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DICHTERLIEBE Yo amo solamente a que en el desierto de mi vida gustosos entonarían

Amor de poeta la pequeña, la delicada, la pura la resplandeció dulcemente. una refrescante canción.
Heinrich Heine única.
Revolotean flores y angelitos Si mi dolor supieran
4. Cuando veo tus ojos en torno de Nuestra Señora; las estrellitas doradas,
1. En el maravilloso mes de mayo,
desaparecen toda pena y dolor; los ojos, los labios, las mejillas de lo alto bajarían
cuando todos los capullos se abrían,
pero cuando beso tu boca, son iguales a las de mi amada. y me hablarían consoladoramente.
fue entonces cuando en mi corazón
de pronto me siento totalmente
nació el amor. 7. No guardo rencor, Pero nadie puede saberlo,
sano.
aunque mi corazón se destroce. solamente una conoce mi dolor,
En el maravilloso mes de mayo,
Cuando me recuesto en tu pecho ¡Amor perdido para siempre! no te y es la misma
cuando todas las aves cantaban,
me embriaga un celestial placer; guardo rencor. que destrozó mi corazón.
yo le confesé a ella
pero cuando dices: ¡te amo! Aunque brilles con el resplandor de
mis anhelos y deseos. 9. Las flautas y violines suenan,
tengo que llorar amargamente. un diamante,
retumban las trompetas,
2. De mis lágrimas brotan sé que ninguna luz ilumina la noche
tal vez baile la danza nupcial,
muchas flores abiertas, 5. Debo sumergir mi alma de tu alma.
mi bien amada.
y mis suspiros se convierten en el cáliz de un lirio;
No guardo rencor, aunque mi
en un coro de ruiseñores. el lirio ha de exhalar Esto es una sonora algarabía
corazón se destroce.
un canto de mi amada. de timbales y gaitas;
y cuando tú me amas, nena, Te vi en un sueño, y vi la oscuridad
y en medio, sollozando, se quejan
te regalo todas las flores, Ese canto debe estremecerse y de tu alma,
los adorables angelitos.
y bajo tu ventana resonará temblar, y vi la serpiente que tu corazón
la canción del ruiseñor. como el beso de su boca carcome, 10. Escucho el sonido de la
que una vez me dio y vi mi amor, cuán desdichado eres. cantinela
3. La rosa, el lirio, la paloma, el sol,
en una hora maravillosamente que mi amada cantó un día.
a todos amé antaño, con delirio. 8. Si las florecillas supieran
dulce. Mi pecho cree estallar
Pero ya no los amo, solo amo a cuán profundamente herido está mi
por el salvaje dolor.
la pequeña, la delicada, la pura, la 6. En el sagrado Rin, corazón,
única; sobre sus olas, conmigo llorarían Un oscuro deseo me impulsa
se refleja la gran catedral para aliviar mi dolor, hacia la altura del bosque,
ella misma, donde vive todo el
de la magna y sacrosanta Colonia. allí se disipará en lágrimas
amor, Si los ruiseñores supieran
mi dolor inmenso.
es la rosa, el lirio, la paloma, y el sol. En la catedral hay un retrato cuán triste y enfermo estoy,
pintado en cuero dorado
11. Un joven amaba a una Desperté y lloré larga, y resplandecen sus dulces perfumes las tenemos ahora que enterrar.
muchacha, amargamente. con nupciales caritas radiantes; Traed un enorme ataúd.
ella prefería a otro;
En sueños he llorado. Y los verdes árboles cantan Allí meteré muchas cosas,
el otro amaba a otra
Soñé que me querías. antiguas melodías, pero no diré todavía cuáles.
y se ha casado con ella.
Desperté y todavía que los aires entonan El sarcófago debe ser aún mayor
La muchacha escoge despechada fluye el río de mis lágrimas. y las aves cantan con fuerza; que el tonel de Heidelberg
al primer joven
14. Te veo en sueños todas las Y jirones de niebla Traed también una camilla
que se le cruza por el camino:
noches, suben del suelo con tablones fijos y gruesos.
el joven está desolado.
me saludas amigablemente y bailan airosas danzas Deberá también ésta
Es una vieja historia, y empapado en lágrimas, en un maravilloso conjunto; ser más larga que el puente de
pero siempre actual; me arrojo a tus pies delicados. Y azules centellas arden Maguncia.
y a quien acaba de ocurrirle en cada hoja y raíz,
Tú, con melancolía me contemplas Traedme también doce gigantes.
le destroza el corazón. y luces rojas corren
y con tu rubia cabecita niegas. Deberán ser más fuertes
en loco y enmarañado círculo;
12. En una brillante mañana Se deslizan cual perlas que el San Cristóbal
veraniega pequeñas gotas de lágrimas. Y ruidosas fuentes brotan de la catedral de Colonia, junto al
paseo por el jardín. de las rocas marmóreas, Rin
Me dices con disimulo una dulce
Susurran y hablan las flores, y el reflejo brilla extrañamente
palabra Ellos tienen que llevar el ataúd
mas yo paseo silencioso. en los riachuelos
y me das uno ramo de ciprés. y sumergirlo en el océano;
Susurran y hablan las flores Despierto: ¡Ay! si pudiera llegar allí pues un ataúd tan grande
y me miran compasivas. el ramo desapareció y olvidé la y alegrar mi corazón, merece una tumba enorme.
No te enfades con nuestra hermana, palabra. librarme de todo tormento
¿Sabes por qué el ataúd
¡oh tú, hombre triste y pálido! y ser feliz.
15. De los antiguos cuentos debe ser tan grande y pesado?
13. He llorado en sueños. me hace señas una blanca mano. ¡Ay! Aquel delicioso país. Es para meter juntas
En mi sueño, yacías en la tumba. Canta y resuena desde Lo veo en sueños a menudo, toda mi pena y mi angustia.
Desperté y las lágrimas un país mágico; pero al llegar el sol de la mañana
fluían aún por mis mejillas. se desvanece como la espuma.
Donde flores multicolores
Traducido por:
En sueños he llorado. se abren al dorado atardecer 16. Las viejas, malvadas canciones
Soñé que me dejabas. las feas pesadillas, Mauricio Rábago Palafox 2001

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