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UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIA

RECINTO “SIMON BOLIVAR”

FACULTAD DE INGENIERIA QUIMICA

Departamento de Operaciones Unitarias

Tecnología y Medio Ambiente

Tema: “Contaminación de suelos por pesticidas, plaguicidas y fertilizantes.


Remediación de suelos”.

Integrantes:

América Massiel Mendoza Ramírez

Jimmy Alejandro Quezada Pérez

Jimmy Alexander García

Rodolfo Jose Junior Gutierrez Alaniz

Profesora:

Ing.Maria Reyes

Grupo:
4T1Q

Managua, Nicaragua
Introducción
Aunque generalmente se concibe que el suelo tiene, (entre otras cosas), la función vital de
sustentar la vida en la tierra, o de servir de filtro y almacén de sustancias potencialmente
nocivas, es el gran desconocido. La contaminación del suelo, entendida como la
incorporación de sustancias dañinas o tóxicas que pueden afectar adversamente su calidad
(y la salud de los organismos que viven en él), representa una grave amenaza para el suelo
y un reto medioambiental.

Y para ello, tratamos de poner de relieve y profundizar, de forma clara y asequible, desde
las características intrínsecas de la contaminación por distintas sustancias contaminantes
bióticas y no bióticas, hasta su dinámica y evolución en el suelo. Se abordan además
aspectos innovadores, referidos tanto a los contaminantes emergentes, radionúclidos, etc.,
como a los clásicos, como pueden ser los debidos a la contaminación por metales pesados,
pesticidas o hidrocarburos. Sus contenidos incluyen posibles soluciones y perspectivas
futuras, incidiendo en técnicas de remediación, así como caracterización de suelos
contaminados. También se incluyen capítulos sobre las técnicas de estudio en su forma más
actual y avanzada, como la teledetección, ecotoxicología, geoestadística, etc.
Que es la contaminación del suelo

La contaminación del suelo consiste en la degradación dada en la calidad de la superficie


terrestre asociada a múltiples causas; pero principalmente generada por sustancias
químicas. Por su parte, Se define como el aumento en la concentración de compuestos
químicos, de origen antropogénico, que provoca cambios perjudiciales y reduce su empleo
potencial, tanto por parte de la actividad humana, como por la naturaleza, pero en su
mayoría se relaciona con la existencia a partir del ser humano.
Se habla de contaminación del suelo cuando se introducen sustancias o elementos de tipo
sólido, líquido o gaseoso que ocasionan que se afecte la biota edáfica, las plantas, la vida
animal y la salud humana.
El suelo generalmente se contamina de diversas formas: cuando se rompen tanques de
almacenamiento subterráneo, cuando se aplican pesticidas, por filtraciones del alcantarillado
y pozos ciegos, o por acumulación directa de productos industriales o radioactivos.
Una contaminación que va sin retrasos

Van afectando aquellas sustancias químicas realmente potentes para las alteraciones del
suelo, tales como son el petróleo; solventes, pesticidas y también metales pesados.

Todos estos productos van creando un fenómeno que se relaciona de manera directa con la
industrialización y sus efectos directos sobre las tierras; llegando a contaminarla en
diferentes intensidades.

Para empezar a resolver los detalles que se integran en la contaminación del suelo, se
requiere de habilidades como la geología, hidrografía y química; pues son ciencias que
conocen la profundidad del problema y saben trabajar de forma conjunta llegando a la raíz
no solo del inconveniente; sino también de la solución recomendada.

Causas de la contaminación del suelo

Accidentes de origen nuclear


Así como lo hizo Chernóbil, otros accidentes nucleares también han mostrado ser los
principales causantes de la contaminación del suelo; así como del aire y de la hidrografía
del planeta; considerándose agentes altamente contaminantes y que deben tener un límite
para tiempos actuales.
Pruebas atómicas
Una de las que más ha contaminado la superficie terrestre son aquellas realizadas por los
británicos; ya que son las que generan que los suelos no puedan acceder a procesos futuros
de descontaminación; incluso si se requieren de miles de años para conseguir tal efecto.
Tecnología agrícola
Este tipo de tecnología ha sido nociva desde su descubrimiento; pues tanto la utilización de
aguas negras como el uso excesivo e indiscriminado de sustancias químicas como los
pesticidas y fertilizantes; van dejando un gran producto de contaminación en los suelos,
especialmente en aquellos de gran fertilidad preparados para cultivos.
Eliminación de basura urbana
En este caso, la fuente predisponente a la contaminación de los suelos, es el uso inadecuado
o la carencia de aquellos sistemas dedicados completamente a la eliminación de basura
urbana; pues es lo que certifica que las sustancias químicas no aborden los diferentes tipos
de suelos y con ello se vaya extendiendo la contaminación en todo el planeta; sabiendo que
son los desechos los que provocan la alteración en estas superficies, por largo plazo.
Vertido de plásticos
Este es otro de los factores que se presta para la amplia contaminación del suelo; debido a
que muchas de las rocas que existen en distintas áreas del planeta constan de metales
pesados, tales como plomo, níquel o cromo y son los que hacen que los suelos se
transformen bajo el proceso de meteorización y si bien; son muchas veces aprovechables;
gran parte de las ocasiones resultan altamente nocivos para la salud.

Compactación terrestre
Esto hace referencia a la compactación que suele darse en los suelos cuando se comprime
para poder realizar estructuras sobre él o también cuando hay una cantidad masiva de
ganado que camina sobre la zona de manera recurrente.
Así mismo va generando que las plantas no florezcan y hace que las raíces se dañen por
completo; conllevando a que la contaminación de este tipo de suelo se refleje como un
suelo infértil.
Consecuencias de la contaminación del suelo de
origen natural

Vegetación removible
La consecuencia primaria que se desenlaza tras el problema de la contaminación de los
suelos tiene actuación directa en contra de la vegetación; pues son las plantas las primeras
que se van degradando al estar frente a un perfil de suelo no apto.
Con la disminución de todo tipo de plantas: la variedad de especies y con ello la cadena
alimenticia se va deteriorando progresivamente, llegando a un punto de tal extremismo que
llega a ser imposible la vida de los seres vivos.
Y es una situación que realmente sucede, tiene protagonismo en la actualidad aunque
muchas personas no estén al tanto de ello. A medida que avanza la pobreza en vegetación;
las especies irán tratando de sobrevivir a pesar del proceso natural que requieren para su
supervivencia; pero sin acciones tomadas, lo peor se acercará; ayudando a acabar no solo
con los suelos, sino también con el ecosistema en su totalidad.
Fauna en extinción
Con la dificultad para la mantención de la vegetación y cualquier tipo de flora, implica
también haber dificultad para tener agua potable; aspecto que hace que las especies
animales vayan sufriendo daños irremediables pertenecientes a su cadena de procreación;
teniendo otro aspecto a favor para la disminución del ecosistema.
Degradación paisajística
La pérdida en el valor del suelo, permite que haya lugar para la degradación paisajística;
además de influir en la pobreza en actividades agropecuarias; determinando que se trate de
una tierra inútil, lo que lleva a complicar la vida dentro del planeta.
Silencio peligroso
Las consecuencias más trágicas y peligrosas de la contaminación del suelo; son aquellas
que se generan de forma silente; pues van atacando a todos los seres vivos que la habitan,
por igual. Muchas de ellas se plasman en ejemplos de fugas radiactivas que generan una
afectación inminente y directa del suelo; consolidando la pérdida de la agricultura y
también de la ganadería y la pesca.
Pesticidas
Problemas en el uso de pesticidas

Es muy normal que cuando comienza a usarse un nuevo pesticida los resultados que se
obtienen sean muy buenos y se consiga controlar las plagas con poca cantidad del producto.
Pero al cabo de un cierto tiempo suelen empezar a surgir problemas que disminuyen la
utilidad de ese producto y hacen necesario buscar nuevos plaguicidas. Este y otros
problemas del uso de los pesticidas se analizan a continuación:

1.- Resistencia genética

La llamada resistencia genética se produce porque entre los muchos individuos que
componen la población de una plaga algunos poseen genes que hacen que el pesticida no
sea tóxico para ellos y estos individuos aguantan la acción del pesticida sin morir. Son
precisamente estos que no han muerto los que tienen descendencia y forman las nuevas
poblaciones de la plaga que heredan el gen de resistencia y la acción del pesticida contra
ellas será mucho menor.

Como en los insectos y, en general en los organismos de las plagas, las generaciones se
suceden unas a otras con rapidez y el tamaño de las poblaciones es muy grande, la
resistencia genética se extiende en unos pocos años... El número de especies de plaga con
resistencia a los pesticidas ha aumentado de unas pocas (se contaban con los dedos de la
mano) hace 50 años, a más de 700 en la actualidad.
2.- Alteraciones en el ecosistema

Otro de los principales problemas asociados al uso de pesticidas es el que estos matan no
solo a la plaga, sino también a otros insectos beneficiosos como abejas, mariquitas y otros
organismos. De esta forma pueden hacer desaparecer a los enemigos naturales de la plaga o
provocar que estos se trasladen a otros lugares porque ya no encuentran alimento en ese
campo y, después de un breve periodo, la población de la plaga rebrota y además en mayor
cantidad que antes al no tener enemigos naturales.

Así, por ejemplo, en una investigación en la que se usó el insecticida dieldrin para matar a
los escarabajos japoneses, los científicos encontraron que este insecticida provocaba
además la muerte de un gran número de organismos como pájaros, conejos, ardillas, gatos e
insectos beneficiosos. Desde entonces el uso de dieldrin ha sido suprimido en algunos
países.

3.- Provocar la aparición de nuevas plagas

Las alteraciones en el ecosistema citadas han provocado, en algunas ocasiones, que


organismos que hasta ese momento no eran plagas, al desaparecer otras especies que
mantenían controlado su número, se hayan convertido en nuevas plagas.

Así, por ejemplo, cuando se usó DDT para controlar unos insectos que destruían los
limoneros, como consecuencia indirecta se originó una plaga nueva con un insecto
chupador que ataca a las plantas y que no era problemático antes del tratamiento con DDT.

4.- Acumulación en la cadena trófica (Bioacumulación)

Algunos pesticidas tienen estructuras químicas muy estables y tardan años en


descomponerse a formas menos tóxicas. En las zonas en las que se echan estas sustancias
las concentraciones del insecticida son cada vez mayores y aunque haya pasado tiempo
desde la última aplicación el pesticida seguirá presente impregnándolo todo.

En muchos casos estos productos son, además, difíciles de eliminar por los organismos
porque son poco solubles en agua y tienden a acumularse en los tejidos grasos. Cuando
unos organismos van siendo comidos por otros el pesticida se va acumulando en mayores
proporciones en los tramos finales de la cadena trófica. De esta forma un pesticida que se
encuentra en concentraciones muy bajas, nada peligrosas, en un bosque o un lago, termina
estando en concentraciones decenas o cientos de veces más altas en los tejidos grasos de los
animales, como aves rapaces o peces o mamíferos depredadores que están situados en lo
más alto de la cadena trófica

5.- Movilidad en el ambiente

Otra fuente de problemas en el uso de pesticidas es que no permanecen en el lugar en el que


se han depositado sino que se esparcen a través del agua, del suelo y del aire, a veces a
grandes distancias.
6.- Riesgos para la salud humana

El contacto con pesticidas puede dañar a las personas en algunas circunstancias. Si el


contacto es con altas dosis de pesticidas puede producirse la muerte; pero dosis bajas con
largos períodos de contacto también pueden provocar enfermedades como algunos tipos de
cáncer u otras.

El número de personas que mueren por pesticidas es bajo pero decenas de miles de
personas se envenenan con ellos todos los años padeciendo síntomas más o menos graves.
La mayoría son agricultores u otras personas que trabajan en contacto con los pesticidas.
Sobre todo personas poco entrenadas para su uso, en los países en vías de desarrollo, son
las que sufren estos percances.

Como en el mundo actual todos estamos expuestos diariamente al contacto y a la ingestión


de pequeñísimas cantidades de plaguicidas y otros productos artificiales, algunos autores
sugieren que las consecuencias para la humanidad, a largo plazo, pueden ser serias. Hablan
de disminución de la fertilidad, aumento en el número de cánceres, malformaciones
congénitas, etc. Aunque no hay evidencia de que esto sea así, tampoco hay completa
seguridad de que el efecto a largo plazo de todo este conjunto de sustancias que estamos
poniendo en el ambiente sea totalmente inocuo.

Plaguicidas
Un plaguicida es una combinación de sustancias que se emplea para ahuyentar o eliminar
las plagas. Este concepto (plaga), por su parte, refiere a aquellos organismos que aparecen
de manera súbita y en gran cantidad, generando diferentes daños a las personas, los
cultivos, etc.
Es importante destacar que los plaguicidas pueden ser venenos u otras sustancias tóxicas,
capaces incluso de afectar al ser humano. Por eso deben emplearse con responsabilidad y
las autoridades deben controlar cuáles son los componentes de cada plaguicida que se
encuentra disponible en el mercado.

Pese a estos riesgos y efectos colaterales, los plaguicidas pueden ser efectivos para eliminar
insectos o roedores que transmiten enfermedades a las personas, para combatir a las
especies que se alimentan de plantas o frutas cultivadas para el consumo humano, o para
apartar los hongos capaces de afectar una construcción.

Tampoco conviene olvidar que los insectos parasitan el ganado, destruyen la madera y las
plantas destinadas a usos industriales y transmiten enfermedades al hombre. Consecuencia
de ello ha sido el rápido incremento de las ventas de productos agroquímicos a partir del
desarrollo de la industria moderna en la década de los años 40 con un aumento aproximado
del 10 % anual. En 1981 las ventas en todo el mundo, incluyendo usos no agrícolas,
ascendieron a 17.500 millones de dólares, de los cuales unos 14.000 millones
correspondieron a productos fitosanitarios. Dos tercios de estas ventas se realizaron en zonas
de agricultura intensiva de Europa Occidental, Norteamérica y Japón.

Sin embargo el uso de plaguicidas presenta varios inconvenientes que son necesarios tener
en cuenta. Hay que considerar en primer lugar que los plaguicidas alteran el balance de la
naturaleza desequilibrando los sistemas ecológicos. Este hecho tiene gran trascendencia, ya
que, como es sabido, el suelo es un ecosistema francamente complejo, en el que coexisten
multitud de poblaciones animales, vegetales y microbianas que mantienen entre sí y con el
agua y los elementos minerales edáficos un equilibrio dinámico muy preciso. La alteración
de este equilibrio por la introducción de unos agentes químicos tan activos, como suelen ser
los plaguicidas, producen una serie de fenómenos variados que probablemente afectan a
muchos de los elementos biológicos del suelo

El manejo de estos compuestos lleva consigo unos riesgos de intoxicación que deben ser
tenidos en cuenta por las personas que los manipulan y aplican. La toxicidad se establece
mediante ensayos en animales de experimentación y su expresión cuantitativa se representa
mediante la dosis letal media DL50, que corresponde a la cantidad de plaguicida necesario
para causar la muerte al 50% de los individuos que componen el lote de ensayo. La DL50
se representa en miligramos de plaguicida por kilogramo de peso de animal tratado en el
ensayo.

Cuanto menor sea su valor, mayor será la toxicidad del compuesto. En la figura 6 se
presentan los valores DL50 para una serie de plaguicidas organofosforados y
organoclorados (Report of the Secretary’s Comission on Pesticides and their relationship to
environment health). Este índice puede hacer referencia a la toxicidad oral aguda, crónica o
dérmica según que resulte:

a) De la ingestión, de una sola vez, de una cantidad determinada de tóxico,


b) de la ingestión de las partes por millón de tóxico presentes en la dieta alimenticia,
sucesivamente durante días
c) de la absorción del compuesto a través de la piel.
Existen diferencias de toxicidad muy grandes incluso entre plaguicidas del mismo tipo y de
estructura química semejantes. Las autoridades regulan la distribución y aplicaciones de los
productos más tóxicos y en algunos casos pueden llegar a prohibir su uso.

La toxicidad residual se refiere a los residuos en los alimentos y a la contaminación del medio
biológico. La presencia de residuos de plaguicidas puede dar lugar a una intoxicación de los
consumidores. Este hecho se evita estableciendo unas tolerancias de residuos en las que se
especifica la cantidad máxima en mg. de plaguicida por Kg. de producto vegetal que puede
admitirse en los alimentos en base a la toxicidad del producto activo y a la proporción del
alimento en la dieta normal. Para evitar la presencia de un residuo superior al tolerable, se
determinan los tiempos mínimos que deben transcurrir entre la aplicación del plaguicida y la
recolección de la cosecha.

Los Organismos Internacionales, como la FAO (Organización para la Agricultura y al


Alimentación) y la OMS (Organización Mundial de la Salud), han establecido los niveles
máximos admisibles respecto a la ingestión de plaguicidas normalmente utilizados en
distintos países, siendo las autoridades nacionales las encargadas de establecer una
legislación apropiada y vigilar cuidadosamente los residuos de los plaguicidas mediante
controles analíticos adecuados.

Fertilizantes
El adjetivo fertilizante se utiliza para calificar a aquello que sirve para fertilizar: lograr
que el suelo se vuelva fértil o gane más fertilidad. Gracias a la utilización de un producto
fertilizante, por lo tanto, se puede conseguir que la tierra ofrezca una mayor producción.
Es importante mencionar que fertilizante puede utilizarse como sinónimo de abono, otro
término que refiere a aquello que ayuda a mejorar la fertilidad del suelo o de los cultivos.

Un fertilizante, en definitiva, es una sustancia inorgánica u orgánica que presenta


nutrientes que pueden se asimilados por las plantas o que sirven para incrementar la calidad
nutricional del terreno. Estas sustancias realizan un aporte extra de los elementos químicos
que necesitan los vegetales para crecer.

Los fertilizantes inorgánicos son producidos en laboratorios u obtenidos a partir de la


explotación de un yacimiento natural. Se trata de fertilizantes minerales que contienen
potasio, hierro u otros nutrientes.

Los fertilizantes orgánicos, en cambio, son de origen vegetal o animal. El guano,


excremento de las aves, es uno de los fertilizantes orgánicos más conocidos: contiene
potasio, fósforo y nitrógeno. También es muy común el uso de estiércol, otro fertilizante
orgánico.

Más allá de su utilidad, la producción y el uso de fertilizantes pueden provocar diferentes


tipos de problemas tanto para el ser humano como para las plantas y los ecosistemas. La
contaminación del agua potable, la erosión y la emisión de gases de efecto invernadero son
algunos de sus potenciales efectos. Por eso, a nivel internacional, existen diversas
normativas que regulan y controlan la fabricación y la utilización de fertilizantes.

Calidad y salud del suelo


Es la capacidad específica que tiene un suelo para funcionar en un ecosistema natural o
antrópico (generado por el hombre), para sostener o mejorar la productividad de las plantas
y animales, controlar la polución del agua y del aire, favorecer la salud y la habitación del
hombre. Enfoca en forma integral los efectos que pueden tener sobre el suelo los diferentes
usos y las actividades tecnológicas (erosión, salinización, acidificación, pérdida de materia
orgánica, contaminación química). Lo novedoso de este concepto es que calidad aquí no es
sinónimo de producir, es decir el suelo de mejor calidad es el que produce cultivos de alta
calidad, sino se considera al suelo como parte del sistema ecológico, en el cual interactúa y
afecta a otras partes. Calidad entonces es la capacidad de producir sin resultar degradado o
sin perjudicar al ambiente. La salud de un suelo se determina por la evaluación a través del
tiempo de su calidad.

Los indicadores de calidad y salud son todas las propiedades positivas y negativas
determinantes de la función y utilización del suelo, en arreglo a la productividad y a la calidad
ambiental. Estos indicadores se seleccionan según el uso de la tierra (agrícola, ganadera,
forestal, urbanos) y entre ellos se encuentran la acidez, salinidad, actividad microbiana,
erosión, contenido de humedad, infiltración.

La calidad y salud se mantiene mediante el cuidado del suelo, término propuesto por la
Sociedad Internacional de la Ciencia del Suelo. Es un conocimiento para que productores,
técnicos, políticos y el ciudadano puedan trabajar para salvaguardar y preservar las tierras,
para las futuras generaciones, usándolas en forma sostenible.

Metales pesados
Tradicionalmente se llama metal pesado a aquel elemento metálico que presenta una
densidad superior a 5 g/cm3, aunque a efectos prácticos en estudios medioambientales se
amplía esta definición a todos aquellos elementos metálicos o metaloides, de mayor o menor
densidad, que aparecen comúnmente asociados a problemas de contaminación. Algunos de
ellos son esenciales para los organismos en pequeñas cantidades, como el Fe, Mn, Zn, B, Co,
As, V, Cu, Ni o Mo, y se vuelven nocivos cuando se presentan en concentraciones elevadas,
mientras que otros no desempeñan ninguna función biológica y resultan altamente tóxicos,
como el Cd, Hg o el Pb. Estos elementos tienen su origen en el substrato litológico,
apareciendo bien como elementos nativos o incorporados normalmente en las estructuras de
sulfuros, silicatos, carbonatos, óxidos e hidróxidos. Los aportes dominantes se producen por
deposición atmosférica y afectan de forma significativa a los primeros centímetros de suelo.
Son fuentes importantes de metales en suelos las cenizas y escorias de los procesos de
combustión de carbón fósil o derivados del petróleo (Figura 1), el aporte directo procedente
de actividades agrícolas (adición de fertilizantes, pesticidas, lodos de depuradoras, compost,
etc) y su acumulación a partir de residuos industriales, urbanos y mineros (metalurgi a,
fabricación de pinturas, barnices, disolventes, baterías, textiles, curtidos, etc).
Denominación Rango de pH

Ultra ácido < 3.5

Extremadamente ácido 3.5–4.4

Muy fuertemente ácido 4.5–5.0

Fuertemente ácido 5.1–5.5

Moderadamente ácido 5.6–6.0

Ligeramente ácido 6.1–6.5

Neutro 6.6–7.3

Ligeramente alcalino 7.4–7.8

Moderadamente alcalino 7.9–8.4

Fuertemente alcalino 8.5–9.0

Muy fuertemente alcalino > 9.0


Sustancia Unidades Suelo
(Concentración en Peso Seco)
Parámetros Generales
Conductividad mmhos/cm 2
PH 6a8
*
Relación de Adsorción de Sodio (Índice SAR) 4
Parámetros Inorgánicos
Arsénico (inorgánico) mg/kg 5
Azufre (elemental) mg/kg 250
Bario mg/kg 200
Boro (soluble en agua caliente) mg/kg 1
Cadmio mg/kg 0.5
Cobalto mg/kg 10
Cobre mg/kg 30
Cromo Total mg/kg 20
Cromo VI mg/kg 2.5
Cianuro (libre) mg/kg 0.25
Estaño mg/kg 5
Flúor (total) mg/kg 200
Mercurio mg/kg 0.1
Molibdeno mg/kg 2
Níquel mg/kg 20
Plomo mg/kg 25
Selenio mg/kg 1
Vanadio mg/kg 25
Zinc mg/kg 60
Parámetros Orgánicos
Benceno mg/kg 0.05
Clorobenceno mg/kg 0.1
Etilbenceno mg/kg 0.1
Estireno mg/kg 0.1
Tolueno mg/kg 0.1
Xileno mg/kg 0.1
PCBs mg/kg 0.1
Clorinados Alifáticos (cada tipo) mg/kg 0.1
Clorobencenos (cada tipo) mg/kg 0.05
Hexaclorobenceno mg/kg 0.1
Hexaclorociclohexano mg/kg 0.01
Fenólicos no clorinados (cada tipo) mg/kg 0.1
Clorofenoles (cada tipo) mg/kg 0.05
Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos mg/kg 0.1
(HAPs) cada tipo

El valor numérico del Índice de Adsorción de Sodio (SAR) es la concentración requerida


para que un suelo produzca todo tipo de cultivos.
Criterios de Remediación o Restauración del Suelo
Los criterios de Remediación o Restauración se establecen de acuerdo al uso que del suelo
(agrícola, comercial, residencial e industrial), y son presentados en la siguiente Tabla.
Tienen el propósito de establecer los niveles máximos de concentración de contaminantes
de un suelo en proceso de remediación o restauración.

Uso Del
Suelo
Sustancia Unidades Agrícola Residencial Comercial Industrial
(Concentración
en Peso seco)

Parámetros Generales
Conductividad mmhos/cm. 2 2 4 4
PH 6a8 6a8 6a8 6a8
Parámetros Inorgánicos
Arsénico mg/kg 12 15 15 15
(inorgánico)
Azufre mg/kg 500 - - -
(elemental)
Bario mg/kg 750 500 2000 2000
Boro (soluble en mg/kg 2 - - -
agua caliente)
Cadmio mg/kg 2 5 10 10
Cobalto mg/kg 40 50 300 300
Cobre mg/kg 63 63 91 91
Cromo Total mg/kg 65 65 90 90
Cromo VI mg/kg 0.4 0.4 1.4 1.4
Cianuro (libre) mg/kg 0.9 0.9 8.0 8.0
Estaño mg/kg 5 50 300 300
Flúor (total) mg/kg 200 400 2000 2000
Mercurio mg/kg 0.8 2 10 10
(inorgánico)
Molibdeno mg/kg 5 10 40 40
Níquel mg/kg 50 100 100 100
Plata mg/kg 20 20 40 40
Plomo mg/kg 100 100 150 150
Selenio mg/kg 2 3 10 10
Talio mg/kg 1 1 1 1
Vanadio mg/kg 130 130 130 130
Zinc mg/kg 200 200 380 380
Parámetros orgánicos
Aceites y Grasas mg/kg 500 <2 500 <4 000 <4 000
Hidrocarburos
Aromáticos
Monocíclicos
Benceno mg/kg 0.05 0.5 5 5
Etilbenceno mg/kg 0.1 1.2 20 20
Estireno mg/kg 0.1 5 50 50
Tolueno mg/kg 0.1 0.8 0.8 0.8
Xileno mg/kg 0.1 1 17 20
Compuestos mg/kg - - - -
Fenólicos
Clorofenoles mg/kg 0.05 0.5 5 5
(cada uno)
Fenoles (total) mg/kg 3.8 3.8 3.8 3.8
Hidrocarburos mg/kg <2 <5 <1
aromáticos
policiclicos
Benzo(a)antracen mg/kg 0.1 1 1 1
o
Benzo(a)pirenos mg/kg 0.1 0.7 0.7 0.7

Naftaleno mg/kg 0.1 0.6 22 22


Pirenos mg/kg 0.1 10 10 10
Hidrocarburos Clorinados
Bifenilospoliclor mg/kg 0.5 1.3 33 33
ados (PCBs)
total
Clorinados mg/kg 0.1 5 50 50
Alifáticos (cada
uno)
Clorobencenos 0.05 2 10 10
(cada uno)
Tetracloroetilen mg/kg 0.1 0.2 0.5 0.6
os
Tricloroetileno mg/kg 0.1 3 30 30
Pesticidas
Pesticidas mg/kg 0.1 0.1 0.1 0.1
organoclorados
y sus
Metabolitos
*
totales
Aldrin
Dieldrin
Clordano
1
DDT(total)
2
Endosulfan (total)
3
Endrin (total) mg/kg 0.01 0.01 0.01 0.01
4
Heptacloro mg/kg 0.01 0.01 0.01 0.01
Hexaclorocicloh mg/kg 0.01 0.01 0.01 0.01
exano (todos los
5
isómeros)
Atrazina mg/kg 0.005 0.005 0.005 0.005
Carbofuran mg/kg 0.01 0.01 0.01 0.01
Orgánicos - - - -
Misceláneos
Alifáticos no mg/kg 0.3 - - -
Clorinados (cada
uno)

¿Dónde Muestrear?
Una consideración importante al determinar dónde muestrear en un lote es la variabilidad
del área. Las propiedades del suelo naturalmente varían a lo largo de un lote y hasta a lo largo
de un mismo tipo de suelo. La variabilidad edáfica también es afectada por las operaciones
de manejo. Las características generales a considerar dentro del predio son:
· Áreas de surcos y de intersurcos,
· diferencias en el tipo de suelo,
· diferencias de manejo
· áreas con y sin paso de maquinarias,
· diferencias en el crecimiento de cultivos,
· áreas afectadas por salinidad versus áreas no
afectadas,
· diferencias en la pendiente, y
· áreas húmedas versus áreas no húmedas (drenaje).
Algunos lineamientos generales para la elección de sitios de muestreo son los siguientes:
(1) Para una estimación general de la calidad del suelo seleccione sitios de muestreo dentro
de un lote que sean representativos del lote. Recurra a mapas de suelo del área, para
identificar diferencias y variaciones entre tipos de suelos, dentro de la unidad de mapeo
Figura 1.1. 3 (Figura 1.1). Un barreno de mano puede ser usado para hacer una serie de
perforaciones con el fin de establecer las ubicaciones de las áreas más representativas del
lote.
(2) Para la evaluación de los sitios
problemáticos dentro de un lote, muestree
áreas que sean representativas de estos
sitios problema (Figura 1.2)
(3) Al comparar sistemas de manejo,
asegúrese que los sitios elegidos para la
comparación estén localizados en el
mismo tipo de suelo y en los mismos
rasgos topográficos. Por ejemplo, si los
sitios en un lote se miden sobre huellas de
maquinarias, en el otro lote los sitios de
muestreo deberán corresponder, también,
a huellas de maquinarias.
(4) Al monitorear cambios, con el paso
del tiempo, en la calidad del suelo,
asegúrese que cada vez se midan los
mismos sitios dentro del lote. Asimismo,
trate de realizar las medidas en iguales
condiciones de humedad para reducir la
variabilidad En algunos casos puede ser
conveniente comparar sitios de muestreo
a lo largo de un gradiente de tipos de
suelo, de humedad, pendiente, u otros
rasgos, en lugar de hacer la observación
en un solo punto (Figura1.3). Figura 1.2
Figura 1.3
TECNICAS DE REMENDACION DE LOS
SUELOS CONTAMINADOS

Vitrificación
Es una técnica de estabilización térmica que se basa en el calentamiento del suelo
contaminado a alta temperatura para conseguir su fusión y transformación en un material
vítreo estable. Así se reduce la movilidad de los contaminantes inorgánicos (principalmente
Hg, Pb, Cd, As, Ba, Cr y cianuros) y la destrucción de los contaminantes orgánicos por
reacciones de oxidación y/o pirólisis (FRTR, 1999b). Para que este tratamiento sea eficaz,
es necesario que el suelo contenga una cantidad suficiente de sílice para la formación de la
masa vítrea y óxidos alcalinos (Na, Li, K) que le confieran estabilidad. Cuando se lleva a
cabo ex situ, se eliminan los elementos gruesos del suelo a tratar y el calentamiento (1100-
1400ºC) se realiza normalmente a través de una corriente eléctrica aplicada en hornos
similares a los utilizados para la fabricación de vídreo (Wait and Thomas, 2003). Cuando
este tratamiento se realiza in situ, el calentamiento se consigue a través de electrodos de
grafito insertados en el suelo que permiten alcanzar temperaturas más elevadas (1600-
2000ºC) y que solidifican el material contaminado al enfriarse (Acar and Alshawabkeh,
1993). Más aún, a través de procesos de plasma, se pueden alcanzar temperaturas de hasta
5000ºC vía descargas eléctricas (Suthersan, 1997). La vitrificación da lugar a gases tóxicos
que deben ser recogidos y tratados antes de ser emitidos a la atmósfera. La textura y
humedad del suelo a tratar es determinante en la aplicación de esta técnica, puesto que el
elevado contenido en limo y arcilla puede dificultar la liberación del agua del suelo en el
proceso de calentamiento, la presencia de macroporosidad puede dificultar su tratamiento in
situ y requerir una compactación previa del terreno y el exceso de humedad puede
disminuir su eficacia. Esta técnica está especialmente indicada para tratar contaminaciones
poco profundas (Khan et al., 2004) y a gran escala y se han conseguido resultados
excelentes para confinar tanto contaminantes orgánicos como inorgánicos, reduciendo en
gran medida su lixiviado del suelo. No obstante, tiene un coste y un consumo energético
muy elevado y al modificar completamente el suelo se limita en gran medida su
reutilización.

Extracción de aire
Se emplea para extraer los contaminantes adsorbidos en las partículas de suelos no
saturados mediante su volatilización o evaporación a través de pozos de extracción
verticales y/u horizontales que conducen el aire con los contaminantes a la superficie.
Allí, pueden ser tratados en plantas especializadas (generalmente adsorbidos a carbono) o
ser degradados en la atmósfera de forma natural. La volatilización de los contaminantes
también se puede ver favorecida por prácticas como el arado, y el riego puede contribuir a
la solubilización y desorción de contaminantes que pueden ser arrastrados a la superficie
por evaporación. Esta técnica está indicada para suelos contaminados con sustancias
volátiles y semivolátiles como hidrocarburos ligeros derivados del petróleo, algunos
disolventes no clorados, hidrocarburos aromáticos policíclicos ligeros y compuestos
organoclorados volátiles. Sin embargo, no se recomienda para hidrocarburos pesados
derivados del petróleo, PCBs, dioxinas o metales (Grasso, 1993; Fischer et al., 1996; Khan
et al., 2004). A veces se puede aumentar el rendimiento de este tratamiento estimulando la
extracción de aire con temperatura, generalmente mediante la inyección de aire caliente.
Extracción de agua

Es una técnica empleada principalmente para acuíferos contaminados que consiste en


extraer el agua contaminada del suelo y del subsuelo, tanto de la zona saturada como de la
zona no saturada. Cuando se trata la zona saturada, el agua es bombeada a la superficie para
su posterior tratamiento, conocido con el término de Pump&Treat
(Bear and Sun, 1998; Illangasekare and Reible, 2001). Cuando se busca actuar sobre la
zona no saturada, normalmente se hace una inyección previa de agua, por gravedad o a
presión, que arrastre y lave los elementos contaminantes del suelo y que los almacene en la
zona saturada para ser posteriormente bombeada a la superficie. Esta inyección de agua se
puede ver reforzada con la adición de disolventes o compuestos químicos que puedan
favorecer la desorción de los contaminantes del suelo como tensoactivos, para eliminar
compuestos orgánicos de baja solubilidad; hidróxido sódico, para disolver la materia
orgánica del suelo; solventes solubles en agua como el metanol; sustitución de cationes
tóxicos por cationes no tóxicos; agentes complejantes como el EDTA; ácidos y bases, que
desorben metales y algunos compuestos orgánicos y sales; y agentes reductores y oxidantes
que incrementan la movilidad de los contaminantes. De esta forma, el tipo de suelo, su pH,
la capacidad de intercambio catiónico, el tamaño de partícula, la permeabilidad, etc., son
parámetros que determinan la eficacia de la desorción (Mulligan et al., 2001a).
Normalmente, los sistemas de Pump&Treat se utilizan para aguas subterráneas
contaminadas con compuestos orgánicos volátiles y semivolátiles, combustibles y metales
(Pacific Northwest Nacional Laboratory, 1994). Dependiendo del terreno, del tipo de
contaminación y de la recuperación que se quiera realizar, la extracción de agua se puede
llevar a cabo mediante pozos, a los que se les acopla un sistema de superficie del terreno
pozos extracción compresor tratamiento de gases tratados suelo contaminado aire

La recuperación de suelos contaminados bombeo para extraer grandes caudales; drenes, que
permiten una mayor superficie de contacto con la zona contaminada y que son empleados
especialmente en terrenos de baja permeabilidad; y zanjas de drenaje, también utilizadas en
terrenos poco permeables, con niveles freáticos poco profundos y extracción de caudales
más pequeños. En cualquier caso, una vez tratada, el agua extraída puede ser parcialmente
reinfiltrada en el suelo para contrarrestar efectos negativos de la extracción como la elevada
bajada del nivel freático, el posible asentamiento del suelo, ecosistemas dañados por
pérdida de humedad, etc. Este tratamiento es muy común pero no es el más eficiente puesto
que no es aplicable en terrenos fracturados o suelos arcillosos, el agua no se descontamina
totalmente para su consumo humano y presenta limitaciones como su elevado coste y
tiempo de ejecución.
Cómo evitar la contaminación del suelo
Para evitar la contaminación del suelo, es decir que esta empeore y conseguir reducir la ya
presente, hay que tener en cuenta cuáles son las posibles soluciones para la contaminación
del suelo. Así, estos son algunos puntos a tener en cuenta para conseguirlo:

1) Reducir: hay que acordarse de las 3R de la ecología y empezar por reducir la


cantidad de materiales y bienes que consumimos, debemos responsabilizarnos y
solo consumir lo necesario para no desperdiciar porque los desperdicios y residuos
contaminan y aceleran el desgaste del planeta. Así, empieza por reducir y ahorrar en
energía, materiales, alimentos y otros productos.

2) Reutilizar: la siguiente R es la de reutilizar. Es importante que cada producto que


tengamos a mano lo usemos todo lo posible, alargando su vida y utilidad al
máximo. Esto reduce enormemente el consumo y mal gasto de los recursos.

3) Reciclar: por último, la tercera R nos recuerda que hay que reciclar los materiales
cuando ya no podemos reutilizarlos más. De esta forma se tratarán en las plantas
especiales de reciclaje y este material volverá a su estado básico para volver a
fabricar otro producto nuevo, al que le volveremos a dar el máximo de usos. Con
estos tres primeros pasos se disminuye considerablemente la contaminación del
suelo.

4) Frenar la deforestación: otra acción importante para evitar la contaminación de la


tierra es ayudar a reducir al máximo la desofrestación, para conseguir que solo se
talen árboles cuando es realmente necesario y no por conseguir una mayor oferta en
un mercado ya saturado, puesto que por ello estamos dejando áreas enteras del
mundo sin vegetación. Aquí puedes consultar La evolución de la deforestación en
los últimos siglos para comprender mejor el gran impacto negativo de esta actividad
en los suelos y en todo el medio ambiente.

5) Plantar plantas y árboles: plantar árboles y todo tipo de plantas es una de las
mejores formas de ayudar a evitar la contaminación de la tierra, ya que la
vegetación protege los suelos y ayuda a mantener el equilibrio en estos. Además, la
vegetación es la mejor forma de limpiar el aire lo que también ayudará a evitar el
empeoramiento de este problema y a tener más posibilidades de solucionarlo.

6) Tener jardines y huertos: por lo mismo comentado en el punto anterior, si tienes la


posibilidad de en tu casa tener jardín y/o huerto hazlo. También es importante
promover que desde las administraciones como los ayuntamientos se creen zonas
verdes, jardines y huertos urbanos. El uso adecuado de la tierra ayudará a evitar que
esta se contamine y a eliminar los contaminantes que ya pueda haber en ella.
7) Usar biofertilizantes: si tienes huerto o jardín cuando uses fertilizantes, abonos o
incluso insecticidas o plaguicidas procura que estos sean totalmente naturales y que
no contengan sulfatos y otros químicos agresivos con la tierra, la vegetación, los
animales y todo el entono, pudiendo ser tóxicos también para nosotros. Así,
apúntate a la agricultura ecológica y usa biofertilizantes, abono orgánico o natural,
plaguicidas naturales, etcétera.

8) Evitar aguas contaminadas: para regar las plantas y el huerto usa siempre agua
limpia, para evitar vertidos contaminantes en la tierra. Si recoges el agua de la
lluvia, que es una práctica ecológica muy habitual, asegúrate de que no sea agua de
lluvia ácida ni, por supuesto, uses agua usada para limpiar el hogar o la ropa que
lleva jabones.

9) Consumir productos orgánicos, ecológicos y locales: algo también muy importante


para evitar la contaminación del suelo o la tierra es que optes por consumir
productos locales de producción ecológica u orgánica. Esto, aparte de ayudar a la
economía y las personas del lugar, supone una reducción de la contaminación
atmosférica, del agua, del suelo, etcétera. Se reduce notablemente el uso de
transportes, por tanto de emisiones de CO2 y otros gases contaminantes, se reduce
el uso de productos químicos en los cultivos, etcétera.

10) Ayudar a limpiar zonas afectadas: por último, cuando un terreno empieza a estar
contaminado es vital que ayudemos a frenar el origen de la contaminación y a
limpiar la zona, así como si en caso de que sea un terreno ya muy contaminado
actuemos de la misma forma para que no siga empeorando y se vaya solucionando.
Conclusión
No quemes desechos o basuras en el suelo y por el mismo motivo no uses cohetes y fuegos
artificiales. Procura un buen mantenimiento de tu automóvil o motocicleta para procurar
contaminar lo menos posible. Si te resulta posible usa transportes limpios, como la
bicicleta.
No fumes o reduce al máximo tu consumo si lo haces

Hay infinidad de productos naturales con química natural y no tóxica que no dañan el
entorno pero son igualmente efectivos para desinfectar y limpiar. Además, usando los
naturales podrás aprovechar el agua que uses en la limpieza para regar.
Bibliografía
Fernando Besnier Romero, A.A (2016). Acumulación de pesticidas en el suelo. Ministerio
de agricultura Francia.

M. J. Sánchez Martín; M. Sánchez Camazano, A.A (2010) Los plaguicidas. Adsorción y


evolución en el suelo. Instituto de recursos naturales y agrobiología.

Irene Ortiz Bernad; Juana Sanz García; Miriam Dorado Valiño; Susana Villar Fernández,
A.A (2007). Técnicas de recuperación de suelos contaminados. Universidad de Alcalá.

Webgrafia
Cumbre pueblos, A.A (2017) Contaminación del suelo: Qué es, causas, consecuencias y
soluciones. Recuperado el día 16 de Febrero del 2019

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