Para visionar mejor la importancia del ahorro en los hogares pobres,
consideremos la perspectiva contraria: el efecto de la falta de ahorro. El resultado más duradero de la falta de ahorro es la perpetuación de la pobreza, lo que se conoce como las “trampas de la pobreza” (Bernal, 2007) BIBLIO. Ante las restricciones de liquidez y la incertidumbre de ingresos y gastos futuros, la teoría tradicional predice que los hogares tendrían que tener más incentivos para ahorrar por motivos precautorios. No obstante, existe abundante evidencia empírica que muestra que hay hogares pobres que no ahorran ante estas circunstancias (Koulovatianos, Schröder, & Schmidt, 2006) BIBLIO. A este comportamiento de consumo y ahorro se le ha denominado “economía de subsistencia”. La economía de subsistencia plantea una serie de problemas a la teoría convencional de comportamiento racional. El destinar todos los ingresos al consumo inmediato y preferir crédito informal y no ahorro para suavizar el consumo contradice el principio de racionalidad de los agentes económicos (Carter & Zimmerman, 2000) BIBLIO. En términos similares, Nga (2007) BIBLIO sostiene que no hay incentivos para el ahorro con esta limitada perspectiva del futuro. Además considera que estos hogares no cuentan con los conocimientos financieros necesarios que les permita actuar más “racionalmente”. A esta conducta de los hogares pobres se le ha denominado “comportamiento miope” pues viola uno de los pilares básicos de la teoría económica: el principio de conducta racional. MARCO CONCEPTUAL Existe un término conocido como trampas de la pobreza, el cual establece que entre menos se ahorre más pobre se vuelve un hogar, en efecto, existe abundante evidencia empírica que muestra que hay hogares pobres que no ahorran ante estas circunstancias, a este comportamiento de consumo y ahorro se le ha denominado “economía de subsistencia”, lo que significa que destinar todos los ingresos al consumo inmediato, preferir crédito informal y no ahorro para suavizar el consumo contradice el principio de racionalidad de los agentes económicos. Además considera que estos hogares no cuentan con los conocimientos financieros necesarios que les permita actuar más “racionalmente”. PLANTEAMIENTO DE LA HIPÓTESIS Los hogares de Nicaragua que presentan economías de subsistencia pueden presentar niveles de ahorros positivos.