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De George Orwell
La libertad se define como: “poder de obrar o no obrar” (RAE), es decir que cada
persona tiene el poder de decidir acerca de hacer o decir algo, sin embargo, esta definición no
se cumple siempre. En la edad media si tú realizabas alguna acción que iba en contra de lo
considerado correcto por la iglesia católica eras castigado de una manera brutal, con torturas
escalofriantes. Al pasar los años en la época de Galileo Galilei cuando expresó su
pensamiento , acerca de las ideas de Copérnico lo arrestaron quitándole su libertad física y su
libertad de expresión, teniendo que aceptar una verdad que él no creía para poder salvar su
vida.
En la actualidad a pesar que ya no nos torturan ni arrestaran por defender nuestra
libertad y decir lo que pensamos, esta “libertad” que tenemos es solo una técnica para evitar
una rebelión. El poder es dominio, una facultad una autoridad. Antiguamente este dominio
estaba en manos de los reyes, quienes no eran elegidos por las personas para gobernarlos sino
que eran enviados de dios por lo que nadie protestaba por ello, ya que la gran mayoría de las
personas eran creyentes en las épocas pasadas. Esto no determinaba si el rey ocupaba bien su
poder y lo ejercía con justicia. Muchos se aprovecharon del poder que tenían humillando a sus
súbditos y realizando acciones que avergonzarían a cualquiera, todo esto sin un castigo ya que
eran enviados por el señor.
En nuestra época los creyentes han disminuido su número y nuestro gobernante no
es un enviado de dios, nosotros lo elegimos a través de votos, sin embargo, luego de tantos
años de desarrollo intelectual la persona con poder sigue aprovechándose de este sin recibir
un castigo importante. La dependencia significa “subordinación” (RAE), es decir estar bajo
otro, necesitar a otro. En este caso me refiero a la dependencia del pueblo hacia su
gobernante, figura que representa el poder. En el tiempo pasado la dependencia hacia el poder
era grande, por el hecho de ser el rey un enviado de dios, velar por su país y brindarle una
“buena calidad de vida”, con el fin de que el pueblo no se rebelara contra él y siguiera sumiso
obedeciéndolo. De una u otra forma el pueblo no vivía sin el rey. En la época actual esta
dependencia continua, con más fuerza, ya que la vida de las personas depende del gobierno,
ya que este les brinda viviendas, educación y salud. Al controlar el país, debe preocuparse de
sus habitantes. A pesar de que su “preocupación” no se vea reflejada de una manera
equitativa.
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