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Jugar en Defensa PDF
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JUGAR
EN DEFENSA
Jens Bangsbo
Birger Peitersen
EDITORIAL
PAIDOTRIBO
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del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción
parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos
la reprografía y el tratamiento informático y la distribución de ejemplares de ella
mediante alquiler o préstamo públicos.
Primera edición:
ISBN: 84-8019-654-8
Fotocomposición: Editor Service, S.L.
Diagonal, 299 – 08013 Barcelona
Impreso en España por A & M Gràfic S.L.
ÍNDICE
Prólogo........................................................................................................5
Capítulo 1
Trabajo individual en defensa ......................................................................7
Capítulo 2
Principios de la defensa .............................................................................37
Capítulo 3
El juego en defensa ...................................................................................77
Capítulo 4
Estilo de defensa......................................................................................169
Capítulo 5
Organización y criterios de la táctica del equipo......................................205
Capítulo 6
Entrenamiento táctico...............................................................................211
Capítulo 7
Dirección de equipo .................................................................................229
Capítulo 8
Conclusión ...............................................................................................239
como
jugadores
pelota
dribling
correr sin el balón
pase
PRÓLOGO
Trabajo individual
en defensa
Los elementos fundamentales del trabajo individual en defensa son cubrir, que se
refiere a los procedimientos generales de un jugador cuando la posesión del balón
es del contrario, y marcar, es decir, el trabajo en defensa frente a un jugador con-
trario directo. En el siguiente capítulo se ejemplifican dichos conceptos y se hacen
algunas propuestas de entrenamiento.
Aplicación
Si el equipo contrario tiene el balón, los jugadores del equipo defensor deben lo-
grar las condiciones para recuperarlo. Para ello, cada jugador ha de cubrir y mar-
car, de modo que ambas acciones son aplicadas durante la defensa en todo el
campo de juego, independientemente de si un equipo realiza un marcaje en zona
o marcaje individual.
Un equipo posee, habitualmente, varios jugadores cuya tarea principal consiste en
cubrir al delantero del equipo contrario. Por ello, se les denominan con frecuencia
jugadores marcadores. Los marcadores habituales de la selección nacional danesa
de la época más reciente son Søren Busk, Ivan Nielsen y Marc Rieper, cuya princi-
pal tarea consiste en cubrir muy de cerca de los delanteros del equipo contrario.
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FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Objetivo
Mediante su posición en el campo, un defensa debe:
• Impedir que el jugador del equipo contrario pueda recibir el balón en posición
propicia.
• Impedir que el jugador en posesión del balón pueda disparar o continuar con el
balón hacia delante.
• Poder recuperar el balón.
• Conseguir que el juego se traslade a una determinada zona del campo.
Si los contrarios recuperan el balón, el equipo defensor debe, entonces, adoptar una
posición adecuada de defensa y un punto de partida idóneo para conseguir robar
el balón. Para ello, resulta vital que
los jugadores comprendan una se-
rie de puntos abajo detallado.
Replegarse
Si un equipo pierde el balón, en
ese momento habrá más jugadores
delante del balón que detrás de él.
Los jugadores que se encuentran
cerca del balón deben orientarse
hacia la zona de defensa, es decir,
avanzar hacia una posición entre
el balón y la propia portería. Los
defensores deben permanecer más
cerca de su portería que el jugador
contrario más próximo (véase figu-
ra 1). En caso de contraataque por
parte del contrario, los laterales de-
ben retroceder en línea recta hacia
los postes, mientras que los juga-
dores centrocampistas se orientan
hacia el punto de penalti (véase fi-
gura 2).
Fig. 1
10
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Fig. 2 Fig. 3
Colocación
A la hora de marcar a un contrario, el jugador debe colocarse en la trayectoria en-
tre su propia portería y el atacante y, al mismo tiempo, debe mantener una posi-
ción lateral para poder ver tanto el balón como al contrario (posición de alerta). Es-
ta posición permite al defensa recuperar el balón antes de que éste llegue al
contrario. La distancia a la que debe mantenerse el jugador con respecto al ata-
cante depende del ángulo existente entre el balón, el adversario y la portería. Si el
jugador que conduce el balón se encuentra justamente delante de la portería y, si
tanto el defensa como el atacante están entre la portería y el jugador que lleva el
balón, el defensa debe estar directamente detrás del atacante. Con esto se evita
que el atacante, al recibir el balón, pueda pasarlo. Si, por el contrario, el jugador
que lleva el balón se encuentra a un lado de la portería, el defensa puede situarse
en un lateral de su adversario, de frente al jugador que conduce el balón, de ma-
nera que tenga a ambos adversarios en su ángulo visual (véase figura 3). En caso
de que el defensa esté situado en uno de los laterales del campo, puede situarse
igualmente al lado de su adversario. En la figura 4, a modo de ejemplo, “2 negro”
puede situarse a la izquierda de “10 blanco”, porque así se encontrará en una po-
sición más favorable para interceptar un pase a “10 blanco”.
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TRABAJO INDIVIDUAL EN DEFENSA
Fig. 4 Fig. 5
Posición de defensa
Un defensa debe mantener su centro de gravedad manteniendo ligeramente flexio-
nadas las articulaciones de la rodilla y de la cadera (articulaciones en posición me-
dia). Colocará un pie más adelantado que el otro, dirigiendo el cuerpo hacia el ju-
gador que conduce el balón. Esta posición facilita al defensa cambiar la dirección,
aunque al mismo tiempo requiere movimientos cortos del pie. Quien observe al ju-
gador Jan Heinze, del equipo nacional danés, podrá admirar a un futbolista con la
capacidad de situarse correctamente y adoptar la posición adecuada formando
una misma unidad.
Distancia de separación
A la hora de marcar, la separación con respecto al adversario directo depende de
dónde se encuentre el balón. Si se encuentra cerca de ambos jugadores, el jugador
que cubre debe situarse entre un metro y un metro y medio alejado de su contrario.
Si éste es un jugador rápido, puede llegar a ser necesaria una distancia entre uno y
dos metros para que el adversario no pueda escapar del defensa en el caso de que el
balón sea lanzado hacia delante. Si el adversario directo recibe el balón, es impor-
tante que el jugador que cubre se acerque rápidamente a éste para que no se pueda
volver en dirección de ataque. Si el balón se encuentra en el lado opuesto al campo
de juego, el defensa no puede permanecer firme delante del contrario directo, sino
que ha de orientarse hacia la mitad del campo y mantener una distancia de separa-
ción tal que pueda auxiliar a sus compañeros de juego y, al mismo tiempo, correr ha-
cia su contrario si el balón le ha sobrepasado (véase figura 5).
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FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Un tackling implica un gran esfuerzo. Sin embargo, Nemec logra en este caso des-
pejar el balón de Thomas Hässler.
Determinar la dirección
Un defensa, mediante su posición en el terreno de juego, puede obligar al jugador
que se encuentra en posesión del balón a moverse en una determinada dirección.
Si el defensa se coloca frente al jugador que lleva el balón, éste se desplaza hacia
un lado o hacia atrás. Si el defensa se sitúa, brevemente, al lado del jugador con-
trario y se aparta, “obliga” al contrario a indicar más o menos la dirección del giro
del cuerpo. En el capítulo 2 apartado 2 (ver pág. 59) se trata de forma más deta-
llada este tipo de defensa.
Ejercicios
En el entrenamiento de esta conducta es importante que haya una dirección de ata-
que, de modo que el defensa tenga la posibilidad de adoptar una posición correc-
ta. Es además una ventaja tener muchas porterías pequeñas, con ello no tiene mu-
cho sentido que el defensa sólo pueda replegarse hacia su propia puerta con el fin
de defenderla.
Muchos ejercicios del capítulo 2 correspondientes al apartado apoyar y asegurar
(ver página 42) pueden incluir, sin grandes cambios, tareas de cobertura que pue-
den aplicarse en el entrenamiento de la cobertura. A modo de ejemplo, citamos el
ejercicio de juego número 4 correspondiente al apartado apoyar y asegurar, que
puede aplicarse en el entrenamiento de la cobertura.
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FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Fig. 6
Puntos clave:
Fig. 7
Puntos clave:
Fig. 8
Fig. 9
Puntos clave:
Fig. 10
Puntos clave:
Fig. 11
Puntos clave:
Fig. 12
Puntos clave:
Fig. 13
Puntos clave:
Fig. 14
Puntos clave:
Fig. 15
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TRABAJO INDIVIDUAL EN DEFENSA
Fig. 16
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FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Fig. 17
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FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Principios
de la defensa
En los equipos en los que funciona bien la defensa cada vez más hay jugadores
justo allí donde se encuentra el balón. Este es, por regla general, el resultado de
una evolución sistemática del comportamiento en defensa de tales equipos. Para
realizar un trabajo coherente en la defensa de un equipo es determinante que cada
jugador cumpla con su trabajo personal táctico en defensa, teniendo también en
cuenta el trabajo de sus compañeros. Esto genera un entrenamiento sistemático en
los principios básicos de defensa en los que se les transmite a los jugadores cómo
pueden trabajar juntos en la defensa. Esto significa que, durante el entrenamiento
de un determinado principio de defensa, también serán utilizados otros principios
y que, por esto, se espera conseguir el entendimiento de los jugadores. En este ca-
pítulo se hablará sobre los diferentes principios del trabajo en defensa y se presen-
tarán ejercicios y juegos para practicar tales principios. En el siguiente capítulo se
describirán ejercicios complejos en los que, al mismo tiempo, se entrenarán otros
principios del trabajo en defensa. Estos ejercicios pueden facilitar la transición en-
tre un entrenamiento aislado de un principio de defensa a la competición y sirven
además de repetición después de haber entrenado uno o más principios en defen-
sa. Cuando se trabaja un principio de defensa los jugadores deberían tener la po-
sibilidad de practicarlo con un juego y en un terreno de juego amplio. Durante este
juego el entrenador puede proporcionar ayudas sobre cómo puede ser utilizado
ese principio en cuestión. En el capítulo Formas de entrenamiento y organización
en el entrenamiento táctico, se detallarán más posibilidades sobre el cómo y de qué
manera pueden variar las indicaciones del entrenador.
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FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
2.1 Apoyar/asegurar
Principio
Apoyar
Un jugador se coloca detrás de uno o
más jugadores para poder atacar si el
balón le es driblado o pasa por él (figura
18).
Asegurar
El jugador retrocede a una posición en la
que pueda apoyar a uno o más compa-
ñeros (ver figura 19). Fig. 18
Aplicación
Apoyar y asegurar son las labores de-
fensivas que realizan los jugadores en to-
do el terreno de juego y, principalmente,
en su propia mitad del campo. Cada ju-
gador ha de realizar las tareas de apoyo
durante el transcurso de todo el partido.
El apoyo es generalmente la tarea princi-
pal para el defensa libre en su trabajo en
defensa. El defensa libre tiene que “leer
el juego” y estar preparado para ir al Fig. 19
corte si su compañero es sobrepasado.
Objetivo
1. Evitar que el jugador rival pueda correr con libertad hacia la portería, después
de haber adelantado o sobrepasado al jugador del propio equipo.
2. Conseguir el balón directamente después de que el jugador contrario pase al
jugador compañero o de que éste se encuentre demasiado alejado del balón.
3. Recuperar los balones que se encuentren en las zonas libres.
4. Dar más posibilidades a los compañeros presionando al jugador que lleva el
balón.
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PRINCIPIOS DE LA DEFENSA
Colocación
El jugador que realiza la acción de apoyar debería colocarse lo más próximo posi-
ble a la línea existente entre el jugador que lleva el balón, su compañero y la porte-
ría.
Distancia de separación
La distancia de separación del jugador que realiza el apoyo con respecto a la de su
compañero o compañeros depende de su propia velocidad y de la velocidad o ar-
te de driblar (capacidades técnicas) del jugador que ataca, del número de jugado-
res rivales y compañeros que se encuentran en el área circular más cercana y de
las posibilidades que tienen, los compañeros que están más adelantados, de hacer
que el juego sea más lento. Si el jugador que apoya es veloz, puede entonces man-
tenerse relativamente cerca del compañero que ataca al jugador que lleva la pelo-
ta, de modo que tenga más posibilidades para poder atacar si su compañero es
sobrepasado. El jugador que apoya debe mantener una mayor distancia de su
compañero y del jugador contrario si este último es rápido y potente en driblar. Si
se encuentran muchos jugadores compañeros y rivales en una zona circular apro-
ximada, por regla general se mantiene a una mayor distancia del jugador que ata-
ca al contrario que lleva el balón. Por una parte, porque otros compañeros pueden
atacar y el jugador es sobrepasado por otra, para poder apoyar si el balón se pa-
sa rápidamente y para que no pueda ser mediante un pase. La distancia de sepa-
ración del jugador que apoya en relación con los compañeros y con el jugador ri-
val que lleva el balón puede ampliarse si los jugadores están en la misma situación
de querer retardar el juego, lo que significa retardar la tendencia del juego del
contrario hacia delante.
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FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Retardar
Si el jugador del propio equipo es driblado, y el jugador de apoyo no dispone de
una posibilidad inmediata para robar el balón, debería intentar retardar el juego
de modo que el compañero pueda correr y apoyarlo. Puede impedir el ataque del
jugador rival que lleva el balón manteniendo la distancia con respecto al contrario
e intentando desviar el juego mediante sus movimientos.
Comunicación
La comunicación y el trabajo en equipo entre el jugador de apoyo y el que se diri-
ge hacia el jugador rival que lleva el balón son sumamente importantes. Los juga-
dores del mismo equipo pueden intentar, mediante su posición en el juego, hacer
que el jugador que lleva el balón se mueva en dirección hacia el jugador de apoyo,
para estrechar el área que el jugador de apoyo tiene que cubrir (ver también pági-
na 59).
Directo
Con frecuencia el jugador sobrepasado permanece quieto o va a la caza del juga-
dor que le ha driblado con la esperanza de poder volver a robar el balón rápida-
mente. Aunque, en la mayoría de los casos, vemos que los jugadores retroceden a
una posición más apropiada para tener la posibilidad de apoyar a su compañero.
Ejercicios
A continuación tenemos una serie de ejercicios que nos ayudarán a practicar las
acciones de apoyar y asegurar.
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FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Fig. 20
Directo – Retardar
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Fig. 21
Directo – Retardar
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Fig. 22
Directo – Retardar
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Fig. 23
Directo – Retardar
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Fig. 24
Directo – Retardar
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Fig. 25
Directo – Retardar
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FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Fig. 26
Con este ejercicio, los jugadores de las zonas exteriores deben aprender a cambiar
del ataque a la defensa y viceversa.
Mediante la variante a) se practicará la capacidad de los jugadores de las zonas
exteriores para cambiar de la acción de atacar a defender, y viceversa.
En las variantes b) y c ) pueden ponerse de relieve las funciones de los jugadores de
las zonas exteriores como jugadores destinados a asegurar, obligándoles a retro-
ceder a su zona y a intervenir en los tiros a puerta.
Directo – Retardar
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FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Fig. 27
Fig. 28
57
PRINCIPIOS DE LA DEFENSA
Fig. 29
Ejercicio 4 (figura 30)
Terreno de juego: 20 x 20 metros con cuatro zonas.
Jugadores: 4 y 4.
Descripción: En cada una de las cuatro zonas debe haber un jugador
de cada equipo. El balón puede ser jugado por todas
las zonas, pero los jugadores sólo pueden abandonar la
zona driblando. Un equipo consigue un tanto si puede
driblar en tres zonas seguidas, lo que significa que el
equipo contrario no puede recuperar el balón. Si un ju-
gador dribla dentro de una zona, su compañero no
puede disputar el balón en esa zona. Es mejor que corra
hacia la zona de donde vino su compañero.
Variantes: Después de pasar a otra zona, el jugador que dribla
puede pasarle el balón a su compañero. En caso de per-
der el balón, uno de los jugadores debe volver a la zona
de la que ha venido el ju-
gador que dribla.
Fig. 30
58
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Allan Nielsen se coloca de tal manera que cubre una zona y obliga al centrocam-
pista francés Djorkaeff a desplazarse hacia un lado.
59
PRINCIPIOS DE LA DEFENSA
Fig. 31
a) Mediante la posición del jugador 2, la zona se abre hacia la línea de banda
izquierda. El jugador 9 es obligado a desplazarse allí y el jugador 2 puede in-
tentar robar el balón. b) Con la posición del jugador 2 se obliga al jugador 9 a
driblar hacia una zona en la que están colocados los compañeros en defensa
(jugadores 4 y 5).
Aplicación
En todo el terreno de juego puede utilizarse el principio de presionar al contrario
en una determinada posición, especialmente si el jugador que lleva el balón se en-
cuentra cerca de los límites del terreno de juego, es decir, se encuentra cerca de la
línea de banda o de la línea de fondo. Este principio puede utilizarse de forma in-
dividual o en todo el equipo. Un equipo en defensa puede limitar el área de ataque
del contrario mediante la posición de sus jugadores y, en parte, dirigir la creación
del juego. Cubrir una zona puede “obligar” al jugador contrario que lleva al balón
a realizar un pase a una zona en la que hay más ventajas para el equipo en de-
fensa. Por ejemplo, cuando se obliga al contrario a realizar un pase con escasa se-
guridad.
La figura 32 ejemplifica cómo se coordina todo el equipo para dirigir la construc-
ción del juego del equipo contrario. El equipo negro “tienta” al equipo contrario
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FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
para atacar por el centro, abriendo justamente esa zona. Tras haber llevado el ba-
lón a la zona deseada, el equipo negro disputa el balón allí donde más posibilida-
des tiene de recuperarlo.
Fig. 32
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PRINCIPIOS DE LA DEFENSA
Objetivo
1. Obligar a un jugador contrario a jugar en una dirección donde sea difícil de-
sarrollar un juego constructivo, o donde aumenten sus posibilidades de perder
el balón.
2. Obligar al jugador que lleva el balón a pasarlo a otro jugador menos seguro o
que se encuentre en una posición desventajosa.
Distancia de separación
La distancia de separación del jugador en defensa en relación con el jugador rival
que lleva el balón depende de la velocidad y de la capacidad de driblar de dicho
jugador. Si el defensa es más veloz que el jugador que lleva el balón, la distancia
de separación puede ser más pequeña; si el defensa es relativamente lento y el ata-
cante es un jugador más rápido, la distancia de separación debería ser más am-
plia.
La distancia de separación también depende de si se puede conseguir que un ata-
cante juegue en una dirección determinada. Cuanto más cerca está el defensa del
atacante, mayor será la probabilidad de que el atacante corra en la dirección de-
seada. Aunque hay que tener en cuenta el notable riesgo que esto supone si el de-
fensa es sobrepasado.
Colocación
La colocación del defensa con respecto al jugador rival que lleva el balón está en
función de, depende si los compañeros le apoyan. Si el defensa es apoyado, puede
permitirse entonces intentar que el jugador que lleva el balón se desplace hacia un
lado o arrebatarle el balón.
Coordinación
Para obligar al contrario a que se desplace en una determinada dirección es nece-
saria la coordinación entre los defensas participantes. Los jugadores más retrasa-
dos en el terreno de juego deben informar de su posición a los jugadores que se di-
rigen al jugador que lleva el balón.
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FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Esto permite a los defensas calcular hacia dónde deben “presionar” al jugador que
lleva el balón.
Abrir/cerrar
Al principio, los jugadores pueden mediante su posición abrir una zona al jugador
rival que le resulte atractiva y cerrarla una vez el jugador ha penetrado en ella. Esto
supone atacar al jugador que lleva el balón y bloquear sus posibilidades de juego.
Ejercicios
Más adelante se describen una serie de ejercicios con los que se entrena la deter-
minación de la orientación del juego del contrario.
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FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Fig. 33
Fig. 33a
Fig. 34
Fig. 35
Fig. 36
La variante a) permite muchas posiciones de salida diferentes y hace aumentar las
exigencias del defensa para ponerse en otro sitio.
En el caso de la variante b) la situación es más difícil para el atacante, y el defensa
tiene que concentrarse en menos direcciones de ataque. Así que la importancia pue-
de residir en la posición del defensa en relación con el jugador que lleva el balón.
La variante c) puede desarrollar este ejercicio de forma más variada y motivar al
atacante.
En el caso de la variante d) la importancia reside en la coordinación entre ambos
defensas. Esta variante puede aplicarse con los atacantes que fundamentalmente
realizan pases largos.
Fig. 37
En el juego en defensa se originan muchas situaciones de uno contra uno, que re-
quieren fuerza física. En el Mundial, jugando contra la selección de Francia, Brian
Laudrup es duramente presionado por Desailly. La acción de un jugador debe co-
ordinarse con los compañeros para crear una defensa efectiva. Esto se verá de for-
ma más detallada en el siguiente capítulo.
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FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Ellos
Afianzamiento
Robar/evitar
Creación de juego el juego
Nosotros
Fig. 40
Capítulo 3
El juego
en defensa
Organización de la cobertura
Si es el contrario el que está en posesión del balón, existen dos principios esencia-
les que se refieren a cómo un equipo debe organizar su defensa:
78
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
• Acción de marcaje en zona: los jugadores cubren una determinada zona del te-
rreno de juego.
• Acción de marcar al hombre: cada jugador cubre a un jugador contrario deter-
minado.
El diagrama que aparece más abajo muestra esquemáticamente una visión sobre
los principios de la acción del marcaje y sus formas particulares. La cobertura en
zona puede ser realizada por medio de un marcaje en zona, o bien a través de un
marcaje al jugador. La acción de marcar al hombre puede llevarse a cabo sobre la
base de la cobertura en zona o a través de la cobertura al hombre.
En una defensa combinada puede darse una mezcla entre la acción de marcaje en
zona y de marcaje al hombre, pudiéndose en ésta última marcar de forma conti-
nuada a un jugador del equipo contrario (punto de cobertura). La defensa combi-
nada se describe con más exactitud en el párrafo 3.3 (véase página 137).
Marcaje/Vigilancia
en zona
Marcaje en zona
Marcaje/Vigilancia
al hombre
En zonas
Marcaje al hombre
Al hombre todo
el campo
Fig. 41
Fig. 42
Fig. 44
Ventajas
• Posición clara en defensa
• Ningún espacio libre
• Situación óptima de los jugadores al recuperar el balón
• Muchas posibilidades de pase una vez que se está en posesión del balón
Inconvenientes
• Confusión en cuanto a competencias
• Necesidad de un largo aprendizaje de esta modalidad de defensa
• Miedo por parte de los jugadores a abandonar su zona, no pudiendo de esta
forma prepararse para el ataque
Ventajas
• Responsabilidad clara de los jugadores
• Fácil de aprender
• Cobertura estrecha y cercana al balón
• Se pueden aprovechar los puntos fuertes de los defensas
Inconvenientes
• El defensa puede ser “retirado” de una posición central
• Puede surgir inseguridad en cuanto a las competencias a la hora de defender
• Posibilidad de que haya espacios libres en la zona de defensa
• Dificultad para apoyar a otros jugadores en defensa
• Físicamente fatigoso
• Los jugadores se sienten inseguros a la hora de participar en acciones de
ataque
• Tienen una posición inoportuna en el caso de robar balón
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EL JUEGO EN DEFENSA
Durante el Mundial de 1998, jugando contra Brasil, Ronaldo fue cubierto muy de
cerca por Jes Høgh cuando aquel se encontraba en su área de cobertura, por la
derecha. Por su parte, Jan Heintze estaba preparado para reemplazar a Høgh en
el caso de que Ronaldo se moviese en dirección hacia él.
No fue hasta mediados de los años setenta cuando se empezó a distinguir clara-
mente entre equipos que marcaban en zona y equipos que preferían marcar al
hombre. En los últimos años se han complicado estos términos y existen algunas du-
das sobre lo que significan exactamente. El grupo encargado de emitir informes de
la Federación Danesa de Fútbol en la Eurocopa de 1986 explica, en su análisis, que
el torneo mostró un gran número de variaciones de este tipo con respecto a cómo
los equipos organizaban su defensa, alegando además que los límites entre los tér-
minos “cobertura en zona” y “cobertura al hombre” estaban muy claros tras la Eu-
rocopa. En el informe del Comité técnico de la UEFA se categorizó la organización
de la defensa de los 16 países miembros según el valor que los propios equipos atri-
buían al principio de marcar en zona o marcar al hombre. El análisis mostró un re-
parto idéntico en cuanto a las preferencias por realizar ambas modalidades de
marcaje. Fueron sobre todo los países situados al sur y al oeste de Europa los que
eran más partidarios de realizar una marcaje en zona, mientras que los equipos
provenientes de Europa Central y del Este preferían la acción de marcar al hombre.
En el Mundial de fútbol de 1998 el análisis demostró que existía una mayoría de
equipos que optaban por la primera modalidad de marcaje en zona.
86
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Durante la acción de marcar en zona con marcaje al jugador surgirán muy rara-
mente situaciones alrededor del área de penalti en las que el contrario no sea mar-
cado estrechamente. En el centro de la foto puede observarse cómo el rival de Zin-
dane sigue los movimientos de éste.
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FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Fig. 45
89
EL JUEGO EN DEFENSA
Aplicación
La acción de marcaje en zona es una posibilidad de la organización del juego de
defensa. La idea que subyace a esta forma de marcaje es que los jugadores se res-
ponsabilicen de una determinada zona, especialmente en la mitad propia del te-
rreno de juego. Así se asegura que el equipo cubra todo el terreno de juego exten-
sa y profundamente. La dimensión del espacio de cada jugador depende de la
dimensión del espacio a cubrir por el resto de jugadores.
Un gran número de equipos profesionales practica la acción de marcaje en zona.
Así, por ejemplo, tres de los semifinalistas durante el Mundial de fútbol de 1998 en
Francia (Brasil, Francia y Holanda) practicaron esta forma de marcaje, mientras
que durante la Eurocopa de 1996 lo hicieron algo más de la mitad de los equipos.
El punto fuerte de la acción de marcaje en zona es que la colocación de la defensa
representa un bloque compacto a través de la interacción de la cobertura realizada
en cada una de las zonas. Para cubrir con eficacia una superficie es importante
que las zonas asignadas a los jugadores se solapen entre sí tanto en línea horizon-
tal como perpendicular. En la figura 46, las flechas de movimiento ilustran cómo to-
do el equipo negro se mueve hacia el balón y cómo continúa la relación entre las
cadenas y los jugadores en línea horizontal y perpendicular.
La acción de marcaje en zona requiere una organización disciplinada así como un
buen entendimiento entre los jugadores. Estos dos principios son necesarios para
poder conseguir un trabajo homogéneo en defensa.
90
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Principio
Los jugadores de un equipo se encuentran durante el juego de defensa en determi-
nadas zonas sobre el terreno de juego y se mueven siempre en relación a sus com-
pañeros de juego más próximos.
Aplicación
Originariamente fueron los equipos británicos, en especial el FC Liverpool, los que
consiguieron, por primera vez, establecer en los años 80 un juego de defensa efec-
tivo basado en la acción de cubrir en zona con marcaje en zona. Hoy en día otros
equipos europeos, como la Juventus de Turin, han desarrollado una buena y orga-
nizada acción de cubrir en zona. El mejor ejemplo de cobertura en zona con mar-
caje en zona es aún la selección nacional noruega, con su entrenador Egil Olsen.
Durante el trabajo en defensa de este equipo, uno casi cree ver una cinta elástica
que une a los jugadores con el centro del juego. Los modelos de trabajo sincroniza-
dos funcionan gracias a la comunicación entre los jugadores.
La organización de la defensa constituye un buen punto de partida para diseñar el
ataque tras conquistar el balón, ya que casi siempre se tiene la posibilidad de pa-
sarlo desde la zona donde éste fue recuperado hasta un compañero bien posicio-
nado.
Objetivo
1. No dejar ninguna zona libre al contrario.
2. El equipo puede realizar un ataque rápido cuando se recupera el balón.
3. “El terreno de juego se hace pequeño”, lo que dificulta que el contrario conser-
ve el balón.
Al mismo tiempo que se presiona al jugador contrario que conduce el balón, el res-
to de jugadores ha de trasladarse rápidamente hacia el lugar donde se encuentra
la pelota e intentar mantener una distancia de separación constante en relación al
jugador más próximo tanto por los lados como por delante. De esta manera, el
equipo conserva el equilibrio en la organización de la defensa.
Si el equipo contrario cambia de zona, cambiarán asimismo el sitio los jugadores
en defensa de manera correspondiente. En la figura 46 se representa cómo el equi-
po blanco mantiene la organización durante el cambio de orientación del juego,
hasta ocupar la nueva zona en la que se encuentra el balón.
La acción de marcar en zona con marcaje zonal requiere visión de juego por parte
de cada jugador. Éste ha de saber lo que sucede alrededor de él y del jugador que
conduce el balón. Tiene que moverse todo el tiempo en relación al jugador de su
equipo más próximo, tal y como se deduce de la figura 46. Los jugadores deben
comunicarse entre sí a través de cortas señales indicando hacia dónde se dirigen,
por ejemplo: “voy a la izquierda”, “acércarte más”, “me dejo caer” y “hombre de-
trás”. La comunicación es importante para que la cadena pueda cambiarse con ra-
pidez.
Fig. 46
92
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Aplicación
La defensa en zona con marcaje al hombre se aplica con más frecuencia que la ac-
ción de defensa en zona con marcaje en zona. Son, sobre todo, los equipos britá-
nicos los que emplean este tipo de organización defensiva, que otorga a cada de-
fensa la responsabilidad de marcar dentro de su propia zona. Existen muchos
ejemplos que muestran cómo un jugador puede llegar a ser un especialista en mar-
car un determinado espacio del terreno de juego. El danés Jan Geintze y el jugador
arsenal Tony Adams han demostrado a menudo sus aptitudes a la hora de mante-
ner una posición siempre correcta, de tal manera que consituyen un eslabón muy
importante en la defensa en cadena, al mismo tiempo que están en disposición de
arrebatarle el balón al contrario.
Objetivo
1. Cubrir estrechamente a los jugadores contrarios que se encuentran cerca del
balón, en el tercio trasero del terreno de juego.
2. Que no haya ningún contrario libre en la área propia de defensa.
3. Que el equipo esté en condiciones de contraatacar en caso de recuperar el ba-
lón.
Ejercicios
Los ejercicios descritos pueden ser aplicados independientemente de si se quiere
entrenar la defensa en zona con marcaje en zona o con marcaje al hombre. El en-
trenador únicamente ha de dar prioridad a la variante que vaya a trabajar en ca-
da momento.
94
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Fig. 47
Fig. 48
Fig. 49
Fig. 50
Fig. 51
Fig. 52
Fig. 53
Es importante que uno de los defensas que está inclinado hacia atrás dirija a sus
compañeros, lo que funciona tanto si los jugadores de la cadena de defensa avan-
zan hacia delante como también si se encuentran en un movimiento de retroceso.
Con esto, el equipo defensor aprende también el cambio de posición en el juego de
ataque. Con la variante b) el equipo defensor debe practicar el juego del balón lar-
go. Los jugadores en la cadena anterior se tienen que colocar de tal forma que fuer-
cen un pase a uno de los lados. Los jugadores de la cadena posterior se han de
orientar hacia la dirección del pase, siempre comunicándose entre ellos, al mismo
tiempo que han de valorar si quieren impedir el pase o esperar de momento.
Fig. 55
110
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Fig. 56
Aplicación
Este principio es aplicado en equipos que practican la defensa en zona con marca-
je al hombre de forma total o parcial (véase pág. 92).
Objetivo
Este principio es una condición necesaria para poder transformar la idea de defen-
sa en zona con marcaje al hombre. Los objetivos concretos son los siguientes:
• Evitar que haya un jugador sin marcar.
• Llevar al mínimo la acción de correr de cada defensa.
Velocidad
A la hora de reemplazar a un compañero, el defensa ha de apresurarse hacia el
nuevo contrario que va a marcar, así como adoptar con velocidad la nueva posi-
ción defensiva.
111
EL JUEGO EN DEFENSA
Valoración
Los dos jugadores en defensa que marcan a ambos atacantes que cambian la zona
han de considerar la posibilidad de que sea demasiado peligroso interrumpir la
acción de marcar. Si los dos atacantes están muy alejados entre sí, puede ser con-
veniente suspender el cambio hasta que se haya calmado un poco la situación del
juego. La figura 57 muestra con un ejemplo cuándo puede convertirse una permu-
ta en un problema. Si los jugadores 2 y 4 deciden intercambiarse en sus tareas res-
pectivas de marcar a los contrarios, hay un período de tiempo en el que los juga-
dores 10 y 11 están sin marcar. Esto conlleva un cierto riesgo, sobre todo porque el
jugador 10 se encontraría libre y no habría ningún defensa entre él y la portería. El
jugador 2 podría poner remedio a esta situación liberándose del jugador 11 y re-
trocediendo si ve que éste puede avanzar hacia el interior del campo, pero de esta
manera 11 está libre si el jugador 10 no corre hacia la banda. En los casos en los
que sea imposible el intercambio del contrario en cuestión, los jugadores en defen-
sa deben seguir a su contrario incluso fuera de su propia zona, hasta que se aclare
la situación o hasta que otro jugador pueda hacerse cargo del mismo. El inconve-
niente es que los defensas (en este caso 2 y 4) abandonan sus zonas.
Durante el entrenamiento es importante que los jugadores tengan claro cuándo
han de asumir la defensa de su contrario y en qué casos tienen que seguir al ata-
cante saliendo de su zona.
Fig. 57
112
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Comunicación
Comunicación es un concepto clave si ha de funcionar la acción de asumir la de-
fensa de los contrarios. Los jugadores tienen que acostumbrarse a estar continua-
mente informados sobre su propia posición y la del contrario. En una fase en la que
los contrarios cambian de zona, es importante que los jugadores en defensa que
forma parte de esa acción se intercambien pequeñas informaciones, tales como
“voy contigo” o “ahí viene uno”.
Ejercicios
Más abajo se indican algunos ejercicios para la práctica de la permuta con juga-
dores que practican la defensa en zona.
Fig. 58
Conceptos clave:
Fig 59
Conceptos clave:
Fig. 60
Conceptos clave:
Fig. 61
Conceptos clave:
Fig. 62
Fig. 63
Fig. 64
122
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Fig. 65
123
EL JUEGO EN DEFENSA
Aplicación
A lo largo de muchos años el fútbol alemán ha practicado en gran medida el mar-
caje al hombre, obteniendo con ello un gran éxito. Durante los años posteriores, los
equipos alemanes han renunciado cada vez más a esta forma de marcaje, lo que
ha supuesto para los jugadores en defensa una gran libertad a la hora de jugar. En
la Eurocopa de fútbol de 1996 fueron los alemanes los que, con sus jugadores en
defensa, como por ejemplo Sammer y Ziege, a menudo se pusieron en marcha en
el juego de ataque de su equipo.
Una amplia lista de equipos profesionales sigue jugando con marcaje al hombre.
A modo de ejemplo, la selección nacional checa obtuvo un gran éxito en la Euro-
copa de fútbol de 1996 con su con su defensa al hombre orientada a la zona. Pero
también significó esta selección checa la prueba de que la acción de marcar estre-
chamente supone un gran desgaste físico. Muchos de los jugadores checos estaban
totalmente agotados al final de cada partido y eran obligados a dejarse sustituir
por otros jugadores o bien a seguir jugando con la mitad de sus fuerzas.
La forma de marcar puede ser aplicada total o parcialmente por equipos que no se
compenetran bien, ya que ese tipo de defensa es visible para los jugadores. Si se
marca al hombre como punto de partida, puede desarrollarse poco a poco una
forma de marcar más amplia, como por ejemplo si se les deja practicar primera-
mente a los delanteros y después a los jugadores centrocampistas una defensa en
zona (véase también defensa combinada pág. 137).
Objetivo
• Tener una organización de la defensa clara y visible.
• Marcar al contrario de forma estrecha.
Buscar al contrario
Inmediatamente después de una pérdida del balón, los jugadores han de buscar a
su contrario directo. Si un equipo juega un estilo de defensa expectante, entonces
los jugadores han de retroceder y esperar a su contrario directo.
124
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Marcar
El marcaje (en este caso la distancia de separación hasta el contrario directo) sigue
los principios generales del procedimiento de marcarje (véase página 7).
Abandonar el marcaje
Si un jugador es sobrepasado, los compañeros más próximos tienen que abando-
nar su posición de marcadores e intentar marcar al contrario que ahora se encuen-
tra libre. De forma alternativa, el contrario ha de ser cubierto por el defensa libre
(véase más abajo). Si un jugador en defensa abandona el marcaje debería avisar
a sus compañeros para que ocupen sus posiciones desde las cuales tienen la posi-
bilidad de apoyar a su compañero. Si el jugador sobrepasado ocupa de nuevo su
posición, los jugadores volverán a orientarse hacia su contrario directo.
Defensa libre
Si un compañero es sobrepasado en la propia mitad del campo, el defensa libre
puede venir al encuentro del jugador que conduce el balón. El defensa libre tiene
como tarea principal hacer retardar al jugador que lleva el balón en su acción de
avanzar. El resto de los jugadores ha de intentar en este caso no alejarse demasia-
do del contrario directo, especialmente cuando el jugador en posesión del balón
tiene la posibilidad de tirar a portería.
Retroceder
Un jugador sobrepasado debe retroceder al instante y entretanto, de forma even-
tual, hacerse cargo del contrario directo de uno de sus compañeros.
Ejercicios
Los ejercicios que se encuentran más adelante pueden ser de aplicación tanto para
la defensa fija al hombre como para la defensa al hombre orientada a la zona. Du-
rante la realización de los ejercicios, el punto fuerte residirá en la forma de marcar
que ha de ser aplicada. En los consejos de aplicación que hay para cada uno de
los ejercicios se detallan los puntos a los que hay que prestar una mayor atención
según la modalidad de defensa que se haya elegido.
126
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Fig. 66
Conceptos clave:
Fig. 67
Durante una acción de defensa al hombre orientada a la zona, los jugadores ne-
gros conservan su posición original hasta que un contrario corre hacia su zona pa-
ra así cubrirlo. Después, el jugador en defensa ha de seguir a su contrario directo
hasta que se concluya el ataque. Es importante que quede claro a los jugadores
que el contrario directo ha de ser marcado estrechamente si se encuentra cerca del
balón, así como que el jugador en defensa ha de estar preparado para permutar si
un jugador es sobrepasado.
Con la modalidad de desarrollo a), los jugadores han de decidir cuándo quieren
atacar a los jugadores del equipo blanco.
La modalidad b) exige de los atacantes un gran movimiento, lo que obligará a los
defensores a moverse.
Con la modalidad c) los jugadores en defensa saben que el atacante retiene el ba-
lón, aprendiendo así el significado de marcar estrechamente.
A través de la modalidad d) los jugadores aprender, a calcular cuándo tienen que
abandonar el marcaje y cuándo deben dejar al defensa libre que los reemplace si
un jugador es sobrepasado.
Conceptos clave:
Fig. 68
Conceptos clave:
Fig. 69
Conceptos clave:
Fig. 70
Conceptos clave:
Fig. 71
Fig. 72
Principio
Un equipo organiza su juego defensivo de tal manera que algunos jugadores prac-
tican la acción de marcar al hombre y otros la defensa en zona.
Aplicación
Con una combinación entre la acción de marcar al hombre y de marcar en zona
deben ser aprovechadas las ventajas de ambas formas de defensa. Al mismo tiem-
po, se intentan evitar los inconvenientes que presentan cada una. A menudo se
aplica en los equipos una defensa combinada que practica un sistema 3-5-2. Den-
tro de la defensa en línea se prefiere sobre todo marcar al hombre. Da más seguri-
dad si los delanteros son marcados continuamente por dos jugadores en defensa,
los llamados jugadores de marcaje, y si de esta manera queda claro el reparto de
responsabilidades. Esto facilita al resto de los jugadores una organización más fle-
xible de su defensa. Algunas veces equipos que practican una defensa combinada
insertan a un jugador centrocampista que realiza la labor de marcar al hombre, en
concreto al que reparte el juego del equipo contrario. Con esto se intenta limitar el
espacio libre del jugador para así minimizar su importancia para el equipo contra-
rio. Con cinco jugadoresen el centro del campo, existen sin embargo buenas posi-
bilidades de marcar extensa y profundamente incluso si un jugador practica la de-
fensa al hombre.
138
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Objetivo
1. Asegurar que los jugadores más importantes del equipo contrario sean mar-
cados.
2. Aprovechar óptimamente la capacidad de los propios jugadores durante el
juego defensivo.
Para conseguir una defensa combinada efectiva los jugadores tienen que conocer
exactamente sus funciones técnicas de defensa. Durante el entrenamiento se ha de
prestar atención a situaciones que puedan dar lugar a malentendidos en cuanto a
las funciones de defensa. Se trata sobre todo de situaciones en las que las funciones
técnicas de defensa se interfieren unas con otras. Esto surge, por ejemplo, cuando
un jugador que marca al hombre corre con su contrario hacia un área que es cu-
bierta en ese momento por un compañero que realiza una acción de marcar en zo-
na. Puede surgir entonces una situación 2 contra 1, aunque también se forma una
zona libre que ha de ser cerrada por el resto de los jugadores. Éstos tienen que
abandonar su zona y adaptar la acción de marcar en zona a la situación de juego
correspondiente. Una correcta visión de juego es decisiva en cuanto a las funciones
y posiciones de defensa de los compañeros más cercanos, evitando así malentendi-
dos. Al mismo tiempo, los jugadores han de comunicarse entre ellos para saber lo
que hará cada uno.
El marcaje (marcaje fijo) es una forma especial de defensa combinada en la que un
jugador del equipo contrario es marcado estrechamente de vez en cuando o a lo
largo de todo el juego. Independientemente de la forma de defensa que un equipo
aplique en conjunto, la acción del marcar al hombre significa que un jugador se
dedica exclusivamente a marcar a un contrario en concreto.
139
EL JUEGO EN DEFENSA
La estrecha lucha entre el italiano Cannavaro y el noruego Tore André Flo durante
el Mundial fue un mano a mano. Cannavaro, jugador de una gran fuerza física,
aprovecha sobre todo su rapidez para anteponerse a Flo y recuperar el balón.
140
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
El jugador croata Prosinecki tiene una técnica excelente y fue siempre el repartidor
de juego de la selección nacional croata y, entre otros, del Real Madrid. Por ello, la
tarea de Kim Vilforts durante el encuentro de calificación del Mundial consistía en
cubrirlo muy de cerca por todo el campo.
141
EL JUEGO EN DEFENSA
Ejercicios
Para practicar una forma de defensa combinada, aparte de los ejercicios que si-
guen a continuación, también pueden practicarse aquellos que son descritos en los
capítulos sobre defensa en zona y al hombre.
142
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Fig. 73
Con la variante a) se exige a los jugadores blancos una gran visión de juego.
La variante b) ofrece al equipo negro otras posibilidades de variación, de forma
que el equipo blanco tiene que cambiar de posición más rápidamente y crear de
este modo más malentendidos entre los jugadores.
A través de la variante c) un defensa blanco puede presionar en gran manera al ju-
gador que conduce el balón después de que haya tocado el balón dos veces, con lo
que sus compañeros tienen al mismo tiempo la posibilidad de tomar una mejor po-
sición para cubrir y poder de esta manera recuperar el balón.
Con la variante d) se amplía el terreno de juego, lo que da lugar a nuevas exigen-
cias en cuanto a la correspondiente posición de los jugadores y a la consiguiente
coordinación de sus movimientos.
Puntos clave:
Fig. 74
Aparte de no perder el contacto con los jugadores en defensa situados detrás, los
jugadores 7 y 8 tienen que concentrarse en su zona dentro del área del centro del
campo del equipo blanco y, al mismo tiempo, estar preparados para abandonar el
marcaje en el caso de que el jugador 9 negro se pueda deshacer del jugador 6.
Con la variante a) un defensa blanco puede presionar en gran medida al jugador
que conduce el balón después de haber tocado dos veces el balón, mientras que
sus compañeros pueden cogermejores posiciones a la hora de marcar para poder
conquistar el balón.
A través de la variante b) se puede ejercitar la colaboración con un defensa libre,
en especial su colocación ante los compañeros que realizan la acción de marcar al
hombre.
La variante c) permite aumentar el área de juego. Exige un mayor entendimiento
mutuo así como una continua adaptación a la acción de marcar, especialmente en
el centro del campo.
Puntos clave:
Ejercicios de calentamiento
Como ejercicios de calentamiento relacionados con el entrenamiento de una defen-
sa combinada se remite a los ejercicios que son descritos en la página 93 sobre de-
fensa en zona y a los de la página 125 relativos a la acción de marcar al hombre.
147
EL JUEGO EN DEFENSA
Fig. 75
Puntos clave:
Principio
Los defensas se encuentran más cerca de la propia portería que los jugadores que
están cerca del balón.
Aplicación
Una de las posibilidades de ataque más efectivas es la del juego detrás de la de-
fensa. Es por ello que los entrenadores siempre han prestado atención al modo en
que puede evitarse que surjan espacios libres detrás de la defensa en línea. La solu-
ción más simple de este problema es jugar con un defensa libre o líbero. Con ello,
la línea de jugadores puede traer profundidad a su juego. Esta posición se ocupa
la mayoría de las veces con jugadores que tienen una idea de cómo se desarrolla
una situación de juego. Algunos equipos juegan con un defensa libre tanto en la lí-
nea posterior como en el centro del campo; otros en cambio prefieren un defensa li-
bre delante de la defensa que pueda desplazar el juego defensivo hacia delante.
Por ejemplo, Lothar Matthäus jugó durante muchos años como defensa libre en el
centro del campo en muchas ocasiones.
Un gran número de equipos juega sin defensa libre o líbero, pero sí con una barre-
ra de defensa posterior sobre una línea. No obstante, esto es una expresión válida
solamente en determinadas situaciones de juego. En la mayoría de situaciones, un
jugador de una línea aporta profundidad al juego en el momento en que retrocede
cuando sus compañeros que se encuentran cerca del balón, porque opina que la
situación puede llegar a ser arriesgada.
Profundidad en el juego defensivo significa también que se produce una unión en-
tre las líneas de defensa, centro del campo y ataque. Se puede observar a menudo
que un equipo tiene demasiada distancia de separación entre cada una de las lí-
neas, lo que permite al contrario pasar por una de ellas sin que la línea más próxi-
ma pueda interceptar el pase o realizar la acción de marcar.
Durante el Mundial de 1998 se dieron muchas situaciones en las que los contrarios
aprovecharon que una línea de defensa de cuatro jugadores estaba situada en lí-
nea, por los que se produjeron bastantes tantos provocados por el pase sobre la lí-
nea de defensa a los delanteros que corrían hacia delante. El primer ejemplo de
ello tuvo lugar en el juego de inauguración, donde el jugador centrocampista bra-
sileño Dunga realizó un lanzamiento largo aproximadamente desde la línea de
centro hasta Cafu, el defensa derecho que se adelantaba hasta la frontera del área
de penalti de los escoceses, sobrepasando la línea de defensa escocesa. De forma
elegante, éste controló el balón y lo transformó en gol.
149
EL JUEGO EN DEFENSA
Objetivo
• Evitar que un contrario pueda avanzar con el balón de forma libre.
• Apoyar a un compañero en su intento de recuperar el balón.
• Interceptar los pases del equipo contrario en la profundidad del juego.
tiempo una nueva posición. En esta situación es importante que el defensa se man-
tenga todo el tiempo de frente a los dos atacantes. De ahí que haya de seguir mo-
viéndose en zig-zag, es decir, con pequeños pasos laterales.
De esta manera se gana tiempo para que otro jugador en defensa pueda acudir en
su ayuda. Durante esta acción defensiva se ha de ser paciente y no puede intentar-
se recuperar el balón.
Ejercicios
Más abajo se indican una serie de ejercicios con los que practicar la “profundidad
en el juego en defensa”.
Fig. 76
Aquí los jugadores que no vigilan al jugador que conduce el balón se encuentran
en primer plano. Un jugador puede surgir como jugador de apoyo mientras que el
otro se ha de colocar de manera que tenga una visión general de toda la situación
de juego.
A través de la modalidad de desarrollo a) se aumenta la presión al equipo blanco
ya que se encuentra en una situación de pocos jugadores. Es especialmente impor-
tante que el jugador en defensa más alejado del balón se sitúe en profundidad pa-
ra tener una visión general de toda la situación de juego y, de forma eventual, po-
der intervenir en apoyo.
La modalidad b) hace posible que el jugador situado en la parte más trasera del
equipo defensor aproveche la regla del fuera de juego como medio táctico.
En la modalidad c) es muy importante atender a la distancia de separación entre el
defensa libre y el jugador en defensa situado delante. La comunicación es especial-
mente necesaria allí donde el defensa libre tiene que conducir y dirigir a los otros
jugadores.
Puntos clave:
Fig. 77
La modalidad b) exige una estrecha colaboración entre los dos defensas. El juga-
dor 2 puede preparar mejor la ocasión de conquistar el balón marcando al juga-
dor que conduce el balón hacia una banda del terreno de juego y, al mismo tiem-
po, esperando con el pressing hasta que el balón se encuentre cerca de la zona 2.
El jugador 3 ha de conducir y dirigir al jugador 2 independientemente de su propia
posición. Si 2 es sobrepasado, tiene que retroceder y correr tras el jugador 3.
Puntos clave:
Fig. 78
Puntos clave:
Fig. 79
157
EL JUEGO EN DEFENSA
Principio
Las dos líneas deben dejar una pequeña distancia de separación entre sí (véase fi-
gura 80).
Aplicación
Un equipo con un buen funcionamiento se comporta como una unidad compacta a
la hora de defender. Esto hace posible presionar rápidamente al jugador que con-
duce el balón, que se produzca un apoyo mutuo y que se concentren varios jugado-
res en las cercanías del balón. Si un equipo consigue formar una unidad compacta,
puede aprovechar una táctica de fuera de juego dirigida de forma exacta como ar-
ma defensiva. De vez en cuando puede observarse esta unidad compacta en las re-
transmisiones televisivas cuando se muestra una imagen a vista de pájaro en el mo-
mento del saque de puerta realizado por el portero. Puede comprobarse entonces
que los jugadores se concentran en aproximadamente 1/3 del terreno de juego.
Fig. 80
158
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
A menudo surgen situaciones en las que, sobre todo, el equipo que ataca, se
encuentra distribuido a lo largo de un área mayor del terreno de juego. Si el
equipo pierde el balón es importante que los jugadores se replieguen inmedia-
tamente y que se concentren cerca del balón (véase figura 81). El hecho de que
surjan espacios demasiado grandes entre ellos podría ser aprovechado por el
equipo contrario. De esta manera, sería difícil disponer de tiempo suficiente así
como tener una buena visión de juego para equilibrar de nuevo y de forma rá-
pida esta situación crítica.
Objetivo
1. Dejar al contrario el menor espacio libre posible si está en posesión del balón.
2. Situarse muy pegado al contrario cuando se está cerca del balón.
3. Tener amplitud y profundidad en el juego en defensa en las cercanías del ba-
lón.
Fig. 81
159
EL JUEGO EN DEFENSA
Ejercicios
Más abajo se indican una serie de ejercicios con los que estudiar la conexión entre
las cadenas.
160
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Fig. 82
Su posición indica qué campos habrán de ser ocupados para formar un bloque.
Aprovechando la variante b) resultan muchos cambios de los campos de juego, lo
que hace aumentar la presión en cuanto a la capacidad del equipo defensor para
cambiar de sitio su defensa, así como para mantener una unidad compacta.
Puntos clave:
Fig. 83
Puntos clave:
Dirección
Como jugador en defensa situado en la parte más posterior, el portero tiene todo el
juego ante sí y, por ello, buenas posibilidades de guiar a sus compañeros de juego.
Él puede informarles sobre los movimientos del contrario entre las líneas de defensa
o a través de ellas y así avisar de jugadores contrarios que no son vistos. Al mismo
tiempo, sus instrucciones sirven a cada jugador como un tipo de feed-back sobre
dónde se encuentra en el área de defensa. Si el portero interviene en el campo en
el transcurso del juego, por ejemplo si avanza hacia fuera para dar un pase largo,
sus informaciones a los compañeros de juego han de depender de los desarrollos
de la acción estudiados anteriormente. En este caso, se puede tratar de cómo se
mueve un jugador en defensa si el portero ha dicho “éste es mío”.
En el caso de balones que no están en movimiento (balón parado) en el tercio tra-
sero del terreno de juego, es tarea del portero comunicar a sus compañeros de
equipo dónde han de situarse. En tales situaciones ha de colocar a los jugadores de
manera que él tenga la posición ideal para intervenir. Los jugadores en defensa
tienden a menudo a situarse cerca de la propia portería, con lo que este área está
saturada.
Posición
El portero siempre ha de tomar su posición dependiendo del balón. Si éste se en-
cuentra lejos en la mitad contraria, entonces el portero se sitúa algo fuera de su
área de penalti para poder captar balones largos que se lancen hacia su mitad. Si
su equipo presiona en gran medida al contrario, es importante que se mueva más
hacia delante en la posición de un tipo extralibero. Los porteros nacionales daneses
han demostrado en varias ocasiones lo decisiva que puede ser una situación así.
Durante la jugada de gol internacional del “fútbol dinamita danés” de la Eurocopa
de 1984 recordamos a Ole Qvist, que en el último partido de grupo contra Bélgica
corrió fuera de su área de penalti y superó al belga que había salido de la trampa
del fuera de juego de su defensa por medio de un tackling.
165
EL JUEGO EN DEFENSA
No cabe duda de que Peter Schmeichel dirige a sus compañeros de juego en de-
fensa. Sus informaciones a los jugadores fueron un factor decisivo durante toda su
carrera en la selección nacional danesa en la consecución de una gran defensa.
La intervención de Qvist impidió el 3:1 de los belgas, que hubiese expulsado sin
duda alguna a Dinamarca del torneo. Desde entonces Peter Schmeichel ha cum-
plido con éxito su posición de defensa libre para Dinamarca y en el Manchester
United.
Si el balón se encuentra en la propia mitad del portero, éste tiene que estar prepara-
do para recibir los lanzamientos que se produzcan en profundidad sobrepasando
la defensa en línea. Pero tiene que prestar atención y no alejarse mucho de su porte-
ría, de manera que no tenga problemas por encontrarse demasiado lejos a la hora
de retroceder hacia ella. A menudo se observan buenos defensas que lanzan balo-
nes largos a la portería contraria de manera sorprendente, mientras que el portero
retrocede desesperado lanzándose hacia atrás para poder atrapar aún el balón.
166
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Fig. 84
Puntos clave:
Dirigir – Posición
168
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
El estilo de defensa de un equipo puede estar marcado por un sólo jugador. El anti-
guo capitán de la selección nacional alemana, Lothar Mattahäus, otorgó al juego
de su equipo una dimensión de defensa igual que de ataque. Su visión de juego lo
convirtió en un jugador en defensa previsor que dotaba de una gran dinámica a la
organización del juego en cuanto estaba recuperado el balón.
Capítulo 4
Estilo
de defensa
4.1 Pressing
El principio del pressing
El equipo que defiende realiza una enorme presión al contrario mediante la defen-
sa realizada de forma sistemática en las proximidades del balón.
Aplicación
Si en las proximidades del balón, un equipo supera en defensa una situación de
igualdad o superioridad numérica con el rival, tendrá mayor oportunidad de recu-
perar la posesión. En el juego se presentan numerosas situaciones de igualdad o
inferioridad numérica que pueden superarse. Si, por ejemplo, un jugador recibe un
pase en una “zona cerrada” en la que su libertad de movimientos es limitada, co-
mo puede ser en la línea de banda, o si el jugador tiene que controlar un pase de-
170
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
En los Mundiales del año 1998 contra Nigeria, Thomas Helveg es presionado por
tres jugadores de la selección nigeriana. Oliseh presiona por delante, West por el
lateral.
Objetivo
1. Limitar la zona y las posibilidades de pase del jugador rival que posee el ba-
lón.
2. Aumentar la posibilidad de errores en el jugador rival que posee el balón y así
luchar por recuperar el balón.
3. Tras robar el balón, hay que tener muchas posibilidades de pase para poder
llevar rápidamente el juego propio hacia delante.
4. Sorprender al jugador rival.
Para realizar un pressing efectivo, los jugadores del equipo que defiende tienen
que adoptar rápidamente la posición de marcaje en las proximidades del balón. Si
un equipo realiza un pressing, los movimientos de los jugadores que forman parte
de la presión deben desplazarse hacia delante y hacia un lado y, al mismo tiempo,
estar apoyados por los demás jugadores (véase figura 85). Mientras el balón se
encuentra donde se sitúa el jugador blanco número 5, el jugador negro número 2
avanza hacia él (orientado hacia delante).
Fig. 85
172
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
El jugador 6 negro orientado hacia delante ocupa la zona del jugador 2, mientras
que los jugadores negros 7 y 4 se desplazan del mismo modo en la dirección del
balón (orientados hacia un lado). El jugador negro 6 toma la posición de apoyo
con respecto al jugador 2, mientras que el jugador negro 10 se coloca en línea con
el jugador que lleva el balón para impedir el pase. Para poner en apuros realmente
al contrario, los jugadores tienen que desplazarse de forma rápida y coordinada.
En la figura PR1, el jugador negro número 2 pone el pressing en marcha, asedian-
do al jugador que posee el balón; al mismo tiempo, los compañeros presionan en
las posibles zonas de pase del contrario. La coordinación entre los jugadores es de
gran importancia, dado que la presión sobre el jugador que posee el balón puede
provocar un mal pase que otros jugadores en defensa pueden aprovechar. El juga-
dor que presiona al rival que lleva el balón no sólo debe intentar robárselo sino con-
seguir también que realice el pase hacia una determinada zona donde se encuen-
tren muchos defensas. Hay que dificultar el pase todo lo posible para que el jugador
que vaya a controlar el pase tenga dificultades para hacerlo y para volver a pasar.
La figura 86 muestra una situación en la que el jugador blanco 2 recibe el balón.
Mientras el balón está en camino, el jugador negro número 10 corre hacia el juga-
dor 2, para presionarlo. Al mismo tiempo que el jugador corre, el resto de sus com-
pañeros también se dirige hacia esa zona para intentar recuperar el balón, en el
caso de que el jugador blanco número 2 realice un mal pase. Esto significa que al
jugador blanco número 11 que está más lejos del balón ya no se le cubre.
El jugador que presiona en primer lugar al rival que lleva el balón se denomina ju-
gador defensa 1. El jugador que se encuentra inmediatamente después es el defen-
sa 2. El resto de los jugadores que se encuentran más próximos al balón son llama-
dos defensas 3. Las funciones de los jugadores que corresponden con estas
denominaciones se detallarán en el siguiente apartado.
Fig. 86
174
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Orientación
hacia delante: Los compañeros que se encuentran cerca del balón tienen
que acercarse con rapidez a los contrarios más próximos
y cubrirlos estrechamente. En esa posición, el rival puede
malograr un pase o adoptar una nueva posición si el ba-
lón sigue jugándose.
Comunicación
La coordinación del movimiento de los jugadores exige una comunicación óptima
dentro del equipo. En el entrenamiento y en los partidos, mediante el grito se esti-
mula la tensión necesaria para el pressing. El grito “ve por aquí”, seguido de
“avanza”, puede ser utilizado por ejemplo como la señal activadora (o provocado-
ra). Naturalmente, los equipos que mejor funcionan no necesitan ninguna orden.
Los jugadores, según su experiencia, pueden reconocer e indicar inmediatamente
situaciones en las que el pressing es útil.
Momento
Un pressing es físicamente agotador, de manera que sólo se provoca en determina-
dos momentos del partido. Por eso, es importante unirse en esas situaciones de
partido en las que el pressing tiene mayor éxito.
Ejercicios
A continuación se indican una serie de ejercicios que ayudan a incorporar la
práctica del pressing. Los ejercicios muestran el trabajo de los jugadores en defen-
sa 1 y 2.
176
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Fig. 87
Puntos clave:
Fig. 88
Puntos clave:
Fig. 89
Puntos clave:
Fig. 90
Puntos clave:
Fig. 91
Puntos clave:
Fig. 92
188
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Morten Olsen dirigió con maestría la táctica del fuera de juego en la selección da-
nesa, llamada Push - up. Con una gran visión de toda la situación del juego, Mor-
ten Olsen pudo prever en qué momento tenía que dirigir a los compañeros hacia
delante, para dejar que el contrario avanzara en posición irregular.
189
ESTILO DE DEFENSA
Aplicación
El fuera de juego es un método de defensa extraordinariamente efectivo. Tanto pa-
ra robar el balón como para dejar al contrario en posición ilegal. Muchos se acor-
darán cómo en los años ochenta el equipo nacional danés utilizó este principio con
gran éxito, dirigido con maestría por el jugador Morten Olsen. Los jugadores del
equipo nacional danés Frank Arnesen y Soren Lerby se inspiraron en las indicacio-
nes de su entrenador Rinus Michels, que en los años setenta practicó con la selec-
ción holandesa esa misma táctica con el apodo de la “la trampa”.
Fig. 93
190
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Aquel fue el antecedente del empleo en los ochenta del fuera de juego por parte del
combinado danés. Morten Olsen dijo: “Era humillante que siempre encajásemos
tantos goles tontos. Empleando el fuera de juego conseguimos que el contrario no
pudiera invadir el área de penalti, que era el lugar donde cometíamos la mayoría
de los errores que acababan en gol. Entrenamos la táctica un par de días”. El siste-
ma es estudiado de tal modo que también otros podrían dirigir la defensa.
El fuera de juego sólo puede utilizarse coordinadamente. Si el jugador contrario es
capaz de intuir el momento en el que vamos a dejarlo en posición ilegal, puede ser
útil no volver a utilizar la táctica durante un tiempo en el partido. Asimismo, en al-
gunas ocasiones es mejor abandonar por completo el empleo de esta táctica debi-
do a que el árbitro o el juez de línea no pitan correctamente las situaciones de fue-
ra de juego.
Objetivo
• Situar al contrario en fuera de juego.
• Limitar la zona y las posibilidades de pase del jugador que lleva el balón.
• Robar el balón.
• Distanciar aún más a los jugadores contrarios de la propia puerta.
Organización
Condición indispensable para la realización del fuera de juego efectivo es que to-
dos los jugadores se encuentren en una posición de defensa correcta. Si no se hace
así, se corre el peligro de que uno o más jugadores queden “descolgados”, lo que
abriría al contrario la posibilidad de pasar a un delantero desmarcado.
Dirigente
El fuera de juego es dirigido por un jugador que tiene la visión de juego suficiente
como para prever los movimientos de los compañeros y del contrario; normalmen-
te es el defensa libre quien realiza tal acción.
Señal
El dirigente puede gritar en el momento de iniciar el movimiento; sin embargo, es
más útil que los compañeros mantengan el contacto visual con el dirigente y, con
esa información, poder prever todos el momento idóneo. De esta forma, el adelan-
tamiento de un compañero hacia el contrario que posee el balón puede servir de
señal para el compañero en la preparación del fuera de juego. En algunas ocasio-
nes el dirigente puede hacer una señal con la mano, justo antes de comenzar.
Velocidad
Todos los jugadores que se encuentran en las zonas posteriores del juego tienen
que adelantarse con rapidez. Es decisivo no dudar en el inicio.
Portero
Si se realiza fuera de juego muy adelantado, el portero debe permanecer dentro
del área de penalti, de modo que pueda correr hacia el balón en caso de que el
contrario realice un pase largo hacia la portería.
192
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Fig. 94
Puntos clave:
Fig. 95
Puntos clave:
Fig. 96
Puntos clave:
Fig. 98
Fig. 99
200
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
4.3 Catenaccio
A finales de los años cincuenta y principios de los sesenta el Real Madrid y el Benfi-
ca de Lisboa dominaron la Copa de Europa. Su juego ofensivo consiguió hacerse
en más de una ocasión con el torneo.
En 1963 el AC Milán y en 1964 y 1965 el FC Inter de Milán rompieron por prime-
ra vez esa larga hegemonía. Esto se consiguió fundamentalmente gracias a una
concentración de efectivos en defensa, táctica que era muy poco habitual en esa
época. Ambos clubes milaneses constituyeron a mediados de los años sesenta el
modelo de una nueva formación defensiva. Colocaban un jugador detrás de la lí-
nea de defensa formada por cuatro jugadores. Esta posición en defensa se deno-
minó catenaccio, que en italiano significa “cerrojo”. El jugador que se encuentra
detrás de los cuatro defensas tiene la misión de cerrar los espacios en caso de que
el jugador contrario logre atravesar con el balón en su poder la línea de defensa
que se encuentra delante. El AC y el Inter jugaron con una posición de 1-4-3-2, en
la que los cuatro defensas que se encontraban en línea jugaban realizando una
defensa combinada, al hombre y en zonas.
En especial el Inter, cuyo entrenador, Helenio Herrera, es considerado en la actuali-
dad como el creador del catenaccio, consiguió perfeccionar los tres principios de
esta interpretación del juego. En primer lugar, su equipo debía impedir que el con-
trario llegara a las inmediaciones de la portería. Allí colocaba una línea de defen-
sas, otra en el centro del campo y, además, un jugador libre realizaba una cober-
tura extra. Así, el contrario debía superar una barrera compacta que, además,
aplicaba todos los medios (permitidos y no permitidos) para impedir las posibilida-
des de gol. El objetivo del Inter era la victoria mínima, por ello realizaban esporá-
dicamente contragolpes aprovechando los espacios que el contrario creaba cuan-
do se echaba al ataque. Los tres centrocampistas se encontraban en la situación
precisa para ejecutar pases rápidos allí donde se encontraban los huecos dejados
por los contrarios incorporados al ataque. El tercer factor de la interpretación del
juego de Herrera era una modificación del sistema de juego en el caso de encon-
trarse por delante en el marcador. El equipo ralentizaba tanto el juego que en la
mayoría del tiempo se hacía bastante aburrido.
En los años sesenta la estrategia del Inter en la Copa de Europa era simple y efecti-
va: 0:0 fuera de casa y 1:0 dentro de casa. Eso derivó en un fútbol aburrido pero,
a cambio, el club consiguió llegar a las finales de muchas ediciones.
201
ESTILO DE DEFENSA
El catenaccio es un estilo de juego defensivo que fue desarrollado por el club italiano
Inter de Milán sobre todo a mediados de los sesenta. La compacta barrera de defen-
sa formaba el punto de salida de un contraataque efectivo.
Fig. 100
El estilo de juego danés de mediados de los años ochenta se definió como fútbol di-
námico. Tuvo que ver con el estilo creativo exhibido en el Mundial de 1986, en los
que algunos de los partidos de los daneses han pasado a la historia del Campeo-
nato Mundial con el calificativo de “memorable”. Los octavos y los cuartos de final
del Campeonato de 1998 han vuelto ha ratificar esta imagen.
Capítulo 5
Organización y criterios
de la táctica del equipo
En la táctica del equipo se trata de encontrar el camino adecuado para aplicar los
principios tácticos básicos así como de analizar qué acciones ofrecen las mejores
posibilidades técnicas de ataque y de defensa. La táctica de un equipo debe per-
seguir objetivos a largo plazo y, al mismo tiempo, estar orientada al éxito a corto
plazo.
5.1 Elección
Una selección de fútbol competente posee una buena organización. Éste es uno de
los conceptos clave del fútbol moderno. Una buena organización es equiparable a
una estructura metódica así como a una repartición clara de funciones.
Un partido de fútbol se organiza según sistemas de juego, que se aclaran en los
próximos capítulos desde puntos de vista históricos y actuales. Es significativo que
equipos que han renovado su organización o que han introducido nuevas varian-
tes de juego hayan tenido influencia sobre el juego de otros equipos, que los imi-
tan. Otra manera de causar influencia tiene que ver con la llamada perspectiva
del efecto, lo que significa que el propio entrenador reflexiona y discute sobre el
sistema que ya existe así como sobre los cambios o correcciones que puede incor-
porar a la organización de su equipo. Los masivos reportajes de los medios de co-
municación sobre el fútbol nacional e internacional dan continuamente nuevos im-
pulsos, que pueden servir de inspiración pero también favorecen la confusión, de
manera que un elemento importante del trabajo de un entrenador consiste en sa-
ber cuáles son los pasos básicos de la organización de su equipo así como la evo-
lución posterior de su trabajo. Un entrenador suele tener determinadas concepcio-
nes óptimas sobre cómo se debería jugar al fútbol. Durante estas reflexiones sobre
cómo debe jugar un equipo, se debería dejar llevar por sus propias ideas. Sin em-
206
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
La decisión sobre qué tres puntos tácticos constituyen el estilo de juego de un equi-
po durante un encuentro son:
• El propio potencial de los jugadores
• El estilo de juego del equipo contrario
• Las circunstancias especiales
Conocer al enemigo
En los equipos profesionales normalmente se tiene un conocimiento exacto del con-
trario. Este principio forma parte de una buena preparación en la elaboración de
un criterio táctico para el equipo. Sin embargo, las informaciones recabadas han
de ser interpretadas y aplicadas. No basta con observar con exactitud cómo el
equipo contrario ha jugado en el último partido e incluir todos los detalles en las
propias consideraciones tácticas. Las observaciones tienen que ser aprovechadas
mucho más para reforzar las posibilidades de ataque y de defensa del propio
equipo. Como punto de partida para la observación de un equipo contrario se
puede tomar un esquema. Como ejemplo, el antiguo entrenador de la selección na-
cional danesa, Sepp Piontek, ha ilustrado muy detalladamente un esquema similar:
6. Juego en ataque ➞ juego sin balón ➞ juego por bandas ➞ punto de saque
➞ regatear ➞ desmarques ➞ tiros a puerta ➞ apoyo a través de la defensa
pectos concretos, como son cambios posibles o reales. Es importante que la táctica
para el segundo tiempo se base en las experiencias del primer tiempo y que se
aprovechen los puntos fuertes propios así como las debilidades del contrario.
Además, el descanso ofrece la posibilidad de conversar directamente con los ju-
gadores.
Morten Olsen hizo patente, durante su extensa carrera en la selección nacional dane-
sa, lo importante que puede ser para el equipo y el entrenador el papel del capitán.
Entrenamiento
táctico
Procesamiento de información
Todos las ideas que surgen durante el juego tienen un punto de partida. ¿Cómo lle-
gan al jugador tantas informaciones y cómo son procesadas por éste? En este proce-
so pueden distinguirse cuatro fases: percepción (se incluye regulación de la aten-
ción), anticipación (valoración, apreciación), decisión de actuar y retroalimentación.
Los buenos jugadores de fútbol disponen de una buena percepción, es decir, son
capaces de captar y analizar muy rápidamente la situación de juego. Esta capaci-
212
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
dad la han adquirido al tener que valorar innumerables situaciones, por propia ex-
periencia. Memoria y experiencia son requisitos importantes para una buena ca-
pacidad de anticipación. Si se han vivido muchas experiencias a lo largo del tiem-
po se dispone de buenos criterios para poder “leer” el juego. La experiencia no
tiene por qué desarrollarse a través de muchos años de juego, sino que va desarro-
llándose gracias a la labor de entrenamiento sobre una determinada situación tác-
tica y de manera intensiva. Precisamente, hay que tener en cuenta este último as-
pecto cuando se pretende familiarizar a los jugadores con acciones tácticas nuevas
o perfeccionadas. Si se valora el entrenamiento en situaciones de juego realistas y
si se trabaja con concentración sobre determinados elementos tácticos en períodos
de tiempo concentrados, el jugador está en situación de determinar aún más rápi-
damente su acción durante el juego. Es esencial para reforzar las acciones correc-
tas que el jugador obtenga una confirmación del resultado, es decir, una retroali-
mentación. Eventualmente puede él mismo valorar la acción adecuada
almacenándola en su memoria. Asimismo, para la puesta en práctica de un mode-
lo de acción táctica nuevo o diferente, es decisivo que el jugador reciba una confir-
mación cualificada por parte del entrenador que complete la experiencia del pro-
pio jugador y la matice.
Transmisión de conocimientos
y comprensión de las situaciones tácticas
El poder táctico reside en la decisión del jugador, en lo que él hace ante una situa-
ción de juego determinada. De ahí que tal entrenamiento táctico tenga que estar
caracterizado por el hecho de que un jugador tenga que tomar decisiones durante
el juego que desarrolle su percepción, valoración y realización de la acción. Este
proceso de aprendizaje se puede ver auxiliado por distintos medios. La compren-
sión de las posibilidades tácticas puede lograrse a través tanto mediante teoría co-
mo con entrenamiento práctico. La representación así como la profundización de
determinadas habilidades tácticas mostradas de forma teórica pueden facilitar a
menudo a los jugadores la comprensión del significado de este principio y de las
relaciones con el resto del marco táctico para el equipo. En una pizarra o, even-
tualmente, con secuencias de vídeo, se puede llamar la atención con respecto a los
puntos clave esenciales, pudiendo además dar paso a un diálogo sobre cómo se
aplica concretamente la acción deseada.
No obstante, para ilustrar la aplicación del concepto es fundamental el entrena-
miento práctico. El entrenamiento debe constar de ejercicios y juegos de entrena-
miento que impongan de forma variable y paso a paso exigencias con respecto a
la capacidad para valorar situaciones. Si se quiere trabajar un aspecto concreto se
213
ENTRENAMIENTO TÁCTICO
pueden tomar ejercicios como punto de partida que poco a poco sean cada vez
más difíciles. Finalmente, los ejercicios han de estar tan cerca de la práctica que
existan muchas alternativas de acción de las cuales paso a paso resulten modelos
de acción óptimos. Durante la introducción de un sistema nuevo o en el entrena-
miento de nuevos jugadores se puede empezar con un juego 11 contra 4 en todo el
terreno de juego. El AC Milán, por ejemplo, aplica esta forma de juego a nuevos
jugadores que deben conocer el sistema de juego del equipo en un período de
tiempo más corto.
Hay que establecer prioridades para un período de tiempo más largo con respecto
a un determinado tema táctico o a un conjunto de temas homogéneo, con el fin de
que pueda existir un cúmulo de experiencias así como una cierta sistemática de los
modelos de respuesta. Una práctica o un entrenamiento que deben crear modelos
de respuesta estables para determinadas situaciones de juego pueden conseguir el
efecto deseado únicamente por medio de una influencia sistemática y duradera.
El entrenador puede aplicar diferentes métodos de aprendizaje que complementen la
práctica. Los métodos correspondientes son descritos en el apartado Formas de entre-
namiento y organización en el entrenamiento táctico. Todos los métodos de enseñan-
za tienen en común la comunicación entre entrenador y jugadores.
La diferencia reside sobre todo en el distinto valor que se le concede al papel del
entrenador durante la enseñanza. En relación con el entrenamiento táctico, es im-
portante la forma que tiene el entrenador de enseñar. Los juegos y los ejercicios han
de tener un objetivo realista que debe ser explicado y comprendido por los jugado-
res para que la habilidad practicada pueda tener un efecto duradero.
Una buena inversión sería tomarse tiempo para establecer un diálogo con los juga-
dores sobre soluciones tácticas a problemas. Esto es importante, entre otros moti-
vos, para analizar las soluciones que tiene en cuenta cada jugador y para desper-
tar, de pasada, el sentimiento de responsabilidad conjunta. Por supuesto, también
el diálogo puede tener lugar en reuniones de jugadores.
Fig. 101
Fig. 102
Descripción del ejercicio: un equipo puede lanzar el balón a otra zona solamen-
te si otros jugadores del equipo se encuentran en la zona desde la que se lanza el
balón.
Condiciones
•¿Qué está permitido?
•¿Qué está prohibido?
• Terreno de juego
• Condiciones de conducción Colocación
• Dimensión pase y goles • Forma
• Forma • Colocación
• Condiciones de juego • Número
• Base en defensa
Actividad
A. Elementos técnicos Tamaño
B. Elementos tácticos • Forma
C. Elementos físicos • Colocación
Balón D. Elementos psicosociales • Número
• Peso
• Número
• Forma
• Características
• Número
Jugadores
• Número de equipos
• Número de jugadores por equipo
• Juego con o sin resistencia
• Mismo número de jugadores o con
superioridad numérica en el juego
Fig. 103
La rueda de juego
220
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Fig. 104
Organización: tres jugadores de cada equipo se relevan con la división del jue-
go un minuto por equipo. Los jugadores pueden tocar el balón dos veces como
máximo. Una vez conquistado el balón, un equipo puede pasarse el balón cinco
veces seguidas como máximo antes de tener que llegar a puerta.
222
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Fig. 105
223
ENTRENAMIENTO TÁCTICO
Fig. 106
Puntos clave
Fig. 107
225
ENTRENAMIENTO TÁCTICO
Formas de instrucción
En las páginas siguientes se muestran distintas formas de instrucción que pueden
simplificar el entrenamiento.
226
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Dirección
de equipo
Por eso, es importante describir en primer lugar qué características tiene la direc-
ción de un entrenador.
En un estudio realizado con 50 entrenadores profesionales de equipos escandina-
vos, en los que 25 resultaron con éxito y 25 no, se describieron los criterios que de-
finen a un entrenador con éxito. Básicamente, planifica exhaustivamente su entre-
namiento, marca sus objetivos y los mantiene de forma férrea. Determina lo que
para él es importante y lo que puede dejar a un lado. Transmite informaciones al
tiempo que está bien informado. Sabe lo que sucede dentro del equipo. Un buen
entrenador no sólo lo es por sus conocimientos técnicos, sino que, además, debe
ser un buen conocedor de las relaciones sociales. Es curioso y puede rápidamente
recopilar información. Por último, se interesa de verdad por las personas y está
bastante orientado al grupo, esto significa que da un gran valor al trabajo en equi-
po tanto como a la competencia entre los jugadores.
Se encuentran pocas personas que puedan cumplir con todos los criterios nombra-
dos y disponer de los correspondientes conocimientos de fútbol. En los grandes clu-
bes daneses se ha comenzado por esta circunstancia, al igual que en el extranjero,
a componer equipos de entrenadores, en los que cada uno de los componentes
cuenta con alguna de las características nombradas.
Juego
Entrenador Jugador
Situación
Fig. 108
Juego
x
Entrenador Jugador
Aspecto 1 del entrenamiento:
Entrenar un ejercicio
La importancia del entrenamiento re-
Situación
side en las exigencias tácticas bási-
cas, así el entrenador debe convertir-
se en un experto en ejercicios. Mediante el entrenamiento se consiguen las
condiciones esenciales para poder superar las exigencias tácticas en el fútbol de
cierto nivel. Por ejemplo, la organización de la cobertura o el desarrollo del juego
en la pared.
Mediante la elección de los ejercicios, entrenadores y jugadores tienen la posibili-
dad de concentrarse en determinados detalles. El material de ejercicios utilizados
tiene que establecer pautas precisas y claras de acuerdo con los objetivos.
Al inicio del entrenamiento tienen especial relevancia los ejercicios físicos y el tra-
bajo de detalles especiales. Se recomiendan los métodos de instrucción directos y
los principios formales.
232
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
d) Último entrenamiento
• Objetivo
• Hábitos de vida (alimentación especial, etc.)
b) Durante el partido
• Comunicación (correcciones tácticas-lenguaje de signos-canales de comunica-
ción)
– Alteraciones (errores del árbitro-lesiones-cambio)
– Atacar (táctica), valoración del desarrollo táctico
• Pausa de la primera mitad:
– modificaciones tácticas e indicaciones individuales
• Segunda mitad:
– Acontecimientos especiales (atacar)
– Comunicación (tiempo)
– Proteger el penalti (en el caso de jugar una copa)
– Perspectiva (valoración)
Juego 1
Terreno de juego: 1/2 del terreno de juego con dos porterías grandes.
Jugadores: 16: 8 y 8, en cada uno de los equipos hay un portero.
Descripción del juego: Juego normal. El equipo que se encuentre por delante en
el tercer período, perderá en el cuarto un punto cada dos
minutos hasta que de nuevo marque un gol.
Consejos de aplicación: Las reglas de consecución de tantos en el cuarto período
están pensadas para mantener la intensidad del juego.
Dicha regla pretende que ningún equipo se conforme con
un resultado, incluso aunque vaya ganando. Del mismo
modo, cuando un equipo va por detrás en el marcador las
reglas del juego también le alientan para no encajar más.
Juego 2
Terreno de juego: 1/4 parte del terreno de juego con una portería pequeña
(de balónmano o miniportería) y una portería grande.
Jugadores: 4 y 4, uno de ellos será portero en la portería grande.
Descripción del juego: Juego normal con una duración de 4 períodos de 6 minu-
tos. El portero que se encuentra en la portería pequeña no
puede ayudarse con las manos. Son válidas las mismas
reglas de goles del juego número 1. En el cambio de cam-
po, el portero de la portería grande permanece en la mis-
ma mitad.
Condiciones: Marcar estrechamente al hombre.
Consejos de aplicación: El juego va dirigido a la atención en la defensa y a la vi-
sión de juego.
Capítulo 8
Conclusión
La reflexión fundamental de esta obra sobre la táctica en el fútbol tiene que ver con
cómo puede medirse el progreso táctico generado con el entrenamiento. Victorias y
derrotas no constituyen una escala adecuada para valorar la calidad táctica de un
equipo. Para un análisis del resultado de la labor táctica de un equipo es importan-
te observar su desarrollo durante un período de tiempo como es, por ejemplo, una
temporada. Se puede valorar un plan a largo plazo considerando en primer lugar
los objetivos tácticos fijados en relación con el grupo de jugadores y comparándo-
los con la labor realizada en el entrenamiento. Al mismo tiempo, se tiene que ana-
lizar en qué medida influyeron en el concepto actual de la táctica, las experiencias
y correciones hechas en los partidos de competición. El entrenador tiene que intro-
ducir permanentemente los principios tácticos de mayor importancia en la dinámi-
ca del entrenamiento diario; por ejemplo, los cambios de jugadores, determinados
contrarios o sistemas del campeonato. Un enfoque flexible es decisivo para que un
entrenador pueda corregir en cada momento del entrenamiento y diseñar un plan
didáctico, en su caso. Un entrenador desde la perspectiva táctica realiza una gran
labor si permite establecer una conexión entre los principios básicos tácticos, el
concepto concreto de juego táctico y su plasmación por parte del equipo.
Táctica en la práctica
En noviembre del año 1993 Dinamarca perdió en Sevilla contra España, en el parti-
do de clasificación de la última ronda correspondiente con el Campeonato Mun-
dial; fue una derrota traumática. Sería mucho más agradable poder concluir esta
obra de dos volúmenes con el informe sobre la buena calificación de Dinamarca en
la fase final del Mundial de 1998 contra Francia y su participación, bastante afor-
tunada.
240
FÚTBOL: JUGAR EN DEFENSA
Fig. 109
Lo fascinante en el fútbol son las sorpresas que nos deparan el juego y los jugado-
res. La belleza proviene de las tácticas de equipo y de las acciones individuales. És-
te es el caso de Michael Laudrup en el Mundial de 1998, quien remontó el balón en
el encuentro contra Nigeria y otra vez más –naturalmente sin éxito de gol– en los
inolvidables cuartos de finales contra Brasil–.
Fig. 110