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Reseña del príncipe.

Dedicatoria a Lorenzo de Médicis. Aquí Maquiavelo, le dice al príncipe que el le esta brindando lo
más valioso que posee, tal cosa es, el previo conocimiento que ha adquirido a lo largo de toda su
vida, pues bien es algo que debe aprecias ya que se lo esta brindando en un libro que puede leer en
dos horas.

Capítulo I: De las distintas clases de principados y de la forma que se adquieren. Pueden ser
de dos formas, las cuales son: o totalmente nuevos o hereditarios. Y se adquieren por la virtud o la
fortuna, o por las armas propias o las ajenas.

Capítulo II: De los Principados Hereditarios. Maquiavelo considera que estos son más fáciles de
conservar ya que solo se trata de seguir la forma de gobernar, ya que el pueblo esta acostumbrado
a tal forma de gobierno.

Capítulo III: De los principados Mixtos. Es aquí donde surgen inconvenientes a la hora de gobernar,
ya que los hombres cambian de príncipe con la esperanza de cambio, pero, pronto se darán cuenta
de que esto no es posible, y que habrán perdido, haciendo, esto, que se levanten en armas contra
su príncipe.

NOTA: para conservar estos principados solo basta con hacerse respetar, eliminando a la familia del
príncipe antiguo, además no se deben alterar los impuestos para volverse similar al antiguo príncipe.
Ahora, cuando se conquista una provincia lejana, lo recomendable es irse a vivir allí, ya que, los
ciudadanos estarán contentos con el príncipe allí, además, así el príncipe verá nacer los problemas y
los acabará antes de que se hagan grandes. Otra opción es enviar colonias para que sirvan de
vínculos entre la provincia y el príncipe. Por último, a los hombres deben ofenderse de forma que no
puedan vengarse, es decir, hay que destruirlos, ya que de las pequeñas ofensas se pueden vengar.

Capítulo IV: Por qué el reino de Darío ocupado por Alejandro, no se sublevó en contra de sus
sucesores aún después de su muerte. Hay dos formas de gobernar:

*En compañía del pueblo (proletariado). Resulta esta forma de gobierno muy recomendable ya que
allí el príncipe se convierta en la única figura poderosa y esto hará que los demás se sientan en
condición de obedecer.

*En compañía de la nobleza. Este caso no es muy recomendado, pues bien, en este caso los nobles
estarán a la altura del príncipe, e incluso están en condición de atacarlo, por lo que su vida estará
en peligro y su voz no será de total mandato.

En conclusión, la mejor forma de gobierno es en compañía del pueblo (proletariado) ya que tendrás
más mandato y peligrará menos tu vida.

Capítulo V: De qué modo hay que gobernar las ciudades o principados que antes de ser ocupados
se regían por sus propias leyes. Para esto hay tres formas de hacerlo:

*Destruirlas. Esta es la forma recomendada por Maquiavelo, ya que así el príncipe se hará respetar.

*Vivir allí. También es recomendable (siempre y cuando se quiera evitar la destrucción), pero aquí
hay ciertos problemas, ya que las personas de una manera u otra se sentirán reprimidas e intentarán
liberarse de ello.
*Dejarlas vivir con las leyes que tienen creando un principado minoritario. Esto no se recomienda
porque el príncipe no será un mandatario, mas bien estará “BLOQUEADO” por el pueblo.

Capítulo VI: De los principados que se adquieren con las armas propias y el talento personal.
Consiste en poner la mira en un objetivo mucho mas alto que el que se pretende alcanzar ya que no
se podrá alcanzar lo que exactamente se propone. Otro punto clave es estar bien armado, tanto par
adquirir el principado como para conservarlo cuando las personas ya no quieran creer hacer que lo
hagan por la fuerza (armas)

Capítulo VII: De los principados nuevos que se adquieren por las armas y la fortuna de otros. Es
muy fácil obtenerlo (ya sea comprándolo o recibiéndolo como regalo) pero es otra historia a la hora
de conservarlos, ya que, quien los adquiere no tiene experiencia de gobierno y carece de aliados
para que le ayuden a ejercer el poder. Pero, aún con todo esto, nunca es tarde para crear las bases
y cimientos para crear un principado ejemplar

Capítulo VIII: De los que llegaron al principado mediante crímenes. Pueden considerarse como
golpes de estado y casos extremos para ser el único poderoso, y poder mandar a gusto. En pocas
palabras, acabar con quien se interponga entre mí y el objetivo o a quien pueda significar una
amenaza, también consiste en mentir y traicionar amigos si es necesario.

Capítulo IX: Del principado civil. Es un modo de gobierno que debe estar apoyado por el
proletariado o por los nobles, en este caso, una de las dos corrientes nombradas, seleccionara a un
personaje como príncipe. En el caso del proletariado, lo hacen con el fin de que los defienda. En el
caso de los nobles lo hacen para poder reprimir al proletariado con una figura de mando. Es
necesario para el príncipe estar de lado del pueblo sin importar quien te halla elegido, pues, el
pueblo es manipulable mientras que los nobles significaran una amenaza para el y no están
obligados a serle fieles.

Capítulo X: Cómo deben medirse las fuerzas de todos los principados. Los más fuertes son los que
pueden defenderse en batalla y por el otro lado los mas débiles serían los que no están en esta
condición.

Capítulo XI: De los principados eclesiásticos. Estos se pueden adquirir de cualquier forma. Son los
principados religiosos, allí no hay una preocupación por ejercer un estricto mandato y el pueblo
tampoco se muestra en tal necesidad de ser mandado.

Capítulo XII: De las distintas clases de milicias y de los sodados mercenarios. Se hablará aquí de las
distintas formas de ataque y de defensa. Esto es muy necesario porque donde hay buenas leyes hay
armas y donde hay armas hay buenas leyes. Pueden ser propias, mercenarias, auxiliares o mixtas.
Las auxiliares y las mercenarias son inútiles, ya que pueden llegar a ganar, pero no se lo tomarán a
pecho ya que no es tanta la paga además en caso de ganar pedirán pago, con lo cual, dejarán al rey
en la ruina igualmente. En conclusión, es mejor pelear con las tropas propias, ya que, estarán mas
comprometidos con el príncipe y al final de la guerra no se les tendrá que pagar.

Capítulo XIII: De los soldados auxiliares, mixtos y propios. Las tropas auxiliares son inútiles para
quien las solicita ya que así gane con ellas se hará esclavo de quien envió tales tropas en su apoyo,
además son peores que las mercenarias, porque solo reciben ordenes de su príncipe. (como ejemplo
David y Goliad) sin milicias propias no hay principado seguro.
Capítulo XIV: De los deberes de un príncipe para con la milicia. Esta es una responsabilidad del
príncipe, ya que esto conserva a los príncipes en su puesto y puede otorgarle uno a un ciudadano
que conozca del arte de la guerra. El príncipe esta casi que en la obligación de ser experto en el arte
de la guerra si quiere seguir siendo príncipe.

Capítulo XV: De aquellas cosas por las cuales los hombres, especialmente los príncipes son
alabados o censurados. El príncipe debe ser realista. El príncipe puede hacerse odiar si es rapaz,
mezquino, tacaño y si se mete con la mujer de uno de sus servidores.

Capítulo XVI: De la prodigalidad y de la avaricia. Un príncipe no debe dejarse tachar de tacaño y no


debe despojar a sus súbditos y no expoliar, pues de esta manera se ganará la imagen de tacaño.

Capítulo XVII: De la crueldad y la clemencia, y si es mejor ser amado que temido o viceversa. Todos
los príncipes deben desear ser temidos, pues los príncipes temidos no serán pisoteados ya que ese
temor genera un respeto. Ahora, si es amado pasará todo lo contrario porque el que ama perdona
y eso hará que los hombres no teman a castigo porque serán perdonados de igual forma.

Capítulo XVIII: De qué modo los príncipes deben cumplir sus promesas. El príncipe debe ser como
el zorro y a la vez como un león, ya que debe evadir las trampas, pero también ser fuerte. Además,
el príncipe siempre encontrará a quien engañar. También debe ser muy listo para fingir con gran
sutileza para no ser descubierto.

Capítulo XIX: De qué modo debe evitarse ser despreciado y odiado. Simplemente debe evitar ser
rapaz, expoliador, apoderarse de los bienes y de las mujeres de los hombres, ya que los hombres,
siempre y cuando, tengan sus bienes vivirán contentos. De hacerse odiar peligra a recibir un golpe
de estado, pero, si, por el contrario, tiene al pueblo de amigo estos mismos se encargarán de
defenderlo.

Capítulo XX: Si las fortalezas, y muchas cosas que el príncipe hace son útiles. Ser fuerte es en este
caso totalmente necesario, ya que hay que tener el pueblo de bolsillo.

Capítulo XXI: Como debe comportarse un príncipe para ser estimado. el príncipe debe ser amigo
de los ciudadanos concediéndoles detalles por las acciones bunas que realicen, pero esta “amistad”
debe ser neutral.

Capítulo XXII: De los secretarios del príncipe. Deben de ser capaces y fieles. De tal elección se
considera que tan listo es el príncipe, ya que hacer tal elección mal significa un grave error. Para
conocer a un ministro solo basta ver que tanto se preocupa él por sí mismo y que tanto se preocupa
por el príncipe, pues bien, si se preocupa demasiado por sí mismo es un mal ministro.

Capítulo XXIII: Cómo huir de los aduladores. En este caso debe escuchar a sus consejeros. Debe
pedir consejo siempre y escuchar solo a sus concejeros.

Capítulo XXIV: Por qué los príncipes de Italia perdieron sus estados. No siguieron las reglas que ya
han sido expuestas. Fueron descuidados, además se hicieron enemigos del pueblo.

Capítulo XXV: Del poder de la fortuna, de las cosas humanas y de los medios para obtenérsele. La
fortuna es juez de la mitad de nuestras acciones. La ruina de un príncipe se debe a que un príncipe
que se cegué solo a la fortuna perece en cuanto esta cambia.
Capítulo XXVI: Exhortación a liberar a Italia de los bárbaros. Italia se encuentra en las siguientes
condiciones: “esclavizada, desorganizada y estropeada y vuestra casa está en la capacidad de
liberarla y yo le he mostrado como hacerlo” (el príncipe).

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