Introduccién a la Clinica con Toxicomanis y aleoholieme TIT Peicopatologia Naparste’< mm 8% SEGUNDA CLASE La toxicomania banalizada o los sintomas de hoy y los de antes La expresiOn toxiconianta banalizada 1a extraigo de un texto de G. Lipovetzky ~La era del vacto~ en el cual me quiero detener y ver qxse consecuencias se puede sacar para pensar una nocién de sintoma ‘mas ajustada a nuestra época y en el Ifmite una nocién de sintoma bien freudiana. Depende de la nocién de sfntoma con la que conte- mos para a pattir de allf-repensar un abordaje de Ia cura posible. Lipovetzky tiene un pensamiento que permite Teer la época y en ¢l horizonte también permite pensar una nocién de sintoma. El separa tuna época en donde hubo 1un consumo con sentido y otro vacio de sentido, Se reficre a la época donde el consumo de drogas se encon- traba ligado a cierta épica, a un ideal de libertad y de bitsqueda de nuevas experiencias, frente al momento actual. Expresa esto de la siguiente manera: “La evolucién de los conflictos sociales violentos tes fa misma que la de la droga: después del viaje psicodélico de los afios sesenta, simbolo de Ja contracultura y revuelta, la era de fa toxi- comarca banalizada, de la depresién sin sueno, el hundimiento hamper: por Jos medicamentos, por las lacas para uflas, el quetosene, Ios pegamentos, disclventes y barnices para una poblacion cada ver. mas joven". Lipovetzky se tefiere en primer lugar a la sociedad posmoderna como “tna neva manera para la sociedad de organizarse y orien- tarse, nuevo modo de gestionar los comportamientos, no ya por la tiranfa de los detalles, sino por el minimo de coacciones y ef maximo 3 Lwoveraxy, Gu La ens del mato, Anagrams, Barcelone, 2002, pis, 239, 19tz ‘ce Sed ‘900% ‘sBea “PHUMITED eof un sign prouauen 20 ‘sot Sed “unpre or Sed “Uap sopaues jason. op A ospand sow so 29 soury uo oBzequia wig ‘opaues 7p-OREA I Tinw sogure anu epueplautoa ap ound j9 sa nb an as ounsye OPH : P[aiqos vorun vanes wun op opm a Tonge Opaues wis wETED eUN OffsUO? EATTT UVP Bee Lo aoe oop eowueyd "20 sowy opnues 2969 UL SO.UBIUMP -tuyap Owioo SHIST -sousaa $0] ap oqusunIO} JP OpuaLAyS wPIA EL osILEed ap A eur) op aque OLUSTUE [p aeUE 9s on “esap of seanveusagye $e1s9 ® ayUz} vr] 59D OU TS OU AUT, tp spun ow 5 ou a oN 2 2 ug ‘sespnl saxpe' ae eam wn ion aidwor & ex 2] 2P “hop ezorun0o owen eure} 1 ‘ysEpHO wo ua oHse! 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La época sin sentido permiten hacer un lazo soci Los casos de personas que les ha tocad e ocado vivir un hecho traumatico dlaterininado y ae trerbtorman x pati de allen extreumatizador (a Se me permite [a exptesion) Hse trauma en comin Jos termina nombrando y ordendndoles la vida ya que a partir de dicho evento todo se compagina en tomo a la reivindicacion de ese acontecimien- to como una causa nica, Tn general terminan nombrindose coma -traumatizados; ex-combatientes, ex-adictos, ex-pasaj vi6n caflo, ex-torres gemelas, etc. ee Volviendo a la cuestién del extremismo, i i mn vale decir que este hiper- ederisino se gla por un fanatisino por lo nuevo que ala ver 30 smo lo pone en la paradoja de que lo que encuentra ya no es fuevo y hay que buscar nuevamente otra cosa y cada ver mas pi- Finalmente y yendo directamente al tema de las toxicomanias y elalcoholismo Lipovetzky plantea que “la edad del consumo y de la le mostrar que esas causas ra personas dispersas. Jes del café, lugar de una XIX y hasta mediados del logica de los objetos y de las de sociabilidad viril responsable de un nivel de crimina- ita’ nde que ya no se trata del alcoholismo de antes que ser- 20 social y tenia un sentido. Lo que en otro momento la pérdida de un amor. Su causa amorosa daba un sentido as holismo ya que estaba al servicio de ahogar sus penas. Esa mi ‘causa amorosa lo juntaba en un lazo social con otros hombres con los cuales. desahogaba sus padecimientos por el amor perdido. Sin ‘embargo, lo que muestra el autor es que hoy se toma alcohol porque {Que hoy la causa (como lo planteaba Amos Oz) no esté ligada a pag, 199. INTRODUCCION A LA CLINICA CON TOXICOMANIAS ¥ ALCOHOLISMO Ill Una vez ubjcada esta diferencia entre ambas épocas, Lipovetzky saltando una diferencia entre los sintomas de hoy y los de antes. “Los sujetos ya no sufren sintomas fijos, sino trastornos vagos y difusos”). Habla ce una “Licuacién” —tomando un térming muy Mlilizado por Zygmunt Bauman- de los sintomas de antes De hecho, este cambio en relacién con el sintoma esté muy des- tacado por JA. Miller en varias oportunidades. La idea de Mi que el discurso del amo en donde predominaba el significa enel lugar del agente es “preposmodemo’'®. Sigue en esta idea al recorrido de J. Lacan cuando escribe el discurso a mente 10 sigue en el momento que pluraliza al significante amo haciéndolo un enjambre, para decir que no hay uno solo; no hay unt tinico significante amo. Hace referencia allf a la caida de los ideal dela autoridad y en sintesis, clel nombre del padre. De alguna ma fa JA. Miller también habla del fanatismo, como lo resaltab: antes siguiendo a Amos Oz. Al no haber un amo fuerte el lazo social cada vez mas se ent i Sede manera restringida y fandtica a un $i 7 UN TENBIORS Weal que Faricione como amo agiutina- dior cada quien debe salir a la pesca de su significante amo. Ya he Seflalado anteriormente la tendencia a reunirse alrededor del trau > < ? | jencia imperiosa a encontrar signi- Ficantes que nombren el goce. Un ejemplo que sigue esta Logica se ve en grupos que se definen por una forma de goce determinaca como Jos homosexuales y luego necesitan salir a la plaza publica con un cartel sobre sus cabezas que los nombra como orgulla gay. Por cierto que habria otros ejemplos y no se trata aquf de una valoracién sobre aitipo de goce que cada quien encuentra. Lo lamativo del asunto es pensar porque se necesita salir a reivindicar con un nombre ¢3 podalidad de goce y no alcara con encontrar esa satisfacci6n en la De allf se deduce que no alcanza ‘cama sin que nadie se lo impida. con la cama y se busca nombrarse de alguna manera ante el Otro. Miller termina planteando que en la actualidad los sujetos ya no validan su representacién en los significantes que antiguamente ss inconsciente es poltico”, en Revista Lacaniana 1, EOL, ag 23 4