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PUREZA EN LA SEXUALIDAD

“Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que


cualquiera que mira a una mujer para codiciarla ya adulteró con ella en su
corazón.” Mateo 5:27-28

No hay batalla más grande para muchos hombres que ésta. Tú piensas que
eres tú solamente. Piensas que estás sólo pero te sorprendería saber que la
gran mayoría de los hombres en esta sociedad modernista tienen una batalla
de aspecto sexual de una manera u otra.

Padres, esposos, abuelos, líderes, laicos, pastores… Este es un aspecto en la


vida del hombre del cual el enemigo se ha aprovechado por años y ha
llegado el momento de que seas libre.

Comenzando con este estándar de pureza del que nos habla Jesús en Mateo
5:27-28 somos muchos los que terminamos muy cortos de estar puros en
nuestra vida delante de nuestro Dios.

Aunque muchas personas no puedan ver nuestros pensamientos, nosotros


sabemos que Dios está escuchándolos tan alto como un trueno en un día
lluvioso. Y nuestros pensamientos como hombres muchas veces no giran
alrededor de la gloria de Dios, sino alrededor de la gloria que nosotros
como hombres vemos en el cuerpo de la mujer.

Hay tantos varones jóvenes y no tan jóvenes que no pueden dejar de


prender el televisor después de las 11:00 de la noche buscando escenas
eróticas en alguna película con la cual darse gratificación sexual mientras
fantasea con las actrices o alguien más.

Hay tantos hombres que un domingo en la mañana después de salir de la


iglesia se encuentran viendo el periódico solo para buscar la sección donde
aparece la mujer con ropas intimas para imaginar y hasta recordar.

Hay tantos que van a la cama con una mujer que apenas conocen. Hombres
de negocios que no pueden dejar de llegar al hotel y ordenar una película
pornográfica. Y algunos hasta una mujer que los complazca.
Pastores que no han podido evitar la tentación de mirar con deseo a esa
joven que necesita un consejo. Tantos ejemplos… Y muchos más.

Pero hay esperanza, no tienes por qué sentirte que no puedes pelear contra
tus deseos. Yo sé que llevas muchos años tratando de salir de tus propios
pensamientos.

Pero no puedes confiar en tus propias fuerzas, necesitas una intervención del
Padre Celestial. Luego necesitas buscar ayuda, necesitas poner en práctica
unas cosas muy sencillas pero muy esenciales para poder salir a adelante.

Necesitas dejar las películas, la televisión en la noche, revistas, chistes de


doble sentido, fotos, música, amigos y mucho más importante tus acciones.
Mateo 5:29-30

1. PROPONTE MIRAR A LAS MUJERES A LOS OJOS SIEMPRE. Desvía tu


mirada de aquello que te hace caer.
2. Ora sin cesar por ti mismo. Pide a Dios que te permita ver a las
personas como son por dentro y quita tu mirada de lo externo.

Yo sé que muchas personas piensan que estoy siendo extremista. Pero sé


que para ti que llevas batallando con esto hace tanto tiempo, necesitas un
cambio radical. ¿Cómo sé esto? Porque yo también he pasado por eso. Sé
que has tratado de buscar a Dios de muchas maneras, pero no te has dado
cuenta que hay algo que sigue interponiéndose entre tú y Él: Tú impureza.
Por eso tu vida sigue siendo ese sube y baja. Cerca y lejos de Dios. No
puedes quitarte la culpa de tu mente y sigues preguntándote si las cosas
salen mal por tu pecado.

En Dios hay liberación. Aún cuando esto sea un problema de generaciones,


Dios puede romper con ese patrón. Confía en Él. Y lo más importante es que
nunca, nunca te des por vencido.

“…Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores de los cuales yo
soy el primero. Pero Dios tuvo misericordia de mi para que Jesucristo
mostrara en mí toda su paciencia. Así yo vine a ser ejemplo de los que
habían de creer en Él para obtener vida eterna.” 1 Timoteo 1:15-16

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