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SIP Red de colegios

Departamento de Lenguaje y Comunicación


Primeros medios
Profesora: María Ignacia Durán

Guía: la literatura en la edad media

Para entender un poco lo que hemos conversado hasta ahora, te propongo ver algunos ejemplos
de tipos de literatura medieval.

Los primeros son las Jarchas y Moaxajas que se produjeron en el siglo X aproximadamente en la
España Mozárabe.

¿Qué haré yo o qué será de mí?  La Jarcha es un texto femenino,


Amigo,  breve y que se entiende como el
No te apartes de mí! final de un poema más extenso. Las
jarchas y las moaxajas son escritas
2.-
en mozárabe, la lengua anterior al
Se va mi corazón de mí.  español que se produce por la
Oh, Dios, ¿acaso se me tornará?  mezcla del latin con el árabe, el
¡Tan fuerte mi dolor por el amado!  judío y los dialectos propiamente
Enfermo está. ¿Cuándo sanará? españoles.

3.-

Decid, vosotras, oh hermanillas 


¿Cómo refrenaré mi mal? 
Sin el amado no viviré 
y volaré a buscarlo.

Luego de esta producción, la primera de la edad media, se produce la división entre los mesteres:
el de juglaría, propio del pueblo, y el de clerecía, propio de los clérigos que eran sacerdotes o
personas educadas. Un ejemplo de cada uno es:

Milagros de nuestra señora, Gonzalo de Cantar del Mio Cid.


Berceo.
De grado le albergarían, pero ninguno lo
Amigos e vassallos de Dios omnipotent, osaba, 
si vos me escuchássedes por vuestro que a Ruy Díaz de Vivar le tiene el rey mucha
consiment, saña.
querríavos contar un buen aveniment: La noche pasada a Burgos llevaron una real
terrédeslo en cabo por bueno verament. carta 
con severas prevenciones y fuertemente
Yo maestro Gonçalvo de Verceo nomnado, sellada 
yendo en romería caeçí en un prado, mandando que a Mío Cid nadie le diese
verde e bien sençido, de flores bien poblado, posada, 
logar cobdiçiaduero pora omne cansado. que si alguno se la da sepa lo que le
esperaba:
Davan olor sovejo las flores bien olientes, sus haberes perdería, más los ojos de la
refrescavan en omne las [carnes] e las cara, 
mientes; y además se perdería salvación de cuerpo y
manavan cada canto fuentes claras alma.
corrientes, Gran dolor tienen en Burgos todas las gentes
en verano bien frías, en ivierno calientes. cristianas,
de Mío Cid se escondían: no pueden decirle
Avién y grand abondo de buenas arboledas, nada. 
milgranos e figueras, peros e mazanedas, Se dirige Mío Cid adonde siempre paraba; 
e muchas otras fructas de diversas monedas, cuando a la puerta llegó se la encuentra bien
mas non avié ningunas podridas [nin] azedas. cerrada.
Además, en otros países se produjeron otros temas literarios, como en Francia el amor cortés. Un
ejemplo de este es el presente soneto:

Soneto 86, Luis de Góngora El amor cortés es un tema o tópico


literario que se basa en ciertas
De pura honestidad templo sagrado 
reglas fundamentales: tiene que
Cuyo bello cimiento y gentil muro 
de blanco nácar y alabastro duro existir una relación de dominación
fue por divina mano fabricado; entre el amante y la amada, esta
amada es divinizada al máximo y
pequeña puerta de coral preciado,  comparada con elementos
claras lumbreras de mirar seguro,  celestiales. Además, es la mujer
que a la esmeralda fina el verde puro 
quién decide si se consuma el amor
habéis para viriles usurpado;
finalmente entre el amante y ella,
soberbio techo, cuyas cimbrias de oro,  considerando su relación de mujer
al claro sol, en cuanto en torno gira,  casada o comprometida.
ornan de luz, coronan de belleza; 

ídolo bello, a quien humilde adoro: oye piadoso al que por ti suspira, 
tus himnos canta y tus virtudes reza.

Otro ejemplo fundamental a la hora de entender estos tópicos son los cantares de gesta de cada
país. Así, si el Cid tenía características propias de un héroe real, en Francia y Alemania esto era
muy diferente.

LXXXII
En el cantar de Roldán se pueden
Oliveros les dice: "He visto a los paganos:
1040 nadie sobre la tierra ha visto a tantos juntos. ver elementos ficticios, como la
Son cien mil, con escudos, los que marchan al frente, exageración propia en las batallas o
yelmos atados tienen y visten blancas cotas cosas similares.
y enhiestan van las astas de sus lanzas bruñidas.
Tendréis una batalla como jamás se viera.
1045 ¡Mis señores franceses, Dios os dé fortaleza!
¡Resistid en el campo para que no nos venzan!"
Los franceses exclaman: "¡Deshonor para el que huya!
Hasta que no muramos ninguno os fallará".

LXXXIII
Dijo Oliveros: "¡Tienen gran fuerza los paganos,
1950 mientras nuestros franceses creo que son muy pocos!
Compañero Rolando, tañed, pues, vuestro cuerno:
al escucharlo Carlos volverá con la hueste".
Le respondió Rolando: "¡Yo no haré tal locura,
ya que en la dulce Francia perdería el renombre!
1055 Daré muy recios golpes con Durandarte en su hora,
y hasta el oro del pomo sangre su hoja tendrá.
Viles paganos se hallan, por mal suyo, en los puertos:
os juro aquí están todos condenados a muerte".

LXXXVI
“No sé, dijo Oliveros, quien podría afrentamos.
Yo vi a 1os sarracenos que vienen desde España:
completamente cubren los valles y montañas,
1085 igual que las laderas y todas las llanuras.
Muy grandes son las huestes de esta gente extranjera,
y tenemos, en cambio, muy corta compañía".
Dice Roldán: "Con esto mi valor se acrecienta.
¡No le complace a Dios ni tampoco a sus ángeles
1090 que por mí su valía pueda Francia perder!
Muerte prefiero a vida cargada de vergüenza.
A nuestro emperador le gusta que luchemos".

PRIMERA AVENTURA: Lo que soñaba Kriemhilde.

Muchas cosas maravillosas narran las sagas de tiempos antiguos,


De héroes loables de gran temeridad,
De alegría y de fiestas, de llantos y lamentos.
De la lucha de héroes valientes ahora escucharéis narrar maravillas.

Creció en Burgundia una niña tan noble


Que en todos los países no podría haber alguna más bella.
Kriemhild se llamaba y se hizo mujer muy hermosa.
Por ella muchos caballeros perdieron su vida y su cuerpo.

Amar a la muy noble no traía vergüenza a nadie;


Muchos héroes la pretendieron, nadie la malquería.
Bella sobremanera era la muchacha noble.
Los modales cortesanos de la doncella hubieran sido adorno de todas las mujeres.

Tres reyes la cuidaban, nobles y ricos,


Gunther y Gernot, héroes sin par
Y Geiselher el joven, un espada escogido;
Ella era su hermana, los príncipes tenían que cuidarla.

Ute se llamó su madre, reina de gran riqueza,


Y Dankrat su padre, quien legó la herencia
A favor de sus hijos, cuando murió; antes fue un hombre fuerte
Que en su juventud había ganado muchos honores.

Además, debes recordar que dentro de la literatura europea se dieron otros autores famosos,
como Petrarca, Dante, Bocaccio y otros. A continuación, un ejemplo de la divina comedia para que
lo analices.

Canto I° de la Divina Comedia

(Fragmento)

Del camino a mitad de nuestra vida la noche, que pasara tanto inquieta.
encontréme por una selva oscura, Y como aquel que con cansadas ansias,
que de derecha senda era perdida. salido ya del piélago a la riba,
¡Y cuánto en el decir es cosa dura se vuelve a ver las peligrosas aguas,
esta selva salvaje, áspera y fuerte, así el ánima mía, aún fugitiva,
que en el pensar renueva la pavura! se volvió atrás a remirar el paso
Tanto es amarga que es poco más muerte: que no dejó jamás persona viva.
más, para hablar del bien que allí encontrara
diré otras cosas de que fui vidente. Cuando di algún reposo al cuerpo laso
aquella proseguí playa desierta,
Yo no se bien decir cómo allí entrara;
tan lleno era de sueño en aquel punto tal que el pie firme siempre era el más bajo.
Y he aquí, casi al comenzar la cuesta
que el derecho camino abandonara.
Mas luego, al ser al pie de un monte junto una onza ligera y presta pronto,
que de pie maculada era cubierta:
en donde daba término aquel valle
que aflicto en miedo el corazón me tuvo, y no se me apartaba de ante el rostro,
así tanto impedía mi camino
miré a lo alto, y vi que era en su talle
vestido ya de rayos del planeta que muchas veces intenté el retorno.
Tiempo era el principio matutino,
que nos guía derecho en cualquier calle.
Fue entonces la pavura un poco quieta, y remontaba el sol con las estrellas
que eran con él, cuando el amor divino
que en el lago del pecho aún me duraba
movió al principio aquellas cosas bellas;
tal que de esperar bien me dio ocasión, mas no sin que temor no me infundiese
de la fiera de piel pintada aquella, la aparecida vista de un león.
la hora del tiempo y dulce la estación:

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