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El uso de los pilotes es una de las técnicas más antiguas usadas por el hombre para superar
los problemas de la cimentación en estructuras de suelos blandos. Antes del siglo XIX, el
tipo de cimentación eran zapatas continuas y el terreno solo podía soportar la carga que
transmitían las zapatas. En este entonces, el diseño de las cimentaciones se basaba en la
experiencia.
Los pilotes son anteriores a la historia que conocemos. Hace 12000 años los habitantes
neolíticos de Suiza hincaron postes de madera en los blandos fondos de lagos poco profundos
para construir sus casas sobre ellos y a alturas suficientes para protegerlos de los animales
que merodeaban y de los guerreros vecinos. Estructuras similares están actualmente en uso
en las junglas del sudeste de Asia y de la América del Sur. Venecia fue construida sobre
pilotes de madera en el delta pantanoso del río Po, para proteger a los primeros italianos de
los invasores del este de Europa y, al mismo tiempo, para estar cerca del mar y de sus fuentes
de subsistencia. Los descubridores españoles dieron a Venezuela ese nombre, que significa
pequeña Venecia, porque los indios vivían en chozas construidas sobre pilotes en las lagunas
que rodean las costas del lago Maracaibo.
De esta manera, la cimentación profunda tomó un giro sumamente importante con la llegada
de la Revolución Industrial, a través de la invención de las máquinas de vapor y Diesel. Las
pilas de cimentación profunda coladas en sitio, son uno de los métodos de cimentación que
se han desarrollado gracias a la evolución de la tecnología, pues existe una distancia enorme
entre las pilas excavadas a mano y rellenadas de arena y piedras y los métodos constructivos
existentes hoy en día con maquinaria de capacidades gigantescas. Aún así, las pilas de
cimentación profunda de ayer y hoy (y la cimentación profunda en general), tienen el mismo
propósito para su época respectiva: hacer posible la construcción de grandes edificaciones y
construcciones en zonas donde la capacidad del suelo es desfavorable para la aplicación de
cimentaciones superficiales.
Primeramente, los pilotes estaban construidos de madera ya que era el material más
abundante en ese entonces y fácil de manejar, debido a esto se hincaban grandes cantidades
de pilotes en el suelo y la carga que podía soportar estaba determinada por el grosor de la
madera.
Después fue que se crearon unas reglas “primitivas” mediante las cuales la
carga admisible por el pilote se basaba en la resistencia al golpe de un martillo de peso y
caída conocidos. Al no sufrir grandes asentamientos el tipo de estructura, no existió otro tipo
de material que lo reemplazara. Fue hasta entonces cuando se desarrolló la industria y se
demandaban estructuras más grandes y pesadas, fue ahí entonces cuando surgieron los pilotes
en concreto donde se podían moldear de diferentes formas. Con el desarrollo de las máquinas
de gran eficiencia de perforación a gran profundidad y diámetro, se reemplazó parcialmente
los pilotes hincados por los pilotes moldeados in-situ.
El acero comenzó a tener su auge posteriormente debido a sus grandes profundidades de
hinchamiento y fácil manejabilidad. Al aumentar el costo de las cimentaciones deseadas
surge la necesidad de determinarla cantidad de pilotes para que no fuese mayor que el
necesario para proporcionar seguridad a la estructura; es entonces cuando comienzan las
especulaciones teóricas que dan por resultado fórmulas de hinca.
Al principio muchas estructuras fallaron, pero también hubo estructuras que no. De lo cual
se deduce que el asentamiento de una cimentación no está necesariamente relacionado con
el asentamiento de un pilote de prueba, aún cuando la carga por pilote fuese igual a la carga
del pilote de prueba. De cualquier forma, es necesario conocer la capacidad de carga de un
pilote porque forma parte de la información para desarrollar un proyecto de cimentaciones
piloteadas.
Para tener una cabal comprensión del comportamiento de pilotes, se debe conocer todos los
tipos de pilotes y los métodos de instalación existentes. El diseño y la construcción de
cimentaciones piloteadas es un campo de la mecánica de suelos en la que se requiere el
criterio de un ingeniero que no se confíe en el discutible valor de una fórmula y que sepa
hacer uso de su experiencia, sentido común e intuición del comportamiento de los materiales.
En la actualidad las cimentaciones de pilotes tienen el mismo propósito: hacer posible las
construcciones de casas y mantener industrias y comercios en lugares donde las condiciones
del suelo no son favorables.
CIMENTACIONES PROFUNDAS
En numerosas ocasiones, los estratos más superficiales, no son capaces de soportar la carga,
con la adecuada seguridad o con un asiento tolerable. En estos casos será necesario transmitir
las cargas a un estrato más profundo y resistente. Asimismo, la presencia de un nivel freático
alto, puede hacer necesario el empleo de una cimentación profunda, con el objeto de anclar
la estructura y conseguir así la estabilidad necesaria.
CIMENTACIONES CON PILOTES
Los pilotes son elementos estructurales que están hechos de acero, concreto o madera. Se
utilizan para construir cimentaciones con pilotes, que son profundas y cuestan más que las
cimentaciones superficiales. A pesar de su costo, el uso de pilotes con frecuencia es necesario
para asegurar la seguridad estructural. En la lista siguiente se identifican algunas de las
condiciones en las que se requieren cimentaciones con pilotes (Vesic, 1977):
1. Cuando uno o más estratos de suelo son ligeramente compresibles y demasiado
débiles para soportar la carga transmitida por la superestructura, los pilotes se utilizan
para transmitir la carga al lecho de roca subyacente o a un estrato de suelo más fuerte,
como se muestra en la figura 1a. Cuando no se encuentra un lecho de roca a una
profundidad razonable debajo de la superficie del terreno, los pilotes se emplean para
transmitir la carga estructural de manera gradual al suelo. La resistencia a la carga
estructural aplicada se deriva principalmente de la resistencia por fricción
desarrollada en la interfaz suelo-pilote. (Figura 1b)
2. Cuando se someten a fuerzas horizontales (figura 1c), las cimentaciones con pilotes
resisten por flexión, mientras soportan la carga vertical transmitida por la
superestructura. Este tipo de situación por lo general se encuentra en el diseño y
construcción de estructuras de retención de tierra y de cimentaciones de estructuras
altas que están expuestas a vientos fuertes o a fuerzas sísmicas.
3. En muchos casos, los suelos expansivos y colapsables están presentes en el
emplazamiento de una estructura propuesta. Estos suelos se pueden extender hasta
una gran profundidad debajo de la superficie del terreno. Los suelos expansivos se
hinchan y contraen conforme su contenido de humedad aumenta o disminuye, y la
presión de expansión puede ser considerable. Si en esas circunstancias se utilizan
cimentaciones superficiales, la estructura puede sufrir un daño notable. Sin embargo
las cimentaciones con pilotes se pueden considerar como una alternativa cuando los
pilotes se extienden más allá de la zona activa, que es donde ocurre la expansión y
contracción. (Figura 1d).
Los suelos como los loess son de naturaleza colapsable. Cuando su contenido
de humedad aumenta, su estructura puede romperse. Una disminución repentina en
la relación de vacíos del suelo induce asentamientos grandes de las estructuras
soportadas por cimentaciones superficiales. En esos casos, se pueden emplear
cimentaciones con pilotes, en donde los pilotes se extienden hasta los estratos de
suelo estable más allá de la zona donde cambiará la humedad.
4. Las cimentaciones de algunas estructuras, como torres de transmisión, plataformas
fuera de la costa y losas de sótanos debajo del nivel freático, están sometidas a fuerzas
de levantamiento.
Los pilotes en ocasiones se utilizan para estas cimentaciones con el fin de resistir la
fuerza de levantamiento. (Figura 1e).
5. Los estribos y las pilas de puentes suelen construirse sobre cimentaciones de pilotes
para evitar la pérdida de capacidad de carga que una cimentación superficial podría
sufrir debido a la erosión del suelo en la superficie del terreno. (Figura 1f).
Pilotes de acero
Los pilotes de acero por lo general son a base de tubos o de perfiles H de acero laminado.
Los pilotes de tubo se hincan en el terreno con sus extremos abiertos o cerrados. Las vigas
de patín ancho y de perfil I también se pueden utilizar como pilotes. Sin embargo, los pilotes
de perfil H suelen preferirse debido a que sus espesores del alma y del patín son iguales. (En
las vigas de patín ancho y de perfil I, los espesores del alma son menores que los del patín).
En la tabla 1 se indican las dimensiones de algunos pilotes de acero de perfil H estándar
empleados en Estados Unidos. En muchos casos, los pilotes de tubo se rellenan con concreto
después de su hincado.
La capacidad estructural permisible para pilotes de acero es
𝑄𝑝𝑒𝑟𝑚 = 𝐴𝑠 𝑓𝑠 (1)
Donde
Una vez que se fija la carga de diseño para un pilote, se debe determinar, con base en
consideraciones geométricas, si Q(diseño) está dentro del intervalo permisible según su
definición con la ecuación 1.
Cuando es necesario, los pilotes de acero se empalman por medio de soldadura,
remaches o pernos. En la figura 2a se muestra un empalme común de un pilote H. En la figura
2b aparece un empalme común mediante la soldadura de un pilote. En la figura 2c se muestra
un diagrama de un empalme de un pilote H mediante remaches o pernos.
Cuando se esperan condiciones de hincado difíciles, como a través de arena densa,
esquistos o roca suave, los pilotes de acero se pueden adaptar con puntas o zapatas de
hincado. En las figuras 2d y 2e se muestran los diagramas de dos tipos de zapatas utilizadas
en pilotes de tubo.
Los pilotes de acero pueden estar expuestos a la corrosión. Por ejemplo, los suelos
pantanosos, las turbas y otros suelos orgánicos son corrosivos. Los suelos que tienen un pH
mayor que 7 no son tan corrosivos. Para compensar el efecto de la corrosión, por lo general
se recomienda considerar un espesor adicional de acero (sobre el área de la sección
transversal real de diseño). En muchas circunstancias los recubrimientos epóxicos, aplicados
en la fábrica, sobre los pilotes funcionan satisfactoriamente contra la corrosión. Estos
recubrimientos no se dañan con facilidad por el hincado del pilote. El encapsulado con
concreto de los pilotes de acero en la mayoría de las zonas corrosivas también los protege
contra la corrosión.
Los siguientes son algunos datos generales de los pilotes de acero:
Longitud usual: 15 a 60 m
Carga usual: 300 a 1200 kN
Ventajas
a. Fácil manejo con respecto al corte y a la extensión a la longitud deseada.
b. Pueden soportar esfuerzos de hincados altos.
c. Pueden penetrar estratos duros como grava densa y roca suave.
d. Alta capacidad de soporte de carga.
Desventajas
a. Relativamente costosos.
b. Alto nivel de ruido durante su hincado.
c. Expuestos a la corrosión.
Ventajas
a. Se pueden someter a un hincado pesado.
b. Resistentes a la corrosión.
c. Es fácil combinarlos con una superestructura de concreto.
Figura 3. Pilotes precolados con refuerzo ordinario.
Desventajas:
a. Difícil de lograr su corte deseado.
b. Difíciles de transportar.
Longitud usual: 10 a 45 m
Longitud máxima: 60 m
Carga máxima: 7 500 a 8500 kN
Las ventajas y desventajas son las mismas que para los pilotes precolados.
Los pilotes colados in situ o colados en el lugar se construyen haciendo un barreno en el
terreno y luego colándolo con concreto. En la actualidad en la construcción se utilizan varios
tipos de pilotes de concreto colados en el lugar y la mayoría de ellos fueron patentados por
sus fabricantes. Estos pilotes se pueden dividir en dos categorías generales: a) ademados b)
no ademados. Los dos tipos pueden tener un pedestal en el fondo.
Los pilotes ademados se hacen hincando un tubo (ademe) de acero en el terreno con
ayuda de un mandril colocado dentro del tubo. Cuando el pilote llega a la profundidad
adecuada se retira el mandril y el tubo se llena con concreto. En las figuras 4a, 4b, 4c y 4d se
muestran algunos ejemplos de pilotes ademados sin pedestal. En la figura 4e se muestra un
pilote ademado con pedestal. El pedestal es un bulbo de concreto expandido que se forma
dejando caer un martillo sobre el concreto fresco.
Algunos datos generales de pilotes ademados colados en el lugar son los siguientes:
Longitud usual: 5 a 15 m
Longitud máxima: 30 a 40 m
Carga usual: 200 a 500 kN
Carga máxima aproximada: 800 kN
Ventajas
a. Relativamente baratos.
b. Permiten su inspección antes de verter el concreto.
c. Fácil de extender.
Desventajas
a. Difíciles de empalmar después de fraguar.
b. Los tubos delgados se pueden dañar durante el hincado.
Carga permisible
𝑄𝑝𝑒𝑟𝑚 = 𝐴𝑠 𝑓𝑠 + 𝐴𝑐 𝑓𝑐 (2)
Donde
𝑄𝑝𝑒𝑟𝑚 = 𝐴𝑐 𝑓𝑐 (3)
Donde
Como la mayor parte de las variantes de los pilotes de concreto pueden hincarse hasta
alcanzar una alta resistencia sin daño, usualmente es posible asignarles mayores cargas
admisibles que a los pilotes de madera (tabla 12.1). Bajo condiciones ordinarias no están
sujetos a deterioro y pueden usarse arriba del nivel del agua freática. Elevadas
concentraciones de sales de magnesio o de sulfato de sodio (más de 1000 ppm de SO3 en el
agua de los poros) pueden producir deterioro y requerir precauciones especiales o la selección
de un material diferente. Las sales en el agua de mar y la humedad marina, atacan el refuerzo
en los pilotes a través de las grietas en el concreto; al formarse el óxido, el concreto se
desconcha. La mejor protección contra ello es usar un concreto que sea denso y de alta
calidad. El deterioro de los pilotes de concreto preesforzados no es tan rápido, porque las
grietas de tensión se reducen al mínimo.
Pilotes de acero. Se utilizan mucho como pilotes los tubos de acero, que usualmente se llenan
de concreto después de hincados, y los perfiles de acero en H cuando las condiciones
requieren un hincado violento, longitudes desusadamente grandes, o elevadas cargas de
trabajo por pilote.
Figura 12.3. Ejemplos de pilotes precolados. a) Tipo comúnmente usado para caballetes de
puente. b) Seccional(Fuentes) con conexiones hechas soldando el mango a la tira de acero
después de insertar la siguiente sección. c) Pilote seccional preesforzado(Brunspile) con
conexiones hechas introduciendo un casquillo apretado de acero en un conector ligeramente
cónico.
Los pilotes de perfiles de acero en H penetran en el terreno más fácilmente que otros tipos,
en parte porque desalojan relativamente poco material. En consecuencia, se usan
frecuentemente para alcanzar un estrato de gran capacidad de carga a gran profundidad. Si el
hincado es difícil, y especialmente si el material superior contiene obstrucciones o gravas
gruesas, es probable que los patines se dañen y los pilotes se tuerzan o se doblen. Pueden
producirse pocos defectos serios si pueden notarse los síntomas durante el hincado. Cuando
las condiciones sugieran la posibilidad se estos daños, las puntas de los pilotes deben
reforzarse con medidas tales como la mostrada en la fig.12. 4a. Además, como los pilotes en
H sólo se dañan si los esfuerzos de hincado son excesivos, debe darse atención especial al
análisis de los esfuerzos dinámicos realizados por medio de la ecuación de onda (art. 12.5).
Utilizando estos análisis puede elegirse el martillo, el amortiguador, y el pilote, de manera
que formen un sistema compatible en el que, y con la adecuada supervisión de campo, los
esfuerzos de hincado puedan mantenerse menores que los que causen daño.
El diámetro de los pilotes de tubo varía usualmente de 25 a 75cm. El espesor de las paredes
rara vez es inferior a 2.5mm, y usualmente, se hincan tubos con espesores hasta de 4,5 mm
con mandril. Si el espesor de las paredes excede de 2.5 a 3.2mm, puede considerarse que el
acero participa con el concreto en el soporte de las cargas estructurales. Si los pilotes se
hincan con el extremo abierto, deben limpiarse antes de llenarlos de concreto.
Ordinariamente, están cerrados en el extremo inferior, casi siempre con una placa, como se
muestra en la fig. 12.4b. Los cierres más elaborados, como las puntas cónicas, rara vez
presentan ventajas importantes. En unos cuantos suelos, como las arcillas plásticas firmes,
debe quitarse la parte volada de la placa. Como los pilotes de tubo pueden revisarse después
de hincados, se identifican los pilotes dañados, y, si no es posible repararlos, pueden
rechazarse.
Los pilotes de acero están sujetos a la corrosión. El deterioro es usualmente insignificante, si
todo el pilote está enterrado en una formación natural, pero puede ser intenso en algunos
rellenos debido al oxígeno atrapado. Si los pilotes se prolongan hasta el nivel del terreno, o
más arriba del mismo. Las zonas inmediatas, arriba y abajo del nivel del suelo son
especialmente vulnerables. Además, puede esperarse un ataque intenso entre los niveles de
las mareas del agua del mar, y arriba de la alta marea donde el pilote queda sujeto al ataque
de sales. Posiblemente sea necesario consultar especialistas para determinar la posibilidad de
daño y para elegir métodos de defensa apropiados. Los recubrimientos son efectivos y no se
dañan con facilidad con el hincado. Asimismo, una buena protección es recubrir las zonas
vulnerables con concreto.
Figura 12.4. a) Refuerzo para la punta de pilote H (Associated Pile and Fitting Corp.). b)
Placa para cerrar la punta de un pilote de tubo.
Pueden excederse las cargas máximas indicadas si hay endurecimiento (art. 12.5)
después que ha sido hincado a una resistencia correspondiente al valor tabulado.
El uso del mandril permite hincar estos pilotes a una resistencia suficientemente
grande para garantizar cargas de trabajo basadas en toda la capacidad estructural del
pilote.
Cuando se hincan con el martillo adecuado, a la resistencia determinada por la
ecuación de la onda (art. 12.5), los pilotes de sección en H pueden sujetarse a
esfuerzos hasta de 900 kg/cm2 bajo cargas de trabajo; en los suelos que puedan
deformar las puntas, pueden permitirse los mismos esfuerzos si los pilotes están
equipados con puntas para hincado.
Las especificaciones incluyen usualmente tolerancias sobre la verticalidad y lo recto de los
pilotes hincados, pero como cosa práctica, la inspección para juzgar si se ha cumplido con
ellas, sólo es posible si los pilotes son huecos. Por lo tanto, los pilotes de tubo y los de acero
hincados con mandril pueden inspeccionarse, pero los pilotes de madera, los de sección en
H, y la mayor parte de los pilotes de concreto precolados no pueden. No existen evidencias
de que una desviación de la verticalidad de 5 o 10 por ciento de la longitud del pilote sea
dañina, ni de que una considerable curvatura libre de dobleces bruscos sea perjudicial, aun
en suelo blando, si la punta del pilote queda dentro de los límites establecidos para la
verticalidad. Como muchos pilotes que no pueden inspeccionarse, indudablemente se han
desviado mucho de su posición teórica y sin embargo se han aceptado, es irrazonable imponer
penas por restricciones demasiado severas para los pilotes que es posible examinar.
Pilotes compuestos. Ocasionalmente, los pilotes se fabrican uniendo secciones superiores e
inferiores de materiales diferentes, como concreto arriba del nivel de las aguas freáticas y
madera sin tratar debajo. El costo y la dificultad para obtener una junta aceptable ha sido la
causa del abandono casi total de este tipo de construcción en los Estados Unidos y Canadá.
Por otra parte, se dispone de una gran variedad de pilotes que consisten de varias
combinaciones de forros, tubos y otros componentes.
Instalación de pilotes
Equipo para el hincado de pilotes. Los pilotes se hincan comúnmente por medio de un
martinete, ocasionalmente, mediante un generador de fuerzas vibratorias. El martinete
funciona en medio de un par de grúas paralelas o correderas suspendidas de una grúa
elevadora estándar. En la parte inferior, las grúas por medio de un miembro horizontal,
conocido como marcador. El marcador puede alargarse o acortarse para permitir el hincado
de pilotes inclinados y también para poner a plomo las grúas en el sitio de un pilote vertical.
Al martinete lo guían axialmente rieles incorporados en las grúas.
Martillos de impacto. Originalmente, las piloteadoras estaban equipadas con martillos que
caían desde el extremo superior de las grúas a la cabeza del pilote. Ocasionalmente, se usan
todavía aparatos de este tipo, martillo de gravedad o de caída libre, pero la mayor parte de
los martillos de impacto son del tipo de vapor o de diesel. Sin embargo, en la construcción
de los pilotes Franki, se usan martillos de gravedad que caen sobre el concreto fresco. (figs.
12.2d y 12.2f).
Los martinetes de vapor tienen un martillo que es levantado por la presión de éste y se deja
caer por gravedad, con o sin la ayuda de la presión del vapor. Puede sustituirse el vapor por
aire comprimido. Si la caída se debe solamente a la gravedad, el martinete se llama acción
sencilla (fig.12.5a). Si la presión del vapor o del aire se suma a la energía hacia abajo, el
martinete, dependiendo de los detalles de su construcción, se llama de doble acción o
diferencial. También se usan martinetes hidráulicos de acción diferencial.
El martillo de los martinetes del tipo Vulcan (tabla 12.2), como el martinete de acción sencilla
mostrado en la fig. 12.5a, golpea un amortiguador colocado en la base del martinete.
El objeto original del amortiguador era prolongar la vida del martillo reduciendo los
esfuerzos de impacto. En otros martinetes, notablemente en el tipo MKT, el martillo pega
directamente en la base o yunque. La cabeza del mismo pilote está protegida por un cabezote
para hincar, suspendido de la base del martinete y sus dimensiones están de acuerdo con las
del pilote. Entre el cabezote y el pilote puede colocarse también un amortiguador. Estos
varios elementos no solamente protegen la cabeza del pilote de los esfuerzos excesivos, sino
que también tienen una influencia importante en las ondas de esfuerzo desarrolladas en el
pilote durante el hincado. La selección de amortiguadores adecuados afecta las características
de hincado de un pilote, la profundidad a la que puede hincarse y, en cierto grado, su
capacidad de carga.
La clasificación de un martinete se basa en la energía total por golpe; en un martillo de
gravedad, la energía es el producto del peso Wh del martillo por la altura de caída H. La
energía se pierde debido al rozamiento en las grúas del martillo. La eficiencia del martinete
se define como la energía producida en el impacto, dividida entre la energía total. Los
martinetes de vapor, para su mayor eficiencia, deben funcionar a la presión para la que fueron
proyectados. La eficiencia disminuye mucho cuando las presiones son bajas. Por otra parte,
cuando la presión es muy alta, hace que el martinete rebote en el pilote lo que daña al equipo.
Aun con la presión apropiada, la eficiencia de los martinetes de vapor con buen
mantenimiento, como aparatos para generar y transmitir energía, es del orden de 70 por
ciento.
Figura 12.7. Instalación para hacer una prueba de carga sobre un pilote, usando pilotes de
anclaje.
Figura 12.8. Requisitos típicos de pruebas de carga en a) un pilote de fricción b) pilote de
punta c) pilote mixto.
𝐸
𝑐=√ 12.2
𝜌
Figura 12.9. Relación entre la fuerza máxima de hincado y la impedancia del pilote pcA para
martinetes Vulcan de acción sencilla de varias energías, y para bloques amortiguadores duros
(de aluminio-micarta) y blandos (de triplay de pino). Las condiciones asociadas a la máxima
transmisión de energía de hincado del martillo al pilote están indicadas por las áreas
sombreadas (según Parola, 1970).
Figura 12.10. Pilote real a) y modelo mecánico ideal b) considerado como base para el
análisis dinámico del hincado de pilotes (según Davison, 1970).
La figura es estrictamente aplicable, solamente si los esfuerzos en la cabeza del pilote no se
modifican por las ondas reflejadas durante el periodo de impacto. En los pilotes cortos no es
probable que pueda satisfacerse esa condición y es necesario hacer análisis más complejos;
los pilotes cortos pueden hincarse frecuentemente a las capacidades requeridas con
martinetes algo más pequeños que los indicados en la fig. 12.9, a causa de los reflejos de
compresión en la punta del pilote.
En la figura también se supone implícitamente que el pilote es estructuralmente capaz de
soportar los esfuerzos de hincado.
Las propiedades del suelo juegan también un papel decisivo en el comportamiento del pilote
durante el hincado. Además de la naturaleza de la resistencia de la punta, que se estudió en
los párrafos anteriores, las fuerzas de fricción en el fuste pueden también tener efectos
importantes. Su distribución desde la cabeza a la punta del pilote, y las magnitudes relativas
de esa resistencia lateral y de la punta, se han determinado con medidas en muy pocos casos.
Los resultados sugieren que cuando menos puede hacerse una tosca aproximación, basándose
en los sondeos y pruebas de suelos.
Los factores anteriores que influyen en los esfuerzos desarrollados en un pilote bajo las
condiciones reales de hincado pueden tomarse razonablemente, pero en forma aproximada
en un modelo teórico (fig.12.10), por medio del cual el análisis de onda se ha extendido, de
casos idealizados a los que interesan en la práctica. Se supone que el pilote está compuesto
de una serie e elementos, cada uno de peso Wn, conectados por resortes con rigideces K
asociadas a las propiedades elásticas del material del pilote. Las resistencias en el fuste del
pilote que amortiguan las vibraciones, se suponen de naturaleza viscoelástica, con una
constante de resorte K’ representativa de las características del suelo. La resistencia en la
punta está también representada por un elemento viscoelástico. Los pesos y rigideces del
martillo y del cabezote para hincar, y las propiedades de los bloques amortiguadores están
representados por elementos adecuados.
Para investigar un problema específico, debe introducirse la velocidad del martillo en el
impacto, así como los valores numéricos de todos los pesos, rigideces, factores de
amortiguamiento, y resistencias. Sin embargo, usualmente no es necesario asignar valores
numéricos específicos a la resistencia de punta y a la resistencia lateral por fricción. Sólo es
necesario estimar la fracción de la resistencia total del pilote que va a desarrollar la punta y
suponer la ley en que la resistencia lateral está distribuida a lo largo del pilote. Los resultados
del cálculo para un pilote dado en las condiciones particulares de un suelo, hincado con un
martinete especificado, pueden expresarse en la misma forma que los obtenidos con las
fórmulas dinámicas ordinarias. Es decir, puede dibujarse la resistencia estática máxima como
función de la resistencia a la penetración en golpes por centímetro. Puede también calcularse
una segunda cantidad de importancia, el esfuerzo máximo en el pilote, como función de la
resistencia a la penetración.
Los resultados del cálculo se muestran en la fig. 12.11 para un pilote de tubo de acero de 45.7
cm de diámetro y paredes con un espesor de 9.53 mm. El pilote tiene una longitud de 22.86
m, pero está embebido solo 10.67 m, pues parte de su fuste queda en agua, por tratarse de un
pilote de un muelle. Se supone que el 50 por ciento de la resistencia del pilote lo da la punta
y el resto es fricción lateral, distribuida uniformemente a lo largo del pilote. Se supone,
además, que el pilote se hinca con un martillo Vulcan No. 1, funcionando con una eficiencia
del 70%. Se usa un bloque amortiguador formado por discos de aluminio alternados con
discos de micarta.
La curva de línea llena de la fig. 12.11, representa la resistencia máxima como función de los
golpes por centímetro durante el hincado. La curva se aplica estrictamente sólo a la longitud
específica de hincado dentro del terreno para el que se hizo el cálculo, pero los resultados
son relativamente insensibles a los cambios de longitud y solamente se introducen pequeños
errores cuando ésta cambia sustancialmente.
Suponiendo que la resistencia dinámica al hincado esté relacionada a la resistencia estática,
la curva representa la capacidad máxima del pilote si se hinca a una resistencia a la
penetración dada. Por ejemplo, a 4 golpes por cm, la resistencia máxima indicada es de 136
toneladas.
Figura 12.11. Curva de resistencia en el análisis dinámico de un pilote de tubo de acero
aplicando la ecuación de onda. Se supone que la reacción del suelo es el 50 por ciento en la
punta y 50 por ciento por fricción lateral distribuida uniformemente a lo largo de 11.5 m de
longitud embebida. El pilote fue hincado con un martinete Vulcan No.1 funcionando con el
70 por ciento de eficiencia, con un bloque amortiguador de aluminio y micarta (según
Davison, 1970b).
Si se hace una prueba de carga en el pilote, y la teoría es correcta, y si la resistencia estática
está correctamente relacionada a la dinámica, la prueba de carga debe corresponder a la carga
calculada de 136 toneladas. En algunos tipos de terreno existe la tendencia a aumentar la
capacidad de carga después del hincado. Este fenómeno se conoce como endurecimiento; su
efecto puede aumentar la capacidad, como se muestra en la figura. Por otra parte, en algunos
materiales ocurre relajación de esfuerzos y la capacidad disminuye después del hincado. El
que se produzca endurecimiento o relajación es importante para el proyecto y puede
investigarse por medio de un cálculo, como el indicado en la fig. 12.11, junto con los
resultados de una prueba de carga (art. 12.4). Cuando se ha determinado de esta manera la
magnitud del endurecimiento o de la relajación, la información puede usarse para modificar
los cálculos que pudieran efectuarse para pilotes de otras dimensiones, de otros materiales, o
con diferentes condiciones de hincado en el lugar.
Durante el hincado es probable que la resistencia lateral del pilote sea mínima, debido a la
alteración continuada. Sin embargo, en general, no es igual a cero. La resistencia lateral
durante el hincado, más el endurecimiento subsecuente, constituyen la fricción total en un
pilote individual siempre que la resistencia estática de la punta no haya cambiado. No es raro,
que la resistencia en la punta durante el hincado exceda a la que se desarrolla después.
Si la relajación disminuye la resistencia en la punta, el aumento de carga atribuido al
endurecimiento en la fig. 12.11, es la diferencia entre el aumento en resistencia lateral y la
disminución de la resistencia en la punta después del hincado. De esta manera,
endurecimiento y fricción en el fuste no son sinónimos; el endurecimiento puede ser una
combinación de cambios en la fricción y en la resistencia en la punta.
El cálculo de la Fig. 12.11 demuestra también, que, para cualquier resistencia de hincado, el
esfuerzo en el pilote es del orden de 1550 kg/cm2, valor que es muy inferior al punto de
fluencia del material. Por lo tanto, en este caso el hincado no debe dañar al pilote.
Además, el significado de la ecuación de onda para el proyectista puede recalcarse como se
hace en la figura 12.12. En este diagrama se dan los resultados de los cálculos para un pilote
cilíndrico de tubo de 21.91 cm y paredes con espesor de 6.35 mm. El pilote atraviesa un
estrato de 32.61 m, de arcilla de consistencia media a forme, subyacida por arena. Tuvo una
longitud de 33.53 m. Se hincó con el extremo cerrado a una resistencia de 2 golpes por cm
con un martinete Vulcan 06 y un boque amortiguador de madera. De acuerdo con las
especificaciones para la obra, el pilote ha de soportar una carga de proyecto de 45 toneladas
y debería de probarse para demostrar una capacidad máxima de 90 toneladas. La prueba de
carga falló realmente a 72.57 toneladas. De acuerdo con el análisis de onda, el pilote a una
resistencia de 2 golpes por cm, hubiera tenido una capacidad de aproximadamente 63.5
toneladas. Los resultados de la prueba de carga sugieren que ocurrió una pequeña cantidad
de endurecimiento. Sin embargo, la falla del pilote en la prueba de carga podría haberse
previsto y, de acuerdo con la ecuación de onda, podría haberse esperado. Además, la forma
de la curva de la fig. 12.12 indicaba, sin duda, que la prueba de carga para 90 toneladas no
podría haberse obtenido para el pilote, martinete, y amortiguador dados, sin importar lo
elevado de la resistencia con que el pilote se hubiera hincado. La dinámica del problema era
tal, que la energía aplicada por el martinete no podía transmitirse a través del pilote para
desarrollar suficientes fuerzas de resistencia a lo largo de su fuste y en la punta, como para
satisfacer los requisitos de la prueba de carga.
Disponiendo de la ecuación de onda y de métodos de cálculo rápidos, el proyectista está
capacitado y, por lo tanto, tiene la obligación de comprobar si los requisitos propuestos son
compatibles con el tipo de pilote y otras condiciones que puedan haberse especificado.
Los estudios con la ecuación de onda demuestran claramente que, excepto por la influencia
del endurecimiento y la relajación, el que un pilote particular alcance una capacidad
especificada, en un suelo dado, depende parcialmente de la impedancia del pilote y
parcialmente del éxito con que el pilote, amortiguador, y martinete se coordinen. El sistema
debe transmitir con eficacia la energía de hincado a la punta, y también debe mantener los
esfuerzos de hincado dentro de los límites de seguridad, con respecto a la falla o rotura del
pilote.
Figura 12.12. Resultado del análisis dinámico de un pilote, que indica la imposibilidad de
obtener una capacidad máxima de 90 tons por medio del martillo y bloque amortiguador
elegidos (según Davison, 1970b).
Para una combinación particular de pilote, martinete, y amortiguamiento, la relación entre la
resistencia máxima al hincado o capacidad, y los golpes por centímetro de penetración,
representada por los diagramas de resistencia (figs. 12.11 y 12.12), es prácticamente
independiente de las condiciones del suelo, ya que la única influencia del perfil del suelo se
refleja en efectos menores de amortiguamiento y en la relación de la resistencia de la punta
a la lateral. Las condiciones del suelo, por otra parte, son de principal importancia para
determinar la penetración real del pilote por golpe y están así, implícitamente contenidas en
el registro del hincado del pilote.
Si la penetración por golpe no es tan pequeña como la que corresponde a la capacidad
requerida, las condiciones del suelo no son adecuadas para soportar al pilote tal como se está
hincando. Es evidente que el pilote representado en la fig. 12.12 no estaba suficientemente
embebido en la arena como para desarrollar la capacidad requerida. Un pilote de las mismas
dimensiones externas, pero de mayor impedancia hubiera penetrado algo más profundo con
el mismo martillo para alcanzar el mismo número de golpes por centímetro, y su diagrama
de resistencia habría indicado una capacidad mayor. En realidad, el pilote se rehincó con
éxito a la capacidad necesaria, después de haberlo llenado de concreto.
La influencia del endurecimiento y la relajación debe investigarse experimentalmente,
comparando los resultados de los análisis de onda con las pruebas de carga en el campo (art.
12.4). También puede obtenerse información, volviendo a un pilote hincado después de
varios días y determinando el aumento o la disminución de los golpes por cm, necesarios
para empezar a mover el pilote con el mismo martinete y conjunto de hincado. Sin embargo,
el procedimiento puede resultar engañoso, debido a que los primeros golpes de un martinete
en el que la comparación debe basarse, es probable que se realicen con eficiencias en el
martinete muy inferiores a la normal. Esta fuente de error puede evitarse calentando el
martinete, hincando un pilote adyacente y volviendo a colocar inmediatamente el martinete
sobre el pilote de prueba; la interrupción del uso del martinete debe ser tan breve como sea
posible.
Los pilotes que penetran sólo parcialmente a través de depósitos profundos blandos pueden
desarrollar poca resistencia dinámica. La mayor parte de su capacidad puede ser finalmente
consecuencia del endurecimiento. Bajo estas circunstancias, las estimaciones de la capacidad
se basan usualmente en cálculos más bien estáticos que dinámicos, completados con pruebas
de carga.
Elección del tipo de pilote
La elección final del tipo de pilote para una obra la dictan las condiciones del subsuelo, las
características de hincado de los pilotes, el probable comportamiento de la cimentación, y la
economía. Las comparaciones económicas deben basarse en el costo de toda la cimentación
y no únicamente en el costo de los pilotes. Por ejemplo, el costo de doce pilotes de madera
con 18 toneladas de capacidad cada uno, puede ser menos que el de cuatro pilotes de concreto
de 54 toneladas, pero el mayor tamaño del cabezal necesario para transmitir la carga de la
columna a los pilotes de madera. Puede aumentar el costo de la cimentación con éstos, hasta
ser mayor que el de la cimentación con pilotes de concreto.
Cargas laterales y cargas hacia arriba en las cimentaciones de pilotes
Muchos tipos de estructuras apoyadas en pilotes están sujetas a cargas laterales aplicadas a
una elevación considerablemente mayor que la de la base de la cimentación. Por o tanto, la
cimentación debe resistir no solamente fuerzas laterales sino también momento. Debajo de
estructuras como muros de compuertas, muros de sostenimiento, y edificios ordinarios, las
cargas hacia abajo en los pilotes, debidas al peso de la estructura son usualmente mayores
que las cargas hacia arriba debidas al momento caudado por las fuerzas laterales, y no se
requiere ningún pilote para resistir la subpresión. Por otra parte, los pilotes situados del lado
de sotavento de las torres altas de acero o depósitos para almacenar
gas del tipo de pistón, puede considerarse que producen una reacción que contrarresta las
fuerzas hacia arriba. Finalmente, puede requerirse que los pilotes resistan la subpresión
debida a la flotación de tanques y estructuras semejantes, situadas abajo del nivel freático.
Cuando deben transmitirse cargas laterales sobre una estructura al subsuelo por una
cimentación de pilotes, una de las principales decisiones que debe tomar el proyectista es de
si deben instalarse o no, algunos pilotes inclinados. Esta decisión requiere una estimación de
la capacidad de los pilotes verticales para soportar cargas horizontales. Si el suelo bajo de los
cabezales de los pilotes es arena, cualquiera que sea su compacidad relativa, limo o arcilla
que tenga un valor de N mayor que 5, es razonable permitir una carga horizontal en la cabeza
de cada pilote hasta de 700 kg.
En los suelos más compactos o firmes pueden resistirse mayores cargas, pero no debe tomarse
la decisión de usar valores más altos sin hacer un estudio cuidadoso de las condiciones del
subsuelo y de las necesidades estructurales. Em algunas condiciones, puede haber una
tendencia que los suelos que están embebidos los pilotes se muevan lateralmente bajo la
influencia de fuerzas laterales diferentes de las que origina la superestructura. Por ejemplo,
el suelo que rodea los pilotes puede estar involucrado en una falla de talud. Si tal tendencia
existe, no puede contarse con que los pilotes verticales resistan el movimiento, sino que debe
esperarse que se muevan juntos con el suelo que los rodea. Debe entonces atenderse a las
causas de la inestabilidad lateral del suelo.
Cuando la carga horizontal por pilote excede de la que puede ser soportada únicamente por
pilotes verticales, es necesario usar pilotes inclinados en combinación con los verticales. Son
comunes los pilotes inclinados debajo de los muros de contención (fig. 12.1d), en las pilas
de puentes, y en los estribos. Se usan también para proporcionar estabilidad lateral en las
filas transversales de pilotes, llamadas caballetes, que constituyen los apoyos verticales para
los puentes (fig. 12.13). Si tanto los pilotes verticales como los inclinados, situados debajo
de una estructura se apoyan por punta y si todos están hincados hasta el mismo estrato, se
supone generalmente que la capacidad axial de cada uno de ellos es la misma. Entonces, se
considera que la carga horizontal por pilote inclinado, es la componente horizontal de la carga
axial. Si los pilotes son de fricción y de la misma longitud, usualmente se hace la misma
suposición.
PROBLEMAS
1. Se están estudiando dos tipos de pilotes para apoyar una carga de trabajo grande
en un estrato de arena compacta, que está debajo de un depósito de arcilla
blanda y limo suelto de 30.5 m de espesor. Los pilotes de un tipo son tubos de
acero de diámetro exterior de 32.38 cm X 6.35 mm, cerrados en su extremo
inferior por una placa también de acero. Los otros son de sección cuadrada de
30.5 X 30.5 cm de concreto preesforzado. Se consideran apropiados para ambos
tipos, el mismo martinete y amortiguamiento. Si se hincan con la misma
penetración por golpe, ¿qué pilote tendrá la mayor capacidad?.¿Cuál penetrará
a mayor profundidad en la arena?
Respuesta. El valor de pcA para el pilote de acero es 4.893 ton seg/cm, y para el pilote de
concreto 8.054 ton seg/cm. Por lo tanto, el pilote de concreto transmitirá mayor fuerza y
desarrollará mayor capacidad. Para hacerlo, penetrará a mayor profundidad.
2. Se va a hincar un pilote largo de sección HP12 X 53 hasta alcanzar una carga de
trabajo de 90 toneladas con un factor de seguridad de 2. Se especifica un
martinete Vulcan No.1. ¿Puede obtenerse la capacidad necesaria sin contar con
el endurecimiento?
Respuesta. El valor de pcA es .434 tons seg/cm. Consultando la fig. 12.9, resulta que la
fuerza máxima necesaria de 181.4 tons no puede obtenerse con un martinete Vulcan que
aplique menos energía que el No. 010, cualquiera que sea el amortiguamiento usado o la
penetración por golpe necesaria.
Sin embargo, un análisis completo por la ecuación de onda demostraría, que un pilote de
6 m puede hincarse a una capacidad de carga máxima de 180 toneladas a 5.5 golpes/cm
con un martinete 06 y un amortiguador de aluminio-micarta; un martinete No. 1 no podría
satisfacer los requisitos.
Pilas de cimentación