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Proverbios 1:5

Que escuche el sabio, y acrecentará su saber, y el inteligente adquirirá el arte de


dirigir.

1 Samuel 3:10

Entonces vino el Señor, se detuvo, y llamó como las otras veces: "¡Samuel,
Samuel!". Él respondió: "Habla, porque tu servidor escucha"

Jeremías 26:3

Tal vez escuchen y se conviertan de su mal camino; entonces yo me arrepentiré del


mal que pienso hacerles a causa de la maldad de sus acciones

Hechos de los Apósteles 28:28

"Sabed, pues, que esta salvación de Dios ha sido enviada a los gentiles; ellos sí
que la oirán."

Santiago 2:5

Escuchad, hermanos míos queridos: ¿Acaso no ha escogido Dios a los pobres


según el mundo como ricos en la fe y herederos del Reino que prometió a los que
le aman?
Jeremías 23:16

Sí habla el Señor de los ejércitos: No escuchen las palabras de los profetas que
profetizan para ustedes: no hacen más que ilusionarlos, lo que dicen son visiones
de su imaginación, no lo que sale de la boca del Señor.

Salmos 81:10-14

10 No tendrás ningún dios extraño, no adorarás a ningún dios extranjero: 11 yo, el


Señor, soy tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto. 12 Pero mi pueblo no
escuchó mi voz, Israel no me quiso obedecer: 13 por eso los entregué a su
obstinación, para que se dejaran llevar por sus caprichos. 14 ¡Ojalá mi pueblo me
escuchara, e Israel siguiera mis caminos!

Jeremías 22:21

Yo te hablé cuando estabas tranquila, pero tú dijiste: "¡No escucharé!". Este ha sido
tu camino desde tu juventud: nunca has escuchado mi voz.

Lucas 6:47-49

46 "¿Por qué me llamáis: "¿Señor, ¿Señor”, y no hacéis lo que digo?

47 "Todo el que venga a mí y oiga mis palabras y las ponga en práctica, os voy a
mostrar a quién es semejante: 48 Es semejante a un hombre que, al edificar una
casa, cavó profundamente y puso los cimientos sobre roca. Al sobrevenir una
inundación, rompió el torrente contra aquella casa, pero no pudo destruirla por estar
bien edificada.49 Pero el que haya oído y no haya puesto en práctica, es semejante
a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sin cimientos, contra la que rompió
el torrente y al instante se desplomó y fue grande la ruina de aquella casa."
Lucas 11:27-28

Sucedió que, estando él diciendo estas cosas, alzó la voz una mujer de entre la
gente, y dijo: "¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!" 28 Pero él
dijo: "Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan."

Salmos 116:1-2

1 Amo al Señor, porque él escucha el clamor de mi súplica, 2 porque inclina su oído


hacia mí, cuando yo lo invoco.

Oir y Escuchar

¿Cuál es la diferencia entre oir y escuchar?

Oír significa percibir con el sentido del oído las palabras que se hablan. Escuchar
involucra otros cuatro sentidos para ayudarnos a entender las palabras que se
dicen.

Cuando oímos lo hacemos con nuestro sistema auditivo. Cuando escuchamos


otras funciones cognitivas entran en juego: poner atención, recordar, pensar y
razonar.

Uno oye las palabras en un mensaje. Uno escucha las palabras de un mensaje
más cualquier otra señal que complemente el mensaje. Uno oye voces y sonidos.
Uno escucha mensajes.

Escuchar va más allá de oír las palabras que se hablan. Escuchando significa
pensar en el mensaje para entender de manera clara y completamente. Esto
requiere oír las palabras, observar el tono de voz, el estado anímico, y cualquier
otra señal que complemente el mensaje.

El siguiente cuadro resume las diferencias entre oír y escuchar.


Oir y Escuchar

OIR ESCUCHAR

Percibir y comprender las


palabras

Notar el tono de voz, la inflexión,


el volumen

Percibir el estado de ánimo del


que habla
Percibir palabras y sonidos,
Mantener la mente clara de
distinguir sonidos distracciones

Percibir las señales no verbales,


como el lenguaje corporal,
expresiones faciales, la distancia
entre las personas

Aplicar la cognición (Percibir,


poner atención, razonar y recordar
mensajes)
”Oigo” ”Entiendo”

¿Por qué es importante la diferencia entre oír y escuchar?

Importancia de escuchar

Cuando no nos escuchan, nos sentimos invalidados y frustrados, puede que


concluyamos que no le importa a nadie lo que estamos diciendo.

Por otro lado, cuando somos nosotros los que no escuchamos, corremos el riesgo
de llegar a una conclusión que es incorrecta y a tomar acciones no deseadas.
Podemos malinterpretar al que está hablando o podemos perder información
importante.
Conclusión

Cualquiera de nosotros que escuche la Palabra de Dios con atención y crea en lo


que Dios le está diciendo, puede estar seguro que se transforma. Así le pasó a
María: Dios, a través del ángel le habló, le pidió su colaboración en la redención del
mundo y ella que escuchó y creyó; aceptó y se produjo por el Espíritu Santo, una
transformación maravillosa y total de toda su existencia; se convirtió en la Madre de
Dios. La Palabra de Dios es capaz de transformar toda una vida y esto, no son
palabras, ni es una teoría. Es algo que yo he visto. Yo soy testigo de que eso es
verdad.

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