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Esos viejitos ufanos,

siempre compinches de nietos;


que suelen suavizar retos,
de los padres quisquillosos;
que cuando encuentran un kiosco,
llenan de dulces sus manos.

Esos, que arrastrando años,


aprendieron el saber;
y en el lento atardecer,
lo desgranan en los suyos;
esos viejitos "buenudos",
llevan montañas de miel.

Cuando vèas algùn cruèl,


que olvida lo que èl ha dado;
no lo imites,eso es malo,
y aunque èl ya no diga nada;
tù, endulzà tu palabra,
para ser regalo elCuando llegue el momento de soltar las amarras,
y tu barco se aleje de este mar de la vida,
cuando sientan tus manos un temblor que no pasa,
y tus pies ya cansados al andar se resistan.

Si llegas un día a viejo,


no te hagas problema alguno,
puedes sentirte suertudo,
pues tan solo significa,
-Al mirar atrás la vida-
Cuando veas que tu cuerpo poco a poco se apaga,
y de otros precisas porque no hay ya energías,
te sentirás ya viejo en este mar de la vida,

La vejez no es un castigo,
es una ley natural,
quien no la acepta es testigo,
de su propio funeral.

No la acepta porque teme


abandono y soledad,
la sensación de impotencia

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