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AÑO DEL DIALOGO Y RECONCILIACION NACIONAL

Universidad nacional de la amazonía peruana

Facultad de Farmacia y Bioquímica

Cátedra de Bioquimica Aplicada

Tema : Bioquímica clinica y embarazo: diagnostico


prenatal. Pruebas bioquímicas de
seguimento (monitorizacion) fetal: hCG, hPL,
a-FP. Programa de deteccion neonatal.
Câmbios bioquímicos. Papel del laboratório
clinico em el seguimento de la gestacion.
Bioquimica

Docente :Q.F. Wilfredo O. Gutierrez Alvarado

Alumno : Tapullima Paima Teddy Luis

Nivel : V

Ciclo : IX

IQUITOS – PERÚ

2018
INTRODUCCION

El diagnóstico del embarazo es relativamente fácil, si se considera que constituye la causa más
frecuente de tumor abdominal y amenorrea en la mujer en edad reproductiva; sin embargo,
no pocas veces se somete a la embarazada a un tratamiento con drogas potencialmente
teratogénicas o a una operación ginecológica, sobre todo en etapas precoces de la gestación.1

El diagnóstico de embarazo pone a prueba los conocimientos, la experiencia y los recursos con
que cuenta el médico. Su seguridad se precisa por razones personales, médicas y legales. En lo
personal, una mujer puede estar interesada en saber si está embarazada o no, para poder
hacer planes de estudio o trabajo a futuro. Desde el punto de vista médico, puede ser
importante hacer el diagnóstico de embarazo antes de someter a la paciente a un estudio
radiológico o a una intervención y, en lo legal, puede ser necesario saber si existe un embarazo
a la hora de cualquier trámite. 1

DIAGNOSTICOS DE EMBARAZO

SIGNOS POSITIVOS

Presencia del feto Uno de los signos positivos de embarazo consiste en poder demostrar la
presencia de estructuras embrionarias mediante ultrasonido, rayos X, embrioscopia y
fetoscopia. 1

Ultrasonido. Mediante la ecosonografía bidimensio-nal es posible detectar estructuras fetales


que varían según la edad gestacional, tal como se describen a continuación. Semana 5: aunque
se ha señalado la posibilidad de detectar el saco gestacional implantado dentro de la cavidad
endometrial a partir de la semana 4, no es sino a partir de la semana 5 cuando el método
adquiere valor diagnóstico. En esta fecha se puede visualizar claramente el saco gestacional
que aparece como una imagen intrauterina econegativa, redonda, de aproximadamente 2 cm,
que está rodeada por una zona más ecogénica gruesa, en forma de un anillo que se diferencia
con facilidad de la ecogenicidad del miometrio y que es la zona de implantación. 1

Semana 6: el saco adquiere una forma oval y se comienza a ver una estructura ecogénica en
forma de medialuna en alguno de los polos del saco gestacional que constituye el corion
frondoso o placenta primitiva. Hacia el lado opuesto, el sincitiotrofoblasto se degenera y forma
el corion calvo que se distingue fácilmente del frondoso. En esta época del embarazo, el saco
mide unos 3 cm y son visibles las estructuras embrionarias en la forma de un elemento más
ecogénico dentro del saco amniótico que se ha denominado “botón embrionario”. El uso de la
ecosonografía por vía vaginal permite detectar el latido cardíaco y medir el saco porque como
se realiza con la vejiga vacía no se deforma, como ocurre cuando se realiza el ultrasonido por
vía abdominal. 1

Semana 7: el embrión es más visible y mide aproximadamente 1,5 cm. Entre las semanas 5 y 8,
es posible ver, dentro de la cavidad uterina, una zona econegativa redondeada y a veces
triangular que no pertenece a las estructuras fetales y que corresponde al sangrado de
implantación. En estos casos, es común para el médico con poca experiencia hacer el
diagnóstico erróneo de embarazo gemelar; por eso, el diagnóstico de embarazo múltiple se
debe hacer sólo cuando se vean dos o más embriones con latido. A medida que el embarazo
progresa, esta imagen va desapareciendo, de tal manera que es raro que persista mas allá de
la semana 15. Cuando se utiliza el ultrasonido vaginal aparece una estructura redondeada,
menor de 1 cm, entre el feto y la placenta que se denomina saco vitelino y que desaparece en
las siguientes semanas. 1

Semana 8: el latido cardíaco se identifica fácilmente y comienzan a observarse los


movimientos fetales. 1

Semana 9: se identifica la cabeza fetal y se ven esbozos de los miembros. La visualización de la


placenta es fácil y se diferencia del corion calvo. 1

Semana 10: los miembros se reconocen fácilmente, la cabeza y el tórax son de tamaño similar
pero fáciles de diferenciar. El embrión mide ahora 3,5 cm y los movimientos fetales son más
evidentes. La placenta se comienza a visualizar como una estructura más ecogénica cerca del
miometrio. 1

Semana 11: el embrión se ve claramente y se identifica la cabeza. Los huesos de las


extremidades, sobre todo los de las extremidades superiores, son fáciles de distinguir.
También es posible distinguir el amnios antes de que se adose a la pared uterina .
Generalmente, es hasta esta edad gestacional que el ultrasonido vaginal es mejor que el
abdominal para la valoración fetal y placentaria porque a partir de esta fecha el útero deja de
ser un órgano pélvico y las estructuras se ven mejor mediante la ecosonografía abdominal. 1

Semana 12: la cabeza se ve con claridad y tiene un diámetro aproximado de 2 cm. La placenta
ya está totalmente definida y el corion calvo se confunde con la pared interna del miometrio.
Existe una excelente correlación entre los hallazgos ecosonográficos, la edad gestacional y los
valores de gonadotropina coriónica humana. 1

Rayos X.

La presencia radiológica del esqueleto fetal ha sido señalada a partir de la semana 14, pero es
sólo a partir de la semana 16 cuando tiene valor clínico porque antes de esa semana el
porcentaje de falsos negativos es elevado, lo que le resta valor práctico al método
(Bartholomew et al, 1921). Debido a los posibles efectos sobre el feto, esta técnica ha sido
substituida por la ecosonografía, que hasta la fecha ha probado ser inocua. 1

La evaluación endoscópica del embrión y el feto se ha utilizado para valorar la anatomía y


normalidad y no como método diagnóstico de embarazo; sin embargo, por permitir su
visualización se incluye como técnica para determinar la presencia del feto. Embrioscopia. Se
utiliza un endoscopio rígido que se introduce mediante guía ultrasonográfica a través del
orificio cervical, lo que permite la visualización completa del embrión, así como también tomar
muestras de sangre y tejido fetal. El momento ideal para el estudio es entre las semanas 8 y 11
porque en este período se puede realizar la evaluación de la anatomía fetal y asegura que no
se han fusionado el corion y el amnios, lo que disminuye el peligro de ruptura accidental de
esta última capa durante el procedimiento. Esta técnica no ha tenido mucha difusión por los
altos costos y el aumento de la morbilidad materno-fetal. 1

Fetoscopia.
Mediante una punción abdominal se introduce un trocar fino a través del cual se inserta a la
vez un sistema óptico que permite ver el contenido intrauterino y estudiar el feto,
fotografiarlo, tomar biopsia, etc. Se ha utilizado a partir de la semana 16 de gestación y no
tiene una difusión universal por los riesgos materno-fetales que implica su técnica. 1

Actividad cardíaca fetal

La detección de un latido abdominal regular, generalmente entre 120 y 160 latidos por minuto,
e independiente del latido materno, constituye un signo positivo de embarazo. Entre las
formas de detectar el latido cardíaco fetal se encuentran: el ultrasonido, la electrocardiografía
y la auscultación directa. 1

Ultrasonido. Durante la semana 5 de gestación se forma el corazón primitivo de dos tubos de


células provenientes del mesodermo. Hacia el final de esta semana los tubos comienzan a
bombear sangre a un doble sistema vascular primitivo; sin embargo, este movimiento sólo
puede ser detectado con equipos de ecosonografía bidimensional en tiempo real a partir de la
semana 6. 1

El ultrasonido que utiliza el efecto Doppler continuo permite detectar el latido cardíaco
alrededor de la se-mana 9, pero en un porcentaje bajo de casos. La técnica adquiere mayor
valor alrededor de la semana 12, en la que el porcentaje de seguridad diagnóstica es de un
90% y es prácticamente del 100% a partir de la semana 16. Este método es práctico, portátil,
sencillo y económico. Algunos equipos de ultrasonido que utilizan el efecto Doppler de doble
pulso, permiten hacer un análisis espectral de las diferentes frecuencias que se han derivado
de las distintas velocidades de los eritrocitos que circulan por los vasos sanguíneos. Si se usa la
vía vaginal, es posible identificar el latido cardíaco a partir de la semana 5. Con el ultrasonido
Doppler de flujo de color, la frecuencia de onda de los eritrocitos es captada por una
computadora y transformada en color (azul o rojo) lo que permite una visualización más fácil
de la circulación sanguínea. 1

Electrocardiografía.

Existen dos formas de electrocardiografía fetal durante el embarazo: la directa, que es la


utilizada en el período intraparto, mediante la colocación, por vía vaginal, de electrodos
especiales aplicados a la parte fetal que se presenta en la pelvis y que se ha utilizado como una
alternativa a la cardiotocografía para el diagnóstico de bienestar fetal intraparto . En tanto que
la indirecta es a través del abdomen materno. Con esta última técnica, es posible el
diagnóstico de embarazo a partir de la semana 14-16, pero es complicada y con un alto
porcentaje de falsos negativos, por lo que se descarta como un método práctico y tiene sólo
valor histórico. 1

Auscultación directa.

Mediante el estetoscopio fetal es posible la detección del latido cardíaco a partir de la semana
17-18 pero, en general, es en la semana 20 cuando adquiere valor diagnóstico y es posible
detectarlo en el 80% de los casos. En la semana 21 se determina en aproximadamente el 95%
de los casos, y en la semana 22 en todos los casos, de allí la limitación de este método. 1
Movimientos fetales

La detección de los movimientos fetales por un médico constituye un signo positivo de


embarazo y se puede hacer de tres formas diferentes: ultrasonido, palpación manual y
tocodinamometría. 1

DIAGNOSTICO PRENATAL

A. TÉCNICAS NO INVASIVAS

1. Exámenes de sangre y orina maternos

Estos exámenes rutinarios permiten la determinación de anticuerpos específicos frente a


determinadas enfermedades infecciosas, descarte de enfermedades metabólicas en la
gestante (diabetes, fenilcetonuria,…), determinación del grupo sanguíneo materno y estudios
citogenéticos. 2

2. Cribado en el suero materno (triple cribado)

Mediante el triple cribado se miden tres marcadores sanguíneos y se realiza en la mayoría de


las gestantes entre la semana 15 y 20 de gestación. Este estudio permite identificar aquellas
gestantes que presentan un riesgo incrementado para el síndrome de Down, Trisomía 18, los
defectos del tubo neural, una gestación múltiple y una muerte anteparto. Los tres
componentes séricos medidos son la alfafetoproteína (AFP), el estriol no conjugado (uE3) y la
gonadotropina coriónica humana (HCG). En la tabla 2 se recogen los valores de estos tres
marcadores bioquímicos para cada uno de los casos anteriores. 2

El cribado en el suero materno es únicamente un método de screening y no una prueba


diagnóstica. En aquellas gestantes en las que el cribado sea positivo es necesaria la realización
de una prueba diagnóstica como puede ser la amniocentesis, biopsia corial, etc. Aquellas
pruebas en las que el resultado sea “negativo” el riesgo de tener un hijo con alguna de estas
patologías será menor pero no nulo, ya que se trata de la estimación un riesgo. 2
3. Ecografías

Es una técnica fundamental en el diagnóstico prenatal ya sea como un método diagnóstico en


sí mismo o como procedimiento de apoyo de otras técnicas. Los principales objetivos de las
ecografías son: a) Fijación de la edad gestacional, mediante una biometría precoz y la medición
de la longitud craneocaudal del feto entre las semanas 8ª y 13ª, en los casos que sea posible;
b) determinación de la vitalidad fetal, a través de la valoración de la frecuencia cardiaca,
movimientos fetales corporales y respiratorios. Durante el segundo trimestre puede ser útil
para conocer el sexo del feto con una alto grado de seguridad. 2

En la actualidad se trata de uno de los medios de diagnóstico prenatal con mayor fiabilidad
debido al progreso técnico que ha sufrido, la experiencia acumulada en este campo y la escasa
invasividad que presenta. 2

Los marcadores ecográficos más utilizados son la translucencia nucal y la ausencia de hueso
nasal. Actualmente está en estudio la validación como técnica de cribado el estudio del ducto
en la semana 12 de gestación. 2

La translucencia nucal se valora entre las semanas 10 y 13 y permite alcanzar tasas de


detección del 91%. La mayor desventaja de esta medición es la posibilidad de obtener
resultados contradictorios. La ausencia de hueso nasal se determina durante el primer
trimestre, y es señal de un retraso de la osificación por una alteración de la matriz extracelular
en el síndrome de Down, ya que es un signo que aparece en el 73% de los fetos con síndrome
de Down y sólo en un 0,5% de los fetos normales. 2

A partir de las semanas 18-20, una vez completada la fase de desarrollo embrionario se puede
realizar una ecografía de alta resolución que permite detectar malformaciones estructurales
mayores. 2

Hasta el momento no existe ninguna evidencia de que la ecografía sea peligrosa para el feto o
la gestante. 2

4. Análisis del adn fetal procedente de células fetales circulantes en la sangre materna

La circulación sanguínea materna contiene en una muy baja proporción células fetales. Este
hecho demostrado en 1969 fue la clave para el desarrollo de esta técnica, que se basa en la
obtención de células fetales mediante un método no invasivo a partir de sangre materna para
el diagnóstico de determinados trastornos monogénicos, la determinación del sexo y para el
análisis cromosómico. 2

Es una técnica en desarrollo que presenta como mayor desventaja la escasa cantidad de
células fetales existentes en la circulación materna. Además aún no se ha dado con el tipo
celular ideal para el estudio, los linfocitos fetales parecen ser el mejor candidato aunque
puede dar lugar a resultados confusos en embarazos posteriores. 2

Hasta el momento no se ha determinado el momento adecuado de la gestación para la


realización de esta técnica o la determinación de la fracción de células fetales. El aumento del
número de células fetales en la circulación materna en los casos de trisomía 21 podría ser
utilizado como un factor de detección de esta anomalía. 2

La aplicación de las más novedosas técnicas de diagnóstico molecular, como la PCR digital o la
secuenciación en masa, al análisis del ADN fetal parece indicar que la detección no invasiva de
anomalías cromosómicas (trisomías) en el feto puede convertirse en un futuro no muy lejano
en un estudio de rutina. Con su implantación generalizada algunos vaticinan el final de las
técnicas invasivas actualmente utilizadas (amniocentesis o biopsia coriónica). Sin embargo,
todavía está por demostrar su utilidad en la detección prenatal de enfermedades hereditarias
mendelianas, como la fibrosis quística o las talasemias. 2

B. TÉCNICAS INVASIVAS

1. Amniocentesis

Se trata de una técnica invasiva mediante la cual se consigue la extracción de líquido amniótico
con una punción a través del abdomen guiada por una ecografía. Es una prueba sencilla que se
realiza de forma ambulatoria y no precisa anestesia local. El líquido obtenido contiene células
que son descamadas del feto en desarrollo, por lo tanto contienen ADN de origen fetal que
permite, tras ser cultivadas, la realización de distintas pruebas diagnósticas, entre las que se
encuentran el análisis bioquímico y molecular y un cariotipo. Es una técnica que se realiza
entre la semana 14-16 de gestación. La amniocentesis se ha establecido como una técnica de
rutina en pacientes mayores de 35 años. Antes de la realización de la amniocentesis es
necesaria una ecografía para confirmar la viabilidad fetal, la edad gestacional, el número de
fetos, la normalidad estructural y la posición óptima de inserción de la aguja, ya que deberá
evitar la placenta y el feto. 2

Mediante esta técnica se puede medir la concentración de la alfafetoproteína, que permitirá


de detección de defectos del tubo neural. Durante mucho tiempo la larga espera para la
obtención de los resultados de esta prueba ha constituido uno de los mayores inconvenientes
de la amniocentesis. En la actualidad, mediante técnicas de biología molecular (PCR y FISH)
pueden determinarse en 24 horas la normalidad numérica de los cromosomas para descartar
las aneuploidías más frecuentes como son las de los cromosomas X, Y, 13, 18 y 21. Otra
aplicación de esta técnica es la determinación de fosfolípidos de origen pulmonar para
confirmar la madurez funcional del pulmón durante el tercer trimestre. 2

El riesgo de aborto como consecuencia de la realización de la amniocentesis incrementa del


0,5 al 1% sobre el riesgo basal estimado entre 2-3%. Aunque no suelen aparecer con
frecuencia otras complicaciones relacionadas con esta técnica serían: la pérdida del líquido
amniótico, infección y lesión fetal por punción de la aguja. Tras una prueba prenatal invasiva
existe el riesgo de inmunización Rh de la madre, por ello se administra inmunoglobulina Rh.a
todas las gestantes Rh-negativas a las que se somete a dicha prueba. 2

2. Biopsia corial

Se trata de una biopsia de las vellosidades coriales (tejido placentario) ya que contiene tejido
trofoblástico fetal (parte extraembrionaria del blastocisto). Se puede practicar por vía
transabdominal o transcervical, dependiendo de la localización de la placenta por ultrasonido.
En el primer caso se realiza mediante una punción transabdominal y la posterior aspiración de
vellosidades; en el segundo se requieren unas pinzas especiales obteniéndose la muestra a
través del cuello uterino. En ambos casos es necesario un control ecográfico para el correcto
desarrollo de la técnica. La práctica de esta técnica se realiza entre las semanas 10-12 de
gestación. 2

Permite la realización de los mismos estudios que la amniocentesis a excepción de la medida


de la concentración de la alfafetoproteína, que se realizará posteriormente. 2

La mayor ventaja de esta técnica es la posibilidad de realizarla en un estadío temprano de la


gestación, permitiendo reducir el período de incertidumbre y aumentando la posibilidad de
planificación de las intervenciones más adecuadas. Además permite la obtención de los
resultados de forma más rápida. Su mayor desventaja es que presenta un riesgo de aborto
mayor que en el caso de la amniocentesis, incrementando el riesgo basal (2-5%) en un 1-2,5%.
Otro inconveniente que presenta esta técnica es la posibilidad de contaminación de la muestra
con células maternas o la aparición de resultados ambiguos debido a mosaicismos
cromosómicos, por lo que será necesario confirmar los resultados obtenidos mediante otras
técnicas. 2

3. Funiculocentesis

Esta técnica se basa en la extracción de sangre fetal por punción del cordón umbilical, por ello
también se conoce como cordoncentesis. Al igual que las dos técnicas anteriores precisa de un
seguimiento ecográfico para desarrollo seguro de la prueba. Se reserva para los embarazos en
un avanzado estado de gestación ya que se puede realizar entre las semanas 19 y 21. 2

La principal utilidad de esta técnica es la realización de un cariotipo fetal seguro y en un corto


período de tiempo. Además, también permite el estudio de la anemia fetal y la transfusión
fetal, diagnóstico de infecciones como toxoplasmosis y parvovirus B19. 2

La tasa de pérdidas fetales debidas a la funiculocentesis oscila el 4%, por lo que es una técnica
restringida a aquellos casos en los que se han detectado anomalías fetales por ecografía,
errores metabólicos congénitos, han fallado los cultivos celulares de líquido amniótico o se han
obtenido resultados ambiguos en otras pruebas. 2

4. Embrioscopia y fetoscopia

Ambas técnicas permiten la visualización directa del feto mediante la introducción de un


endoscopio en la cavidad amniótica, siempre bajo control ecográfico. Permiten una valoración
más precisa de posibles malformaciones fetales. La fetoscopia se realiza durante la 20 semana
de gestación y requiere de sedación y anestesia local. Es una técnica que requiere de personal
altamente cualificado y un equipamiento específico y costoso. Por todo ello el riesgo de
pérdida fetal es muy superior al producido por cualquier otra de las técnicas vistas hasta el
momento. 2

A pesar de ser una técnica en desuso debido al desarrollo de los equipos de ultrasonografía,
sigue siendo de utilidad en los casos que se requiera la toma de muestras fetales, como es el
caso de una biopsia de piel o hepática y también en aquellos casos en los que sea necesaria
una intervención quirúrgica fetal o tratamientos intraúteros médicos. En la tabla 3 se
comparan las características de las tres técnicas invasivas más habituales de diagnóstico
prenatal. 2

En la actualidad existen otras técnicas de diagnóstico prenatal emergentes como son el


diagnóstico genético preimplantacional y la obtención de células fetales en la sangre materna.
2

C. DIAGNÓSTICO GENÉTICO PREIMPLANTACIONAL

Aunque no es el objeto de este capítulo, el diagnóstico genético preimplantacional es una


técnica que se emplea cada vez en más parejas con antecedentes de enfermedad hereditaria y
que utiliza de forma conjunta técnicas citogenéticas y/o moleculares para la selección de
embriones no portadores de la anomalía cromosómica o la mutación de la enfermedad en
cuestión. Dichos embriones serán seleccionados para trasferirlos al útero materno tras un
proceso de fecundación in vitro. Los embriones portadores de la anomalía genética, que
teóricamente estarán afectados, son desechados, lo que ha planteado importantes
controversias desde el punto de vista ético. Hasta la actualidad, dada la escasez de datos sobre
esta técnica, no se ha demostrado efectos nocivos en los embriones. La mayor ventaja de este
procedimiento es que elimina la necesidad de realizar las técnicas invasivas vistas con
anterioridad. 2
PAPEL DEL LABORATORIO CLINICO EN EL SEGUIMIENTO DE LA GESTACION

En evolución constante, el control global de un embarazo se basa en una colaboración activa


entre obstetras, analistas clínicos, ecografistas, pediatras y anestesistas. El aporte de las
investigaciones biopatológicas es muy importante en la prevención de los riesgos maternos y
fetales. Las pruebas se pueden agrupar en cuatro clases principales: 2

• pruebas obligatorias por reglamentación; 2

• pruebas que, aunque potestativas, por consenso la comunidad médica las considera casi
indispensables (pruebas biopatológicas recomendadas); 2

• pruebas ampliamente prescritas, pero cuya utilidad de aplicación a todas las mujeres
embarazadas es discutida por algunos obstetras; 2

• pruebas prescritas según los antecedentes patológicos o la aparición de afecciones


imprevistas; Se realizará una mirada crítica sobre la utilidad real de estos análisis, dado que
algunos de ellos se prescriben en el contexto de judicialización creciente que se ejerce contra
los profesionales de la salud. 2

1 CONTROL INMUNOHEMATOLÓGICO

El control inmunohematológico comprende la determinación del grupo sanguíneo, fenotipo de


RhesusKell y la detección de aglutininas irregulares (RAI). 2

Tarjeta de grupo

Ante el riesgo de hemorragia per partum potencialmente grave, el equipo obstétrico debe
elaborar un dossier pretransfusional irreprochable a toda mujer embarazada. La
reglamentación impone la realización de dos determinaciones del grupo fenotipados en
RhesusKell realizadas por el mismo laboratorio. Éste debe inscribir los resultados en la misma
tarjeta, asegurarse de la identidad correcta de la paciente y hacer figurar en ella nombre y
apellidos, lugar, fecha de nacimiento y dirección de la paciente. Una vez comunicados al
médico los resultados, éste, para evitar toda ambigüedad debe verificar la coherencia entre el
nombre mencionado en la tarjeta de grupo y el indicado paciente2

Búsqueda de aglutininas irregulares

La inmensa mayoría de los antígenos de grupo sanguíneo pueden ser el origen de una
incompatibilidad feto-materna (IFM), responsable de la enfermedad hemolítica del recién
nacido. Pero los anticuerpos desarrollados por la madre más frecuentemente encontrados son
los dirigidos contra los antígenos de los sistemas Rhesus y Kell. 2

La reglamentación impone 4 RAI (determinación de aglutininas irregulares, Coombs Indirecta)


en mujeres Rhesus negativas (anti-Rh1 son los anticuerpos más frecuentes) o con
antecedentes de transfusión, en el 3º, 6º, 8º y 9º mes de embarazo y una única, en el 3º mes,
en la mujer Rhesus positiva.2

En todos los casos, ante una hallazgo positivo, se deben identificar y dosar los aloanticuerpos.
La realización del fenotipo en el sistema implicado es pues indispensable para definir el
carácter auto o alo del anticuerpo (los autoanticuerpos no están implicados en IFM). En estos
casos, el control mensual del título de anticuerpos se debe realizar cada mes hasta el término
del embarazo. En caso de aumento del título de anticuerpos, se aumentará el control
biopatológico y ecográfico. 2

Es importante hacer el grupo sanguíneo al padre en el sistema incriminado. En efecto, si éste


no posee el antígeno (al igual que la madre), el riesgo de IFM es nulo. Atención: sin embargo,
estas mujeres deben ser controladas porque se debe sospechar siempre una pareja Rhesus
positiva (incertidumbre posible en cuanto a la identidad del padre). 2

2 HEMOGRAMA

La realización sistemática de recuento y fórmula sanguínea es obligatoria en el 6º mes de


embarazo. Permite detectar las anemias por carencia de hierro que son frecuentes en la mujer
embarazada. Entonces, es deseable suplementar a la paciente porque la carencia marcial la
expone a un riesgo de parto prematuro y a un peso bajo al nacimiento. Por ello, está
recomendado el cribado precoz de estas anomalías mediante la realización de un hemograma
en el tercer mes. Una hemoglobina inferior a 11 g/dL justifica la prescripción de una
dosificación de ferritina y una terapia suplementaria hasta corrección de la anemia (control a
las 6 semanas). Por el contrario, los complementos de hierro son inútiles, incluso indeseables,
si el hemograma es normal. 2

El hemograma también permite sospechar una anomalía genética de la hemoglobina


(presencia de microcitosis en ausencia de carencia marcial). Por tanto, se recomienda realizar
una búsqueda de las anomalías de la hemoglobina en todas las mujeres de origen no caucásico
(sin olvidar a las mujeres del perímetro mediterráneo). En efecto, ciertas anomalías no
originan modificación del hemograma. 2

La drepanocitosis es la anomalía genética más frecuente en el mundo. En Île-de-France (región


parisina), un niño de cada 1.000 nacimientos presenta la forma mayor. Finalmente, unas 60
defunciones maternas al año están asociadas con hemorragias obstétricas. Sobre todo al final
de embarazo se hará un despistaje de trombopenias importantes que puedan ocasionar
hemorragias, mediante el recuento de plaquetas (normal >120 G/L). Un recuento inferior a 80
.G/L descarta la realización de anestesia epidural. 2

PRUEBAS BIOQUIMICAS DE SEGUIMIENTO FETAL.

La hormona gonadotrofina coriónica humana, coriogonadotropina o gonadotropina coriónica


humana (hCG) es una proteína sintetizada principalmente por los tejidos embrionarios; está
constituida por 2 cadenas de aminoácidos denominadas alfa (α) y beta (β), unidas no
covalentemente por un puente sulfidrilo, que si se separan pierden su actividad biológica; es
decir, que ninguna tiene actividad por sí misma, pero la recuperan cuando se recombinan. La
subunidad α es común a otras hormonas como la hormona luteinizante (LH), la estimulante del
folículo (FSH), la tirotrofina hipofisaria (TSH); mientras que la β es diferente a cada otra
hormona y es quien le confiere la especificidad. Su peso molecular había sido calculado entre
36 000 a 40 000. 3

Sitios productores de hCG Se han descrito varios sitios de producción de hCG, entre ellos es
meritorio reafirmar que puede ser encontrada en: células normales o neoplásicas y
teratocarcinomas, tejidos normales de riñón pulmón, estómago, hígado y corazón , hipófisis en
posmenopáusicas, extractos testiculares normales, hipófisis y orina de pacientes con síndrome
de Klinelfelter, extracto de hígado seco, sin cáncer, carcinoma de pulmón, páncreas y colon.
También es producida por coriocarcinomas no derivados del embarazo, así como por el
testículo y los ovarios normales. 3

Antiguamente se utilizaron métodos que no podían diferenciar entre LH y hCG; pero con las
técnicas para la determinación de la subunidad β, se han detectado sustancias similares en
tejidos normales de hipófisis, testículos y tracto gastrointestinal alto y altas concentraciones en
tejidos fetales de ovarios, testículos, riñón y timo. 3

Otros han reportado presencia de la hormona en tejido mamario, aparato digestivo (esófago,
estómago, intestino delgado, páncreas, vías biliares, recto), pulmones, células pigmentadas
(melanomas), ovarios (adenocarcimoma), en testículos: carcinoma de células embrionarias,
seminomas, coriocarcinomas, tumores mixtosinespecíficos. También suele detectarse en casos
de administración exógena de hCG subcutánea o intramuscular. 3

Bibliografía

1. http://riberdis.cedd.net/bitstream/handle/11181/2965/Diagnostico_prenatal.pdf?seq
uence=1
2. http://www.fertilab.net/descargables/publicaciones/obstetricia_moderna/om_01.pdf
3. http://www.scielo.org.ve/pdf/og/v74n2/art06.pdf
4. http://www.scielo.org.ar/pdf/abcl/v43n1/v43n1a12.pdf

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