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"Vigilar y castigar" de Michel Foucalt

La modalidad implica coercion ininterrumpida, constante, que vela sobre los procesos de la
actividad mas que sobre su resultado y se ejerce según una codificación que retícula con la mayor
aproximación el tiempo, el espacio y los movimientos. A estos métodos que permiten el control
minucioso de las operaciones del cuerpo, que garantizan la sujeción constante de sus fuerzas y les
imponen una relación de docilidad-utilidad, es lo que se puede llamar las disciplinas. El momento
histórico de las disciplinas es el momento en que nace un arte del cuerpo humano, que no tiende
únicamente al aumento de sus habilidades, ni tampoco a hacer mas pesada su sujeción, sino a la
formación de un vinculo

que, en el mismo mecanismo, lo hace tanto mas obediente cuanto mas útil y al revés. El cuerpo
humano entra en un mecanismo de poder que lo explora, lo desarticula y lo recompone. Una
"anatomía política" o mecánica del poder, está naciendo, define como se puede hacer presa en el
cuerpo de los demás, no simplemente para que ellos hagan lo que se desea, sino para que operen
como se quiere, con las técnicas, según la rapidez y la eficacia que se determina. La disciplina
fabrica así cuerpos sometidos y ejercitados, cuerpos "dóciles". La disciplina aumenta las fuerzas
del cuerpo y disminuye esas fuerzas. En una palabra, disocia el poder del cuerpo, hace de este una
"aptitud", una capacidad que trata de aumentar y cambia por otra parte la energía, la potencia
que de ello podría resultar y la convierte en una relación de sujeción estricta.

Principio de división de zonas: a cada individuo su lugar, y en cada emplazamiento un individuo.


Evitar las distribuciones por grupos, descomponer las implantaciones colectivas, analizar las
pluralidades confusas, masivas o huidizas. El espacio disciplinario tiende a dividirse en tantas
parcelas como cuerpos o elementos a repartir. La regla de los emplazamientos funcionales va
funcionando de a poco en las instituciones disciplinarias, con la necesidad de vigilar, de romper las
comunicaciones peligrosas y de crear un espacio útil.

En la disciplina los elementos son intercambiables puesto que cada uno se define por el lugar que
ocupa en una serie, y por la distancia que los separa de los otros. El rango es el lugar que se ocupa
en una clasificación, el punto donde se cruzan una linea y una columna, así individualiza los
cuerpos por una localización que no los implanta, pero los distribuye y los hace circular en un
sistema de relaciones.

La primera de las grandes operaciones de la disciplina es la constitución de "cuadros vivos" que


transforman las multitudes confusa, inútiles o peligrosas en multiplicidades ordenadas. La
ordenación en cuadro tiene como función tratar la multiplicidad por si misma, distribuirla y
obtener de ella el mayor numero de efectos posibles. La táctica disciplinaria se sitúa sobre el eje
que une lo singular con lo múltiple, permite a la vez la caracterización del individuo como tal y la
ordenación de una multiplicidad dada, es la base para una microfisica de un poder que se podría
llamar "celular". El control disciplinario no consiste simplemente en enseñar o en imponer una
serie de gestos definidos; impone la mejor relación entre un gesto y la actitud global del cuerpo,
que es su condición de eficacia y de rapidez. En el buen empleo del cuerpo, que permite un buen
empleo del tiempo, nada debe permanecer ocioso o inútil, todo debe ser llamado a formar el
soporte del acto requerido. Un cuerpo bien disciplinado forma el contexto operatorio del menor
gesto.

Cifrado instrumental del cuerpo: consiste en una descomposición del gesto global en dos series
paralelas, la de los elementos del cuerpo que hay que poner en juego y la de los elementos del
objeto que se manipula, sobre gestos simples en un lugar determinado.

Las disciplinas deben ser entendidas como aparatos para sumar y capitalizar el tiempo, dividiendo
la duración en segmentos donde cada uno debe llegar a un termino especificado, organizando el
tiempo en tramites especificados de acuerdo con un esquema analítico, finalizandolos con la
función de indicar si garantiza su aprendizaje con el de los demás diferenciándose de cada
individuo y disponiendo series de series temporales que especifican su nivel o rango.

Los procedimientos disciplinarios hacen aparecer un tiempo lineal cuyos momentos se integran
unos a otros y que se orienta hacia un punto terminal y estable. En suma, un tiempo "evolutivo".
El ejercicio es la técnica por la cual se imponen a los cuerpos tareas a la vez repetitivas y
diferentes, pero siempre graduadas. Influyendo en el comportamiento hacia un estado terminal, el
ejercicio permite una prematura caracterización del individuo en relación a ese termino, o con los
demás individuos o su trayectoria. Así garantiza en la forma de la continuidad y de la coercion, un
crecimiento, una observación, una calificación.

La fuerza productiva especifica de la jornada laboral combinada es una fuerza productiva social de
trabajo o fuerza del trabajo social, surge de la cooperación misma.

En resumen, puede decirse que la disciplina fabrica a partir de los cuerpos que controla 4 tipos de
individualidad, o una individualidad que esta dotada de 4 características: es celular (por el juego
de la distribución espacial), es orgánica (por el cifrado de las actividades), es genética (por la
acumulación del tiempo), es combinatoria (por la composición de fuerzas). Así construye cuadros,
prescribe maniobras, impone ejercicios, para garantizar la combinación de fuerzas dispone de
tácticas.

Cuando el aparato de producción se hace mas complejo, la vigilancia pasa a ser un operador
económico decisivo en la medida que a la vez una pieza interna en el aparato de producción y un
engranaje especificado del poder disciplinario. Su insidiosa extensión debe su importancia a las
nuevas mecánicas de poder que lleva consigo. El poder disciplinario, gracias a ella, se convierte en
un sistema integrado vinculado al interior a la economía y a los fines del dispositivo en que se
ejerce. Las disciplinas califican y reprimen un conjunto de conductas que su relativa indiferencia
hacia sustraerse a los grandes sistemas de castigo. El orden que los castigos disciplinarios deben
hacer respetar es de índole mixta, un orden "artificial" dispuesto por una ley, un programa, un
reglamento y procesos naturales y observables.

El castigo tiene por función reducir las desviaciones, así debe ser correctivo, dan privilegio a los
castigos del orden del ejercicio, así castigar es ejercitar. No es sino un elemento de un sistema
doble, gratificación-sanción, en el proceso de encauzamiento de la conducta y de corrección. La
distribución de los rangos tiene el papel de señalar las desviaciones, jerarquizar las cualidades, las
competencias y las aptitudes, así como castigar y recompensar. Así la disciplina premia a través del
sistema de los ascensos, permitiendo ganar rangos y castiga haciendo retroceder.

El examen es una mirada normalizadora que permite calificar, clasificar y castigar, establece sobre
los individuos una visibilidad a través de la cual se los diferencia y se los sanciona, así se logra que
el examen se halle altamente disciplinado. El examen no se limita a sancionar su aprendizaje, así
permite al maestro establecer sobre sus discípulos todo un campo de conocimientos, y de esta
forma la prueba valora una aptitud adquirida valida.

El poder es lo que se ve, lo que se muestra y encuentra el principio de su fuerza en el movimiento


por el cual la despliega. Aquellos sobre quienes se ejerce pueden mantenerse en la sombre, no
reciben luz sino de esa parte de poder que le esta concedida, o del reflejo que cae sobre ellos en
un instante. En la disciplina, son los sometidos los que tienen que ser vistos, su iluminación
garantiza el dominio del poder que se ejerce sobre ellos. El examen hace de cada individuo un
caso.

Las disciplinas marcan el momento en que se efectúa lo que se podría llamar la inversión del eje
político de la individualizacion. Cuanto mayor cantidad de poderío o de privilegio se tiene, mas
marcado se esta como individuo, por rituales, discursos o representaciones.

"El Panóptico"

Es un lugar privilegiado para hacer posible la experimentación sobre los hombres, y para analizar
con toda certidumbre las transformaciones que se pueden obtener en ellos, puede incluso
constituir un aparato de control sobre sus propios mecanismos. Gracias a sus mecanismos de
observación, gana en eficacia y en capacidad de penetración en el comportamiento de los
hombres, funciona como una especie de laboratorio de poder.

Es polivalente en sus aplicaciones, sirve para enmendar a los presos, pero también para curar a los
enfermos, para instruir a los escolares, guardar a los locos, vigilar a los obreros, hacer trabajar a
los mendigos y ociosos. Es un tipo de implantación de los cuerpos en el espacio, de distribución de
los individuos unos en relación con los otros, de organización jerárquica, de disposición de los
centros y de los canales del poder, de definición de los instrumentos y de sus modos de
intervención, que se puede utilizar en hospitales, talleres, escuelas y prisiones. Siempre que se
trate de una multiplicidad de individuos a los que haya que imponer una tarea o una conducta
podrá ser utilizado el esquema panóptico. Su excelencia consiste en la gran fuerza que es capaz de
imprimir a toda institución a la que se le aplica.

El panoptismo es capaz de reformar la moral, preservar la salud, revigorizar la industria, difundir la


instrucción, aliviar las cargas publicas, establecer la economía como sobre una roca, desatar las
leyes sobre los pobres. Es el principio general de una nueva anatomía política cuyo objeto y fin no
son la relación de soberanía sino las relaciones de disciplina. A su vez, debe mejorar el ejercicio del
poder volviéndolo mas rápido, mas ligero, mas eficaz, un diseño de las coerciones sutiles para una
sociedad futura. Las disciplinas funcionan cada vez mas como unas técnicas que fabrican
individuos útiles.

La disciplina no puede identificarse ni con una institución ni con un aparato, es un tipo de poder,
una modalidad para ejercerlo, implicando todo un conjunto de instrumentos, de técnicas, de
procedimientos, de niveles de aplicación, de metas, es una anatomía del poder.

Las disciplinas hacen el ejercicio del poder lo menos costoso posible, hacen que estos efectos
alcancen su máximo de intensidad y se extiendan lo mas lejos posible, sin fracaso ni laguna. Son
como un contraderecho, desempeñan el papel preciso de introducir unas disimetrias insuperables
y de excluir reciprocidades.

"Historia de la sexualidad"

El poder, en lo que tiene de permanente, de repetitivo, de inerte, de autoreproductor, no es mas


que el efecto de conjunto que se dibuja a partir de todas esas movilidades, el encadenamiento que
se apoya en cada una de ellas y trata a su vez de fijarlas. Hay que ser normalista, el poder no es
una institución, y no es una estructura, no es cierta potencia de la que algunos estarían dotados,
es el nombre que se presta a una situación estratégica compleja en una sociedad dada. El poder se
ejerce a partir de innumerables puntos y en el juego de relaciones móviles y no igualitarias, las
relaciones de poder no están en posición de exterioridad respecto de otros tipos de relaciones
sino que son inmanentes, constituyen los efectos inmediatos de las particiones, desigualdades y
desequilibrios que se producen y recíprocamente, son las condiciones internas de tales
diferenciaciones, desempeñan allí en donde actúan un papel directamente productor. A la vez son
intencionales y subjetivas, están atravesadas de parte a parte por un calculo, no hay poder que se
ejerza sin una serie de miras y objetivos, que las hace intangibles. Concluye por contribuir un
espeso tejido que atraviesa los aparatos y las instituciones sin localizarse exactamente en ellos.

Se partirá, pues de los "focos locales" de poder-saber, portan una especie de vaivén incesante
formas de sujeción y esquemas de conocimiento. Se debe buscar el esquema de las modificaciones
que las relaciones de fuerza, por su propio juego que implica. Hay que admitir un juego complejo e
inestable donde el discurso puede, a la vez, ser instrumento y efecto de poder, pero también
obstáculo, tope, punto de resistencia y de partida para una estrategia opuesta. El discurso
transporta y produce poder, lo refuerza, pero también lo mina, lo expone, lo torna frágil y permite
detenerlo. Se trata de orientarse hacia una concepción del poder que reemplaza el privilegio de la
ley por el punto de vista del objetivo, el privilegio de lo prohibido por el punto de vista de la
eficacia táctica, pero nunca totalmente estable.

Durante mucho tiempo, uno de los privilegios característicos del poder soberano fue el derecho de
vida y de muerte. El derecho de "disponer" de la vida de los hijos y de los esclavos, dar la vida y así
poder quitársela. El derecho de vida y muerta ya no es privilegio absoluto, esta condicionado por
la defensa del soberano y su propia supervivencia. El soberano no ejerce su derecho sobre la vida
sino poniendo en acción su derecho a matar, o reteniendolo, no indica su poder sobre la vida sino
en virtud de la muerte que puede exigir. El derecho que se formula como de vida y muerte es en
realidad el derecho de hacer morir o dejar vivir. Las disciplinas del cuerpo y las regulaciones de la
población constituyen los dos polos alrededor de los cuales se desarrollo la organización del poder
sobre la vida.

Por primera vez, lo biológico se refleja en lo político, el hecho de vivir ya no es un basamento


inaccesible que solo emerge en tiempo, en el azar de la muerte y su fatalidad, pasa en parte al
campo de control del saber y su intervención del poder.

Habría que hablar de "biopolitica" para designar lo que hace entrar a la vida y sus mecanismos en
el dominio de los cálculos explícitos y convierte al poder-saber en un agente de trasnformacion de
la vida humana, esto no significa que la vida haya sido exhaustivamente sometida a técnicas que la
dominen o administren, escapa de ellas sin cesar. La ley funciona siempre mas como una norma, y
que la institucion judicial se integra cada vez mas en un continum de aparatos cuyas funciones son
sobre todo regularodas. La vida se volvió mas que el derecho, la apuesta de las luchas politicas,
incluso si estas se formulan a través de afirmaciones de derecho.

Puede admitirse que la sexualidad no sea, respecto del poder, un dominio exterior en el que este
se impondría, sino, por el contrario, efecto e instrumento de sus arreglos o maniobras. El sexo fue
definido como lo que le es común al hombre y la mujer, o como lo que le pertenece por excelencia
al hombre y le falta a la mujer, por lo que constituye por si solo el cuerpo de la mujer, orientado a
las funciones de reproducción. El sexo, pues, pudo funcionar como significante único y como
significado universal, como función y latencia, como instinto y sentido, pudo trazar la linea de
contacto entre un saber de la sexualidad humana y las ciencias biológicas de la reproducción, el
punto de apoyo del contraataque no debe ser el sexo-deseo, sino los cuerpos y los placeres.

"El discurso del poder"

La genealogia es gris, es meticulosa y pacientemente documentalista, trabaja sobre sendas


enroladas, garabateadas, muchas veces reescritas. Debe percibir la singularidad de los sucesos,
fuera de toda finalidad monotoma, encontrarlos allí donde menos se espera y en aquello que pasa
desapercibido, por no tener nada de historia (sentimientos, amor, conciencia, instintos), captar su
retorno, trazar la curva lenta de una evolución para reencontrar las diferentes escenas en las que
han jugado diferentes papeles. Se opone a la búsqueda del origen, ya que es intentar encontrar lo
que ya estaba dado de una imagen exactamente adecuada a si, el lugar de la verdad, anterior a
todo conocimiento positivo, que hará posible un saber que lo recubre y no cesa, estaría ligado a
esta articulación inevitablemente perdida en la que la verdad de las cosas enlaza con una verdad
de los discursos que la oscurece al mismo tiempo y la pierde.
Se trata de percibir todas las marcas sutiles singulares, subindividuales que pueden entrecruzarse
en el y formar una raíz difícil de desenredar, pone aparte todas las marcas diferentes. El análisis de
la procedencia permite discosiar al Yo y hacer pulular en los lugares y plazas de su síntesis vacía
sucesos perdidos hasta ahora. La procedencia permite encontrar bajo el aspecto único de un
carácter, o de un concepto, la proliferación de sucesos a través de los cuales se han formado, no
pretende remontar el tiempo para restablecer una gran continuidad por encima de la dispersión
del olvido. Por lo tanto, la genealogia se encuentra en la articulación del cuerpo y de la historia.

La emergencia por el termino final se produce siempre en un determinado estado de fuerzas,


mostrando el combate con las circunstancias adversas para escapar de la degenaracion y
revigorizandose a partir de su propio debilitamiento, es la entrada de en escena de las fuerzas.
Mientras que la procedencia designa la cualidad de un instinto, su grado o su debilidad, y la marca
que esta deja en un cuerpo, la emergencia designa un lugar deenfrentamiento. Nadie es
responsable de una emergencia, nadie puede vanagloriarse. Las diferentes emergencias que
pueden percibirse no son las figuras sucesivas de una misma significación, son mas bien efectos de
sustituciones, emplazamientos y desplazamientos, conquistas disfrazadas, desvíos sistemáticos.

Esta historia de la historiadores se procura un punto de apoyo fuera del tiempo, pretende juzgarlo
todo según una objetividad de apocalipsis, supone una verdad eterna, un alma que no muere, una
conciencia siempre idéntica a si misma. El sentido histórico escapara a la metafísica para
convertirse en el instrumento privilegiado de la genealogía si no se posa sobre ningún absoluto. La
historia sera efectiva en la medida en que introduzca lo discontinuo en nuestro mismo ser. Las
fuerzas presentes en la historia no obedecen ni a un destino ni a una mecánica, sino al azar de la
lucha. El historiador debe invocar la objetividad, la exactitud de los hechos, el pasado inamovible.
El demagogo esta conducido a la negación del cuerpo con el fin de establecer la soberanía de la
idea intemporal, el historiador esta conducido a borrar su propia individualidad para que los otros
entren y puedan tomar la palabra. La objetividad en el historiador es la inversión de las relaciones
de querer en saber, y es, al mismo tiempo, la creencia necesaria en la providencia, en las causas
finales y en la teleologia.

El sentido histórico lleva el uso de la parodia y destructor de la realidad, que se opone al tema de
la historia; y el uso disociativo y destructor de la identidad que se opone a la historia; y el uso
sacrificial y destructor de la verdad que se opone a la historia. De todas formas, se trata de hacer
de la historia un uso que la libere para siempre del modelo, a la vez metafisico y antropológico de
la memoria.

Utilización parodica y bufa: El historiador ofrece identidades de recambio, individualizadas y mas


reales, siendo este sustituto un disfraz.

Otro uso de la historia: la disociación sistemática de nuestra identidad, que no es mas que una
parodia, el plural la habita, los sistemas se entrecruzan y se dominan los unos a los otros. Así se
comprende a nuestros semejantes como sistemas enteramente determinados y como
representantes de culturas diferentes, es decir como necesarios y como modificaciones.
El sacrificio del sujeto de conocimiento: la conciencia histórica es neutra, despojada de toda
pasión, encarnizada solamente con la verdad. El saber se distancia de sus raíces para convertirse
en pura especulación sumisa a las solas reglas de la razón, en lugar que este ligado en su
desarrollo a la constitución y a la afirmación de un sujeto libre, implica un encarnizamiento
siempre mayor. El saber exige hoy hacer experiencia sobre nosotros mismos, exige el sacrificio del
sujeto del conocimiento.

La veneración de los monumentos se convierte en parodia, el respeto de las viejas continuidades


en dosiciacion sistemática, la critica de las injusticias del pasado por la verdad que el hombre
posee hoy se convierte en destrucción sistemática del sujeto de conocimiento por la injusticia
propia de la voluntad del saber.

"El juego de Michel Foucalt"

El dispositivo era de naturaleza esencialmente estratégica, lo que supone que se trata allí de una
cierta manipulación de relaciones de fuerzas, de una intervención racional y concentrada en
dichas relaciones de fuerzas, ya sea para desarrollarlas en cierta dirección o bien para bloquearlas,
o para estabilizarlas y utilizarlas. El dispositivo esta entonces siempre inscrito en un juego de
poder, pero también siempre ligado a uno o unos bornes de saber, que nacen allí pero que
igualmente lo condicionan. Eso es el dispositivo, unas estrategias de relaciones de fuerzas
soportando unos tipos de saber y soportadas por ellos. El poder consiste en realidad en unas
relaciones, un haz mas o menos organizado, mas o menos piramidalizado, coordinado de
relaciones. El problema no reside en constituir una teoría del poder que tendría por función
rehacer lo que se ha querido hacer. Castigar a alguien que no se conoce se torna imposible en una
penalidad que no es ya la del suplicio sino la del encierro. Luchamos todos contra todos, y siempre
hay algo en nosotros que lucha contra otra cosa en nosotros.

El objeto "sexualidad" es en realidad un instrumento formado hace mucho tiempo, que ha


constituido un dispositivo de sujeción millonario, lo que hay de fuerte en los movimientos de
liberación de la mujer no es que hayan reivindicado la especificidad de la sexualidad, y los
derechos aferentes de esta sexualidad especial, sino que hayan partido del discurso mismo que se
sostenía en el interior de los dispositivos de la sexualidad.

"Defender la sociedad"

Llamamos genealogía al acoplamiento de los conocimientos eruditos y las memorias locales,


acoplamiento que permite la constitución de un saber histórico de las luchas y la utilización de ese
saber en las tácticas actuales. Se trata en realidad, de poner en juego unos saberes locales,
discontinuos, descalificados, no legitimados, contra la instancia teórica unitaria que pretende
filtrarlos, jerarquizarlos, ordenarlos en nombre de un conocimiento verdadero, en nombre de los
derechos de una ciencia que algunos poseerían. La genealogía debe librar su combate, sin duda,
contra los efectos de poder propios de un discurso considerado como científico. Es la táctica que
pone en juego los saberes liberados del sometimiento que se desprenden de ellas, para restituir el
proyecto del conjunto.

En el caso de la teoría jurídica clásica del poder, este es considerado como un derecho que uno
posee como un bien y que, por consiguiente, puede transferir o enajenar, de una manera total o
parcial, mediante un acto jurídico o un acto fundador de derecho, que seria del orden de la cesión
o el contrato. El poder es el poder concreto que todo individuo posee y que, al parecer, cede, total
o parcialmente, para constituir un poder, una soberanía política. En esta serie la constitución del
poder político se hace según el modelo de una operación jurídica que seria del orden del
intercambio contractual. Podríamos llamar funcionalidad económica del poder, en la medida en
que el papel del poder consistiría, en esencia en mantener relaciones de producción y a la vez,
prorrogar una dominación de clase que el desarrollo y las modalidades características de la
apropiación de las fuerzas productivas hicieron posible. En este caso, el poder político encontraría
su razón de ser histórica en la economía.

Contamos con la afirmación de que el poder no se da ni se intercambia, ni se retoma, sino que se


ejerce y solo existe en acto. Contamos, igualmente, con otra afirmación, la del poder no es, en
primer mantenimiento y prorroga de las relaciones económicas, sino primariamente una relación
de fuerza en si mismo. En todo caso, ser órgano de represión es el calificativo casi homérico del
poder. El mecanismo del poder es fundamental y esencialmente la represión, el poder es la guerra,
proseguida por otros medios, la política es la continuación de la guerra por otros medios, lo que
dirá que las relaciones de poder funcionan en una sociedad como relación de fuerza establecida
en un momento dado, identificable con la guerra. El papel del poder político seria reinscribir
perpetuamente esa relación de fuerza, por medio de una especie de guerra silenciosa y
reinscribida en las instituciones, en las desigualdades económicas, en el lenguaje, hasta en los
cuerpos de unos y otros. La decisión final solo puede provenir de la guerra, de una prueba de
fuerza en que las armas tendrán que ser jueces en definitiva. En fin de lo político seria la ultima
batalla, vale decir que la ultima batalla suspendería finalmente, y solo finalmente, el ejercicio del
poder como guerra continua.

Desde el punto de vista de la vida y de la muerte, corresponde simplemente a la decisión del


soberano que el súbdito tenga derecho a estar vivo, o eventualmente a estar muerto. En todo
caso, la vida y la muerte de los súbditos solo se convierten en derechos por efecto de la voluntad
soberana. Esa es, de algún modo, la paradoja teórica, que debe completarse con una especie de
desequilibrio practico.

El efecto del poder soberano sobre la vida solo se ejerce a partir del momento en que el soberano
puede matar. En definitiva, el derecho de matar posee efectivamente en si mismo la esencia
misma de ese derecho de vida y de muerte: en el momento en que puede matar, el soberano
ejerce su derecho sobre la vida. Se trata, fundamentalmente de un derecho de la espada. No hay
en el, por lo tanto, una simetría real, es el derecho de hacer morir y dejar vivir, lo cual introduce
una simetría clamorosa. Y luego se instala el nuevo derecho, el de hacer vivir y dejar morir.
A diferencia de la disciplina, que se dirige al cuerpo, esta nueva técnica de poder disciplinario se
aplica a la vida de los hombres, e incluso, se destina al hombre vivo, al hombre/especie. La
disciplina trata de regir la multiplicidad de los hombres en la medida que esa multiplicidad puede y
debe resolverse en cuerpos individuales que vigilar, adiestrar, utilizar y eventualmente castigar. La
biopolitica va a introducir no solo instituciones asistenciales sino mecanismo mucha mas sutiles,
económicamente mucho mas racionales que la asistencia a granel que estaba asociada con la
iglesia. La biopolitica tiene que ver con la población y esta como problema político, como
problema a la vez científico y político, como problema biológico y problema de poder. Así son
fenómenos colectivos que solo se manifiestan en sus efectos económicos y políticos y se vuelven
pertinentes en el mismo de las masas. En la política se tratara de modificar su esencia, de
intervenir el nivel de las determinaciones de esos fenómenos generales, esos fenómenos en lo que
tienen de global.

La soberanía hacia morir y dejaba vivir, mientras que el poder de regularización que consiste en
hacer vivir y dejar morir. La muerte era también una transmisión del poder del agonizante, poder
que se transmitía a quienes la sobrevivían, ultimas palabras, ultimas recomendaciones, voluntad,
testamentos.

El poder ya no conoce a la muerte, la abandona. La norma permite controlar el orden disciplinario


del cuerpo y los acontecimientos aleatorios de una multiplicidad biológica, puede aplicarse tanto a
un cuerpo al que se quiere disciplinar como a una población a la que se pretende regularizar.
Estamos en un poder que se hizo cargo del cuerpo y de la vida, tomo a su cargo la vida en general,
con el polo del cuerpo y el polo de la población.

Sin duda, fue el surgimiento del biopoder lo que inscribió el racismo en los mecanismos del Estado,
en ese momento el racismo se inscribió como mecanismo fundamental del poder, tal como se
ejerce en los Estados modernos y en la medida en que hace que prácticamente no haya
funcionamiento moderno del Estado que no pase por el. El racismo es el medio de introducir por
fin un corten en el ámbito de la vida que el poder tomo a su cargo, el corte entre lo que debe vivir
y lo que debe morir. La manera de clasificar y jerarquizar las razas es una manera de fragmentar el
campo de lo biológico que el poder tomo a su cargo, una manera de desfasar, dentro de la
población, a unos grupos con respecto a otros. Así la primer función del racismo sera fragmentar,
hacer censurar dentro de lo biológico que aborda el biopoder. La raza, el racismo son la condición
que hace aceptable dar muerte en una sociedad de nacionalización, donde existe un poder que es,
en primera linea, un biopoder, pues bien el racismo es indispensable como condición para poder
dar muerte a otros. En la medida en que el Estado funciona en la modernidad del biopoder, su
función mortífera solo puede ser asegurada por el racismo, que va a desarrollarse con la
colonización, es decir, en primera instancia con el genocidio colonizador.

A fines del siglo XIX la guerra aparecerá como una manera de fortalecer la nueva raza mediante la
eliminación de la raza rival y para regenerar la nuestra. Cuantos mas numerosos sean los que
mueran entre nosotros, mas pura sera la raza a la que pertenecemos. Con el principio de que la
muerte de los otros significa el fortalecimiento biológico de uno mismo en tanto miembro de una
raza o una población, en tanto elemento en una pluralidad unitaria y viviente. Por lo tanto, el
racismo esta ligado al funcionamiento de un Estado obligado a servirse de la raza, de la
eliminación de las razas y de la purificación de la misma, para ejercer su poder soberano. El viejo
poder soberano, a través del biopoder implica el funcionamiento, la introducción y la activación
del racismo. El poder de dar muerte en la Alemania nazi no se otorga simplemente al Estado sino a
toda una serie de individuos, a una cantidad considerable de gente.

"Hacia una critica de la razón política"

Es sin duda prudente no tomar la racionalización de la sociedad o de la cultura como un todo sino
analizar este proceso en varios dominios, cada uno de los cuales echa sus raíces en una
experiencia fundamental: locura, enfermedad, muerte, crimen, sexualidad, etc. Si el Estado es la
forma política de un poder centralizado y centralizador, llamaremos pastoria al poder
individualizador.

La relación entre la divinidad, la tierra y los hombres difieren de la de los griegos, sus dioses
poseían la tierra y esta posesión determinaba las relaciones entre los hombres y dioses. En este
caso, por el contrario, la relación original y fundamental es la del Dios-pastor con su rebaño, al que
Dios le promete una tierra. El rebaño existe por la presencia inmediata y la acción directa del
pastor. La función del pastor es asegurar la salvación de su rebaño. El pastor vela por el alimento
de su rebaño; el provee cotidianamente a su sed y hambre. El pastor tiene un designio para su
rebaño, es preciso conducirlo a un buen pastizal. Todo lo que hace el pastor, lo hace por el bien de
su rebaño, esta es su preocupación constante, cuando ellos duermen, el vela. El pastor actúa,
trabaja y se pone en gastos por aquellos a quienes alimenta, y que están dormidos, en segundo
lugar vela por ellos. Presta atención a todos sin perder de vista ninguno, tiene que conocer a su
rebaño en su conjunto y detalle. Debe conocer no solo la ubicación de los buenos pastos, las leyes
de las estaciones y el orden de las cosas, sino también las necesidades de cada cual en particular.

El político, como el pastor del rebaño humano, cuenta con numerosos rivales. En consecuencia, si
queremos descubrir lo que en el fondo es el político, debemos apartar de el a todos aquellos cuya
manera lo envuelve y haciéndolo demostrar en que aspecto no es un pastor. Ser un hombre
político no quería decir alimentar, cuidar y criar a su progenie, sino asociar diferentes virtudes,
temperamentos contrarios, sirviéndose de la "lanzadera" de la opinión popular. El arte real de
gobernar consistía en reunir a los vivos en una comunidad apoyada en la concordia y la amistad. El
político aparece pues como la reflexión mas sistemática de la antigüedad clásica sobre el tema de
la pastoria, que seria llamado a cobrar tanta importancia en el Occidente cristiano. El problema
político es la relación entre el uno y la multitud, dentro del marco de la ciudad y de sus
ciudadanos, el problema pastoral concierne a la vida de los individuos. Según la concepción
cristiana, el pastor debe dar cuenta no solo de cada uno de los corderos sino de todas sus
acciones, de todo el bien o el mal que son susceptibles de hacer de todo lo que sucede. En el
cristianismo el vinculo con el pastor es individual, un lazo de sumisión personal, se ejecuta su
voluntad no porque se ajuste a la ley, sino porque esa es su voluntad.
La doctrina de la razón de Estado intento definir el aspecto por el cual los principios y métodos del
gobierno estatal diferían. En cuanto a la doctrina de la policía, ella define la índole de los objetos
de la actividad racional del Estado, define la índole de los objetivos que este persigue, la forma
general de los instrumentos que emplea. La razón de Estado se considera como un "arte", es decir,
una técnica que se ajusta a determinadas reglas, que no se refieren simplemente a las costumbres
o tradiciones sino también al conocimiento racional. En nuestros días, la expresión razón de
Estado evoca la arbitrariedad o violencia.

El propósito de este arte de gobernar es justamente no reforzar el poder que un príncipe puede
ejercer sobre su dominio, su meta es reforzar el Estado mismo, cuyo único afán fuera durar,
acabaría sin ninguna duda en la catástrofe. Esta idea reviste la mas alta importancia a una
perspectiva histórica nueva. De hecho, supone que los Estados son realidades que necesariamente
deben resistir durante un periodo histórico de extensión indefinida, en un área geográfica litigiosa.
El gobierno solo es posible si la fuerza del Estado es conocida, en esta forma se la puede
mantener, también deben ser conocidos la capacidad del Estado y los medios para incrementarla,
así como la fuerza y capacidad de los otros Estados. En efecto, debe resistir contra los demás. Es
necesario un saber concreto, preciso y medido que guarde relación con la potencia de Estado.

El arte de gobernar, característico de la razón del Estado, esta íntimamente ligado al desarrollo de
lo que se llamo estadística o aritmética política, es decir, al conocimiento de las fuerzas respectivas
de los diferentes Estados, indispensable para el buen gobierno.

La policía aparece como una administración que dirige al Estado conjuntamente con la justicia, el
ejercito y el tesoro. Extiende sus actividades a todas las situaciones, a todo lo que los hombres
hacen o emprenden. Su ámbito comprende la justicia, las finanzas y el ejercito. La policía lo
engloba todo, pero desde un punto de vista sumamente peculiar, hombres y cosas son tratados en
función de sus relaciones. Se interesa también en la manera en que viven, en las enfermedades y
accidentes a los que están expuestos, la policía vigila a un hombre vital, activo y productivo. El
hombre es el verdadero objeto de la policía. El papel de la policía es darles un pequeño
suplemento de vida y al hacerlo, dar al Estado un poco mas de fuerza. Esto se obtiene mediante el
control de las actividades comunes de los individuos. La policía, declara el en sustancia, vela por
todo lo que afecta a la felicidad de los hombres, después lo cual añade: la policía vela por todo lo
que reglamenta a la sociedad que prevalece entre los hombres. Y finalmente, la policía vela por el
ser vivo. La vida es el objeto de la policía, lo indispensable, lo útil y lo superfluo. A la policía le toca
permitir que los hombres sobrevivan, vivan y mejoren. La policía vela por las ventajas que solo la
vida en sociedad puede procurar.

El poder no es sino un tipo de relaciones entre individuos, y estas relaciones son especificas, no
tienen nada que ver con el intercambio, la producción ni la comunicación, aunque les estén
asociadas. El rasgo distintivo del poder es que ciertos hombres pueden determinar mas o menos
enteramente la conducta de otros hombres, pero nunca de manera exhaustiva o coercitiva. El
gobierno de los hombres por los hombres supone una cierta forma de racionalidad, y no una
violencia instrumental.
"Verdad y poder"

Lo que se plantea, es lo que rige los enunciados y la manera en la que se rigen los unos a los otros
para constituir un conjunto de proposiciones aceptables científicamente y susceptibles en
consecuencia de ser verificadas o invalidadas mediante procedimientos científicos. Problema en
suma de régimen, de política del enunciado científico. A este nivel, se trata de saber no cual es el
poder que pesa desde el exterior de la ciencia, sino que efectos de poder circulan entre los
enunciados científicos, cual es de algún modo su régimen interior de poder, como y por que en
ciertos momentos dicho régimen se modifica de forma global. No se trata de colocar todo en un
cierto plano, que seria el del suceso, sino de considerar detenidamente que existe toda una
estratificacion de tipos de sucesos diferentes que no tienen ni la misma importancia, ni la misma
amplitud cronológica, ni la misma capacidad para producir efectos. El problema consiste al mismo
tiempo en distinguir los sucesos, en diferenciar las redes y los niveles a los que pertenecen y en
reconstruir los hilos que los atan y los hacen engendrarse unos a partir de otros.

La historicidad que nos arrastra y nos determina es belicosa, no es habladora. Relación de poder,
no relación de sentido, como la historia, que no quiere decir que sea absurda e incoherente, sino
que es inteligible y debe poder ser analizada hasta su mas mínimo detalle. Ni la dialéctica ni la
semíotica sabrán dar cuenta de la inteligibilidad intrínseca de los enfrentamientos. En el 68 fue
cuando la cara concreta del poder apareció y al mismo tiempo la fecundidad verosímil de estos
análisis de poder para darse cuenta de las cosas que habían permanecido hasta entonces fuera del
campo del análisis político.

La ideología esta siempre en oposición virtual a algo que seria la verdad, se refiere a algo como a
un sujeto y la ideología esta en posición secundaria respecto a algo que debe funcionar para ella
como infraestructura o determinante económico, material, etc.

Cuando se definen los efectos del poder por la represión se da una concepción puramente jurídica
del poder, se identifica el poder a una ley que dice no; se privilegia sobre todo la fuerza de la
prohibición. El intelectual, por su elección moral, teórica y política, quiere ser portador de esta
universalidad, pero en su forma consciente y elaborada. El intelectual seria la figura clara e
individual de una universalidad de la que el proletariado seria la forma sombría y colectiva.

El aparato judicial y policial, la especulación inmobiliaria es lo que se llama intelectual "especifico"


por oposición al intelectual "universal". El intelectual, hasta entonces, era por excelencia el
escritor: conciencia universal, sujeto libre, se oponía aquellos que no eran mas que competentes
al servicio del Estado o del Capital. Lo que se denomina hoy el intelectual, nace del jurista, o en
todo caso del hombre que se reclama de la universalidad de la ley justa, eventualmente contra los
profesionales del derecho. El intelectual "universal" deriva del jurista-notable y encuentra su
expresión mas plena en el escritor, portador de significaciones y de valores en los que todos
pueden reconocerse. El intelectual "especifico" deriva de otra figura, del "sabio-experto".
En sociedades como las nuestras la "economía política" de la verdad esta caracterizada por 5
rasgos históricamente importantes: la "verdad" esta centrada en la forma del discurso científico y
en las instituciones que lo producen; esta sometida a una constante incitación económica y
política (necesidad de verdad tanto para la producción económica como para el poder político); es
objeto bajo formas diversas de una inmensa difusión y consumo (circula en aparatos de educación
o de información cuya extensión es relativamente amplia en el cuerpo social pese a ciertas
limitaciones estrictas); es producida y transmitida bajo el control no exclusivo pero si dominante
de algunos grandes aparatos políticos o económicos (universidad, ejercito), es el núcleo de la
cuestión de todo un debate político y de todo un enfrentamiento social.

Dicho de otro modo, el intelectual evidencia una triple especificidad: la especificidad de su


posición de clases, la especificidad de sus condiciones de vida y de trabajo, ligadas a su condición
de intelectual (su campo de investigación, su puesto en el laboratorio). En fin la especificidad de la
política de verdad en nuestras sociedades. Por "verdad", entender un conjunto de procedimientos
reglamentados por la producción, la ley, la repartición, la puesta en circulación y el
funcionamiento de los enunciados. La "verdad" esta ligada circularmente a los sistemas de poder
que la producen y la mantienen, y a los efectos de poder que induce y que la acompañan.
"Régimen de la verdad", que no es simplemente ideológico o superestructural, ha sido una
condición de formación y de desarrollo del capitalismo.

–Michael Foucault- La verdad y las formas jurídicas

EL discurso del Poder –Michael Foucault-

La verdad y las formas jurídicas

La cuestión es la siguiente: existe una tendencia que podríamos denominar, de una manera un
tanto irónica, marxista académica, o del marxismo académico, que consiste en buscar cómo las
condiciones económicas de la existencia encuentran en la conciencia de los hombres su reflejo o
expresión. Tiene un defecto muy grande: el de suponer, en el fondo, que el sujeto humano, el
sujeto de conocimiento, las mismas formas del conocimiento, se dan en cierto modo previa y
definitivamente, y que las condiciones económicas, sociales y políticas de la existencia no hacen
sino depositarse o imprimirse en este sujeto que se da de manera definitiva.

Las prácticas sociales pueden llegar a engendrar dominios de saber que no sólo hacen que
aparezcan nuevos objetos, conceptos y técnicas, sino que hacen nacer además formas totalmente
nuevas de sujetos y sujetos de conocimiento. El mismo sujeto de conocimiento posee una historia,
la relación del sujeto con el objeto; o más claramente, la verdad misma tiene una historia.

La historia de los dominios de saber en relación con las prácticas sociales, excluida la preeminencia
de un sujeto de conocimiento dado definitivamente, es uno de los temas de investigación que
propongo

El segundo tema de investigación es el metodológico, un tema que podríamos llamar análisis de


los discursos.
Análisis del discurso como juego estratégico y polémico es, según mi modo de ver las cosas, un
segundo tema de investigación.

El tercer tema de investigación que propongo a ustedes y que definirá, por su encuentro con los
dos primeros, el punto de convergencia en que me sitúo, consistiría en una reelaboración de la
teoría del sujeto. El psicoanálisis fue ciertamente a práctica y la teoría que replanteó de la manera
más fundamental la prioridad conferida al sujeto, que se estableció en el pensamiento occidental a
partir de Descartes.

Hace dos o tres siglos la filosofía occidental postulaba, explícita o implícitamente, al sujeto como
fundamento, como núcleo central de todo conocimiento, como aquello en que no sólo se revelaba
la libertad sino que podía hacer eclosión la verdad. Ahora bien, creo que el psicoanálisis pone
enfáticamente en cuestión esta posición absoluta del sujeto.

Actualmente, cuando se hace historia nos atenemos a ese sujeto de conocimiento y de la


representación, como punto de origen a partir del cual es posible el conocimiento y la verdad
aparece. Sería interesante que intentáramos ver cómo se produce, a través de la historia, la
constitución de un sujeto que no está dado definitivamente, que no es aquello a partir de lo cual la
verdad se da en la historia, sino de un sujeto que se constituyó en el interior mismo de ésta y que,
a cada instante, es fundado y vuelto a fundar por ella.

Esto es, lo que debe llevarse a cabo: la constitución histórica de un sujeto de conocimiento a
través de un discurso tomado como un conjunto de estrategias que forman parte de las prácticas
sociales.

Hay dos historias de la verdad. La primera es una especie de historia interna de la verdad, que se
corrige partiendo de sus propios principios de regulación: es la historia de las ciencias. Por otra
parte, creo que en la sociedad, o al menso en nuestras sociedades, hay otros sitios en los que se
forma la verdad, allí donde se define un cierto número de reglas de juego, a partir de las cuales
vemos nacer ciertas formas de subjetividad, dominios de objeto, tipos de saber y, por
consiguiente, podemos hacer a partir de ello una historia externa, exterior, de la verdad.

Las prácticas judiciales creo que son algunas de las formas empleadas por nuestra sociedad para
definir tipos de subjetividad, formas de saber y, en consecuencia, relaciones entre el hombre y la
verdad que merecen ser estudiadas.

Ciertas formas de verdad pueden ser definidas a partir de la práctica penal. Lo que llamamos
indagación es una forma muy característica de la verdad en nuestras sociedades.

¿Dónde encontramos el origen de la indagación? En la práctica judicial. La indagación apareció en


la edad media como forma de investigación d la verdad en el seno del orden jurídico.

En el S XIX se inventaron, también a partir de problemas jurídicos, judiciales y penales, formas de


análisis muy curiosas que yo llamaría examen y ya no indagación.
En las siguientes conferencias hablaré de la historia de Edipo no como un punto de origen, de
formulación del deseo del hombre, sino por el contrario, como episodio bastante curioso de la
historia del saber y punto de emergencia de la indagación. En la conferencia subsiguiente, trataré
de la relación que se estableció en la edad media, del conflicto u oposición entre el régimen de
prueba y el sistema de indagación. Finalmente, en las dos últimas conferencias hablaré del
nacimiento de eso que llamo examen o ciencias de examen, que se relacionan con la formación y
consolidación de la sociedad capitalista.

Creo que en Nietzsche se encuentra un tipo de discurso en el que se hace el análisis histórico de la
formación misma del sujeto, el análisis histórico del nacimiento de un cierto tipo de saber, sin
admitir jamás la preexistencia de un sujeto de conocimiento.

Cuando habla de “invención” tiene en mente una palabra que opone a invención, la palabra
“origen”. Cuando dice “invención” es para no decir “origen”.

Para Nietzsche la invención es, por una parte, una ruptura y por otra algo que posee un comienzo
pequeño,

El conocimiento fue, por lo tanto, inventado. No hay en el comportamiento humano, en los


apetitos, en el instinto humano, algo que se parezca a un germen del conocimiento. Dice
Nietzsche que el enfrentamiento, la confluencia, la lucha y el compromiso entre los instintos, es
precisamente debido a que los instintos chocan entre sí, se baten y llegan finalmente al término
de sus batallas, que hay un compromiso y algo se produce. Este algo es el conocimiento.

Dice Nietzsche que es como “una centella que brota del choque entre dos espadas” pero que no
es del mismo hierro del que están hechas las espadas”.

El conocimiento no es instintivo, es contra-instintivo; e igualmente, no es natural, es contra-


natural. Éste es, pues, el primer sentido que podemos dar a la ida de que el conocimiento es una
invención y no tiene origen.

A menudo Nietzsche dice que el conocimiento no tiene relaciones de afinidad con el mundo a
conocer.

Y así como entre el instinto y el conocimiento encontramos no una continuidad sino una relación
de lucha, de dominación, subordinación, compensación, etcétera, de la misma manera vemos que
entre el conocimiento y las cosas que éste tiene para conocer no puede haber ninguna relación de
continuidad natural. Sólo puede haber una relación de violencia, dominación, poder y fuerza, una
relación de violación.

La ruptura de la teoría del conocimiento con la teología comienza, estrictamente hablando, con el
análisis de Nietzsche.
Nietzsche dice que sólo comprendemos porque hay como fondo del comprender el juego y la
lucha de esos tres instintos, esos tres mecanismos o pasiones que son reír, deplorar y detestar
(odio). En relación con esto es preciso considerar algunas cosas.

En principio hemos de considerar que esas tres pasiones o impulsos tienen en común el ser una
manera no de aproximarse al objeto, de identificarse con él, sino de conservar el objeto a
distancia, de diferenciarse o de romper con él, de protegerse de él por la risa, desvalorizarlo por la
deploración, alejarlo y finalmente destruirlo por el odio. Por lo tanto, todos estos impulsos que
están en la raíz del conocimiento y lo producen tienen en común el distanciamiento del objeto,
una voluntad de alejarse de él y al mismo tiempo de alejarlo, en fin, de destruirlo.

Según Nietzsche, la razón por la que estos tres impulsos llegan a producir el conocimiento es que
luchan entre sí, se confrontan, se combaten, intentan perjudicarse unos a otros.

Si admitimos esto que Nietzsche entiende como descubrimiento del conocimiento, si todas estas
relaciones están por detrás del conocimiento el cual, en cierta forma, sería un resultado de ellas,
podernos comprender entonces determinados textos de Nietzsche.

Nietzsche quiere decir que no hay naturaleza, ni esencia, ni condiciones universales para el
conocimiento, sino que éste es cada vez el resultado histórico y puntual de condiciones que no son
del orden del conocimiento. El conocimiento es un efecto o un acontecimiento que puede ser
colocado bajo el signo del conocer, no es una facultad y tampoco una estructura universal. Aun
cuando utiliza ciertos elementos que pueden pasar por universales este conocimiento será apenas
del orden del resultado, del acontecimiento, del efecto.

Cuando Nietzsche habla del carácter perspectivo del conocimiento quiere señalar el hecho de que
sólo hay conocimiento bajo la forma de ciertos actos que son diferentes entre sí y múltiples en su
esencia, actos por los cuales el ser humano se apodera violentamente de ciertas cosas, reacciona a
ciertas situaciones, les impone relaciones de fuerza. O sea, el conocimiento es siempre una cierta
relación estratégica en la que el hombre está situado. El carácter perspectivo del conocimiento no
deriva de la naturaleza humana sino siempre del carácter polémico y estratégico del
conocimiento.

El conocimiento esquematiza, ignora las diferencias, asimila las cosas entre sí, y cumple su papel
sin ningún fundamento en verdad. Por ello el conocimiento es siempre un desconocimiento. Por
otra parte es siempre algo que apunta, maliciosa, insidiosa y agresivamente, a individuos, cosas
situaciones. Hay siempre en el conocimiento alguna cosa que es del orden del duelo y que hace
que ésta sea siempre singular.

En los análisis marxistas tradicionales la ideología es presentada como una especie de elemento
negativo a través del cual se traduce el hecho de que la relación del sujeto con la verdad, o
simplemente la relación de conocimiento, es perturbada, oscurecida, velada por las condiciones
de existencia, por relaciones sociales o formas políticas o económicas de existencia aplicado a un
sujeto de conocimiento que, por derecho, debería estar abierto a la verdad.
Mi propósito es demostrar en estas conferencias cómo, de hecho, las condiciones políticas y
económicas de existencia no son un velo o un obstáculo para el sujeto de conocimiento sino
aquello a través de lo cual se forman los sujetos de conocimiento y, en consecuencia, las
relaciones de verdad. Una historia de la verdad será posible para nosotros sólo si nos
desembarazamos de estos grandes temas del sujeto de conocimiento tiempo originario y
absoluto, utilizando eventualmente el modelo de Nietzsche

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