La discriminación racial que existía en Santo Domingo
en esa etapa era casi inexistente, si la comparamos con el tipo de esclavitud y el racismo que imperaba en todas las demás colonias de la América Española, por esta circunstancia los verdaderos protagonistas de la lucha por la reconquista española en Santo Domingo fueron los criollos, cuya gran mayoría eran mulatos como en la actualidad. Los mulatos constituían la composición social de Santo Domingo, pero con un sentimiento hispanista para la época que tenía sus razones lógicas, una de ellas era que luchaban por recuperar su identidad que aunque tenía su influencia africana, pero estaban conscientes de que ésta era compartida con la nación española. Moreu de Saint Mery, un conocido escritor francés nacido en Martinica, escribió una obra interesante en 1791, donde se refiere ampliamente al tipo de sociedad que existía en Santo Domingo en ese entonces, y comenta que: "Los prejuicios de color, tan poderosos en otras naciones, donde se ha establecido una barrera entre los blancos o sus descendientes, casi no existen en la parte española (...) Resulta de esta oponión un favor que se extiende necesariamente a los esclavos. Estos son alimentados necesariamente como sus amos, y tratado con una dulzura desconocida en los pueblos que poseen colonias". El oficial francés Gilbert Guillermín, es autor de una interesante obra, cuyo título es Diario Histórico, sobre los acontecimientos que tuvieron lugar en Santo Domingo, en la pág. 273 dice lo siguiente: "La fuerza de su ejército (refiriéndose a Juan Sánchez Ramírez) consistía en mulatos y negros", son dos muestras evidentes de que fueron los dominicanos quienes lucharon por derrotar a los franceses, para reconquistar sus raíces.
Intolerancia de las Autoridades Francesas
En el mes de diciembre del año 1803 Juan Sánchez Ramírez, nativo de La Mejorada Villa del Cotuí, había salido con su familia a la isla de Puerto Rico, cuando estuvo por allá imploró la vía reservada la protección Real que se le había ofrecido a través del Tratado de Basilea, lo que nunca tuvo efecto, como la de casi todos los emigrados de Santo Domingo a distintos puntos de América. Consumiendo todos lo que había llevado permaneció cuatro años, hasta que decidió volver a Santo Domingo en junio de 1807, desembarcando por el puerto de Macao y asentándose en terreno de su propiedad. Los franceses se dieron cuenta de su llegada y trataron de emplearlo como Comandante de Armas en su villa natal, pero dice Sánchez Ramírez en su Diario de la Reconquista (pág. 3) que se excusó como pudo ante los franceses, pues ya tenía algo en la mente para enfrentar lo que él y todos los dominicanos consideraban una odiosa ocupación extranjera.
El 2 de mayo de 1808 decidió llegar al pueblo de
Sabana de la Mar y allí supo la noticia de que Napoleón había prácticamente secuestrado a Fernando VII y que José Bonaparte, hermano de Napoleón, iba a gobernar la península. Dice Juan Sánchez Ramírez (pág. 4) que desde ese momento no pudo sacudir de interior la idea de la guerra contra los franceses aquí en Santo Domingo, y casi de inmediato inició los preparativos para llevar a cabo una rebelión, porque se había enterado más adelante que España le había declarado la guerra a Francia. Sánchez Ramírez viajó por diferentes pueblos de Santo Domingo, y todos le dieron su apoyo para combatir a su lado y recuperar la nación dominicana, la cual se había perdido con la ocupación francesa.