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Manejo de los suelos agrícolas.

En el proceso de producción de los cultivos en las fincas, usan varias prácticas para manejar
los suelos donde se producen los cultivos. Estos incluyen el arar, el cultivar, el agregar
fertilizantes y cal agrícola, la siembra de plantas de cobertera, el aplicar composta o estiércol,
la rotación de cultivos y otras prácticas. Cuando se usan esas prácticas correctamente, mejora
la fertilidad del suelo, su estructura física y la actividad biológica y también se protegen los
suelos de la erosión. El manejo de la materia orgánica es importante porque la materia
orgánica juega un papel en casi todos los aspectos de la calidad del suelo. La materia orgánica
alimenta a los microorganismos, a otros organismos vivos del suelo y promueve la actividad
biológica que ayuda a combatir las plagas. Las prácticas como el uso de cultivos de cobertera,
la aplicación de estiércol y de composta, la rotación de los cultivos y el control de la erosión
para la conservación del suelo pueden mantener o aumentar la cantidad de la materia orgánica
en el suelo.

En el proceso de producción de un cultivo se utilizan diferentes herramientas para cultivar


el suelo lo cual permite: Romper la compactación y permitir la aireación del suelo (esto se
consigue arando). La incorporación de los cultivos de cobertera, compostas, estiércoles, cal
agrícola y fertilizantes (requiere arar y rastrear). Formar las camas para la semilla
(rastreando). Matar las malezas (cultivadora). Romper la costra de la superficie del suelo
(cultivadora). El arar puede beneficiar o perjudicar la calidad del suelo. Es importante
considerar cuidadosamente como y cuando se realiza el arado. Por una parte, el arar el suelo
de una manera correcta ayuda a romper la compactación del suelo, permite la aeración del
suelo y permite incorporar la materia orgánica fresca.

Un análisis de suelos le provee una información muy importante sobre los niveles de los
nutrientes del suelo incluyendo el fósforo, el potasio, el calcio y el magnesio como también
el pH o la acidez del mismo. Dependiendo de las necesidades del cultivo, los fertilizantes
pueden aplicarse en diferentes tiempos y por diferentes métodos. A veces los fertilizantes se
esparcen uniformemente sobre un campo y otras veces se aplican en bandas cerca de las
raíces de las plantas. Generalmente, los fertilizantes de fósforo y de potasa se pueden aplicar
en la dosis completa recomendada al principio del crecimiento. Mientras que, la aplicación
del nitrógeno, es mejor dividido en varias aplicaciones durante el crecimiento del cultivo. El
agregar composta o estiércol al suelo puede aumentar el contenido de materia orgánica y
añade nutrientes para el cultivo. El estiércol es una fuente de nutrientes muy variable y los
contenidos de nutrientes varían dependiendo del animal que lo produce, de la comida que
comió, de cómo se almacenó y por cuánto tiempo se almacenó. La rotación de cultivos es
una de las prácticas más importantes para conservar los suelos sanos y vivos. Si un mismo
cultivo se siembra repetidas veces, las plagas y enfermedades pueden aumentar en el suelo y
el contenido orgánico puede disminuirse. incluir pastos o tréboles en rotaciones de cultivos
de hortalizas o cultivos anuales como el maíz, frijol.

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