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HABLAR DE DIOS

CONO MUJEB
Y CONO HONBBE
HflDLHü DE DIOS
COMO MUJER Y COMO HOHBRE
Ellsabeth MoItmaíin-ÜUendel

Jiirgen Noltmann

p p
INTRODUCCIÓN

A lo largo de los últimos años, se nos ha pedido insis-


tentemente en distintas ocasiones que dijéramos algo,
desde el punto de vista femenino y masculino, sobre la
Iglesia, el problema de Dios y la Biblia. Estas ocasiones
fueron muy distintas entre sí: conferencias ecuménicas,
servicios de culto en la televisión y reflexiones sobre la
teología de la cruz, que proceden de nuestras discusio-
nes hogareñas. Hemos reunido estos textos tal como
surgieron en cada momento. Ellos muestran con mucha
claridad cómo hemos evolucionado mutua y diversifica-
damente. Pero deben mostrar sobre todo que la fe cris-
tiana no es en absoluto monolítica, sino rica y multifor-
Título original: Ais Frau und Mann von gott reden me.
Traducción: José M.a Hernández ¿No se corre el riesgo, sin embargo, de dar la impre-
sión de que se resucitan los antiguos papeles de uno y
Diseño de cubierta: Estudio SM otro sexo, si hombres y mujeres se proponen hablar des-
de distintos puntos de vista sobre Dios? En nuestra opi-
© Chr. Kaiser Verlag Nünchen, 1991 nión, es necesario que reflexionemos hoy sobre los pro-
© PPC, Editorial y Distribuidora, S.A.
07 Enrique Jardiel Poncela, 4
cesos que nos llevan a ser hombres y mujeres. Y estos
28016 - Madrid procesos tienen también su reflejo en la espiritualidad y
en la teología.
ISBN. 84-288-1173-2 Las mujeres se han acreditado en todas las profesio-
Depósito legal: M-30.453-1994 nes y tareas de la vida pública. Con ello muestran que
Fotocomposición: Grafilia, S.L.
Impreso en España / Printed m Spain
no son la encarnación de la naturaleza, quedando el es-
Imprenta SM - Joaquín Turma, 33 - 28044 - Madrid píritu reservado para el hombre. Al contrario, cada día es

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más claro que sus puntos de vista son distintos a los de Consideremos de cerca, una vez más, cómo los jóve-
los hombres y que dependen menos de la biología que nes llegan a ser hombres En una sociedad centrada en
de sus experiencias sociales No son tanto sus cuerpos la descendencia masculina recae «el esplendor en los
diferentes, sino sus diferentes relaciones sociales y co- ojos de la madre», y en el hijo las grandes esperanzas
nocimientos —a veces realmente condicionados—, que de la familia Esto le convierte en un ser amante y cons-
de ahí proceden, los que condicionan la diversidad de ciente de sí mismo Pero, para corresponder a la socie-
los sexos Esto significa, sin embargo, que no hemos par- dad masculina y desarrollar su autonomía, el joven se ve
tido ni de biologismos ni de eternas formas del ser (ca- pronto en la obligación de reprimir las esferas del senti-
tegorías ontológicas), sino de las experiencias históricas miento, de la madre, de lo femenino y aprender formas
de los hombres y mujeres tal como hoy las encontramos de conducta racionales y voluntariosas De aquí proce-
en los análisis psicosociales y en las manifestaciones den capacidades como soberanía, concentración, ten-
personales dencia a la discusión También hay zonas oscuras sitúa
Algunas investigaciones muestran que esto puede co- en sí mismo el señorío Característico del sexo masculino
menzar muy pronto Las experiencias infantiles de la ma- a lo largo de toda su vida es la búsqueda de segundad,
yoría de los muchachos son distintas a las de la mayoría de independencia y de control, la actitud de dominar y
de las muchachas «Soy distinto de mi origen», siente el poseer, lo que en cualquier caso puede llevar al dominio
muchacho, y esta temprana experiencia puede explicar sobre las mujeres y los subordinados Las esferas del
fácilmente su tendencia a pensar en conceptos dualis- amor, del cuidado de los demás y del sentimiento son,
tas hombre o mujer, conocimiento o sentimiento, cerebro psicológica y socialmente, mucho menos importantes
o corazón, técnica o naturaleza, Dios o mundo Muchas Tras la máscara de un hombre fuerte se esconde a me-
nudo inseguridad ante los sentimientos y ante las muje-
mujeres, sobre todo, ven una auténtica amenaza en es-
res y ante su círculo de vida y de trabajo, que trata de
tos dualismos que impregnan nuestros modos de pensar,
compensar con la fuerza y la abstracción Voluntad y en-
que nos impregnan a todos nosotros y que caracterizan
tendimiento serán sus instrumentos para afirmar su frágil
a este mundo nuestro conformado fundamentalmente
personalidad masculina Dogmas e ideas aprendidas
por hombres Estos dualismos no son sólo polaridades
pueden constituir un indispensable andamiaje, pero tam-
que forman parte de las fructíferas tensiones de la vida,
bién ser un arma con la que se pretende defender una
sino que ordenan jerárquicamente el mundo de manera estabilidad (Iglesia, teología, fe)
que el hombre predomina sobre la mujer, el entendimien-
to tiene que imponerse al sentimiento, y la técnica es más Las mujeres tienen otras experiencias infantiles con
importante que la naturaleza Dividen al mundo en dis- una persona de su mismo sexo, con su madre No tienen
tintas esferas de vida que nada tienen que ver unas con los problemas del despego de su madre y de la esfera
otras o que entran en profunda contradicción entre si femenina Será después cuando imiten la emancipación
—una evolución que se verá fomentada por el desarrollo masculina A menudo siguen ligadas de por vida a las
industrial y técnico También el hombre individual se verá tradicionales esferas de lo femenino el cuidado de los
dividido y, en consecuencia, le sera mucho más difícil al- otros, y corren a la vez el nesgo de ser absorbidas por
canzar unas metas vitales totalmente satisfactorias estas esferas El camino hacia la autonomía es a me-
nudo difícil y produce complejo de culpabilidad La re-

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lación y el servicio al prójimo tienen siempre, entre las Tanto los hombres como las mujeres deberían aprender
metas normales de la vida de la mujer, mayor rango que de nuevo a pensar en diferencias (distinciones) y no en
la autonomía Pero ésta se pierde fácilmente en la rela- contraposiciones excluyentes
ción El problema de muchas mujeres de hoy es que se En nuestras tradiciones teológicas descubrimos hoy
ven muy divididas entre la familia, la profesión y las ta- también distintos puntos de vista No es que haya en ab-
reas publicas, que a pesar de ello no consiguen un sis- soluto una fe masculina y otra femenina, pero si formas
tema importante de relaciones para toda su vida en la de pensar distintas, por ejemplo, en el modo de entender
tierra, y por ello quieren desarrollar una autonomía que la salvación, el pecado o el amor Proceden en realidad
no reproduzca literalmente la autonomía masculina de nuestra socialización y dependen también de nues-
Para ellas es hoy muy importante desplegar la autocon- tras fases vitales Es posible que, en la comprensión del
ciencia y la autorresponsabilidad que suponen un poco amor, una estudiante acentúe aspectos distintos a los de
de amor de sf mismas una madre de familia También los hombres pueden re-
Mediante su socialización, las mujeres adquieren con descubrir en los puntos de vista de las mujeres una parte
frecuencia otra visión del mundo El pensamiento rela- de su propia identidad, mientras que cada día hay más
cíonal es a menudo para ellas su autocomprensión Du- mujeres que se redescubrirán sobre todo en las imáge-
rante su embarazo tienen la experiencia de que la vida nes tradicionales acuñadas por la teología Como ya su-
relacional precede a su propia vida, mientras que en los cede hoy, hay que permitir que quienes durante tanto
varones se impone el punto de vista inverso, es decir, que tiempo han permanecido en silencio, recuperen la pala-
la vida individual antecede a la vida colectiva Las mu- bra para volver a descubrir con ellas la pluralidad y ri-
jeres están más vinculadas que los hombres a lo material queza de desconocidas tradiciones cristianas
y a lo social Lo que parece poco importante absorbe Se necesita hoy mucha apertura para desarrollar estos
con frecuencia su atención No es que tengan sentimien- procesos Sucede con frecuencia que un párroco, por su
tos más fuertes que los hombres, pero están más acos- forma de pensar y su saber teológico dogmático, cons-
tumbradas a manejarlos mas abiertamente Lo que se tituya para una mujer laica una especie de encarnación
piensa generalmente, esto es, que los hombres conciben del poder Y ésta, a su vez, puede parecerle a él un ejem-
con el cuerpo, captan con los sentidos y aprenden a ver plo de irracionalidad y de fanatismo que él sabe com-
a través de sus experiencias sociales, lo saben y reco- batir Hasta ahora las mujeres apenas han podido apor-
nocen muy conscientemente las mujeres en la actuali- tar sus formas de vivir y de pensar La tarea actualmente
dad urgente en todos los ámbitos de captar con sensibilidad
De esto se deduce que el pensamiento femenino pa- las vidas y los procesos vitales, exige la ampliación de
rece a menudo menos gradual y consecuente, pero por las mismas, sobre todo de los modelos provenientes de
ello mismo abarca la realidad de una forma más com- la realización femenina de la vida Exige un giro de pen-
pleja Las mujeres se resisten a separar lógica y senti- samiento y el repliegue del pensamiento dominante y do-
miento, de la misma manera que tienen que unir trabajo minador
manual e intelectual, trabajo doméstico y profesional Nosotros dos no somos con seguridad un hombre y
Pensar sintiendo y sentir pensando es hoy para ellas una una mujer que se correspondan típicamente con los pro-
tarea legítima, ciertamente difícil, pero llena de promesas cesos de socialización aquí aludidos tY seguro que este

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típico hombre y esta típica mujer tampoco existen1 Pero
quien es sensible para consigo mismo y para con los de-
más, es muy consciente del gran influjo que nuestras ex-
periencias sociales como madres, como padres, como
profesionales, como amos y amas de casa, y como su-
jetos de relaciones sociales, ejercen sobre nosotros
SOBRE LA IMAGEN DE DIOS
En la teología feminista se está realizando actualmen-
te un proceso hacia un pensamiento nuevo y relacio-
nado con la vida Desgraciadamente, muchos círculos
eclesiales y teológicos están todavía en guardia ante ella
porque tienen la impresión de que resucita las imágenes
enemigas de «hombre» o de «patriarcado» No puede Dios-Padre
negarse que hay motivos para ello Nos parece, sin em-
bargo, extraordinariamente importante que afloren entre
hombres y mujeres diversidades que no se vean como Ehsabeth Moltmann-Wendel
contraposiciones
El pensamiento dualista —es decir, el pensamiento A lo largo de los últimos años, muchos cristianos y
con contraposiciones excluyentes— tiene una tradición cristianas se han esforzado por volver a descubrir a Dios
fatal en la Iglesia Reconocer la riqueza de las diferencias como madre En algunos circuios, hablar de Dios Padre
y de las diversidades nos resulta tanto más difícil cuanto era casi un tabú Las mujeres descubrieron tantos otros
que la certeza de la fe significa casi siempre atrinche- nombres e imágenes de Dios en sí mismas, en la Biblia
rarse tras unos rígidos dogmas La teología no está com- y en la Tradición, que el Padre se quedó en la sombra y
pletamente libre de pretender ser una materia absoluta todavía a menudo el oscuro lado de Dios sigue siendo
Por ello nos parece de suma importancia insertar los una sombra Incluso yo misma no quería ciertamente re-
planteamientos propios del feminismo en un pensamien- nunciar al Dios Padre, pero por de pronto lo había de-
to globalizado y avanzar cuidadosamente hacia un diá-
jado a un lado, y creo que con razón El requerimiento
logo que tome en seno nuestras diversidades Cierto que
de que escriba sobre mi idea de Dios como Padre, su-
no será suficiente para eliminar el poder de las estruc-
pone por tanto para mí un retorno al pasado, más aún,
turas patriarcales que experimentan las mujeres en la
Iglesia y en la teología Pero serán más revisables y se una vuelta a la niñez Tengo que preguntarme de qué
podrá allanar el camino hacia la justicia en la Iglesia y modo Dios fue Padre para mi, y si esta idea del Padre
en la sociedad El mutuo reconocimiento de los derechos continúa siendo importante para mí y de qué modo
y de la dignidad del hombre en las estructuras de la Igle- El Dios que me ama, me libera y me hace indepen-
sia y en las formulaciones de la teología sera, en defini- diente, para mí iba siempre unido al nombre de Padre
tiva, la única base sobre la que se podrá construir en la Dios —el Padre— toca en lo más profundo las raices de
Iglesia una comunidad de hombres y mujeres mi propia experiencia de padre Y durante los últimos
Ehsabeth Moltmann-Wendel y Jurgen Moltmann años la mayor parte de la gente tiene muy claro que ya

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no podemos situar a Dios en el cielo al margen de nues- rica del mismo autor con sus imágenes de Dios Padre,
tras propias experiencias Experimentamos a Dios en las la mística y cercanía entre Dios y hombre, eran la co-
experiencias personales del entorno Mi padre falleció rrespondencia religiosa de esta experiencia del padre
muy pronto, cuando yo tenía ocho años De esta expe- que nunca me ha abandonado ni en el dolor ni en el
riencia hay que excluir los dos años que pasó muy en- extravío
fermo del corazón y durante los cuales mi madre, llena Junto a estas experiencias originarias también tengo
de angustia, estuvo muy ocupada entre el marido y los imágenes primitivas y la encarnación en mi familia del
niños De los seis años de positiva experiencia del padre segundo hombre importante mi abuelo, pastor de un
emergen una y otra vez un par de imágenes Una muy pueblo, que me aproximó un poco más a la imagen de
temprana Mi padre está sentado en su escritorio, tenién- Dios Me parecía un amable patriarca con su cabello y
dome en su regazo, y observamos una araña que quiere su barba blanca hasta que de mayor me hablo mi madre
trepar hacia arriba por la redonda, negra y lisa madera de su trato a veces rígido con los niños, lo que supuso
del reloj del escritorio El tiempo se hace interminable La para mí un borrón en la cuidada imagen ideal que la
araña se resbala una y otra vez pero enseguida vuelve familia y la comunidad tenían de él El domingo había a
a intentarlo, y era a la vez horrible y hermoso ver cómo su alrededor una santa agitación su esposa, la criada y
sus largas piernas podrían ponerse a andar inmediata- dos hijas solteras lo cuidaban por la mañana un huevo,
mente en nuestra dirección y sentir la seguridad en el pero sólo para él, en lugar del acostumbrado pastel de
regazo del padre nada me podía pasar Resulta extraor- mermelada de ciruelas Luego predicaba en la iglesia
dinariamente interesante ver así el mundo Las arañas blanqueada de color blanco con un techo de madera
nunca me han dado miedo, lo contrario que a mucha azul celeste Entre la primera y la segunda predicación
gente de mi edad Se debe probablemente a esta expe- en otro pueblo anejo volvía a tomarse otro huevo, esta
riencia original vez batido con azúcar Pero fuera estaba ya el cochero
Otra imagen Mi padre está sentado en su sillón con- Herrmann con el caballo y el coche, un lando abierto en
migo de nuevo en su regazo Fuma su puro dominical y el buen tiempo y una carroza negra cerrada durante el
hace para mí anillos de humo en los que puedo meter malo, para el viaje hasta la próxima iglesia A mediodía
mi dedo índice Un juego sofocante, más rápido y her- íbamos a esperarle a la carretera y podíamos subir al
moso que las pompas de jabón coche a su vuelta La distensión había pasado Esperaba
el asado del domingo El tercer pueblo, donde a veces
Una tercera imagen Un domingo por la mañana, en
tenía la predicación a mediodía, carecía de iglesia Le
la cama matrimonial estamos jugando a «luchar» Yo,
tenía, por tanto, por no eclesial y era en consecuencia
que soy la más pequeña, estoy junto a mi padre y lucha-
menos importante
mos contra la hermana mayor Siento la cercanía pater-
na, su calor y su fuerza No importaba quién ganara, Hace algunos días encontré un libro de fotografías
aquí estaba mi ventaja, que compensaba la superioridad bastante grande titulado «El país del cielo» (Im Himme-
de mi hermana en la vida de cada día Los versos de la lland) que había regalado «a nuestra pequeña favorita»,
canción de Paul-Gerhard «Cuando necesidad y dolor como me llamaba en la dedicatoria Tenia entonces dos
producen un relámpago, sentarse en su regazo», y la lí- años Lo he puesto fuera del alcance de mis niños por-

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que me parecía bastante cursi, y sin embargo tuve que vez de las otras ásperas y largas |Un símbolo de libertad!
releerlo apasionadamente, aunque sus hojas eran de No quería ser muchacho —el tipo de vida de los chicos
grueso papel brillante En este libro del cielo he visto de mi tiempo no era demasiado atractivo— pero sí tener
ahora de una forma espantosamente clara mi primera sus libertades Me parecía que la racionalidad, la sobe-
socialización cristiana y mi primera imagen de Dios ranía, la gracia y la mundanería no les estaban prohibi-
«Arriba, en el cielo / viven muchos queridos angelitos das a los hombres, a los maestros o a los alejados tíos
/ Llevan blancos vestiditos / y doradas plumitas. / Son Caí en la cuenta entonces del déficit mío y de todas las
muy cariñosos y educados, / muy piadosos y simpáticos mujeres Busqué la identidad En mi intento de ser de
/ Se cuentan historietas / y cantan a cual más»
otra manera, de tener una parte masculina, Dios Padre
Estos angelitos son claramente femeninos, barren las estaba de mi lado Mi madre era natural como el aire
azules habitaciones del cielo, limpian, lavan, escardan y
para respirar y como el pan de cada día Pero su an-
preparan para Navidad un niño Jesús femenino con un
gustia y preocupación de que yo no pudiera ya identifi-
vestido de estrellas y con un pelo rubio y rizado Dios
carme con ella, han constituido para ambas un proble-
Padre allá en la tienda de estrellas y el papá Noel son
ma durante toda la vida
los únicos representantes masculinos Con su blanca
barba y cabello hasta la cintura y el coro femenino de La verdad es que yo tampoco sabía muy bien a dónde
ángeles a su alrededor, con su bondad y afecto al an- quería ir «Dame un marido», como cantaban en la épo-
gelito más pequeño, me pareció este Dios Padre una es- ca los grupos de muchachas, no era desde luego mi sue-
pecie de edición ampliada de mi abuelo No había allí el ño No quería saber nada en absoluto de los círculos
problema de una Trinidad masculina el hijo de Dios se femeninos Me gustaron un par de mujeres conscientes,
había convertido en un niño Jesús femenino, y los coros bondadosas, grandes y espirituales Todo lo demás es-
de los ejércitos celestiales en ángeles de un sexo espe- taba abierto No tenía añoranza alguna de un «auténti-
cífico que trabajaban, femmizados (Así pues, cuando las co» padre Las imágenes prusianas del padre con que
mujeres de hoy convierten al hijo de Dios en un Jesu- nos alimentaron ya en la escuela básica, a saber, el rey
cristo femenino, ya la «Editorial para el arte popular y la de los soldados que quita la flauta a su hijo y que ante
formación del pueblo» que editó el «País del cielo», les sus ojos permite fusilar a su amigo Katte, que da palizas
habrá preparado el camino) Pero Dios Padre —igual a sus soldados y encima les dice iDebéis amarme1, eran
que mi abuelo— sobresalía entre este coro de mujeres versiones grotescas de las que no tenía experiencia al-
trabajadoras como bondadoso, espiritual, sublime guna y que ahogaron en mí en su germen toda añoran-
Bondadoso, espiritual, grande —esto era algo, y en la za de padres concretos Y la interpretación cristiana de
familia de mujeres en la que crecí, lo aproveché contra este padre prusiano en el libro de Jochen Kleppers El
la pequeña cuadriculación femenina— Bondadoso, es- padre, con sus abismalmente profundos conflictos de fe
piritual y grande era también mi Padre Dios, que parecía y de obediencia, me fue siempre muy lejana Aquí se hi-
estar siempre a mi lado Le pedía cosas que a mi madre cieron visibles las imágenes masoquistas del padre y de
le parecían blasfemas que en la próxima temporada de Dios que más tarde las mujeres creyeron reencontrar en
deshielo pudiera ponerme medias hasta las rodillas en los teólogos Al mismo tiempo, muchos miedos propios y

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muchas experiencias personales fueron sin duda cata- gran papel en la socialización de otras muchas mujeres
pultados a la teología Irene Borbon-Parma escribió que en el padrenuestro ora
Una vez, sin embargo, sentí con seguridad la añoran- a un «Dios en quien busco protección, pero de quien
za de un padre Una compañera de escuela que daba también sé que, como hombre, igualmente pide que yo
clases particulares fue criticada por la mala calidad de siga por mi cuenta mi camino —en la fe»
éstas. Entonces su padre se puso inmediatamente de su La independencia y la libertad son precisamente hoy
lado «Mi hija hace siempre todo lo que puede» |Un pa- para las mujeres sendas complicadas A mí misma se me
dre como éste, que está mcondicionalmente a mi lado, sí plantearon estos problemas cuando mi vida de mujer
me hubiera gustado tener1 con los niños, el cuidado de la casa y las relaciones me
Ayer por la tarde pregunté a una amiga católica prac- absorbieron por completo, volviéndose muy similar a la
ticante que significaba Dios Padre para ella «Nada»,
de los angelitos que lavaban, limpiaban y cantaban en
respondió «Mi propio padre ha confirmado tan poco mi
el país del cielo La imagen del mundo que quería aban-
Yo, mi autoconciencia, la ha destruido hasta tal punto,
donar, me había ganado de nuevo El correspondiente
que prefiero representar a Dios como Espíritu, como Es-
señor de la parroquia era ahora mi propio mando, desde
píritu Santo Aquí está la libertad que necesito»
luego no un señor de la parroquia, sino un párroco sin
Otra amiga, del protestantismo liberal, descubre de im-
muchas exigencias Sólo que las huestes de colabora-
proviso su identidad en los amables pobres de la diosa
doras, el clan de mujeres, se había reducido ahora a mi
(Gottin) (p 44) Paralelamente irá viendo cada vez más
persona Los sueños de Dios y de libertad tuvieron que
claro hasta qué punto su padre, un patriarca rebosante
de amor, le ha quitado el sentimiento de su propio valor interiorizarse o dejarse para otro momento En el interior
Y yo digo que ningún padre-patriarca ha encarnado hubo zonas de protección Pero en ellas el alma se se-
para mi la imagen de Dios Padre paraba del cuerpo No había esperanzas de futuro Pero
En los últimos años se ha llevado a Dios Padre al ban- eran, al fin y al cabo, soluciones de necesidad que yo no
quillo de los acusados, se le ha demandado e injuriado quería ¿Dónde podría la libertad volverse corporal y la
Pero tras todas esas acusaciones, a veces absurdas, eternidad actualidad? ¿Cómo podría concillarse esto
hasta la ndicuhzación de la fe cristiana, hay un retazo de con la fe en el padre?
la historia personal que deben tomar en serio todos Aparecieron entonces en los grupos de mujeres las
aquellos que han pasado por otras experiencias muy imágenes de diosas que abarcaban el todo, imágenes de
distintas Sólo se tendría que dar el arriesgado paso de una existencia alternativa y de una cultura alternativa
separar de nuevo la historia personal de la cristiana para que incluía la tierra, la naturaleza y la unidad de todas
poner en su justo punto la crítica de la religión Después de un viaje a Egipto me gustaron sobre todo
En mi relación «positiva» con Dios Padre me he sen- las imágenes de Nut, que con sus largos brazos abar-
tido a veces bastante sola porque eran realmente pocos caba el todo Fue una imagen que correspondía a mi
los que tenían sensibilidad para relacionar sus propias vida y que bebí en mi misma Éste fue el modelo de vida
experiencias con las imágenes bíblicas Hoy sé, sin em- y de acción que se me ocurrió el «pequeño circulo» en
bargo, que la imagen del padre ha jugado también un que las mujeres viven a menudo (tienen que vivir), se

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transforma en un nido de relaciones de las que funda- suena a algo patriarcal, trato de sustituir al padre por la
mentalmente procede la vida Sólo que, ¿dónde quedaba madre y veo que la imagen de los padres se amplía y
ahí Dios Padre? No llegué a tener ningún problema gra- enriquece En cualquier caso, creo que hay que eliminar
ve como muchas otras mujeres a mi alrededor No vi nin- para siempre la imagen paternal de Dios que dogmáti-
gún o - o ¿Se trataba de una ingenuidad o acaso no camente le vea como padre Si no es asi, no queda amor
era mi Dios Padre suficientemente grande y generoso, o en mi para ese Padre-Dios
había que potenciar todas las otras imágenes posibles9 Mucho de lo que tradicionalmente se relaciona con la
El, que durante tanto tiempo me había dado y prometido imagen de Dios como Padre se ha convertido para mí en
independencia y libertad, se sonreía ahora y parecía de- algo problemático y trato de afrontarlo criticamente y
cirme' Haz sólo lo que te plazca Lo que hagas, bien he- quizás desde una nueva perspectiva está la imagen del
cho está En mí hay sitio para todo lo que venga del padre que abandona a su hijo y lo quiere como victima
gozo, de las necesidades mas hondas del hombre «En A los hombres les es cada día mas difícil aceptar esta
mi casa hay muchas moradas» ¿Estaban ahí mis expe- teoría de la víctima tan presente en los cantos religiosos,
riencias e imágenes del padre? en la liturgia, en la comunión y en la eucaristía Aun
El Nuevo Testamento, que empezamos a leer de una cuando Pablo habla del «abandono» del HIJO por el Pa-
forma nueva, confirma este punto de vista el mismo Je- dre, no puedo seguirle en esto y considero sus especu-
sús se dirigía a su Padre con la palabra Abba, una pa- laciones sobre la participación de Dios en la muerte de
labra íntima y cariñosa llena de cercanía, de calor, de Jesús como unos pensamientos que no puedo admitir.
proximidad y confianza, casi la misma palabra que los Yo veo a Dios como el Padre de Jesús, que tiene que
niños utilizaban en la calle En cualquier caso, una con- asistir a la muerte de su hijo tan desconsolado y lleno de
traposición a esa rígida paternidad Y a todos los que le dolor como cualquier padre terreno Dice la Biblia que la
sigan y hayan dejado casa o hermanos o hermanas o tierra tembló, que el velo del templo se rasgo Son los
madre o padre o hijos o tierras les promete que recibirán signos del dolor de Dios, cuya creación, la tierra, es una
en el tiempo presente cien veces mas Ningún padre, parte de si mismo La tierra, su cuerpo, que expresa su
pero sí hermanos Ninguna «casa», pero sí «casas» (Me
dolor
10, 29 ss) La comunidad primitiva era una sociedad sin
estructuras patriarcales, una sociedad plural que carecía Todavía hay que añadir otro pensamiento crítico la
de las posteriores y hasta ahora vigentes expresiones de tierra es una parte de Dios, asi lo creo yo Pero en nom-
fe como ésta La unidad precede a la verdad El «padre- bre de un Dios-Padre que para la mayor parte de la gen-
nuestro» procede del Espíritu, cuyo seguimiento es asun- te significa trascendencia y sublimidad hemos olvidado
to de ganas y de pasión y no de la negación de sí mismo el saber sobre la actualidad de Dios, sobre su santidad
No de la negación de la voluntad sino del acuerdo con y presencia en la creación Me parece clara la unilate-
la voluntad de Dios, que quiere lo que nosotros quere- ralidad con que hemos considerado las funciones de los
mos «Que te suceda lo que pides» (Mt 15, 27) Pero el padres si comprendemos a Dios a partir de las imágenes
discurso de la Iglesia está muy lejos de este modo de de éstos, entonces la procreación es la función paterna
pensar Puesto que actualmente el nombre de padre me Que Dios Padre procrea es algo familiar para nosotros y
lo encontramos también en la Biblia Pero engendrar es
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una función relativamente impersonal De la misma for- Dios-Madre
ma que un padre procreador puede ser impersonal y ca-
rente de compromiso para con el niño engendrado, tam-
Jurgen Moltmann
bién en el nombre de Dios Padre nos hemos acostum-
brado a considerar a Dios y a su creación como dos
Yo rezaba a Dios Padre, no a Dios Madre La concep-
grandes magnitudes yuxtapuestas Para llegar a conse-
ción de Dios como Padre es general en el cristianismo y
guir una nueva ligazón y un nuevo compromiso de Dios
se aplica a Dios en todas partes Personalmente, la pri-
con su creación, hemos de abandonar nuestras exclu-
mera vez que oí hablar de «Dios, nuestro Padre y nuestra
sivas imágenes del padre y añadir también imágenes de
Madre» fue al Papa Juan Pablo I, cuyo pontificado fue
la madre con su útero Entonces volveremos a ver con
claridad que esta tierra de Dios es un trozo de Dios, que muy breve Puede que la introducción de esta expresión
pertenece a Dios, no como posesión, sino como parte de sea lo único por lo que se le recuerde Hasta entonces,
sí mismo y que cualquier perjuicio o explotación que se el discurso sobre Dios Madre me había llegado una y
le haga, se le hace al mismo Dios Aquí vuelvo a ver mi otra vez a través de las teólogas feministas y yo mismo
modelo de vida y de tejido, lo veo confirmado y recono- había intentado utilizarlo en oraciones Pues una cosa
cido Una imagen trascendente del Padre sin la corres- es el planteamiento teórico de completar en la divinidad
pondiente imagen de la madre, tal como ha surgido en la imagen masculina del padre con la imagen femenina
nuestra cultura, nos ha cerrado el camino hacia la in- de la madre, y otra distinta la práctica de la oración en
manencia de Dios y ha llevado a la cristiandad y a todos la que se siente que es lo que «funciona» y lo que no
nosotros al engaño sobre el centro de la religión cristia- «funciona» en la relación personal con Dios El lenguaje
na que es la encarnación y la presencia de Dios en la de la oración es una piedra de toque para toda la teo-
creación Por ello hemos de ensanchar nuestras imáge- logía La representación y consideración de Dios como"
nes de Dios y llenarlas de vieja y nueva vida Una nueva «Madre» nos es bien conocida en las religiones precris-
generación de padres, que ya se advierte aquí y allá, tianas y no cristianas Las grandes madres del mundo,
puede ayudarnos a ver al Padre de un modo nuevo, fi- la madre tierra, la madre de todo lo viviente, los nombres
jándose no en la trascendencia, lejanía y omnipotencia de las diosas de la vida y de la muerte son numerosas,
sino en la corporalidad, proximidad a la tierra y en el la experiencia religiosa de vida expresada a través de
trabajo de relación Así podría pensar que el punto neu- ellas, la misma En la India está Kali, la oscura diosa que
rálgico del padre en nuestro cristianismo da un giro dio nombre a Calcuta Cuando ahora algunos quieren
creativo Yo misma creo en Dios Padre y espero un nue- comenzar a hablar de Dios como Madre, es comprensi-
vo Padre ble que surja una encrucijada que unos busquen la
«diosa» precristiana o postcnstiana y abandonen el cris-
tianismo y que otros quieran ensanchar un cristianismo
de hombres configurado paternalmente con un cristia-
nismo maternal de las mujeres
Podría parecer que el cristianismo es una religión del
padre Pero desde el punto de vista histórico no es así
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Fue la vinculación con el patnarcalismo romano, la reli-
gión de Júpiter y el derecho paterno lo que llevó al cris- «teología política» Algunos buscamos fundamentar la
tianismo a adoptar esta forma La religión del padre es crítica de la religión en la crítica religiosa de los profetas
más antigua y sus motivos son distintos a los de la fe y superarlos con ella Yo mismo elaboré una decidida y
cristiana primitiva La concepción de Dios como Madre críticamente religiosa teología de la cruz (El Dios cruci-
es muy poco frecuente en la historia del cristianismo. Las ficado La cruz de Cristo como fundamento y crítica de
imágenes femeninas para expresar la protección y el cui- la teología cristiana, Munchen, 1972, Sigúeme, Salaman-
dado de Dios son más metáforas que modos de conce- ca, 1974) La cuestión está en si en la profana cruz de
birlo Algunas representantes de la nueva teología femi- Cristo terminan todas las proyecciones religiosas —el
nista desean experimentar a Dios como mujer de acuer- dolor es la experiencia de Dios—, el Crucificado o los
do con las posibilidades de identificación femenina en la ídolos del poder y del capital Asumimos entonces la crí-
divinidad En los Estados Unidos se sustituye a veces en tica de la religión de Feuerbach, Marx y Freud y la radi-
los actos de culto la oración del «padrenuestro» por una calizamos para llegar así a una nueva teología Quien no
oración a «nuestro Padre y nuestra Madre del cielo», hubiera pasado por este «arroyo de fuego» (Feuer-
pero me parece algo bastante artificial y poco espontá- bach), se tenía por novato y carente de credibilidad, por-
neo que no podía establecer la diferencia entre las represen-
taciones de sus propios deseos y la otra realidad com-
Personalmente me llegó este «mensaje» por primera
pletamente diferente de Dios El «Dios Padre» como pro-
vez a comienzos de los años setenta en una situación
yección del «padre de familia», del padre de la patria o
espiritual, teológica y cultural que finalmente puedo des-
quizás del «Papa» en un cielo imaginario fue quemado
cribir con exactitud El gran reto del final de los sesenta
ya en el fuego de la crítica de la religión Ésta no era ya,
y comienzo de los setenta era el marxismo Con la re-
como antes, el «opio del pueblo» (Marx), sino simple-
volución cubana de Fidel Castro y de Che Guevara co-
mente un manifiesto «opio para el pueblo» (Lenin) Para
menzó la liberación de las masas oprimidas y explotadas
los profetas, el Dios de Israel no es Zeus, el padre de
no sólo en América Latina El socialismo checo «de ros-
todo, ni el «padre de los padres» y mucho menos el «pa-
tro humano» de Alexander Dubcek prometía la liberación
dre de la patria» o como se quisieran llamar los mez-
del pueblo en el «segundo mundo» El neomarxismo de
quinos potentados de otro tiempo por la gracia celestial
la «teoría crítica» de Horkheimer y Adorno prometía «un
de Dios
nuevo pensamiento» A la sombra de estos movimientos
la crítica de la religión de Feuerbach, Marx y Freud se Desde el punto de vista cristiano, Dios es única y ex-
convirtió en el «principio de toda crítica» (Marx) de la clusivamente el «Padre de Jesucristo», el secreto divino
economía, de la sociedad y del Estado, y como conse- de Jesús, a quien llamaba «Padre» Sólo quien en el her-
cuencia también en el principio de toda crítica de la re- mano Jesús encuentra al hombre, sólo quien en la cruz
ligión y de la teología La crítica de la religión se convirtió ve en Jesús al hijo humillado de Dios, «ve al Padre» Sólo
en la lectura obligatoria de todo teólogo y en el banco la comunidad de Jesús y el seguimiento de su camino
de prueba natural La crítica de la religión constituyó un permiten a los cristianos llamar a Dios «Padre» Lo de-
punto clave de la teología crítica, de la denominada más es fantasía A la vista del sufrimiento sin sentido de
las criaturas en la tierra, no hay razón natural alguna

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para llamar «Padre» a Dios Sólo el Cristo que asume de los profetas, de los marxistas y de los teólogos críticos
todos estos sufrimientos hace que esta expresión pueda sea «típicamente masculina», pero mientras la concep-"
aplicarse significativamente a Dios Creo que cuando he ción de Dios como «madre» sea sólo exigida por razón
rezado el padrenuestro no he pensado nunca en mi pa- de una adecuada representación femenina, como regu-
dre carnal, sino sólo en Jesús y en su oración lación de la cuota en el cielo, por así decirlo, y la crítica
—«Abba»— y he intentado incluir fraternalmente en esta
racional de la religión ya no sea tenida en cuenta, esta
oración a mi padre con sus experiencias dolorosas igual
nueva ingenuidad me parece ciertamente problemática
que él sin duda ha hecho conmigo Durante mi forma-
Naturalmente, este asunto tendría que analizarse con
ción teológica, el estricto y cnstocéntnco texto del Dios-
mucho más detalle Si la «historia cristiana» es separada
Padrenuestro de Karl Barth constituyó para mi genera-
ción una liberación de la ilusión religiosa y de la sospe- de la historia familiar (Ehsabeth Moltmann-Wendel), en-
cha de la religión Cuento esto con tanto detalle para tonces libera también al hombre de las presiones familia-
explicar por qué la expresión «Dios Madre» nunca me res como sucede en las historias de seguimiento de Je-
puso nervioso ni me rompió mis esquemas Los argu- sús Las fuerzas míticas primitivas de los padres y ma-
mentos me parecieron tan ingenuos desde el punto de dres pierden su poder ante las que se dirigen con Jesús
vista religioso que se esfumaron ante la critica de Feuer- hacia el futuro mesiánico
bach si los hombres llaman «Padre» a Dios para poder ¿Dónde queda, pues, la confrontación feminista con
identificarse, y ahora las mujeres le llaman «Madre» para Feuerbach, Marx y Freud9
encontrarse a sí mismas desde el punto de vista religioso, Cuando trabajaba en una «doctrina social de la Tri-
¿con qué nombre tendrán los asnos que llamar a Dios? nidad» descubrí por primera vez el sentido de la femini-
¿Es, pues, la divinidad una pantalla oscura para todas dad del Ruah, del Espíritu Santo Un alumno me trajo la
las posibles proyecciones de acuerdo con el refrán «te primera predicación del conde Zinzendorf en Pensilva-
gusta» 9 ¿Es la fe cristiana un supermercado religioso9 nia, en el año 1741, en la que anunciaba a su «comu-
Desde el punto de vista histórico, algunas feministas—y nidad de hermanos y hermanas la función maternal del
pienso en el movimiento de la «Diosa» y no en los plan- Espíritu Santo» La razón de esta enseñanza de Zinzen-
teamientos teológicos liberadores y psicosociales— se dorf hay que buscarla en la nueva publicación de las
subieron a la ola religiosa que había surgido con motivo homilías de Makarios Los padres sirios de la Iglesia ha-
de la crisis del petróleo de 1973 ¿No sirvió esa ola para bían considerado de buen grado a «ruho» —«la Espíritu
expulsar de la Iglesia y de la sociedad el espíritu crítico Santo»— como «madre divina» Aducían para ello dos
y revolucionario9 Esta crítica de la religión fue puesta al
motivos El «Espíritu» prometido en el evangelio de Mar-
margen sin ser refutada y se volvió de nuevo a la «reli-
cos es el «Paráclito» «el os consolará, igual que a cada
gión» porque lo «religioso» debía ser de algún modo lo
uno la propia madre» (Jn 15, 26, Js 66,13) Los creyentes
constructivo En lugar de Freud se volvió a leer a Jung,
que fue considerado como padre de la religión del fe- son los «renacidos» del Espíritu Santo (Jn 3, 5), es decir,
minismo postcnstiano y surtió a muchos de arquetipos el Espíritu es la «madre de los creyentes» El evangelio
según sus deseos Es posible que la crítica de la religión gnóstico de Tomás dice que el mismo Jesús llamó «ma-
dre» suya al Espíritu Santo En los iconos de Etiopia se
representa a la Trinidad a veces como familia divina
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Dios-Padre, Espíritu-madre y Jesús-niño Todavía Agus-
tín combatió esta concepción Todo esto muestra cuan del Espíritu, sino en la comunidad con el HIJO encarnado
extendido estaba este modo de ver las cosas Éste con- es donde sólo se refleja la comunidad trinitaria en las
tiene importantes correcciones en relación con la otra relaciones humanas En la verdadera comunidad hu-
representación de la Trinidad de Dios Padre con las mana, los hombres tienen todo «en común» (Hechos 4,
«dos manos», el Hijo y el Espíritu (Ireneo), pues mani- 32) excepto su identidad personal Esta comunidad su-
fiesta el indescriptible secreto divino como ser de la co- pone el fin del patriarcado y no resucita en absoluto el
munidad, como la comunidad interna de amor, a la que matriarcado, sino una comunidad mesiánica de hombres
corresponden en la tierra la relación de amor, la comu- y mujeres, de padres e hijos sin privilegios ni minusva-
nidad de los fieles, la solidaridad de la sociedad y la sim- loraciones
patía de todas las creaturas En el marco de esta doctrina social de la Trinidad me
Mientras la concepción de Dios como Padre está uni- ha fascinado especialmente el secreto del Espíritu Como
da con la creación y con la distancia del creador frente mi colega Eberhard Jungel, yo también he introducido
a su criatura, el secreto maternal del Espíritu Santo con- oraciones trinitarias en mis servicios de culto en la co-
tiene las íntimas relaciones de la venida, de la inhabita- legiata de Tubingen y he hecho hincapié sobre todo en
ción y del mutuo influjo La «gracia y los dones de la la oración en Espíritu al Espíritu No sólo he rezado «Ven,
gracia», el «Espíritu y las fuerzas del Espíritu» forman la Espíritu creador», sino que también he invocado «a la
comunidad y penetran en las criaturas sin alienarlas ni madre de todo lo viviente», al «Espíritu de la vida» y a la
destruirlas Lo que la tradición ha considerado como la «fuerza del nuevo nacimiento» y he intentado expresar
fuerza más íntima de la comunidad trinitaria, la «perijó- en palabras el suspiro del Espíritu para con la atormen-
resis», esto es, el mutuo don y la mutua penetración de tada criatura En la comprensión de la anchura, de la
las personas, tiene que ser experimentado por los hom- belleza y de la Intimidad del Espíritu me ha ayudado so-
bres en el Espíritu «El que permanece en el amor per- bre todo Hildegard von Bingen «El Espíritu Santo es dis-
manece en Dios y Dios en él (1 Jn 4, 16) La posibilidad pensador de vida, movedor del todo y raíz de todo ser
de intercambio es el principio de la comunidad trinitaria creado, limpia el todo de toda impureza, borra el pecado
y también el principio de la experiencia mística de Dios y unge con aceite las heridas, asi es vida reluciente, dig-
Pero es asimismo, y finalmente, el principio de toda co- no de alabanza, resucitador y despertador del todo»
munidad de hombres y mujeres auténticamente humana En esta canción solo hay que cambiar el género para
que se respeta mutuamente y que se quiere reciproca- descubrir a Dios, la Madre del todo y la fuerza del nuevo
mente La doctrina social de la Trinidad dice que sólo nacimiento Pues se reconoce «La tierra es una parte de
esta capacidad de intercambio, es decir, la comunidad, Dios» (Elisabeth Moltmann-Wendel) En este sentido creo
pero no los atributos de cada persona divina, son posi- en Dios «Madre» y oro al Espíritu Santo, «madre de todo
bles de representar, como afirma Juan en 17, 21 «Para lo viviente», en el que, con todas las demás criaturas,
que todos sean uno, como tú, Padre, estás en mí y yo en «vivimos, nos movemos y existimos» (Hechos 17, 28)
< ti, para que ellos estén unidos en nosotros» (Jn 17, 21-
22) Ni en la paternidad de Padre, ni en la maternidad

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PARA UNA TEOLOGÍA DE LA CRUZ

Jurgen Moltmann

1. La cruz de Cristo: dolor del amor de Dios

La historia de la pasión es una historia clave de la fe


cristiana Esto se puede tomar al pie de la letra, esto es,
en el doble sentido de la palabra pasión la historia de
Cristo es la historia de una gran pasión, de una espe-
ranza apasionada Por eso, y justamente por eso, es
también, al mismo tiempo, la historia de un inaudito su-
frimiento, de una agonía mortal
El sufrimiento del Cristo apasionado constituye el nú-
cleo central de la fe La historia de la pasión tiene esta
vertiente activa y pasiva
No hace mucho tiempo se ha pasado frecuentemente
por alto la pasión de Cristo que le llevó al sufrimiento
En consecuencia, el varón con dolores se convierte en el
prototipo de la aceptación silenciosa de un triste destino
Hoy, sin embargo, se olvida más bien el sufrimiento,
que es un componente de esta gran pasión Se prefiere
ser moderadamente feliz y se reprime el sufrimiento Se
anestesia el sufrimiento privando del sentimiento a la
persona Sin pasión, la vida es pobre Vivir sin estar dis-
puesto a sufrir, es mezquino Hay que superar tanto el
miedo a la pasión como el temor al sufrimiento De otra
forma es imposible que renazca la esperanza

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Queremos detenernos en dos pasajes de la historia de una petición «Padre mío, tú lo puedes todo, que pase
la pasión de Cristo y preguntarnos qué pasa en ellas de mí esta copa de amargura» (Me 14, 39), es decir, ahó-
Estos pasajes son Getsemaní y el Gólgota rrame este sufrimiento ¿Qué sufrimiento7 En Mateo y Lu-
La historia de la pasión no empieza con la detención cas hay un matiz algo distinto «Si es posible , "si quie-
de Cristo y su tortura por los soldados romanos Co- res ", aleja de mi esta copa de amargura»
mienza mucho antes Empieza propiamente ya en la pro- Pero este deseo de Jesús no fue escuchado por Dios,
vincia de Galilea, exactamente en el momento en que Je- su Padre Antes decía siempre «El Padre y yo somos
sús tomó la decisión de ir con sus discípulos a Jesusalén, uno» Ahora, esta comunidad divina de Cristo parece
al centro del poder Su pasión por el reino de Dios, la romperse Los amigos de Cristo, como paralizados por
curación de enfermos, la liberación de los oprimidos, el la tristeza, caen en un profundo sueño La unidad de
perdón de los pecados, tiene que enfrentarse en Jeru- Cristo con el Dios de su amor y de su pasión solo se
salén con sus más encarnizados enemigos, los sacer- mantendrá en esta desunión por el «pero» con el que se
dotes de su pueblo y las fuerzas romanas de ocupación supera a sí mismo « pero no se haga mi voluntad, sino
Su entrada en Jerusalén fue realmente triunfal El pueblo la tuya» Con el ruego de Cristo en Getsemaní, no es-
se congregó y gritó «¡Bendito el que viene en nombre cuchado ni atendido a causa del silencio de Dios, co-
del Señor' |Bendito el reino que viene, el de nuestro pa- mienza su verdadera pasión, su sufrimiento por causa de
dre Davidi» (Me 11, 9-10) Se comprende el nerviosismo Dios Seguramente que también está presente el miedo
de los guardianes del orden que temían una revuelta po- humano natural ante el dolor Sería tremendo afirmar
pular El hombre de Nazaret era peligroso Había que que, como HIJO de Dios, Cristo no habría podido sentir
quitarlo de en medio lisa y llanamente miedo alguno Pero también sería insensato considerarlo
Pero en esta historia todavía no hay nada especial- un hombre débil que, ante los sufrimientos corporales y
mente relevante Muchos héroes, muchos luchadores por la proximidad de su muerte, hubiera caído en una au-
la libertad han muerto a ojos vistas por su pueblo tocompasión sentimental
Pero en el caso de Cristo sucede algo aparentemente Un temor completamente distinto se apodero, a mi JUI-
incomprensible La noche antes de ser apresado por los CIO, de Cristo y desgarró su alma el temor de que El, el
romanos se dirigió al huerto de Getsemaní, tomó consigo hijo unigénito de Dios, que ama al Padre como nadie le
sólo a tres de sus amigos y «comenzó a sentir pavor y ha amado, pudiera ser «abandonado» por el Padre No
angustia», como dice Marcos «Sintió una tristeza mor- teme por su vida Siente miedo por Dios Teme por el Rei-
tal», escribe Mateo, que en alemán quiere decir «estaba no del Padre, cuya felicidad ha anunciado a los pobres
desesperado» «Mi alma está triste hasta la muerte», dijo Este sufrimiento por causa de Dios mismo es el ver-
y pidió a sus discípulos que velaran con él dadero dolor en la pasión de Cristo Este abandono de
Ya antes Jesús se había retirado a menudo por la no- Dios es el cáliz que no debe pasar por El El espantoso
che para unirse a Dios en la oración Pero ésta es la silencio de Dios a la oración de Jesús en el huerto es
primera vez que no quiere estar a solas con Dios Busca más que el silencio de los muertos Los místicos lo han
protección en sus discípulos Protección, ¿de quién'? Y experimentado en la «noche oscura del alma», en la que
entonces viene la oración, que tiene todo el aspecto de se seca todo aquello que hace soportable la vida y hace

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desaparecer la esperanza de cualquier vida Martin Bu- cristiana, sino que, como ya ocurrió en el Nuevo Testa-
ber lo llamó «tinieblas de Dios» mento y en la historia de la Iglesia, intentaremos más
¿Quién podrá permanecer despierto en esta noche de bien amortiguar sus efectos y sustituirlo por unas «pia-
Dios9 ¿Quién no quedara como paralizado en ella9 Los dosas» palabras de despedida Todavía más tan con-
amigos de Jesús serán protegidos de lo espantoso por movedor es este grito de la muerte de Cristo, tan profun-
un sueño profundo Lucas, el médico, y otros testigos ha- damente se siente, que es importante y vital para noso-
blan de un «sudor de sangre» que chorreaba hasta el tros Pues es realmente el grito en el que muchos
suelo desde el rostro de Cristo que vela y ora «Lucha en hombres torturados pueden coincidir, porque expresa su
Getsemaní» es el título de este capítulo en la Biblia de verdadera situación «Dios mío, ¿por qué me has aban-
Lutero Pero, ¿lucha con quién 9 , ¿lucha de Cristo con- donado 9 » ¿Nos acordaremos de Cristo cuando nos sin-
sigo mismo9, ¿lucha con la muerte9 Creo que es algo tamos abandonados y tengamos que gritar asi 9
más que todo eso Es la lucha de Cristo con Dios Ahí Esta palabra no es mas aceptable porque reproduzca
está su agonía Agonía que superó con su entrega Ahí el comienzo del salmo 22 La idea de que Jesús haya
reside su victoria y nuestra esperanza recitado en su agonía todo el salmo 22 está fuera de
lugar, pues el salmo termina con una espléndida acción
de gracias por la salvación del peligro de muerte, que
2. Gólgota desde luego no sucedió en la cruz Además, los crucifi-
cados, después de un corto espacio de tiempo en el pa-
La otra historia está al final de la pasión de Cristo en tíbulo, eran incapaces de pronunciar palabra alguna
el lugar de ejecución llamado Golgota Y se trata de nue- No, se trata en realidad del grito de un abandonado a
vo de una oración, o mejor dicho, de un grito desespe- Dios, que le ha dejado en la estacada Viejos manuscri-
rado hacia Dios «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has tos del evangelio de Marcos lo expresan aún más dura-
desamparado9» (Me 15, 34) mente «¿Por qué me has expuesto al oprobio9» y «¿Por
Durante tres horas estuvo clavado en la cruz, clara- que me has maldecido9» Incluso la carta a los Hebreos,
mente en silencio, esperando la muerte Y muere dando mucho más tardía, contiene este recuerdo «que él, lejos
este grito, con el que expresa su profundo abandono por de Dios (literalmente, sin Dios) gustó la muerte por todos
Dios en quien había puesto toda su esperanza y por nosotros» (Heb 2, 9) En la cruz Jesús no se dirige con-
quien está ahora colgado en la cruz Este tiene que ser fiadamente a Dios con la palabra «Padre», sino sólo con
la palabra oficial «Dios», como si dudara de ser el Hijo
el núcleo de la historia del Gólgota La idea de que la
de Dios
última palabra del hijo agonizante en la cruz a Dios, su
Padre, diga así «Me has abandonado», nunca habría Lo que temía Jesús, aquello por lo que lucho en Ge-
arraigado en el cristianismo si esta terrible palabra no tsemaní, por lo que rogó al Padre, no pasó de largo, sino
hubiera sido realmente pronunciada o escuchada en el que sucedió en la cruz el HIJO soporta el JUICIO en el que
grito de la muerte de Jesús Nunca podremos acostum- nadie puede sustituir a nadie, en el que cada uno se en-
brarnos a tener que oír este grito dirigido a Dios por par- cuentra solo y que nadie puede superar
te de Cristo abandonado por Dios en el centro de la fe ¿Hay alguna respuesta a la pregunta de por qué Dios

32 33
le ha abandonado 9 El evangelio dice fue «por noso- muerte de Jesús a la luz de su ida y de su Buena Noticia,
tros», por ti y por mí, para que nunca estemos solos Dios «entrega» tiene un claro sentido negativo Significa con-
ha entregado a su HIJO «por nosotros» para que sea el signar, traicionar, repudiar, como puede verse en la des-
hermano de todos los abandonados y los conduzca a El cripción de Judas «el traidor» El abandono de Jesús por
Una verdadera respuesta a la pregunta «Dios mío, el Padre en la cruz significa el repudio y anatema de par-
¿por que me has abandonado 7 » no puede ser de ningún te del Padre Pablo utiliza también la expresión «entre-
modo una respuesta teórica que empiece con «por gado» (Rom 1, 18 ss) en relación con la ira y el JUICIO de
esto» Tiene que ser práctica A una experiencia de este Dios ante los pecados de los hombres Los hombres que
género no se puede contestar con una explicación, sino abandonan al Dios invisible y adoran a las criaturas, se-
con otra experiencia, una realidad como ésta sólo puede rán abandonados por Dios y entregados a sus apetitos
ser respondida con una nueva realidad ¿Hay sólo una
respuesta real a la pregunta «Dios mío, ¿por que me has Sin embargo, Pablo da un giro radical al sentido de
abandonado9» Esta respuesta es la resurrección «Te he «entregado» cuando ve el abandono de Jesús por parte
abandonado durante un breve momento, pero con gran de Dios, no a la luz de su vida sino a la luz de su resu-
misericordia quiero volver a estar contigo» Cualquier rrección El Dios que ha resucitado a Jesús de entre los
otra respuesta seria quedarse corto, perpetuar la muerte muertos es el mismo que lo ha «entregado» a la muerte
o no tomarla en serio A la muerte del HIJO en abandono en la cruz Incluso en el mismo abandono de la cruz,
sólo hay una respuesta «La muerte se ha transformado desde el que Jesús clama «¿por qué7», ve ya Pablo la
en victoria» (1 Cor 15, 55) Es la Pascua respuesta al grito «El que no perdono a su propio HIJO,
En el centro de la fe cristiana esta la historia de la pa- antes bien lo entregó a la muerte por todos nosotros,
sión Y en el centro de esta pasión está la experiencia de ¿cómo no va a darnos gratuitamente todas las cosas
Dios, del Cristo abandonado por Dios ¿Estamos ante el juntamente con El7» (Rom 8, 32) Asi pues, como Pablo
fin de toda esperanza humana y cristiana o ante el co- resalta especialmente, el Padre ha abandonado, consig-
mienzo de la verdadera, renacida e inquebrantable es- nado y entregado a la muerte a su «propio HIJO» To-
peranza7 davía lo vuelve a decir Pablo con más fuerza «Dios lo
El Cristo que ama apasionadamente, el Cristo perse- trató por nosotros como al propio pecado» (2 Cor 5, 21),
guido, el único Cristo, el Cristo que sufre el silencio de y «se hizo por nosotros maldición» (Gal 3, 1) El Padre
Dios, el Cristo abandonado totalmente a la muerte por abandona a su HIJO «por nosotros» para ser Dios y Pa-
nosotros y por nuestra causa es el hermano, el amigo a dre de los abandonados El Padre «entrega» a su HIJO
quien todo puede confiarse porque conoce y ha sufrido para ser por Él Padre de los «entregados» (Rom 1, 18
todo lo que nos puede suceder y más de lo que nos pue- ss) El Hijo es entregado a esta muerte para ser hermano
de suceder y salvador de los condenados y repudiados
El HIJO sufre la muerte en este abandono El Padre su-
3. La entrega del Hijo fre la muerte del HIJO Por eso, a la muerte del HIJO co-
rresponde el dolor del Padre Y cuando en este descenso
Con su teología de la entrega, Pablo se aproxima al a los infiernos el HIJO abandona al Padre, también en
secreto del Gólgota En los evangelios, que presentan la este juicio el Padre abandona al Hijo Está aquí en juego

34 35
la más íntima vida de la Trinidad. Aquí está el amor del cido a Dios «por el Espíritu eterno» (9, 14). La entrega
Padre compartiendo el dolor infinito en la ofrenda del del Padre y la ofrenda del Hijo se realizan «por el Espí-
Hijo. Aquí está la réplica del amor del Hijo al sufrimiento ritu». El Espíritu Santo es, por consiguiente, lo que une
infinito de ser rechazado y reprobado por el Padre. Lo en la separación, el que ata mutuamente la unión y la
que sucede en el Gólgota, afecta a lo más profundo de separación del Padre y del Hijo.
la divinidad y marca la vida divina por toda la eternidad. Pablo ha puesto de relieve el acontecimiento del aban-
Pero según Gal 2, 20, el Hijo no sólo fue entregado por dono de Dios en la cruz como ofrenda del Hijo, y la
el Padre. También Él «se entregó por mí». En el hecho ofrenda del Hijo como amor de Dios. En qué consiste el
de la entrega no es solamente objeto, sino también su- amor de Dios, «del que nada podrá separarnos» (Rom
jeto. Su vida y su muerte fueron una passio activa, un 8, 39), se ha visto en la cruz y se experimentará en la
camino de sufrimiento conscientemente emprendido, cruz. El Padre, que envía a su Hijo a través de todos los
una muerte asumida. Según el himno cristológico, que abismos e infiernos del abandono de Dios, del repudio
Pablo (Flp 2) asume, la autoentrega del Hijo consiste en de Dios y del juicio definitivo, en su Hijo está presente en
que se despojó de su condición divina, en que se hizo los suyos en todas partes y en todas las circunstancias.
semejante a los hombres, en que se humilló a sí mismo Con la entrega del Hijo nos regala «todo» y nada podrá
«haciéndose obediente hasta la muerte, y una muerte de separarnos de Él. Con esto empieza el lenguaje del Reino
cruz». Para la carta a los Hebreos, «aprendió sufriendo de Dios donde Él será «todo en todos». Quien es capaz
lo que cuesta obedecer» (5, 8). Paradójicamente, sufrió de reconocer la presencia y el amor de Dios en el aban-
por su ruego no escuchado, por el abandono del Padre. dono de Dios presente en el Hijo crucificado, la reconoce
Y así «aprendió» a obedecer y a entregarse. Esto está en también en todas las cosas, igual que todo hombre des-
consonancia con el relato sinóptico de la historia de la pués de una experiencia de muerte percibe la vitalidad
pasión. de todas las cosas como jamás habría podido imaginar.
Desde el punto de vista teológico, esto significa en pri- El evangelio de Juan resume la entrega en esta frase
mer lugar una íntima comunidad de voluntad entre el clave: «Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo
Hijo entregado y el Padre que lo entrega. Éste es también único para que todo el que crea en él no perezca, sino
el contenido de la historia de Getsemaní. Pero esta pro- que tenga vida eterna « (Jn 3, 16). En ella, el adverbio
funda comunidad de voluntad surge precisamente del «tanto» quiere decir «hasta tal punto», esto es, hasta el
punto de la mayor separación del Hijo con el Padre y del punto de experimentar «por nosotros» el abandono de
Padre con el Hijo, en la muerte maldita en la cruz, en la su muerte en la cruz. Y en la primera carta de san Juan
«noche oscura» de esta muerte. El Padre y el Hijo están se define a Dios con estas palabras: «Dios es amor» (1
tan separados en la cruz, que sus relaciones corren el Jn 4, 16). Dios no ama alguna vez igual que se enfada
peligro de romperse. Jesús murió «sin Dios». Pero, al mis- alguna vez. Él es amor. Su ser es amor. Se constituye a
mo tiempo, en la cruz el Padre y el Hijo están tan unidos sí mismo como amor. Esto ocurrió en la cruz. Esta defi-
que representan un único movimiento en la entrega: nición alcanza todo su peso sólo cuando se tiene cons-
«quien ve al Hijo, ve también al Padre». Lo expresa la tantemente presente el camino hacia ella: el abandono
Carta a los Hebreos cuando dice que Cristo se ha ofre- de Jesús en la cruz, la entrega del Hijo por el Padre y el

36 37
amor que hace todo, que da todo, que soporta todo por
tender la pasión de Cristo como revelación de Dios si es
los hombres descarriados Dios es amor, es decir, Dios
imposible que Dios pueda sufrir'? ¿Permite Dios que Cris-
es entrega, o lo que es lo mismo, Dios existe para no-
to sufra por nosotros o sufre Él mismo en Cristo por no-
sotros en la cruz
sotros9
Desde la elaboración de la teología cristiana con los
esquemas de pensamiento de la filosofía griega en el
4. Apatía o pasión de Dios
ámbito de la cultura helenista, la mayoría de los teólogos
han puesto de relieve al mismo tiempo la esencial mvul-
Si se pregunta, al estilo de la filosofía griega, qué es nerabilidad de la divinidad al sufrimiento y han tenido
lo «propio de Dios», entonces es preciso excluir del ser que soportar la paradoja de tener que hablar del «sufri-
de la deidad la diferencia, la multiplicidad, el movimiento miento del Dios invulnerable al sufrimiento» Con ello lo
y el sufrimiento La sustancia divina no puede sufrir, pues que han hecho es unir el axioma de la apatía de la filo-
de otro modo no sería divina Invulnerable al sufrimiento sofía griega y las afirmaciones centrales del evangelio
es también el sujeto de la filosofía nominalista e idealista, La contradicción permanece y es bien poco satisfactoria
pues de lo contrario no sería absoluto Invulnerable al
Hasta el momento presente, el axioma de la apatía ha
sufrimiento, inmóvil y autosuficiente es la divinidad frente
influido más en los conceptos claves de la doctrina sobre
a la movilidad, el sufrimiento y la división de un mundo
Dios que la historia de la pasión de Cristo La imposibi-
que no se basta a sí mismo Pues la sustancia divina es
lidad de sufrir se considera como atributo de la plenitud
lo que funda, soporta y permanece para siempre en este
y felicidad divinas ¿Pero no significa esto que la teología
mundo de apariencias pasajeras y por ello no puede es-
cristiana no ha desarrollado hasta el momento ningún
tar sujeta al destino de este mundo
concepto coherente sobre Dios, sino que, por razones
Pero si, por el contrario, se pregunta por el mensaje
que aún se han de investigar, se ha apoyado sobre todo
teológico de la tradición cristiana, se ve que su punto
en la tradición metafísica de la filosofía griega, enten-
central está en la pasión de Cristo El evangelio narra el
diéndola como «teología natural» y considerándola
sufrimiento y la muerte de Cristo La entrega del Hijo de
como su fundamento9
Dios para la reconciliación del mundo se participa en la
eucaristía bajo las especies de pan y de vino Mediante Cuanto mas influya el axioma de la apatía en la doc-
la actualización de la pasión de Cristo por medio de la trina sobre Dios, tanto menor sera la posibilidad de iden-
palabra y de los sacramentos se suscita la fe, y preci- tificar a Dios con la pasión de Cristo Si Dios no puede
samente la fe en Dios El creyente debe su libertad a la sufrir, la pasión de Cristo solo se podrá ver, en conse-
representación de Cristo Cree en Dios por amor de Cris- cuencia, como una tragedia humana Pero quien induce
to Dios mismo está implicado en la historia de la pasión a ver en la pasión de Cristo solo el sufrimiento del hom-
de Cristo, pues de otro modo, de su muerte en la cruz no bre bueno de Nazaret, ineludiblemente tiene que enten-
podría derivarse ninguna realización liberadora ¿Pero der a Dios como una fuerza celestial fría, muda e inca-
de qué forma esta implicado el mismo Dios en la historia paz de amar
de la pasión de Cristo"7 ¿Cómo puede la fe cristiana en- Es esencial, por tanto, para la teología cristiana reco-
nocer a Dios mismo en la pasión de Cristo y descubrir la
38
39
pasión de Cristo en Dios mismo Frente a los numerosos y de hecho sufra Si Dios no pudiera sufrir desde ningún
intentos de conciliar cristológicamente apatía y pasión punto de vista, entonces tampoco sería capaz de amar
para mantener el axioma de la apatía, parece que es En todo caso, podría amarse a sí mismo, pero a nadie ni
mas consecuente partir, en lugar del axioma de la apa- a nada más, como dice Aristóteles Pero si puede amar
tía, del axioma de la pasión de Dios para entender el su- a otras cosas, en ese caso él mismo se abre al sufri-
frimiento de Cristo como el sufrimiento del Dios apasio- miento que su amor a ellas le ocasiona, y se sitúa por
nado El vocablo «pasión» tiene el doble significado de encima del dolor que así surge, en virtud precisamente
sufrimiento y de pasión, y esta doble significación es muy de su amor Dios no sufre, como la criatura, por carencia
apropiada para expresar la verdad central de la fe cris- de ser En ese caso sena apático Sufre por su amor, que
tiana La fe cristiana vive del sufrimiento de una gran pa- es el rebosamiento de su ser Y en este caso puede sufrir
sión y ella misma es una pasión dispuesta al sufrimiento
En la antigua Iglesia sólo Orígenes ha reconocido y
por la vida ¿Por qué la teología de la antigua Iglesia
empleado esta distinción De entre todos los Padres de
asumió el axioma de la apatía aunque la piedad cristia-
la Iglesia, griegos y latinos, es el único que se ha atrevido
na daba culto al crucificado como a Dios y el mensaje
a hablar del «sufrimiento de Dios»
cristiano podía ciertamente hablar del «dolor de Dios»?
«En su misericordia, Dios sufre con nosotros, es decir,
Pueden aducirse dos razones
Dios no es en absoluto alguien sin corazón» «El (el Sal-
1 la imposibilidad de sufrir distingue a Dios de los vador) bajó a la tierra, compadecido del género humano
hombres y de todo lo que no es Dios, que esta sometido Soportó nuestros sufrimientos antes de padecer en la
a la transitonedad y a la muerte cruz y de dignarse asumir nuestra carne, pues si (antes)
2 Dios concede a los hombres la salvación al ha- no hubiera sufrido, no se habría introducido en los ava-
cerles partícipes de su vida eterna, y esta salvación les tares de la vida humana Primero sufrió, luego bajó y se
trae la inmortalidad, la no transitonedad y, en conse- hizo visible ¿Qué clase de sufrimiento es el que por no-
cuencia, también la imposibilidad de sufrir sotros sufrió9 Amor es sufrimiento (Caritas est passio) Y
La apatía es, por tanto, una característica divina e in- el mismo Padre, el Dios de todas las cosas, "clemente y
cluye la salvación humana en la comunidad de Dios compasivo, paciente y lleno de amor" (Sal 103, 8), ¿no
La frontera lógica de esta argumentación está en que sufre de alguna manera 9 ¿O es que no sabes que Él,
ella sólo conoce la siguiente alternativa o la esencial im- cuando baja a los hombres, soporta el sufrimiento hu-
posibilidad de sufrir o el sometimiento fatal al sufrimien- mano 9 "Has visto que el Señor tu Dios te llevaba, como
to Pero hay una tercera forma de sufrimiento el sufri- un padre lleva a su hijo, a lo largo de todo el camino"
miento activo, la apertura voluntaria a ser afectado por (Dt 1, 31) Dios lleva nuestros caminos, como el Hijo de
el otro, es decir, el sufrimiento del amor apasionado En Dios nuestros sufrimientos El Padre mismo no es impa-
la teología cristiana, lo único que dice el axioma de la sible (Ipse pater non est impassibilis) Cuando se le in-
apatía es que Dios no esta sometido al sufrimiento de la voca, se compadece y comparte el dolor Sufre el sufri-
misma forma que la criatura finita No es, pues, un axio- miento del amor y será algo que por la grandeza de su
ma real, sino una expresión comparativa que no excluye ser no puede ser, y soporta el sufrimiento humano por
que, desde otra perspectiva, Dios pueda muy bien sufrir nosotros»

40 41
Cuando Orígenes habla del sufrimiento de Dios, se re- miento de Israel Esta experiencia del dolor y del sufri-
fiere al sufrimiento del amor, a la simpatía que se escon- miento de Dios entre los suyos fue y sigue siendo la fuer-
de en la esencia de la misericordia El que es misericor- za inagotable que impide la desesperación del pueblo y
dioso, comparte el sufrimiento de los otros, carga con el, que mantiene su frustrada esperanza en la vida
sufre con ellos Este sufrimiento es, para Orígenes, sufri- Los cristianos han reconocido y creído algo parecido
miento divino Es el sufrimiento de Dios que soporta el en la historia de la pasión de Jesucristo Los sufrimientos
mundo, mientras él soporta su peso Es el sufrimiento del de Cristo son los sufrimientos del mismo Dios Dios mis-
Padre que en la entrega de su «propio HIJO» (Rom 8, 32) mo se hace hombre Dios mismo es este hombre y abor-
sufre el sufrimiento de la redención Es el sufrimiento del da la pasión de la cruz en el Gólgota Dios asume este
Hijo de Dios, que toma sobre sí nuestros pecados y en- ser humano y lo abraza con su ser divino Dios asume
fermedades Así pues, Orígenes habla de una pasión di- la situación del abandono de Dios de los hombres per-
vina que Cristo sufre por nosotros y señala al mismo didos y carga su muerte sobre sí Este Dios humano está
tiempo una pasión divina que acontece en la Trinidad cerca de cada hombre en su abandono Los hombres
entre el Padre y el Hijo Pues el sufrimiento divino del son introducidos en la comunidad de Dios allí donde se
amor hacia fuera se funda en el dolor del amor por den- encuentran, sin condiciones de ninguna clase No hay
tro absolutamente nada que pueda excluir al hombre de la
comunidad del Dios-hombre crucificado
Los judíos y los cristianos pueden hablar del dolor y
5. Consuelo del crucificado del sufrimiento de Dios y experimentar en sus propios su-
frimientos y dolores su profunda e intima comunidad con
La historia del sufrimiento de Israel y de la pasión de Dios, porque creen en un Dios misericordioso El Dios
Jesucristo constituyen el núcleo de las tradiciones bíbli- cuya esencia es el amor, sale de si a causa de su amor
cas El Dios que condujo a Israel a la libertad y que hizo Y su amor a la creación y a los hombres creados a su
su alianza con este pueblo no es un Dios apático sino imagen y semejanza, le lleva al sufrimiento Sufre en la
un Dios con la pasión y los celos del amor Por eso tam- contradicción de sus criaturas, con su autoaislamiento,
bién los rabinos han visto siempre la historia del sufri- y sufre por sus criaturas con infinita paciencia, porque
miento del Dios de Israel en la historia del sufrimiento de espera su vuelta y su agradecido retorno a casa En su
su pueblo Dios se sienta en el trono del cielo como el amor, Dios es a la vez todopoderoso e impotente Su
«Todopoderoso», pero por la fuerza del Espíritu está al amor triunfa en la esperanza y sufre en la paciente es-
mismo tiempo en y con su pueblo, y especialmente al pera
lado de de los pobres y humillados, de los huérfanos y ¿Qué significa este Dios para los hombres que sufren
de las viudas Mediante su Shekinah (tienda) Dios está y tienen que ser testigos del sufrimiento9
presente en Israel, comparte el sufrimiento de la perse- El que sufre sin motivo, lo primero que piensa es que
cución de los suyos, camina con su pueblo hacia el exi- ha sido abandonado por Dios y por todo lo bueno
lio, sufre con los mártires los tormentos de la muerte El Quien en su sufrimiento grita a Dios, ¿no está haciendo
Dios de la alianza es también el compañero de sufn- básicamente suyo el grito de Jesús «Dios mío, Dios mío,

42 43
por qué me has abandonado»? Quien esto reconoce, re- víctimas que los hombres deben ofrecerle para apaci-
conoce también desde luego que Dios no es ese oscuro guarlo amigable y cuidadosamente, y no un dios que se
vecino de enfrente que esta en el cielo a quien él grita, ofrece a sí mismo como víctima para ser solidario con
sino que en un sentido más personal es el hombre her- los hombres abandonados y sufrientes y para reconci-
mano que grita con él, y el Espíritu, que grita en él y gri- liarlos con él Al comienzo del imperio cristiano, con el
tara con el cuando él se calle emperador Constantino, se funden por primera vez el Jú-
Se cuenta que Catalina de Siena gritó una vez «¿Don- piter romano y el hebreo Abba de Jesús en una única
de estabas, mi Dios y Señor, cuando mi corazón estaba imagen de Dios Numerosos problemas con la teología
lleno de oscuridad e inmundicia?» Y ésta fue la respues- de la cruz que hoy plantean algunas teólogas feministas,
ta que oyó «En tu corazón, querida hija» provienen de esta fusión Sin embargo, la diferencia es
El Cristo solo, abandonado, despreciado y angustiado fácil de reconocer Abba, el padre de Jesús, está de parte
es para mi, en un sentido muy personal, la prueba de la del crucificado, Júpiter, contra el 1
solidaridad de Dios en el sufrimiento Si el acontecimien- El siguiente relato judío puede ayudarnos a compren-
to de la cruz se mira desde fuera y al margen de las ex- der al «Dios que comparte el sufrimiento»
periencias del propio sufrimiento, entonces puede uno «Cuando el Santo, alabado sea por siempre, venga
preguntarse qué clase de padre es éste que está sentado para liberar a los hijos de Israel del exilio, estos le dirán
en el trono del cielo y que permite que su propio hijo Señor del universo, Tu eres el que nos ha dispersado en-
muera en la tierra de forma tan terrible Se podría enton- tre las gentes, el que nos ha expulsado de nuestra propia
ces introducir la escalofriante imagen de un sádico di- casa, ¿y ahora eres también el que nos devuelve de nue-
vino que ve los tormentos de su «hijo querido» y no hace vo a ella? Y el Santo, alabado sea por siempre, respon-
nada por él Pero si nos fijamos bien, reconocemos en- dió a los hijos de Israel Cuando vi que habíais aban-
tonces al Padre en el HIJO «El que me ve a mí, ve al Pa- donado mi propia casa, también yo la abandoné para
dre», dice Jesús en el evangelio de Juan (14, 9) Para volver a ella con vosotros» Elias Wiesel escribe a este
Pablo «era Dios el que reconciliaba al mundo en Cristo» respecto «Dios acompaña a sus hijos en el exilio este
(2 Cor 5, 19), y el mismo Pablo, con la palabra «Dios» se es el tema dominante en el mundo intelectual del Mi-
refiere siempre al «Padre de Jesucristo» Por consiguien- drash y de la mística en la tradición judía» 2
te, a donde va el HIJO, va también el Padre, y cuando
sufre el HIJO, sufre también el Padre, no a la manera del
hijo, sino a su propio modo Por eso no puede decirse
que Dios ha matado a su HIJO O que ha sido el causante
de sus sufrimientos Al contrario Dios ha sufrido en su
propia persona la muerte de su hijo querido y ha com- 1
Para un estudio ulterior de estas cuestiones me remito a mis libros
partido sus dolores El Dios, en cuyo nombre los roma- El Dios crucificado, Sigúeme, Salamanca 1980 Der Weg Jesu Chnsti,
nos crucificaron a Jesús, se llama Júpiter, no Yahveh, ni Munchen 1989, Un der Geschichte der dreieinigen Gottes Munchen
1991
Abba, como Jesús le llamaba Júpiter es ciertamente un 2
E WIESEL, Der Mitleidende, en R WALTER (Hg), Die Hundert Ña-
dios padre o un padre de dioses, pero un dios que exige men Gottes, Freiburg 1985, 70

44 45
¿EXISTE U N A TEOLOGÍA FEMINISTA DE LA CRUZ'?

Elisabeth Moltmann-Wendel

La cruz, el símbolo más importante del cristianismo, es


cuestionado actualmente por numerosas mujeres El
cuerpo torturado de Cristo en la cruz y su muerte enten-
dida como muerte expiatoria—ya no les dan fuerza para
vivir Una estudiante suiza de teología ironizaba así so-
bre la cruz «¡Yo no me cuelgo ninguna guillotina en mi
cuello!» Y una mujer enferma de cáncer expresa de la
siguiente forma lo que muchas otras sienten «El Cristo
crucificado ya no me dice nada, pero la imagen de María
con el niño me produce consuelo y me da segundad»
La cruz, tal como a menudo ha sido predicada, ha
traído para las mujeres fatales consecuencias «Cargar
con la cruz» podía significar tener que soportar pacien-
temente al mando que las maltrataba, la injusticia social
y otras —demasiadas— iniquidades Algunas predica-
ciones sobre la cruz podían contribuir a mantener a las
mujeres sometidas y menores de edad «La crucifixión de
la carne» se entendía casi siempre como negación del
placer y de la alegría y como crucifixión de los instintos
¿Puede aún resucitar una vez más esta historia de los
efectos de la cruz? ¿Qué significado puede tener de nue-
vo para las mujeres la crucifixión de Jesús y la cruz como
símbolo? Estas preguntas se me han planteado desde

47
hace mucho tiempo ante una teología feminista que se Los trabajos de Carol Gilligan 3 y de Anne Wilson 4 nos
rebela una vez más ante la teología de la cruz, que va han enseñado la diferencia entre los modelos masculino
unida a la defensa frente a un símbolo necrofilo por y femenino de pensamiento Pero no debemos entender
otros motivos psicológicos y religiosos y que es defen- en absoluto estos modelos como eternos modos de ser,
dida por grupos judeocnstianos que ven la muerte en la sino sobre todo como modelos condicionados social-
cruz no como algo singular, sino como ejemplo de una mente La mayoría de nuestras representaciones teoló-
pena de muerte ejecutada con frecuencia en el Imperio gicas corrientes llevan el fuerte sello de los modelos mas-
Romano y, en consecuencia, ponen en entredicho la pre- culinos de pensamiento y de vida Cuando las mujeres
tensión cristiana de la peculiaridad de Jesús y del sig- se dan cuenta de ello, les resulta más fácil ver la teología
nificado de su muerte en cruz Esto tiene que ver con una tradicional como expresión de esa imagen de sí mismas
crítica masiva al símbolo central del cristianismo, no sólo y del mundo, en lugar de apresurarse a calificarlas de
entre las mujeres sino sobre todo entre las mujeres como destructivas y necrófilas A mi JUICIO, este tipo de análisis
grupo hasta ahora callado en la Iglesia, que psíquica y psicosociales constituyen la única posibilidad de iniciar
socialmente se comprende de un modo nuevo Esta crí- un diálogo crítico A partir de aquí quisiera tratar de es-
tica —me parece importante subrayarlo— es una crítica tudiar más de cerca los conflictos de la teología de la
religiosa y, al mismo tiempo, una crítica a los modelos cruz
patriarcales de pensamiento ¿Será la teología feminista La teología de la cruz, tal como ha caído actualmente
una teología sin cruz9 ¿Qué premisas hay detrás de todo en descrédito, contiene algunos elementos típicos de la
esto9 ¿Qué defensa de las representaciones patriarcales imagen masculina de sí mismo y del mundo Aquí sólo
está justificada9 ¿Qué contenidos quedan 9 puedo abordar, simplificando y abreviando, un par de
puntos mientras el varón, en una sociedad masculina,
tiene que abandonar la esfera de la madre, lo femenino
I el valor del sentimiento y la primera segundad y afirmar-
se en esta sociedad por su rendimiento, se encuentra du-
En primer lugar, quisiera decir algo sobre las diferen- rante toda su vida con el conflicto de haber abandonado
cias del planteamiento de la teología feminista en rela- culpablemente sus orígenes y —con Hybris— de tener
ción con la teología tradicional que alcanzar altos ideales, por ejemplo, la semejanza
La teología feminista parte de experiencias y no de con Dios Es el pecado, que Kierkegaard describe así
acontecimientos revelados ¡querer desesperadamente ser sí mismo1 5
Parte de modo especial de las experiencias sociales de Las experiencias primordiales encuentran correspon-
las mujeres, de su discriminación y de su insignificancia dencias en la teología Las religiones abrahámicas, con
en las sociedades e iglesias dominadas por los varones
Descubre que hombres y mujeres están marcados por
condiciones psicosociales diferentes que, a su vez, de- 3
Die andere Stimme Munchen 1984
terminan la imagen que tienen de sí mismas, del mundo 4
Weibliche Wirklichkeit, Wildberg 1985
5
y de Dios Die Krankheit zum Tode, Jena 1938, S 10 ss

48 49
su planteamiento de abandonar necesariamente la casa ción de Dios de ambos sistemas, llegamos a las siguien-
paterna, han legitimado el secreto desprecio del origen tes conclusiones
y el salto hacia adelante, hacia el futuro y la consuma- — En el sistema masculino, Dios es sobre todo per-
ción Abandonar el origen es necesario para realizarse sona y modelo secreto de identificación Se le considera
como hombre, pero trae consigo la experiencia de la cul- fuera de este mundo y es la meta de mi existencia
pa y puede ser experimentado como alejamiento de Dios,
— En el sistema femenino, por el contrario, Dios es
porque la meta es inalcanzable Para Anne Wilson
visto en primer lugar como fuerza vital, menos personal
Schaef, en el sistema masculino significa estar tanto en
consonancia con Dios como «en consonancia con algo que transpersonal y como poder relacional El DIOS/DIO-
que está fuera de nosotros Para estar cerca de Dios sa será denominado y experimentado como algo interior
hay que aprender a negarse a si mismo o a dejar el pro- al mundo y es una experiencia originaria y un poder re-
pio yo en segundo plano Con otras palabras "Hay que lacional como la vida misma
tratar de ser lo que no se es"» (S 179 ss) Ambos sistemas no se comprenden actualmente entre
De ahí que M E otorgue al pecado, como expresión sí y sus mutuos ataques terminan en sospechas como
de la distancia con Dios, su lugar central en el sistema «religión original fascista» o «religión necrófila» Esta so-
masculino, la experiencia de la incapacidad y de la im- mera aproximación me ayuda a comprender mejor las
potencia, la alienación fundamental entre Dios y el hom- propuestas masculinas y también las femeninas, pero al
bre El sm-Dios es el tema recurrente de la teología y el mismo tiempo a considerarlas críticamente ¿Dónde la
punto clave de la teología de la cruz teología masculina, con su principio del pecado, ha des-
En el sistema femenino por el contrario, según Wilson figurado los relatos de la pasión? ¿Dónde ha intentado
Schaef, «quien permanece en sí mismo, permanece en recluir la teología de las mujeres al Dios/Diosa en un sis-
Dios» «Quien está en consonancia con su propio pro- tema inmanente para eludir las aristas de la Pasión'?
ceso, lo está también con Dios» Y Dios no es solamente Ahora, en una segunda parte, quisiera mostrar las crí-
nuestro proceso, pero es ciertamente nuestro proceso ticas feministas a la teología de la cruz y, a la vez, mi
Cuando perdemos el contacto con nuestro proceso in-
propia crítica a esta crítica feminista Y en una tercera
terior, traicionamos nuestro destino (nuestras normas) y
parte, señalar las posibilidades de una teología feminista
a menudo destruimos también a los demás Aquí está la
verdadera esencia del pecado (S 180) No querer deses- de la cruz.
perarse —el otro pecado kierkegardiano— corresponde
más bien a las mujeres
Las propuestas teológico-feministas la búsqueda de 1. La teología de la cruz y su crítica
la diosa como principio amigo de la vida, del ser feme-
nino de Dios, del Dios maternal o la teología del proceso Los reproches a la teología de la cruz son hasta el
son expresiones de este sistema femenino hacia este ca- momento oscuras en el espacio Quisiera examinarlas en
mino propio para una autonomía teológica
el contexto del pensamiento masculino y preguntar al
Si realizamos una somera aproximación a la concep-
mismo tiempo hasta qué punto están justificadas
50 51
Dios, como persona y como modelo de identificación
forma parte también, naturalmente, del núcleo de la teo-
comprensible y sanguinario que mediante el abandono
logía masculina de la cruz Esta concepción de Dios ha
y la muerte de su HIJO necesita satisfacción por la ofensa
sido atacada por las mujeres La teología feminista no
a través de la alienación de su Hijo Desgraciadamente,
puede aceptar un Dios que, según el testimonio bíblico
la versión paulina se impuso a la sinóptica Pero, si se
paulino, ha entregado a la muerte a su propio HIJO (Rom
examina detenidamente, el «paradidonai» contiene algo
8, 32). Las comparaciones con Himmler no han faltado del enigma de este acontecimiento un hombre, Judas,
A este comportamiento de Dios y de los hombres que lo fue el actor, pero como Dios tiene todo el poder en sus
han interpretado, las mujeres lo han llamado «sadoma- manos, también Él participa de modo enigmático en esta
soquismo» Pero al mismo tiempo han calificado las de- partida
formaciones difamadoras como «teología masculina» Es De la protesta femenina deberíamos sacar una con-
el caso, por ejemplo, de Elga Sorge cuando acusa a clusión la teología de la cruz no debería centrarse ex-
Gollwitzer de decir que Dios ha dejado «asesinar» en lu- clusivamente en una concepción personal de Dios que
gar de «matar» a su Hijo Y saca las correspondientes pueda dar la impresión de que actúa sádicamente, de-
consecuencias «La concepción tradicional de Dios exi- bería olvidar el «paradidonai» o volver a los evangelios,
ge una actitud de fe más orientada al sufrimiento, al do- que dicen que fue un hombre (persona humana) quien
lor y al poder que al amor, al placer y a la alegría» sin entregó a Jesús
darse cuenta de la enigmática entrega, el dejar o el per- Con motivo de las reflexiones sobre Auschwitz, en los
mitir de Dios, de que trata Gollwitzer6 últimos años se han vuelto a descubrir imágenes del do-
Esta entrega ocupa un lugar central tanto en el Nuevo lor de Dios, que impiden a la teología masculina acudir
Testamento como en la tradición teológica Se trata de al enigma de Dios y nos enseñan a mantenerlas y a no
una terminología de la pasión, lastrada y aprisionada deshacernos fácilmente de ellas
desde hace dos mil años por las experiencias masculinas Sin embargo, un Dios que es sólo placer, amor y ale-
de sí mismos y del mundo, especialmente por las expe- gría y la promesa de una felicidad jesuánica, como a ve-
riencias de la impotencia Esta concepción está torna- ces se dice, despierta en mí la sospecha que ya en una
solada en el Nuevo Testamento En los evangelios es to- ocasión formuló críticamente Bárbara Sichtermann fren-
davía Judas el que entrega, el que ofrece a Jesús Pero te a las concepciones feministas sobre la sexualidad, a
e
n Pablo ya es Dios quien parece ser el actor de esa la que califica de «sexualidad blanda», es decir, una ar-
entrega Y esta interpretación es la que se desarrolló monía excesivamente fácil de los cuerpos en un inter-
cambio de respuestas afirmativas ¿No acompaña a la
Posteriormente en la piedad cristiana, en los himnos y en
sexualidad individual normal el sadomasoquismo —se
otros elementos Dios puede aparecer como el padre in-
pregunta ella—, la causa y la experiencia del dolor, un
elemento de las figuras de la danza, independiente pri-
mero del género y solamente dividido por las definiciones
E
SORGE, Religión und Frau Suttgart 1985, 43 ss culturales en femenino de una parte y masculino de
52
53
otra 7 En cada placer esta presente el dolor, una peque-
ña muerte Sin pasión no es posible el éxtasis 7 muchas mujeres, y también para mí, se trata de una ima-
Una especie de «Dios-blando» resurge una y otra vez gen muy simpática que representa el proceso vital hu-
en la búsqueda vital de la teología feminista Un Dios que mano, el dejar de ser y comenzar de nuevo a ser, que
no puede hacernos justicia como hombres completos y recoge la experiencia de la muerte como camino hacia
que nos encierra en esquemas que no se corresponden la vida, que interpreta existencialmente la muerte y que
con la realidad Las figuras de la danza de que habla nos libera de los rígidos modelos patriarcales de vida
Bárbara Sichtermann puedo descubrirlas también en las Sin embargo, hay que decir críticamente se trata de
viejas y hoy recuperadas concepciones de la danza pe- una imagen mitológica que apenas tiene relación alguna
njorética trinitaria con la representación de la cruz, pues carece de dos ele-
mentos esenciales de la historia de la cruz tal como nos
la relata el Nuevo Testamento, uno de ellos pasando por
2. La cruz como legitimación del poder alto muy conscientemente por María Kassel la violencia
de la muerte de Jesús María Kassel querría que la teo-
En el lugar de la rechazada teología de la cruz han logía cristiana de la cruz «para la salvación del hombre
puesto ahora a veces las mujeres otra teología de un Je- y del mundo se pudiera conectar de nuevo con el sím-
sús domesticado conforme a sus ideas Han des-crucifi- bolo del sufrimiento y de la muerte sin violencia» Pero
cado a Jesús con ello no ha percibido un pilar importante de la teo-
En oposición a la teología de la cruz, María Kassel ha logía de la cruz la brutal violencia del estado que ani-
desarrollado, por ejemplo, una concepción propia de la quiló al enemigo del pueblo, Jesús de Nazaret Sin este
muerte y resurrección de Jesús a partir de la conexión aspecto, la teología de la cruz no es más que una ayuda
vital femenina, basándose en el mito del viaje de Inanna individual para la vida y la muerte
a los infiernos 8 Ella descubre una «muerte femenina En esta interpretación mitológica de la cruz —por muy
que da a luz creativamente, la divina diosa de la muerte» rica que sea para la realización de la existencia— es im-
Y el mensaje del mito es el siguiente «El sufrimiento del posible reconocer a Jesús en su significado personal y
nacimiento y, con el, la sangre que se derrama de forma político
natural, salva la vida de la muerte El regalo de la diosa El segundo elemento olvidado es igualmente importan-
de la vida, muerta y pendiente del madero, que como te el ser abandonado de Jesús, que se manifiesta en el
diosa de la muerte da a luz, «no necesita ninguna justi- grito «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandona-
ficación por medio de una teología del pecado» Para do 7 » Me sorprende que este grito apenas aparezca en
las propuestas de las mujeres Cárter Heyward, por ejem-
plo, es incapaz de imaginar la ira de Jesús como una ira
7
B SICHTERMANN, Vergewaltigung und Sexualitat En M L JANS- frente a Dios, y habla de una «excepción» 9 Para ella
SEN-JURREIT Frauen und Sexmoral, Frankfurt, 1986, 382 ss
8
M KASSEL Tod und Auferstehung En M KASSEL, Feministische
Theologie Perspektiven zur Orentierung Stuttgart, 1988, 212 ss 9
C HEYWARD, Und sie ruhrte sein Kleid an Stutgart 1986 105 ss

54
55
este grito muestra claramente que Jesús ha comprendi-
sona humana y otra persona humana, ¿qué se le podría
do final y completamente «cuál es el precio de la rela-
decir a quien ha sido abandonado por todas las perso-
ción» «La ira de Jesús» no era algo difuso y carente de
nas y por el amor? El evangelio supera la tautología en-
concentración, sino que tenía un objetivo preciso' «la no-
tre Dios y el acontecimiento del amor interhumano 11
relación, la relación rota, la relación herida, la destruc-
ción de Dios en el mundo » Este significado me parece
equivocado, porque tras este grito de desesperación no
3. La cruz como causa de la ética de sumisión
se esconde ningún conocimiento, sino que es la expre-
sión del más absoluto abandono Es el grito elemental
Entretanto, la crítica de la cruz se ha extendido a las
sin perspectiva ni meta La cuestión es la siguiente ¿No
cuestiones de la sotenología, de la ética y de la exégesis,
cabe ya ningún tipo de desesperación en la teología fe-
y culmina actualmente en las preguntas que la teóloga
minista7 ¿Es que una armónica y femenina solución re-
suiza Regula Strobel formula así «¿Cómo podemos con-
ligiosa ha eliminado todas las angustias?
ciliar la acción violenta, el asesinato de Estado en la per-
Encuentro una tal interpretación y espantosa solución
sona de Jesús, con el concepto teológico de redención?
en Rita Nakashima Brock cuando escribe 10 «Jesús no
¿En qué experiencia hemos de fundarnos para ver jus-
muere totalmente abandonado, aunque su sentimiento
tamente en la cruz de Cristo nuestra salvación? ¿Es
se ha descrito como abandono de Dios El poder erótico
que una acción sangrienta y represiva como ésta puede
divino, tal como lo encarnan la comunidad de mujeres
traer alguna vez redención, salvación y bendición7» 12
en Galilea y la mujer en Betania (illuminated through Ch-
Para Strobel, los presupuestos de teología tradicional
nsta/Community in Galilee and the woman in Bethany)
de la cruz son los siguientes
ha sido mantenido por aquéllas que vieron su muerte y
permanecieron junto a su sepultura».
Pero el Nuevo Testamento distingue entre abandono 1 La inclinación general del hombre al pecado.
de Dios y abandono de los hombres Habla de la pre- 2 Dios y hombre como adversarios
sencia de las mujeres, pero no puede levantar acta del 3 La incapacidad humana para reparar
abandono de Dios El abandono de Jesús por Dios es un
enigma nada fácil de reinterpretar Hay un abandono de Esto puede justificar una víctima sangrienta del hom-
Dios que no puede ser superado mediante ningún poder bre que a su JUICIO tiene consecuencias catastróficas
erótico ni ningún poder de relación No podemos reducir para la vieja ética y también para la nueva buscar una
sencillamente las experiencias de Dios a las experiencias cabeza de turco para las calamidades sociales (caza de
del hombre «Si» Dios «fuera únicamente un vocablo brujas y de judíos, etc), elevar la injusticia humana (como
para expresar el acontecimiento del amor entre una per-

" H GOLLWITZER, Von der Selbstvertretung Gottes Chnsthcher


10 Glaube in der Erfahrung del Verborgenheit Gottes, Munchen 1967, 147
R NAKASHIMA BROCK, Journeys by Heart A Chnstology of Erotic 12
R STROBEL, Wollte Gott uns durch Blut e/7osen? Vortrag in Stutt-
Power, New York, 1988, 98 gart 12 3 90

56 57
el bombardeo del Salvador) a la categoría de acción sal- tuye a la dogmática El problema está en si con esto una
vadora de Dios. La ética de la obediencia y de la sumi- religión de la cercanía de Dios, sin los sobresaltos de
sión es en ese caso un seguimiento de la actitud de Je- Dios, soñaría con una imagen humana de la fuerza, la
sús y, en consecuencia, los valores representados por la docilidad y la inmanencia de Dios que olvida nuestros
cruz y la teología de la cruz han establecido la opresión abismos y los enigmas de Dios A mi JUICIO, el poder de
El resultado de estas reflexiones generales que pueden la relación también puede romper También Jesús se
derivarse sobre todo de la historia de los hechos es, por rompió en ella También esta Divinidad/Diosa puede mo-
consiguiente, que Jesús redime por su vida y acción y no rir Dios no está sólo en nuestras manifiestas y ocultas
por su muerte Los hombres debieran ser capaces de fuerzas, y tampoco sólo en nuestra solidaridad, ni sólo
una acción justa, solidaria, reconciliadora y llena de en nuestras ganas de vivir ni en nuestra sangre vital
amor para desarrollar y exigir nuestra salvación y la del
Dios está también ahí Pero no se reduce a eso
mundo La salvación no acontece a través de una ac-
Las ideas de las mujeres acerca de una religión ab-
ción salvadora objetiva—el acontecimiento de la cruz—
sino mediante la continuación de la actividad salvadora solutamente libre de violencia han de preguntarse si sue-
de Jesús en las relaciones entre los hombres Condición ñan con la realidad y huyen hacia una religión de la vida
para esta concepción es la inmediatez entre Dios y el de Jesús que no tiene en cuenta todavía su muerte, y si
hombre tal como se expresa en la experiencia femenina lejos de toda crítica de la religión se crean una imagen
ser sí mismo es estar en Dios transpersonal de Dios como fuerza vital que ya no ad-
Entender la cruz exclusivamente como sacrificio pro- mite paradoja alguna
piciatorio, es una reducción teológica y la teología fe- De todos modos, a la vista de esta masiva critica de
minista tiene razón al decirlo Es necesario sentar sobre las mujeres, hay que preguntarse si la violencia experi-
nuevas bases teológicas una ética de la reciprocidad mentada en una socialización masculina (separación de
Queda el interrogante de si ésta es posible en una re- la madre, del origen, del círculo femenino) conlleva qui-
ducción a la vida de Jesús y si la actividad redentora zás consigo que se considere natural aceptar e integrar
humana es ya salvación la violencia ¿Hasta qué punto la teología de la cruz re-
Desde esta perspectiva, la teología cristiana se reduce fleja un importante aspecto de la individuación masculi-
a una actividad moral con las mayores pretensiones la na que en todo caso tendría también que ser copiada
actividad salvadora se halla en manos del hombre mis- por muchas mujeres? ¿No ha captado Adorno algo de
mo. esta «cruz» cuando escribe «La humanidad ha tenido
En resumen las tres propuestas aquí representadas que hacerse temible hasta que se formó el mismo, el
reaccionan contra la fuerza soportada personal y so- idéntico, el hombre masculino orientado hacia una meta,
cialmente e intentan desarrollar una suave teología de la el carácter masculino del hombre, y todavía algo de esto
eliminación de la violencia y una utopía capaz de cons- se repite en cada niñez»7 La teología tradicional ha de
truir y alcanzar la felicidad Intentan captar a Dios en la preguntarse si su imagen unilateralmente personal de
inmanencia, en los procesos vitales y en una ética de la Dios no le hace responsable de todo y, en consecuencia,
reciprocidad Los hombres son activados, la ética susti- lo convierte en un cruel actor de la historia del mundo y

58 59
si no ha sancionado la conducta humana hasta la ex- a) La cruz como solidaridad en el sufrimiento
periencia personal de la violencia
La historia neotestamentana de la cruz tiene dos as-
pectos Por una parte la historia de la culpa de los dis-
4. Teología feminista de la cruz cípulos que huyen Por otra, la historia de solidaridad de
las mujeres que permanecen junto a la cruz y que —al
¿Como puede mantenerse la pasión de las mujeres contrario que los discípulos— no han huido Hasta aho-
por la inmanencia, que surge de tantos sufrimientos, sin ra, esta ultima ha sido casi siempre pasada por alto A
desfigurar la historia de la pasión'' pesar del peligro que corren, permanecen en el lugar de
la ejecución, están presentes en la muerte y en la sepul-
¿Hay actualmente una teología feminista de la cruz?
tura de Jesús y serán las primeras testigos de la resu-
Creo que sí, de todos modos tiene que insertarse en una
rrección Su perseverancia junto a la cruz se debe a su
cristología y en la historia de Jesús en la que no sólo la solidaridad y compasión Al contrario que los discípulos,
«obra» de Jesús —paralela a la obra masculina de la para quienes el sentimiento de traición y de culpa por
vida— forma parte de la historia de la salvación —tantas haber abandonado a Jesús serán el punto de partida de
propuestas tradicionales desde Pablo hasta el presen- sus experiencias de Dios, la cruz es para ellas el lugar
te— sino en su vida entera Desde el punto de vista mas- de la comunión con El que sufre y el Amigo Significa a
culino tanto la persona como la obra son importantes, la vez la separación de la familia, de la moral y del es-
desde el punto de vista femenino, además, la red de re- trato social Significa la muerte social y lleva consigo el
laciones, la influencia de los hombres Junto a la perso- peligro de la muerte física
na de Jesús, junto a su muerte y resurrección tiene que La cruz no es para ellos la eliminación de sus imáge-
verse esta red de relaciones a partir de las cuales vivía 13 nes de Dios y de sus esperanzas existenciales Se reflejan
Por ejemplo, las historias de curaciones en las que el aquí sus propias experiencias de impotencia, su propio
curó y fue curado, pertenecen tanto a ella como el ase- saber sobre el sentido y la fuerza de la solidaridad
sinato político De todos modos, la cruz no puede situar- Esta silenciosa antiteología a partir de los evangelios
se en absoluto por encima de las curaciones El «por mí» es para mí una teología de la cruz que desarrollaremos
o «por nosotros» puede entonces cambiarse por un his- ulteriormente Ehsabeth Schussler-Fiorenza ha mostrado
tórico y espacial «antes de mí» en su historia y a la som- a este respecto que las expresiones sobre estas mujeres
de la cruz que siguieron a Jesús, le sirvieron y fueron con
bra de su espíritu puedo yo vivir
El a Jerusalen, las legitiman como las autenticas disci-
Yo veo tres dimensiones feministas de la cruz que no pulas de Jesús Ellas sirven, lo mismo que Jesús, para
la reducen a principio de perdón de los pecados y que servir y para dar su vida Una expresión que jamás se ha
pueden ser existencialmente realizadas por las mujeres dicho a favor de los amados discípulos ,4

13
Ver E MOLTMANN-WENDEL Weiblichkeit in der Theologie Ver- " E SCHUSSLER-FIORENZA, The Twelve En L U A SWIDLER, WO-
drangung und Wiederkehr Gutersloh 1988, 23 ss men Pnest, New York 1977, 117 ss

60
61
También se encuentra una teología feminista de la elusivamente específica del género, y que no nos sepa-
cruz en los últimos pensamientos de Bonhoeffer en su ran sino que deben invitarnos al diálogo
celda de muerte No serán ahora importantes para él ni
cada cristiano en su búsqueda de la libertad, ni el cris-
tiano mayor de edad, ni el «acto religioso», sino el «par- b) La cruz como sufrimiento por el pecado estructural
ticipar» en los sufrimientos de Dios o el «tener parte en
los sufrimientos de Dios en Cristo» ,5 Los testimonios Junto a la tradición de la cruz como solidaridad con
neotestamentanos que aduce a este respecto incluyen los que sufren, ha existido a lo largo de los siglos otra
también a las mujeres en la historia de la pasión La pre- tradición de las mujeres la imagen de la mujer crucifi-
gunta de Jesús en Getsemaní «6No habéis podido velar cada Este tipo de imagen procede de la leyenda del pa-
ni siquiera una hora conmigo9» será para él importante dre que quiso casar a su hija con un hombre pagano y
como «lo contrario de todo lo que el hombre religioso que, encolerizado por su negativa, la hizo crucificar Ac-
espera de Dios» Pero la respuesta bíblica es en realidad tualmente han aparecido en muchos países y culturas
sólo la imposibilidad de velar Todavía no ha visto Bon- imágenes de mujeres crucificadas como reflejo de la rea-
hoeffer que en la historia de las mujeres, en su tradición lidad de las mujeres Pueden suscitar horror tanto en las
teológica se encuentra la imagen de las mujeres que ve- mujeres, que ven en ellas sólo su humillación, sin fuerza
lan con Jesús en Getsemaní, un extracto de la tradición vital ni identidad para salir de esa situación, como en los
de las mujeres en la historia de la pasión No se había hombres, que las consideran una especie de blasfemia
visto entonces que hay tradiciones subversivas con otras Bajo la gigantesca imagen de una mujer asiática cruci-
respuestas que la reacción del sueño de los discípulos 16 ficada dicté una conferencia a unas teólogas en una
El camino de experiencia y de conocimiento individual iglesia de Corea «Una Cristo» crucificada de la artista
masculino en relación con estas expresiones sobre la británica Edwina Sandys estuvo durante mucho tiempo
participación en los sufrimientos de Dios es quizás dife- expuesta en el centro de mujeres de Berkeley provocan-
rente al de las mujeres Si Bonhoeffer lo describe dicien- do multitud de reflexiones y reacciones En sus heridas y
do «Los cristianos están junto a Dios en su sufrimiento», desnudez, las mujeres se vieron como objetos de un pla-
para las mujeres significa algo más próximo «Donde los cer prohibido, como disminuidas y autodespreciadas, sin
cristianos sufren, sufre Cristo con ellos» Aquí percibo yo posibilidad de desarrollar a partir de sí mismas y de su
diferencias específicas de tradición y de género que de cuerpo ninguna creatividad ni espiritualidad Los hom-
ningún modo me parecen contradicciones Son las dos bres vieron a sus madres judias, que lloraban sobre
caras de la misma moneda que apuntan a un modo dis- Auschwitz Vieron también su propia dimensión femenina
tinto de expresarse teológicamente, que tampoco es ex- crucificada y destruida Sorprendentemente, no se vio
esta imagen de la crucifixión como destructora sino
como camino de la muerte a la vida
15
D BONHOEFFER Resistencia y sumisión Sigúeme, p La teóloga feminista americana Anne Carr, en su libro
16
E MOLTMANN-WENDEL, Ein eigener Mensch werde Frauen um «Transforming Grace» ha considerado a la cruz «como
Jesús, Gutersloh 1980, 38 un símbolo cristiano clave que también ahora es impor-

62 63
tante para las mujeres cristianas que han experimentado cais entre los muertos al viviente9», pregunta el ángel a
en su propia tradición el dolor de los seres excluidos y las mujeres según Mateo
difamados» 17 En el Nuevo Testamento hay dos expresiones estriden-
tes de Marcos, que los evangelios posteriores ya armo-
nizaron el grito de abandono de Jesús en la cruz y la
huida de las mujeres en la mañana de Pascua Perte-
c) La cruz como símbolo paradójico de la vida
necen a la historia cristiana primitiva No se armonizan
y nos permiten otear las profundidades No pueden mo-
Si hoy las mujeres rechazan la cruz como símbolo ralmente eliminarse Pertenecen al lado oscuro de Dios
para el perdón de los pecados, queda sin embargo la y a la noche oscura del alma sin la que la religión cris-
pregunta ¿Existe un pecado de las mujeres9 ¿En qué tiana, y también la teología feminista, corre el peligro de
contexto vital femenino se manifiesta9 ¿Hay a este res- hundirse en un programa de salud psíquica o en planes
pecto un simbolismo salvador (perdonador)9 de transformación del mundo
Las historias de la pasión me prestan siempre una En esta historia de la huida de las mujeres veo para-
gran ayuda para reconocer, en nuestros modelos teoló- lelismos con muchas experiencias femeninas ellas se de-
gicos de pensamiento, las situaciones y formas específi- seperan cuando se rompen sus redes relaciónales Pue-
cas del genero de las que proceden igualmente repre- den dar todo, pero este mundo de la entrega tiene que
sentaciones genéricas específicas El final del evangelio mantener la tarea Pueden quedarse encerradas en el
de Marcos ilustra, a mi JUICIO, este problema los discí- síndrome de ayuda, incluso en el síndrome de ayuda de
pulos huyeron ante el prendimiento de Jesús y también echar una mano a Dios No pueden soportar la pérdida
huyeron las mujeres llenas de espanto ante el mensaje del amor, esto es, el abandono de Dios, que impide al
de la resurrección (Me 16, 8) Los discípulos huyeron por hombre delinear independiente, justa e individualmente
miedo a perder su vida y también desencantados por ha- nuevos espacios Posiblemente el ser humano tiene un
berse esfumado sus expectativas, las mujeres huyeron al hambre intensa de amor y de vida que naufraga, no en
romperse su mundo por la irrupción desde fuera Cuan- la solidaridad, sino en la capacidad de resurrección Po-
do su red de relaciones se corre y ya no tienen al muerto siblemente la búsqueda de símbolos de resurrección sea
como objeto de su cuidado y amor Cuando su inma- también un problema del hombre que hoy empezamos a
nencia ha sido traspasada por la experiencia de la tras- expresar
cendencia, cuando su «poder de relación» ha sido pues- Si la teología occidental sitúa la cruz como su propio
to en cuestión terreno conflictivo, la no creíble resurrección, la irrupción
«Se han llevado a mi Señor y no sé donde lo han de otro mundo en la aparentemente tan intacta malla de
puesto», se lamenta María según Juan «¿Por que bus- las relaciones femeninas, parece ser el terreno confictivo
particular de las mujeres
Del mismo modo que fracasaron los discípulos en la
17
A CARR, Transforming Grace Traducción alemana Frauen ve- cruz, pueden fracasar las mujeres en la resurrección
randern die Kirche Gutersloh 1990, 192 Pero también pueden experimentar la resurrección emer-

64 65
giendo de su estrecho, comprimido y reducido mundo. vitales de muchos, especialmente de mujeres—experien-
Abandonando sus modelos tradicionalmente femeninos cias vitales que en esta sociedad cambiante no son ex-
de vida. Saliendo de sí mismas e introduciéndose en una clusivamente específicas del género—: como símbolo de
experiencia de trascendencia, que es a la vez inmanente, solidaridad, como invitación a descubrir continuamente
que se expande a partir del estrecho y femenino espacio del sufrimiento humano y como signo salvador que nos
vital hacia otro cósmico y social. Éste es el mensaje que liberan de la muerte y de la nada y que pueden llevar a
experimenta la María Magdalena de Juan en su encuen- nuevos horizontes.
tro con el resucitado: «Tócame». Ella puede y tiene que
ser ella misma. La resurrección trae consigo dolor y ale-
gría, la posibilidad de ser uno mismo y de establecer
nuevas relaciones con el mundo.
La teología feminista que surge, no de una compren-
sión general sino diferenciada del pecado, no puede se-
guir aislando ni viéndola sólo como símbolo del perdón
de los pecados. La cruz y la historia de la cruz pueden
interpretarse de forma distinta. Pero nunca deberían fi-
jarse exclusivamente en el contexto patriarcal occidental,
sino que tendrían que abrirse a nuevas concepciones de
la vida en las que acosan las cruces del mundo. Las mu-
jeres llaman hoy la atención sobre lo mortal y entume-
cedor que puede resultar una falsa concepción de la
cruz y, con su protesta, se remiten a las dimensiones de
la cruz durante tanto tiempo olvidadas.
La cruz es, en definitiva, un símbolo paradójico. La in-
vestigación sobre los símbolos confirma este punto de
vista: no se trata simplemente de la guillotina o de la hor-
ca. Es también el símbolo de la totalidad y de la vida y
sólo esta significación simultánea la ha podido mantener
como símbolo central cristiano. Restos de ello se en-
cuentran todavía en la cruz irlandesa, el viejo símbolo de
la vida, en las representaciones de la cruz que forman al
mismo tiempo el árbol de la vida, en el símbolo de la teo-
logía luterana: la rosa en la cruz del presente.
Quizás podamos ver la paradoja de este símbolo si la
cruz se libera de la experiencia unidimensional masculi-
na y se entiende de nuevo a partir de las experiencias

66 67
SER HOMBRE EN UNA NUEVA COMUNIDAD DE MUJERES
Y HOMBRES *

Elisabeth: La historia de la Iglesia comienza con dos


mujeres que se dirigen a hacer a su amigo Jesús, que
había muerto, un servicio de amor. Empieza con un par
de mujeres que contra toda racionalidad y contra toda
esperanza se declaran partidarias de un traidor al Es-
tado. Y hacen lo que creen correcto, lo que para ellas
tiene calidad de vida, a saber: amar una vida abando-
nada, no abandonar nunca a un muerto. Empieza con
el hecho de que Jesús sale a su encuentro, las saluda,
se deja tocar por ellas, de modo que, asido a su vida, la
ha enderezado, y con el hecho de que las mujeres deben
compartir con los hombres esta experiencia, esta vida
abrazada, agarrada con sus manos.
Esta historia —tal como Mateo la narra— es general-
mente conocida como la historia pascual de las mujeres,
pero no como el comienzo de la historia de la Iglesia.
Oficialmente la historia de la Iglesia comienza con el en-

* Conferencia común de apertura del Congreso ecuménico en Shef-


field, del 11 al 18 de julio de 1981: «Comunidad de mujeres y hombres
en la Iglesia».

69
vio de los apóstoles varones, y en él ninguna mujer apa- hemos podido ver con claridad como un cristianismo de
rece oficialmente Muchas Iglesias se hacen derivar has- corte patriarcal ha defendido, legitimado y justificado el
ta hoy de esta sucesión apostólica Casi todas son diri- colonialismo, el capitalismo, el racismo y el sexismo des-
gidas por hombres, están marcadas por hombres y de el punto de vista religioso «Dios con nosotros» era el
configuradas por concepciones masculinas Dios es visto eslogan que aparecía en los broches de los cmturones
sobre todo como hombre Lo que hace, se ha orientado alemanes de la primera guerra mundial En nombre de
hacia papeles directivos masculinos dominar, juzgar, re- un Dios triunfal y preocupado por la mejora del mundo
gir, lo que es, corresponde a las aspiraciones masculi- se esclavizo a muchos, se exploto a un sinfín de traba-
nas juez, rey, dominador, señor de la guerra Sin em- jadores y se educó para el silencio a las mujeres Y solo
bargo, las experiencias de las mujeres, a saber, que Je- los grupos marginales del cristianismo se atrevieron a
sús es un amigo, que comparte su vida, que da calor, protestar contra esta situación
cercanía y ternura en todo desfallecimiento y desampa- Las mujeres están de nuevo en vías de descubrir la
ro, ha sido relegado al olvido El feminismo, el movimien- vida, de convertir lo muerto en viviente, de recuperar a
to de la mujer en el mundo occidental, ha dado valor a Jesús tal como un día fue para ellas Quieren sacarlo del
muchas mujeres para descubrirse a sí mismas, para ex- predominio patriarcal en que fue pensado para ellas y
presar su propia experiencia de Dios, para leer la Biblia para otros, supuestamente menores de edad Quieren
con nuevos ojos y para reencontrar su originario y sin- salir de la minoría de edad que no les permite ninguna
gular papel en el evangelio El feminismo no es para ellas contribución social o sólo alguna de escasa relevancia
un movimiento occidental y de blancos de la clase me- Se niegan ya a reconocer los valores que hicieron posi-
dia, sino que tiene profundas raíces en el evangelio bles la ordenación patriarcal del mundo No quieren re-
En los cambios sociales y en las crisis culturales de los conocerlos ni para sí, ni para sus hijos, ni para el con-
últimos quince años, numerosos grupos han comenzado junto de la sociedad
a entrever con dolor que hay que encontrar a Dios al ¿Qué quieren entonces las mujeres7
margen del patriarcado Dios se ha convertido en un ex- Quisiera abordar brevemente este tema, pues también
traño sobre todo para muchas mujeres del mundo oc- en la Iglesia hay mucho miedo a las mujeres miedo por
cidental Ya no pueden conciliario con sus concepciones parte de los hombres, que tienen odio a las mujeres, mie-
de la vida ni con su identidad De todos modos, el varón do de las mujeres ante las mujeres mismas, porque po-
no tiene la culpa del patriarcado Y no debe sentirse per- nen en solfa su milenario papel Miedo ante un tipo de
sonalmente responsable de él El patriarcado es una se- radicalidad que parece inconciliable con el amor de Cris-
cular forma cultural sin la que hubieran sido impensa- to Lo que quieren las mujeres es una nueva sociedad
bles muchos de los logros culturales y económicos de donde los detentadores del poder empiecen a escuchar
nuestro mundo Pero, especialmente en los últimos dos- a quienes carecen de él Donde tengan la posibilidad de
cientos años, a él se han debido funestas conexiones articularse y organizarse Donde el poder se distribuya y
con el colonialismo y el racismo, con el capitalismo y el donde los hombres aprendan a renunciar al poder en
sexismo hasta que hemos empezado a preguntarnos por aras de la justicia Quieren una sociedad que no piense
la causa originaria de este mal Y, sorprendentemente, exclusivamente en el beneficio y en el crecimiento eco-

70 71
nómico, sino en cubrir las necesidades básicas de todos
¿A abandonar también a Dios que, como ha dicho
los hombres Y pueden perseguir todas estas metas con
Kate Millet, también estaba con el patriarcado o, mejor
pleno derecho y pasión porque han experimentado en su
dicho, ha estado siempre ocupado por el patriarcado?
propia carne qué significa estar protegidas, tuteladas, no
Muchas mujeres, incluso entre nosotros, todavía no han
tener derechos, vivir una vida de segunda (del hombre)
tomado esta decisión
mano, dar la vida, pero configurarla exclusivamente en
Jurgen Tú preguntas si Dios está de parte del patriar-
el ámbito del hogar, no en la sociedad Queremos una
cado Quisiera intentar una respuesta mientras me pre-
vida integral que abarque cuerpo, alma y espíritu, que no
gunto autocríticamente ¿Cuál es el Dios del patriarca-
se divida en un sector privado y otro publico y que por
do'?
encima de la muerte biológica nos llene de confianza y
esperanza El patriarcado no ha llegado al mundo de manos del
cristianismo Es una vieja, extendida y masculina orde-
Puede parecer un programa desmesurado, inalcan-
nación del mundo El cristianismo no ha conseguido im-
zable, utópico Pero, al fin y al cabo, no es más que ha-
ponerse a esta ordenación de dominio Desde muy pron-
cer honor a lo que ya se encuentra en las visiones de
to, más bien, los hombres se apoderaron de él y lo pu-
paz del profeta Isaías y a una parte de lo que ya Pablo
sieron al servicio del patriarcado Con ello se paralizó el
reconoce fulminantemente que en Cristo no hay judio ni
potencial liberador del cristianismo Los teólogos de la
griego, ni hombre ni mujer Y hay una antigua visión de
esperanza, de la liberación y de la teología política ya lo
la mujer que aparece en uno de los pasajes más viejos
han constatado en otros contextos, al criticar la prisión
de la Biblia, el canto de María la confianza en Dios, que
de la Iglesia por parte de Constantino La teología femi-
arrojó al mar caballo y caballero —que hoy podemos lla-
nista lo ha puesto ahora completamente al descubierto
mar sexo y dominio Esta tradición femenina que pode-
La liberación del patriarcado por parte de la mujer y tam-
mos encontrar en muchos cantos de mujeres, Juana, Dé-
bién del hombre corre pareja al redescubnmiento de la
bora, Judit, María, nos acompaña hasta hoy y nos hace
libertad de Jesús y a una nueva experiencia de la fuerza
ver más claro lo que pasa en el mundo y lo que está en
del Espíritu Tendremos que abandonar el Dios mono-
juego en nosotros, en nuestro cuerpo y en nuestra alma
teísta de señores y hombres y, a partir de los orígenes
del cristianismo, descubrir el Dios rico en relaciones, que
— Mujeres en vías de descubrir la vida ama apasionadamente, que unifica, el Dios comunitario
— Mujeres en una Iglesia que está en manos mas- Éste es el Dios viviente, el Dios de la vida, deformado por
culinas el patriarcado mediante el ídolo del dominio En él en-
contrará también el hombre su liberación de las defor-
6 A dónde va el camino'? maciones que el patriarcado le ha hecho soportar en el
A salir, en realidad, del patriarcado que oprime a las pasado y que aún tiene que sufrir ahora
mujeres condenándolas al silencio y a la minoría de La opresión, como es sabido, tiene dos caras por una
edad parte el señor, por otra el esclavo, por un lado el hombre
6 A salir también de la Iglesia y de sus estructuras pa- dominador, por otro la mujer servidora La opresión des-
triarcales? truye la humanidad por ambas partes al oprimido se le

72 73
sueltas y machismo frente a otras mujeres son equiva-
roba su humanidad y el opresor se convierte en inhu-
lentes Madrear y dominar son dos cosas que tienen que
mano Ambos sufren la alienación de su auténtico ser,
desaparecer al mismo tiempo si los hombres quieren ser
pero con la diferencia de que, mientras el primero sufre
libres y maduros
al verse sometido, el segundo parece sentirse muy a gus-
El Dios del patriarcado refleja en su grandeza la mi-
to en esta situación Por ello la liberación de la opresión
seria del hombre aislado y dividido en dos mitades es el
tiene que llevarse a cabo en ambas partes Ahora bien,
Todopoderoso, el Señor, el Absoluto Todo lo decide y
¿cómo podrán conseguirlo los hombres, con unos sen-
nada le influye No tiene pasiones Como dice Aristóteles,
timientos e ideas tan marcados por el patriarcado y que
se ama sólo a si mismo y orienta todo hacia el amor de
disfrutan de sus privilegios7
sí mismo Si se le da algún rostro, es un rostro masculino
Creo que hay que comenzar, tanto nosotros como vo- Para conocerlo hay que subir estos escalones del padre
sotras, las mujeres, por ser conscientes de nuestro au- de familia al padre de la patria, del padre de la patria al
téntico puesto y por reconocer el gran engaño del pa- padre de la Iglesia, y de este al padre de todos que está
triarcado en relación con la felicidad de la verdadera en el cielo A la legitimación de las autoridades se llega,
vida Todo hombre puede hacer por sí mismo esta anam- sin embargo, al revés, es decir, bajando desde el Padre
nesis si se pregunta cómo fue educado desde niño «para del cielo Pero este Padre del cielo nada tiene que ver
ser hombre» y qué sentimientos hubo de aprender a re- con el Abba-Secreto de Jesús Es más bien un producto
primir, qué impulsos tuvo que dominar y qué papeles se de la división del mundo en cielo y tierra Padre del cielo-
vio obligado a asumir Para ello hubo de aprender pri- madre tierra
mero a autocontrolarse y autodominarse Y por ello con-
trajo la permanente angustia de no ser «nada» que De buen grado, las formas cristianas han concebido
«pueda hacer algo por sí mismo» corporativamente al Dios del patriarcado el hombre es
la cabeza de la mujer, Cristo la cabeza del hombre y Dios
El patriarcado ha partido al hombre por la mitad Lo
la cabeza de Cristo (1 Cor 11,3) Sólo bajo la cabeza del
ha dividido en un sujeto con entendimiento y voluntad,
hombre es la mujer imagen de Dios (1 Cor 11,7) Por sí
con el que se ha identificado, y en un objeto con cora-
sola no es nada (Agustín, Tomás de Aquino) La supe-
zón, sentimiento y necesidades del que se ha distancia-
rioridad del hombre debe ser un signo de la superioridad
do Con ello ha aislado al hombre y le ha llevado a odiar-
de Dios (K Barth)
se en cierto modo a sí mismo En el sometimiento y se-
ñorío sobre la aparentemente «débil», «sentimental» y La miseria del Señor masculino reside en que no tiene
«corporal» mujer se refleja esta fractura del hombre y se ningún nombre y que vive en soledad Se definirá por su
convierte en agresión Pero igualmente se refleja desde función como dominador y propietario del mundo Pero
la otra cara todo dominador necesita no sólo subditos se ignora quién es en sí mismo Así pues, el patriarcado
que pueda dominar, sino también un trono en que poder divide por la mitad, separa y aisla Pero un Dios, que es
sentarse El trono en que se sienta el hombre es la ma- sólo «el Todopoderoso», no es dios alguno, sino un
dre, como puede verse en Isis-Horus, en María-niño Je- monstruo Y el hombre que lo imita, una infeliz bestia
sús, y en otros símbolos La división de la mujer en madre porque sólo consiste en su voluntad de poder De este
y hembra es producto del patriarcado Ataduras no re- «complejo de Dios» que ha afectado al hombre blanco

75
74
moderno, ya no extrae el patriarcado orden alguno, sino ancho del mundo, nuestra vida espiritual, nuestra vida de
destrucción, ninguna esperanza, sino angustia cristianas, esta vida que queremos acoger, sentir, sopor-
Has dicho que las mujeres están hoy en vías de des- tar y cambiar, chocamos una y otra vez con la barrera
cubrir la vida, una vida total y comunitaria Los hombres de nuestra tradición cristiana nuestra fe es la fe de los
que quieran descubrir la vida por sí mismos y también en «padres», nuestros testimonios de fe proceden de una
comunidad con las mujeres, tienen que sacudirse la Biblia redactada desde presupuestos patriarcales en la
coacción del patriarcado como una pesadilla y superar que, evidentemente, no ha participado mujer alguna
estas represiones de la verdadera vida para llegar a ser Nuestras canciones rezuman el clásico sonido paterna-
auténticos Nos pasa algo parecido que a los apóstoles lista de la vida cristiana En nuestra teología, quien «con-
que escuchan el mensaje pascual de las mujeres y con duce» es el hombre, mientras la mujer «es conducida»
una fe a medias se ponen en marcha para encontrar por (K Barth) Y cuando se mira más de cerca, vemos en la
sí mismos al Viviente que habían abandonado en la cruz tradición, de la que tenemos que vivir, un filón de hosti-
antes de morir En el movimiento de resurrección com- lidad hacia la mujer En todo caso, la vida que se nos ha
partido, nosotros los hombres podemos descubrir «la dado no es una vida totalmente satisfactoria Según un
nueva comunidad de hombres y mujeres» que nos libere pasaje de la Biblia nosotras debemos ser bienaventura-
de las deformaciones patriarcales y nos abra a una vida das por el cuidado de los niños, vosotros, sin embargo,
humana integral por la fe Nosotros tenemos que callar, vosotros podéis
hablar Nosotras os hemos seducido y hemos pecado
antes que vosotros Pero aunque se dejen a un lado es-
tos deslices bíblicos, se trata de una vida de segunda
il
mano, de una vida que es complemento del hombre, de
una vida desde el espíritu y la palabra, pero no desde la
(E) Ambos, hombres y mujeres, están deformados
unidad de cuerpo, alma y espíritu, durante mucho tiempo
aunque de distinto modo y con distintas consecuencias
la tradición patnarcalista consideró nuestro cuerpo
El trono de Isis permanece aún erguido, aun cuando no-
como digno de lástima, impuro, escandaloso No es ple-
sotras no queramos ser las madres que lo protegen En
nitud de vida, sino vida dividida en dos mitades
el camino hacia una nueva comunidad de hombres y
mujeres deberían ir éstas por delante Pero no para en- ¿Será capaz la tradición cristiana de ayudarnos a salir
mendar los perjuicios sufridos o la injusticia soportada de esta vida dividida9 ¿Dónde hay fuentes y motivacio-
Y tampoco para humillar a los hombres Más bien, de- nes para nuestra identidad 7 ¿Qué tradiciones cristianas
bería ser la oportunidad de otorgar un espacio a la mu- pueden acompañarnos en nuestro camino hacia la rea-
jer, de tomar conciencia y de manifestar los obstáculos lización total 7 ¿Que tradiciones cristianas pueden ayu-
de este camino Pues sólo así puede crecer una comu- dar también al hombre a ser «entero» y darle una iden-
nidad nueva y consistente tidad distinta a la del patriarca 7
Desde que hemos comenzado a descubrir qué es (J ) En efecto, las tradiciones bíblicas, cristianas y
nuestra vida, nuestra vida de mujeres, nuestra vida en eclesiales han sido escritas y redactadas fundamental-
solidaridad con todas las mujeres oprimidas a lo largo y mente por los hombres dominadores Por tanto, a pri-

76 77
mera vista no aportan demasiado a la liberación de la violenta», la «violación» La salvación significa, en con-
mujer Ya se ha dicho que la historia «la escriben los secuencia, una «vida libre de violencia», como la que
vencedores» A los vencidos se les ha robado incluso la propuso y prometió Jesús en el sermón del monte Si hu-
conciencia de su propia historia de humillaciones y su- biéramos prestado más atención a esta historia, no se
frimientos Pero ahora es posible leer estas tradiciones
habría llegado al mito de la inferioridad de la mujer
«desde arriba» y, contra su propósito, también «desde
2 ¿Es Dios un hombre9 He aquí una pregunta crítica
abajo» Se encontrarán también entonces, en las histo-
que hoy formulan las mujeres En realidad la doctrina
rias de los dominadores, las ocultadas historias de las
cristiana sobre Dios muestra sobre todo personas mas-
rebellones contra su dominio En este sentido, dentro de
la historia masculina de la Iglesia, también existe una his- culinas Padre, HIJO y Espíritu Santo ¿Pero es realmente
toria de las mujeres cristianas Tú misma la has redes- así? Hay una vieja y ocultada tradición del papel mater-
cubierto y has encontrado en ella motivos y símbolos nal del Espíritu Santo Las comunidades cristianas que
para poder superar la vida dividida por la mitad, y con- posteriormente fueron separadas de la Iglesia grande y
seguir una vida completamente realizada Pero en la his- masculina como «Gnósticas», pudieron hablar del Espí-
toria masculina también se encuentran algunas historias ritu como de la Madre de Jesús y de la Madre de los
de libertad A tres de ellas quisiera referirme renacidos Las representaciones etiópicas de la Trinidad
1 Desde hace siglos todo cristiano aprende la his- presentan al Espíritu en forma de mujer Y los Padres
toria del pecado original según el segundo relato de la griegos de la Iglesia han visto a menudo en la familia
creación es muy gráfica En él se encuentra la primera original —Adán, Eva y Seth— la imagen del Dios trini-
disculpa del hombre «La mujer que me diste por com- tario, lo que supone, por tanto, que el Espíritu Santo es
pañera me ofreció el fruto del árbol» (Gen 3, 12) Lo mis- femenino y figura primitiva de la madre No fue casual,
mo se recoge en el Nuevo Testamento «Pues primero por tanto, que, con motivo de la fundación de la comu-
fue formado Adán, después Eva Y no fue Adán el que nidad de hermanos y hermanas en 1741 en Pensilvania,
se dejo engañar, sino la mujer que, seducida, incurrió en el Conde Zinzendorf redescubriera el papel maternal del
la transgresión» (1 Tim 2, 13-14) Con ello se sentaron Espíritu «Esta es la familia divina en la tierra, el Padre
las bases de la inferioridad de la mujer Pero también de nuestro señor Jesucristo es nuesto verdadero Padre,
está a su lado la historia del pecado original según el el Espíritu de nuestro Señor Jesucristo nuestra verdadera
primer relato de la creación, el escrito sacerdotal, que ha madre, porque el HIJO del Dios viviente es nuestro ver-
sido totalmente olvidado En él no se habla del fruto, ni dadero hermano» Este pensamiento me parece muy
de la mujer, ni de la serpiente, ni del (inocente-estúpido) provechoso no sólo porque descubre el principio feme-
Adán, sino de otra cosa «La tierra estaba pervertida a nino en la divinidad, sino porque también recoge un as-
los ojos de Dios y llena de maldad» (Gen 6, 11-13) ¿Don- pecto de verdad del panenteísmo Porque en el Espíritu,
de está la maldad 7 En la multiplicación de «los actos de nuestra madre, no me encuentro solamente «bajo Dios»,
violencia» entre hombres y animales Por eso Dios decide sino «en Dios» Este pensamiento me libera de las imá-
acabar con ellos por medio del diluvio Aquí el mal, el genes unilaterales y monoteístas de los Padres para sen-
pecado en su origen, no es otra cosa que la «acción
tir al Dios total con mi total existencia Y también me ayu-

78 79
da a encontrar al Dios comunitario en nuestra comuni- ¿Qué puede ayudarnos a salir de nuestra vida dividida
dad en dos mitades7, has preguntado tú también Y, además,
3 Creo, para terminar, que el realmente difícil y abs- ¿qué tradiciones cristianas pueden acompañarnos en el
tracto desarrollo de la doctrina de la Trinidad en la com- camino hacia la realización total 9 En nuestras tradicio-
prensión cristiana de Dios ha abierto ciertamente ya el nes siempre se guardarán pasadas esperanzas y expe-
camino a una superación del Dios Señor masculino «Tri- riencias pretéritas Esto tiene su valor, aunque limitado
nidad» suena a una abstracta teología de hombres No hay ninguna tradición que pueda configurar el futu-
«desde arriba» Pero yo pienso con esa palabra en el ro En el mejor de los casos pueden allanarle el camino
secreto del Todo que abarca la totalidad y comunidad El mismo Espíritu crea siempre algo nuevo y está lleno
de nuestra vida El conocimiento de Dios y el propio au- de sorpresas No está vinculado a las tradiciones, pero
toconocimiento se condicionan siempre mutuamente La toma de ellas lo que a él apunta El cristianismo es más
teología de la Iglesia occidental ha visto siempre la ima- que una tradición es una esperanza
gen divina de Dios en el hombre en su «alma racional» (E) A muchas mujeres les seguirá siendo muy difícil
que domina al cuerpo En su señorío sobre sí mismo y reencontrarse en las correlaciones femeninas a las con-
sobre la tierra representa el hombre —es decir, el va- cepciones masculinas de Dios Y preguntan ¿hemos de
rón— al Dios Señor El individualismo como modo de en- redescubrir nuestra identidad en los símbolos masculi-
tender al hombre y el monoteísmo como modo de enten- nos, complementados con ideales femeninos9
der a Dios han nacido juntos Pero si hoy sabemos que Confiarán más en sus propias fantasías que en las de
el hombre es una unidad de cuerpo, alma y espíritu y que la tradición Y ya están creando desde ahora su propio
encuentra su salvación en la experiencia de la totalidad lenguaje Dios es la mujer del panadero Y Jesús puede
de la vida, es entonces evidente que por sí sola el alma ser su hermana Y oran así «Padre-Madre nuestra que
no puede ser la imagen de Dios en la tierra Sólo él en estás en los cielos » La teología feminista —ante cuyo
su corporeidad, sólo él en la comunidad de hombres y sólo nombre muchos teólogos se echan a temblar— re-
mujeres representa a Dios ¿A qué Dios9 Al Dios rico en presenta para muchas mujeres la única posibilidad de
relaciones, al unificador, al Dios comunitario En una pa- dejar libre su lengua y de descubrirse como hijas de
labra, al Dios de la Trinidad Ese Dios que no domina Dios Las mujeres tienen su propia cultura, que todavía
mediante la división y el aislamiento (divide et impera, di- es diferente en los distintos países de Asia y África Una
vide y vencerás), sino en la unión de lo separado y en la cultura más concreta y plástica que la correspondiente
salvación de lo ahora dividido El hombre poderoso pue- cultura masculina, pero que a menudo queda soterrada
de ser una imitación del Todopoderoso Imagen del Dios Por eso junto a la teología ha surgido entre nosotras la
trinitario sólo puede ser una comunidad humana en la teofantasía, que deja correr de nuevo las fuentes cega-
cual los hombres tengan todo en común y lo compartan, das
por encima de sus peculiaridades personales Este pen-
Llegará un día en que la teología —que fundamen-
samiento me ayuda a buscar a Dios no sólo arriba en el
talmente está en manos de los hombres— no sólo tome
cielo o en lo más profundo de mi alma, sino sobre todo
en serio las experiencias y tradiciones pretéritas, sino
entre nosotros, en nuestra comunidad.
también las actuales y futuras, la teofantasía La vida —y

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i.imliion l,i vida cristiana—es más multicolor y plural que que en las Iglesias va anejo a ellos han convertido la
causa de Jesús en un patriarcado del amor
l,i luidle 1611 oscrita Se conseguirá entonces que los hom-
Tenemos que volver a aprender a amar, un amor que
hies nprnndan a escuchar y, como María a los pies de
hace al otro mayor de edad, que no le oprime ni le en-
JubUfa, se sienten a los pies de las mujeres
salza, un amor que crea un espacio libre de dominio
Tanto la responsabilidad que los hombres acostum-
bran a tomar sobre si, como la renuncia que las mujeres
están habituadas a asumir, son formas de comporta-
miento que han surgido de una estrecha división del tra-
(E ) Una nueva comunidad sólo puede madurar y pro- bajo entre los sexos Son formas de comportamiento pa-
ducir frutos si las mujeres son personas independientes triarcales que se viven en nuestras Iglesias y de las que
Sólo cuando se mantiene su singularidad, su peculiari- no puede brotar hoy ninguna comunidad nueva Las
dad y su especificidad, puede mantenerse viva la contri- mujeres han empezado a liberarse de este papel ¿Cómo
bución que prestan a la comunidad Sólo cuando pon- pueden liberarse también los hombres9
gan al servicio de su causa la vida que han olvidado y (J ) Creo que debiera remontarme algo más atrás, an-
que ahora han vuelto a descubrir, puede constituir un tes de llegar a la pregunta sobre la Iglesia Las mujeres
deseo general de todos que se liberan de primitivas sumisiones, en primer lugar
A muchos, hombres y mujeres, esto les parece duro y «crean inseguridad» en los hombres No pueden taparlo
paradójico Estamos habituados a ver a la Iglesia como las mujeres con amor y nosotros no debemos descono-
una gran comunidad de amor, donde uno se autorrelega cerlo por generosidad Nos encontramos inseguros en
por amor de los demás, donde uno se olvida de sí mismo nuestro papel de virilidad que nos han inculcado en
en aras de una gran causa Un gran nosotros debe unir nuestra educación Tenemos que cambiar de rumbo, y
todo y a todos este cambio existencial comporta sufrimiento Pero to-
Si hombres y mujeres quieren unirse en una nueva co- davía es más hondo el hombre se siente herido en su
munidad, tienen que alejarse de estas ilusiones Deben soberbia masculina Su autoestima se verá sacudida Su
asumir, cada una y cada uno en sí mismos, el dolor de identidad patriarcal se disuelve Ya no sabe quién es en
la separación y también la posible pérdida de amor Pue- realidad Puede reaccionar con la agresión, pero la ma-
den descubrirse a si mismos en su totalidad, con todas yoría de las veces reacciona depresivamente
sus inexploradas posibilidades Las mujeres viven su nueva identidad, su dignidad y
A muchas mujeres en la Iglesia les puede parecer duro su liberación hacia una plena humanidad A los hombres
todo esto, pues están acostumbradas a renunciar a sí les resulta difícil seguirlas porque primero tienen que vol-
mismas, a retirarse rápidamente, y muchas han interio- ver sobre si mismos para descubrir el punto de partida
rizado este planteamiento como su peculiar estilo cristia- de su propia liberación hacia una total humanidad Tie-
nen que romper las costras de su alienación para en-
no de vida También es duro para los hombres, pues es-
contrar el núcleo de su esencia humana Para ello, de-
tán habituados a trabajar con unas mujeres siempre dis-
ben abandonar la autojusticia masculina para poder
puestas a amar, y gracias a sus ministerios y al poder

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confiar en su humanidad Más sencillamente el señor Iglesia especialmente difícil porque para ella servir, cui-
debe morir en el hombre para que pueda nacer el her- dar, ser-para-los-demás y, por tanto, responsabilidad,
mano, dispuesto a una abierta amistad son los valores más altos Esta suave dictadura del amor,
Todo esto quiere decir también que los hombres no el «patriarcado del amor», como tú dices, es muy difícil
deben seguir identificándose con la casta masculina, de obviar ¿No está el cristiano «en servicio permanente»
sino que han de romper con el código masculino Serán y siempre ahí para los otros9 No, no lo creo en absoluto
despreciados por ello Pueden quedar aislados La casta Me parece falso y una forma oculta de afán de poder El
masculina ha desempeñado siempre el papel mas im- cristiano está sobre todo «ahí con los otros» En primer
portante en la educación del niño para «ser hombre», y lugar, como alguien que vive a gusto con los otros, y
castiga a los disidentes con el apelativo de «traidores» que, cuando es preciso, actúa también para los otros Su
Quien está dispuesto a renunciar a los privilegios mas- amor tiene su frontera en la independencia de los de-
culinos que le otorga la sociedad patriarcal, tiene tam- más Ni el mismo Jesús ha venido para encadenar a los
bién que aprender a dejar al margen su responsabilidad hombres mediante su servir y para hacerse indispensa-
masculina para con el llamado «sexo débil» La renuncia ble para ellos «Tu fe te ha salvado», decía siempre que
a esta moral nos resulta difícil a muchos de nosotros los hombres querían darle las gracias |Tu propia fe1 El
porque nos hace tan «gentiles», tan caballeros y tan mismo Dios está ahí «para nosotros» sólo en nuestra ne-
«gentleman-hke» Pero quien da la bienvenida y reco- cesidad, porque quiere vivir «con nosotros» por toda la
noce la mayoría de edad de la mujer, tiene también que eternidad Nos quiere como «hombres independientes»
prescindir de su responsabilidad como tu has dicho
Ahora bien, si una Iglesia se entiende como Iglesia ser-
vidora, para ser «Iglesia para el pueblo», o «Iglesia para
IV el mundo», o «Iglesia para los demás», verá siempre a la
subjetividad y a la mayoría de edad de los objetos con-
(E) Las Iglesias, que a veces me parecen una especie fiados a su cuidado como un peligro para ella Pero si
de clubes masculinos, ¿pueden apoyar que hoy tantas esta Iglesia que presta sus atenciones desde arriba se
«menores de edad» pasen a ser mayores de edad'' ¿Es- convierte en la comunidad del pueblo, saludará la sub-
tán dispuestas a tomar en seno en su subjetividad a las jetividad de las mujeres, de los trabajadores y de los mar-
mujeres, que ahora están descubriéndola, es decir, a ginados como fuerzas del Espíritu En las Iglesias esta-
darles derecho y poder'? Esta subjetividad esconde un blecidas hay pocas mujeres que sean pastores y ningu-
peligro de explosión, una ruptura de una creatividad que na que sea obispo 18 Sin embargo, en algunas
surge con fuerza de la nada Esta encuentra mucha pre- comunidades de base latinoamericanas, la dirección de
vención en la Iglesia Pone en cuestión las imágenes de
Dios y las formas de vida «Nosotras somos la Iglesia»,
dicen hoy muchas mujeres ¿Lleva este camino a una ,e
nueva comunidad de hombres y mujeres9 Nota del traductor Este texto esta escrito antes de que tuvieran
lugar ordenaciones de mujeres como obispos en algunas Iglesias
(J ) La limitación de la responsabilidad le resulta a la como, por ejemplo, la anglicana

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las mujeres es algo natural Hasta ahora solo las co- racionalidad, a una ruptura global en nombre del Espí-
munidades perseguidas y las comunidades de base han ritu 7 ¿Puede superarse la antiquísima desconfianza ha-
experimentado la plenitud de los cansmas en una co- cia las mujeres si no hablan sólo un lenguaje masculino,
munidad libre de hombres y mujeres, en una comunidad racional 7
sin «arriba» ni «abajo» Para la vieja iglesia masculina, (J ) La apelación feminista al Espíritu Santo les resulta
el Espíritu liberador vendrá paradójicamente «de abajo» a muchos difícil de aceptar porque no están seguros de
Deberíamos buscarlo donde los hombres son sujetos de si se trata del «Espíritu Santo» o de otro espíritu Han
su propia vida y donde toman sus propias iniciativas existido siempre diferentes comunidades cansmaticas y
espiritistas que han sido promovidas por un gran nú-
mero de espíritus, y no sólo e incondicionalmente por el
V Espíritu de Dios Por miedo al caos de los espíritus la
Iglesia, ya desde muy pronto, vinculó al Espíritu Santo a
(E) La fuerza que hoy hace que las mujeres se levan- la ordenación de los obispos Más aún, por el Filioque,
ten contra las estructuras patriarcales, contra la propia la Iglesia occidental encadenó al Espíritu a la Cnstología
inseguridad y desaliento, la fuerza que les hace libres, En consecuencia, el Espíritu es sólo el efecto subjetivo
que les impulsa a caminar orgullosas de ser mujeres, que de Cristo, de la palabra y de los sacramentos de la Igle-
hace que se descubran como hermanas, es la fuerza del sia Para lo creadoramente nuevo y para las sorpresas
Espíritu Santo Para muchas mujeres fue durante mucho del Espíritu Santo no quedo ningún espacio, ni siquiera
tiempo algo milagroso Pero un grupo amplio de ellas el espacio de la espera
encuentran en esta fuerza la identificación que no pue- Para que nos abramos a lo sorprendente y a las nue-
den proporcionarles ni la Iglesia de los varones, ni el vas obras del Espíritu, quisiera proponer una clara dis-
Dios masculino, ni el Jesús varón Hablan de la «Espíritu tinción entre la fuente del Espíritu y el criterio para el dis-
Santa» que en el lenguaje de Jesús era realmente de ge- cernimiento de los espíritus Dios es la fuente del Espíritu,
nero femenino Esto no sucede hoy por vez primera En y lo que procede de esta fuente es tan multicolor y plu-
la larga y patriarcal historia de la Iglesia, las mujeres, en nforme como la misma creación Por ser ésta su expe-
nombre del Espíritu Santo, podían resquebrajar una y riencia del Espíritu, los cristianos utilizan siempre en el
otra vez las estructuras dominantes Pero la Iglesia siem- Nuevo Testamento palabras tan extraordinariamente ex-
pre ha desconfiado de ellas y condena sus obras como presivas cuando hablan de su plenitud, de su riqueza y
fanatismo, herejía y paganismo Fue vinculado a los mi- de su inagotabilidad Todos teman dones del Espíritu
nisterios y se le privó de su poder renovador más que suficientes Nadie carecía de ninguno Y cuan-
En ruta hacia una nueva comunidad, ¿podemos volver do el Espíritu de Dios se derrame sobre «toda carne»,
a confiar en el Espíritu9 ¿Podemos confiar en el espíritu «profetizarán también vuestros hijos y vuestras hijas» (Jl
de los exaltados, de los intrusos, de los visionarios, de 3, 1) Pero el criterio para el discernimiento de los distin-
esos que como las mujeres han captado y asido la vida tos espíritus era para ellos la presencia de Cristo cruci-
y cuyos relatos, igual que a los apóstoles, les parecieron ficado Lo que podía subsistir ante el Crucificado, era Es-
cuentos de hadas 7 ¿Podemos atrevernos, contra toda píritu de Dios LO que se oponía al Crucificado, por ser

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espíritu del poder o de vanidad, era rechazado Para vol-
ver al principio de nuestra historia ¿En qué reconocieron
las mujeres al Cristo resucitado y viviente9 Hubieran po-
dido suponer que se trataba de un fantasma o de cual-
quier otra figura Reconocieron enseguida al Jesús cru-
cificado porque le fueron fieles hasta su muerte en la « Y VOSOTROS, ¿QUIÉN DECÍS QUE SOY Y O 9 »
cruz Le reconocieron inmediatamente por las señales de
sus clavos y por el modo con que había vivido con ellas
No hay otro modo de reconocer al Espíritu que crea la La confesión de Pedro y la confesión de Marta *
vida que el siguiente nos conduce a la comunidad li-
beradora de Jesús y nos trae a un Jesús liberador
(E ) Para terminar, se me impone esta pregunta ¿Por
qué se fue tan pronto a pique esta experiencia de las
mujeres?
¿Por qué fracasó casi a los doscientos años de surgir I. Introducción
una comunidad tan fuerte de hombres y mujeres9
Quizás por culpa de las mujeres, que confiaron más Elisabeth Y vosotros, ¿quién decís que soy yo 9 Mu-
en las estructuras sociales que en sí mismas, que prefi- chos cristianos y cristianas que hasta ahora habían es-
rieron obedecer más a los hombres que a Dios, que re-
tado callados y que ahora reflexionan, se hacen hoy la
tornaron a su viejo papel femenino y que no pusieron su
pregunta de quién es Cristo para ellos y ellas si es negro
confianza en la fuerza renovadora de la resurrección
o amarillo, si es liberador o consolador Y quieren en-
Nosotras representamos en nuestros distintos países y
en nuestras diversas Iglesias la causa de las mujeres contrar la respuesta por sí mismos y que nadie la dé por
Unas luchan sólo por sobrevivir, otras exigen el derecho ellos
al ministerio parroquial o al sacerdocio Se trata del di- Esta pregunta se plantea sobre todo a las mujeres que
nero, de la influencia, de la cátedra, de una mejor posi- durante dos mil años de historia de la Iglesia han per-
ción social Vivimos en sociedades diferentes y tenemos manecido a la sombra de sus padres, hijos y mandos,
presupuestos diferentes que se han acostumbrado al silencio cuando se trata de
Una cosa me parece importante y común que volva- problemas teológicos, dejando que patriarcas y jefes de
mos a confiar en nosotras y en la fuerza renovadora de la Iglesia respondieran por ellas
nuestra experiencia de Dios, que seamos capaces de Las mujeres de todo el mundo, desde sus distintos
compartir la vida con todos nuestros sentidos y capaci-
contextos sociales, desde sus diversas formas de vida y
dades, que no nos rindamos ante las estructuras domi-
nantes y no recaigamos en una falsa obediencia ante las
autoridades, que seamos nosotras mismas en cuerpo,
alma y espíritu, y que esta chispa pase a los hombres, * Trabajo bíblico comunitario en la asamblea general de la fede-
hermanos, padres, madres y niños ración reformada mundial Seúl, 15-26 de agosto de 1989

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cloi.di) sus experiencias cotidianas tratan de decir qué fe Queremos, por tanto, mirar la Biblia de un modo nue-
significa el cristianismo para ellas vo, desde la perspectiva de hombres y mujeres
Y vosotros, ¿quién decís que soy yo 7 Es natural, por consiguiente, que lo primero que que-
Por ello nosotros vamos a intentar reflexionar ahora, ramos preguntarnos sea esto ¿Quién eres tú? ¿quiénes
desde distintas culturas e Iglesias, pero sobre todo desde sois vosotros?
la diferente perspectiva de los sexos y de su modo de ver Queremos comunicarnos unos a otros de dónde ve-
la vida, sobre quién es Cristo para nosotros nimos, cómo vivimos y cómo nos sentimos hoy por la ma-
Jurgen Cuando al principio creó Dios al hombre, lo ñana en este gran círculo Queremos ser un poco menos
creó «hombre y mujer» (Gen 1, 27), y cuando al final ven- extraños y aproximarnos algo mas
ga su Espíritu sobre toda carne, «profetizarán los hijos y Propongo que en cada grupo empiecen presentán-
las hijas» (Jl 3, 1) dose las mujeres
La expresión «todo el evangelio para todo el mundo»
sólo puede verse con ojos masculinos y femeninos, sólo
puede comprenderse con corazones masculinos y fe- II. El secreto de Cristo
meninos y sólo puede atestiguarse mediante una nueva
comunidad de hombres y mujeres Durante demasiado (J) El texto bíblico que contiene la pregunta «Y vo-
tiempo hemos escuchado el evangelio a medias, con la sotros, ¿quién decís que soy yo?» esta en el evangelio de
mitad masculina de la humanidad Pero ahora es el mo- Marcos 8, 27-35
mento de entenderlo en la plenitud de la creación mas- 1 En este pasaje la pregunta «¿quién es Jesús?», se
culina y femenina de los hombres y con la plenitud del hace a distintos niveles se la hace la gente, se la hace
Espíritu que viene sobre hijos e hijas Se comprende, por el discípulo Pedro e incluso el mismo Jesús Y en el evan-
tanto que hombres y mujeres confiesen su fe y den tes- gelio de Marcos se halla situada justamente entre las
timonio del evangelio Si ha de darse un testimonio creí- maravillosas curaciones y las no menos sorprendentes
ble de la verdad, tiene que ser confesada por la boca de parábolas de Jesús sobre el Reino de Dios por una parte
dos testigos Es una norma antigua Cuando Jesús envió y su viaje a Jerusalén para su condena y posterior muer-
por primera vez a sus discípulos, los envío de dos en dos te en el Golgota por otra Hasta entonces había sido el
a los pueblos y ciudades de Israel (Le 10, 1) Hoy debería hombre de los milagros a quien el pueblo sufriente traía
significar que el hombre y la mujer dan juntos testimonio sus enfermos A partir de ahora será el hombre de do-
de su fe lores que comparte los sufrimientos del pueblo hasta el
(E) Queremos escucharnos mutuamente No quere- tormento y el asesinato Antes ha actuado El, ahora se
mos sentir miedo ante las diferencias sino respeto ante actúa con Él Es realmente un momento clave de su vida
nuestra historia diferente No queremos contraponer la en el que Jesús se hace a sí mismo esta pregunta
elocuencia de uno al inexperto lenguaje del otro Que- ¿Se trataba realmente de una pregunta o solo quena
remos suscitar el interés y la curiosidad de los extraños hacer pensar a sus discípulos? ¿Era propiamente una
Y, para ello, tendríamos que preguntarnos primero no pregunta o sólo una «múltiple choice question»? El he-
por la unidad, sino por la riqueza y pluralidad de nuestra cho de que creamos saber tanto sobre Jesús y de que

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conozcamos tantos de sus títulos por la historia de la puesta damos a Jesús7 ¿Cómo colaboramos con él en
Iglesia, nos lleva a pensar a menudo que también Jesús la salvación de este mundo enfermo?
habría podido saber quién era y habría tenido que estar 2 La mayoría de las veces respondemos como «la
seguro de sí mismo Pero según los evangelios no era gente», es decir, literalmente como «los hombres» Para
así El Jesús terreno no se conoce a sí mismo Es un se- el pueblo, que ha oído el mensaje de Jesús y ha visto sus
creto para sí mismo Comenzó a conocerse mediante la curaciones de enfermos, Jesús es «algo así como» Juan
guía del Espíritu Santo y en el eco de la fe de los hom- el Bautista, o Elias o uno de los profetas Después del
bres Los evangelios nos presentan un Jesús que vive ex- asesinato de Juan el Bautista, Jesús se presentó con su
traordinariamente abierto a su futuro Pero los evange- mismo mensaje Éste es el motivo de que el recuerdo de
Juan permanezca todavía Según la esperanza judia,
lios, naturalmente, presentan la historia de su vida a la
Elias había de volver antes del fin del mundo Quien
luz de su final en la cruz y de su presencia en el Espíritu
anunciaba la proximidad del Remo de Dios, tenía que
por la fuerza de su resurrección Por eso sitúan en su
considerarse alguien como Elias Que sea uno de los
vida ese secreto, el «secreto mesiánico», y presentan a
profetas, sitúa a Jesús en una posición más alta, pero le
Jesús como un misterio para sí mismo hasta su revela- quita su singularidad La gente juzgaba a Jesús según
ción en la cruz y en la resurrección Pero no hubieran sus experiencias Y también lo hacemos nosotros Cuan-
podido decir esto de Él si no lo hubieran confirmado los do algo nuevo nos sorprende y preocupa, acudimos a
recuerdos que de Él tenían Por ello deducimos que se hechos similares de nuestra experiencia Agatha Chnstie
trata de una auténtica pregunta de Jesús por su secreto deja que su «Miss Marple» solucione los más enigmáti-
y no de una adivinanza Jesús se remite al reconoci- cos casos de crímenes «recordando» las viejas historias
miento y a la confesión de los hombres tanto como a su de su pueblo St Mary Mead ¿A qué se debe esta «om-
fe en la curación de los enfermos Trata de conocerse a nipotencia de la analogía» (E Troelsch) en nuestro co-
sí mismo a través de los ojos del pueblo, de los discípulos nocimiento7 A que todo conocimiento es un re-conoci-
y discipulas y a través de los ojos de Dios al que como miento y a que «lo semejante sólo puede ser conocido
los niños llamaba «Abba» También hoy necesita nuestro por lo semejante», como ya dijo Aristóteles Cuando oí-
reconocimiento, pues ya desde el principio de este efecto mos hablar hoy de Jesús, no tenemos dificultad alguna
recíproco entre Jesús y la fe, entre el Espíritu de Dios y en hacernos una imagen de él De acuerdo con nuestros
el Hijo de Dios, es de donde surge la salvación para este recuerdos le convertimos en un «fundador de religiones»
mundo enfermo Seguramente nuestra fe es un eco del como Buda o en un «profeta» como Mohammed o en un
sonido que sale de Jesús Pero el eco y la respuesta for- modelo de humanidad como Confucio o en un revolu-
man parte de esa música precisamente cuando el con- cionario como Che Guevara Nos construimos una ima-
cierto todavía no ha acabado y cuando aún no cono- gen de El según nuestras representaciones, pero esta
cemos el final Por tanto, para Jesús y para su causa es imagen se parece más a nosotros que a Él Nos confir-
muy importante que digamos nosotros que es El Noso- mamos a nosotros mismos en El, y no a El en nosotros
mismos A través de estas representaciones levantamos
tros mismos somos una parte de su historia en este mun-
un muro entre nosotros y Jesús y apenas llegamos a co-
do, somos colaboradores, no espectadores ¿Qué res-

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nocer nada de Él. Si lo nuevo sólo puede ser conocido una historia que le tocará vivir Se llama a sí mismo de
por lo nuevo, entonces no hay nada nuevo bajo el sol forma irrelevante «HIJO del Hombre» y anuncia sufrimien-
Si la ley de la analogía rige en el conocimiento, entonces to, condena y muerte para ese HIJO del Hombre No es
seremos incapaces de percibir nada distinto Sólo co- desde luego la marcha triunfal que Israel esperaba para
noceremos lo que nos confirma Si lo semejante sólo es el Mesías-rey, sino el camino de sufrimiento del siervo de
conocido por lo semejante, tendremos que decir iróni- Dios
camente que lo semejante es indiferente a lo semejante Con su confesión de Cristo, Pedro quiso ponerse del
Sólo lo nuevo y distinto es interesante Pero sólo podre- lado del vencedor Por eso Jesús le «amenaza» y quiere
mos percibir algo distinto si estamos dispuestos a cam- hablarle del camino del sufrimiento La roca, sobre la
biar tanto nosotros mismos como las representaciones que según Mateo Jesús quiere construir su Iglesia, se re-
que tenemos Sólo podremos percibir algo nuevo si so- vela como arena sobre la que ninguna casa puede edi-
mos capaces de renovarnos nosotros mismos La cues- ficarse El llamado príncipe de los apóstoles será consi-
tión no está en lo que nuestras imágenes hacen de Jesús derado por Jesús como Satán, porque le vuelve a plan-
sino en lo que Jesús hace de nuestras imágenes Ésta es tear las tentaciones que ya había vencido en el desierto
la primera razón por la que Jesús rechaza lo que de El antes de su misión Por eso le dice «Tus pensamientos
dice la gente no son los de Dios, sino los de los hombres» (Me 8, 31)
3. Los discípulos, que le conocen de cerca, dicen ¿Qué deseos se esconden tras nuestra confesión de
algo más En su nombre afirma solemnemente Pedro Cristo9 «Con Jesús estarás siempre in the wmning team»,
«Tú eres el Cristo» Con ello retoma la figura central de decía un anuncio de YMCA en los Estados Unidos El
la esperanza de Israel el Mesías-rey liberará a Israel y le cristianismo es la religión del mundo triunfante, del mun-
devolverá a su casa El Mesías-rey traerá desde Sión de- do occidental Esto atrae a muchos hombres en Asia El
recho y justicia a todos los pueblos. El Mesías-rey traerá cristianismo es la historia de la libertad y conduce a los
a la humanidad la paz con la naturaleza. A través del hombres hacia cada vez más grandes progresos, se dice
Mesías-rey viene el Reino de Dios a este mundo trastor- en Europa ¿No tiene que ser nuestra historia sagrada,
nado y recreará todas las cosas Igual que Israel es el desde que el emperador Constantino «venció» en el sig-
«hijo primogénito» de Dios entre todos los pueblos, tam- no de la cruz, una historia del éxito misionero y de la
bién el Mesías-rey es «hijo de Dios» y hermano de todos superioridad cultural? La Ecclesia tnunphans no es algo
los hombres El añadido de Mateo, «Hijo del Dios vivo», que sólo se puede ver en Roma, sino también en Gempf
se refiere solamente al aspecto aplicado a Dios del Me- o en Seúl
sías-rey que salvará al mundo «Tú eres el Cristo»' ¿Es entre nosotros la confesión de
Jesús no rechaza este título, pero lo pone bajo secreto Dios, la confesión de Satanás, o ambas a la vez, idéntica
los discípulos no podrán hablar de Él. Pero, ¿por qué? en los motivos, de doble sentido en la intención?
La confrontación con Pedro que tiene lugar inmediata- ¿Qué dice el mismo Jesús sobre quién es É.P No lo que
mente lo deja bien claro Jesús da su propia respuesta a nuestro título de Cristo hace de Jesús, sino exclusiva-
la pregunta por sí mismo no utilizando otra imagen u mente lo que Jesús hace de este título puede darnos se-
otro título aún mejor, sino a través de la predicción de guridad en la fe

94 95
Una vez más nos volvemos y preguntamos Y vosotros, sino también discípulas Fue una mujer quien le vaticinó
¿quién decís que soy yo 7 Lo decisivo no son los deseos el camino de sufrimiento y de cruz y quien le ungió como
de Pedro sino las experiencias de Jesús Jesús llena la rey y profeta Fue una mujer quien le convirtió en el Sal-
representación de Pedro con su propia historia Y voso- vador de los paganos, todavía se la considera como ma-
tros, ¿quién decís que soy yo? Aun no lo sabe Su propia dre apostólica de todos los paganos Fue una mujer la
historia de vida y sufrimiento sera la respuesta primera en oír el mensaje de la resurrección y en recibir
Esta confesión de Pedro tiene que crear en nosotros el encargo de contarlo a los demás ¿Qué habría pasado
inseguridad ¿Podemos decir algo 7 ¿Estamos en situa- realmente si las mujeres hubieran guardado silencio en
ción de dar una respuesta? ¿Podemos saber quién es la Iglesia7 Pues que no existiría
Cristo? Sabemos que no sólo los doce apóstoles sino también
las mujeres apóstoles han contribuido a su existencia y
que la Iglesia primitiva trato de ser una comunidad de
III. La confesión de Marta mujeres y hombres libre de estructuras patriarcales Pero
sobre la historia de la cristiandad se ha extendido un
(E). Y vosotros, ¿quién decís que soy yo 9 Jesús hace velo de tipo patriarcal que nos impide ver los orígenes
De nuestro relato, sin embargo, no podemos deducir si
esta pregunta a sus discípulos y, en nombre de los otros,
las mujeres estaban allí, si Pedro habló por ellas o si ya
Pedro responde «Tú eres el Cristo, el HIJO de Dios» o «el
el escritor pensaba que las mujeres estaban hechas para
HIJO del Dios vivo»
otros menesteres Pero el evangelio nos transmite otro
Muchas mujeres de hoy, muchas cristianas de todo el relato en el que una mujer hace una confesión a Jesu-
mundo se preguntan ¿Donde están aquí las mujeres7 cristo y quisiera ponerla al lado de la primera Se trata
¿Están incluidas entre los discípulos y, por tanto, Pedro de la confesión de Marta (Jn 11) y la encontramos en la
ha contestado también por ellas7 narración de la resurrección de Lázaro «Tú eres el Me-
¿Eran un pequeño grupo que ciertamente acompañó sías, el Hijo de Dios que tenía que venir a este mundo»
al grupo de Cristo pero que se dedicó fundamentalmente Hasta ahora en la cristiandad se ha prestado tan poca
a atender al aprovisionamiento y al apoyo económico del atención a este relato como a las mujeres Pero hace al-
grupo de discípulos de Jesús7 En este caso, ¿no es lo gunos años el americano Raymond Brown, especialista
más seguro pensar que esta pregunta de tanta trascen- en Nuevo Testamento, ha puesto de relieve que esta con-
dencia no se les dirigió a ellas7 Entonces no habrían te- fesión es muy parecida a la de Pedro y esta muy próxima
nido voz alguna y ningún derecho a expresar su opinión a ella Pero es pronunciada por otra persona, Marta, y
En nuestra primera comunidad me dijo una vez el pre- tenía en las comunidades joánicas el mismo significado
dicador del lugar que yo, como mujer, sólo tenía derecho que la confesión de Pedro para otras comunidades Ello
a preguntar, pero no a decir nada relacionado con la no debía considerarse una minusvaloración de Pedro,
teología pero había de considerársele como a uno más El pre-
Hoy sabemos que no sólo hombres, sino también mu- dominio de los doce apóstoles que ya empezaba a im-
jeres, siguieron a Jesús Jesús no sólo tenía discípulos, ponerse será frenado y otras personalidades del movi-

96 97
miento de Jesús serán equiparados a ellos La vitalidad to «Yo creo», dice Marta, «que tú eres el Mesías, el HIJO
de la Iglesia no dependía de la autoridad sino de los múl- de Dios que tenía que venir a este mundo»
tiples cansmas Mientras hubo comunidades que consi- Cristo, el HIJO de Dios, en esto coinciden los testimo-
deraron a Pedro como el autor de la más completa con- nios del Nuevo Testamento que encontramos en todos
fesión de Cristo, hubo también otras comunidades como los evangelios Están en boca de Pedro y de los demás
las joánicas que relacionaron esos recuerdos con la fi- discípulos Creemos que este testimonio es el verdadero
gura de Marta Esta investigación nos posibilita una nue- contenido que los evangelios quieren transmitirnos
va mirada sobre la pluralidad de la Iglesia primitiva y so- Como dice Juan, estos relatos han sido escritos «para
bre todo una nueva mirada sobre la significación de la que creáis que Jesús es el HIJO de Dios» Pues bien, en
mujer en la Iglesia en la dirección de la comunidad y en la confesión de Marta hay un añadido conscientemente
la teología Una mirada que nos aleja de los ministerios puesto «Cristo, el Hijo de Dios, que ha venido a este
y de los hombres y nos enseña a ver de un modo nuevo mundo»
a la mujer ¿Significa algo este añadido 9 En caso afirmativo, ¿qué
Pero, sobre todo, se nos da un nuevo punto de vista significa7 ¿Tiene que decirnos algo más que las confe-
sobre una mujer, Marta, a quien nuestra tradición había siones ya conocidas 9
considerado siempre como una buena ama de casa y Marta, ¿quién dices que soy yo 9
que se remonta al conocido relato de María y Marta en Examinemos una vez más el contexto, la historia en
cuya casa se hospeda Jesús En él, Marta es la buena y que se sitúa esta confesión en el pueblo de Betania vi-
diligente ama de casa que se preocupa por atender bien ven tres hermanos, Marta, María y Lázaro, que se cuen-
al huésped, la que pide a su hermana María que le ayu- tan entre los amigos de más confianza de Jesús Cuando
de en vez de estar escuchando a Jesús, y la que por ello Lázaro se pone muy enfermo, sus hermanas se lo co-
es reprendida por Él «María ha escogido la mejor parte munican a Jesús para que venga y lo cure Pero Jesús
y nadie se la quitará» Marta representa una trágica ima- no se da prisa Sólo cuando Lázaro está ya muerto, Je-
gen de las mujeres de nuestras Iglesias que tienen que sús se pone en camino y será recibido por la siempre
preocuparse de lo necesario para vivir sin que se las va- rápida, activa y diligente Marta con esta casi acusadora
lore ni una sola vez En Europa adoptaron su nombre las frase «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto
casas de señoras de servicio y las instituciones de dia- mi hermano» Pero inmediatamente añade una casi in-
conisas La otra parte de la historia de Marta, es decir, concebible esperanza «Pero, aun así, yo sé que todo lo
su papel activo, suave y vivaz, se relegó al olvido Pero, que pidas a Dios El te lo concederá» Jesús le responde
sobre todo, se olvidó su confesión de Cristo que tiene el «Tu hermano resucitará» Y la veloz Marta reacciona ra-
mismo rango que otros conocidos testimonios pidísimamente con una frase del catecismo «Yo sé que
resucitará cuando tenga lugar la resurrección de los
Si la observamos con detenimiento, se trata de una
muertos, al fin de los tiempos» Pero Jesús le responde
confesión de Jesús que se aparta un poco de las con-
que El es la resurrección y la vida y que quien cree en él
fesiones que nos transmite el Nuevo Testamento Un
jamás morirá Aquí está ya la vida eterna Aquí, en la fe,
poco que merece atención Un poco que nos reta a es-
todas las esperanzas están ya cumplidas ¿Que si Marta
cuchar una vez más a las mujeres del Nuevo Testamen-

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cree todo esto9 La respuesta está en su voluntariosa comprender este añadido de Marta Dice que el título
confesión de Cristo «Yo creo que tú eres el Mesías, el «que ha de venir al mundo» es, junto a «Cristo» e «HIJO
HIJO de Dios que tenía que venir a este mundo» de Dios», el más «significativo» porque «expresa con cla-
Las situaciones de estos dos episodios son muy distin- ridad meridiana la irrupción del más allá en este mun-
tas en la primera era Jesús quien estaba perplejo, quien do» Este título no se encuentra en las otras confesiones
quería información sobre sí y sobre la relación de sus del evangelio de Juan y con este sentido tampoco se ha-
discípulos con él lla nunca en el Nuevo Testamento
En la segunda, quien está perpleja es una mujer pro- Que ha de venir al mundo es, sin embargo, una expre-
fundamente insegura y desconcertada por la muerte de sión frecuente de Jesús sobre sí mismo en el evangelio
su hermano Su confesión no es abstracta ni neutral de Juan El es la luz que ha de venir al mundo «Yo he
Tampoco se pone del lado del vencedor La confesión venido al mundo como la luz, para que todo el que crea
brota de una profunda tristeza y abandono, de la rup- en mí no siga en tinieblas» (12, 46) «Mi misión consiste
tura con todos los lazos vitales que tenía hasta ahora, en dar testimonio de la verdad Precisamente para eso
de la separación de quien dependía su seguridad per- nací y para eso vine al mundo» (18, 37) «Salí del Padre
sonal y probablemente también su seguridad económica y vine al mundo, ahora dejo el mundo para volver al Pa-
En la primera, los discípulos bajarán desde el alto sen- dre» (16, 28) El mundo, el cosmos, tiene aquí un doble
tido de la comunidad con Dios hasta el camino de la significado es objeto del amor de Dios y destinatario de
muerte y de la cruz, desde la esperanza en una vida su revelación, y a la vez es el poder que se rebelará con-
triunfante hasta el camino de la cruz y del fracaso de sus tra Dios y lo rechazará «Vino a los suyos pero los suyos
expectativas personales no le recibieron»
En la segunda comunica Jesús a la desconcertada y La mujer recoge el testimonio que de sí hizo Jesús y
mortalmente afectada mujer el imponente consuelo de con Él se sitúa tan cerca de Él como ningún otro testigo
que El es la resurrección y la vida No le promete sufri- de Cristo ha conseguido Los contrastes que de ahí sur-
miento ni muerte, sino vida y resurrección, no le habla de gen no pueden ser más grandes de una parte Dios, de
esperanza en el mas allá, sino de cumplimiento aquí y otra el mundo dividido Dios se entrega La luz brilla en
ahora las tinieblas Dios entra en este mundo Marta pronuncia
Allí responden los discípulos con la confesión de que esta frase porque ha experimentado a Jesús como quien
ése con quien viven el amanecer de una nueva era, es es luz en las tinieblas, como quien da vida (calor, cer-
HIJO de Dios Aquí responde la mujer con una parecida canía, esperanza) en la muerte y en los sufrimientos de
confesión de fe Sólo se refiere al HIJO de Dios, Dios tam- la muerte No la pronuncia cuando todo va bien y su
bién, muy comprometido con este mundo Tú eres el Me- hermano ha vuelto a la vida La pronuncia cuando nada
sías, el HIJO de Dios que tenía que venir a este mundo como la presencia de Jesús es su luz en su propia os-
En ella, el Cristo toma color, forma, terrenidad Es un curidad Nada se gana, por otro lado, ni se quiere ganar
Cristo concreto y personal No se pide ninguna solución celeste Marta enumera los
«Que ha de venir al mundo » ¿Qué hay de importante conflictos humanamente incompatibles entre si Dios y el
en esta frase 9 El teólogo Bultmann me ha ayudado a mundo, el más allá y el más acá, el poder que salva y el

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poder que mata Pero en su experiencia de la cercanía
de Jesús se ha logrado ya la irrupción del más alia en el tramos en el camino de la cruz En él responde al «se-
más acá «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios que tenía creto mesiánico» con su anuncio de sufrimiento Quien
que venir a este mundo» La imagen bíblica que tenemos a partir de ahora quiera saber quién es realmente Jesús,
de Marta es la de una mujer sensata y pragmática que tendrá que ir con Él, y en el camino experimentará quién
se ocupa de las cosas tanto en la cocina como en la es en verdad «Si alguien quiere reconocer realmente a
vida «Tiene que oler muy mal», dice refiriéndose al ca- Cristo, saber quién es, que lo siga en su vida», dijo el
dáver de su hermano, ya de cuatro días Por eso Marta anabaptista radical Hans Denk en la época de la Refor-
puede poner nombre de una forma especialmente sen- ma No se trata de una ley moral, sino que quiere decir
sata a la paradoja de que Dios se ha hecho hombre, de que sólo conoceremos realmente a Jesús si vivimos con
que el más allá ha irrumpido en este mundo, de que lo él En la comunidad viviente con Jesús aprendemos a
viejo ya ha pasado Como ha dicho Raymond Brown, es comprenderlo, no sólo con nuestra cabeza, sino también
una mujer a la que «el milagro de Jesús se revelará con nuestros corazones, no sólo con la cabeza y el co-
como la resurrección y la vida» ¿Es una casualidad"7 razón, sino con todas nuestras experiencias vitales de
Creo que no alegría y de dolor Esto podría llamarse la confesión total
Hemos conocido dos confesiones que surgen en dos de Cristo Cnstología y cristopraxis son lo mismo Con-
situaciones diferentes y que tendríamos que tratar de si- fesión de Cristo y seguimiento de Cristo coinciden y se
tuarlas juntas, no de oponerlas Deberíamos tomar en se- funden no sólo cuando sufrimos por amor de Dios sino
no a sus portadores y reconocer en la diversidad la ri- también cuando empezamos a vivir en la fe En las ex-
queza de nuestra tradición Pero, sobre todo, debería- periencias de vida que realizamos en la comunidad de
mos recuperar y hacer nuestra la olvidada tradición, Cristo se desmoronan todas las imágenes ideales que
situación y experiencia femenina nos forjamos de Jesús y que expresamos mediante los
A Marta se la ha olvidado y se la ha relegado a la títulos cnstológicos Pues entonces lo experimentamos
cocina Casi nadie conoce el relato de Juan ni su con- como el hermano que camina con nosotros y se ocupa
fesión Pedro, sin embargo, entró en la historia, en la his- de nosotros en el camino de la vida
toria de la Iglesia, y no hay ateo que no lo conozca Si Pero volvamos de nuevo al evangelio de Marcos Allí
la Iglesia es una comunidad de hombres y mujeres, debe Jesús prohibe a los apóstoles el título de Cristo que Pe-
serlo aquí y ahora, y no sólo «en el Espíritu» o escato- dro acaba de darle, y afirma públicamente que el HIJO
lógicamente Ello significaría que habríamos aprendido a del hombre tiene que sufrir mucho, que tiene que morir
oír la voz de las mujeres, tanto de las mayores como de y que resucitará para la vida eterna Y se dirige no sólo
las jóvenes a los discípulos y discípulas sino también al pueblo sen-
cillo —ochlos en griego, min/ung en coreano— y llama
a que le sigan los que quieran «El que quiera seguir-
IV. Confesión de Cristo y seguimiento de Jesús me »
¿Quién es este «HIJO del hombre» que se identifica con
(J ) La respuesta misma de Jesús al problema de Cris-
Jesús? ¿Por qué este «HIJO del hombre» tiene que sufrir
to no es una respuesta teórica sino práctica La encon-
tanto en este mundo, como aquí se dice'? Creo que con
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este «HIJO del hombre» (según Dan 7) se quiere significar demás hombres Todo hombre busca la estima de los
no una persona privada sino una persona corporativa otros, pues se ve siempre a sí mismo a través de los ojos
Es el «hombre humano» tal como ha sido creado por de éstos ¿Qué pasa si nos consagramos en mi país a la
Dios el niño de la justicia y de la paz Y cuando este causa de la paz o de la justicia9 Allí no se nos perseguirá
verdadero «hombre humano» viene a un mundo inhu- ni encarcelará No tendremos que temer por nuestra
mano de violencia e injusticia, entonces tiene que «sufrir vida Pero inmediatamente sentiremos el vacío de nues-
mucho» porque ha de experimentar en su propia carne tros compañeros y vecinos Se dirán por detrás muchas
la oposición de este mundo En realidad, el «HIJO del cosas malas de nosotros Se nos tachará de «idiotas» o
hombre» ya ha sufrido desde el comienzo de la historia de «traidores» a los intereses de nuestro pueblo Incluso
humana Sufrió cuando Caín mató a su hermano Abel, podremos constatar que estaremos fichados como «per-
sufrió cuando el pueblo de Israel fue sometido y perse- sonas peligrosas» en alguna lista de la policía secreta
guido El HIJO del hombre sufre siempre que el hombre Se nos intervendrá el teléfono, se nos controlará la co-
es humillado, ofendido, sometido y explotado por el hom- rrespondencia y muchas cosas más Algunas veces se
bre Jesús echa sobre sus hombros el destino del Hijo del comienza con represalias civiles inofensivas y se termina
hombre en un mundo inhumano Quedan además esos con medidas peligrosas Sabemos muy bien que lo que
sufrimientos que llamamos «sufrimientos de Cristo», que comienza siendo una falta de respeto puede terminar a
no se concretan sólo en Jesús Según el capítulo 11 de veces en la aniquilación
la Carta a los Hebreos, también los «sufrimientos de Is- ¿Nos ayudan estas experiencias a conocer a Jesús?
rael» forman parte del «oprobio de Cristo» Y los sufri- Creo que sí, pues por amor a la humanidad de Dios par-
mientos del pueblo pobre y enfermo, ¿no pertenecen ticipamos en estos «sufrimientos del HIJO del hombre» y
igualmente a los «sufrimientos de Cristo»7 En el JUICIO estamos seguros de su proximidad Sé que hay hombres
final (Mt 25) se dice que el HIJO del hombre está presente que han vuelto a rezar y creer al protestar contra las ar-
en sus «hermanos y hermanas más pequeños» Jesús no mas nucleares y contra los campos de depósitos de
ha venido al mundo de los vencedores Vino a las vícti- bombas rodeados de alambradas Se siente la presencia
mas y él mismo fue una victima para salvar al mundo del Dios vivo a la vista de los medios inhumanos de des-
Yo lo entiendo así por su pasión, Jesús trajo la huma- trucción masiva
nidad de Dios a este mundo inhumano, la paz de Dios a Más adelante habla Jesús de la negación de sí mismo
nuestros conflictos, la justicia divina a nuestra miseria y de llevar la cruz en su seguimiento Personalmente ape-
Soportó la injusticia y la violencia para salvar de ellas a nas tengo experiencia de esto, pero todos somos partí-
la humanidad y para establecer entre nosotros el reino cipes de las experiencias colectivas de la comunidad
humano del HIJO del hombre cristiana a través de sus mártires La cruz fue la res-
El que sigue a Jesús y trata de defender el derecho y puesta de los poderosos de Jerusalén al mensaje y la
la dignidad del hombre en este mundo, experimentará en vida del Jesús hombre, del hombre que era Dios Ejecu-
sí mismo parte del dolor de Cristo Según Marcos, «será ción fue la respuesta de los detentores del poder en Ale-
condenado» Utilicemos una palabra más suave si se- mania a quienes se oponían a la injusticia Ahí está el
guimos a Jesús hemos de contar con el desprecio de los caso de Dietrich Bonhoeffer Asesinato fue en El Salva-

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dor la respuesta del escuadrón de la muerte al camino cocinas, en las situaciones de pobreza y en las reduci-
que el arzobispo Arnulfo Romero hacía con su pueblo das viviendas sociales, en la lucha por un puñado de
No sería bueno que estos recuerdos se reprimieran Creo arroz, en las colas para conseguir alimentos y en el com-
que tanto los mártires como el mismo Jesús son como bate diario contra el desorden y la suciedad Y sucede
una semilla de esperanza Pues el final del Hijo del hom- tanto con delantales llenos de manchas, como con ves-
bre no es la muerte, sino la resurrección, la vida y el reino tidos caseros y en ropa vaquera Y pasa con frecuencia
que no tiene fin Por eso podemos ver su dolor como un sin que nadie se entere y casi siempre sin sueldo alguno
dolor salvador, pues salva a nuestro mundo de las som- El mundo femenino es hoy también el mundo donde
bras de la injusticia y de la violencia Y ¿acaso el sufri- se sufre la violencia física, la violación y el incesto mucho
miento que experimentan los hombres en su comunidad, más de lo que nos imaginamos, donde el poder de la
no es también un sufrimiento liberador? industria estatal utiliza a las mujeres como mano de obra
barata, las deja en el paro antes que a los hombres, las
empuja a la calle y las convierte en una mercancía que
V. Que ha de venir al mundo... se tiene que vender Es et mundo de la humillación calla-
da que ha hecho de la mujer una persona de segunda
(E.) «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios que tenía que categoría y una ayudante del hombre hasta el punto de
venir a este mundo» ¿Qué significa esto hoy para no- que muchas, al ser siempre dependientes, carecen de
sotros? ¿Qué tiene que decirnos la confesión de Marta? personalidad y serán tratadas como niñas Es el mundo
¿Qué significa en primer lugar para las mujeres9 ¿Qué de la soledad y el aislamiento, en el que muchas tienen
significa para esa gente cuya vida, persona y situación que educar por sí solas a sus hijos, mientras la sociedad
apenas hemos reconocido en la Iglesia, pero que desem- fomentará —y la Iglesia esperará— el matrimonio y la
peñan unas tareas necesarias que han mantenido en familia como forma de vida Es el mundo en el que las
vida a las Iglesias' servir, cocinar, lavar, ayudar, cuidar, mujeres luchan hoy en todas partes, y de las formas más
detentar cargos honoríficos? Y vosotras, ¿quién decís variadas, por su concepción de la vida, por el pan y
que soy yo? agua de cada día, por su derecho a decidir y responder
Quisiera comenzar con el añadido personal de Marta, por sí mismas
«que ha de venir al mundo» ¿De qué mundo se trata? Pero también es el mundo donde las mujeres resucitan
No es, desde luego, el mundo de los pulpitos, ni de las de la muerte, del desprecio, del no-ser, donde descubren
cátedras, ni de los despachos ministeriales, ni de las me- su fuerza, utilizan su cabeza y como seres humanos exi-
sas de conferencias Y tampoco el mundo de los colegas gen su derecho a construir un mundo más humano
en el ministerio, de la Iglesia fraternal y de los gremios Tú eres el Mesías, el HIJO de Dios que tenia que venir
que dirigen la Iglesia No es el mundo de la vestimenta a este mundo para que no siga siendo lo que es
talar ni de la americana masculina internacionalmente ¿Y quién es hoy este Mesías?
unificadora Para muchas mujeres no es ya el héroe victorioso a
Es el mundo donde se transmitirá, conservará y con- cuyos pies deben postrarse los pueblos, como se ha pre-
tinuará la vida Y esto sucede en las clínicas y en las dicado durante tanto tiempo, ni tampoco el rey domina-

106 107
dor a quien todo está sometido, como durante siglos ha nidad, las mujeres han sufrido más que configurado la
sostenido la teología cristiana occidental Y tampoco es, vida, la han soportado pasivamente más que acuñado
finalmente, el hombre del concilio Vaticano II del que se Si las mujeres salen hoy de las iglesias y cocinas, si quie-
está alejando la cúpula masculina romana ren introducirse con sus experiencias en la Iglesia y en
Para las mujeres que no se han rendido a la mascu- la sociedad, necesitan imágenes de Dios con las que se
linidad de la Iglesia, es un hombre cuya humanidad se sientan fortalecidas, pues en nuestra Iglesia y en nuestra
ha escondido durante mucho tiempo tras su masculmi- sociedad estamos repletos de imágenes masculinas de
dad Es un hombre que se alegraba, que se quejaba, que Dios como Señor, Rey, Juez, Dominador, Creador Y he-
sufría, que tenía hambre y se sentía cansado, que se en- mos vuelto a redescubrir hoy las olvidadas imágenes fe-
fadaba Un hombre inseguro y que se interrogaba como meninas de Dios que están presentes en la Biblia Dios
nosotros Un hombre que dudaba de Dios y que, nunca como mujer, como mujer en dolores de parto, como no-
perfecto, estaba listo para despegar Un hombre que ma- driza y comadrona, Dios como mujer que tiene que eli-
duró y creció Lo mas importante que las mujeres han minar y desescombrar el caos de cada día Dios como
descubierto es que era realmente un hombre que nece- gallina que cobija a sus polluelos bajo sus alas, Dios
sitaba de los hombres y cuya obra es impensable sin como madre de águilas
ellos Con los hombres se rozó este Jesús, por los hom- Mujeres que dan, mantienen y transmiten la vida ne-
bres fue decepcionado, pero con ellos creció y maduró cesitan nuevas imágenes vivas de Dios, portadoras de
para la obra de su vida Y sobre todo fueron las mujeres vida que les acompañen en sus caminos Necesitan imá-
quienes estuvieron a su lado en los momentos claves de genes de Dios contra la violencia y la destrucción que
su vida experimentan a su alrededor y entre las mujeres De nin-
Este Jesús que se autocomprendió a sí mismo como gún modo necesitan imágenes de héroes o fantasías de
alguien que entre dolores de parto da a luz un mundo vencedores «Dios está sentado y llora —ha dicho una
nuevo, que en su trabajo y en su vida se vio como una mujer— porque la hermosa alfombra de la creación, que
mujer a punto de parir, da hoy valor a las mujeres para con tanto amor ha tejido, esta destrozada y rota en pe-
aceptar su ser-mujer y, luchando por la vida de cada día, dazos» Pero así como las mujeres tienen que seguir
para ofrecer su vida para la vida, para la vida de niños avanzando, trabajando y esperando en una vida abso-
y ancianos lutamente personal, y no deben permanecer inmóviles
«Creo en la totalidad del Salvador», piensan y dicen junto al Dios muerto, sino ver a Dios ante sí que quiere
hoy muchas cristianas Jesús era total, total y absoluta- tejer un nuevo modelo de vida y pide sentarse junto a
mente hombre y nos libera precisamente para que tam- ellas para con ellas tejer la alfombra de la nueva crea-
bién nosotros seamos totalmente hombres Nos libera ción
para que seamos hombres y mujeres que tenemos que Esta es la fe en el Dios vivo, tal como Pedro ha con-
vivir juntos y compartir nuestras tareas en la familia, en fesado, que no se agota en las imágenes y nombres tra-
la Iglesia y en la sociedad dicionales, sino que completa la vida de Dios con la
¿Y quién es ahora este Dios? nuestra y la nuestra con la de Dios
En la Iglesia del pasado y en la historia de la huma- El Dios viviente, cuyo hijo Jesús era el auténtico hom-

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bre humano que se aventuró a venir a este mundo de rresponde lugar, derecho y voz en nuestra Iglesia. De
violencia, explotación y aislamiento. este modo decimos con nuestra propia vida quién es Él:
El más allá ha irrumpido en este mundo. Juntamente el Hijo del Dios vivo, como dijo Pedro, el Hijo del Hombre
con Marta somos llamados a creer en la resurrección y que nos ofrece continuamente vida en y a través de los
la vida aquí y a trabajar y movernos por ellas. demás.
Con Marta somos llamados a no contentarnos con va-
gas promesas para tiempos lejanos. Con Marta somos
remitidos al árbol de la vida, nuestra única esperanza,
en la que todas las cruces de este mundo vuelven a re-
verdecer.

VI. Conclusión: Que tenía que venir al mundo

(J.): ¿Qué significa esto para mí? ¿Quién digo yo que


es? Para mí es Jesús, el hermano, que ha venido a mi
mundo. Cuando ya tenía cercano el fin y quería aban-
donarme a mí mismo, llegó Él a la miseria del campo de
prisioneros de guerra en que me encontraba en 1945, me
encontró y me llevó a su camino.
Jesús fue para mí el portador de una esperanza ilimi-
tada que me levanta cuando me siento derrotado y me
da valor cuando estoy desanimado.
En Jesús siempre he sentido algo del Espíritu del Dios
viviente, del Espíritu que da vida, del Espíritu de la resu-
rrección.
(E.): Hay distintos caminos, diversas culturas, diferen-
tes situaciones vitales. Existen dos sexos, y nosotros he-
mos de percibir la pluralidad de la fe cristiana.
Pero sólo hay un Cristo de cuya vida todos nosotros
recibimos energía. Continuamos su vida aquí y ahora,
una vida en la que no damos valor absoluto a nuestras
propias experiencias, sino en la que continuamente ha-
cemos nuevo sitio a su vida, a su historia, a su muerte y
a su resurrección. Y en este sitio prestamos atención a
quienes hasta ahora carecían de ella y a quienes co-

110 111
LA CURACIÓN DE LA MUJER ENCORVADA *

«Un sábado estaba Jesús enseñando en una sinago-


ga, y había allí una mujer que desde hacía dieciocho
años estaba poseída por un espíritu que le producía una
enfermedad; estaba encorvada y no podía enderezarse
del todo. Jesús, al verla, la llamó y le dijo:
—Mujer, quedas libre de tu enfermedad.
Le impuso las manos, y en el acto se enderezó y se
puso a alabar a Dios. El jefe de la sinagoga, indignado
porque Jesús curaba en sábado, empezó a decir a la
gente:
—Hay seis días en que se puede trabajar. Venid a cu-
raros en esos seis dias y no en sábado.
El Señor le respondió:
—¡Hipócritas! ¿No suelta cada uno de vosotros su
buey o su asno del pesebre en sábado para llevarlo a
beber? Y a ésta, que es una hija de Abraham, a la que
Satanás tenía atada hace dieciocho años, ¿no se la po-
día soltar de su atadura en sábado? Al hablar así, que-
daban confusos sus adversarios, pero toda la gente se
alegraba por los milagros que hacía» (Le 13, 10-17).
Elisabeth: Todas las mujeres que escuchan este relato

* Liturgia comunitaria en la segunda cadena de la televisión ale-


mana el 15 de octubre de 1989, en Sexau

113
de la mujer encorvada, podrían contar muy bien a con- Y entonces se oye que le dice a la mujer Quedas libre
tinuación sus propias historias de humillaciones, agra- de tu enfermedad Quedas libre de lo que te oprime a ti
vios, sobrecargas de trabajo y enfermedades que jalo- y a tu cuerpo Quedas libre de lo que te pesa del poco
naron su erguido caminar y que les causaron problemas aprecio, del desprecio, del miedo al futuro
de columna vertebral y jorobas prematuras Queremos Pero es más fácil decirlo que hacerlo ¿Cómo volverá
examinar precisamente, una vez más, esta historia fe- a tener una espalda correcta7 ¿Cómo será curada? La
menina salvación se realiza sólo con palabras Tampoco noso-
Es sábado, dfa de fiesta Sábado judío La sinagoga tros eliminaremos nuestras opresiones y agobios sólo
está completamente abarrotada porque todos quieren con palabras de ánimo Jesús va más allá Le impone las
ver y oír al maestro y curador milagroso que es Jesús manos, y en esta cálida corriente de donación y cercanía
Éste se encuentra perdido entre la multitud Pero su mi- corporal puede de nuevo enderezarse Nosotros nos en-
rada no se detiene en las personas importantes que se tregamos unos a otros cuando confiamos mutuamente
han apretujado en primera fila y que se han situado en Cuando nos separamos de un hombre —bien por una
primer plano Pasa por encima de todos los hombres im- riña, bien por un alejamiento en el espacio—y volvemos
portantes y de todos los que se sienten grandes y signi- a abrazarnos de nuevo, una corriente cálida atraviesa
ficativos y se fija en una mujer No una mujer cualquiera, nuestro cuerpo Así tiene que haberlo experimentado la
sino una mujer más pequeña que las demás, que está mujer todos los músculos se relajan, todas las tensiones
tan encorvada que resulta imposible verla, y le dice que
desaparecen
venga a Él Plásticamente, me imagino así la escena to-
dos los que se creían importantes y superiores tienen Desde hacía ocho años estaba enferma, y ello signifi-
que abrir paso a esta figura insignificante y encorvada ca no sólo que sufría, sino que socialmente estaba mar-
Ahora está en el centro y es el centro de todas las mi- ginada, aislada de los demás seres humanos
radas Y también me imagino lo penoso que debe resul- La salvación implica que asumamos nuestras parti-
tarle a ella |Así, de repente, con su deformidad, en el cularidades La salvación implica que un hombre elimine
punto de mira1 Igual de penoso que lo que a menudo todas las barreras levantadas por la sociedad
sucede a muchas mujeres en la Iglesia verse, tomarse La salvación implica que todos experimentemos
en serio a sí mismas y sus problemas y manifestar sus donación, calor y cercanía La salvación como mujeres
quejas incluye que nos liberemos de todo tipo de opresión y su-
Dios no quiere que las mujeres sean insignificantes misión, y que se nos reconozca como personas huma-
Dios no quiere que las mujeres sigan invisibles, que estén nas plenas y completas Como personas humanas con
agazapadas y oprimidas, que lleven cargas que las des- sus propias angustias, preocupaciones, encorvamientos,
trocen, que se consideren a sí mismas pequeñas, irrele- esperanzas y posibilidades ocultas En esta cálida co-
vantes, inferiores Por eso Jesús puso en el medio a esta rriente la mujer se endereza, se yergue En esta cálida
mujer y llama la atención sobre ella Es lo que queremos corriente de donación, diálogo y confianza podemos er-
hacer también nosotros en esta celebración llamar la guirnos de nuevo
atención sobre las mujeres Para la mujer, el mundo ha dado últimamente un giro

114 115
i.ipidlsimo Intentemos ver cómo era para ella hace die-
quiere que ninguna mujer sea insignificante Jesús se
ciocho años si miramos al suelo, estará más oscuro, ve-
pone de parte de la mujer y la libera de su aislamiento
remos la tierra, el polvo y todo eso que está a los pies La ayuda a vivir, a caminar erguida y le da los mismos
Pero si levantamos la cabeza y miramos hacia arriba, derechos en su comunidad
constatamos la diferencia vemos luz Vemos lo que hay
(J ) Todos los hombres que escuchan este relato de
a nuestro alrededor Vemos lo que hay por encima de Jesús y de la mujer encorvada, podrían añadir también
nosotros Percibimos nuevos colores, nuevos puntos de su historia, pero será algo distinta Los jóvenes también
vista, nuevas perspectivas El mundo parece otro, más están «encorvados», quizás «desde muy pronto» para
amplio, más plural El cambio es impresionante y la mujer que un día puedan ser hombres, duros al recibir y duros
da gracias a Dios al dar Mi propia juventud transcurrió durante el Tercer
Pero esta acción causa también disgusto La ley quie- Reich y se desarrolló entre la escuela y la formación pre-
re que en sábado no se haga nada, que no se realice militar «Bienaventurado todo lo que hace fuerte» y «un
ninguna salvación La gente de buen tono se rebela con- muchacho jamás llora» Si tiene dolores, que apriete los
tra la ruptura de las costumbres sociales y religiosas ¡Y dientes «Aprende a dominarte a ti mismo, sólo así po-
todo esto por culpa de una mujer insignificante y encor- drás un día dominar a los demás y ser un Jefe»
vada1 Pero Jesús responde que quienes ahora protestan, Todavía sigo oyendo estas frases con las que fuimos
no dejan que el sábado se muera su ganado y lo llevan amaestrados y endurecidos, que secuestraron nuestras
a abrevar Ellos se preocupan por la vida de su ganado vivencias y sentimientos, que nos llenaron de miedo ante
Él se preocupa por la vida de la mujer Y entonces se nosotros mismos y nos volvieron agresivos frente a los
dirige a ella con un nombre único en la Biblia la llama demás «No eres nada, no sabes nada tienes que ser
«hija de Abraham» Hasta ahora sólo los hombres eran alguien, porque si no, estarás siempre debajo», así se
lamados «hijos de Abraham», pero a partir de este mo- nos preparó para la lucha por la vida
mento una mujer, una mujer enferma y curada, entra a ¿Quién nos enderezará de nuevo9 ¿Quién nos liberará
formar parte de la descendencia de Abraham No sólo de este tipo de masculinidad para convertirnos otra vez
los hijos representan algo en la comunidad de Jesús, en hombres, en hombres completos con cuerpo y alma,
también a partir de ahora las mujeres reciben un trato con inteligencia y sentimiento7
similar No son de segunda fila, ni el otro sexo, ni sen- Me acuerdo de la época postenor a la guerra cuando,
cillamente mujeres casadas En la Iglesia de Jesús tienen derrotado y desmoronado, volví del campo de prisione-
los mismos derechos, transmiten la herencia religiosa ros sintiéndome incapacitado para todo Yo no había
Dios no tiene sólo hijos fuertes Tiene también hijas que hecho nada Lo único que había aprendido era a ha-
deben ir por la vida erguidas y despiertas Dios quiere cerme pequeño para salir del paso, a no llamar la aten-
i que en la Iglesia las mujeres no se limiten a bajar la ca- ción para no ser castigado La verdad es que yo también
beza y a decir amén, sino que se consideren hijas de estaba encorvado, disminuido, recortado La autocon-
Dios, utilicen su cabeza, aporten sus puntos de vista y ciencia se había convertido en autodesprecio y auto-
aprendan también a decir «no» compasión
Dios llama a las mujeres a salir del «anonimato» Dios ¿Qué es lo que me ha enderezado? Creo que en rea-

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Iidad fueron los hombres que creyeron que era capaz de las mujeres y los encorvamientos de los hombres? Puede
hacer lo que a mí me parecía imposible Creo que fue un ser que los hombres aprendan desde muy pronto a tras-
hombre que me amó y para quien yo era bueno, com- ladar a los otros los puntapiés que han experimentado
pleto y hermoso Esta maravillosa experiencia hizo crecer El miedo hace agresivo al hombre Entonces se vuelve
la confianza en mí mismo, volví a sentir aprecio por mí, solitario A las mujeres les podría suceder que se vuelvan
y poco a poco mi encorvada alma fue poniéndose de- pacientes, sufridoras, calladas y humildes para mantener
recha Pude romper la red de estas opresiones juveniles las relaciones y evitar así la soledad Diluyen antes su
y ya nunca más me impresionó Me convertí en un hom- propio yo Pero es claro que ambas cosas son mortales
bre libre y me arriesgue a andar derecho con la cabeza Uno molesta al otro, ésta es la ley de un mundo encor-
erguida vado, de consciente brutalidad y liberadora tolerancia,
¿Por qué cuento esta historia personal que posible- de hombres erguidos y mujeres encorvadas, de mujeres
mente no interesa a nadie7 La cuento porque una y otra habladoras y hombres silenciosos |Un mundo nada hu-
vez he observado en otros experiencias similares mano1
Es el caso del estudiante con problemas, que se atas- Una mujer marginada se enderezó cuando Jesús la
ca cuando habla y que nadie le escucha Los demás es- curó Se encontraba muy mal y encogida de dolor
tudiantes piensan al fin y al cabo no pone nada de su Nosotros podemos vivir en el Espíritu de Jesús y en-
parte, El termina por creérselo y por considerarse inferior derezarnos mutuamente No seremos, desde luego, unos
Cuando le conocí me pareció que sería capaz de supe- hacedores de milagros como Jesús Pero podemos ayu-
rarse y, con gran sorpresa por su parte, le encomendé darnos a llevar las cargas Lo peor no son los defectos
un importante trabajo sobre un tema complicado Lo corporales, dicen muchos con perplejidad, sino la mar-
hizo con soltura, encontró luego una profesión y una gmación social que provoca la falta de atención de los
mujer, y finalmente ha superado por completo la parali- demás No es la marginación lo que provoca la enfer-
zante sensación de ser marginado por su problema medad, sino el hecho de que uno ya no confía en sí y
Es también el caso de la tímida estudiante que en el empieza a despreciarse a sí mismo La marginación so-
seminario nunca decía nada porque no confiaba en sí cial de los marginados no es necesaria Y podemos su-
misma al ver cómo los estudiantes varones hablaban tan perarla si nos aceptamos mutuamente en Jesucristo tal
alto y tan largo Cuando me di cuenta de lo inteligente como somos La tristeza interior de los marginados no es
que era, le dije lo siguiente «En la próxima sesión del necesaria Podemos superarla si nos donamos mutua-
seminario dirija usted la discusión» Naturalmente no se mente en la fe del Espíritu de Jesús Jesús creyó en la
creía capacitada para ello y hubiera querido desapare- mujer encorvada para Él era «una hija de Abraham»,
cer Pero la discusión resultó extraordinaria La dirigió una elegida, una especie de hija real Por eso El la curó
perfectamente y muchos la admiraron Salió de ella con Pero fue ella quien se enderezó a sí misma Creo que, en
la cabeza alta Había logrado la ruptura Había encon- el Espíritu de Jesús, nosotros podemos hacer algo pa-
trado un pequeño trozo de si misma que la había libe- recido nada de compasión, que nos hace dependientes,
rado de su angustia sino ayudar a los demás para ayudarnos a nosotros mis-
¿Hay alguna diferencia entre los encorvamientos de mos Necesitamos siempre un poco de confianza, un pe-

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queño signo de aliento, para enderezarnos y ponernos
de pie.
En el Espíritu de Jesús experimentamos el amplio es-
pacio de libertad en eí que cada hombre y cada mujer
puede desenvolverse a su modo sin orgullo, pero tam-
bién sin miedo. ¡Abrámonos mutuamente a este espacio ÍNDICE
libre de Dios! ¡Creamos unos en otros!
Introducción 5

Sobre la imagen de Dios 11


Dios-Padre (Elisabeth Moltmann-Wendel) 11
Dios-Madre (Jürgen Moltmann) 21

Para una teología de la cruz 29


La cruz de Cristo: dolor del amor de Dios 29
Gólgota 32
La entrega del Hijo 34
¿Apatía o pasión de Dios? 38
Consuelo del crucificado 42

¿Existe una teología feminista de la cruz? 47


La teología de la cruz y su crítica 51
La cruz como legitimación de la violencia 54
La cruz como causa de la ética de sumisión 57
Teología feminista de la cruz 60

Ser hombre en una nueva comunidad de mujeres y


hombres 69

Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? La confesión


de Pedro y la confesión de Marta 89

La curación de la mujer encorvada 113

120 121

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