Está en la página 1de 1

Desde el punto de vista ético las comunidades tienen el derechos a ser escuchados, a ser in

formados, que se les trate como agentes activos en su propia realidad y en la toma de
decisiones, no ser vistos como un ente inerte al que se le está interviniendo, sino que un ente
activo que participa en sus propios cambios, que se les permita dar su opinión y que colaboren
ellos mismos, siempre escuchando lo que tienen que decir y respetando sus opiniones.
También la comunidad tiene que ser considerada como viva, activa, ya que está formada por
personas que tienen su propia opinión y tienen el derecho de darla, de estar informados, de
participar, de tener autonomía sobre su propio destino, por lo que, cualquiera sea su decisión,
en cuanto a la intervención o investigación a las cual se les quiere someter, se debe respetar.

Cada comunidad tiene su propio contexto e historia, por lo que, por más buena intención y
buena preparación que tenga quien hace la intervención o investigación, tienen que tomar en
cuenta y escuchar activamente a la comunidad, tanto en sus juicios como en sus dudas y
aprehensiones de acuerdo con lo que se está haciendo, ya que toda esta intervención debe ser
en beneficio de ellos, por lo que debe tomar el tiempo y disposición para trabajar
directamente con ellos.

La comunidad como tal sabrá cuales son sus necesidades y prioridades y tienen una opinión
sobre eso. Si la opinión del interventor o investigador difiere mucho, se debe escuchar ambas
partes y llegar a un término medio o llegar a un acuerdo por todas las partes involucradas,
siempre buscando lo mejor y sin dejar de lado el rol activo de cada comunidad, respetando sus
derechos.

a mejor inervencion c el mayor esfuerzo

-_____________________________

También podría gustarte