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En los albores de la década del 60 el sector Hermanas Mirabal del municipio de San

Francisco de Macorís, provincia Duarte, adquiere un crecimiento poblacional que


repercutió en el aumento de la población infantil. Con esta realidad surge la necesidad
de una escuela donde puedan acudir niños y jóvenes a recibir enseñanza, pues, para la
época una gran cantidad de niños carecían del acceso a la educación.

Fue la persona de Manuel Paula, un miembro activo de la comunidad, que para dar
respuesta a la necesidad ejecuta la idea de ofrecer su casa para que reunieran los niños
de la comunidad y que su hija María Altagracia Paula García fungiera de educadora de
los infantes.

Con esta labor docente germina una pequeña escuela comunitaria con asiento en la calle
2 no. 58 del sector Hermanas Mirabal. El proyecto cooperativo contó con el apoyo de
los munícipes, los padres de los alumnos aportaron 0.50 centavos para construir una
pizarra, algunos bancos y comprar tiza; se gestionó apoyo económico a los comercios
con fines de cubrir las necesidades que fue presentando la escuela.

Con el tiempo el proyecto educativo se consolidó y aumentó el número de niños


inscritos, en este momento enfrentan el problema de que los niños desbordan la
capacidad que tiene la casa de don Manuel y es urgente buscar un lugar adecuado para
acoger la cantidad de estudiantes. Frente a este obstáculo, la iglesia Católica ofrece
apoyo logístico cediendo la entonces capilla Nuestra Señora de Fátima, perteneciente a
la parroquia Santa Rosa de Lima, para que alojara la población estudiantil que iba
tomando forma de escuela constituida.

Pura Disla y Manuel María forman parte del equipo de colaboradores gratuitos de la
enseñanza, en lo inmediato comenzaron a gestionar el reconocimiento por parte de la
secretaría de educación. Altagracia Paula envió al departamento pertinente de la
secretaría los listados de los estudiantes y los nombres de los maestros que impartirían
docencia. En respuesta a la solicitud recibieron una comunicación indicando que se
quedarán laborando solo los que eran bachilleres, aplicando solamente Altagracia Paula
y Manuel María. Desde la secretaría de educación se les instruyó, además, que se
realizara un censo en la comunidad para determinar el número exacto de niños que
demandaban educación.
La comunidad por su parte, gestionaba la construcción de un local que sirviera de
escuela y que permitiera a la comunidad realizar las reuniones comunitarias. El equipo
que gestionó la construcción logró su objetivo y a partir de este hecho la escuela entra
en otra fase, ya que nace como escuela constituida.

Es el 15 de noviembre de 1969. El presidente de la República crea el decreto no. 4386,


en el cual otorga el nombre de Josefa Emilia Ortega a la escuela hogar que había nacido
en la casa no. 58 de la calle 2 en el Ensanche Hermanas Mirabal del municipio de San
Francisco de Macorís. Dos días después, el 17 de noviembre de 1969, se inaugura el
nuevo local concebido en tres aulas y construido en la Emilio Prud´Homme no. 191,
tiene como propósito principal alojar la población estudiantil de la comunidad.

La secretaría de educación designó como director del nuevo centro al licenciado


Virgilio Andrés Parra Camacho, el cual, en el acto de inauguración recibió las llaves del
nuevo centro. Al centro, fueron asignados los maestros Máximo Gómez, Valentina
Rodríguez, Aída Lajara, Doña Bernarda, Milagros Catón, Alida María, entre otros.

Con el paso del tiempo y el crecimiento poblacional, fue necesario acrecentar el


personal (entre los cuales se anexaron Nildia Hernández, Alexis Viñas, Carmen Zaillan,
Santiago Bonilla, entre otros) y el lugar, para ello funcionaron aulas anexas ubicadas en
distintos puntos del sector. Se establecieron aulas en la esquina de la Salcedo con
Cristino Zeno, en la calle Emilio Prud´Homme esquina calle 3 y esquina José Reyes, en
una enramada del Liceo Eugenio Cruz Almánzar y frente a éste en casas alquiladas.
Con estas extensiones era posible abarcar el nivel básico, es decir, de primero a octavo
grado.

Esta logística se mantuvo durante 18 años, desde la formación de la escuela como


entidad estatal hasta 1987, abarcó toda la gestión del profesor Virgilio Parra que cesó
en sus funciones en 1975.

El 8 de octubre del 1987 se inauguró el edificio donde estarían los estudiantes que hasta
la fecha estudiaban diseminados por varios lugares de la comunidad. En ese año la
matrícula ascendía a los 900 estudiantes, resultando las nuevas instalaciones
insuficientes para los matriculados. Este hecho hizo que se dejara en funcionamiento el
local ubicado en la Emilio prud´Homme donde funcionaba la dirección de la escuela.

Durante el periodo 1990-91 el Lic. Florentino Espino, que desde el 1975 había sido el
director de la escuela, dejaba sus funciones por haber cumplido con la antigüedad
requerida en el servicio. Entonces entra en la dirección de manera interina la Licda.
Elena García Sánchez.

El proceso de crecimiento y aumento de matrícula no cesó, y año tras año hay más
solicitudes de ingresos, por lo que fue necesario gestionar una ampliación del centro y
en paralelo se solicitó la construcción de otra escuela en el sector de Villa Verde con el
objetivo de descongestionar la escuela Josefa Emilia Ortega. En Villa Verde ya
funcionaban tres aulas pertenecientes a la misma escuela y que en el 1995 eran
coordinadas por la profesora Nidia A. Hernández. Estas tres aulas siguieron un proceso
de crecimiento constante y escalonado. El 5 de agosto del 2000 se crea un decreto
constituyéndola escuela independiente.

El déficit de aulas, siempre presente en la escuela Emilia Ortega, hizo que comenzara un
proceso de ampliación en el que adicionaban 8 aulas completando el número de 22
salones para la docencia.

La construcción de otros espacios necesarios para la enseñanza favoreció el desarrollo y


aumentaron la calidad de la escuela, por ejemplo, el 19 de noviembre del año 1999 se
pone en funcionamiento la biblioteca escolar, en septiembre del 2001 abre sus puertas el
laboratorio del centro.
1.2.2 Contexto de la escuela Josefa Emilia Perdomo
Historia del centro

La infraestructura que hoy alberga la Escuela Josefa Antonia Perdomo se remonta la


época de la dictadura de Trujillo. Lo que se construyó en aquel momento y que era
operativo fue una prisión.

Descripción del centro


La escuela Josefa Antonia Perdomo aloja dos entidades escolares màs, la Escuela
Eugenio Cruz Almànzar en la tanda matutina y escuela Padre Brea en la tanda nocturna.

Cuenta con área de recreación, parqueo, cafetería, cocina, salón de actos, biblioteca y
laboratorio. Dos cisternas las cuales abastecen 6 tinacos ubicados en sitios estratégicos.

El centro està ubicado en el nordeste de país, al norte de San Francisco de Macorìs. Se


encuentra con un área superficial de terreno de 23,810 mt2. Limita al norte con la calle
Gastòn F. Deligne y Cristino Zeno, al este con la calle Castillo donde tiene la entrada
principal.

Este centro se remonta desde antes de la dictadura trujillista y funjìa como una fortaleza,
todavía se puede apreciar en la estructura del centro construido en hormigón armado,
como seguridad y sus pasillos un poco oscuros y antiguos aun conservan un poco de su
época.

Funciona hasta el año escolar 1975 – 1976 como liceo secundario “Ercilia Pepín” el
cual fue trasladado a su nuevo edificio ubicado en la avenida libertad.
A partir de 1976 los grados 7mo y 8vo que estaban ubicados en diferentes escuelas
fueron trasladados a este edificio desde otras escuelas, adquiriendo el nombre de
Escuela intermedia Eugenio Cruz Almánzar nombre que todavía conserva en la tanda
matutina.
En la década de los 80 adquiere la categoría de Escuela Básica como resultado de la
extensión de cobertura desde el nivel preescolar al 6to grado.
Misión, visión y valores

La misión de la escuela se describe en cuatro puntos:

1) Que los estudiantes sean sujetos que construyan su identidad personal y social,
con actitudes y destrezas para la vida; capaz de expresarse en formas
diferentes.
2) Formar estudiantes con respeto a la vida, a los derechos fundamentales de la
persona, al principio de convivencia democrática y a la búsqueda de la verdad y
la solidaridad.
3) Formar estudiantes críticos y creativos, capaces de participar y construir una
sociedad libre democrática participativa, justa y solidaria.
4) Educar para el conocimiento de la dignidad y la igualdad de derechos entre
hombres y mujeres.

Vision

Esta institución tiene como visión ser un espacio de ciudadanización donde los
estudiantes, en una práctica participativa democrática y de calidad vayan asumiendo
responsabilidad social y compromisos de contribuir con los cambios necesarios para una
convivencia democrática y un desarrollo que aporte al país la transformación científica
y tecnológica que nuestra situación social, cultural, económica y política requiere.

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