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Extraído de http://www.cns.nyu.edu/corefaculty/LeDoux.

php El Centro de
Neurología de la NYU

Joseph E. LeDoux
Memoria y la emoción

La investigación de mi laboratorio es el objetivo de


comprender los mecanismos biológicos de la memoria
emocional. Estamos particularmente interesados en cómo el
cerebro aprende y almacena la información sobre el
peligro. Utilizando el condicionamiento del miedo clásicos
como forma de inducir a los recuerdos emocionales en las
ratas, nos hemos trazado las vías nerviosas por el cual los
estímulos sensoriales entrar y fluir a través del cerebro en el
proceso de aprendizaje del miedo. Este trabajo implicados en circuitos específicos
dentro de la amígdala como esencial para la formación de recuerdos de la
experiencia de condicionamiento del miedo.Ahora está claro que el cerebro
subyace mismo sistema de aprendizaje del miedo en los seres humanos. Los
mecanismos detallados de miedo, que sólo pueden ser descubiertos a través de
los estudios en animales, por lo tanto son aplicables al procesamiento de entender
el miedo en el cerebro humano.

Con el sistema de mediación neural aprendizaje del miedo ahora se entiende con
bastante detalle, estamos buscando los mecanismos celulares y moleculares
implicados. Esto se hace mediante la realización de estudios en los que se
comparan los efectos de las manipulaciones farmacológicas del cerebro en el
aprendizaje del miedo en el comportamiento de los animales y potenciación a
largo plazo in vitro . A través de estos estudios de la plasticidad neuronal
acondicionado temor subyacente se ha demostrado que la participación elevación
del calcio en las células de la amígdala a través de receptores NMDA y los
canales tipo L voltaje cerrada calcio. Los elevados de calcio activa las proteínas
quinasas, que inician la expresión de genes y la síntesis de proteínas, lo que lleva
a la consolidación de la memoria, y su reconsolidación después de la
recuperación.

Algunas de las técnicas que utilizamos para explorar la memoria emocional del
cerebro son las lesiones del cerebro, las vías neuroanatómicas seguimiento en el
nivel microscópico de luz y electrónica, la manipulación farmacológica y viral de la
química del cerebro, una sola unidad y grabaciones de campo de la actividad
neuronal en animales despiertos y anestesiados, grabaciones de células enteras
en in vitro rodajas de cerebro, y fMRI en voluntarios humanos sanos y en
pacientes con trastornos de ansiedad / temor.

Aspectos conceptuales están explorando son las siguientes. Es el mismo sistema


básico que ha sido descubierto por el condicionamiento de respuestas reflejas
también se aplican a voluntarios respuestas de comportamiento en situaciones
peligrosas o hacer otras redes de participar? ¿Cómo funciona el cerebro a regular
el miedo, como en vías de extinción o de otros procesos? Otras emociones
mediadas por circuitos similares o diferentes? ¿Cuáles son los mecanismos
mediante los cuales los sentimientos emocionales conscientes, a diferencia de las
respuestas conductuales o autonómica, se producen?

E-mail: ledoux@cns.nyu.edu

Enlaces: Laboratorio de LeDoux Página principal del Centro para la Neurociencia


de miedo y ansiedad

Representante de Publicaciones

Artículos recientes de investigación:

JE LeDoux (2000) Emoción circuitos en el cerebro. Annu Rev. Neurosci. 23, 155-
184.

Nader K, Schafe GE, JE LeDoux (2000) los recuerdos del miedo requieren la
síntesis de proteínas en la amígdala de reconsolidación después de la
recuperación. Naturaleza 406:722-726.

LeDoux JE, JM Gorman (2001) Un llamado a la acción: La superación de la


ansiedad a través de afrontamiento activo. Am J Psychiatry 158: 1953-1955.

JE LeDoux (2002) La emoción, la memoria y el cerebro. Sci Am 12:62-71.


Rodrigues SM, GE Schafe, JE LeDoux (2004) Los mecanismos moleculares que
subyacen al aprendizaje emocional y la memoria en la amígdala lateral. Neurona
44:75-91.

Rumpel S, J LeDoux, Zador A, Malinow R (2005) trata de los receptores


postsinápticos subyacente de un formulario de aprendizaje asociativo. Ciencia
308:83-88.

Doyere V, Debiec J, Monfils MH, Schafe GE, JE LeDoux (2007) sinapsis


específicas de reconsolidación de la memoria del miedo distinto en la amígdala
lateral. Nat. Neurosci 10:414-416.

Burghardt NS, DE Bush, BS McEwen, JE LeDoux (2007) Inhibidores Selectivos de


la Recaptación de Serotonina aguda aumenta la expresión de miedo
condicionado: bloqueo con un antagonista del receptor 5-HT (2C). Biol Psychiatry
62:1111-1118.

Hu H, E Real, Takamiya K, Kang MG, LeDoux J, Huganir RL, Malinow R (2007) La


emoción aumenta el aprendizaje a través de la regulación del tráfico de la
norepinefrina AMPA del receptor. 131:160-173 celular.

Sigurdsson T, V Doyere, Caín CK, JE LeDoux (2007) potenciación a largo plazo


en la amígdala: un mecanismo celular del aprendizaje del miedo y la
memoria. Neurofarmacología 52:215-227.

LeDoux J. (2007) La amígdala. Curr Biol 17: R868-874.

MR Delgado, Logrando el KI, JE LeDoux, EA Phelps (2008) de circuitos


neuronales que subyacen a la regulación de miedo condicionado y su relación con
la extinción. Neurona 59:829-838.

Schafe GE, JE LeDoux (2008) Mecanismos neurales y moleculares de la memoria


del miedo.En: Aprendizaje y memoria: una referencia completa: Mecanismos
moleculares (Sweatt JD, ed): Academic Press.

JE LeDoux (en prensa) Coloración de la Conciencia emocional: cómo los


sentimientos ocurrido. En: Fronteras de la Conciencia (Weiskrantz LW, Davies M,
eds). Oxford: Oxford University Press.

Libro:

LeDoux, JE (1996) El cerebro emocional . Nueva York, Simon and Schuster.

JE LeDoux (2002) Auto Synaptic: cómo nuestros cerebros ser lo que somos . New
York, Viking.
“La emoción es más potente que la razón”
Tiene 49 años y en 1977 trabajó en el Colegio Médico de la Universidad de Cornell. Desde
1989 es profesor del Centro de Ciencias Neurológicas de la Universidad de Nueva York y
miembro de la Sociedad de Neurociencia.
En su libro El cerebro emocional, LeDoux explica cómo se originó su interés por este
estudio: “Mi padre era carnicero, y yo pasé la mayor parte de mi niñez alrededor de la
carne. A temprana edad aprendí cómo se ve el interior de una vaca; la parte que más me
interesaba era el viscoso y arrugadocerebro. Ahora, muchos años más tarde, paso mis días –y
algunas noches– tratando de descubrir cómo funcionan los cerebros; y lo que más quiero
saber acerca de ellos es cómo producen las emociones”. Pero todo lo que tiene de osado al
abordar en su libro cuestiones como el amor, la alegría o la tristeza lo tiene de cauto en esta
entrevista para no ir más allá de lo científicamente demostrado.

–Decir de una persona que es más emocional que racional puede tener un matiz
peyorativo. Pero en los últimos años lo emocional parece haber experimentado cierta
rehabilitación. ¿Por qué?
–En la ciencia ha sido muy difícil estudiar la emoción. En cambio, los científicos pudieron
estudiar la razón empezando a investigar la memoria, la percepción, la atención, y así fue
posible hacer grandes progresos en la comprensión de estas cuestiones. Pero el concepto de
emoción ha sido algo demasiado intangible, porque no hay nada más subjetivo en cuanto a
percepción que la de una emoción. Lo que yo he tratado de demostrar es que es posible
estudiar la emoción del modo en que se ha estudiado la razón; podemos analizar cómo el
cerebro procesa estímulos emocionales para producir una respuesta emocional, dejando de
lado todos los aspectos subjetivos. Lo que ocurre es que algunas personas nos dicen que
entonces ya no estamos investigando la emoción. Pero a mí no me importa cómo la llamemos;
lo que me interesa es estudiarla.

–¿Y qué es entonces la emoción para la ciencia? ¿En qué se diferencia de la idea que
tiene de ella la gente de la calle?
–El conocimiento científico de la emoción de alguna manera contribuye a lo que el público en
general considera como emoción. Me cuesta explicar esto sin un dibujo.
LeDoux coge entonces un papel y, tras dibujar la secuencia estímulo-amígdala-respuesta,
explica que “el estímulo de miedo activa la amígdala que es la que produce la respuesta de
miedo. ¿Entonces dónde está el sentimiento del miedo? En el pasado se pensaba que el
estímulo producía el sentimiento de miedo y esto es lo que causaba la respuesta. Pero ahora
pensamos que no es así, y que lo que ocurre es que el estímulo llega a la amígdala y a partir
de ahí se produce por un lado la respuesta y por otro el sentimiento de miedo”.

–¿Qué faceta pesa más en la conducta, la racional o la emocional?


–Creo que la emoción es más fuerte que la razón, porque es fácil para la primera controlar la
reflexión, y en cambio es muy difícil que el pensamiento racional controle la emoción. Cuando
sentimos ansiedad o depresión, la razón puede decir basta, pero casi nunca consigue
eliminarlas.

–¿Quiere decir que la emoción llega a controlar el pensamiento?


–Sí.

Coge de nuevo papel y lápiz y dibuja dos zonas del cerebro, el neocórtex y la amígdala, como
dos polos enfrentados, y a continuación traza tres flechas que van del neocórtex a la amígdala
y nueve que van en sentido contrario. Y argumenta: “Hay muchas más fibras nerviosas en
este sentido –de la amígdala al córtex– que en este otro –al revés–. De modo que cuando se
recurre al psicoterapeuta es para intentar reforzar mediante la palabra las señales que van del
neocórtex a la amígdala. En cambio, la farmacoterapia ayuda a que las vías de comunicación
que van de la amígdala al córtex tengan menos potencia, ayudando a debilitar las señales que
van en este sentido”.

–¿Podemos decir que existe, aunque sea provisional, una teoría científica de las
emociones que nos explica qué son y para qué sirven?
–Para saber cuál es el propósito de las emociones, tendríamos que leer la mente a lo largo de
laevolución. Y, claro, no existe un registro fósil de las emociones.

–¿Pero para qué se supone que sirven las emociones?


–Con el miedo está claro, y lo único que yo estudio es el miedo (risas). Pero es mucho mejor
ser concretos y específicos, porque si generalizas creas confusión en un área muy compleja
como es ésta.

–¿Podemos hablar de emociones primarias y secundarias, o universales e individuales?


–Por una parte está el miedo a las serpientes, a las arañas o a objetos, como los ascensores.
Son miedos primarios que pueden causar fobias. Existen también factores que no tienen un
valor intrínseco amenazante, como puede ser la esquina de una calle de Barcelona, pero en la
que te han asaltado, de forma que los nuevos estímulos crean nuevos miedos. Éstas son
respuestas básicas. Pero luego existen otros miedos secundarios, como el miedo a tener
miedo, que son tipos de emociones completamente distintas.

–¿Y qué hay respecto a otro tipo de emociones supuestamente básicas como la alegría
o la tristeza?
–Yo no hablo de esas emociones, porque sólo he estudiado el miedo, y lo estudio porque es
práctico. Durante décadas, la investigación era muy difícil, ya que no existía un concepto de
emoción. Pero gracias a que nos hemos concentrado en una única emoción y nos hemos
mantenido muy enfocados en ella, hemos podido avanzar.

–¿Son iguales los miedos de hombres y mujeres?


–Se han hecho investigaciones sobre las diferencias entre el miedo de hombres y mujeres,
lamentablemente yo no estoy muy familiarizado con ellas.

–Pero parece que existen.


–No he examinado este tema, no he leído la literatura al respecto. Sé que existen diferencias
en el miedo entre ratas macho y hembra, y esto está relacionado con las hormonas. Pero no
sé qué relación tendría esto con las diferencias entre los miedos de hombres y mujeres.

–¿Cree que todas estas investigaciones redundarán en fármacos o píldoras contra el


miedo, por ejemplo, pero también contra otro tipo de emociones?
–Mi trabajo de investigación en particular no nos conducirá a una píldora, pero quizá el de
otros sí.

–¿Está la timidez relacionada con el miedo? ¿Podría existir una píldora contra la
timidez?
–Humm. Es una noticia que se ha podido leer en los periódicos.

–¿Y esa píldora qué hacía?


–Actúa sobre la serotonina (un neurotrasmisor cerebral). Sí podría ser posible, pues si se
reduce el miedo y la ansiedad se tiende a ser menos tímido. Pero es difícil responder, porque
no sabemos cómo la investigación sobre animales podrá ser traducida a los seres humanos.
Tampoco sabemos si vale la pena que un niño tímido, por ejemplo, lo sea menos pero viva
con un sistema de serotonina alterado. Ni qué consecuencias traería tomar píldoras de este
tipo durante, pongamos, 20 años.

–La premio Nobel Rita Levi-Montalcini decía que cerebro y mente son la misma cosa.
Otro neurocientífico insigne, Antonio Damasio, en su libro El error de Descartes
establece la ecuación de que mente es igual a cerebro más cuerpo. ¿Usted qué dice?
–Yo no creo que el cuerpo necesariamente deba ser incluido en esa ecuación, porque
entonces podríamos decir que el cuerpo simplemente refleja la reacción del cerebro. Si
incluimos el cuerpo podríamos añadir el entorno y al final resulta que todo influye sobre la
mente. Yo diría más bien que la mente es un aspecto de la función del cerebro, pero algunos
de estos aspectos no son mente.

–¿Cómo se podría explicar para qué sirve la amígdala? ¿Se puede vivir sin amígdala?
–Sí, hay gente que vive sin amígdala, pero es complicado explicar para qué sirve. La amígdala
es útil para desencadenar respuestas rápidas ante situaciones de peligro. Pero seguramente
es mucho más dañino extraer la amígdala de una rata que de una persona, porque una
persona puede conceptualizar el peligro y formular un plan para reaccionar ante él. De modo
que si está enfrentada a un peligro, sabe que lo es y lo racionaliza. Digamos que las personas
pueden no tener la respuesta instintiva pero sí la cognitiva que compensa la falta de la
amígdala. Y mientras antes pierdes la amígdala en tu vida más tiempo tienes para compensar
su pérdida.

–En esta década de los noventa que ahora concluye y que fue proclamada como década
del cerebro, ¿qué pasos se han dado en la comprensión de este órgano?
–Creo que se ha hecho un gran progreso en la biología de la memoria, la emoción o la
genética molecular de ciertas enfermedades, como la Corea de Huntington. Se ha hecho
además un avance importantísimo en la comprensión del desarrollo cerebral. Ahora sabemos
que el cerebro tiene capacidad de generar nuevas neuronas en algunas áreas, y esto puede
conducirnos a desarrollar terapias contra enfermedades como el mal de Parkinson o los
trastornos de la memoria.

–¿Cree que se podría conseguir en los próximos años una teoría global del cerebro?
¿Qué aportación le gustaría hacer?
–Pienso que actualmente existe demasiada fragmentación. Existen módulos distintos para la
memoria, para la cognición, para la emoción... Y creo que lo que necesitamos es integrarlos.
En estos momentos estoy escribiendo un nuevo libro que de alguna manera intenta hacerlo y
se titula El yo sináptico.
Gonzalo Casino

Esta entrevista fue publicada en enero de 2000, en el número 224 de MUY Interesante.

El Cerebro Emocional (Entrevista a Joseph E. LeDoux)


Joseph LeDoux no necesita presentación, al menos
no para quien esté interesado en la neurociencia, y
menos aún para quien sienta interés en la
neurociencia de las emociones. Junto a Antonio
Damasio es el científico que más jugo le ha sacado
a los aspectos emocionales de nuestra conducta (y
de nuestra experiencia subjetiva). Su aproximación
ha sido fundamentalmente a través del estudio de
laboratorio de otras especies, y se ha centrado
sobre todo en la emoción del miedo. Ha podido
seguir las rutas que llevan la información desde los
sentidos hasta el cerebro emocional, particularmente
a la amígdala, y ha observado cómo en esta se crea una memoria emocional, que condiciona
todo nuestro comportamiento y nuestra percepción del mundo.

Dice en el libro “Emoción y Conocimiento”, en el que es coautor, como conferenciante sobre el


tema: “Es Profesor del Departamento de Psicología y del Centro de Investigaciones
neuronales de la Universidad de New York. Licenciado y Máster en ciencias por la Universidad
Estatal de Louisiana, y Doctor en Filosofía por la Universidad Estatal de New York. Ha
trabajado como docente en el laboratorio de neurobiología y en el Departamento de
neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cornell. Sus estudios se centran
en las emociones como procesos biológicos. Es miembro de la Society of Neuroscience y
autor de una cincuentena de trabajos sobre su especialidad”.

Podemos entrar en la web de su Laboratorio, o en la de su grupo musical The


Amydaloids para conocer dos de sus facetas, la Apolínea y la Dionisiaca. Quizás no haya
persona más indicada para practicar el arte y la ciencia simultáneamente que quien ha hecho
del campo de investigación de las emociones su reducto de placer y de estudio.

En inglés (más abajo la versión en español):

1) Based on the results of your studies and experiments on the emotional brain, to which
degree would you say that rationality is a tool in the service of emotion?
R. Our brains (and minds) love dichotomies, like reason and emotion, good and bad,
conservative and liberal. But in reality, these are always oversimplifications. One of the great
challenges now in brain research is to understand how the brain works as a whole rather than
how small components work. So rather than as whether rationality serves emotion, or vice
versa, I would like to know how rationality and emotion interact in helping us cope with life’s
challenges.

2) Are emotions a sort of evolutionary memory, or species memory, pointing out a survival
morals?

R. We have lots of “evolutionary memories”. Every function of the brain is a kind of evolutionary
memory. But more specifically we carry tendencies to respond in certain ways to ancestral
dangers because of evolutionary memory. That’s why seeing someone looking scared can
make you afraid in situation of uncertainty, or why we develop phobias of snakes and spiders,
or of heights.

3) Is not fear, besides a survival mechanism in a potentially hostile environment, an efficient


modulator in social relationships?

R. Fear can definitely modulate social situations. Husbands, wives, parents and teachers use
fear as do politicians to attain social goals. This is not a value judgement. It’s just what we do.
We would be better off using less aversive forms of motivaiton but becasue fear works so well
it’s almost a default.

4) Would you give us a brief preview of your next book?

R. I’m working on a textbook of biological psychology rather than a book for lay readers. But
I’ve been writing lots of music about mind and brain and mental disorders and playing this
music with my band The Amygdaloids. Our CD called Heavy Mental contain songs that talk
about deep issues in fun ways.

5) Which is now, within (or, perhaps, outside) the wide framework of emotions, the main object
of your scientifical interest?

R. My research at present is focused on 3 topics in the field of fear and emotion: (1) how does
the brain transition from passive to active coping in danger; (2) to what extent can trauma
memory be altered to have less emotional impact via retrieval interventions, and (3) can we
learn more about the brain mechanisms of individuality?
En castellano:

1) ¿Hasta que punto diría que es la racionalidad una herramienta al servicio de la emoción,
ateniéndose a lo que revelan sus estudios y experimentos sobre el cerebro emocional?

R. Nuestros cerebros (y mentes) aman las dicotomías, como razón y emoción, bueno y malo,
conservador y liberal. Pero en realidad estas son siempre simplificaciones desmedidas. Uno
de los grandes desafíos de hoy en la investigación del cerebro es entender cómo funciona el
cerebro en su conjunto más que cómo funciona en sus pequeñas partes. Por consiguiente,
tanto saber cómo la racionalidad sirve a la emoción, o a la inversa, me interesaría saber como
la racionalidad y la emoción interactúan para ayudarnos a afrontar los retos de la vida.

2) ¿Son las emociones una especie de memoria evolutiva, de la especie, que nos marca una
moral de supervivencia?.

R. Tenemos muchas “memorias evolutivas”. Cada función del cerebro es una clase de
memoria evolutiva. Pero más específicamente tenemos tendencia a responder de ciertas
formas a peligros ancestrales por una memoria evolutiva. Es por ello que ver a alguien
asustado puede asustarte en situaciones de incertidumbre, o por lo que desarrollamos fobias a
serpientes y arañas, o a las alturas.

3) ¿No es el miedo, además de un mecanismo de supervivencia en un entorno potencialmente


hostil, un eficiente modulador en las relaciones sociales?.
R. El miedo puede, definitivamente, modular las situaciones sociales. Maridos,
esposas, padres y profesores usan el miedo igual que los políticos para conseguir objetivos
sociales. Este no es un juicio de valor. Es justamente lo que hacemos. Sería mejor si
usásemos formas menos aversivas de motivación pero precisamente porque el miedo
funciona tan bien, es por defecto lo que más usamos.

4) ¿Podría hacernos un anticipo del que va a ser su


próximo libro?.

R. Estoy trabajando en un libro de texto de


psicología biológica más que en un libro divulgativo.
Pero he estado escribiendo bastante música sobre
la mente, el cerebro y desórdenes cerebrales, y
tocándola con mi Banda, The Amygdaloids. Nuestro
CD, que se llama “Heavy Mental”, contiene
canciones que hablan sobre cuestiones profundas de forma desenfadada.

5) ¿Cúal es el objeto de su interés científico predominante en estos momentos, dentro (o


acaso fuera) del amplio marco de las emociones?.

R. Mi investigación actual está centrada en 3 cuestiones dentro del campo del miedo y de las
emociones:

(1)-¿Cómo es la transición de un estado pasivo a otro activo en el cerebro al afrontarse una


situación de peligro?.

(2)- ¿Hasta que punto puede alterarse la memoria traumática a través de intervenciones
retroactivas?.

(3) ¿Podemos aprender más acerca de los mecanismos de la individualidad en el cerebro?.

La entrevista también ha sido publicada en La Nueva Ilustración Evolucionista.

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