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El libro aborda la problemática de los delitos sexuales desde la óptica de las falsas denuncias, sin pretender con esto atentar contra los derechos fundamentales de las personas que han sido afectadas tanto física como psicológicamente por agresiones sexuales, trátese de hombres, mujeres, niños niñas o adolescentes. Lo que aquí se trata es de mostrar al lector cómo se ha vuelto una “cacería de brujas” que en oportunidades obedece a intereses perversos.
El documento está escrito de forma tal que permite a cualquier persona comprender lo que debe hacer para llevar a cabo una defensa efectiva, apoyada en la jurisprudencia y otros mecanismos necesarios para llegar a un juicio objetivo y desvirtuar tales señalamientos.
Para tal propósito se llevó a cabo una encuesta con personas afectadas que salieron bien libradas, y con psicólogos de reconocido prestigio con interesantes resultados. Se presentan además algunas sentencias absolutorias lo mismo que tipologías de personajes que se aprovechan de dicha problemática para obtener réditos, ya que tras de esos delitos hay un mercado de personajes siniestros que buscan beneficiarse de la miseria humana.
Es fundamental que la sociedad denuncie cuando se tiene conocimiento de un hecho criminal de tal naturaleza, pero también es importante que esté sustentada en hechos reales y comprobables, para evitar que se cometan injusticias que son tan abominables como los mismos delitos.
El libro aborda la problemática de los delitos sexuales desde la óptica de las falsas denuncias, sin pretender con esto atentar contra los derechos fundamentales de las personas que han sido afectadas tanto física como psicológicamente por agresiones sexuales, trátese de hombres, mujeres, niños niñas o adolescentes. Lo que aquí se trata es de mostrar al lector cómo se ha vuelto una “cacería de brujas” que en oportunidades obedece a intereses perversos.
El documento está escrito de forma tal que permite a cualquier persona comprender lo que debe hacer para llevar a cabo una defensa efectiva, apoyada en la jurisprudencia y otros mecanismos necesarios para llegar a un juicio objetivo y desvirtuar tales señalamientos.
Para tal propósito se llevó a cabo una encuesta con personas afectadas que salieron bien libradas, y con psicólogos de reconocido prestigio con interesantes resultados. Se presentan además algunas sentencias absolutorias lo mismo que tipologías de personajes que se aprovechan de dicha problemática para obtener réditos, ya que tras de esos delitos hay un mercado de personajes siniestros que buscan beneficiarse de la miseria humana.
Es fundamental que la sociedad denuncie cuando se tiene conocimiento de un hecho criminal de tal naturaleza, pero también es importante que esté sustentada en hechos reales y comprobables, para evitar que se cometan injusticias que son tan abominables como los mismos delitos.
El libro aborda la problemática de los delitos sexuales desde la óptica de las falsas denuncias, sin pretender con esto atentar contra los derechos fundamentales de las personas que han sido afectadas tanto física como psicológicamente por agresiones sexuales, trátese de hombres, mujeres, niños niñas o adolescentes. Lo que aquí se trata es de mostrar al lector cómo se ha vuelto una “cacería de brujas” que en oportunidades obedece a intereses perversos.
El documento está escrito de forma tal que permite a cualquier persona comprender lo que debe hacer para llevar a cabo una defensa efectiva, apoyada en la jurisprudencia y otros mecanismos necesarios para llegar a un juicio objetivo y desvirtuar tales señalamientos.
Para tal propósito se llevó a cabo una encuesta con personas afectadas que salieron bien libradas, y con psicólogos de reconocido prestigio con interesantes resultados. Se presentan además algunas sentencias absolutorias lo mismo que tipologías de personajes que se aprovechan de dicha problemática para obtener réditos, ya que tras de esos delitos hay un mercado de personajes siniestros que buscan beneficiarse de la miseria humana.
Es fundamental que la sociedad denuncie cuando se tiene conocimiento de un hecho criminal de tal naturaleza, pero también es importante que esté sustentada en hechos reales y comprobables, para evitar que se cometan injusticias que son tan abominables como los mismos delitos.