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Diego Fernando Rojas Ricaurte

Universidad Nacional
Las ciencias de la mente y explicación de la historia humana

Pregunta: ¿Qué quiere decir Foucault con “la soberanía del sujeto”?

Desarrollo:

En la introducción del libro La arqueología del saber, el único texto con un carácter
netamente metodológico del filósofo francés Michel Foucault, expone el panorama de la
historiografía en sus dos grandes ramas (Historia de las ideas y la Historia Económica o
Social). Foucault sitúa los problemas que se dan en los niveles epistemológicos de
construcción del conocimiento histórico y en el que sujeto, o la soberanía de este, entra a
jugar un papel fundamental.

Para Foucault, hay una serie de problemas metodológicos y epistemológicos que no se han
vinculado completamente al estudio de las ciencias sociales y de la historia: las
discontinuidades; la descripción de las series y los límites; las nociones de umbral, ruptura y
transformación1. En definitiva, un conjunto de elementos que han puesto en duda las
posibilidades de totalización y han generado la yuxtaposición de series que no puedan ser
reducidos a un esquema lineal, irreductibles al modelo general de una conciencia que
adquiere, progresa y recuerda.2

A raíz de esto, se evidencia un hábito en buscas orígenes y proyectar teleologías y un miedo


o aversión a construir planteamientos teóricos según estos problemas metodológicos, en
donde se puedan hallar consecuencias generales y funcionamientos según estos análisis.
Foucault sitúa un uso específico del análisis histórico, en donde la conciencia humana se
vuelve el sujeto originario de todo devenir y en donde su construcción a partir de las

1 Foucault, Michel. La arqueología del saber. México: Siglo XXI, Editores, 2010. P.23
2
Ibíd. P.13
continuidades ininterrumpidas pretende salvar contra todos los descentramientos, la
soberanía del sujeto.3

Michel Foucault señala que los trabajos de Marx, Nietzsche, permitieron descentrar de sus
análisis el devenir de la conciencia humana. Además, las investigaciones del psicoanálisis,
la etnología y la lingüística, descentraron al sujeto al plantearlo en relación con las leyes de
su deseo, las formas de su lenguaje y evidenciaron, la incapacidad o limitantes que tenía el
sujeto al momento de comprender su sexualidad, inconsciente, formas de lenguaje o la
regularidad de sus ficciones.4 Una serie de elementos que, junto a las nociones metodológicas
mencionadas anteriormente, permitirían situar el análisis histórico en otras centralidades y
otros espacios y causalidades de los procesos.

Pero, Foucault critica precisamente cómo se ha buscado dejar de lado estas nociones al ir en
contra de la posibilidad de construir una legitimidad del devenir de la conciencia humana. Se
busca defender un análisis histórico en donde el sujeto sea el centro y a su vez el fin; un
análisis que permita un uso ideológico de la historia, por el cual se trata de restituir al hombre
todo cuanto, desde hace más de un siglo, no ha cesado de escaparle.5 La historia como una
“herramienta” de la soberanía del sujeto busca justificar ese gran devenir de la conciencia
humana. Todo esto a través de las proyecciones de teleologías propias de la filosofía de la
historia; también, se direccionan o rebajan los aportes de Marx (totalidades) y Nietzsche
(primigenio) según las necesidades que aquella empresa demanda. Un conjunto de elementos
que construyen una fortaleza que busca defender aquella soberanía del sujeto, para la cual la
historia constituye su mayor defensa y guardián.

Una historia que Foucault busca problematizar y desmarcarse completamente, centrando su


análisis en un método que se libre completamente del sujeto, revisando y problematizando
las teleologías y las totalizaciones, y en el que las descripciones de los sistemas epistémicos,

3
Ibíd. P.21
4
Ibíd. P.22
5
Ibíd. P.24
los enunciados y las formaciones discursivas, permitan denotar una historia en el que la
soberanía del sujeto no esté presente.

Bibliografía:

Foucault, Michel. La arqueología del saber. México: Siglo XXI, Editores, 2010.

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