EVALUACIÓN DE LA SEGURIDAD DE LOS ARCHIVOS ADJUNTOS CON LA

CLASIFICACIÓN Q DEL ARCHIVO ADJUNTO: EVIDENCIA METANALÍTICA

DE LA VALIDEZ DEL OBSERVADOR AQS
Marinus H. van IJzendoorn, Carolus M. J. L. Vereijken, Marian J. Bakermans-Kranenburg,
and J. Marianne Riksen-Walraven
La confiabilidad y la validez del Adjunto Q Sort (AQS; Waters & Deane, 1985) se probaron
en una serie de metaanálisis en 139 estudios con 13,835 niños. El puntaje de seguridad AQS
del observador mostró una validez convergente con la seguridad del procedimiento de
situación extraña (SSP) (r5.31) y una excelente validez predictiva con medidas de
sensibilidad (r5.39). Su asociación con el temperamento fue más débil (r5.16), lo que apoya
la validez discriminante del observador AQS. Los estudios sobre la estabilidad del
observador AQS todavía son relativamente escasos, pero han arrojado resultados
prometedores (media r5.28; k54, n5162). Se concluye que el observador AQS, pero no el
autoinforme AQS, es una medida válida de adjunto.
En este artículo presentamos una serie de hipótesis para la investigación sobre el
metanálisis sobre estudios que aplican el desarrollo socioemocional de los niños
Adjunto Q Sort (AQS; Vaughn & Waters, pequeños. La creciente influencia de la
1990; Waters & Deane, 1985) para teoría del apego se debió en gran parte a
evaluar la seguridad del apego de bebés y la disponibilidad de un instrumento
niños pequeños a sus padres o cuidadores. estándar para la evaluación del apego
Durante 3 décadas, el procedimiento de infantil, es decir, el SSP, desarrollado por
situación extraña (SSP) ha sido la medida Ainsworth y sus colegas (Ainsworth et
establecida de la seguridad del apego de al., 1978; Ainsworth & Wittig, 1969 ). En
los bebés (Ainsworth, Blehar, Waters y el SSP, el comportamiento de apego de
Wall, 1978). Nuestro objetivo es evaluar los niños hacia un padre o cuidador se
la confiabilidad y la validez de AQS observa en una sala de juegos de
como un instrumento alternativo para la laboratorio donde se encuentran con un
evaluación de la seguridad de los archivos adulto desconocido y se separan dos
adjuntos. Aunque un enfoque narrativo veces brevemente de su figura de apego.
puede brindar una valiosa visión general Aunque el SSP ha arrojado resultados
de los estudios de AQS (Solomon y notables (para las revisiones en Cassidy y
George, 1999), el uso del metanálisis Shaver, 1999), ha sido un inconveniente
conduce a estimaciones más precisas de que la investigación del apego dependiera
los indicadores de confiabilidad y validez, casi exclusivamente de un solo
y a una visión más completa de los procedimiento para la medición del
moderadores potenciales. apego. El SSP implica un procedimiento
de laboratorio artificial y estresante que
Desde el trabajo inicial de Bowlby (1969)
ha sido criticado por su falta de validez
sobre los fundamentos teóricos de los
ecológica (Bronfenbrenner, 1979) y que
vínculos emocionales de los niños con sus
ha planteado algunas preocupaciones
padres, la teoría del apego se ha
éticas (Thompson, 1990). Además, el SSP
convertido en una importante fuente de
se desarrolló para su uso con bebés en el
segundo año de vida, lo que llevó a la
negligencia relativa del apego en etapas
posteriores de la vida.
Hace dos décadas, Waters y Deane (1985)
F, inspirados en el trabajo seminal de
Jack Block (1961) sobre el enfoque Q,
introdujeron otro método para evaluar la
seguridad del apego en bebés y niños
pequeños, es decir, el AQS. El AQS
consiste en una gran cantidad de tarjetas
(75, 90 o 100). En cada tarjeta se describe
una característica de comportamiento
específica de los niños entre 12 y 48
meses de edad. Las tarjetas se pueden
usar como un vocabulario estándar para
describir el comportamiento de un niño
en el entorno natural del hogar, con
especial énfasis en el comportamiento
seguro (Vaughn y Waters, 1990).
Después de varias horas de observación,
el observador clasifica las tarjetas en
varias pilas de "más descriptivas del
sujeto" a "al menos" descriptivas del
sujeto. " el número de pilas y el número
de cartas que se pueden poner en cada
pila son fijos. Al comparar la descripción
resultante con el perfil de
comportamiento de un niño seguro
prototípico proporcionado por varios
expertos en el campo de la teoría del
apego, se puede obtener una puntuación
para la seguridad del apego. De hecho, el
puntaje de seguridad AQS es la
correlación entre el tipo Q de este niño
específico y el tipo experto que describe
al niño prototípicamente seguro. En
teoría, los puntajes AQS pueden variar de
1.0 a 11.0, es decir, de una correlación
negativa perfecta a una correlación
positiva perfecta con la clasificación de
seguridad de tipo ideal. Para las
puntuaciones de AQS individuales o
promedio, no se puede agregar un
significado específico más que el grado
de similitud con el tipo de seguridad de
tipo ideal. No hay un punto de corte
natural que separe a los niños inseguros.
Sin negar los numerosos puntos fuertes
del SSP, el AQS tiene algunas ventajas
sobre el SSP. Primero, se puede usar para
un rango de edad más amplio (12–48
meses) que el SSP. Además, las
observaciones de AQS se realizan en el
hogar y, por lo tanto, pueden tener una
mayor validez ecológica. Además, debido
a que la aplicación del AQS no requiere
las separaciones estresantes utilizadas en
el SSP, el método puede aplicarse en
culturas y poblaciones en las que las
separaciones entre padres e infantes no
son comunes (por ejemplo, Kazui, Endo,
Tanaka, Sakagami y Suganuma). 2000).
Debido a que el AQS es menos intrusivo
que el SSP, se puede usar con más
frecuencia con el mismo niño, por
ejemplo, en diseños de medidas repetidas
y en estudios sobre redes de apego de
niños. Finalmente, la aplicación del AQS
en culturas o poblaciones divergentes
puede adaptarse al comportamiento
prototípico seguro de base de los niños de
esos orígenes (Posada, Gao, et al., 1995).
El AQS puede incluso usarse para evaluar
la seguridad infantil en grupos
extremadamente perturbados, como los
niños autistas (Rutgers, Bakermans-
Kranenburg y Van IJzendoorn, 2004) y en
primates no humanos como los monos del
Viejo Mundo (Kondo-Ikemura y Waters,
1995). Sin embargo, se debe tener en
cuenta que el AQS requiere mucho
tiempo, su base de datos de observación
generalmente no se graba en video con
fines de archivo y revisión, y no distingue
entre los tipos de inseguridad.
Obviamente, si el AQS es un instrumento
válido para la evaluación de la seguridad
de los adjuntos, sería una adición
importante a la caja de herramientas del
investigador de adjuntos. Waters y Deane
(1985) han discutido ampliamente el
contenido de los ítems y el procedimiento
de clasificación del AQS y concluyeron
que ambos son apropiados para la
medición del concepto de adjunto, lo que
respalda su validez de contenido. El
presente estudio se centra en los
resultados empíricos que se han obtenido
con el AQS. Se discuten tres tipos de
validez. Primero, la validez convergente
del AQS indica el grado en que se
relaciona con los instrumentos que miden
el mismo constructo. En particular, la
seguridad de los archivos adjuntos
derivados de AQS debe correlacionarse
con las clasificaciones de seguridad
basadas en el comportamiento en el SSP.
Un tema emergente recientemente se
refiere a la asociación entre el AQS y el
apego desorganizado (Lyons-Ruth y
Jacobvitz, 1999; Main & Solomon, 1990;
Van IJzendoorn, Schuengel, y
Bakermans-Kranenburg, 1999). Aunque
el AQS no se ha desarrollado para evaluar
la desorganización del apego, su amplio
espectro de descriptores de
comportamiento puede reflejar
diferencias entre niños desorganizados y
no organizados. En particular, se puede
probar la hipótesis de que el apego
desorganizado está indexado por los
puntajes más extremos en el AQS (E.
Waters, comunicación personal, 19 de
junio de 2002). Segundo, el AQS como
un procedimiento para evaluar la
seguridad de los archivos adjuntos debe
demostrar validez discriminante; es decir,
solo debe relacionarse débilmente con
instrumentos que han probado medir otros
conceptos tales como el temperamento
(Sroufe, 1985; Vaughn y Bost, 1999).
Aunque el comportamiento de apego y el
temperamento pueden estar relacionados,
en particular con el aumento de la edad
(Vaughn et al., 1992), los dos constructos
deben considerarse al mismo tiempo
como componentes conceptualmente
separados del desarrollo socioemocional
de los niños. Desde una perspectiva de la
genética del comportamiento, se ha
documentado que la seguridad del apego
y la reactividad temperamental tienen
diferentes raíces (influencias ambientales
vs. heredabilidad; ver Bokhorst et al.,
2003). En tercer lugar, el AQS muestra la
validez predictiva si la seguridad del AQS
está relacionada con otras construcciones,
como lo predice la teoría de adjuntos. Dos
proposiciones centrales de la teoría del
apego implican que la seguridad del
apego de los niños está relacionada con la
sensibilidad sensible del cuidador y con la
competencia social, en particular, en las
relaciones cercanas (de amistad). . Se
supone que la seguridad del apego de los
niños es el resultado de las interacciones
con su entorno social, en particular, con
sus cuidadores principales. De hecho, se
supone que la capacidad del cuidador para
percibir las señales de apego del niño con
precisión y responder de manera
adecuada y rápida a estas señales es dos
de los determinantes más importantes de
la seguridad del apego del niño
(Ainsworth et al., 1978). La asociación
entre el apego y la sensibilidad sensible
está claramente respaldada por pruebas
correlacionales y experimentales (para
revisiones metaanalíticas, ver De Wolff y
Van IJzendoorn, 1997; Bakermans-
Kranenburg, Van IJzendoorn, & Juffer,
2003). Además, se supone que la
seguridad del apego predice el desarrollo
socioemocional posterior del niño.
Aunque los mecanismos causales aún se
están debatiendo (Lamb y Nash, 1989;
Thompson, 1999) y la influencia del
apego puede estar restringida a la
competencia social en las relaciones
íntimas (Sroufe, 1988), se ha encontrado
apoyo para asociaciones con la
competencia social de los niños en
interacción con compañeros, extraños y
padres (Cohn, Patterson y Christopoulos,
1991; Elicker, Englund y Sroufe, 1992;
Schneider, Atkinson y Tardif, 2001;
Thompson, 1999). Debido a que el
vínculo con la competencia social en las
relaciones entre pares también se ha
investigado en varios estudios AQS, nos
centramos en esta dimensión del
desarrollo socioemocional en el estudio
metaanalítico actual.
Además de la validez convergente,
discriminante y predictiva, el AQS
también debe mostrar confiabilidad entre
codificadores y cierta estabilidad a lo
largo del tiempo. En circunstancias
estables, la seguridad del accesorio según
lo evaluado en el SSP muestra una
estabilidad considerable durante 3 a 6
meses (Bretherton, 1985; Lamb,
Thompson, Gardner, & Charnov, 1985).
Recientemente, las nuevas medidas de
seguridad de apego para preescolares y
niños mayores también han demostrado
una considerable estabilidad en los
patrones de apego durante el período
preescolar (Howes & Hamilton, 1992b;
Main & Cassidy, 1988; StevensonHinde
& Verschueren, 2002; Solomon &
George, 1999). Se ha afirmado que la
inestabilidad de la seguridad del apego
puede deberse a eventos de la vida y
cambios en las circunstancias de la vida
que influyen en la sensibilidad sensible
del cuidador (Lamb y otros, 1985;
Vaughn, Egeland, Sroufe y Waters,
1979). Sin embargo, en general, los
estudios de estabilidad de la seguridad del
accesorio han mostrado una continuidad
considerable a lo largo de los primeros 20
años de vida (Fraley, 2002; Waters,
Hamilton y Weinfield, 2000), y las
medidas de acoplamiento alternativas
como el AQS también deben documentar
cierta estabilidad. a través del tiempo.
Hay algunos problemas adicionales que
se deben considerar al evaluar el AQS
como una medida para la seguridad del
archivo adjunto. Los niños pueden ser
vinculados a su madre y a su padre, pero
también a sus proveedores de cuidado
diurno. La seguridad del niño en estas
relaciones se ha descrito con el AQS en
varios estudios. Se supone que las
asociaciones teóricas descritas
anteriormente deben ser válidas para cada
una de las relaciones de apego del niño,
independientemente del estado biológico
de la figura de apego (Howes, 1999).
Un problema adicional se refiere al
clasificador de la AQS. El AQS puede ser
usado para describir la relación de apego
del niño por observadores entrenados,
pero también por el padre o cuidador que
es parte de la relación. Debido a que en
ambos casos se describe la misma
relación de apego, deberían producir
resultados similares. Hay, sin embargo,
algunas razones por las que estos tipos de
Q pueden divergir. La presencia del
observador en la familia puede influir en
la interacción padre-hijo. La cantidad de
tiempo que un observador puede pasar
con la familia es limitada, al igual que su
acceso a situaciones y eventos relevantes temperamentales, por lo tanto, debe ser
para el apego. El cuidador puede, sin débil o ausente para mostrar una validez
embargo, tener más sesgos de respuesta discriminante. Solo con la edad, el apego
del sujeto debido a la participación propia y el temperamento se pueden relacionar
en la relación de apego. Por estas razones, más (Vaughn y Bost, 1999). Tercero, uno
los AQS clasificados por cuidadores y de los supuestos básicos en la teoría del
observadores pueden divergir en términos apego es el papel crucial de la
de características de validez. sensibilidad de los padres en el desarrollo
del apego. Probamos si más seguridad
Desde la primera publicación en AQS en
AQS estaba asociada con una mayor
1985 (Waters & Deane, 1985), se han
sensibilidad del padre (validez
revisado las tarjetas de clasificación Q,
predictiva). Cuarto, aunque es objeto de
los procedimientos de recopilación de
un debate considerable, se asume
datos y los métodos de calificación. El
ampliamente que la seguridad del apego
AQS inicial consistió en 100 artículos,
debe estar relacionada con el
pero luego se compusieron versiones de
comportamiento del niño en las relaciones
75 y 90 artículos. Waters y Deane (1985)
(íntimas) fuera de la familia. Examinamos
propusieron un procedimiento extenso
los estudios de AQS sobre el desarrollo
para recopilar tipos de observadores Q,
socioemocional de los niños y evaluamos
utilizando la observación gratuita de la
si la seguridad de AQS estaba asociada
interacción entre padres e hijos en el
con una mayor competencia social
hogar. Sin embargo, varios estudios
(validez predictiva). Finalmente,
utilizaron procedimientos y visitas
probamos si el AQS autoinformado
domiciliarias más estructurados y
mostraba indicadores de validez
limitados en el tiempo. Estos aspectos de
comparables a los del AQS observador
procedimiento del AQS pueden influir en
que consume mucho tiempo y, por lo
la validez del AQS. Examinamos estos
tanto, si se puede usar como una
temas en nuestros metaanálisis.
alternativa viable al AQS observador.
En resumen, probamos las siguientes
Método
hipótesis. Primero, examinamos la
convergencia entre la seguridad de los Selección de estudios
adjuntos según lo evaluado en el SSP y a
Los estudios se incluyeron en esta
través del AQS, y esperamos encontrar
investigación metaanalítica si cumplían
una asociación sólida (validez
con dos criterios. Primero, el estudio debe
convergente). Además, se esperaba que
informar los resultados de los análisis con
los niños clasificados como
el AQS. En segundo lugar, el informe
desorganizados en el SSP tuvieran
debe contener información suficiente
puntajes de seguridad AQS
sobre la recopilación de datos para
extremadamente bajos. En segundo lugar,
evaluar el estudio, como la versión
se ha documentado que la seguridad y el
específica del AQS, el número de
temperamento del apego no están
participantes y la edad de los
relacionados. La relación entre la
participantes. Se realizó una búsqueda
seguridad AQS y las características
bibliográfica utilizando las siguientes
bases de datos computarizadas:
PsychLIT, ERIC, Sociofile y Dissertation
Abstracts. La base de datos ISI de citas de
ciencias sociales (Web of Science) se
realizó una búsqueda de referencias a los
documentos que presentan el AQS
(Vaughn & Waters, 1990; Waters &
Deane, 1985; Waters, Vaughn, Posada, &
Kondo-Ikemura, 1995). Las referencias
en los estudios encontrados en las
búsquedas computarizadas se verificaron
para otros estudios relevantes. Debido a
que los estudios más recientes aún no se
han incluido en estas bases de datos,
también se realizaron búsquedas
manuales de revistas recientes sobre
desarrollo infantil. Finalmente, los
colegas nos proporcionaron varios
manuscritos que aún están siendo
revisados o en prensa. Incluimos artículos
publicados y no publicados. En la
literatura meta-analítica, se recomienda la
inclusión de material no publicado para
proteger contra el riesgo del cajón de
archivos, es decir, la presencia potencial
de manuscritos no publicados con
resultados nulos en los cajones de
archivos de investigadores decepcionados
(por ejemplo, Light & Pillemer, 1984;
Mullen, 1989).
La búsqueda bibliográfica arrojó 137
estudios con 13.835 niños. Algunos
estudios no contenían información
suficiente sobre el tamaño de la muestra o
el clasificador (observador o cuidador), y
no pudieron incluirse en los metanálisis.
En algunos casos, dos o más artículos
informaron sobre la misma muestra. En
estos casos, los resultados de los artículos
se trataron como pertenecientes a un
estudio empírico. En algunos otros casos,
se describieron más muestras en un
documento. Las muestras se consideraron
como estudios separados (ver Vaughn et
al., 1992). Cuatro estudios se basaron en
participantes de dos muestras no
superpuestas (Howes y Hamilton, 1992a,
1992b; Howes, Hamilton y Matheson,
1994; Howes, Matheson y Hamilton,
1994). Si los estudios contenían dos o
más estadísticas para la misma
asociación, estas estadísticas se
combinaron metaanalíticamente dentro
del estudio (con Borenstein, Rothstein, y
Cohen's, 2000, programa de metanálisis
integral [CMA]; consulte la discusión en
la sección Análisis estadísticos). y solo la
estadística combinada se incluyó en el
metanálisis.
De las 139 muestras, 80 se realizaron en
el continente norteamericano. Las madres
describieron la relación de apego con su
hijo en 77 estudios, los padres lo hicieron
en 10 estudios y los maestros de guardería
lo hicieron en 2 estudios. Los
observadores entrenados describieron el
apego a la madre en 54 estudios, el apego
al padre en 1 estudio y el apego a un
maestro de guardería en 15 estudios. El
tamaño de la muestra varió de 7 niños en
la muestra más pequeña (Petrie &
Davidson, 1995) a 3,060 niños en la
muestra más grande (Howes & Ritchie,
1999). Se disponía de un número
suficiente de estudios para probar la
asociación entre AQS y SSP (k532), AQS
y sensibilidad sensible (k542), AQS y
temperamento (k527), y AQS y desarrollo
socioemocional (k533). Los metanálisis
anteriores en el área del apego se basaron
en un número similar o menor de estudios
(por ejemplo, Fox, Kimmerly y Schafer,
1991; Goldsmith y Alansky, 1987; Van
IJzendoorn, 1995).
Sistema de codificación comportamiento de unión desorganizada
(Main y Solomon, 1990). Para el
Se utilizó un sistema de codificación para
temperamento, seleccionamos indicadores
calificar cada estudio de AQS sobre el
de reactividad temperamental o
diseño, la muestra y las características de
dimensiones temperamentales
publicación. Como características de
relacionadas como irritabilidad o estado
diseño, codificamos el tamaño de la
de ánimo. La sensibilidad sensible se
muestra, el clasificador, la versión AQS,
refería a la sensibilidad de la madre según
la duración y el intervalo. Codificamos si
se evaluó, por ejemplo, con el Conjunto
el AQS fue ordenado por un observador
de comportamiento materno Q (Pederson
entrenado o por la figura adjunta que fue
et al., 1990) o las escalas de calificación
parte de la relación que se evaluó con el
de Ainsworth, Bell y Stayton (1974). Los
AQS (madre, padre o maestro de
indicadores para el desarrollo
guardería). También codificamos si la
socioemocional del niño fueron la Lista
versión de AQS con 75, 90 o 100
de verificación de la conducta del niño
artículos se usó en el estudio, o si una
(CBCL; Achenbach, 1985) y la
medida adjunta se basó en una selección
competencia social en relación con sus
de artículos de AQS. Para la duración de
compañeros (por ejemplo, en Denham et
las observaciones AQS se codificó el
al., 2001). Como características de la
tiempo total de observación; por ejemplo,
muestra, codificamos la edad del niño
cuando la clasificación AQS se basó en
cuando se clasificó el AQS, si la muestra
dos observaciones de 2 horas cada una, la
era clínica o no clínica, y el país de la
duración de la observación se fijó en 240
muestra (Estados Unidos, Canadá, Europa
minutos. Con respecto al intervalo,
u otro). Finalmente, codificamos el tipo
codificamos el período intermedio entre
de publicación (revista, capítulo de libro,
el AQS y la evaluación de la (s) otra (s)
disertación o presentación de la
variable (s); este período varió de 0 meses
conferencia). Los estudios fueron
(p. ej., en Stevenson-Hinde & Shouldice,
codificados por Marinus van IJzendoorn y
1990, el AQS se clasificó dentro de 1 mes
Marian J. Bakermans-Kranenburg. La
desde la evaluación del temperamento)
confiabilidad intercoder del sistema de
hasta los 24 meses (en Schmidt, 1998, el
codificación se estableció en 22 estudios.
AQS se clasificó a los 36 meses de la
Las confiabilidad oscilaron entre .94 y
edad del niño, y se evaluó el desarrollo
1.00.
socioemocional a los 60 meses).
Análisis estadístico
Además, codificamos qué otras variables
relevantes se midieron (apego en el SSP, En el presente metanálisis, los
temperamento, sensibilidad sensible o procedimientos desarrollados por
desarrollo socioemocional del niño). Para Rosenthal (1991), Mullen (1989) y
el apego en el SSP, observamos si los Borenstein et al. (2000) se aplicaron. Las
niños habían sido clasificados con el pruebas estadísticas de los estudios
sistema de codificación de tres vías pertinentes se transformaron en una
(Ainsworth et al., 1978) o con el sistema métrica común para el tamaño del efecto:
de codificación de cuatro vías, incluido el el coeficiente de correlación (r). Las
variables moderadoras potenciales se
examinaron para comprobar si explicaban
de manera significativa la variabilidad de
los tamaños del efecto. Los moderadores
fueron: tipo de publicación, país, edad de
los participantes en el momento de la
evaluación de AQS, versión de AQS,
clasificador (observador o cuidador),
horas de observación para la evaluación
de AQS, período intermedio entre la
evaluación de AQS y otra variable
pertinente, y tipo de muestra (no clínica o
clínica). El tamaño extremadamente
grande de la muestra del estudio de la
Red de Investigación de Cuidado Infantil
Temprano del Instituto Nacional de Salud
Infantil y Desarrollo Humano (NICHD)
(n51,148) fue aprobado (n5250) en la
función de ponderación para evitar que
los resultados sean indebidamente
determinado por un solo estudio externo
(Hampel, Ronchetti, Rousseeuw y Stahel,
1986). De manera similar, el gran tamaño
de la muestra del estudio de Howes y
Ritchie (1999) sobre los vínculos entre
cuidadores y niños fue aprobado (n. 500)
en los análisis sobre la competencia
social. No se detectaron tamaños de
efectos externos (z <- 3.26 > z3.26;
Tabachnik y Fidell, 2001) en ninguno de
los conjuntos de datos meta-analíticos
después de la conversión a Fisher Z. Los
análisis se realizaron con el paquete
estadístico de Mullen (1989). Análisis y
con Borenstein et al. (2000) programa
CMA. Se llevaron a cabo análisis
ponderados de la variación de la
inversión, en los cuales las correlaciones
se transformaron en Fisher Z; para el
algoritmo utilizado en los análisis finales,
ver Borenstein y Rothstein (1999, p. 270
ff). Se aplicaron pruebas de
homogeneidad de los resultados del
estudio para verificar si dichos resultados
se tomaron de muestras de diferentes
poblaciones. El programa CMA de
Borenstein et al. (2000) computó tanto los
parámetros fijos como los del modelo de
efecto de randomeffect. Las pruebas de
significación y los análisis moderadores
en los modelos de efectos fijos se basan
en el supuesto de que las diferencias entre
los estudios que conducen a diferencias
en los efectos no son aleatorias y que, en
principio, el conjunto de tamaños de los
efectos del estudio es homogéneo a nivel
de la población. Las pruebas de
significación se basan en el número total
de participantes, pero la generalización se
restringe a otros participantes que podrían
haber sido incluidos en los mismos
estudios del metanálisis (Rosenthal,
1995). En los modelos de efectos
aleatorios, las pruebas de significación se
basan únicamente en el número total de
estudios y la generalización se refiere a la
población de estudios de la que se extrajo
el conjunto actual de estudios (Rosenthal,
1995).
Se ha argumentado que los modelos de
efectos aleatorios reflejan más
adecuadamente la heterogeneidad en los
estudios de comportamiento y utilizan
niveles alfa no inflados cuando no se
cumple el requisito de homogeneidad
(Hedges y Olkin, 1985). Decidimos
presentar los tamaños del efecto
combinado y sus intervalos de confianza
(IC) en el contexto de los modelos de
efectos fijos o de efectos aleatorios en
función del resultado de la prueba de
homogeneidad pertinente; es decir,
presentamos tamaños de efectos fijos y
sus IC solo cuando la prueba de
homogeneidad no demostró
heterogeneidad. Las estadísticas Q se
presentan para probar la homogeneidad
del conjunto específico de tamaños del
efecto y para probar la importancia de los
moderadores (Borenstein et al., 2000;
Mullen, 1989; Rosenthal, 1995). En
nuestra serie de metaanálisis, varios
conjuntos de datos fueron heterogéneos.
En esos casos, los parámetros del modelo
de efectos aleatorios (significación, IC)
son más conservadores que los
parámetros de efectos fijos, y las pruebas
de moderador (basadas en los efectos
fijos) deben considerarse descriptivas del
conjunto específico de estudios
disponibles. y debe ser interpretado con
cautela (Rosenthal, 1995). En los dos
metanálisis más grandes (sobre las
asociaciones entre AQS y SSP, y AQS y
sensibilidad) realizamos un análisis de
regresión multivariable con los
moderadores más relevantes (edad,
duración y país) como predictores para
probar si predecían la varianza no
superpuesta. Los tamaños del efecto (r) se
transformaron en puntuaciones de Fisher
Z porque la métrica de r se vuelve no
lineal en sus valores extremos, y la
transformación de Fisher Z representa una
solución de este sesgo de Van IJzendoorn,
Vereijken, Bakermans-Kranenburg y
Riksen-Walraven 1192 para esta asimetría
(Mullen , 1989; Rosenthal, 1991). Para
probar la diferencia de las puntuaciones
de seguridad observadas en las muestras
normales en comparación con las clínicas,
reconstruimos los datos sin procesar de
los participantes en cada estudio
(brindando a estos participantes el valor
medio de la muestra como la mejor
estimación de su puntuación, excepto por
el gran estudio NICHD , 1999, para el
cual las puntuaciones individuales
estaban disponibles), y calculamos la
estadística t para la diferencia entre los
dos grupos.
Resultados
Puntuaciones medias de seguridad
En la Tabla 1 se presenta una descripción
general de los estudios. En 34 muestras
(n52,703), el AQS para la relación de
apego con la madre fue ordenado por un
observador. El puntaje medio de
seguridad de estos estudios fue de .31
(SD5.16). La puntuación de seguridad
media de .21 (SD5.08) en muestras
clínicas (k56, n5187) fue
significativamente más baja que la
puntuación de seguridad media de .32
(SD5.16) en muestras normales (k528,
n52,516), t (297.20 ) 516.06, po.01
(tamaño del efecto r5.30). Por supuesto,
las desviaciones estándar subestimaron la
desviación estándar real en el estudio
específico, pero el valor medio en todos
los estudios fue exacto, y la prueba sería
significativa incluso si las desviaciones
estándar fueran mucho más grandes.
Asociación entre el AQS y el SSP:
conjunto total de estudios de AQS de
validez convergente. En 32 muestras
(n51,981), la seguridad de AQS se
relacionó con la seguridad de adjuntos
derivada del SSP (consulte la Tabla 2). El
tamaño del efecto combinado ascendió a
r5.23, lo que indicaba una asociación
moderada entre el AQS y el SSP en la
dirección esperada. Sin embargo, los
resultados del observador AQS (k517,
n51,070) difirieron significativamente del
AQS autoinformado (k515, n5911). La
seguridad AQS autoinformada solo se
relacionó débilmente con la seguridad de
los archivos adjuntos derivada del SSP
(r5.14), mientras que la versión del
observador de AQS se correlacionó
sustancialmente (r5.31). La diferencia
entre los tamaños del efecto de estos dos
subgrupos de resultados del estudio fue
significativa, Q (df51) 59.25, po.01. A
partir de estos resultados, concluimos que
el observador AQS mostró una validez
convergente sustancial pero modesta
como medida para la seguridad del apego.
La seguridad de AQS se ha relacionado
con el apego desorganizado en cinco
estudios (Atkinson et al., 1999; NICHD
Early Child Care Research Network,
1999; Seifer, Schiller, Sameroff, Resnick
y Riordan, 1996; Van Bakel & Riksen-
Walraven, en prensa Vittorini, 2002). Los
cinco estudios utilizaron la versión de
observador de la AQS. El apego
desorganizado en el SSP parecía estar
relacionado con puntajes AQS
extremadamente bajos; el tamaño del
efecto combinado significativo fue r5.35
para la distinción entre adjuntos
desorganizados y no organizados no
coordinados (ver Tabla 2). Explorando
los moderadores de la asociación entre la
seguridad de AQS y la seguridad de SSP,
nos centramos en la versión del
observador de AQS.
Moderadores de la asociación entre el
observador AQS y el SSP.
Los tamaños del efecto de los estudios
sobre la asociación entre el observador
AQS y el SSP fueron heterogéneos, Q
(df516) 557.57, po.01. Moderadores
significativos fueron la duración de las
observaciones AQS, la edad de los niños
y el país en el que se realizó el estudio.
Los estudios con observaciones de AQS
que duraron más de 3 horas por niño (al
menos una sesión de mañana o tarde)
mostraron un tamaño de efecto
significativamente mayor para la
asociación entre la seguridad de AQS y la
seguridad de SSP (r5.42 combinados) que
los estudios con 3 horas de tiempo de
observación o menos. (r5.23) (ver tabla
2). Además, el observador AQS fue más
válido para niños pequeños (r5.34 para
niños menores de 18 meses) que para
niños mayores (rs5.22 y .26 para niños
entre 19 y 30 meses y niños mayores de
30 meses, respectivamente). Los estudios
AQS realizados en los Estados Unidos
parecían mostrar asociaciones mucho
menos fuertes entre la seguridad AQS y la
seguridad SSP (r5.14) que los estudios
realizados en Canadá (r5.54) o en Europa
(r5.40). Para la asociación entre AQS y
SSP, no importó si el estudio se publicó
en una revista revisada o no, si se
seleccionó una muestra clínica o una
muestra con niños no clínicos, qué
versión de AQS se usó (versión de 90
ítems vs. otras versiones), o qué intervalo
existió entre la evaluación con el AQS y
con el SSP.
Asociación entre el AQS y el
temperamento: validez discriminante
Conjunto total de estudios de AQS. En 27
muestras (n52,032), la seguridad de AQS
se relacionó con la reactividad
temperamental o dimensiones
temperamentales relacionadas, como el
estado de ánimo (consulte la Tabla 3). El
tamaño del efecto combinado ascendió a
r5.29, lo que indicaba una asociación
negativa sustancial entre la seguridad
AQS y la reactividad temperamental.
Como era de esperar, más seguridad de
los archivos adjuntos se asoció con menos
reactividad. Sin embargo, los resultados
del observador AQS (k510, n5831)
difirieron significativamente del AQS
autoinformado (k517, n51201). La
seguridad del observador AQS solo
estaba modestamente relacionada con la
reactividad (r=.16), mientras que la
versión de autoinforme del AQS se
correlacionó fuertemente (r5.35). La
diferencia entre los tamaños del efecto de
estos dos subgrupos de resultados del
estudio fue significativa, Q (df51) 520.99,
po.01. Por lo tanto, la versión de
observador del AQS mostró la validez
más discriminante y se usó para explorar
las influencias del moderador.
Moderadores de la asociación entre el
observador AQS y la reactividad
temperamental.
Los tamaños del efecto de los estudios
sobre la asociación entre el observador
AQS y la reactividad fueron homogéneos,
Q (df59) 5 16.35, p5.06. Solo un
moderador fue significativo: la mayor
duración de las observaciones de AQS se
relacionó con tamaños de efecto más
grandes (r5.26 combinados) que los
menor duración de las observaciones (3 h,
combinada r5.11). Ningún otro
moderador fue significativo. Debido al
número restringido de estudios, no
pudimos probar el Vaughn et al. (1992)
encontraron que la asociación entre la
seguridad del apego y el temperamento
era más fuerte en niños mayores que en
niños más pequeños.
Asociación entre el AQS y la sensibilidad
materna sensible:
validez predictiva Conjunto total de
estudios de AQS. En 42 muestras
(n52,768) la seguridad de AQS se
relacionó con la sensibilidad materna. El
tamaño del efecto combinado ascendió a
r=.31, que indicó una asociación
sustancial entre la seguridad AQS y la
sensibilidad en la dirección esperada
(consulte la Tabla 4). Sin embargo, los
resultados del observador AQS (k518,
n51,355) difirieron significativamente de
los AQS autoinformados (k524, n51,413).
La seguridad AQS autoinformada solo se
relacionó de forma modesta con la
sensibilidad (r5.23), mientras que el
observador AQS se correlacionó
fuertemente (r5.39). La diferencia entre
los tamaños del efecto de estos dos
subgrupos de resultados del estudio fue
significativa, Q (df51) 517.65, po.01.
Nuevamente, el observador AQS mostró
la mayor validez (predictiva) y se utilizó
para explorar las influencias del
moderador. Moderadores de la asociación
entre el observador AQS y la sensibilidad
materna sensible. El efecto
Los tamaños de los estudios sobre la
asociación entre el observador AQS y la
sensibilidad materna fueron heterogéneos,
Q (df517) 582.58, po.01. Moderadores
significativos fueron país y medio de
publicación. Los estudios AQS realizados
en los Estados Unidos mostraron solo
asociaciones modestas entre la seguridad
y la sensibilidad (r5.20 combinados) en
comparación con los estudios realizados
en otros países. Las publicaciones de
revistas mostraron tamaños de efectos
más fuertes (r5.48 combinados) que otras
publicaciones como disertaciones y
presentaciones de conferencias (r5.28
combinados). Para la duración de las
observaciones AQS, se encontró una
tendencia en la dirección esperada pero el
contraste no fue significativo. Además, no
hizo una diferencia significativa para los
resultados si las muestras fueron clínicas
o si la evaluación de sensibilidad se
realizó antes o al mismo tiempo que la
AQS (dentro de un período de 1 mes).
Asociación entre la AQS y
socioemocional
Desarrollo: conjunto predictivo de validez
total de estudios AQS. En 33 muestras (n
5 2,035).
La seguridad de AQS se relacionó con
aspectos del desarrollo socioemocional,
como las conductas problemáticas y la
competencia social en las relaciones con
los compañeros (ver Tabla 5). El tamaño
del efecto combinado fue r 5.22, lo que
indicaba una asociación modesta entre la
seguridad de AQS y la competencia
social. Aunque este conjunto de estudios
fue homogéneo en el sentido estadístico,
consistió en tipos de medidas divergentes.
Un gran subconjunto de estudios
centrado en la competencia social del
niño en las relaciones con los
compañeros, y este subconjunto mostró
una combinación similar
tamaño del efecto de r 5.18 (k 5 15, n 5
878). En ambos grupos de estudios, no
hubo ninguna diferencia si se usó el
observador o el AQS auto informado.
Moderadores de la asociación entre el
observador AQS y el desarrollo
socioemocional. En el conjunto de
estudios con el observador AQS no
encontramos moderadores significativos
(ver Tabla 5).
Análisis del moderador multivariado
Se utilizó una regresión múltiple para
examinar si el efecto moderador
considerable del país (Estados Unidos
frente a otros países) sobre la relación
entre la seguridad AQS por una parte y la
seguridad SSP y la sensibilidad sensible
materna en el otro podría ser explicada
por otros moderadores asociados con el
efecto de este país. Debido a que la edad
de los niños en las muestras de EE. UU.
Fue significativamente más alta que en
las otras muestras y debido al importante
efecto moderador de la duración de la
observación AQS, se realizaron
regresiones jerárquicas multivariantes con
tamaños de efecto como variable
dependiente (las correlaciones se
transformaron en Fisher Z con la varianza
inversa como ponderaciones), y la edad y
la duración de la observación AQS como
predictores en el primer paso, y el país
(Estados Unidos vs. otros países) en el
segundo paso. Para los tamaños de efecto
de observador AQS y SSP. (k = 17),
Seguimos encontrando una contribución
significativa del país (beta weight = .73, p
< .01), Incluso después de controlar por
edad y duración. Para los tamaños de
efecto del observador AQS y sensibilidad
(k = 18), También encontramos una
contribución única significativa del país
(peso beta 5 .78, p <.01), nuevamente
después de controlar la edad y la
duración.
Las regresiones multivariadas subrayaron
el importante papel de moderador del
país, independientemente de otros
moderadores significativos.
Estabilidad
En cuatro estudios (Clark y Symons,
2000; Howes y Hamilton, 1992b;
Symons, Clark, Isaksen y Marshall, 1998;
Vereijken, Hanta y Van Lieshout, 1997)
la correlación de estabilidad combinada
para el observador AQS fue r 5.28 (n =
162) en un conjunto homogéneo de
estudios de estabilidad (IC del 95% =.12
~ 42). Esta estimación de estabilidad es
modesta.
Padres y cuidadores profesionales: la
validez de AQS.
La cantidad de estudios sobre la
seguridad de AQS en padres y en
cuidadores profesionales fue
decepcionantemente pequeño. La
combinación de los dos estudios sobre la
asociación entre la seguridad AQS y el
SSP en los padres (Caldera, 1990;
Youngblade, Park y Belsky, 1993) no
produjeron un tamaño de efecto
significativo. También, no se encontraron
resultados metaanalíticos significativos
para los cuatro estudios sobre seguridad
AQS y sensibilidad paterna, o para los
cuatro estudios sobre seguridad AQS y
desarrollo socioemocional. Todos menos
uno de los estudios incluidos en estos
metanálisis se basaron en el autoinforme
AQS. Desde una perspectiva meta-
analítica, la validez del AQS para padres
todavía tiene que ser documentada. Por
cierto, lo mismo es válido para el SSP con
los padres (Van IJzendoorn & De Wolff,
1997).
Para los cuidadores profesionales, se
encontraron tamaños significativos de
efectos combinados: para la seguridad del
SSP (k = 2; un observador AQS, un
autoinforme AQS), combinado r = .23;
para el desarrollo socioemocional (k = 9;
un estudio con autoinforme AQS),
combinado r = .19; y para la sensibilidad
(k = 4; todos los observadores AQS),
combinados r = .09, pero el número de
estudios fue pequeño.
Si las relaciones entre niños y cuidadores
pueden realmente interpretarse como
apegos aún es un tema de considerable
debate (Howes, 1999). Se debe realizar
más trabajo en esta área antes de que se
pueda establecer la validez del AQS para
este grupo de cuidadores.
Discusión ¿Es el AQS una medida válida
de seguridad de adjuntos? Llevamos a
cabo una serie de metanálisis sobre los
estudios existentes de AQS para probar la
validez convergente, predictiva y
discriminante de esta medida de apego
alternativa. El observador AQS, pero no
el autoinformado AQS, parecía mostrar
suficiente validez para ser considerado
una evaluación adecuada del apego. De
hecho, después de más de 130 estudios
AQS sobre miles de niños, es seguro
concluir que esta medida de apego
pertenece al pequeño conjunto de
estándares de oro en nuestro campo, en la
misma liga que el SSP y la entrevista de
apego adulto (AAI).
En 28 muestras normales (n = 2,516)
encontramos un puntaje promedio de
seguridad AQS de observador de .32. El
observador AQS mostró una validez
convergente sustancial con el SSP,
ciertamente cuando la duración de las
observaciones AQS duró más de 3 horas
por niño para garantizar una amplia
cobertura del comportamiento de apego
en el entorno natural. Con más de 3 horas
de observaciones, el tamaño del efecto
combinado para la asociación entre la
seguridad AQS y la seguridad del SSP
ascendió a r = .42. Por supuesto, la
asociación está lejos de ser perfecta, y
podemos concluir que ambas medidas
evalúan la superposición, pero diferentes
dimensiones de la misma estructura de
seguridad. El SSP enfatiza la dinámica
del sistema de comportamiento de apego
en situaciones de estrés y se enfoca en las
expectativas de protección parental del
niño en momentos de estrés y ansiedad,
mientras que el AQS enfatiza la
interacción entre el apego y los sistemas
exploratorios en el entorno natural y
responde a las expectativas del niño de la
orientación de los padres en
circunstancias más regulares (Solomon y
George, 1999).
El observador AQS también mostró una
impresionante validez predictiva. En
particular, el observador AQS se
correlacionó fuertemente con sensibilidad
sensible. La asociación entre la seguridad
del apego y la sensibilidad de los padres
es ampliamente considerada como una de
las piedras angulares y suposiciones clave
de la teoría del apego (Main, 1999). De
hecho, la correlación promedio entre el
SSP y la sensibilidad sensible según lo
evaluado con las escalas de calificación
de Ainsworth (r5.24; De Wolff & Van
IJzendoorn, 1997) es considerablemente
más pequeña que el tamaño del efecto
combinado que encontramos en nuestro
metanálisis del observador. Estudios
AQS. Una mayor duración de las
observaciones (más de 3 horas) dio como
resultado un gran tamaño del efecto
(r5.45). Sin embargo, la asociación entre
el observador AQS y la sensibilidad
materna puede estar inflada. En varios
estudios, tanto la seguridad del adjunto
como la sensibilidad se midieron en la
misma situación, y algunas de las
asociaciones más fuertes entre el
observador AQS y la sensibilidad se
encontraron en estudios en los que las
puntuaciones de seguridad y las
puntuaciones de sensibilidad del AQS se
derivaron de las mismas situaciones y
configuraciones observacionales, aunque
por diferentes observadores. Por ejemplo,
en Symons et al. (1995) estudiaron que la
correlación entre la seguridad y la
sensibilidad en la misma situación (con
diferentes observadores) fue de .59,
mientras que esta asociación fue r = .20
cuando el puntaje de seguridad AQS se
correlacionó con la guía de respuesta
materna en un laboratorio independiente.
Sin embargo, otros investigadores
encontraron mucha menos discrepancia
entre la correlación de los puntajes de
AQS y la sensibilidad materna observada
en el hogar y una semana más tarde en un
entorno de laboratorio (Van Bakel &
RiksenWalraven, en prensa), lo que
contradice el argumento de la inflación.
La evidencia de un papel crucial de la
seguridad del apego en el desarrollo
socioemocional del niño no se confirmó
en este metanálisis, aunque se documentó
un efecto combinado robusto de tamaño
moderado (r = .22 en 33 estudios). Este
tamaño del efecto es comparable al
resultado del metanálisis de Schneider,
Atkinson y Tardif (2001), quienes
trabajaron con un conjunto más amplio de
medidas de apego. Todavía está sujeto a
un debate considerable sobre si la
seguridad del apego debe predecir la
competencia social en general o solo
aquellas facetas que están relacionadas
con las relaciones íntimas (Sroufe, 1988).
También se debe tener en cuenta que la
seguridad de los adjuntos AQS está más
fuertemente relacionada con la
competencia socioemocional que la
seguridad de los adjuntos del SSP
(combinación de r = .12 en 26 estudios en
el metaanálisis de Schneider et al., 2001).
Al comparar el AQS y el SSP, se debe
tener en cuenta que el número de estudios
sobre los determinantes y las secuelas de
la seguridad del AQS es aún menor que el
de los estudios comparables del SSP. Por
ejemplo, solo unos pocos estudios
evaluaron la sensibilidad de los padres
algunos meses antes de la evaluación del
apego, y los estudios de intervención
sobre la sensibilidad de los padres con el
AQS como medida de resultado, que
documenta la conexión causal, son
escasos. Además, aún se desconoce en
gran medida si el AQS muestra la
esperada (dis) continuidad legal del apego
a lo largo del tiempo que se ha
descubierto con el SSP, es decir, cambios
predecibles del apego según los cambios
importantes en las circunstancias de la
crianza de los hijos (Sroufe, 1988). Para
la seguridad del apego en la primera
infancia, se puede esperar cierta
estabilidad en el tiempo, aunque Bowlby
(1973) enfatizó la flexibilidad ambiental
del apego durante los primeros 5 años de
vida. En nuestro metanálisis encontramos
una estimación de estabilidad de tamaño
modesto, r = .28 (pero vea Fraley, 2002).
Se debe tener en cuenta que esta cifra de
estabilidad no debe confundirse con la
fiabilidad test-retest, que se puede
calcular a partir de estudios con la
aplicación repetida del AQS a los mismos
niños, preferiblemente dentro de
intervalos cortos (Lamb et al., 1985;
Vaughn et al.., 1979). En los estudios con
intervalos más prolongados entre
evaluaciones AQS repetidas, se necesitan
datos sobre los cambios en la sensibilidad
de los padres o las circunstancias de la
vida para evaluar adecuadamente la
fiabilidad de la prueba y la prueba.
El observador AQS también se ha
evaluado de forma menos exhaustiva en
estudios interculturales en comparación
con los estudios de SSP (Van IJzendoorn
y Sagi, 1999), aunque hay evidencia
creciente de su validez intercultural
(Waters et al., 1995). Una ventaja
importante del AQS para una mayor
investigación sobre el concepto de
seguridad es la posibilidad de crear
clasificaciones de criterios específicos de
cultura para la seguridad. Es decir, se ha
pedido a los expertos locales que
proporcionen el tipo de niño seguro de
tipo ideal en su contexto cultural (Posada,
Gao, et al., 1995; Vereijken, Riksen-
Walraven, y Van Lieshout, 1997). Los
hallazgos preliminares con este enfoque
parecen establecer la validez intercultural
del AQS en varias sociedades
occidentales y no occidentales (Posada,
Gao, et al., 1995; Vereijken, Riksen-
Walraven, y Van Lieshout, 1997). Los
expertos locales y los padres parecen
clasificar al niño idealmente seguro de
maneras similares en diversas y
divergentes culturas como Japón,
Colombia y los Estados Unidos (Posada,
Gao, et al., 1995; Vereijken,
RiksenWalraven, & Van Lieshout, 1997).
Esta es una prueba crucial para el
supuesto de que los expertos nativos y los
padres perciben la seguridad del apego en
todas las culturas. El resultado enfatiza la
validez de la aplicación del AQS y el
criterio original de tipo ideal de una
manera similar a través de la cultura.
En el metanálisis actual, encontramos que
el AQS parecía funcionar incluso mejor
en Canadá y en los países europeos que
en los Estados Unidos, desde donde se
originó el AQS. Cabe señalar que en
todos los estudios se utilizó el tipo de
seguridad de tipo ideal original (Waters &
Deane, 1985). Es desconcertante que los
estudios de AQS en los Estados Unidos
muestren resultados de validez menos
sólidos, que no están relacionados con las
diferencias en la edad de las muestras de
los Estados Unidos en comparación con
las otras muestras o con la duración de las
observaciones de AQS. En particular, los
estudios canadienses muestran resultados
sólidos, pero no está claro qué diferencias
sistemáticas en el enfoque o los
participantes son responsables de esta
diferencia. Cualquiera que sea su origen,
nuestros hallazgos metaanalíticos
ciertamente no sugieren que el AQS no
pueda aplicarse válidamente dentro o
fuera de su país de origen. Diferentes
versiones de AQS se han utilizado de
diferentes maneras. Desde que se propuso
la primera versión de 100 ítems del AQS
(Waters & Deane, 1985), se han realizado
varios ajustes en la cantidad de ítems y en
las frases. Los estudios realizados hasta
ahora confirman la impresión de que no
hay diferencias claras en el tamaño del
efecto entre las versiones de Q-sort. El
AQS ha demostrado ser robusto contra
adaptaciones menores.
Los procedimientos de recolección de
datos también pueden afectar la validez
del AQS. Para describir a un niño con el
AQS, es necesario recopilar una muestra
representativa de los comportamientos del
niño. Los observadores entrenados
pueden lograr esto observando al niño en
diferentes ocasiones y durante un tiempo
prolongado. Además, para mejorar la
confiabilidad de la descripción de AQS,
se puede pedir a diferentes observadores
que describan al mismo niño. Las
descripciones se pueden convertir
posteriormente en una descripción AQS
compuesta, que es más confiable que las
descripciones separadas (Block, 1961).
Waters y Deane (1985) propusieron
recolectar una muestra representativa del
comportamiento del niño visitando a las
familias tres veces durante 3 horas.
Primero, un observador visita solo.
Luego, el mismo observador visita
nuevamente acompañado por un segundo
observador. Finalmente, el segundo
visitante hace la tercera visita solo.
Obviamente, aunque el esquema de
Waters y Deane para la recopilación de
datos es exhaustivo, también requiere
mucho tiempo y, por lo tanto, a veces es
poco práctico. En estudios posteriores, los
procedimientos de recopilación de datos
se simplificaron al reducir el número y la
duración de las visitas y el número de
observadores.
Sin embargo, si el procedimiento de
recopilación de datos se simplifica
demasiado, la muestra de
comportamientos infantiles puede ser
demasiado limitada y puede ser más
difícil obtener datos confiables y válidos.
Nuestros hallazgos meta-analíticos
mostraron que se recolectaron más datos
válidos de AQS en estudios con más de 3
horas de observación. Esto no quiere
decir que no se puedan obtener datos
válidos en visitas domiciliarias de menor
duración. Los estudios de Moran,
Pederson, Pettit y Krupka (1992),
Vereijken, Riksen-Walraven y Kondo-
Ikemura (1997), y Van Bakel y
RiksenWalraven (2002, en prensa)
mostraron puntuaciones AQS basadas en
90 y 120 minutos de observación de estar
significativamente relacionado con la
sensibilidad de los padres, la seguridad
derivada de SSP, o ambos. Sin embargo,
en estos estudios, las partes de las
observaciones domiciliarias estaban más
o menos estructuradas para mejorar la
posibilidad de observar ciertos
comportamientos infantiles que rara vez
se observan en algunos niños en el
entorno natural. Aunque tal estructuración
inevitablemente introduce algo de
artificialidad, que es exactamente lo que
los diseñadores de AQS intentaron evitar,
tiene la ventaja de limitar el tiempo
necesario para observar el uso de los
padres por parte de los niños como una
base segura en el hogar. Si la
estructuración involucra la inducción de
estrés leve, también se puede asegurar
que la conducta de apego se desencadene
en todos los niños y que se puedan
observar sus diferencias de
comportamiento en condiciones similares.
Se necesitan más estudios con la
variación en la duración de las
observaciones o (posiblemente, alguna
inducción de estrés) en la estructuración
del entorno para proporcionar pruebas
metaanalíticas para elegir un equilibrio
óptimo entre la duración y la estructura.
El soporte para la validez del AQS
autoinformado (o madre) fue menos
convincente. La asociación entre el AQS
autoinformado y el SSP fue
decepcionantemente débil (tamaño del
efecto combinado r = .14), y el
instrumento mostró una fuerte asociación
con
Reactividad temperamental (r -35
combinada). La validez convergente y
discriminante del AQS autoinformado
aún no garantiza su uso como medida de
seguridad de adjuntos. La modesta
validez predictiva de la madre AQS con
sensibilidad materna y posterior
competencia social no compensa la falta
de validez convergente y discriminante, y
aún no está claro qué se mide con esta
aplicación de la AQS. Las madres de
niños inseguros pueden carecer de las
habilidades de observación necesarias
para un registro equilibrado de conductas
seguras en sus hijos. De hecho, el AQS
autoinformado podría sufrir la paradoja
de cualquier autodiagnóstico porque el
observador es una parte activa del sistema
diádico observado. Vereijken y Kondo-
Ikemura (2004) mostraron que cuando las
madres eran más sensibles, sus
descripciones de tipo Q eran más
similares a las descripciones de los
observadores. Stevenson-Hinde y
Shouldice (1990) encontraron que las
madres de niños seguros evaluaron de
forma sistemática la seguridad del apego
de sus hijos en menor medida que las
observadoras, mientras que las madres de
niños inseguros evaluaron la seguridad
del apego de sus hijos en forma más alta
que las observadoras. Las madres de
niños seguros pueden ser menos
defensivas en su percepción del
comportamiento de apego (negativo)
(Main, 1990; Zeijlmans van
Emmichhoven, Van IJzendoorn, de
Ruiter, & Brosschot, 2003).
En conclusión, la evaluación de la
seguridad del apego sigue siendo una
elección entre las observaciones de AQS
laboriosas pero no intrusivas y repetibles
en el entorno natural, y un procedimiento
de laboratorio breve pero estresante y
artificial (el SSP). En la mayoría de los
casos, las características del entorno de
investigación determinan qué instrumento
usar. Si se deben discriminar las
diferentes formas de inseguridad, se
requieren las clasificaciones del SSP. Lo
mismo es cierto para situaciones en las
que la evaluación del apego
desorganizado (Main y Solomon, 1990)
es crítica. Si bien los comportamientos de
apego desorganizados parecen conducir a
puntajes AQS extremadamente bajos, la
validación del AQS como índice de
desorganización del apego aún debe
comenzar. Investigaciones recientes ayudar a separar el concepto de apego en
sugieren que analizar el AQS a nivel de niños pequeños de la forma en que se
elementos individuales es un enfoque mide.
fructífero para discriminar a los niños no
organizados no organizados (Van Bakel
& Riksen-Walraven, en prensa).
Aunque el SSP no puede ser reemplazado
por el AQS, el AQS tiene algunas
ventajas únicas. En poblaciones nuevas
(interculturales o clínicas), el uso
exploratorio del AQS puede ser
especialmente gratificante porque el
investigador puede conocer el
comportamiento específico seguro de los
niños con más detalle. El AQS también
permite la medición de otras
construcciones además del apego, como
la dependencia y la sociabilidad (Vaughn
y Waters, 1990).
Además, si se necesitan medidas
continuas en un rango de edad mayor (por
ejemplo, en estudios longitudinales a
corto plazo), el observador AQS puede
resultar más útil que el SSP. Lo mismo
puede ser cierto para los estudios de
intervención en los que se requieren
evaluaciones repetidas del apego
(Bakermans-Kranenburg et al., 2003).
Cabe señalar que, a medida que aumenta
la edad, el observador AQS parece
mostrar menos validez (validez
convergente y predictiva), lo que puede
enfatizar la necesidad de criterios de
criterios específicos para la edad que
pueden diferir para bebés, niños pequeños
y niños en edad preescolar (Solomon y
George, 1999 ). En resumen, el
observador AQS no puede reemplazar el
SSP, pero está en una buena posición para
liberar la teoría del apego de su enlace
exclusivo a un solo procedimiento de
medición. De esta manera, el AQS puede