(Doy por z,avzdo todo lo soñado. iszdora morias: biografía maquillada de nove: somne para escuchar lo maravilloso. Aguirre Plaza & Junés Edatores, S.A ) la. Y se echa de menos más biografía y Como adentro de este pasaje: “Quédate menos disfraz de novela: más Laura y quieta y cierra los ojos. Si aguzas el oí- menos monigotes. do podrás percibir !os trabajos del ESDE un comienzo, novela de Las mujeres que vienen dotadas !iempo. Y ella aprendió a distinguir el saivataje Urge rescatar recuer- para escribir recuerdos, sóio en falián- ts ts’ de las polillas anidando en las te- dos ante ei peligro de que el ofi- doles lo biogi-afico, debieran entonces las, el ‘tctctc’ de esos bichos que Loren- cio sea fusilado y ¡a vida quede huép noveiarse. Isidora Aguirre se ha deia- zo llamaba comejeoíes horadando puer- fana de arte De modo que la narrado- tado como una memorialista que desde tas, y el ‘pocode una teja de arcilla que ra, por no smcurnbii- a su presente, se ahora adeuda compartirse sin los siete caía blandamente y se desmigajaba en- refugia eri ¡u.pdsado. todo elio tiempo y velos de la novelería. tre los helechos del tercer patio. Y los tiempos. de Chire Así la abra se rela- Aquí hay que soportar personajes shjj shjj’ del emi>apelado que se super- ciona con La Deaasperunzú, ae José Do- que de confusos resbalan a falsos, en ponía sobre .el adobe de íos muros ... y, noso. y con La casa de los espzrzius, de tanto que Laura se estatuye, y sin es- por último, descubría esas heridas de Isabel Allende Para un lector extran- fuerzo fascina. Tanto más ameno hu- clavo que escurrían una tierra negra y jero no habrá ni el más mínimo aporte biera sido quedarse conociendo a Lau- reseca con un ruido engañoso de brisa ,de información sobre lo que el presen- ra, y que se llevaran los hist,oricismos marina”. te de Chile haya sido o esté siendo. Se de la familia Cupper. Tal como lo dice Pero hay todavía más tesoros que optó por la estrategia del silencio.. Anatolio: “Parece un partido de fútbol: oírle al silencio. Seguimos dentro de la Tenemos la narración enfocada ha- Freire le pasa la pelota a. Blanco. Blan- hechicería faraónica. de no escuchar lo cia los bisabuelos Isolda y Johri, hacia co se la entrega a Eyzaguirre, gol de ñn- presente, para vivificarnos en lo pasa- fante. Vuelve a tomar la pelota Freire, se vuelven teatro, pudo haber sido más íos padres Laura y Fermín, y hacia hija generosa con todos los diálogos, excep- do: “Si logras horadar el silencio hasta y yerno: Palmira y Lorenzo. De esas se la pasa a Pinto ... jme dejó mareado y lo más recóndito - d e c í a Lorenzo-, oi- to los líricos entre Palmira y Lorenzo. tres parejas, la del medio, la de Laura y ‘ no entendí absolutamente nada!”. pues desafinan y estorban: éstos debie- rás la trizadura de un vidrio. Hay uno a Fermín,.es la más viva y vital. Eclipsa Lo ingenioso no siempre es cómico ran barrerse para esmerar el ambiente. punto de caer en la galeria”. a las otras. Tantooque las relega a lo in- y suele ser forzado. Pero en total queda Siendo menos, no logran estar a la al- Agazapados .en la sombra, aguar- necesario. Terminada la lectura, sólo una verba graciosa. No para reírse a ca- tura del mundo que Laura afianza. Pro- daba las señales: “la trizadura ahon- Laura parece de verdad, persona más da rato ni a carcajadas: sería utópico blema de proporción. Toda la obra de- dándose en un suspiro, la abertura de allá de mero personaje, criatura que pretender el mismo voltaje humorís- senrolla una serie de propuestas y anu- los labios del vidrio con silbidos apenas puebla el exigentísimo mundo de la li- tico página a página, y son doscientas audibles y el jolgorio cristalino cuando cuarenta. Basta gozarlo en frases que lamientos, planes y fracasos, a medida teratura. Isidora Aguirre ha empadro- que el tono de cada personaje se define caía sobre el piso embaldosado” ... “Y nado allí a esa Laura que no es artifi- alegran un capítulo entero. Dos ejem- por contraste con la voz de Laura. Este pudo oir lo que Laura escuchaba en sus ciosa como los demás meros figurones. plos: ... predijo que si continuaban las como darwinismo, estético puede ser remiendos de trasnoche: el paso ater- Lástima que la narradora haya sen- marejadas devorándonos la costa, en trama dentro de la trama: sería el con- ciopelado de los gatos sobre las tejas de tido la necesidad de enmar.añar la evo- un futuro no muy lejano tendríamos flicto de los personajes por vivificarse arcilla, los crujidos del níspero cuando cación. Porque cada vez que la deja que caminar de a uno y de perfil, como en personas. eri la brisa nocturna se le adormeeían irradiarse sola, sucede el milagro de en los frisos egipcios, entre la cordille- los pájaros ... . ra y el mar”. “... su bebé, Chumita, he- No conocemos a la narradora que esa presencia: h u r a retratándose en está sobreviviendo, gracias a su madre, Al lado de esta portentosa audi- acciones y paiabras. redero del oído absoluto del padre, le y, puesto que aún se esconde, ella re- ción, todos los recados astrales que las ignoro hasta qué punto se citia a lo había rogado desde la cuna: Mamita, Lamor confabulaban resultan^ patéticos pol favol no me cante na, iquiele?’ ”. sulta un espíritu en eco a la rozagancia real; supongo que bajo mucha fantasía de Laura. Ultimo espiritismo, en obra rasguños al Más Allá. haya soportes históricos; el conjunto Tal humor se confabula con una Paréntesis -“Lamor”, es decir las frivolidad estoka, disfrutada como fi- pululada de espíritus: La madre muer- entrega la ilusión de un Cuento de he- ta que da vida a la hija que la recuerda. Morla zapallarinas, reciben aquí segun- chos reales -y de cuento aún anfibio losofía de vida y de casta. Por ejemplo: Conjuro del arte, magia egipcia: Los do homenaje o segundo croquis. Ya sea entre lo real y lo fantasioso. Prima lo “... acostumbrarnos desde ya a una vi- da sobria. Mi madre, en cambio, opi- muertos allegados con toda cortesía y en biografía objetiva o en entrevistas a vivido sobre lo soñado ... cariño. testigos, urge el retrato total. Convence cuando la narración se. naba que había que disfrutar mientras se pudiera, para que así, llegado el mo- Dos valencias dotan a Isidora Agui- Confabulando, a SU vez, lo Cómic0 aloja en lo sensoriai de un suceso, me- rre; oído psicológico y oído poético. En con Io lírico, escuchando en turnos a nos adornado de fantasía. Por t.odo ello, mento, tomáramos la pobreza como una ‘novedad’ ”. el fondo, atención a lo ajeno. Captación gente y cosas, Isidora Aguirre sería la en este memorándum es lógico que uno alerta de lo que, al hablar autorretra- Scherezade de Chile, la qlue a Puro sienta, más que novela, libro de me- En esta obra, cuyas mejores partes tan las personas, y sensibilidad de in- cuento demora su plazo.