Está en la página 1de 1

6.

3-4
--‘

Por Lcíis Vargas Saavedra 8QO ‘2.03 f o $


(Doy por z,avzdo todo lo soñado. iszdora morias: biografía maquillada de nove: somne para escuchar lo maravilloso.
Aguirre Plaza & Junés Edatores, S.A ) la. Y se echa de menos más biografía y Como adentro de este pasaje: “Quédate
menos disfraz de novela: más Laura y quieta y cierra los ojos. Si aguzas el oí-
menos monigotes. do podrás percibir !os trabajos del
ESDE un comienzo, novela de Las mujeres que vienen dotadas !iempo. Y ella aprendió a distinguir el
saivataje Urge rescatar recuer- para escribir recuerdos, sóio en falián- ts ts’ de las polillas anidando en las te-
dos ante ei peligro de que el ofi- doles lo biogi-afico, debieran entonces las, el ‘tctctc’ de esos bichos que Loren-
cio sea fusilado y ¡a vida quede huép noveiarse. Isidora Aguirre se ha deia- zo llamaba comejeoíes horadando puer-
fana de arte De modo que la narrado- tado como una memorialista que desde tas, y el ‘pocode una teja de arcilla que
ra, por no smcurnbii- a su presente, se ahora adeuda compartirse sin los siete caía blandamente y se desmigajaba en-
refugia eri ¡u.pdsado. todo elio tiempo y velos de la novelería. tre los helechos del tercer patio. Y los
tiempos. de Chire Así la abra se rela- Aquí hay que soportar personajes shjj shjj’ del emi>apelado que se super-
ciona con La Deaasperunzú, ae José Do- que de confusos resbalan a falsos, en ponía sobre .el adobe de íos muros ... y,
noso. y con La casa de los espzrzius, de tanto que Laura se estatuye, y sin es- por último, descubría esas heridas de
Isabel Allende Para un lector extran- fuerzo fascina. Tanto más ameno hu- clavo que escurrían una tierra negra y
jero no habrá ni el más mínimo aporte biera sido quedarse conociendo a Lau- reseca con un ruido engañoso de brisa
,de información sobre lo que el presen- ra, y que se llevaran los hist,oricismos marina”.
te de Chile haya sido o esté siendo. Se de la familia Cupper. Tal como lo dice Pero hay todavía más tesoros que
optó por la estrategia del silencio.. Anatolio: “Parece un partido de fútbol: oírle al silencio. Seguimos dentro de la
Tenemos la narración enfocada ha- Freire le pasa la pelota a. Blanco. Blan- hechicería faraónica. de no escuchar lo
cia los bisabuelos Isolda y Johri, hacia co se la entrega a Eyzaguirre, gol de ñn- presente, para vivificarnos en lo pasa-
fante. Vuelve a tomar la pelota Freire, se vuelven teatro, pudo haber sido más
íos padres Laura y Fermín, y hacia hija generosa con todos los diálogos, excep- do: “Si logras horadar el silencio hasta
y yerno: Palmira y Lorenzo. De esas se la pasa a Pinto ... jme dejó mareado y lo más recóndito - d e c í a Lorenzo-, oi-
to los líricos entre Palmira y Lorenzo.
tres parejas, la del medio, la de Laura y ‘ no entendí absolutamente nada!”.
pues desafinan y estorban: éstos debie- rás la trizadura de un vidrio. Hay uno a
Fermín,.es la más viva y vital. Eclipsa Lo ingenioso no siempre es cómico ran barrerse para esmerar el ambiente. punto de caer en la galeria”.
a las otras. Tantooque las relega a lo in- y suele ser forzado. Pero en total queda Siendo menos, no logran estar a la al- Agazapados .en la sombra, aguar-
necesario. Terminada la lectura, sólo una verba graciosa. No para reírse a ca- tura del mundo que Laura afianza. Pro- daba las señales: “la trizadura ahon-
Laura parece de verdad, persona más da rato ni a carcajadas: sería utópico
blema de proporción. Toda la obra de- dándose en un suspiro, la abertura de
allá de mero personaje, criatura que pretender el mismo voltaje humorís- senrolla una serie de propuestas y anu- los labios del vidrio con silbidos apenas
puebla el exigentísimo mundo de la li- tico página a página, y son doscientas audibles y el jolgorio cristalino cuando
cuarenta. Basta gozarlo en frases que lamientos, planes y fracasos, a medida
teratura. Isidora Aguirre ha empadro- que el tono de cada personaje se define caía sobre el piso embaldosado” ... “Y
nado allí a esa Laura que no es artifi- alegran un capítulo entero. Dos ejem- por contraste con la voz de Laura. Este pudo oir lo que Laura escuchaba en sus
ciosa como los demás meros figurones. plos: ... predijo que si continuaban las como darwinismo, estético puede ser remiendos de trasnoche: el paso ater-
Lástima que la narradora haya sen- marejadas devorándonos la costa, en trama dentro de la trama: sería el con- ciopelado de los gatos sobre las tejas de
tido la necesidad de enmar.añar la evo- un futuro no muy lejano tendríamos flicto de los personajes por vivificarse arcilla, los crujidos del níspero cuando
cación. Porque cada vez que la deja que caminar de a uno y de perfil, como en personas. eri la brisa nocturna se le adormeeían
irradiarse sola, sucede el milagro de en los frisos egipcios, entre la cordille- los pájaros ... .
ra y el mar”. “... su bebé, Chumita, he- No conocemos a la narradora que
esa presencia: h u r a retratándose en está sobreviviendo, gracias a su madre, Al lado de esta portentosa audi-
acciones y paiabras. redero del oído absoluto del padre, le
y, puesto que aún se esconde, ella re- ción, todos los recados astrales que las
ignoro hasta qué punto se citia a lo había rogado desde la cuna: Mamita, Lamor confabulaban resultan^ patéticos
pol favol no me cante na, iquiele?’ ”. sulta un espíritu en eco a la rozagancia
real; supongo que bajo mucha fantasía de Laura. Ultimo espiritismo, en obra rasguños al Más Allá.
haya soportes históricos; el conjunto Tal humor se confabula con una Paréntesis -“Lamor”, es decir las
frivolidad estoka, disfrutada como fi- pululada de espíritus: La madre muer-
entrega la ilusión de un Cuento de he- ta que da vida a la hija que la recuerda. Morla zapallarinas, reciben aquí segun-
chos reales -y de cuento aún anfibio losofía de vida y de casta. Por ejemplo: Conjuro del arte, magia egipcia: Los do homenaje o segundo croquis. Ya sea
entre lo real y lo fantasioso. Prima lo “... acostumbrarnos desde ya a una vi-
da sobria. Mi madre, en cambio, opi- muertos allegados con toda cortesía y en biografía objetiva o en entrevistas a
vivido sobre lo soñado ... cariño. testigos, urge el retrato total.
Convence cuando la narración se. naba que había que disfrutar mientras
se pudiera, para que así, llegado el mo- Dos valencias dotan a Isidora Agui- Confabulando, a SU vez, lo Cómic0
aloja en lo sensoriai de un suceso, me- rre; oído psicológico y oído poético. En con Io lírico, escuchando en turnos a
nos adornado de fantasía. Por t.odo ello, mento, tomáramos la pobreza como una
‘novedad’ ”. el fondo, atención a lo ajeno. Captación gente y cosas, Isidora Aguirre sería la
en este memorándum es lógico que uno alerta de lo que, al hablar autorretra- Scherezade de Chile, la qlue a Puro
sienta, más que novela, libro de me- En esta obra, cuyas mejores partes tan las personas, y sensibilidad de in- cuento demora su plazo.

También podría gustarte