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Introducción
A. Cuando parece que nuestras oraciones más fervientes no son respondidas, podemos llegar a
dudar de que Dios incluso esté escuchando (Salmos 22:1-2)—aun cuando sabemos que Dios nunca
abandona a los fieles (vs. 24).
B. Lo cierto es que hay muchas cosas que no se pueden obtener por otro medio excepto a través de
la oración. ¡Nunca descuidemos este gran privilegio!
Exposición
I. ¿Qué ganó Jesús por medio de la oración?
A. Él la consideró como una manera de obtener fortaleza (Mateo 17:20-21; 26:41; Lucas 22:31-
32,40).
B. Jesús obtuvo sabiduría valiosa a través de la oración (Lucas 6:12; cf. Santiago 1:5-8).
C. Jesús encontró refugio en tiempos de angustia; nosotros también podemos encontrarlo (Marcos
11:15-17).
D. Jesús obtuvo protección a través de la oración (Mateo 26:52-53), y nosotros también podemos
obtenerla (Mateo 24:20; 2 Timoteo 4:17-18).
B. Podemos obtener la liberación de Dios en tiempos de tentación (Mateo 6:13; Marcos 14:38).
D. Muchos han sido guiados a la verdad después de oración ferviente y constante (Hechos 9:11;
10:4-6).
Conclusión
A. La oración es una de las herramientas más poderosas que tenemos a nuestra disposición para
someter la carne (Mateo 26:41).