Aire Acondicionado y Ventilador: ambos funcionan para aliviar esa sensación de calor tan

incómoda, pero aunque el aire acondicionado se considere el más práctico, también es el que
más desventajas presenta para nuestra salud.

El aire acondicionado seca el ambiente donde expulsa el aire, lo que puede provocar irritaciones a
los expuestos, causando molestias rinofaríngeas, sequedad en los ojos o incluso irritaciones
dérmicas. O a personas más sensibles puede producir faringitis y rinorrea intensa.

Además, inhalar directamente el aire frio y la sequedad de este disminuyen las barreras
defensivas del epitelio bronquial haciéndolo más vulnerable a las infecciones, tanto bacterianas
como virales.

Incluso las personas que sufren asma pueden llegar a sufrir una crisis bronco-espasmo.

Asimismo el aire, el aire acondicionado puede desencadenar migrañas a partir de cefaleas, y a

quienes hacen uso de lentillas pueden verse perjudicado por irritaciones que le impida utilizarlas si
están mucho tiempo tras el aire acondicionado.

El ruido provocado por el electrodoméstico o del aire atravesando las conducciones, pasa
inicialmente desapercibido pero al salir del lugar o al apagar el aparato se pueden padecer
acufenos (zumbidos o silbidos que escuchan en uno o ambos oídos, sin que exista una fuente
exterior de ruido.)Con sensación de pérdida auditiva temporal si se ha expuesto mucho a ese
aparato.

Temperatura ideal 21ºC a 25ºC dependiendo de la actividad física, pero es imprescindible que no
se baje a menos de 21ºC,esto aplica inclusive para cuartos de control u oficinas.

Hay que adoptar el habito de respirar siempre por la nariz cuando el AA este en funcionamiento,
puesto que las fosas nasales se encargaran de calentar y humidificar el aire que inhalamos.