mina su cuerpo exhausto como un estorbo, y al pensar
queidéntico destino aguardaba
a
la triste criatura, le acometió de improviso un deseo imperioso dedisputar su presa a ese
monstruo insaciable, que arrancaba del regazo de las madres a los hijoscrecidos para
convertirlos en parias"
(La Compuerta N. 12)
"El océano, hasta entonces tranquilo, empezaba a hinchar su torso y espasmódicas
sacudidasestremecían su espalda reluciente".
"Una ola alargando su elástica zarpa rebalso el punto donde dormía el pequeñueloquien
al sentir el frío contacto de aquel baño brusco, despertó, se retorció como un gusano ylanzó un
penetrante chillido”
(Sub Sole)
Como queda claro a través de estas citas, en los cuentos de Baldomero Lillo. el ambiente,
yasean la mina o el océano, adquiere características
y
poderes gigantescos, monstruosos, que avasallanal empequeñecido ser humano,
quien en
mostrarse como bello”, respecto del segundo motivo el mismo crítico expresa: ”Muy
unido a estecarácter satánico y como justa correspondencia aparece la concepción de la
belleza maldita”.La idea básica planteada por estos dos motivos y por estas dos citas es
que la belleza es unade las tantas causales de la muerte (Cfr. los versos gongorinos: “en
tu hermosura está escondida/ laocasión de morir muerte temprana,”) relación, entonces,
belleza = muerte, que es la misma existenteentre la hermosura de la concha del
caracol con la muerte que provoca en Cipriana y su hijo: "
Ret i r ó l a mano y t uvo un segundo de va ci l aci ón, mas el rec uerdo de su
hi j o l e sugi ri ó el pensamiento de que sería aquello un lindo juguete para el chico y
no le costaría nada.Y el tinte pálido del caracol, con sus tonos iridisados tan hermosos,
destacábanse tan suavemente en aquel estuche de verde y aterciopelado musgo, que,
haciendo una nueva tentativa salvó el obstáculo ycogió la preciosa concha.Trató de
retirar la mano y no pudo conseguirlo. En balde hizo vigorososesfuerzos para zafarse. Todos
resultaban inútiles.
..” (S.S.3). NOTAS(l)Goic, Cedomil. “Generación de Daríol” Revista del Pacífico, Nº 4,
1967, pág.25.(2)Goic. Op.cit. pág.28(3)Rodríguez Fernández, Mario. El
Modernismo en Chile e Hispanoamérica. Santiago de Chile, Instituto de Literatura
Chilena, 1967, 259 pp.(4)Son estos motivos los que pretendemos más adelante aplicar a
los cuentos de Baldomero Lillo
.
(5)Rodríguez. op. Cit. pág.37.(6)Rodríguez.op.cit. pág.123.
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