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V ESS es q ponderadas Tiles tee) PSUR ele Ly CUE Tana scald J Dedicatoria Aen Christophe Le, pergu2 no he pogut dscutir ‘amb ell aquestesidees. Introducci6n «El coraz6n tiene razones que la raz6n na entiende > elaice Pascal oo también quieto Ia independancia de Catalunay Alhabla Nacho, ultranacionalista espaol yracista militante. Nacho emplea ese ‘enunciade para rematar su posicién ante el desafio soberanista. Corre el verano de 2013, finales de julio. Nos encontramos an un almacén a la hora del dassyuno. Nacho y ye trabsjamos de temporada en un supermercads, crecinos en el mismo pueblo y fuimos al colegio juntos. Quizé porque soy el nico de nuestra gene: racion que no solo habla al estalin en Is intimidad, mi compafere de trabsje ha decidido confiarme sus conclusiones, convencido de mi dnimo separatista: Nacho me confiesa que «ama a Espafia> y que «odia a los catalufor>, aunque a pasar de esto, él cree que ya esti bien de tanto mamonco desde Ia administracion central No lo dice con estas palabras, claro, ni tampoco incorpora el viral «Espanya ens robs, pero Nacho aplica de uns forma un tanto paradojcs el eslogan de! partido xrenéfobo con el que simpatiza: «Primero los de casa. El problema es que en su caso lor nacionales son las de afueray los «catalufor» lor de casa. En cuanta a su cspirtu, stormentado por la dialéctica pugilstica entre cerebro y corazén, ay, ha sucumbido al golpe bajo de esa pasidn disfiazada de raz6n que es el interés: “+o tambien quiere la independencia de Cataluna. Puede que su caso parezca exagerado y cémico. Sin embargo, sus contra icciones no dejan lugar 3 dudae: ) encarna al triunfo de un discurso indepen- entista que ne ve Ia creacién de un Estado propio como un fin en ‘Ahora bien, Nacho no es el Unico que ve en la independencia un medio desea ble para sus propésitos. Esa es, por ejemplo, le postura de Antonio Bafios, quien la ceclama para armar una revelucién democritics. Con él eatin también clertor sec tores dels izquierda, que ven en Catalufa la chispa de una futurible rebelin espe ‘pola. El retorna de Ia politica tas el laureado «fin de la historia» —que en Espana dimes en llamar «transicign— ee traduciria en una esperanza cuyos inicios arran carfan en el 15M y la Primavera Arabe, por lo que el catalanismo se les aparece como el lubricante definitive que les permitid terminar, jal fl, con este quiero-y no-puedo, CCon todo, Baflos ests tan lejos como Nacho de ondear Ia quatviborrada entre légrimas mientras carta Els Segadors con la voz rota de una believer. Indepen- dentista de cintura para arriba, internacionalista de cintura para abajo, su argu mento coneluye con las mismas palabras “Yo también quiero la independencia de Catalufta>. Pero no todas asta dispuestor a renuncine a a bandars: d= un tiempo a esta parte, existe tods una industria centrads exclusivamente en Ia ereacién de pro: ductos catalanistas y merchandising independentista. De hecho, con el tricentenario por enets, todo el panorama cultural —madice de comunicacién incluidos— == ha voleade en la organizaci6n de eventos y espectéculos relacionados con el ca talanismo. Sin embargo, y por mucho que le pese a los lectores de La Raz6n, no ‘estamos ante Is explosion de un totalitaneme monumentaliets y chovinieta: lor catalanes no han perdido las riendas de la parte concupiscente de su alma, ni se han entregado a la furia del nacionalisme irracionalista. Qué va. Aquf na es Hitler cl hombre del bigote que ests tras el tinglado, sino Walt Disney: poco a poco, Cata lufia se esté transformando en el parque temético del soberanismo. Del nacionaligme banal ee ha pazado als banalizacion del nacionaliemo. La Marea Catalufia se consume sobre todo de puerias para adentro, de modo {que lor sujatas se identifian can su nacién coma lo harian con cualquier ota marca cuye stonyelling esté destinado 2 definir un mode de vida: une, vegano © independentista, equé mas da? Este catalanismo desapasionado, apenas un insttu- mento para la autorrealizacion, se adguiere en | cupermercado identitano con solo expresar racionalmente las preferencias de uno: Yo también quiero a independencia de Catslunan ‘Aqui todos coinciden en la necesidad de la independencia, aunque sus razones sean terriblemente distintas, cuando no opuestas.

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