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IDEÓLOGOS MEXICANOS DEL SIGLO XX

Lecciones de política para párvulos. La nación y el Estado


Vicente Lombardo Toledano 4
Del libro 1915 y otros ensayos
Manuel Gómez Morin 10
El liberalismo mexicano
Jesús Reyes Heroles 16

lOS PADRES FILÓSOFOS

La República
Platón 24
Las clases sociales
Aristóteles 30
Elogio de la filosofia
Lucio Anneo Séneca 38

ADN DEL ESTADO MODERNO

Gobierno de la voluntad
Michel de Montaigne 44
Cartas persas
Montesquieu 52
Carta sobre la tolerancia
John Locke 58

DECANTACiÓN DE lOS SIGLOS

La intervención en México
Carlos Marx 64
Carta al presidente Juárez, junio 20, 1867
Víctor Hugo 70
Manifiesto a la Nación, julio 15, 1867
Benito Juárez 74

Poesia. Relato de Guillaume de Lorges. León de Greiff 78


REVISTA DE LOS CENTROS DE ESTUDIOS DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

Diciembre de 2011
Número 8
Os amables lectores, los Centros de Estudios y las señoras y se-

L ñores legisladores reciben una bien ganada pausa de temporada,


en fondo de un ejemplar especial que recoge veinticinco siglos
de ideas políticas,'para así corroborar que sólo hemos inventado bien
poco. Rafael recreó La Escuela de Atenas mucho más acá de los siglos
en que la fundara Sócrates, y con ella las nociones de lógica, ética, es-
tética, política y metafísica que conforman la filosofía. Para el advien-
to del Renacimiento la Acrópolis era ya templo inmutable.
De la suntuosa envoltura brotan genios de la política mexicana del
Siglo XX en la pluma de Vicente Lombardo Toledano, Manuel Gómez
Morín y Jesús Reyes Heroles en orden cronológico. Creadores de ins-
tituciones los tres, los dos primeros de partidos políticos, el tercero
reformador del Estado, ocupan sitio de honor no sólo en el panteón
de los ilustres, sino en el flujo diario de las ideologías.
Escanciadores de la sofisticación del genio, Montaigne, Montes-
quieu y John Locke aterrizan el piso del Estado-nación que en nues-
tro día intentamos apenas modelar. En secuencia aparece el Marx que
opina sobre nuestro país paralelo a la segunda fundación de México
independiente por Juárez quien, inspirado en la petición de Victor
Hugo de indultar al príncipe extraño, produce el manifiesto a la na-
ción que lo inmortaliza por tercera ocasión.
Varios meses de preparación, sugerencias y opiniones de diverso
origen, el esmerado trabajo sintético de Luzmaría Mondragón, y el
marco aluzado de la muestra Cuerpo y belleza en la Grecia Antigua que
presenta el Instituto Nacional de Antropología e Historia dan forma a
estas páginas que auguran feliz año nuevo. ~ CK


[!] .
CON ESTE CÓDIGO SE PUEDE INGRESAR A LA VERSiÓN EN LÍNEA
DE LA REVISTA DESDE SU TELÉFONO INTELIGENTE

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-

IDEÓlOGOS MEXICANOS DEL SIGLO XX

Vicente
Lombardo
Toledano
LECCIONES DE POLI ICA
,
,
PARA ARVULOS.
,
LA NACION y EL ESTADO

a sociedad humana no ha tenido el los hechos. La nación se constituye cuando por


carácter de una nación en todas las el proceso mismo de la comunidad se reúnen
épocas de su desarrollo. Para que una en ella las condiciones señaladas. Por eso surge
nación exista es indispensable que hasta la época del ascenso del régimen capita-
sea una comunidad estable, históri- lista, victorioso sobre la estructura, las institu-
camente formada, de territorio, vida económi- ciones y las ideas del sistema feudal. El Estado,
ca, idioma y psicología, que se manifiesta en la en cambio, considerado como poder que rige
comunidad de cultura. Esta definición, de José la sociedad, es tan antiguo como la historia de
Stalin, es certera porque corresponde a la evo- la comunidad humana. Cuando ésta pasa del
lución de la sociedad y ha sido confirmada por comunismo primitivo -con el cual termina la

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IDEÓlOGOS MEXICANOS DEl SIGLO XX

Marcha sindical en la Ciudad de México hacia 1965.

piedad privada de los instrumentos de la pro-


ducción económica y con ella las clases sociales
-la propietaria y la no propietaria- el antago-
nismo entre los intereses de las clases crea el
poder, aparentemente colocado por encima
del conflicto, para evitar que la comunidad se
destruya. Pero es sólo aparente la neutralidad
del Estado porque influye sobre él, de manera
prehistoria, régimen en el que todos se ven decisiva, la clase social dominante, la beneficia-
obligados a trabajar juntos y a distribuir por ria del sistema de producción. Los cambios que
igual 10 logrado en común, debido a lo rudi- se operan en la dirección del Estado y en sus
mentario de sus útiles de trabajo y a su igno- funciones, son los cambios que ocurren en la
rancia casi completa de los fenómenos de la correlación de las fuerzas sociales.
naturaleza- y llega al periodo de la esclavitud, Lo anterior significa que el Estado es tan an-
que es el primer sistema social que utiliza las tiguo como las clases en que se divide la socie-
fuerzas productivas, hurpanas, en provecho dad, y que su tarea ha consistido en servirle a la
de una minoría, es decir, cuando nacen la pro- clase más poderosa en las diversas etapas de la

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La lucha de los partidos politicos y organizaciones sociales
de carácter democrático ha de consistir en la conquista
de la independencia económica de la nación, sin la cual
la independencia politica se halla siempre en peligro

evolución, en tanto que la nación es un producto del trabajo se establecían de acuerdo con nor-
histórico moderno. Los Estados de la antigüe- mas tradicionales que obedecían a vínculos de
dad clásica no descansaban sobre la existencia parentesco entre los miembros de la comuni-
de naciones. Eran comunidades esclavistas, con dad. En estas circunstancias fue conquistado
fuertes supervivencias de la vida tribal. Las ciu- por la España del siglo XVI, cuya estructura
dades del Renacimiento tampoco eran naciones. económica y política era la del feudalismo. Los
En la Europa Occidental, al formarse y organizar pobladores del vasto territorio fueron some-
sus instituciones jurídicas y políticas, las nacio- tidos a la esclavitud, disfrazada con diversos
nes se convirtieron en Estados independientes. nombres, y el país recibió el título y el trata-
Pero las que aparecen después de que las pri- miento de colonia de la monarquía española.
meras habían ya consolidado y acrecentado su De la mezcla de las dos razas, más la negra de
fuerza sin graves impedimentos, tropiezan con los esclavos importados por los conquistadores
el obstáculo de esas grandes naciones, goberna- para ciertas tareas, empezó a formarse la po-
das por su clase económicamente superior que blación mestiza y, en el curso de tres siglos que
se halla a la cabeza del Estado. Entonces y, sobre duró el régimen colonial, las condiciones geo-
todo, cuando las potencias capitalistas llegan gráficas, económicas, lingüísticas, psicológicas
al periodo del imperialismo, de su expansión y culturales que provocarían la revolución de
sobre los países atrasados, las naciones entran los albores del siglo pasado, por la libertad de la
en lucha también: las débiles contra las fuertes, nación mexicana. Al imponer en nuestro país
defendiendo su independencia; y las que han las instituciones que regían la vida del suyo,
cuajado ya, pero carecen de autonomía, contra la propiedad privada de los medios de la pro-
las metrópolis que deben su bienestar y su pro- ducción, entre otras, los españoles dividieron
greso, en buena parte, a la explotación de los a la sociedad en clases. La lucha entre éstas, en
pueblos que aspiran a la independencia. las distintas etapas de la evolución del pueblo
El México anterior al descubrimiento de mexicano, como en todos los pueblos del mun-
América no estaba constituido por una o varias do, fue y sigue siendo el motor del progreso y
naciones. Sus habitantes vivían agrupados en de la verdadera independencia nacional.
tribus que empezaban apenas a salir de la etapa La rebelión de los esclavos contra los encomen-
del comunismo primitivo. No existía la propie- deros; de los criollos y mestizos contra los pe-
dad privada de los instrumentos de la produc- ninsulares; de los peones y rancheros contra los
ción económica. No había, en consecuencia, hacendados; de los sacerdotes ligados al pueblo
clases sociales antagónicas. El Estado no había contra el alto clero; de los agricultores y artesa-
nacido. El gobierno de las tribus y la división nos contra los comerciantes, y de la población

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IDEÓLOGOS MEXICANOS DEL SIGLO XX

nativa en su conjunto contra el sistema de opre- 538 mil individuos, la económicamente activa
sión colonial, caracterizado por el saqueo de los sólo llega a 9 millones 881 mil, y la inactiva as-
metales preciosos y otros recursos naturales, ciende a 20 millones 657 mil personas. Un sec-
por el monopolio de la administración pública, tor importante de la sociedad, el que represen-
de la educación superior y de la carrera de las tan los núcleos indígenas que han conservado
armas, en beneficio de los representantes de sus formas tradicionales de vivir, se sustenta de
la Corona, más el estancamiento de las fuer- una producción dedicada a su propio consumo,
zas productivas y el enorme poder económico substrayéndola del mercado nacional. La capi-
y político de la Iglesia, constituye la causa de talización interior sigue un ritmo cada vez más
las grandes convulsiones sociales de la primera lento por el desarrollo de las inversiones extran-
mitad del siglo XIX. La nación se organiza jurí- jeras. Ochenta de los negocios creados por ellas
dicamente con la Constitución de 1857, y surge habían percibido ya, en 1951, seis mil quinien-
el Estado como una república federal, represen- tos millones de pesos por concepto de ventas,
tativa y democrática. Pero apenas comienza superando para ese año un 33 por ciento los
a vivir en paz, después de las ingresos del gobierno federal,
guerras con Estados Unidos y Nos hallamos todavia y siguen creciendo a expensas
Francia, y de la profunda gue- en plena batalla por de las industrias nacionales,
rra civil que da la hegemonía la integración de la controlando las actividades
política al movimiento liberal, nación mexicana clave de la economía del país.
la nación se convierte en obje- y por su progreso Hay cerca de cuatro millones
tivo de los capitales foráneos, independiente de personas que hablan las
norteamericanos y europeos, lenguas vernáculas y que no
que invierten en nuestro territorio para explo- se han incorporado en la comunidad espiritual
tar sus riquezas y el trabajo de sus hombres. El de la nación ni en la cultura.
imperialísmo no destruye el carácter semifeu- Esos hechos explican por qué el nacionalísmo
dal del país; se asocia a la clase dominante y, en- de México no tiene el mismo carácter que el na-
tre ambos, crean las premisas para la revolución cionalísmo de las potencias capitalístas. Noso-
democrático burguesa de 1910. tros somos una nación oprimida. Las otras son
y nos hallamos todavía en plena batalla por la naciones opresoras. Por eso el gran problema de
integración de la nación mexicana y por su pro- esta época es el de lograr el progreso con autono-
greso independiente. Nuestra comunidad social mía, el desarrollo económico sin la intervención
hace tiempo es estable; posee un territorio defi- perturbadora de los capitales extranjeros. De
nido; pero su economía no es el fruto de todas 1917, concluida la fase violenta de la Revolución,
las gentes aptas para el trabajo; no constituye un hasta hoy, el Estado ha pasado en nuestro país
solo mercado y éste se de~arrolla en parte prin- de las manos de la pequeña burguesía urbana
cipal por la intervención de factores extraños. y rural, que encabezó la lucha armada contra la
De una población total, en 1956, de 30 millones dictadura, y que estaba ligada a la grandes masas

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Hay dos clases de hombres, quienes hacen
la Historia y quienes la padecen.
CAMILO JosÉ CELA (1916-2002). EXIMIO ESCRITOR ESPAÑOL,
PREMIO NOBEL, CERVANTES y PRÍNCIPE DE ASTURIAS

populares, a las manos de la burguesía burocráti- el que participen de un modo activo, consciente
ca, constituida por antiguos y nuevos elementos e infatigable, los grandes sectores de la nación,
políticos que postulan la teoría de que el poder el proletariado y los campesinos. La burguesía,
debe amortiguar la lucha entre las clases socia- aun la que se enfrenta a la invasión del capi-
les antagónicas y la lucha entre el gran sector tal extranjero, es propensa a la claudicación y
nacionalista y las fuerzas Gel imperialismo. A la al abandono de la lucha. La Revolución Mexi-
"conciliación" de las clases sociales y de la nación cana tiene objetivos domésticos: el paso de la
con el imperialismo, se le llama el "orden social". agricultura primitiva a la industrialización; el
Al compromiso entre la minoría que recibe de tránsito del gobierno personal al gobierno de
la renta nacional casi el noventa por ciento y la las diversas corrientes de opinión constructiva
gran mayoría que vive subalimentada, enferma y patriótica. Su meta hacia afuera consiste en
e ignorante. A la aceptación del implacable con- que nuestro país no dependa de un solo merca-
trol de la economía por las inversiones del exte- do, en difundir al máximo su comercio exterior
rior frente a la protesta de los capitales mexica- y en ampliar sus relaciones amistosas con to-
nos que el poder público no oye. dos los pueblos del mundo, especialmente con
La lucha de los partidos políticos y organi- aquellos semejantes al nuestro y con los que no
zaciones sociales de carácter democrático ha de ven en nuestro país un predio sirviente para
consistir en la conquista de la independencia sus intereses, opuestos a la convivencia pacífi-
económica de la nación, sin la cual la indepen- ca de todas las naciones y a la liquidación de la
dencia politica se halla siempre en peligro. Pero querella milenaria entre el hombre y la natura-
no se podrá lograr sin un gran movimiento en leza, y entre el hombre y el hombre.•

Vicente Lombardo Toledano (1894-1968)


Abogado, sindicalista, político y filósofo de ideas marxistas. Nació en Teziutlán Puebla, hijo de inmi-
grantes italianos. En la Escuela Nacional Preparatoria, y luego en la Escuela Nacional de Jurisprudencia,
formó la Sociedad de Conferencias y Conciertos conocida después como los Siete Sabios de México, inte-
grada además de él, por Manuel Gómez Morín, Alfonso Caso, Antonio Castro Leal, Alberto Vázquez del
Mercado, Jesús Moreno Baca y Teófilo Olea y Leyva. Fundador, junto con Luis N. Morones, Fidel Veláz-
quez, Jesús Yuren, Fernando Amilpa, Alfonso Sánchez Madariaga y Alfonso Quintero la Confederación
de Trabajadores de México (CTM). Prolijo escritor, fue activista político incansable, diputado federal en
tres ocasiones y gobernador interino de Puebla (1924-1925). En 1948 fundó el Partido Popular del que
en 1952 fue candidato ~ la Presidencia de la República, luego Partido Popular Socialista, simiente de los
actuales partidos de izquierda en México. Reposa en la Rotonda de las Personas Ilustres.

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IDEÓLOGOS MEXICANOS DEL SIGLO XX

Manuel
Gómez Morin
DE L BRO 19 S Y OTROS ENSAYOS

ace unos cuantos años, en la deseo de cultura, con un ferviente propósito


desazón de un régimen políti- de seriedad intelectual
co que agonizaba, un pequeño El grupo se deshizo pronto. Ya en 1915 sólo
grupo inició formalmente la el maestro Caso estaba aquí. Pero en tomo del
rebelión espiritual contra las maestro se formó pronto otro grupo, ya no or-
doctrinas que entonces y desde hacía tiempo ganizado como el Ateneo, ni siquiera conoci-
eran verdad obligatoria en México. do, sino disperso; integrado por los discípulos
En el Ateneo de la Juventud, Vasconce- directos de Caso o de Pedro Henríquez, por los
los, el maestro Caso, Pedro Henríquez Ureña, que la Revolución había agitado ya, y buscaban
Acevedo, Ricardo Gómez Robelo, Alfonso Re- en el pensamiento un refugio, una explicación o
yes y otros pocos más alzaron la bandera de una justificadón de lo que entonces acontecía.
una nueva actitud intelectual. En el inolvidable curso de Estética de Altos
No hicieron doctrina común, no estaban Estudios, y en las conferencias sobre el Cris-
unidos por otro lazo que el de una inquietud. tianismo, en la Universidad Popular, estaban
No tuvieron tiempo, tampoco, de definir con- González Martínez, Saturnino Herrán y Ra-
clusiones. Quizá hasta estaban -con excep- món López Velarde y otros más jóvenes. To-
ción de Vasconcelos- alej~dos de la vida mexi- dos llevados allí por el mismo impulso.
cana. Demasiado intelectualizados, demasia- En esos días Caso labraba su obra de maes-
do europeizados. Sólo, eso sí, con un honesto tro abriendo ventanas espirituales, impo-

10
¿Por qué la reprobación en las doctrinas
ha de cambiarse en odio a las personas?
MELCHOR OCAMPO (1814-1861). JURISTA LIBERAL MICHOACANO
REDACTOR DE LAS LEYES DE REFORMA

niendo la supremacía del pensamiento y, con pio, surgió entonces con un programa míni-
ese anticipo de visión propia del arte, en tono mo definido ya, para ser el tema central de la
con las más hondas corrientes del momen- Revolución. El problema obrero fue formal-
to, González Martínez recordaba el místico mente inscrito, también en la bandera revo-
sentido profundo de la vida, Herrán pintaba lucionaria. Nació el propósito de reivindicar
a México, López Velarde cantaba un México todo lo que pudiera pertenecemos: el petró-
que todos ignorábamos viviendo en él. leo y la canción, la nacionalidad y las ruinas.
El aislamiento forzado en que estaba la
república por el curso de la lucha militar fa-
voreció la manifestación de un sentido de
autonomía. Poco podíamos recibir del extran- La necesidad política y el ciego impulso vital
jero. Razones militares y aun monetarias nos obligaron a los jefes de un bando a tolerar ex-
impedían el conocimiento diario y verídico presamente estos postulados que tácitamente el
de los sucesos exteriores y la importación de pueblo perseguía desde antes. El oportunismo y
los habituales artículos europeos o yanquis de una profunda inspiración de algunos permitie-
consumo material o intelectual. Tuvimos que ron el feliz cambio que estos nuevos propósitos
buscar en nosotros mismos un medio de satis- vinieron a obrar en una revuelta que para sus lí-
facer nuestras necesidades de cuerpo y alma. deres mayores era esencialmente política.
Empezaron a inventarse elementales sustitu- Del caos de aquel año nació la Revolución,
tos de los antiguos productos importados. una idea nueva de México y un nuevo valor de la
y con optimista estupor nos dimos cuenta de inteligencia en la vida.
insospechadas verdades. ¡Existían México y los Las nuevas doctrinas predicadas entonces co-
mexicanos! La política "colonial" del porfirismo incidieron con postulados evidentes de la Revolu-
nos había hecho olvidar esta verdad elemental. ción, encontrando campo propicio en el desam-
y en el año de 1915, cuando más seguro paro espiritual que reinaba en México, después
parecía el fracaso revolucionario, cuando con del fracaso cabal del porfirismo en la política, en
mayor estrépito se manifestaban los más la economía y el pensamiento, y justificaron e
penosos y ocultos defectos mexicanos y los ilustraron el libre desarrollo de tendencias pro-
hombres de la Revolución vacilaban y perdían fundas que animaban el espíritu revolucionario.
la fe, cuando la lucha parecía estar inspirada La gran guerra contribuyó a la desorien-
nomás por bajos apetitos personales, empezó tación trayéndonos promesas, inquietudes
a señalarse una nueva orientación. y valores que, en vez de darnos una norma,
El problema agrario, tan hondo y tan pro- acrecieron el romanticismo y la aspiración

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mística, alejándonos más de una definición Porque infortunadamente no solamente han
tan urgentemente necesitada. existido obscuridad intelectual y desorientación
Los más enterados percibían este malestar política. También son parte de esos años un te-
de confusión y esperaban que sucesivos ensa- rrible desenfreno y una grave corrupción moral.
yos mostraran la clave para descifrarlo. Primero, obra directa de la lucha en los cam-
La falta de maestros y de disdplina y el apre- pos, consecuencia de la contienda armada, un
mio de la política hicieron imposible toda labor turbulento desbordar de apetitos. Venganzas
crítica. Motivos biológicos determinaban la y saqueos; homicidios, robos, violencia. Pero
aceptación apresurada de fórmulas que luego, eso fue normal e inevitable. Era la guerra con
por los mismos motivos, debían abandonar- sus atributos militares. El rápido aflojar de un
se. El postulado admitido porque resolvía una resorte mal ajustado por una disciplina inade-
situación cualquiera, resultaba contradictorio cuada. La República entera fue un gran campa-
del principio adoptado para entender o explicar mento y no se podían exigir límites de norma-
otras situaciones. Y no era sólo el tránsito de lidad. El homicidio mismo formaba parte del
una tesis a otra. A menudo los intereses creados natural espectáculo diario y la destrucción; para
en tomo de una afirmación y, el "ciudadano armado", era
a veces, de un nombre, nada El camino del bien pura prueba del viejo aborre-
más, obligaban a conservar no es fácil y la lucha cimiento o se hacía por mero
ese nombre o esa afirmación es esencia de la vida espíritu infantil, irresponsa-
junto con sus contrarios. Lue- sin ser necesariamente ble y gozoso de destruir.
go se cambiaban el contenido contraria al bien Fue la época en que los sa-
de la doctrina o la denotación lones servían de caballerizas,
del nombre y las más diversas actitudes queda- se encendían hogueras con confesionarios, se
ban amparadas por ellos. disparaba sobre los retratos de ilustres damas
Aparentemente no había en México, en la lu- "científicas" y la disputa por la posesión de un
cha de facciones, sino motivos políticos encubier- piano robado quedaba resuelta con partirlo a
tos por un vano nominalismo. ¡Hasta tal punto hachazos lo más equitativamente posible. La
ha sido sombría intelectualmente esa época! época en que se volaban trenes y se cazaban
La crítica ha sido tan pobre que todavía no transeúntes. En que se fusilaban imágenes in-
podemos concretar lo que el nombre Revolu- vocando a la Virgen de Guadalupe. En que, con
ción implica y quizá la expresión mejor de este el rifle en la mano, los soldados pedían limosna.
tiempo se encuentre en aquel cruel "pachequis- Después, pasado el fervor de la primera lucha,
mo" que, por serlo, hizo fortuna: "la Revolución el desenfreno inculcado, irresponsable, natural
es la Revolución", y que muestra bien la amarga de la masa, ha sucedido la verdadera corrup-
verdad de unos años de tempestad en que la ción moral. El homicidio, el asesinato; al saqueo,
vida era difícil y llena de sobresalto y la pasión el peculado; a la ignorancia, la mistificación.
o el sufrimiento privaban sobre la inteligencia. Del crimen de exceso pasamos al de defecto.

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IDEÓlOGOS MEXICANOS DEl SIGLO XX

No roba ni mata ya la turba armada. Pero


el mismo funcionario que decreta la muerte
para el soldado ladrón de una gallina, se enri-
quece en el pueblo y no vacila en mandar ase-
sinar a su enemigo.
Al caudillo surgido de la necesidad y del
entusiasmo, con la virtud mínima del valor,
sucede el ladino impreparado que escamotea
el afán democrático y, diciéndose encarnación
del pueblo, justifica sus necedades esgrimien-
do en su defensa la noble y fecunda convicción Banco de México.

en el profundo acierto del instinto popular.


El elogiado "hombrearse con la muerte", el Por fortuna, va surgiendo una creciente
generoso desprecio de la propia vida, cuando claridad. Y cuando la generación se reconoce,
es preciso luchar, se han convertido en des- cuando advierte en tiempo la unidad que es
precio de la vida ajena, en crimen de cantina o su esencia, es preciso volver activos sus pro-
en asesinato político. pósitos, consciente su simbolismo, deliberada
Este cambio se debe fundamentalmente a y encauzada su actuación.
la noche espiritual en que vivimos. No salimos Los que eran estudiantes en 1915 y los que,
aún del estado mental de lucha que influenció entre el mundo militar y político de la Revo-
a nuestra generación. La falta de definición es lución, lo sufrían todo por tener la ocasión de
nuestro pecado capital. deslizar un ideal para el movimiento, y los que,
Un día descubrimos que la Revolución te- apartados, han seguido los acontecimientos
nía sobre todo fines económicos. Exaltamos tratando de entenderlos, y los más jóvenes que
la razón económica sobre las demás y, a poco, nacieron ya en la Revolución, y todos los que
un grosero materialismo que invade hasta a con la dura experiencia de estos años han lle-
los más jóvenes se funda y justifica en aquella gado a creer o siguen creyendo que tanto dolor
proclamación indiscriminada. no será inútil, todos forman una nueva genera-
Ni maestros ni críticos. Iniciadores, nada ción mexicana, la generación de 1915.
más. Predicadores sinceros o no de doctrínas Pero, si el alba de 1915 ha de llegar a ser
incompletas. Aceptación apresurada, por otra pleno dia, es menester encontrar un campo co-
parte, de tesis contradictorias. Consagración mún, una verdad, un criterio aunque sea provi-
de verdades a medias. Propaganda de sistemas sional para encauzar y juzgar la acción futura.
que no son sino frases. Perentoria necesidad de Necesitamos después organizar una ideolo-
afirmar sin reservas, de condenar sin límites. gía que integre y precise los vagos deseos y la in-
Indefinición. Estos son nuestros males. Esta es, definÍda agitación que a todos nos tiene conmo-
más exactamente, la causa de nuestros males. vidos hasta el malestar físico. Una ideología de

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la vida mexicana, de los problemas que agitan de vida, una organización social y un espíritu
a México. Una ideologia sin mistificaciones de religioso mexicanos, no empeñarnos en apli-
oratoria, adecuada a propósitos humanos, que carnos sin éxito explicaciones y sistemas ex-
resuelva en la acción y no en la literatura, las traños a nuestra naturaleza.
graves contradicciones que estamos viviendo. El camino del bien no es fácil y la lucha es esen-
Pero mientras los hombres consuman lo cia de la vida sin ser necesariamente contraria al
mejor de su vida y de su energía en librarse bien. La violencia, además, como el dolor, redime
de los más bajos dolores -de la miseria, de la y salva si no es torpe ni pequeña. En México, sin
opresión-, será imposible que logren alcanzar embargo, hemos de huir de la violencia que ha
propósitos superiores e ideales más altos. amparado siempre bajas pasiones porque no te-
Para esto, fijemos el método elegido, la nemos "piedad de nuestra propia sangre" y por-
técnica, subordinada a un criterio moral, que nada pesa más gravemente sobre nosotros
a un ideal humano. Es el único método que que la cruel tradición de Huitzilopochtli.
podrá alzarnos de esta deprimente y fangosa Rigor en la técnica y bondad en la vida.
condición en que el cientificismo de antes, el Este es el nuevo programa. He tratado sola-
inevitable romanticismo y el misticismo vago mente de señalar una posibilidad: encontrar
de los días de lucha y los groseros desborda- un medio para reunir las buenas voluntades
mientos de un triunfo sin realizaciones, nos dispersas, los entusiasmos contradictorios,
tienen todavía postrados. una razón de ser común en los acontecimien-
Nuestro mexicanismo es todavía más un tos que en confusión terrible y sin aparente
nacionalismo de alfarería que de cultura. Y sentido ocurren en México.
cuando quiere ser serio, está preñado de te- Una grave responsabilidad pesa sobre noso-
mibles amenazas de regresión. tros porque somos una "generación-eje". Hay
Si hay realmente un sentido estético, una que decidirse a tomar un nuevo rumbo y a crear
tabla moral y un anhelo interior que deter- un acervo nuevo de ideas y de riqueza.•
minen una producción artística, una forma Febrero de 1926

Manuel Gómez Morin (1897-1972)


Jurista, político y fundador de Instituciones. Huérfano de padre a muy corta edad, pasó de su natal
Batopilas a Parral, Chihuahua capital, luego a León, para instalarse en la ciudad de México en 1913.
Coetáneo de Lombardo, es también miembro de los Siete Sabios de México desde la Escuela Nacional de
Jurisprudencia. En 1922 es enviado por el Presidente Obregón a Nueva York a estudiar los mercados de
valores y los bancos emisores; redactó la Ley del Banco de México, del que es fundador en el Gobierno
del Presidente Calles, y a él se debe la estabilidad monetaria del país. En 1933 es nombrado Rector de la
UNAM cuya Ley Orgánica redactó para darle autonomía en 1929. En 1936 crea la figura de la primera
Sociedad Controladora en México (VISA). En 1939 fundó y fue el primer presidente del Partido Acción
Nacional, durante diez -años. Reposa en la Rotonda de las Personas Ilustres.

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IDEÓLOGOS MEXICANOS DEL SIGLO XX

Jesús Reyes
Heroles
EL LIBERALISMO MEXICANO

1 liberalismo nace con la nación cionalidad con la idea liberal. Ésta se fundió
y ésta surge con él. Hay así una con la idea de la patria.
coincidencia de origen que hace En México, apenas iniciada la vida inde-
que el liberalismo se estructure, pendiente, impulsores del liberalismo, em-
se forme, en el desenvolvimiento peñados en el triunfo de las ideas morales y
mismo de México, nutriéndose de sus proble- políticas de éste, se apartan del librecambio.
mas y tomando características o modalidades Uno de los méritos de los liberales mexicanos
peculiares del mismo desarrollo mexicano. fue hacer coincidir la persecución de sus fines
En la génesis del Estado mexicano, el es- con necesidades concretas de amplios grupos
tudio del liberalismo significa examinar una de la población.
rica experiencia histórica. Fue actividad y Algunas características dejan un rastro
lucha por transformar la realidad. La expe- permanente en el proceso de gestación de un
riencia liberal mexicana es una de las más liberalismo específicamente mexicano. Hay
aleccionadoras, logró realidades y adquirió una herencia de utopía en el siglo XVI, en los
matices de originalidad. conceptos del bien social con don Vasco de
El liberalismo mexicano, casi desde sus Quiroga y de la igualdad con Bartolomé de las
orígenes, distinguió las libertades políticas Casas. La preocupación social de los llamados
y espirituales, del libe~alismo económico. humanistas del siglo XVI constituye un legado
Desde las luchas preparatorias de la Inde- que se traducirá en las preocupaciones socia-
pendencia se buscó identificar la idea de na- les del liberalismo mexicano.

16
IDEÓlOGOS MEXICANOS DEl SIGLO XX

También hay un gigantesco esfuerzo de La Constitución de Apatzingán fue el pri-


nuestros humanistas en el siglo XVIII. Esta mer planteamiento radical del liberalismo
primera recepción de ideas políticas moder- mexicano. Las ideas democráticas y liberales
nas subsistieron largamente en muchos de los que contiene provienen de la doctrina ge-
hombres que contribuyeron a la gestación del neral de la Revolución Francesa. Supone la
liberalismo mexicano. radicalización de los problemas en cuanto a
que: 10 sin tapujos se declara el objetivo de
la Independencia de la Nueva España; 2 0 la
Independencia no se pretende justificar a tí-
Es 1808 el año en que se exterioriza la recep- tulo de la antigua legislación española, sino
ción de las ideas liberales. Lorenzo de Zavala como una derivación del concepto de la so-
da pistas muy claras sobre las fuentes del libe- beranía nacional; 3° por ser su contenido
ralismo mexicano: "El tiempo anterior a 1808 jurídico-político diáfanamente democrático
es silencio, sueño, monotonía, a excepción de y liberal.
algunos destellos, la historia interesante de El estudio de las ideas del liberalismo
México comienza en aquel año memorable". mexicano comprende desde el punto de vista
Sí resulta evidente que 1808 marca el mo- cronológico dos grandes periodos:
mento en que la ebullición ideológica se preci-
pita. Lucas Alamán confirma que 1808 inicia -Los orígenes del liberalismo mexicano, de
el proceso de renovación y cambio de men- 1808 a 1824; se trata del proceso de recepción
talidad: "Los libros prohibidos, no obstante y configuración inicial del ideario delliberalis-
las escrupulosas pesquisas de la Inquisición, mo mexicano.
circulaban de mano, y algunas personas aún -El periodo de las realizaciones hasta llegar
eclesiásticas los leían ... los inquisidores soli- a la plenitud del liberalismo mexicano, ob-
citaron que se les aumentase el sueldo, por el tenida prácticamente durante la Guerra de
gran aumento de trabajo". Tres Años, cuando, con palabras de Juárez
En 1810 se hablaba sobre los principios ante el Congreso el 9 de mayo de 1861, el
del derecho social, la soberanía del pueblo, pueblo sintió la necesidad de no limitarse a
los límites de la autoridad y otras cuestiones defender sus legítimas instituciones, sino de
que interesaban a los ciudadanos. La acelerada conquistar nuevos principios, para que cuan-
ebullición ideológica, las ideas liberales do venciera a sus enemigos no se volviese al
existentes, aun cuando encubiertas, explican punto de partida, y sí en las reformas para
la eclosión que supone la Constitución de afianzar las instituciones. Formalmente, sin
Apatzingán de 1814. Queda como una prueba embargo, esta etapa puede ampliarse hasta
de hasta dónde había llegado el pensamiento 1873, en que se adiciona y reforma la Cons-
liberal en México y hasta dónde conducían a titución para incluir en ella una serie de prin-
ese pensamiento las realidades del país. cipios liberales.

18
En México, apenas iniciada la vida independiente,
impulsores del liberalismo, empeñados en el triunfo de las
ideas morales y políticas de éste, se apartan del librecambio

FEDERALISMO batado la atención en los Estados Unidos".


En la gestación del federalismo mexicano de- En ese momento Fray Servando lanza dos
ben atenderse, por una parte, los factores rea- opiniones que han perdurado y circulan a pesar
les del país que le llevaron al sistema federal, de que cuando fueron dichas debieron haber
y por otra el mecanismo intelectual que incitó sonado a falso: "La prosperidad de esta repú-
a muchos liberales a identificar liberalismo blica vecina ha sido, y está siendo, el disparador
con federalismo. de nuestras Américas, porque no se ha ponde-
En 1923, en ningún tema la voluntad ge- rado bastante la inmensa distancia que media
neral se exterioriza tanto como en el que la entre ellos y nosotros. Ellos eran ya Estados
República fuese federal. Las tendencias eran separados e independientes unos de otros, y se
tales, que no digamos el pronunciamiento federaron para unirse contra la opresión de In-
centralista del Congreso, una mayor dilación glaterra; federarnos nosotros estando unidos,
en la resolución federalista habría desatado es dividirnos y atraernos los males que ellos
fuerzas centrífugas imprevisibles. procuraron remediar con esa federación".
Fray Servando Teresa de Mier, en su céle- En la sesión del 19 de diciembre de 1823,
bre discurso sobre el artículo 5° del Acta Cons- se procede a votar. La primera parte -estados
titutiva, es singularmente claro. "El Congreso libres e independientes- es aprobada por 62 vo-
debe manifestarse contra el federalismo, a pe- tos en contra de 7. La palabra soberanos, por
sar de la voluntad general. Los mandatarios 40 contra 28. De esta manera nuestro país en-
no deben obedecer a los mandantes; al pueblo tra en el camino del federalismo.
se le ha de conducir, no obedecer. Sus dipu-
tados no son los mandaderos. Para tan bajo SOCIEDAD flUCTUANTE
encargo sobraban lacayos en las provincias o Difícilmente podríamos entender las grandes
procuradores o corredores de México". directrices del liberalismo mexicano y captar
Un documento básico del federalismo la sociedad fluctuante si nos concretáramos a
mexicano es El Pacto Federal del Anáhuac. La analizar las ideas liberales, olvidándonos que
tendencia descentralizadora y la decisión fede- ellas se dan en una lucha, en una amplia po-
ralista son incontenibles. El avance de la idea lémica en que, como es elemental, existen las
federal y su modelo norteamericano no pasa ideas, las fuerzas y los intereses contrarios,
desapercibido. Fray Servando sostiene: "Se po- en una evolución casi pareja. Los enemigos
dría, sin peligro, ir sol~ando las andaderas de inconciliables en la lucha son partes íntima-
nuestra infancia política hasta llegar al colmo mente unidas en un esfuerzo por comprender
de la perfección social, que tanto nos ha arre- alguno de ellos.

19
Lo importante de las leyes no es que sean
buenas o malas, sino que sean coherentes.
Sólo así servirán a su propósito.
I Ir'IJI\(,() le. S VI] 1\. nr C'.)
¡~ I1 )\( IC )I~ i )1· : :\:--; !I;Y)~C-; IJI·: Fs)'¡\w!'¡\

Ni las ideas liberales ni las conservadoras evidencia por su torpeza y el pueblo no res-
pueden ser comprendidas cuando para exa- peta a sus autoridades. Las clases, divididas
minar a unas se prescinde de otras. En estas en bandos, con distintos principios políticos,
condiciones, en la sociedad fluctuante vemos creen o pretenden creer que sus contrarios
unas y otras. Liberalismo y conservadurismo, son la única causa de las desgracias de la na-
con sus consecuentes nombres y matices, son ción. y se llega al extremo, a tal ceguera, que
dos caras de la evolución política de México. muchos verían sin duda con menos senti-
Inconcebible es la una sin la otra. miento la pérdida total del país, que el triunfo
Así, el término de sociedad fluctuante de- de cualquier partido que no fuese el suyo.
fine un largo periodo entre dos órdenes: el
colonial que no se liquida con la Independen-
cia y el que podríamos llamar secularizante,
moderno, laico, democrático, liberal, que no La sociedad fluctuante se inclinó hacia el li-
nace con ella. La sociedad fluctuante fue con- beralismo. En este párrafo está el sentido
secuencia del choque de intereses colectivos, mismo del México fluctuante: No se dejó ci-
de ideas, de principios políticos. mentar nada de lo que nos pudiera hacer re-
El país oscilaba entre dos extremos, en una troceder. Más adelante, Otero indica, ya para
lucha entre fuerzas irreconciliables: federalis- 1843 había un cambio evidente: "Tenía trein-
mo contra centralismo; igualdad o ampliación ta años hace, que obedecíamos a los nobles y a
de privilegios; Iglesia frente a Estado; religión los reyes, que estábamos divididos en castas,
o secularización; ampliación o restricción de y que creíamos que la soberanía del pueblo era
libertades; República contra Imperio; libera- la herejía más execrable".
lismo contra conservadurismo. Antes, para 1835-1836 las fuerzas del re-
Las conclusiones de esa época las propdr- troceso postulan y lo obtienen constitucional-
ciona Otero: En México no hay ni ha podido mente, el gobierno de las clases privilegiadas
haber eso que se llama espíritu nacional, por- tradicionales: clero y ejército. Las primeras
que no hay nación. La prensa ha desmoraliza- predominan en el Congreso y dictan las Siete
do al pueblo, los gobiernos se han puesto en Leyes que maniatan al General Presidente. La

la preocupación social de los llamados humanistas


del siglo XVI constituye un legado que se traducirá
en las preocupaciones sociales del liberalismo mexicano

20
guerra con los Estados Unidos ocurre en el peor El liberalismo democrático funda su lucha
momento de nuestra historia; cuando la lucha en el valor de la igualdad ante la ley. Tal fun-
política interna tiene gran intensidad, cuando damento acaba imponiéndose y el liberalismo
la sociedad colonial está agonizante y la nueva mexicano termina siendo democrático. En
aún no se levanta; cuando ya no éramos los que los escasos momentos en que gobierna, ases-
habíamos sido ni éramos aún los que íbamos a ta fuertes y certeros golpes a la que pudiera
ser. En este complejo proceso, hay diversas co- considerarse la simiente de la oligarquía. Los
rrientes liberales y existe divergencia de fondo golpes del liberalismo igualitario habían debi-
y forma en el gran movimiento. litado, si no es que pulverizado, el núcleo para
la formación de una oligarquía tradicional he-
LOS DOS LIBERALISMOS reditaria, perpetuada.
Democracia y liberalismo se enlazan de tal Los liberales se enfrentan al problema de
manera en México, que acaban siendo la mis- cómo transformar al país. La nación se agita
ma cosa. En los orígenes no es raro encontrar por adquírir una nueva forma. Los métodos
liberales que no son demócratas, la disidencia para modificar la realidad y sus principios han
se presenta con respecto al principio de sobe- sido las instituciones y las leyes. Las leyes deben
ranía popular. En las primeras etapas hay dos consignar los derechos del individuo y organi-
liberalismos: el ilustrado y el democrático: zar los poderes, de tal manera que se tutelen los
derechos humanos y las relaciones sociales.
El liberalismo ilustrado quiere el gobierno El liberalismo mexicano se caracteriza
para el pueblo, pero no del pueblo; inicial- por seguir como principios: el federalismo, la
mente es escocés -su mejor exponente, abolición de los privilegios, la supremacía de
José Maria Luis Mora-, está en contra de la autoridad civil, separación de la iglesia y el
los fueros, pero por razones de lograr la su- Estado, secularización de la sociedad y am-
premacía de la autoridad civil. El segundo pliación de las libertades.
también está en contra de los fueros, pero El liberalismo mexicano logra implantar
por otras causas; quiere el poder del pue- ciertos principios. Su importancia es tal que,
blo; es igualitario. "constituye la base misma de nuestra actual
estructura institucional y es el antecedente
A la larga el liberalismo democrático se impo- que explica en buena medida el constitucio-
ne. Cuando la contienda se desata en torno nalismo social de 1917.
a privilegios -fueros o supresión de éstos-
es natural que el pensamiento democrático LIBERALISMO SOCIAL
acabe privando. Sus inquíetudes sociales son El liberalismo mexicano, en su largo proceso de
base para el surgimiento posterior de un libe- formación, se aparta del liberalismo doctrina-
ralismo social mexicano, aquel que se preocu- rio en materia económica y social. En el aspec-
pa del bienestar social. to económico, la práctica liberal e importantí-

21
IDEÓlOGOS MEXICANOS DEl SIGLO XX

simos pronunciamientos doctrinales obligaron poderte hacer rico no te quieren dejar pobre,
a no llegar al librecambio, inclinándose nuestro y te hacen miserable. Las leyes se hacen para
proceso histórico real por la protección. En ma- el pueblo, pero no son en su beneficio.
teria social casi como constante se mantienen,
motivadas por nuestra peculiaridad, la discu-
sión sobre la propiedad de la tierra y los movi-
mientos populares que pugnan por una modi- En 1856 Ignacio Ramírez está proponiendo el
ficación en la propiedad territorial. establecimiento de un salario de subsistencia
El problema de la tierra no juega escaso pa- y la participación de los asalariados en las uti-
pel en el apoyo de las masas a la causa liberal. lidades. Esta intervención demuestra que lo
De ello resulta que el liberalismo mexicano agudo de los problemas nacionales y el afán
sea social en su nacimiento, presentándose en de los liberales por resolverlos hacían que El
su desarrollo como un permanente leitmotiv Nigromante, ortodoxo en liberalismo eco-
el tema de la propiedad de la tierra y la actua- nómico en exceso, abandonara su ortodoxia
ción que frente a ella guardan sus hombres. ante el problema social.
En esta acción resulta determinante una es- La miseria de México proviene de la exis-
pecie de ley en nuestro proceso histórico: una tencia de capitales improductivos, y de los
masa que empuja a sus caudillos. efectos de la interdependencia económica.
Vamos a apartamos del orden cronológico "Las grandes calamidades para los pobres, di-
con el fin de exponer en su conjunto las ideas gámoslo de una vez y sin miedo, provienen de
sociales de Ignacio Ramírez, que además de las relaciones extranjeras". La solución: un li-
construir una expresión del liberalismo social beralismo social. La sociedad tiene obligacio-
tiene la virtud de manifestarse en un periodo de nes frente a los desvalidos.
aproximadamente 30 años -de 1845 a 1875-. En plena segunda mitad del siglo XIX,
Las ideas sociales de El Nigromante se exteriori- cuando el liberalismo económico parece irre-
zan en 3 momentos cuando siendo joven redac- batible, dentro de un gran individualismo y
ta el políticamente desafortunado Don Simplicio, gran apego al librecambio, El Nigromante está
cuando más tarde en el Congreso Constituyente preocupado por desentrañar la cuestión social
1856-57 propone una especie de participación y el problema de los trabajadores. Encuentra
de los trabajadores en las utilidades y por último en el examen de este asunto y en su resolución
en escritos y discursos posteriores. la clave para obtener una sociedad estable y
Las ideas sociales del joven Nigromante hombres auténticamente libres. Postula un
son contundentes. Hablando de las necesi- derecho social fundado en un equilibrio, que
dades humanas, afirma que los sabios y los se obtendría mediante la asociación profesio-
gobernantes quieren hacer al pueblo rico en nal. Contrarrestar la fuerza de los capitalistas
sus teorías y que en la práctica resultan im- mediante el agrupamiento de los trabajado-
potentes. Dirigiéndose al pueblo, afirma: sin res, es idea fundamental de El Nigromante.

22
El derecho social que Ignacio Ramírez pre-
siente va a surgir muchos años después, y no
cabe duda que sus atisbos en materia social le
dan auténtica dimensión de visionario.
El desenlace cronológico del liberalismo
mexicano es el porfirismo. Pero sabemos de
una eclosión liberal plena de sentido social:
la Revolución Mexicana. Fue raíz, o corrien-
te subterránea del México moderno. Nuestra
Revolución es la primera revolución nacional,
democrática, social y liberal, en el sentido éti-
co y político de la palabra.
El liberalismo mexicano postuló y logró
el gobierno de las clases intermedias con el
apoyo popular, anticipándose en la formu-
lación del programa a los intereses del pue-
blo. Triunfó en este propósito y ello permi-
tió que el país dispusiera de un marco socio-
lógico y político que, en todo caso, iba por
delante de las realidades nacionales, y lejos,
por consiguiente, de frenarlas, alentaba su
Jesús Reyes Heroles
modificación. t

Jesús Reyes Heroles (1921-1985)


Hijo ilustre de Tuxpan, jurista, hombre de Estado, historiador y académico. A temprana edad se inició en la
administración pública donde recorrería todos los ramos, al tiempo que recibía el título de abogado con Men-
ción Honorífica en la UNAM, en 1944. Diputado federal a la XLV Legislatura (1961-64), sumó a su Cátedra de
Teoría General del Estado la prolija obra literaria cuyo máximo referente es El Liberalismo Mexicano.
Autor intelectual, en todos sentidos, de la más acabada reforma política en México en los últimos sesenta
años, como Secretario de Gobernación (1976-79), que entre sus méritos sustrajo de la clandestinidad a pro-
tagonistas y dio cauce a sus tendencias, Reyes Heroles fue numerario de la Academia Mexicana de la Historia
y honorario de la de Madrid. Ya había sido Director General de Pemex (fundador del Instituto Mexicano del
Petróleo), del Instituto Mexicano del Seguro Social, presidente del PRI y maestro genial de varias generacio-
nes de políticos, antes que el cáncer pusiera abrupto fin a su vida siendo Secretario de Educación Pública. La
Rotonda de las Personas Ilustres aguarda sus restos.

23
LOS PADRES FILÓSOFOS

Platón ,
LA REPUBLICA

1 mejor Estado es aquel en que go- ¿Quiénes son los filósofos verdaderos? No
biernan los filósofos. A menos que son los que andan errando; los espíritus mez-
ellos gobiernen, no hay tregua para quinos no hacen jamás un bien a un particu-
los males de las ciudades, ni tam- lar ni a ningún Estado. Son hombres cuyos
poco para los de la humanidad. No hechos y palabras están, dentro de lo posible,
habrá jamás ninguna ciudad ni gobierno per- en la más perfecta consonancia y correspon-
fecto hasta que éstos se ocupen de la política y dencia con la virtud, que es conocimiento.
adquieran autoridad. El verdadero estadista es ¿Qué clase de conocimiento? El más elevado,
el que guía a los ciudadanos a la justicia. Cierta- el filosófico verdadero, la idea del Bien.
mente es difícil, pero no irrealizable e imposible. La alegoría de la caverna muestra los esta-
Existirá un gobierno justo siempre que la dios del conocimiento:
Musa filosófica llegue a ser dueña del Estado. Imagina una caverna subterránea provista
O bien hasta que se apodere de los que ahora de una larga entrada, abierta a la luz, que se ex-
gobiernan o reinan un auténtico amor de la tiende a lo ancho de ésta, y unos hombres que
verdadera filosofía. Sólo los verdaderos filóso- están en ella desde niños, atados por las pier-
fos pueden ser los mejores gobernantes, por- nas y el cuello de modo que tengan que estar-
que tienen la virtud del conocimiento, aquel se quietos y mirar únicamente hacia adelante,
que es el más elevado: la idea del Bien, dispen- pues las ligaduras les impiden volver la cabeza.
sadora de la verdad, la razón y la justicia. Detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo
Sólo tal Estado asegura la justicia. De lo lejos y en plano superior, y entre el fuego y los
contrario, no cesarán los males de la ciudad y encadenados, un camino situado en alto; ya lo
de los ciudadanos, ni se verá realizado el sis- largo de éste ha sido construido un tabiquillo
tema de gobierno que hemos forjado en nues- parecido a las mamparas que se alzan entre los
tros ideales. Elegir a los filósofos verdaderos titiriteros y el público, por encima de las cuales
es tener los más perfectos guardianes, los que exhiben aquéllos sus maravillas.
desempeñen a la perfecciÓn el cargo de gober- A lo largo de esa paredilla, unos hombres
nante, de Jefes de la ciudad. que transportan toda clase de objetos, cuya

24
LOS PADRES FILÓSOFOS

altura sobrepasa la de la pared, y estatuas de cada uno de ellos? ¿Estaría perplejo y que lo
hombres o animales hechas de piedra y de ma- que antes había contemplado le parecería más
dera y de toda clase de materias; entre estos verdadero que lo que entonces se le mostraba?
portadores habrá, como es natural, unos que Y, si se le obligara a fijar su vista en la luz
vayan hablando y otros que estén callados. misma, ¿no le dolerían los ojos y se escaparía
¿Los que están así han visto otra cosa de sí volviéndose hacia aquellos objetos que puede
mismos o de sus compañeros sino las sombras contemplar, y que consideraría que éstos son
proyectadas por el fuego sobre la parte de la realmente más claros que los que le mues-
caverna que está frente a ellos? ¿Cómo, si du- tran? Y, si se lo llevaran de allí a la fuerza,
rante toda su vida han sido obligados a man- obligándole a recorrer la áspera y escarpada
tener inmóviles las cabezas? ¿Y de los objetos subida, y no le dejaran antes de haberle arras-
transportados? ¿No habrán visto lo mismo? trado hasta la luz del sol, ¿no sufriría y lleva-
Y, si pudieran hablar los unos con los otros, ría a mal el ser arrastrado y, una vez llegado a
¿creerían estar refiriéndose a aquellas som- la luz, tendría los ojos tan llenos de ella que
bras que veían pasar ante ellos? ¿Y si la pri- no sería capaz de ver ni una sola de las cosas a
sión tuviese un eco que viniera de la parte de las que ahora llamamos verdaderas?
enfrente? ¿Cada vez que hablara alguno de los Necesitaría acostumbrarse, para poder lle-
que pasaban, creerían ellos que lo que hablaba gar a ver las cosas de arriba. Lo que vería más
era otra cosa sino la sombra que veían pasar? fácilmente serían, ante todo, las sombras, lue-
No hay duda de que los tales no tendrán por go, las imágenes de hombres y de otros objetos
real ninguna otra cosa más que las sombras reflejados en las aguas, y más tarde, los objetos
de los objetos fabricados. mismos. Y después de esto le sería más fácil el
Qué pasaría si fueran liberados de sus ca- contemplar de noche las cosas del cielo, fijando
denas y curados de su ignorancia y si les ocu- su vista en la luz de las estrellas y la luna, que el
rriera lo siguiente. Cuando uno de ellos fuera ver de día el sol y lo que le es propio.
desatado y obligado a levantarse súbitamente Por último, sería el sol, pero no sus imáge-
y a volver el cuello y a andar y a mirar a la luz nes reflejadas en las aguas ni en otro lugar aje-
y cuando, al hacer todo esto, sintiera dolor y, no a él, sino el propio sol en su propio dominio
por causa de las chiribitas, no fuera capaz de y tal cual es en sí mismo, lo que él estaría en
ver aquellos objetos cuyas sombras veía antes, condiciones de mirar y contemplar. Y, después
¿qué contestaría si le dijera alguien que antes de esto, colegiría ya con respecto al sol que es
no veía más que sombras inanes y que es aho- él quien produce las estaciones y los años Ygo-
ra cuando, hallándose más cerca de la realidad bierna todo lo de la región visible y es, en cierto
y vuelto de cara a objetos más reales, goza modo, el autor de todas aquellas cosas que ellos
de una visión más verdadera, y si fuera mos- veían. Después de aquello vendría a pensar en
trándole los objetos que" pasan y obligándole eso otro. Cuando se acordara de su anterior ha-
a contestar a sus preguntas acerca de qué es bitación y de la ciencia de allí y de sus antiguos

26
compañeros de cárcel, ¿no se consideraría feliz la consideras como la ascensión del alma hacia
por haber cambiado y les compadecería a ellos? la esfera inteligible, no te engañarás acerca de
Y, si hubiese habido entre ellos algunos ho- mi vislumbre. Sólo Dios sabe si es cierto. Pero a
nores o alabanzas o recompensas que conce- mí me lo parece. En el mundo del conocimien-
dieran los unos a aquellos otros que, por dis- to la idea del Bien es la última que se percibe y
cernir con mayor penetración las sombras que con dificultad, pero no es posible percibirla sin
pasaban y acordarse mejor de cuáles de entre concluir que es la causa de todo lo que hay de
ellas eran las que solían pasar delante o detrás recto y bello en todas las cosas; que ha engen-
o junto con otras, fuesen más capaces que na- drado en el mundo visible la luz y el señor de la
die de profetizar, basados en ello, lo que iba a luz y que en el mundo inteligible es ella misma
suceder, ¿sentiría aquél nostalgia de estas co- quien es soberana y dispensadora de la Verdad
sas o envidiaría a quienes gozaran de honores y y la Razón; y que es preciso ver esta forma del
poderes entre aquéllos, o bien le ocurriría lo de Bien y conducirse cuerdamente, sabiamente,
Homero, es decir, que preferiría decididamen- en la vida privada y en la pública.
te "ser siervo en el campo de cualquier labrador
sin caudal" o sufrir cualquier otro destino an- LA MENTIRA POLÍTICA
tes que vivir en aquel mundo de lo opinable? Gobernar Estados es la tarea por la que el
Si, vuelto el tal allá abajo, ocupase de nue- hombre se muestra más cercano a la divini-
vo el mismo asiento, ¿se le llenarían los ojos de dad. El arte político puede ser capaz de re-
tinieblas como a quien deja súbitamente la luz solver los problemas de la ciudad. Pero sólo
del sol? Y, si tuviese que competir de nuevo con cuando gobiernan los verdaderos filósofos.
los que habían permanecido constantemente El vulgo los llama inútiles. Esa es la opi-
encadenados, opinando acerca de las sombras nión de la masa. La culpa de que esté mal dis-
aquellas que, por no habérsele asentado toda- puesto para con la filosofía la tienen aquellos
vía los ojos, ve con dificultad, ¿no daría que reír que se comportan de la manera menos propia
y no se diría de él que, por haber subido arriba, de un filósofo.
ha vuelto con los ojos estropeados, y que no No censures del tal modo a las multitudes.
vale la pena ni aun de intentar una semejan- Cambiarán de opinión si en vez de buscarles
te ascensión? ¿Y no matarían, si encontraban querella se les aconseja y se intenta deshacer
manera de echarle mano y matarle, a quien in- sus prejuicios indicándoles de qué filósofos
tentara desatarles y hacerles subir? hablamos, para que no crean que nos referi-
Por lo que hace a este símil, tiene que apli- mos a los que ellos se imaginan.
carse en todas su partes a lo que hemos dicho Cuanto más importante sea la misión de
antes; la esfera que revela la vista se compara los guardianes de la ciudad Estado, tanto más
con la caverna y la luz del fuego con el poder preciso será que se desliguen absolutamente
del sol. En cuanto a la ascensión a la región su- de toda otra ocupación y realicen su trabajo
perior y a la contemplación de sus objetos, si con la máxima competencia y celo.

27
lOS PADRES FilÓSOFOS

Sólo cuando cada clase ejerce su propia EDUCACIÓN


función y no se ocupa más que de ella, habrá El problema del Estado bueno y el del hombre
justicia, haciendo justa la ciudad. Es preciso bueno son dos aspectos del mismo problema.
que nuestros guardianes queden exentos de la El Estado no es sino el individuo descrito en
práctica de cualquier otro oficio y que, siendo caracteres mayores.
artesanos muy eficaces de la libertad del Esta- La virtud es el conocimiento. Con qué mé-
do, no se dediquen a ninguna otra cosa que no todo criaremos y educaremos a los que se van
tienda a este fin. a preparar para ser los guardianes de la ciudad.
Es posible que nuestros gobernantes se Este sistema de educación deberá comenzar en
vean obligados a utilizar ampliamente menti- la infancia. La niñez es la época en la que se mol-
ras y engaños en beneficio de los gobernados. dea más fácilmente el alma. Admite cualquier
La verdad merece que se la estime sobre impresión que se quiera dejar grabada en ella.
todas las cosas. Pero realmente la mentira es Se cuidará todo lo que se trasmita a los ni-
algo que, aunque de nada sirve a los dioses, ños. Lo primero que les contamos son fábulas;
puede ser útil para los hombres a manera de tales historias son peligrosas. Hay que poner
medicamento. Está claro que una semejante el máximo empeño en que las primeras narra-
droga debe quedar reservada a los médicos ciones que escuchen sean las más hábilmente
sin que los particulares puedan tocarla. dispuestas para exhortar al oyente a la virtud.
Si hay alguien a quien le sea lícito faltar La primera de las leyes en educación es re-
a la verdad, serán los gobernantes de la ciu- ferentes a los dioses. Normas con arreglo a las
dad, que podrán mentir con respecto a sus cuales deberán relatar los narradores y compo-
enemigos o conciudadanos en beneficio de ner los poetas: la divinidad no es autora de los
la comunidad sin que ninguna otra persona males, sino únicamente de las cosas buenas.
esté autorizada a hacerlo. Cuando alguien diga cosas negativas con res-
El gobernante debe vigilar que no se metan pecto a los dioses, nos irritaremos contra él y
a la ciudad, la riqueza y la indigencia excesivas. nos negaremos a darle coro y a permitir que los
Un mal es que una ciudad tenga necesariamen- maestros se sirvan de sus obras para educar a los
te que ser no una sola, sino dos: una de los po- jóvenes. Si queremos que los guardianes sean pia-
bres y otra de los ricos, que conviven en un mis- dosos y que su naturaleza se aproxime a la divina,
mo lugar y conspiran incesantemente la una debemos vigilar lo que llega a nuestros hijos.
contra la otra. Toda ciudad, por pequeña que ¿Qué hacer para que sean valientes? Por
sea, está dividida por lo menos en dos ciudades ejemplo, no les diremos cosas tales que les in-
enemigas: la de los pobres y la de los ricos. duzcan a temer a la muerte ¿Puede ser valero-
El ideal de armonía. Alcanzar una vida co- so quien sienta en su ánimo ese temor? Quien
mún armónica, en la que el mayor placer de crea que existe el Hades y que es terrible, ¿po-
todos los ciudadanos debía ser la participa- drá no temer a la muerte y preferirla en las
ción en la vida pública de la ciudad. batallas a la derrota y servidumbre?

28
Al hombre perverso se le conoce en un solo día;
para conocer al hombre justo hace falta una vida.
SÓFOCLES (495-406 A. DE C.)
POETA TRÁGICO DE ATENAS

Rogaremos a Homero y los demás poetas que lenguaje tan indigno como éste.
no se enfaden si los tachamos, no por conside- Si nuestros jóvenes oyesen tales manifes-
rarlos prosaicos o desagradables para los oídos taciones, ante el más pequeño contratiempo
de los más, sino pensando que, cuanto mayor se entregarían a largas lamentaciones, sin
sea su valor literario, tanto menos pueden escu- sentir la menor vergüenza ni demostrar nin-
charlos los niños o adultos que deban ser libres guna entereza.
y temer más la esclavitud que la muerte. Noso- Pero si han de imitar, que empiecen desde
tros tememos, por lo que toca a los guardianes, niños a practicar con modelos dignos; caracte-
que, influidos por temores de esa índole, se nos res valerosos, sensatos, piadosos, magnánimos
hagan más sensibles y blandos de lo que sería y otros semejantes. Las acciones innobles no.
menester. Tacharemos también los gemidos y Por consiguiente, tenemos que vigilar a los
sollozos en boca de hombres bien reputados. poetas y obligarles a representar en sus obras
Suprimiremos las lamentaciones de los modelos de buen carácter. También hay que
hombres famosos; se les deben atribuir a los ejercer inspección sobre los demás artistas e
hombres más viles, con el fin de que les repug- impedirles que copien la maldad, la intempe-
ne la imitación de tales gentes a aquellos que rancia, la vileza o la fealdad.
decimos educar para la custodia del país. Al que no sea capaz de ello, no se le dejará
Suplicaremos a Homero y demás poetas producir entre nosotros, para que no crezcan
que no presenten a Aquiles, hijo de diosa, nuestros guardianes rodeados de imágenes del
hundido en lamentaciones, ni llorando y que- vicio, alimentándose de este modo como con
jándose de su suerte. Pero mucho más enca- una mala hierba que recogieran y pacieran dia
recidamente todavía les pediremos que no re- tras dia, en pequeñas cantidades, pero tomadas
presenten a los dioses gimiendo: ¡Ay de mí! ... éstas de muchos lugares distintos, con lo cual in-
¡Ay de mí! Y si no respetan a los dioses, al me- troducirían, sin darse plena cuenta de ello, una
nos que no tengan la osadía de atribuirles un enorme fuente de corrupción en sus ahnas. t

Platón (427-347 a.C.)


Filósofo griego, alumno de Sócrates y maestro de Aristóteles. Determinó junto a Aristóteles gran parte del cor-
pus de creencias centrales tanto del pensamiento occidental como del hombre común y prueba de ellas son la
noción de "verdad" y la división entre "doxa" (opinión) y "episteme" (ciencia).
Entre sus obras más importantes se cuentan: La República, en la cual elabora la filosofía política de un Estado
ideal; Fedro, en el que desarrolla una compleja teoría psicológica; Timeo, un influyente ensayo de cosmogonía
racional y física, y Teeteto', prímer estudio conocido sobre filosofía de la ciencia.

29
LOS PADRES FILÓSOFOS

Aristóteles
AS (., ASES SOCIALES

1 legislador y el verdadero polí- Se dan casos que una ciudad no esté regi-
tico no deben ignorar cuál es el da por la constitución mejor, ni siquiera por
régimen mejor, absolutamente la que es practicable dentro de las circuns-
y bajo determinadas circunstan- tancias -la que más fácil pueda implantarse-
cias. También conocer la consti- sino por una francamente inferior.
tución que más se adapta a las ciudades; no Unos investigan la constitución de extre-
considerar sólo la mejor, sino la que es posi- mada perfección y que requiere un conjunto
ble para este pueblo. De acuerdo con nuestro de condiciones complementarias, otros pro-
ideal, para muchos será quizás imposible al- ponen alguna forma común. Lo que sería me-
canzar la mejor constitución. nester es introducir un orden político tal que
Un buen orden legal no consiste en tener los ciudadanos pudieran fácilmente acatar y
buenas leyes, sino en obedecerlas. La buena le- compartir dentro de las circunstancias, por-
gislación ha de entenderse como la obediencia que no es menor hazaña enderezar una cons-
a las leyes establecidas, y como la promulga- titución que constituirla desde el principio.
ción de leyes buenas que sean acatadas (tam- El político debe ser capaz de subvenir a las
bién es posible obedecer a leyes malas). Que las constituciones ya existentes. Es imposible si
leyes sean buenas, puede ser de dos maneras: ignora cuántas formas constitucionales hay.
las mejores entre las posibles para este pueblo, No es verdad que existe sólo una especie de
o las mejores en absoluto. La mayoría de los democracia y de oligarquía.
publicistas en materia constitucional, por más No deben ocultársele las variedades entre las
que acierten en los demás puntos, yerran en constituciones, cuántas son y de cuántos modos
estos otros de utilidad práctica. pueden combinarse. Debe discernir con la mis-

30
LOS PADRES FILÓSOFOS

ma prudencia las leyes mejores de las que pue- Según la opmlOn común, habría sólo dos
dan adaptarse a cada sistema constitucional. formas constitucionales: democracia y oli-
La constitución es la organización de los garquía, ya que la aristocracia se considera
poderes en las ciudades, de qué manera se como cierta oligarquía y en cuanto a la llama-
distribuyen, cuál debe ser el poder soberano da república la tienen por una democracia.
y el fin de cada comunidad. Las leyes, con in- En el supuesto de que sean dos, o una sola-
dependencia de los principios característicos mente, las formas bien constituidas, y las de-
de la constitución, regulan el modo como los más desviaciones, lo serán éstas o de la forma
gobernantes deben gobernar y guardar el or- bien combinada o de la mejor constitución,
den legal contra los transgresores. Aun para siendo oligárquicas las más tensas y despóti-
el solo propósito de legislar, el político ha de cas y democráticas las más relajadas y suaves.
conocer necesariamente las variedades de
cada constitución y su número. Es imposible
que las mismas leyes sean convenientes a to-
das las oligarquías o democracias. No debe suponerse que la democracia es el
Sobre las formas de gobierno, hemos régimen en que el pueblo es soberano (pues
distinguido tres constituciones rectas: mo- también en las oligarquías y donde quiera es
narquía, aristocracia y república. Y tres des- soberana la mayoría). Ni que la oligarquía
viaciones de ellas: tiranía, oligarquía y de- sea el régimen en que la soberanía esté en
mocracia. De estas desviaciones, la peor es el menor número. Porque si el número total
la tiranía (la que más se aleja del gobierno de ciudadanos fuese de mil trescientos, y de
constitucional); la segunda es la oligarquía; y éstos mil fuesen ricos y no dieran participa-
la más moderada, la democracia. ción en el poder a los trescientos pobres, por
La causa de que haya varias formas de go- más que éstos fuesen libres y semejantes en
bierno es que en toda ciudad hay cierto nú- lo demás a aquellos, nadie diría que estuvie-
mero de partes. Está compuesta de familias. se este pueblo gobernado democráticamente
Unos ricos, otros pobres y de clase media. La De manera análoga, si los pobres fuesen po-
gente del pueblo unos son campesinos, otros cos, pero más poderosos que los ricos más nu-
comerciantes y obreros. En la clase superior merosos, nadie tampoco llamaría a este régimen
hay diferencias por la riqueza y la magnitud una oligarquía si los demás ciudadanos, no obs-
de la propiedad. Además, las que se fundan tante ser ricos, no participasen de los honores.
en el nacimiento o en la virtud y cualquier La democracia existe cuando son los li-
otra distinción. bres los que detentan la soberanía. Y la oli-
La constitución es la organización de los garquía cuando la tienen los ricos; pero por
poderes. Éstos se distribuyen en proporción mera coincidencia los primeros son muchos
a la influencia de los que participan en el po- y los segundos pocos, porque los libres son
der o por alguna igualdad que les sea común. muchos y los ricos pocos.

32
La democracia existe cuando una mayoría de ciudadanos
libres y pobres ejercen la soberanía. V la oligarquía,
a su vez cuando la ejerce una minoría de ricos y nobles

En la democracia como en la oligarquía, -Otra forma, cuando pueden participar del


debemos hacer la precisión de que no habrá gobierno todos los ciudadanos cuya ascen-
democracia donde los libres, siendo pocos dencia sea inobjetable, pero, en última ins-
en número, gobiernen sobre una mayoría de tancia, gobierna la ley.
hombres no libres. Ni tampoco habría una -Otra forma de democracia: todos pueden
democracia si dominaran los ricos sólo por participar de las magistraturas, sólo que sean
su número. ciudadanos, pero también gobierna la ley.
La democracia existe cuando una mayo- -Otra forma de democracia es en todo como
ría de ciudadanos libres y pobres ejercen la la anterior, excepto que el poder supremo co-
soberanía. Y la oligarquía, a su vez, cuando rresponde al pueblo y no a la ley. El pueblo y
la ejerce una minoría de ricos y nobles. Hay no la ley el soberano. Esto ocurre cuando los
varias formas de democracia: decretos de la asamblea tienen supremacía
sobre la ley. Esta situación se produce por
-La primera forma de democracia es la que obra de los demagogos. El demagogo no surge
responde principalmente a la idea de igual- en las democracias regidas por la ley. Nacen
dad. Recibe este nombre en atención sobre donde las leyes no son soberanas y el pueblo
todo al principio igualitario. La legislación de se convierte en un monarca compuesto de
ésta hace consistir la igualdad en que los po- muchos miembros, porque los más son sobe-
bres no tengan preeminencia sobre los ricos, ranos no individualmente, sino en conjunto.
ni una u otra clase tenga la soberanía, sino
que ambas estén en el mismo nivel. Si, como Como quiera que sea, un pueblo de esta es-
algunos opinan, la libertad y la igualdad se pecie, como si fuese un monarca, trata de go-
encuentran principalmente en la democracia, bernar monárquicamente al no sujetarse a la
esto se realizará más cumplidamente cuando ley y se vuelve despótico. Se convierte en un
todos participen plenamente del gobierno déspota. La consecuencia es que los adulado-
por igual. Y como el pueblo está en mayoría, y res alcancen posiciones honrosas.
la decisión de la mayoría es soberana, necesa- Un régimen de esta naturaleza es a la de-
riamente será este régimen una democracia. mocracia lo que la tiranía es a los regímenes
-Otra forma de democracia: las magistratu- monárquicos. Su espíritu es el mismo. Uno
ras se distribuyen de acuerdo con los censos y otro oprimen despóticamente a los mejo-
tributarios; éstos son reducidos, sólo quien res ciudadanos. Los decretos del pueblo son
posee la necesaria propiedad puede participar como los mandatos del tirano. El demagogo
en el gobierno, no quien la ha perdido. en una parte es como el adulador en la otra.

33
lOS PADRES FILÓSOFOS

Unos y otros tienen la mayor influencia: los tocracia tiende de suyo a conferir la preemi-
aduladores con los tiranos, y los demagogos nencia a los mejores de entre los ciudadanos,
con pueblos de esta especie. así también se extiende el término a las oli-
Los demagogos, al referir todos los asun- garquías, como si se integrasen principal-
tos al pueblo, son la causa de que los decretos mente de hombres nobles y buenos.
prevalezcan sobre las leyes. Su posición emi- La aristocracia parece consistir en la distri-
nente la deben a que si el pueblo es soberano bución de los honores de acuerdo con la virtud
en todos los asuntos, ellos lo son a su vez de la -término definitorio de ésta-o La riqueza lo es
opinión popular, porque la multitud les obe- de la oligarquía y la libertad de la democracia.
dece. Los demagogos que tienen queja contra (El otro principio: la opinión de la mayoría, se
los magistrados, alegan que quien debe juzgar encuentra en todas las constituciones; en la
es el pueblo. Éste acepta de buen grado al con- oligarquía, la aristocracia y la democracia es
vite, y se disuelven todas las magistraturas. suprema la decisión de la mayoría de aquellos
Esta democracia no es verdaderamen- que participan en el gobierno)
te una república o gobierno constitucional, y si la mayoría de las ciudades reclaman
porque donde las leyes no gobiernan, no hay la forma de república, es en razón de que su
república. La ley debe ser en todo suprema, único fin es la mezcla de ricos y de pobres, de
y los magistrados deben únicamente decidir riqueza y libertad (yen casi todas, los ricos
los casos particulares, y esto es lo que debe- parecen ocupar el lugar que debía destinarse
mos tener por república. a los de condición noble y virtuosa).
Si la democracia es una forma de gobier-
no constitucional, es manifiesto que una or-
ganización de esta especie, en que todo se
administra por decretos, no es tampoco una Hay tres cosas que pueden reclamar la igual-
democracia en sentido propIo, pues no pue- dad en la ciudad: la libertad, la riqueza y la
den los decretos ser normas generales. virtud (la cuarta: la nobleza, acompaña a las
La república es una mezcla de oligarquía dos últimas). Es claro, por lo tanto, que a la
y democracia. La gente acostumbra llamar mezcla de estos dos elementos: ricos y po-
repúblicas a las que se inclinan a la demo- bres, habrá que llamarla república o gobier-
cracia, y aristocracias a las que propenden a no constitucional.
la oligarquía, en razón de que la cultura y la Queda explicado que hay otras formas de
nobleza se encuentran de preferencia en las gobierno aparte de la monarquía, la demo-
clases pudientes, y además porque los ricos cracia y la oligarquía. Cuáles son y en qué
parecen tener ya aquello por cuya posesión difieren entre sí las aristocracias, y las repú-
los delincuentes incurren en falta. blicas de la aristocracia.
De aquí que a los ricos se les llaman no- Distinguimos dos formas de tiranía, su
bles, buenos y distinguidos. Así como la aris- naturaleza coincide en cierto modo con la de

34
la monarquía. Los monarcas absolutos que La tercera forma de tiranía, y que es la que
eligen algunos bárbaros, y algunos monarcas sobre todo se entiende por dicho término, es la
a quienes llamaban dictadores. Aunque ha- que corresponde a la monarquía absoluta. Esta
bía algunas diferencias, ambos eran por una tiranía se da cuando hay un poder singular que
parte monárquicos en cuanto que el poder gobierna irresponsablemente a sus iguales o
singular se ejercía sobre una base legal y con superiores, en vista de su propio interés y no
el consentimiento de los súbditos, y tiráni- del de los gobernados. Es, por tanto, un gobier-
cos a causa de que el gobierno era despótico no de fuerza porque ningún hombre libre tolera
y al arbitrio de quienes lo detentaban. voluntariamente un poder de esta naturaleza.

35
LOS PADRES FIlÓSOFOS

EL MEJOR RÉGIMEN juntos o en todo caso que cada uno de ellos.


Cuál es el mejor régimen, que pueda compartir La mayor parte de las constituciones son
la mayoría de los hombres, y la constitución de democráticas y oligárquicas. Se debe al hecho
que pueda participar la mayoría de las ciudades. de que en ellas es exigua la clase media. Y cual-
En todas las ciudades hay tres partes o quiera de las otras dos que predomine, -sean
clases: los muy ricos, los muy pobres y los los que tiene la propiedad, sea el pueblo-, des-
intermedios. plaza a la clase media y gobierna para sí la re-
La ciudad debe contar lo más posible de pública, y así nace la democracia o la oligarquía.
elementos iguales y semejantes. Esta condi- A más de esto, y como se producen disen-
ción se encuentra sobre todo en la clase me- siones y luchas entre el pueblo y los ricos, si
dia, de modo que una ciudad así será necesa- cualquiera de estas facciones llega a dominar
riamente la mejor gobernada. a su contraria, no establecerá un gobierno
Ahora bien, la clase media, más que otra al- para todos, ni igual, sino que asumirá la do-
guna tiene esta composición, por lo cual la ciu- minación política como premio de su victoria,
dad fundada en dicha clase y constituirán unos la demo-
será la mejor organizada en lo Hay tres cosas que cracia y otros la oligarquía.
que respecta a los elementos pueden reclamar Por eso es una gran suerte
naturales que en nuestro con- la igualdad que los ciudadanos tengan una
cepto constituyen la ciudad. en la ciudad: la riqueza mediana y suficiente,
y esta clase de ciudada- libertad, la riqueza porque donde unos poseen
nos es también la que tiene y la virtud muchísimo y otros nada, tiene
mayor estabilidad en las ciu- lugar o la democracia extrema,
dades, pues ni codician como los pobres los o la oligarquía absoluta o la tiranía por exceso de
bienes ajenos, ni lo suyo es codiciado por otros una o de otra, porque la tirarúa surge tanto de
como los pobres codician lo de los ricos. Así, una demacrada desenfrenada como de una oli-
por no acechar a otros ni ser a su vez objeto de garquía.
acechanzas, viven una vida exenta de peligros. Es manifiesto que el régimen de tipo medio es
La comunidad política administrada por el mejor, porque es el único sin sediciones. Donde
la clase media es la mejor. Pueden gobernar- la clase media es numerosa se producen menos
se bien las ciudades en las cuales la clase me- sediciones y disensiones entre los ciudadanos.
dia es numerosa y más fuerte que las otras También las democracias son más firmes y
dos clases juntas. duraderas que las oligarquías gracias a las clases
Es evidente que la mejor comunidad po- medias. Las democracias son más seguras y de
lítica es la formada por la clase media y que más larga duración que las oligarquías a causa
es posible que estén bien gobernadas las ciu- de la clase media. Cuando falta la clase media
dades en las cuales el elemento intermedio y los pobres alcanzan un número extremado,
es numeroso y más fuerte que los otros dos sobreviene la adversidad y pronto se arruinan.

36
De aquí resulta claro cuál es el régimen me- la posibilidad de participar en la función deli-
jor y por qué causa. Por fuerza será mejor el berativa o judicial de esta ciudad (una muche-
que más se aproxime al régimen intermedio y dumbre de tales ciudadanos suficiente para
el peor el más alejado de éste. El régimen in- vivir en autarquía).
termedio es el mejor. El único libre de faccio- No es lo mismo la virtud de un hombre
nes, ya que donde la clase media es numerosa, bueno y la de un digno ciudadano. La virtud
es ínfima la probabilidad de que se produzcan del ciudadano debe referirse al régimen.
facciones y disensiones entre los ciudadanos. El gobernante digno debe ser bueno y
Por la misma razón las grandes ciudades son prudente, y el político ha de ser prudente.
las menos expuestas a sediciones, pues en La virtud del ciudadano y la del gobernante
ellas es numerosa la clase media, mientras no son la misma. La prudencia es la única
que en las pequeñas es fácil la división de to- virtud propia del gobernante. La virtud del
dos en sólo dos partidos sin dejar nada en me- gobernado no es la prudencia, sino la opi-
dio, y casi todos son o pobres o ricos. nión verdadera.
Debe considerarse significativo el hecho Existe una autoridad que se ejerce sobre
de que los mejores legisladores han sido ciu- personas de la misma clase y hombres libres.
dadanos de la clase media: Salón pertenecía Es la autoridad política, que el gobernante
a ella (su poesía lo atestigua) y Licurgo (pues debe aprender obedeciendo, como se aprende
no fue rey), y Carondas y, por así decir, la ma- a ser general sirviendo a las órdenes de otro y
yoría de los otros. habiendo sido comandante y capitán.•
El ciudadano no lo es por habitar en cierto
territorio. Llamamos ciudadano al que tiene Tomado de La Política

Aristóteles (384-322 a.C.)


Filósofo, lógico y científico de la Antigua Grecia. Es reconocido como el padre fundador de la lógica y la
biología. Formuló la teoría de la generación espontánea, el principio de no contradicción, las nociones
de categoría, sustancia, acto-potencia, entre otras.
De sus tratados, discernió la lógica, la ética, la estética, la política y la metafísica. Formuló la teoría
de la generación espon~ánea, de la sustancia y del acto-potencia. Maestro y mentor de Alejandro Magno,
fue considerado en su tiempo, y desde entonces, el hombre más sabio de la Historia.

37
lOS PADRES FILÓSOFOS

LucioAnneo
Séneca
o
ELOG DE LA FILOSOFIA
,

a virtud sólo corresponde a un alma Rodas, Periandrio de Corinto, Pítaco de Miti-


instruida y adoctrinada, y condu- lene, Bías de Priene, Tales de Mileto y Quilón
cida a la perfección por un ejercicio de Esparta-. Si Licurgo hubiese nacido en la
asiduo. Sin duda nacemos para ello, misma época, un octavo se habría añadido a
pero sin ello; aun en los hombres de aquellos nombres sagrados.
mejor naturaleza, antes que fuesen alecciona- Son alabadas también las leyes de Carandas
dos, se encontraba la materia de la virtud, más y Zaleuco. y no fue en el Foro, ni en la Escuela
no la virtud misma. de Jurisconsultos, sino en el retiro silencioso y
Posidonio cree que en la Edad que llamamos venerable de Pitágoras donde fueron aprendi-
de Oro el poder pertenecía a los sabios. Éstos das las leyes que habían de ser dictadas a Sicilia
detenían la violencia, defendían al débil ante ya la Italia griega.
el fuerte y mostraban lo que era útil e inútil. Pero los primeros mortales, y los que de ellos
Su prudencia velaba para que no faltase nada nacieron, seguían la naturaleza sin corrupción,
a los suyos. Mandar era cumplir un deber, y no en un mismo hombre tenían el príncipe y la ley,
tener un reino. Un buen gobernante encon- se confiaban al arbitrio del mejor. Ya que es cosa
traba una obediencia siempre dispuesta, y con natural que los seres inferiores se sometan a los
ningún daño peor podía amenazar el rey a sus superiores. Entre los hombres, el más grande es
súbditos indóciles que el de dejar el reino. el más virtuoso. El jefe era elegido por la supe-
Pero, después que los vicios que se han in- rioridad de su espíritu, de donde vino la supre-
filtrado han convertido los reinos en tiranías, ma ventura de aquellos pueblos en los cuales
es cuando se han hecho necesarias las leyes, sólo el que fuese superior podía ser el más po-
que a lo primero habían sido dadas por los deroso, pues es bien cierto que lo puede todo el
sabios. Salón, que estab~eció a Atenas sobre que no cree poder más que lo que debe.
la equidad del derecho, fue uno de aquellos ¿Quién más feliz que aquella generación hu-
famosos Siete Sabios -así como Cleóbulo de mana? Aquellos hombres gozaban en común

38
LOS PADRES FILÓSOFOS

de la naturaleza, la cual bastaba como madre davía vestidos de colores, aún no se bordaba el
y defensora de todos: así era segura la posesión oro, ni tan sólo se le extraía.
de las riquezas públicas. ¿Cómo no considerar ¿Qué, pues? Eran inocentes por ignorancia;
yo más rica la humanidad de aquellos tiempos ya que media gran trecho entre no querer pecar o
en que era imposible encontrar un pobre? no saber pecar. Les faltaba la justicia, les faltaba la
Aún no había puesto el poderoso bajo su pie prudencia, les faltaban la templanza y la fortaleza.
al débil; todavía el avaro, ocultando bienes ocio- Aquella vida rudimentaria tenía algo pa-
sos, no había privado a los demás de los necesa- recido a estas virtudes; pero la virtud sólo co-
rios; igualmente se atendía a él que a los demás. rresponde a un alma instruida y adoctrinada,
Las armas estaban en reposo, y las manos lim- y conducida a la perfección por un ejercicio
pias de sangre humana, guardaban todo elodío asiduo. Sin duda nacemos para ello, pero sin
para las fieras. Los que hallaban cobijo bajo el ello; aun en los hombres de mejor natural, an-
sol entre la espesura de la selva, y en una mise- tes que fuesen aleccionados, se encontraba la
rable choza cubierta de follaje, vivían a cubierto materia de la virtud, mas no la virtud misma.
de las lluvias y de los rigores del invierno, pasa- Aquella edad feliz existió antes que los ar-
ban las noches tranquilas sin suspiros. Les era quitectos y los constructores. Todo esto na-
placentera la vista de unas constelaciones des- ció al nacer el lujo. Entonces no se construían
cendiendo de las cimas del firmamento mien- salones para celebrar festines suntuosos. Un
tras otras iban subiendo el horizonte. ¡Qué espesor de ramas y de hojas sobrepuestas for-
agradable debió ser díscurrir entre aquellas ma- mando pendiente, permitía que se escurriera el
ravillas esparcidas en el mundo por doquier! agua de la lluvia, por abundante que fuese, bajo
Pero aunque su vida fuese noble y libre de tales techos habitan bien seguros los hombres:
engaño, no fueron sabios, por cuanto este tí- la paja cobijaba a hombres libres. Bajo los már-
tulo queda reservado para la obra perfecta. No moles y el oro sólo habita la esclavitud.
negaría, sin embargo, que fuesen hombres de No fue tan mala la naturaleza que, habien-
espíritu elevado, y por decirlo así, recién sa- do dado a todos los animales fáciles medios de
lidos de la mano de los dioses; pues no es, en vida, sólo el hombre no pudiese vivir sin tantos
manera alguna, dudoso que el mundo, no ago- artificios. Ninguno de éstos nos es exigido por
tado aún, produjera seres mejores. ella, ninguno tiene que ser buscado penosa-
Con todo, la naturaleza no procura virtud; mente para prolongar la vida. Tenemos al al-
volverse bueno es obra del arte. Ciertamente cance todo lo que por nacimiento necesitamos,
ellos no andaban en busca del oro, ni de la pla- pero nosotros hemos tornado difíciles todas
ta, ni de las piedras transparentes en los fon- las cosas con nuestro hastío de las cosas fáciles.
dos fangosos de la tierra, y compadecían inclu- Techos, vestidos, remedios, alimentos, todo
so la propia vida de los irracionales, tan lejos aquello que son hoy grandes problemas, eran
andaba el hombre de matar al hombre sin ira, cosas fáciles de hallar y gratuitas, o de las cua-
sin temor, sólo por espectáculo. No poseían to- les se podía disponer con ligero esfuerzo, pues

40
la medida de todas ellas respondia a la necesi- nestidad como único bien, que no se deja sedu-
dad; somos nosotros lo que, con nuestros arti- cir de los presentes ni del hombre ni de la for-
ficios, nos hemos hecho estas cosas preciosas, tuna, de aquella cuyo precio es el de no poder
admirables y sólo alcanzables tras grandes y re- ser adquirida a ningún precio.
petidos esfuerzos. La naturaleza es suficiente Esta filosofía no creo que existiera en aquel
para aquello que ella reclama. siglo que todavía no conocía las artes y en que
El lujo se apartó de la naturaleza y cada dia el simple uso señalaba las cosas útiles: creo que
se excita por sí mismo, creciendo de siglo en fue posterior a aquella edad afortunada en que
siglo y ayudando a los vicios con el ingenio. los beneficios de la naturaleza estaban al alcan-
Comienza a lo primero por desear cosas super- ce de todo el mundo, que podían ser utilizados
fluas, después contrarias, finalmente convierte por todos los hombres, antes que la avaricia y
al alma en sirviente del cuerpo y le ordena obe- el lujo hubieran desunido a los mortales y les
decer a los apetitos de éste. hubiesen asociado para correr a la rapiña.
Todas estas artes que despiertan la ciudad y la No eran sabios tales varones, aunque hiciesen
llenan de ruidos trabajan al servicio del cuerpo, al aquellas cosas que convienen al sabio. No sería po-
cual antes se le dejaba todo como a un sirviente, sible para el linaje humano un estado más glorio-
pero ahora todo le es servido como a un señor. so que aquel y, aunque Dios concediese a alguien
Estamos ya lejos de aquella moderación natural el don de reformar las cosas humanas y establecer
que pone por límite al deseo, la necesidad. las costumbres de las naciones, no escogería nin-
¿Qué ha investigado el sabio, qué ha sacado gún otro estado que el que se recuerda haber sido
a la luz? Primero la verdad y la naturaleza. Des- el de aquellos hombres entre los cuales:
pués la ley de la vida. Nos ha prohibido prestar "...por ningún cultivador eran poseídas las
crédito a las opiniones falsas y ha ponderado tierras y no era permitido limitar, ni poner a
el valor de cada cosa según su verdadero peso. los predios mojones; los hombres recolectaban
No hablo de aquella filosofía que arranca al por doquier y la tierra lo daba todo liberalmen-
ciudadano de su patria y del mundo a los dio- te sin que le fuese pedido" t
ses, de aquella que hace de la virtud un atributo
del placer, sino de aquella que reputa a la ho- De Cartas morales a Ludlio.

Lucio Anneo Séneca (4 a.C.-6s d.C.)


Filósofo, político, orador y escritor romano conocido por sus obras de carácter moralista. Figura predomi-
nante de la política romana durante la era imperial, como uno de los senadores más admirados, influyentes y
respetados. Séneca ha pasado a la historia como el máximo representante del estoicismo romano.
Su afirmación de la igualdad de todos los hombres, la propugnación de una vida sobria y moderada como
forma de hallar la felici~ad, su desprecio a la superstición, sus opiniones antropocéntricas, entre otras re-
flexiones, se harían un hueco en el pensamiento renacentista y más allá.

41
ADN DEL ESTADO MODERNO

Michel
GOBI RNO DE LA VOLUNTAD

amparado con el común de los Si alguna vez se me empujó al manejo


hombres pocas cosas me impre- de extraños negocios, prometí ponerlos en
sionan o me dominan, pues es mi mano, no en el pulmón ni en el hígado;
razón que nos hagan mella, siem- encargarme de ellos, no incorporármelos:
pre y cuando dejen de poseernos. cuidarme, sí; pero apasionadamente, en modo
Pongo gran cuidado en aumentar, por re- alguno: los considero, mas no los incubo.
flexión y estudio, este privilegio de insensibi- Sobrado quehacer tengo con disponer y
lidad; por consiguiente, son contadas las co- ordenar la barahúnda doméstica, que me araña
sas que adopto, y pocas también aquellas por las entrañas y las venas, sin inquietarme y
que me apasiono. Difícilmente me dejo llevar. atormentarme con los extraños. Los hombres
Debemos moderarnos entre el odio del dolor se entregan en alquiler: sus facultades no
y el amor del goce; y Platón ordena que deten- son para ellos, son para las gentes a quienes
gamos entre ambos la senda de nuestra vida. se avasallan; sus inquilinos viven en ellos,
Pero a las afecciones que de mí me apartan y no son ellos quienes viven en ellos. Este
que fuera me sujetan, m~ opongo con todas humor común no es de mi gusto. Es necesario
mis fuerzas. Mi parecer es que hay que pres- economizar la libertad de nuestra alma y no
tarse a otro, pero no darse sino a sí mismo. hipotecarla sino en las ocasiones justas, las

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- - - - - - - - - - - -

ADN DEL ESTADO MODERNO

cuales son contadas, a juzgar sanamente. zarnos fuera de nosotros, arrojándonos en la


Tantos malos pasos hay en la vida, que aun en plaza pública para uso de la pública sociedad.
el más seguro precisa escurrirse un poco ligera La verdad tiene sus impedimentos, obstácu-
y superficialmente, y resbalar sin hundirse. los e incompatibilidades con nuestra natura-
La voluptuosidad misma es dolorosa cuando leza; precísanos a veces engañar, a fin de no
es intensa: engañarnos, cerrar nuestros ojos y embotar
Camináis sobre fuego, oculto bajo ceniza en- nuestro entendimiento para enderezarlos
gañosa. (Horacio, OD., 11, 1-7.) y enmendarlos: Juzgan indoctos, de lo que no
Los señores de Burdeos me eligieron alcal- entienden, y para que no se equivoquen hay que
de de su ciudad hallándome alejado de Fran- engañarlos muchas veces en el mismo asunto en
cia y todavía más apartado de tal pensamien- que han de juzgar. (Quintil, Inst., orat., II, 17.)
to; yo me excusé, pero se me dijo que hacía
mal al proceder así, puesto que la orden del
rey se interponía también. Este es un cargo
que debe parecer tanto más hermoso cuanto El verdadero punto de la amistad que cada cual
que carece de remuneración distinta al honor se debe: no una amistad falsa que nos haga
de ejercerlo. abrazar la gloria, la ciencia, la riqueza y otras
A mi llegada me descubrí fiel y concienzu- cosas semejantes con afección principal e in-
damente tal y como me reconozco ser: des- moderada, como cosas que a nuestro ser perte-
provisto de memoria, sin vigilancia, sin expe- necieran, ni que tampoco sea blanda e indiscre-
riencia y sin vigor; pero también sin odios, sin ta, en que acontezca lo que se ve en la hiedra,
ambición, sin codicia y sin violencia, a fin de que corrompe y arruina la pared donde se fija,
que fueran informados e instruidos de cuanto sino una amistad saludable y ordenada, igual-
podían esperar de mi concurso; y porque sólo mente útil y grata. Si se conoce puntualmente
el conocimiento de mi difunto padre les había lo que se debe a sí propio, reconoce en su papel
incitado a mi nombramiento en honor de su que debe aplicar a sí mismo la enseñanza de los
memoria, añadí bien claramente que me con- otros hombres y del mundo, y para practicar
trariaría mucho en que ninguna cosa, por im- esto contribuir al sostén de la sociedad políti-
portante que fuese, hiciera tanta mella en mi ca con los oficios y deberes que le incumben.
voluntad como antaño hiciera en la suya los El principal cargo que tengamos consiste en
negocios de su ciudad mientras él la gobernó que cada cual cumpla el deber asignado; para
en el cargo mismo a que me habían llamado. eso estamos aquí. De la propia suerte que sería
Había oído decir que era menester olvi- tonto de solemnidad quien olvidara vivir bien
darse de sí mismo en provecho ajeno; que lo y santamente, pensando hallarse exento de su
particular nada significaba comparado con lo deber de encaminar y dirigir a los demás, así
general. La mayor parte de las reglas y pre- también quien abandona el vivir sana y alegre-
ceptos del mundo toman este camino de lan- mente por consagrarse al prójimo, adopta a mi

46
No sólo por mis amigos caros, sino también por la patria.
débil y todo como soy, sacrificaré mi vida.
(Horado, Od., IV, 9, 51.)

ver un partido perverso y desnaturalizado. que sea indigente, y que todos sean según su
No quiero yo que dejen de otorgarse a los idea, distinguieron así sutilmente los deseos
cargos que se aceptan la atención, los pasos, las que proceden de aquélla, de los que emanan
palabras y el sudor y la sangre, si es menester, del desorden de nuestra fantasía: la pobre-
No sólo por mis amigos caros, sino también za de los bienes es fácil de remediar; la po-
por la patria, débil y todo como soy, sacrificaré mi breza del alma es irremediable.
vida. (Horacio, Od., IV, 9, 51.) Llamemos naturaleza al uso y condición
pero que se otorguen solamente de pres- particular de cada uno de nosotros; tasémo-
tado y accidentalmente, de manera que el nos; sometámonos a esta medida; extendamos
espíritu se mantenga siempre en reposo y en hasta ella nuestra pertenencia y nuestras cuen-
salud, y no tan sólo de acción desposeído, sino tas. No es ya tiempo de convertirse en otro.
de pasión y vejación. Esa rudeza y violencia Lo mismo me quejaría de mi mejoramien-
de deseos imposibilita más bien que sirve al to interno. Casi mejor vale no llegar nunca a
manejo de lo que se emprende; nos llena de ser hombre cumplido y competente en el vi-
impaciencia hacia aquellos con quienes nego- vir, que llegar a serlo tan tarde, cuando la vida
ciamos. Jamás conducimos bien las cosas por se acaba. Para nada me sirve el bien que no
que somos poseídos y llevados. puedo utilizar. El tiempo me abandona; nada
Quien no emplea sino su habilidad y crite- sin él se posee. En conclusión, héteme aquí,
rio procede con mayor contento; simula, plie- presto a rematar este hombre, y no a rehacer
ga y difiere todo a su albedrío, según la nece- otro distinto; por largo hábito esta forma se
sidad de las ocasiones lo exige; y si no acierta, me convirtió en sustancia, y el acaso trocóse
permanece sin tormento ni aflicción, presto en naturaleza.
y entero para una nueva empresa, en tanto Cuanto más ampliamos nuestras necesida-
camina siempre con la brida en la mano. des y nuestra posesión, más nos abocamos a
Quien procede con moderación más gran- los golpes de la fortuna y de las adversidades.
de hacia el ganar o el perder, se mantiene La carrera de nuestros deseos debe hallarse
siempre dentro de sí mismo; cuanto en el jue- circunscrita y restringida en un corto límite
go menos se enciende y apasiona, lo lleva con que comprenda las comodidades más próxi-
mayor ventaja y seguridad. mas y contiguas; y debe, además, efectuarse
Las leyes de la naturaleza nos enseñan lo no en línea recta, cuyo fin nos extravíe, sino
que justamente nos precisa. Luego que los fi- en un redondel, cuyos dos puntos se apoyen
lósofos nos dijeron que según ella nadie hay y acaben en nosotros merced a un breve con-

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ADN DEl ESTADO MODERNO

Quien procede con moderación más grande hacia el ganar


o el perder, se mantiene siempre dentro de sí mismo;
cuanto en el juego menos se enciende y apasiona,
lo lleva con mayor ventaja y seguridad.

torno. Las acciones que se gobiernan sin esta del nudo del debate me mantuve con ecuanimi-
mira como son las de los avariciosos, las de los dad y pura indiferencia; Ni llevo mi animosidad
ambiciosos y las de tantos otros que se lanzan más lejos de lo que exigen las necesidades de la gue-
llenos de ímpetu, cuya carrera les lleva delan- rra, de lo cual me congratulo tanto más cuanto
te de sí mismos, son erróneas y enfermizas. que comúnmente veo caer a todos en el defec-
La mayor parte de nuestros oficios son to contrario: El que no tiene de su parte la razón
pura farsa: Todo el mundo representa la comedia acude a la violencia. (Cicerón, Tuscul. Quaest.,
(Petronio). Es preciso que desempeñemos de- IV, 25.) Los que dilatan su cólera y su odio más
bidamente nuestro papel, pero como el de un allá de las funciones públicas, como hacen la
personaje prestado: del disfraz y lo aparente no mayor parte, muestran que esas pasiones sur-
hay que hacer una esencia real, ni de lo extraño gen de otras fuentes y emanan de alguna causa
lo propio. El funcionario y Montaigne fueron en particular. He aquí por qué se pican de pasión
siempre dos personajes distintamente separa- particular más allá de la justicia y de las razones
dos. Por ser abogado y hacendista hay que des- generales: No trataban todos juntos de todo, sino
conocer las trapacerías que encierran ambas que cada cual atendía a aquello en que le iba algún
profesiones: un hombre cumplido no es res- interés particular (Tito Livio, XXXIV, 36.). Quiero
ponsable de los abusos o torpezas inherentes yo que la ventaja quede de nuestro lado, mas no
a su oficio y no debe, sin embargo, rechazar el saco las cosas de quicio si así no sucede.
ejercicio del mismo; dentro está de la costum- No hay que precipitarse tan desesperada-
bre de su país, yen él se encierra provecho. mente en pos de nuestras afecciones e intereses.
Cuando mi voluntad me entrega a un par- Cuando joven, me oponía yo a los progresos del
tido, no lo hace con tal violencia que mi en- amor, que sentía internarse demasiado en mi
tendimiento se corrompa. En los presentes alma, al considerar que no llegaran a serme gra-
disturbios de este Estado el interés propio no tos hasta el extremo de forzarme y cautivarme
me llevó a desconocer ni las cualidades lauda- por completo a su albedrío; lo mismo hago en
bles de nuestros adversarios, ni las que son cuantas ocasiones mi voluntad se prenda de un
censurables en aquellos a quienes sigo. Todos apetito extremo, ladeándome en sentido con-
adoran lo que pertenece a su bando; yo ni si- trario de su inclinación, conforme lo veo sumer-
quiera excuso la mayor parte de las cosas que girse y emborracharse con su vino; huyo de ali-
corresponden al mío: una obra excelente no mentar su placer tan adentro que ya no me sea
pierde sus méritos por litigar contra mí. Fuera dable poseerlo de nuevo sin sangrienta pérdida.

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Análogamente evité yo de buen grado la con- a veces no es sólo liberal sino también ventajoso.
fusión en mis negocios, y procuré que mis bie- (Cicerón, de Off¡ciis, Il, 18.) Los favores mis-
nes no estuvieran contiguos a los que me tocan mos que el acaso pudiera haberme concedido,
algo, ni a los que tengo que juntarme en amistad merced a relaciones y parentescos con perso-
estrecha, de donde ordinariamente nacen gér- nas que disponen de autoridad soberana en
menes de querella y disensión. Los revoltosos esas cosas de justicia, hice cuanto pude, según
se obstinan en ver sin inmutarse la ruina de su mi conciencia, por huir de emplearlos en per-
país, que poseía y mandaba toda su voluntad; juicio ajeno, y por no hacer subir mis derechos
para nuestras almas comunales hay en este por cima de su justo valor.
modo de obrar rudeza y violencia extremadas.
Quien como yo desee el bien de su país sin
ulcerarse, se entristecerá, mas no se desespe-
rará viéndole amenazado de ruina, o de una Nuestras mayores agitaciones obedecen a
vida no menos desdichada que la ruina: ¡pobre causas y resortes ridículos. En mi tiempo vi a
nave, a quien las olas, los vientos y el piloto im- las mejor organizadas cabezas de este reino,
pelen a tan encontrados movimientos! congregadas con grave ceremonia y a costa del
Quien por el favor de los principios no sus- erario, para tratados y acuerdos, de los cuales
pira como por aquello que para su existencia la verdadera decisión pendía, con soberanía
es esencial, no se cura gran cosa de la frialdad cabal, del gabinete de las damas y de la incli-
que en su acogida dispensan, de su semblante nación de alguna mujercilla.
ni de la inconsistencia de su voluntad. Quien En los comienzos precisa sólo para dete-
principalmente obra bien movido por su pro- nerse un poco de juicio; pero luego que os em-
pia satisfacción, apenas si se inmuta al ver a barcasteis, todas las cuerdas os arrastran. Hay
los demás juzgar torcidamente sus acciones. necesidad de grandes provisiones de cautela,
Un cuarto de onza de paciencia remedia tales mucho más importantes y difíciles de poseer.
inconvenientes. A mí me va bien con esta re- ¡Cuánto más fácil es dejar de entrar que sa-
ceta, librándome en los comienzos de la mejor lir! Guiamos los negocios en los comienzos y
manera que me es dable. los tenemos a nuestro albedrío, mas después,
¿Cuántas veces no me hice yo una eviden- cuando se pusieron en movimiento, ellos son
tísima injusticia por huir el riesgo de recibir- los que nos guían y arrastran, forzándonos a
las todavía peores de los jueces, en un siglo que los sigamos.
de pesares, y de asquerosas y viles prácticas, Todo lo cual no quiere decir, sin embargo,
más enemigos de mi natural que el fuego y el que ese precepto haya servido a descargar-
tormento? En los litigios conviene ser transigen- me de toda dificultad, sin experimentar, a las
te en cuanto sea lícito, y aun estoy por decir un veces, dolor al sujetar y domar mis pasiones.
poco más allá; pues el que uno ceda de su derecho Éstas no se gobiernan siempre conforme las

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ADN DEL ESTADO MODERNO

circunstancias lo exigen, y hasta sus princi- fin de juzgar la indiscreción, me parecen más
pios mismos son rudos y violentos. Mas de feas que la indiscreción misma. Valdría mejor
todas suertes se alcanza economía y provecho ofenderle aun más que ofenderse a sí mismo
[...) semejante efecto saludable no es visible haciendo tal enmienda ante su adversario.
sino para cada uno en su fuero interno. Mas Todas las acciones públicas están suje-
de todos modos, la senda de los que miran al tas a interpretaciones inciertas y diversas,
honor es muy diversa de la que siguen los que pues son muchas las cabezas que las juzgan.
tienden a la razón y al orden. Algunos nos dicen de mis acciones de esta
En el día, casi todas las reconciliaciones clase que me conduje como hombre fácil de
que siguen a nuestras contiendas son ver- conmover, y que fue lánguida mi afección al
gonzosas y embusteras: lo que buscamos es cargo. No se apartan mucho de la verdad.
cubrir las apariencias, mientras ocultamos y De semejante languidez natural no debe, sin
negamos nuestras intenciones y verdaderas: embargo, sacarse ninguna consecuencia de
ponemos en revoque a los hechos. Nosotros debilidad (pues falta de cuidado y falta de
sabemos cómo nos hemos sentido son dos cosas dife-
expresado y en qué sentido, Cuando mi voluntad rentes), y menos aun de des-
los asistentes lo saben tam- me entrega conocimiento e ingratitud
bién, y nuestros amigos, a a un partido, no lo hacia ese pueblo que empleó
quienes tuvimos por conve- hace con tal violencia cuantos medios estuvieron
niente hacer sentir nuestra que mi entendimiento en su mano para gratificar-
ventaja; mas a expensas de se corrompa me antes y después de ha-
nuestra franqueza y del ho- berme conocido. E hizo por
nor de nuestro ánimo desautorizamos nues- mí más todavía reeligiéndome para el cargo,
tro pensamiento, buscando subterfugios en que otorgándomelo por vez primera. Dicen
falsedad para ponernos de acuerdo. Nos des- también que en el desempeño de este empleo
mentimos a nosotros mismos para salvar el pasé sin que dejara traza ni huella: ¡buena
desmentir que a otro procuramos. No hay que es ésa! Se acusa mi pasividad en una época
considerar si a vuestra acción o a vuestra pala- en que casi todo el mundo estaba convenci-
bra pueden caber interpretaciones distintas; do de hacer demasiado. Cuando la voluntad
es vuestra interpretación verdadera y sincera que solicitan es dilatada, sutil, laboriosa, ar-
la que precisa en adelante mantener, cuésteos tificial y torcida, mejor harán dirigiéndose a
lo que os cueste. Si habla entonces a vues- otro. A mi juicio, no dejé, que yo sepa, nada
tra virtud y a vuestra conciencia, que no son por realizar que mi deber me impusiera, y
prendas de disfraz; dejemos estos viles proce- fácilmente olvidé aquellos otros que la am-
dimientos y miserables .expedientes al ardid bición confunde con el deber y con su título
de los procuradores. Las excusas y reparacio- encumbre; éstos son, sin embargo, los que
nes que veo todos los días poner en práctica, a con mayor frecuencia llenan los ojos y los oí-

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dos, y los que a los hombres contentan. No ciemos esta hambre de nombradía y honor,
las cosas, sino la apariencia los paga. Nues- miserable y vergonzosa, que nos los hace
tros hombres están tan hechos a la agitación mendigar de toda suerte de gentes. ¿Qué ala-
ostentosa, que la bondad, la moderación, la banza es ésta que puede comprarse en el merca-
igualdad, la constancia y otras cualidades do? (Cicerón, Finibus bono Et mal., II, 15.) por
tranquilas y oscuras no se advierten ya. Es medios abyectos y a cualquier precio, por vil
obrar para su reputación y particular prove- que sea: es deshonrarnos el ser honrados de
cho, no en pro del bien, el hacer en la plaza este modo. A mí me parecen las cosas mucho
pública lo que puede practicarse en la cáma- más laudables cuando son hechas sin aparato
ra del consejo. Juzgan los que de tal modo y sin que el pueblo sea testigo (Cicerón, Tusc.
obran, que los buenos reglamentos no pue- Quest., II, 26.).
den entenderse sino al son de la trompeta.
La fama no se prostituye a tan vil precio: las
acciones raras y ejemplares que la engendran
no soportarían la compañía de esta multitud La abstinencia en el obrar es a veces genero-
innumerable de acciones insignificantes y sa como el obrar mismo, pero es menos bri-
diarias. Elevará el mármol vuestros títulos llante. Tampoco en este negocio a mí mismo
cuanto os plazca por haber hecho reparar un me procuré satisfacción, pero llegué con es-
lienzo de muralla o saneado las alcantarillas casa diferencia a realizar mis propósitos, y
de vuestra calle, más no los hombres de buen así sobrepujé con mucho lo prometido a las
sentido por tan nimia causa. Ya que por con- personas con quienes tenía que habérmelas,
ciencia no nos sea dable, al menos por am- pues ofrezco de buen grado un poco menos de
bición desechemos esta cualidad: menospre- aquello que espero y puedo cumplir.•

Michel de Montaigne (1533-1592)


Filósofo, escritor y político francés del renacimiento. A su obra más importante "Ensayos", que extendió y co-
rrigió hasta su muerte, se le debe la creación de ese género literario. Humanista destacado, tomó al hombre
-y al él mismo- como su principal objeto de análisis. Ferviente admirador de grandes pensadores como Séne-
ca, Virgilio y Sócrates, sus temas principales de discusión fueron la cultura, la ciencia y la religión. Destacado
mediador entre católicos y protestantes, profesó el relativismo cultural al argumentar que las diversas leyes,
morales y creencias religiosas, -aún distintas a las suyas- tenían un fundamento y debían ser respetadas.

51
ADN DEL ESTADO MODERNO

1mejor gobierno es el que conduce cendiente, como la pérdida de un brazo asusta


a los hombres del modo más ade- a un asiático. La angustia del desprestigio aflige
cuado a su disposición. La forma a un francés condenado a un castigo que no qui-
de gobierno más perfecta, más taría ni un cuarto de hora de sueño a un turco.
conforme a la razón, es la que se Por otra parte, no veo que la policía, la justi-
propone disminuir los gastos; de igual modo cia y la equídad sean mejor consideradas en Tur-
que la que lleve a los ciudadanos de acuerdo quía, en Persia o entre los mongoles que entre
con sus tendencias e inclinaciones. las repúblicas de Holanda y Venecia y hasta en
Si bajo un gobierno condescendiente, el Inglaterra. No parece que se cometan menos de-
pueblo está tan sometido como bajo uno se- litos y que los hombres, asustados por la magni-
vero, es preferible el primero porque es más tud del castigo, estén más sometidos a las leyes.
conforme a la razón y la severidad es una he- Por el contrario, observo una fuente de in-
rramienta que le es extraña. justicias y vejaciones en estos Estados; incluso
Hay que tener en cuenta que los castigos al príncipe, que es la ley misma, lo encuentro
más o menos crueles no consiguen que las le- menos soberano que en todos los demás sitios.
yes sean más acatadas. En los países en que los Observo, en los momentos difíciles, que se
castigos son moderados se les teme tanto como producen siempre movimientos tumultuosos
en aquellos otros donde son tiránicos y crueles. en los que nadie manda y que, una vez que la
Ya se trate de un gobierno cruel o condes- autoridad despótica ha sido despreciada, na-
cendiente, siempre se castiga por grados; a un die es capaz de volverla a implantar: que la
delito más o menos grave se aplica un castigo misma desesperación de la impunidad confir-
más o menos fuerte. ma el desorden y lo aumenta.
La imaginación se acomoda a las costum- Si hay un Dios, es necesarío que sea justo:
bres del país donde se está: ocho dias de cárcel pues si no lo fuera, sería el peor y más imperfec-
o una ligera amonestación, hieren tanto al espí- to de todos los seres. La justicia es una relación
ritu de un europeo, educado en un país condes- de conveniencia que se encuentra realmente

52
ADN DEl ESTADO MODERNO

entre dos cosas; esta relación es siempre la mis- ces pueden hacerlo impunemente. ¡Qué tran-
ma cualquiera que sea el ser que la considere, ya quilidad para nosotros saber que en el corazón
se trate de Dios, de un ángel o de un hombre. de todos esos hombres existe un principio in-
Es cierto que los hombres no ven siempre terior (la conciencia) que lucha a favor nuestro
esta relación; muchas veces, incluso cuando la y nos pone a alivio de sus empresas!
ven, se alejan de ella y lo más importante es Sin esto, siempre estaríamos en un cons-
siempre su interés. La justicia levanta la voz tante temor, pasaríamos ante esos hombres
pero le cuesta trabajo hacerse oír en medio del como ante leones y en ningún momento esta-
tumulto de las pasiones. ríamos seguros de nuestros bienes, de nuestra
Los hombres pueden cometer injusticias, felicidad y de nuestra vida.
porque cometiéndolas siguen sus intereses Todos estos pensamientos me colocan en
y porque prefieren su propia satisfacción a la contra de esos doctores que presentan a Dios
de los demás. Siempre obran pensando en sí como un ser que ejerce despóticamente su po-
mismos. Ninguno es malo de forma gratuita. der; que le hacen obrar de forma en la que noso-
Siempre existe una razón que les determina, tros no obraríamos nunca por miedo a ofender-
y esa razón es siempre una razón de interés. le; que le atribuyen todas las imperfecciones que
Pero no es posible que Dios haga nada in- castiga en nosotros; y, en sus opiniones contra-
justo; si se da por supuesto que ve la justicia, dictorias, le representan ora como un ser malo,
es preciso que la cumpla: ya que no teniendo ora como un ser que odia el mal y lo castiga.
necesidad de nada y bastándose a sí mismo, Cuando un hombre hace examen de con-
sería el peor de todos los seres obrando mal ciencia, ¡qué satisfacción encontrar justo su
sin ningún interés. corazón! Este placer, aunque sobrio, debe sa-
Así, aunque no hubiera Dios, nosotros ten- tisfacerle: considerarse tan por encima de los
dríamos que amar siempre la justicia, es decir, que no tienen un corazón justo como el de
esforzarnos por parecernos a ese ser del que los tigres y de los osos. Si estuviera seguro de
tenemos una idea tan hermosa, que, si exis- ajustarme siempre a esta equidad que tengo
tiera, sería necesariamente justo; aun cuando presente, me creería el mejor de los hombres.
nos liberásemos del yugo de la religión, no de- La igualdad de los ciudadanos que aca-
beríamos desprendernos del de la equidad. rrean ordinariamente la igualdad de las fortu-
Esto me ha hecho suponer que la justicia nas, produce abundancia y vida en todos los
es eterna y no que depende de convenciones miembros del cuerpo político, repartiéndolas
humanas; y aunque dependiese de ellas, sería por todas partes.
una terrible realidad que deberíamos ocultar- No ocurre lo mismo en los países someti-
nos a nosotros mismos. dos a un poder arbitrario: el príncipe, los cor-
Estamos rodeados de hombres más fuertes tesanos y algunos particulares poseen todas
que nosotros que pueden exterminarnos de las riquezas, mientras que los demás gimen en
mil maneras diferentes; la mayoría de las ve- la miseria absoluta.

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¿Para qué sirve en un Estado esa cantidad de que han seguido el curso de las cosas de los
niños que languidecen en la miseria? Perecen hombres han sucumbido bajo el tiempo, que
casi a medida que nacen: nunca prosperan; flo- todo lo destruye, bajo la corrupción de las cos-
jos y débiles, mueren poco a poco de mil mane- tumbres que todo lo debilita, bajo la suprema
ras y además fenecen en bloque a causa de las autoridad que todo lo ha abatido.
frecuentes epidemias que la miseria y la mala Pero el regente, que quiso hacerse agrada-
nutrición producen constantemente; y los que ble al pueblo, pareció respetar al principio esta
logran escapar, llegan sin fuerzas a la mayoría de imagen de la libertad pública y, como si hubie-
edad y languidecen durante el resto de sus días. ra pensado en poner en pie el templo y el ídolo
Los hombres son como las plantas: no cre- ha querido que se les mirara como el soporte
cen normalmente si no están bien cuidados. de la monarquía y el fundamento de toda la
Entre los pueblos miserables la especie se pier- legítima autoridad.
de y a veces degenera. No existe país en el mundo donde la for-
El rey de Francia es el príncipe más podero- tuna sea tan inconstante como en éste. Cada
so de Europa. Ejerce su imperio sobre el espí- diez años hay revoluciones. Los que cobran
ritu mismo de sus súbditos y los tributos nadan en oro. En
les hace pensar como él quie- La justicia levanta este momento pasan por una
re. Cuando sólo tiene un mi- la voz pero le cuesta situación difícil.
llón de escudos en el tesoro trabajo hacerse oir Tolerancia. Entre los cris-
y necesita dos, no tiene más en medio del tumulto tianos empieza a desapare-
que convencerles de que un de las pasiones cer el espíritu de intolerancia
escudo vale dos y le creen. Si que les animaba. Me pregun-
tiene que sostener una guerra difícil y no tiene tas si hay judíos en Francia. Deberías saber que
nada de dinero, le basta meterles en la cabeza donde hay dinero, hay judíos. Y me preguntas
que un trozo de papel es dinero y quedan con- qué hacen ahí. Exactamente lo que hacen en
vencidos inmediatamente. Tan grandes son su Persia. Nada se parece más a un judío asiático
fuerza y su poder sobre los espíritus, que in- que un judío europeo.
cluso llega a hacerles creer que puede curarles Demuestran entre los cristianos, como en-
de toda suerte de males con sólo tocarlos. tre nosotros, una invencible obstinación en
Los parlamentos semejan a esas ruinas a sus creencias, que llega casi hasta la locura.
las que se ha pisoteado pero que siguen recor- La religión judía es un viejo tronco, produc-
dando al espíritu de algún templo famoso por tor de dos ramas que han cubierto la tierra;
la antigua religión de los pueblos. Ya casi no me refiero a mahometanos y cristianos; o más
se ocupan más que de impartir justicia, y su bien es una madre que engendró a dos hijas
autoridad languidece día a día, a no ser que al- que la hirieron mil veces, ya que, en materia
guna coyuntura imprevista venga a devolver- religiosa, los más próximos son los peores
les fuerza y vida. Estas grandes corporaciones enemigos; pero, por muy malos tratos que le

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hayan infligido, no cesa de glorificarse por ha- méritos de estos santos profetas. Quisiera que
berlas dado a luz; se sirve de una y otra para se les honrara mediante actos de veneración y
cubrir al mundo mientras, por otra parte, su respeto y no por vanas preferencias; y que pro-
venerable ancianidad cubre todos los tiempos. curásemos merecer sus favores, cualquiera que
Así que los judíos se consideran como fuen- sea el lugar que Dios les haya marcado, bien sea
te de toda santidad y origen de cualquier reli- a su derecha, bien sea a los pies de su trono.
gión. Nos miran como a herejes que cambia- Jamás he oído hablar de derecho público sin
ron la ley, o más bien, como a judíos rebeldes. que hayan empezado por buscar minuciosamen-
Si tal cambio se hubiera producido insen- te el origen de las sociedades, lo cual me parece
siblemente creen que se les hubiera seducido ridicu1o. Si no las formaran los hombres, si se
con facilidad; pero como se hizo de repente abandonaran y huyeran unos de otros, habría
yen forma violenta, como pueden señalar la que preguntarse la razón y el porqué de esta sepa-
hora de uno y otro nacimiento, se escandali- ración. Pero los hombres nacen unidos los unos
zan al encontrar épocas en nosotros; y se man- a los otros; un hijo nace junto a su padre y ahí se
tienen firmes en una religión a la cual no pre- queda: he aquí la sociedad y la causa de ésta.
cedió ni siquiera la creación del mundo. El derecho público es más conocido en Eu-
Jamás gozaron en Europa de una calma ropa que Asia; sin embargo, puede decirse que
semejante a la actual. Entre los cristianos em- las pasiones de los príncipes, la paciencia de
pieza a desaparecer la intolerancia. En Espa- las gentes, o la adulación de los escribanos,
ña se arrepintieron de haberlos expulsado, y han corrompido todos sus principios.
en Francia, de haber perseguido a cristianos Este derecho tal como está hoy día, es una
cuyas creencias diferían muy poco de las del ciencia que enseña a los príncipes hasta qué
príncipe. Se va comprendiendo que el celo punto pueden violar la justicia sin chocar con
por los progresos de la religión es diferente al sus intereses. ¡Cuánta ambición, querer poner
amor que hay que profesarle y que, para amar- la iniquidad por sistema para endurecer su
la y observarla, no es necesario odiar y perse- conciencia y dictar reglas, formar principios y
guir a quienes no la practiquen. sacar consecuencias de ella!
Sería de desear que nosotros, los musul- El poder ilimitado de nuestros sublimes
manes, pensáramos tan sensatamente como sultanes, que no reconocen otra regla que la
los cristianos sobre tal asunto; que pudiera fir- suya, no produce más monstruos que este in-
marse de una vez la paz entre Alí y Abubeker, digno arte que quiere sojuzgar a la justicia, por
dejando a Dios el cuidado de decidir entre los muy inflexible que ésta sea.

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Se diría que hay dos justicias diferentes: de encina o de laurel, una estatua, un elogio,
una que regula los asuntos de los particulares, representaban una enorme recompensa a una
contenida en el derecho civil, otra que regula batalla vencida o a una ciudad conquistada.
las diferencias entre los pueblos, que ejerce su Allí, un hombre que hubiera hecho una
tiranía por medio del derecho público, como si buena acción se encontraba suficientemente
este no fuera también un derecho civil que sir- recompensado por la acción misma. No podía
ve, no a un país en particular, sino al mundo. ver a uno de sus compatriotas sin sentirse su
Del mismo modo que todos los hombres no benefactor. Contaba el número de sus servicios
tienen el mismo apego a la vida, no todos son por el de sus ciudadanos. Cualquier hombre es
por igual sensibles a la gloria. Esta noble pasión capaz de hacer el bien a otro hombre, pero con-
está siempre grabada en su corazón; pero la ima- tribuir al bienestar de la sociedad entera es ya
ginación y la educación la mo- parecerse a los dioses.
difican de mil maneras. El deseo de gloria, ¿Es que esta noble emu-
Esta diferencia, que se en- en cada Estado crece lación no ha sido completa-
cuentra entre un hombre y con la libertad de sus mente sofocada en el corazón
otro se hace más patente to- miembros y disminuye de los persas, entre los que los
davia entre los pueblos. con ella; la gloria empleos y dignidades no son
Puede deducirse como nunca es compañera sino atributos de la imagina-
máxima que el deseo de gloria, de a servidumbre ción del soberano? La fama y
en cada Estado crece con la li- la virtud, allí, se consideran
bertad de sus miembros y disminuye con ella; la como imaginarias si no se acompañan del fa-
gloria nunca es compañera de la servidumbre. vor del príncipe, con el que nacen y mueren.
El santuario del honor, de la reputación y de Un hombre que cuente con la opinión pública
la virtud, parece haberse establecido en las re- jamás estaría seguro de no ser deshonrado al
públicas y en los países donde puede pronun- día siguiente; hoy puede vérsele como general
ciarse la palabra patria. En Roma, en Atenas, del ejército; el príncipe quizá le convierta en su
en Lacedemonia, el honor compensaba por sí cocinero, sin dejarle esperar más elogio que el
solo los servicios más destacados. Una corona de haber hecho un buen estofado. t

Charles Louis de Secondat, Señor de la Bréde y Barón de Montesquieu (1689-1755)


Uno de los pensadores franceses sinónimo del siglo de la Ilustración. Junto con John Locke, es el padre del
Estado Nación. Su articulación de la teoría de la separación de poderes es premisa de las constituciones mo-
dernas y quedó plasmada para la posteridad en El Espíritu de las Leyes, su más grande obra.
Previamente en su texto, Las Cartas Persas, escrito con fina ironía, expone sus críticas a la sociedad de
su época, por lo que es ,considerado uno de los representantes del espíritu crítico de esta etapa. Abanderó
la defensa de la tolerancia religiosa y la aspiración a la libertad.

57
ADN DEL ESTADO MODERNO

John Locke
CARTA SOBRE LA TOL RANCIA

s necesario establecer la frontera El cuidado espiritual no debe pertenecer al


entre el Estado y la Iglesia; distin- gobernante, porque aunque el rigor de las le-
guir el menester civil y el religio- yes y la fuerza de los castigos lograra conven-
so, sin esto no se pondrá fin a las cer a la conciencia humana y cambiar la men-
controversias. El cuidado de las al- te de los hombres, ello no ayudaría en nada
mas no puede ser del gobernante. El deber del a la salvación de las almas. La religión, por
estadista, por medio de leyes equitativas para el contrario, verdadera salvadora espiritual,
todos, es cuidar que todo el pueblo disfrute de consiste en la persuasión de la conciencia.
la posesión justa de cosas mundanas e impo- La Iglesia es una sociedad libre y voluntaria
ner castigo a quien viole el derecho ajeno. Su de hombres que se reúnen de mutuo acuerdo
jurisdicción alcanza sólo los derechos civiles; para rendir culto público a Dios en la forma
no puede ser extendida, bajo ningún pretex- que ellos juzguen que le es aceptable yeficien-
to, a la salvación espiritual. te para la salvación de sus almas. La esperan-
Todo el poder del gobierno está sólo rela- za de salvación, al ser la sola causa de su ingre-
cionado a los intereses civiles de los hombres, so a esa comunión, debe ser también la única
está limitado al cuidado de las cosas de este razón de su permanencia en ella.
mundo y nada tiene que ver con asuntos de Cristo impuso esta ley a su Iglesia, la sen-
la vida futura. El individuo no puede ser obli- tencia: "Donde están dos o tres congregados
gado a profesar determinada religión, por la en mi nombre, allí estoy en medio de ellos"
fuerza externa oficial a través de la confisca- (Mateo XVIII, 20). Nada puede faltar para la
ción de la propiedad, tortura, la prisión y los verdadera salvación.
tormentos. Ninguna cosa de tal naturaleza ¿Cómo podrá ésta ser llamada Iglesia de
puede tener tanta facultad como para que la Cristo, si está basada en leyes que no son las
gente cambie el juicio interno que se ha for- suyas y que excluyen de la comunión a perso-
mado sobre las cosas. nas que Cristo recibirá un día en el reino de

58
ADN DEL ESTADO MODERNO

los cielos? Si los hombres deben ser obligados Apelo ahora a la conciencia de quienes per-
con hierro y fuego a abrazar cierta doctrina y siguen, atormentan, arruinan y matan a otros
ser reducidos a actuar por la fuerza en un culto hombres, por pretextos de religión, para que
exterior, sin prestar ojos a la vida interior, si se digan si lo hacen o no por amistad y afecto
intenta convertir al heterodoxo imponiéndole hacia ellos. Y sólo podré creer, entonces y no
lo que no cree, nadie creerá que tal comporta- antes, que estos soberbios fanáticos lo hacen
miento procede del amor y de la caridad. en verdad por tales motivos, cuando los vea
Nunca encontré en ninguno de los libros corregir del mismo modo a sus amigos y fa-
del Nuevo Testamento que la Iglesia de Cris- miliares que pequen manifiestamente contra
to debería perseguir a otros a fuego y espada los preceptos evangélicos y los vea, asimismo,
para que abrazaran su fe y doctrina. El fin de perseguir a hierro y fuego a los miembros de
una sociedad religiosa, como ya se ha dicho, su propia comunión.
es la adoración pública de Dios y, mediante
ella, la obtención de la vida eterna. Todas las
leyes eclesiásticas deberán limitarse a esto.
La tolerancia es la característica principal ¿Por qué entonces este ardiente celo de Dios,
de la verdadera Iglesia. Todas las demás son de la Iglesia y de la salvación de las almas
más bien distintivos de hombres que luchan -ardiente, literalmente, con fuego y hoguera-
por el poder y por el dominio sobre los demás, pasan por alto aquellos vicios morales y la
que esencia de la Iglesia de Cristo. Si carecen maldad sin castigarlos, siendo que todos los
de caridad, mansedumbre y buena voluntad reconocen como diametralmente opuestos a
hacia la humanidad, y aun hacia aquellos que la manifestación del cristianismo?
no son cristianos, ciertamente estarán muy ¿Por qué se es cruel e implacable con aque-
lejos de ser verdaderos cristianos. llos que disienten de su opinión, y es a la vez
"Los reyes de las naciones imperan sobre indulgente frente a iniquidades e inmorali-
ellas, pero no así vosotros" (Lucas XXII 25, dades que son impropias del nombre de cris-
26). La función de la verdadera religión es di- tianos? Por mucho que hablen de su Iglesia,
ferente, no ha sido creada para producir una demuestran plenamente, a través de sus ac-
pompa externa, ni para obtener un dominio ciones, que es otro el reino que persiguen y no
eclesiástico ni tampoco para el ejercicio de la el progreso del reino de Dios.
fuerza compulsiva, sino para la regulación de La tolerancia hacia aquellos que difie-
la vida de los hombres en conformidad a las ren de otros en materias de religión es tan
reglas de la virtud y de la piedad. conforme al Evangelio de Jesucristo y a la
Tolerar a aquellos que difieren de los demás razón genuina de la humanidad, que parece
en asuntos de religión es asunto que concuer- monstruoso que los hombres sean tan ciegos
da con el Evangelio y con la razón, y extraña como para no percibir claramente la necesi-
que ciertos hombres cieguen ante esta luz. dad y ventaja de ello.

60
la tolerancia es la caracteristica principal de la verdadera
Iglesia. Todas las demás son más bien distintivos de hombres
que luchan por el poder y por el dominio sobre los demás

Pero aun cuando algunos disfracen su es- tarse cosa alguna relativa a la posesión de los
píritu de persecución y crueldad poco cristia- bienes mundanos y civiles, ni debe usarse la
na con el pretexto del bienestar público y de fuerza en ninguna ocasión. Las armas para
la observancia de las leyes, y otros pretendan hacer cumplir sus deberes a los miembros de
que con la excusa de la religión queden im- esta sociedad son, por lo tanto, la exhorta-
punes su libertinaje y licencias, estimo que ción, la admonición y el consejo. Si a través
nadie debe engañarse a sí mismo ni a los de ellas no se redime a los pecadores ni se
otros con razones de lealtad y obediencia al convierte a los que están en el error, no hay
príncipe, o de ternura y sinceridad hacia el nada más que hacer, salvo expulsar a aque-
culto de Dios. llos individuos obstinados.
Es necesario distinguir la esfera del go- Esta es la última y más extrema fuerza de
bierno civil de la esfera de la religión y esta- la autoridad eclesiástica. No existe otro cas-
blecer los límites exactos entre una y otra. Si tigo que pueda infligírseles que no sea el de
no se hace esto, jamás tendrán fin las contro- cesar toda relación entre la comunidad y el in-
versias que surgen permanentemente entre fieL Ninguna Iglesia, por el solo deber de la to-
los que tienen, o por lo menos pretenden te- lerancia, está obligada a mantener en su seno
ner, de una parte, una preocupación por los a alguien que, después de haber sido amones-
intereses de las almas de los hombres y, de tado, ofenda las leyes de esa comunidad. Pero
otra, por la comunidad. no se trata de que la persona expulsada reciba
La república es una sociedad de hombres algún daño en sí misma o en sus bienes.
construida sólo para procurar, preservar y ha- La excomunión no debe privar a quien la
cer progresar sus propios intereses civiles: la ha recibido de ninguno de los bienes que po-
vida, la libertad, la salud, la posesión de cosas seía anteriormente. Todas estas materias sólo
externas tales como el dinero, las tierras, las son propias del gobierno civil y están bajo la
casas, los muebles y otras similares. protección del magistrado.
Toda jurisdicción del gobernante alcanza Nadie tiene derecho a perjudicar a otra
sólo a aquellos aspectos civiles. Todo poder, persona en sus derechos civiles por el hecho
derecho o dominio civil está vinculado y limi- de abrazar otra Iglesia. Todas las garantías
tado a la sola preocupación de promover es- que le pertenecen como ciudadano, deben
tas cosas; no puede ni debe ser extendido en ser preservadas en forma inviolable. No son
modo alguno a la salvación de las almas. materia de religión. No se le debe causar daño
En el ámbito de la Iglesia no debería tra- alguno por ser cristiano o pagano.

61
ADN DEL ESTADO MODERNO

Es necesario distinguir la esfera del gobierno civil de la esfera


de la religión y establecer los limites exactos entre una y otra.
Si no se hace esto, jamás tendrán fin las controversias.

El derecho fundamental e inmutable de tan peculiares en su origen, finalidad e inte-


toda militancia voluntaria es el de alejar a reses, y tan infinitamente diversas entre sí.
cualquiera de sus miembros que transgreda ¿Cuál es el deber del gobernante en mate-
sus reglas, pero no podrá jamás, por la incor- ria de tolerancia? El cuidado de las almas no
poración de nuevos miembros, adquirir dere- pertenece al príncipe. Pero no puede negarse
cho alguno sobre los que no la integran. a hombre alguno la preocupación caritativa
Deben observarse entre las Iglesias par- que es el adoctrinamiento, la admonición y la
ticulares, como entre los individuos, la paz, persuasión. Por consiguiente, el cuidado del
la equidad y la amistad, sin ninguna preten- alma de todo hombre sólo le pertenece a él.
sión de superioridad o jurisdicción de una
sobre otra.
No hay ni individuos ni Iglesias ni Estados
que tengan justificación para invadir los de- ¿Pero qué sucedería si éste descuidara toda
rechos civiles y los bienes terrenales de cada preocupación por su alma? A esto respondo:
cual bajo pretexto de religión. Quienes no ¿qué ocurriría si descuidase su salud? Las
concuerdan con esto, harían bien en meditar leyes disponen, dentro de lo posible, que los
sobre los perniciosos gérmenes de discordia y bienes y la salud de los súbditos no se perjudi-
de guerra, que proporcionan a la humanidad. quen por el fraude o la violencia de los demás,
No habrá paz ni seguridad ni amistad en- mas no pueden defenderlos de su negligencia
tre los hombres mientras prevalezca la opi- o de su mala administración. Nadie puede ser
nión de que el señorío está basado en la gra- obligado contra su voluntad a ser rico o sano.
cia y que la religión debe ser propagada por la Aún más, ni siquiera Dios puede salvar a los
fuerza de las armas. hombres en contra de su voluntad.
Cualquiera sea el origen de su autoridad, Si algunos príncipes desean ocuparse de la
al ser eclesiástica, debería estar limitada a salvación de almas, se dirá que hay infinitos
la esfera de la Iglesia, y no extenderse a los caminos para lograr la riqueza, mas uno solo
asuntos civiles, puesto que la Iglesia es, en para alcanzar el cielo. No será el cuidado del
sí misma, algo completamente aparte y di- Estado ni su derecho a promulgar leyes lo que
ferenciado del Estado. Los límites de ambas haga el camino hacia el cielo más evidente.
partes son fijos e inamovibles. Confunde lo Además y por último: como el gobernante
celestial con lo terrestre, que son tan opues- no tiene la facultad de imponer legalmente el
tos y remotos, quien mezcla estas sociedades, uso de ningún rito o ceremonia a Iglesia al-

62
guna, tampoco tiene la potestad de prohibir ministrado sabiamente y si sus resoluciones
el ejercicio de tales ritos y ceremonias. La mi- miran al bienestar público.
sión del estadista es sólo salvaguardar a la co- El cuidado del alma es privado, no pertene-
munidad de todo prejuicio y de todo daño a ce al Estado. La comunidad política fue creada
una persona en particular, ya sea en su vida o para proteger la vida de los hombres y las cosas
en sus bienes. pertenecientes a esta vida. El gobernante tiene
Hay muchas ciudades y reinos que han el deber de preservar éstas a sus dueños, no pu-
abrazado la fe cristiana, y la ley de Cristo no diendo, por lo tanto, quitárselas a un individuo
se ha mezclado para nada con asuntos del go- o grupo y darlas a otro, ni aun bajo pretexto
bierno. Él nos ha enseñado solamente cómo de religión. Ni podrá tampoco despojarlos de
los hombres pueden alcanzar la vida eterna su propiedad ni siquiera por ley, por causas que
a través de la fe; más nunca instituyó ningún no se relacionen con los fines del gobierno civil,
Estado y jamás prescribió ninguna forma es- es decir, por su religión, sea verdadera o falsa.
pecial de gobierno ni puso la espada en manos La opresión fermenta la rebelión, hace que
del príncipe para que la usara en forzar a los los hombres luchen por sacudir todo yugo tiráni-
hombres a fin de que abjuraran de su religión co. Las revueltas surgen a menudo con pretextos
anterior y abrazaran la suya. de religión, mas también es verdad que, por esta
Algunos preguntarán ¿qué sucedería si un misma causa, los súbditos son maltratados. Los
gobernante requiere con su potestad algo que disturbios no provienen de las Iglesias en par-
parezca ilegítimo a la conciencia de un indivi- ticular, sino de una tendencia de la humanidad
duo en particular? A esto contesto que es muy que, cuando es apremiada por pesados fardos, se
difícil que ello suceda si el gobierno está ad- esfuerza por sacudir el yugo que la oprime.•

John Locke (1632-1704)


Filósofo inglés cuyas aportaciones en el terreno de la educación y la política han influido destacadamente en
el pensamiento moderno. Aunque terminó de escribir en 1666 su obra el Ensayo sobre el entendimiento huma-
no, ésta no vio la luz hasta 1690. Dos años más tarde se difundió Pensamientos sobre la educación.
Artífice del liberalismo, ideó el concepto de que la soberanía emana del pueblo, integrado por hombres
a quienes les confirió el derecho a la propiedad, la vida, la libertad y la felicidad, que inspiraron la Consti-
tución de Estados Unidos en 1787. Más revolucionaria fue su teoría de la separación de los poderes Eje-
cutivo, Legislativo y Judicial. A estas ideas visionarias agregó los principios de soberanía y legalidad como
sustento del Estado.

63
DECANTACIÓN DE lOS SIGLOS

Carlos Marx
LA INTERVENCION EN MEXICO
, ,

a proyectada intervención de timiento a la expedición propuesta". Apenas


México por parte de Inglaterra, había llegado la noticia al otro lado del océano
Francia y España, en mi opinión, Atlántico, los órganos del gobierno america-
es una de las empresas más mons- no la señalaron como una mentira, ya que el
truosas que jamás se haya registra- presidente Lincoln era partidario y no oposi-
do en los anales de la historia internacional. tor de México. De todo esto se desprende que
Se trata de una idea típicamente palmersto- el plan de intervención se originó en el gabi-
niana -Lord Palmerston, primer ministro de nete de Sto James.
Inglaterra- que asombra, a los no iniciados, No menos confusas y contradictorias que
por la locura del propósito y la infamia de los las declaraciones concernientes al origen del
medios empleados. acuerdo, fueron las de sus objetivos. Un ór-
Noticia agria publicada por el Moniteur y gano de Palmerston, el Morning Post, anun-
el Morning Post: Inglaterra, Francia y España ció que México no era un Estado organizado
habían concluido un acuerdo sobre la inter- con un gobierno estable, sino una guarida
vención conjunta en México. Es creíble que de ladrones. Como tal sería tratado. La ex-
Luis Bonaparte contara con la intervención pedición tenía un solo objetivo: satisfacer a
en México, entre sus muchas posibilidades los acreedores del Estado mexicano en In-
que constantemente tiene preparadas para glaterra, Francia y España. Para este fin, las
la diversión del pueblo francés. Es seguro que fuerzas militares combinadas ocuparían los
España, cuyos éxitos baratos en Marruecos y principales puertos mexicanos, percibirían
en Santo Domingo se le han ido a la cabeza, los derechos de importación y exportación
sueñe con la restauración en México. de sus costas y retendrían esta "garantía ma-
El Times anunció "que el presidente de la terial" hasta que todas sus reclamaciones de
Unión Americana había dado su total consen- deudas se satisficieran.

64
DECANTACIÓN DE LOS SIGLOS

Según los invasores los medios más origina es de


fortalecer un gobierno consisten en obtener sus ingresos
y territor' os por la fuerza, El gobierno mexica o sólo
puede volverse solvente por consolidación interna

El otro Palmerston, el Times, declaró, por proposición sería rechazada unánimemente


lo contrario, que no se trataba de los intere- por el Parlamento inglés al momento de ser
ses privados de los acreedores, sino "que se presentada. Por su parte Inglaterra no puede
esperaba que la mera presencia de un escua- confiar a Francia el gobierno de México. De
drón combinado en el Golfo de México y la España, mejor ni hablar."
ocupación de ciertos puertos, sería suficiente Por consiguiente, toda la expedición es un
para estimular al gobierno mexicano a nuevos caos, cuya clave la da La Patrie en estas pala-
esfuerzos hacia el mantenimiento de la paz in- bras: "El convenio reconoce la necesidad de
terna y a obligar a los descontentos a una opo- instalar en México un gobierno fuerte, que
sición más constitucional que el vandalismo". pueda mantener la paz y el orden."
Según los invasores, los medios más origi-
nales de fortalecer un gobierno consisten en
obtener sus ingresos y territorios por la fuer-
za. El gobierno mexicano sólo puede volverse Se trata simplemente de reemplazar la Santa
solvente por consolidación interna. Alianza, con su principio de intervención, por
Se recuerda que el partido liberal en Méxi- los países europeos en los asuntos domésticos
co, bajo Juárez, -presidente oficial de la Repú- gubernamentales de los Estados de América,
blica- controla casi todos los puntos del país; con una nueva Santa Alianza. El Presidente
que el partido católico bajo el general Márquez de los Estados Unidos declaró que cualquier
ha sufrido derrota tras derrota y que la banda interferencia europea en los asuntos internos
de ladrones organizada por dicho partido ha de los Estados americanos sería ilegal. Desde
sido replegada en la sierra de Querétaro y se entonces la Unión Americana ha sostenido
ha vuelto dependiente de la alianza con Me- constantemente la Doctrina Monroe como
jía. La última esperanza del partido católico ley internacional.
era la intervención española. La Guerra Civil actual, sin embargo, creó la
Un tercer órgano inglés, el Economist, de- situación propicia para que las monarqtúas euro-
clara que la conquista de México es imposible. peas establezcan un precedente de intervención
"Si se desea", dice este periódico, "enviar so- y puedan expandirse posteriormente. Este es
bre él un príncipe inglés con un ejército britá- el verdadero objetivo de la intervención anglo-
nico, entonces se provoc~ría la ira feroz de los franco-española. Su resultado inmediato sólo
Estados Unidos. Los celos de Francia harían puede ser, y se intenta que así lo sea, la restaura-
imposible una conquista de tal índole, y esta ción de la anarqtúa que estaba tocando a su fin.

66
Por tanto, lo ha admitido el Times, la in- autoritaria en pro del orden?» Porque, dice el Ti-
tervención conjunta en su forma actual es de mes, "no existe gobierno en México". ¿Y cuál es
hechura inglesa, o sea palmerstoniana. España el propósito de la expedición? "Dirigir deman-
fue obligada a adherirse por presión de Francia. das a las autoridades constituidas de México."
y Francia fue atraída por medio de concesiones El Times, con tanto palabrería, confiesa que
que se le hicieron en el campo de la política las razones que originalmente se dieron para
europea. Es una coincidencia muy significati- la expedición eran pretextos superficiales; que
va que el Times del 6 de noviembre, en el mis- para el logro de las reparaciones no se necesi-
mo número en el que anuncia la conclusión en taban más que los actuales procedimientos; y
París de una convención para la interferencia que, en realidad "el reconocimiento de recla-
conjunta en México, informa que a cambio de mos monetarios y la protección de súbditos
su unión en la expedición mexicana, Luis Bo- europeos" en nada tienen que ver con la pre-
naparte había obtenido carta blanca para sus sente intervención conjunta en México. ¿En-
proyectadas intrusiones en Suiza, y probable- tonces cuáles son sus verdaderos objetivos?
mente en otras partes del continente europeo. Ya que el Times londinense aduce que la ac-
El Times: "Tres Estados se combinan para tual intervención no tiene nada que ver con los
obligar a un cuarto a conducirse bien no tanto reclamos monetarios o con los ultrajes persona-
por medio de la guerra, sino por la interven- les, ¿cuál es entonces su real o presunto objetivo?
ción autoritaria en pro del orden." "Una intervención autoritaria en pro del or-
¡Intervención autoritaria en pro del orden! den." Inglaterra Francia y España proyectan una
Éste viene siendo el lema literal de la Santa nueva Santa Alianza y constituirse ellas rrusmas
Alianza y en boca de Inglaterra, con su enalteci- en un conjunto armado para restaurar el orden en
miento del principio de no intervención, suena todo el mundo. "México", dice el Times, "debe ser
realmente de «modo muy notable». ¿Y por qué rescatado de la anarquía", y ponerlo en el camino
«el camino de la guerra, de la declaración de gue- del autogobierno y de la paz. Los invasores "deben
rra y los demás preceptos de derecho internacio- instituir un gobierno fuerte y estable", y ese gobier-
nal» han sido sustituidos por «una intervención no debe extraerse de "algún partido mexicano".

67
DECANTACiÓN DE lOS SIGLOS

¿Alguien se puede imaginar que Palmers- ción española era la última esperanza de los
ton y su vocero el Times verdaderamente sacerdotes y bandidos; y finalmente, que la
consideran la intervención conjunta como anarquía mexicana estaba en vías de extinción.
un medio para obtener el fin propuesto: la ex- Ellos saben pues, que la intervención
tinción de la anarquía y el establecimiento en conjunta, sin otro fin declarado, salvo el de
México de un gobierno fuerte y estable? rescatar a México de la anarquía, producirá
Muy lejos de sostener un credo tan utópico, precisamente el efecto opuesto, debilitará
el Times declara expresamente en su editorial al gobierno constitucional, fortalecerá al
del 27 de septiembre: "El único punto sobre el partido clerical mediante el abastecimiento
cual pudiera existir una diferencia entre noso- de bayonetas francesas y españolas, reavivará
tros y nuestros aliados es respecto al gobierno las brasas de la guerra civil y en lugar de
de la República. A Inglaterra le complacería de- extinguirla, restaurará la anarquía al máximo.
jarlo en manos del Partido Liberal, que actual- Sería, por cierto, el colmo de las "curíosi-
mente está en el poder, mientras que Francia y dades" que los Estados Unidos, que viven en
España son sospechosos de parcialidad a favor amistad con México, se asociara con los euro-
del gobierno eclesiástico, re- peos, traficantes del orden,
cientemente depuesto". "No existe gobierno y al participar en sus actos,
Sería extraño, en verdad, que en México". ¿V cuál sancionaran la interferencia
Francia se hiciera, tanto en el es el propósito del armado conjunto euro-
Viejo como en el Nuevo Mun- de la expedición? peo en los asuntos internos
do, protectora de sacerdotes y "Dirigir demandas de los Estados americanos.
bandidos. En su artículo de hoy a las autoridades El primer proyecto de tal
el Times continúa su razona- constituidas trasplante de la Santa Alianza
miento en la misma dirección de México" al otro lado del Atlántico fue,
y resume sus escrúpulos en durante la Restauración, pla-
la siguiente opinión: "Es difícil suponer que las neado por Chateaubriand para los Barbones fran-
potencias interventoras pudieran coincidir en la ceses y españoles. El intento fue burlado por un
absoluta preferencia por uno de los dos partidos ministro inglés, Mr. CannIDg y un presidente ame-
en los cuales está dividido México e igualmente ricano, Mr. Monroe. A Palmerston le pareció que
difícil imaginar que se encontrará un compro- la actual convulsión de los Estados Unidos sería el
miso entre enemigos tan acérrimos." momento oportuno para adoptar el viejo proyec-
Palmerston y el Times, por lo tanto, son to en forma modificada. Ya que los Estados Uni-
plenamente conscientes de que "existe un go- dos, por el momento, no deben permitir ninguna
bierno en México"; que el Partido Liberal, os- complicación extranjera que interfiera con su gue-
tensiblemente favorecido 'por Inglaterra, "está rra en pro de la Unión, todo lo que pueden hacer
actualmente en el poder"; y que la "dominación es "protestar". Sus mejores partidarios en Europa
eclesiástica ha sido depuesta"; que la interven- esperan que proteste, y por lo tanto, que repudie

68
firmemente -ante los ojos del mundo- cualquier propio gobierno", insinuando que no existe go-
compliddad con uno de los intentos más nefastos. bierno en México; y que por lo tanto los mexi-
En diciembre de 1861, el señor Istúriz, em- canos deben escoger no sólo nuevos gobernan-
bajador español en Londres envió a John Rus- tes, sino "una nueva forma de gobierno", bajo
seU notas prometiendo explicar las razones que los auspicios de los invasores aliados.
indujeron a la apertura unilateral de operacio- La constitución de un nuevo gobierno
nes en contra de México por parte de España. complacería al gobierno inglés. Descansa, por
España, por su precipitada iniciativa, había lo tanto, en los comandantes de la invasión
echado a perder el asunto. Los aliados ahora armada juzgar qué forma de nuevo gobierno
debían avanzar hacia el interior de México. es o no para México. En todo caso, el buen
Luis Bonaparte no permitiría que las fuerzas hombre Russell se lava las manos inocente-
francesas estuvieran en una posición de infe- mente. Envía dragones extranjeros a México,
rioridad con respecto a las de España. para que allí obliguen al pueblo a "escoger" un
Debido a que España rompió la convención nuevo gobierno; pero desea que los dragones
-había osado anclar en Veracruz, en ausencia lo hagan suavemente, y examinen los senti-
de las fuerzas inglesas y francesas- no quedaba mientos políticos del país que invaden.
otro camino abierto para Francia que seguir el La segunda parte de la farsa que Russell tuvo
ejemplo de España, quebrantar la convención y que jugar, fue poner en el tapete al archiduque
aumentar, no sólo sus fuerzas expedicionarias, Maximiliano de Austria como rey mexicano, sos-
sino cambiar el carácter de la operación. tenido por Inglaterra y Francia. Informa a Sir C.
Por supuesto, no se necesitaba pretexto Wyke, su representante en México, que las tropas
para que las potencias aliadas emprendieran el francesas y españolas marcharán de inmediato a
crimen; y desde el principio de la expedición, la Ciudad de México. Y se dice que el archiduque
desdeñar los pretextos y propósitos por los Maximiliano es el ídolo del pueblo mexicano; si
cuales se emprendió. tal es el caso, "no hay nada en la convención que
No menos curiosa es la otra parte del men- evite su advenimiento al trono de México".•
saje. Las fuerzas aliadas no deben despojar De artículos periodísticos
a los mexicanos de su derecho "de escoger su publicados en 1861 y 1862

Carlos Marx (1818-1883)


Filósofo, historiador, sociólogo y economista alemán. Nacido en una familia de clase media acomodada en
Prusia, estudió en universidades de Bonn y Berlín y ejerció el periodismo. Casado en 1843 y forzado al exilio
en Bruselas y Londres, la miseria lo llevó a perder a tres de sus hijos.
Junto a Fedérico Engels, se le considera fundador del materialismo histórico y padre del socialismo cientí-
fico, el comunismo y el marxismo. Aunque su obra más importante es El Capital, quizá la más leída sea el Mani-
fiesto del Partido Comunista, escrita junto con Engels. Por su vasta obra y el contagio de sus ideas, se le considera
uno de los más influyentes pensadores del siglo xix y figura clave para entender la historia política del xx.

69
DECANTACIÓN DE lOS SIGLOS

Victor Hugo ,
CARTA AL PRESIDE TE JUAREZ
HAUTEVILLE, UNIO 20,1867

1 Presidente de la República en Italia, en China, valientemente orgulloso


Mexicana: de su bandera; que poseía en abundancia ca-
Juárez, vosotros habéis iguala- ballos, artillería, abasto, municiones formida-
do a John Brown. bles. Del otro lado, Juárez.
La América actual tiene dos Por una parte dos imperios, por la otra un
héroes, John Brown y vosotros. John Brown, hombre. Un hombre con sólo un puñado de
por quien ha muerto la esclavitud; vosotros hombres. Un hombre arrojado de ciudad en
por quien ha vencido la libertad. ciudad, de pueblo en pueblo, de rancho en
México se ha salvado por un principio y rancho, de bosque en bosque, amenazado por
por un hombre. El principio es la República; la infame fusilería de los consejos de guerra,
el hombre sois vosotros. perseguido, errante, atacado en las cavernas
Por otra parte, el fin de todos los atenta- como una bestia feroz, acosado en el desier-
dos monárquicos termina por abortar. Toda to, proscrito. Por generales, algunos desespe-
usurpación comienza por Puebla y termina rados; por soldados, algunos desnudos. Ni
en Querétaro. dinero, ni pan, ni pólvora, ni cañones. Los
Europa, en 1863, se arrojó sobre Améri- matorrales por ciudades. Aquí la usurpación
ca. Dos monarquías atacaron vuestra demo- llamándose legitimidad; allá el derecho, lla-
cracia: la una con un príncipe, la otra con un mándosele bandido.
ejército, el más aguerrido de los ejércitos de La usurpación con el casco en la cabeza y la
Europa, que tenía por punto de apoyo una espada imperial en la mano, saludada por los
flota tan poderosa en el mar como en tierra; obispos, precedida delante de ella y arrastran-
que tenía el respaldo de todas las finanzas de do tras ella, todas las legiones de la fuerza. El
Francia, recibiendo reemplazos sin cesar; bien derecho solo y desnudo. Vosotros, el derecho,
comandado; victorioso en África, en Crimea, habéis aceptado el combate.

70
DECANTACIÓN DE lOS SIGLOS

La batalla de uno, contra todos, ha durado Acabáis de abatir las monarquías con la dema-
cinco años. Falto de hombres, habéis tomado crada. Les habéis demostrado su poder, ahora
cualquier cosa por proyectil. El terrible clima mostrad su belleza. Después del rayo, mostrad
os ha socorrido; habéis tenido por auxiliar a la aurora. Al cesarismo que masacra, oponed la
vuestro sol. Habéis tenido por defensores los República que deja vivir. A las monarquías que
pantanos infranqueables, los torrentes llenos usurpan y extenninan, oponed al pueblo que rei-
de caimanes, las marismas plenas de fiebre, na y se modera. A los bárbaros, mostrad la dvi-
las vegetaciones tupidas, el vómito negro de lización. A los déspotas mostrad los principios.
las tierras calientes, los desiertos salados, los Humillad a los reyes frente al pueblo, deslum-
grandes arenales sin agua y sin hierbas, donde brándolos. Vencedlos, sobre todo, por la piedad.
los caballos mueren de sed y hambre; la gran- Protegiendo al enemigo se afirman los
de y severa meseta del Anáhuac que, como la principios. La grandeza de los principios
de Castilla se defiende por su desnudez; las consiste en ignorar al enemigo. Los hombres
barrancas siempre conmovidas por los tem- no tienen nombre frente a los principios; los
blores de los volcanes, desde el Colima hasta hombres son el Hombre. Los principios no
el Nevado de Toluca. Habéis conocen más allá de ellos
llamado en vuestro auxilio a México se ha salvado mismos. El hombre en su
vuestras barreras naturales: por un principio estupidez augusta no sabe
lo escabroso de las cordille- y por un hombre. más que esto: la vida huma-
ras, los altos diques basál- El principio es la na es inviolable.
ticos y las colosales rocas Repúb ica; el hombre ¡Oh, venerable imparcia-
de pórfido. Habéis hecho la sois vosotros lidad de la verdad! ¡Qué be-
guerra del gigante y vuestros llo es el derecho sin discerni-
proyectiles han sido las montañas. miento, ocupado sólo en ser el derecho!
y un día, después de cinco años de humo, Precisamente delante de los que han me-
de polvo y de ceguera, la nube se ha disipado y recido legalmente la muerte es donde se debe
entonces se han visto dos imperios caídos por abjurar de las vías de hecho. La grandiosa
tierra. No más monarquía, no más ejércitos; destrucción del cadalso debe hacerse delante
nada más que la enormidad de la usurpación de los culpables.
en ruina y sobre este horroroso derrumba- Que el violador de los principios sea salva-
miento, un hombre de pie, Juárez, y alIado de guardado por un principio. Que tenga esta di-
este hombre, la libertad. cha y esta vergüenza. Que el perseguidor del
Habéis hecho todo esto, Juárez, y es gran- derecho sea protegido por el derecho. Despo-
de; pero lo que os resta por hacer es más gran- jándolo de la falsa inviolabilidad, la inviolabi-
de todavía. lidad real, lo ponéis delante de la verdadera
Escuchad, ciudadano Presidente de la Re- inviolabilidad humana. Que se quede asom-
pública Mexicana: brado al ver que el lado por el cual es sagrado,

72
es precisamente aquél por el cual no es empe- a estos jueces a quienes obedecen los verdugos,
rador. Que este príncipe que no sabía que era a esos verdugos obedecidos por la muerte, a
un hombre, sepa que hay en él una miseria, el esos emperadores que tan fácilmente cortan
rey; y una Majestad, el hombre. la cabeza de un hombre, mostradles cómo se
Jamás se os ha presentado una ocasión perdona la cabeza de un emperador!
más relevante. ¿Osarían golpear a Berezows- Sobre todos los códigos monárquicos de don-
ki en presencia de Maximiliano sano y salvo? de manan las gotas de sangre, abrid la ley de la
Uno ha querido matar a un rey; el otro ha que- luz y, en medio de la más santa página del libro
rido matar a una Nación. supremo, que se vea el dedo de la República se-
Juárez, haced que la civilización de este ñalando esta orden de Dios: Tú ya no matarás.
paso inmenso. Juárez, abolid sobre toda la Estas cuatro palabras son el deber.
tierra la pena de muerte. Vosotros cumpliréis con ese deber.
Que el mundo vea esta cosa prodigiosa: la El usurpador será salvado y el libertador,
República tiene en su poder a un asesino, un ay, no pudo serlo. Hace ocho años, el 2 de di-
emperador; en el momento de aniquilarlo, des- ciembre de 1859, sin más derecho que el que
cubre que es un hombre, lo deja en libertad y le tiene cualquier hombre, he tomado la palabra
dice: eres del pueblo, como los otros. ¡Vete! en nombre de la democracia y he pedido a los
Esta será, Juárez, vuestra segunda victoria. La Estados Unidos la vida de John Brown. No la
primera, vencer la usurpación, es grandiosa. La obtuve. Hoy pido a México la vida de Maximi-
segunda, perdonar al usurpador, será sublime. liana. ¿La tendré?
Sí, a estos príncipes, cuyas prisiones están Sí y quizás a esta hora esté ya concedida.
repletas; cuyos patíbulos están corroídos de Maximiliano deberá la vida a Juárez.
asesinatos; a esos príncipes de cadalsos, de y el castigo, preguntarán.
exilios, de presidios, y de Siberias; a esos que El castigo, helo aquí:
tienen Polonia, a esos que tienen Irlanda, a los
que tienen La Habana, a los que tienen Creta; a Maximiliano vivirá "por la gracia de la
estos príncipes a quienes obedecen los jueces, República". t

Víctor Hugo (1802-188S)


Uno de los más importantes escritores románticos en lengua francesa, fue además un ilustre político, académi-
co e intelectual. Su obra poética incluye la lírica y la épica e incluso la poesía comprometida, en especial contra
Napoleón 1Il.
Entre sus mayores novelas, Nuestra Señora de París y Los Miserables le ganaron reverencia mundial en vida.
Escribió una serie de discursos políticos pronunciados en la Asamblea Nacional sobre la pena de muerte, la
educación o Europa, entre otros temas. Durante el Segundo Imperio, fue condenado al exilio por el compromiso
social de sus obras. Sus opiniones políticas y morales lo convirtieron en héroe de la Tercera República, y sus
restos reposan en el Panteón de Francia

73
DECANTACiÓN DE LOS SIGLOS

Benito Juárez
MANIFIESTO A A NACION
,

15 DE JUL O DE 1867

exicanos: En nombre de la patria agradecida, tribu-


El Gobierno nacional vuel- to el más alto reconocimiento a los buenos
ve hoy a establecer su re- mexicanos que la han defendido, y a sus dig-
sidencia en la ciudad de nos caudillos. El triunfo de la patria, que ha
México, de la que salió hace sido el objeto de sus nobles aspiraciones, será
cuatro años. llevó entonces la resolución de no siempre su mayor título de gloria y el mejor
abandonar jamás el cumplimiento de sus de- premio para sus heroicos esfuerzos.
beres, tanto más sagrados, cuanto mayor era el Lleno de confianza en ellos, procuró el
conflicto de la nación. Fue con la segura confian- Gobierno cumplir sus deberes, sin concebir
za de que el pueblo mexicano lucharía sin cesar jamás un solo pensamiento de que le fuera
contra la inicua invasión extranjera, en defensa lícito menoscabar ninguno de los derechos
de sus derechos y de su libertad. Salió el gobierno de la nación. Ha cumplido el Gobierno el pri-
para seguir sosteniendo la bandera de la patria mero de sus deberes, no contrayendo ningún
por todo el tiempo que fuera necesario, hasta compromiso en el exterior, ni en el interior,
obtener el triunfo de la causa santa de la Inde- que pudiera perjudicar en nada la indepen-
pendencia y de las instituciones de la República. dencia y la soberanía de la República, la in-
Lo han alcanzado los buenos hijos de tegridad de su territorio o el respeto debido
México, combatiendo solos, sin auxilios de a la Constitución y a las leyes. Sus enemi-
nadie, sin recursos, sin los elementos necesa- gos pretendieron establecer otro gobierno
rios para la guerra. Han derramado su sangre y otras leyes, sin haber podido consumar su
con sublime patriotismo, arrastrando todos intento criminal. Después de cuatro años,
los sacrificios antes que consentir en la pérdi- vuelve el Gobierno a la ciudad de México,
da de la República y de la libertad. con la bandera de la Constitución y con las

74
DECANTACIÓN DE LOS SIGLOS

mismas leyes, sin haber dejado de existir un Confiemos en que todos los mexicanos,
solo instante dentro del territorio nacional. aleccionados por la prolongada y dolorosa
No ha querido, ni ha debido antes el Go- experiencia de las calamidades de la guerra,
bierno, y menos debería en la hora del triun- cooperaremos en lo de adelante al bienestar
fo completo de la República, dejarse inspirar y a la prosperidad de la nación, que sólo pue-
por ningún sentimiento de pasión contra dan conseguirse con un inviolable respeto a
quienes lo han combatido. Su deber ha sido las leyes, y con la obediencia a las autoridades
y es, pesar de las exigencias de la justicia con elegidas por el pueblo.
todas las consideraciones de la benignidad. En nuestras libres instituciones, el pueblo
La templanza de su conducta en todos los lu- mexicano es árbitro de su suerte. Con el único
gares donde ha residido, ha demostrado su fin de sostener la causa del pueblo durante la
deseo de moderar en lo posible, el rigor de guerra, mientras no podía elegir a sus man-
la justicia, conciliando la indulgencia con el datarios, he debido conformarme al espíritu
estrecho deber de que se apliquen las leyes, de la Constitución, conservar el poder que
en lo que sea indispensable para afianzar la me había conferido. Termina ya la lucha, mi
paz y porvenir de la nación. deber es convocar desde luego al pueblo, para
Mexicanos: Encaminemos ahora todos que sin ninguna presión de la fuerza y sin nin-
nuestros esfuerzos a obtener y consolidar los guna influencia ilegítima, elija con absoluta
beneficios de la paz. Bajo sus auspicios será libertad a quien quiera confiar sus destinos.
eficaz la protección de las leyes y de las autori- Mexicanos: Hemos alcanzado el mayor
dades para los derechos de todos los habitan- bien que podíamos desear, viendo consumada
tes de la República. por segunda vez la independencia de nuestra
Que el pueblo y el Gobierno respeten los patria. Cooperaremos todos para poder legar-
derechos de todos. Entre los individuos, la a nuestros hijos en camino de prosperidad,
como entre las naciones, el respeto al dere- amando y sosteniendo siempre nuestra inde-
cho ajeno es la paz. pendencia y nuestra libertad.•

Benito luárez (1806-1872)


Estadista liberal primigenio y padre de la segunda independencia del país, su biografía es la historia de
México. Precursor de la cultura del esfuerzo y patriota visionario, aprendió español y luego latín, obtuvo
el grado de Abogado en 1834; inició su carrera pública como regidor del Ayuntamiento de Oaxaca, luego
ministro del Tribunal local; más adelante es electo diputado del estado, hasta ser gobernador interino en
1847. Desterrado por venganza de Santa Anna, peregrina entre La Habana, Nueva Orleans, Panamá y
Acapulco, donde lo acoge Juan Álvarez.
Presidente de la República tras un golpe a Comonfort, en 1858 inicia su itinerante ruta a la consolida-
ción de la nación mexicana. Sobrelleva un exilio, la invasión francesa y el imperio extraño entre levanta-
mientos internos constantes. Padre de la Reforma, su ejemplo de entereza y dignidad perdura en los siglos.

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LEÓN DE GREIFF

Relato de
Guilla e de Lorges
Yo, señor, soy acontista. Damas de los castillos a catar diéronme
Mi profesión es hacer disparos al aire frutos de acendrada virtud:
Todavía no habré descendido la primera noches de bendición!
nube
Mas la delicia está en curvar el arco Otras noches fueron bien miserables
Yen suponer la flecha donde la clava el ojo
Yo, señor soy acontista. Yo, señor, soy acontista.

Azores y neblíes, gerifaltes, tagres, sacres, También me he entretenido en cosas serias:


alcotanes, halcones, conocí al asno de Buridán
acudid a la voz del acontista! y al propio Buridán, que estuvo en la Tour
de Nesle
Y enderecemos nuestras garras a la (alguna vez fui con él,
conquista pero me devolví de la poterna)
de las nubes, volubles como los corazones ... y vi ahorcar en Montfau~on
y -cual los corazones- inmutables. a Messire Enguerrand de Marigny.
Poco en letras leí. ..
Yo, señor soy acontista. mas sí he bebido buenos vinos, paladeado
vianda tierna,
También he sido juglar en los mesones y comido del mejor pan.
Revendedor de bulas
Tañedor de laúd. Yo, señor, soy acontista.
Y tragador de fuego y e~gullidor de sables
Y bufón en las ferias

78
Mi profesión es hacer disparos al aire Yo, señor, soy acontista.
Todavía no habré descendido la primera nube... ?
También soy jugador de dados También resulto un poco lento y un mucho
y tengo mis ribetes de asesino. largo en las mis relaciones ...
Juzgo que hay caso de fantasía en mi
Presumo haber -en lontana ocasión- rapsodia:
hurtádome los vasos sagrados pero, ni yo soy Tácito, ni aquestos son
de ya no sé que iglesia, abadía o convento. Anales ...
(Creo que han sido mías varias esposas de Tampoco he de cantar la palinodia
Jesús, ni de irrumpir en monótonos trenos!
cuyos votos de castidad y su amor al esposo
divino Yo, señor, soy acontista.
fueron plumas al viento
y golondrinas migratorias que soltaron su Nada más. Nada menos.
vuelo desde la Cruz...)
y tengo sueño y tengo sed, señor. Salud!
Azores y neblíes, gerifaltes, tagres, sacres, y abur, señor, abur! Y hasta otra vista.
alfaneques, halcones:
acudid a la voz del acontista!
(1895-1976)
y enderecemos nuestras garras y nuestros Poeta colombiano
picos a la conquista Considerado uno de los más
de las nubes, volubles como los corazones ... Sonoros y cultivados del
y -cual los corazones- siempre iguales. Siglo XX en español

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