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Momentos lúcidos

Vida

Los árboles de un verde profundo, mecen mi respiración,

escucho el latir de mi corazón en mis oídos.

Por fin comprendo la secreta necesidad de la existencia,

una idea ansiada y escurridiza que se desliza en el entramado de los pensamientos,

de una simplicidad o complejidad según se mire inusitadas.

Por fin aprehendo la completitud de lo intangible, al ser definido.

En estos momentos mis ojos son como ventanas al infinito,

que objetivan su complejidad simplificándola en un devenir.

Identidad

Cada pensamiento es único e irrepetible,

cada punto de mira varía con cada instante.

En el lago de la vida, se mezclan, cruzan y entrelazan creando una suerte de unidad.

Una pretendida identidad apenas perfilada,

tan voluble como los contornos de una nube a expensas del viento.

Toda convicción resulta discutible,

no existe tan solo una verdad absoluta fuera del tiempo.

Somos tan solo seres temporales atados al pasado y al futuro,

con una gran imaginación capaz de saltar algunas barreras.

Mar

Mar impetuoso, golpea las rocas en un intento de alcanzarlas.

Mar sin fronteras, paisaje donde el mar besa el horizonte.


Mar eterno, inamovible desde el comienzo de los tiempos.

Mar de sensaciones de contraste.

No hay furia sin calma, tras la tormenta: la paz.

Guerrero antiguo lucha tras lucha moldeas la tierra.

Al igual que tu carácter , tus ojos del color del cielo, inmensos, abarcan todo.

Ves día tras día como todo cambia, inquieto, expectante, tu fuerza nunca dominada ya
no domina.

Música

me parece al escuchar un susurro en mi cerebro que todas las melodías perfectas y


hermosas estuvieran ya escritas.

Me parece al escucharlas que el engranaje del mundo estuviera completo.

Mas la música es lo que debería ser y no lo que es y al terminar de escuchar despierto.

RIDE
Una vez sin apretar la velocidad,
solamente al pensarlo me siento lijero,
los pájaros de la luz triste
abandonan la jaula abierta
y el tiempo se pone maravilloso,
así dejadnos montar
en elefantes eléctricos,
mediante los ríos
a otras orillas
sobre los alpes a Italia,
o hacia nuevos horizontes,
la vida ofrece
pasillos subterráneos
y miles de ruidos,
el deber me reclama en vano,
ya estamos demasiado lejos,
detrás de nosotros cae el telón,
vencen las entradas
para el circo.

Siegfried Schreck 20.9.2001

Traducción en español:
Sieglinde Mittner de Medina

FATA MORGANA
Llovía estrellas doradas,
las ví caer,
la suerte pegaba en mis dedos,
yo podía haber torcido el mundo.

Pasé por ciudades prohibidas,


ninguna casa sin cerrar,
era un viaje sin fin,
cambié diez veces el caballo.
Y a Casablanca todavía era lejos,
y entremedio una eternidad.
Fata,
Fata Morgana,
espejos brillantes
en arena ardiente.
Fata,
Fata Morgana,
engano perfecto,
tantas cosas sin entender.
Restregando la arena
de los ojos
y ví la mujer velada,
me dió senas con sus miradas,
ella conocía exactamente
el desierto.
Con sus besos me dió
de beber,
y después me cogió
de la mano,
caminamos al fin del círculo,
ahí me abandonó y desapereció.
Mucho tiempo me quedé mirándola,
todo pareció tan extrano e imaginario.
Fata,
Fata Morgana,
espejos brillantes
en arena ardiente.
Fata,
Fata Morgana,
engano perfecto,
tantas cosas que no entendí.
Siegfried Schreck - 6.3.98

Traducción en español:

Sieglinde Mittner de Medina

LLEVAMOS EN NOSOTROS
EL MAR
Amigo,
porqué no vamos
un trozo alejado
de los caminos firmes,
porqué no dejamos
piel y huesos
y otros disgustos
lejos detrás de nosotros?
Porque ya desde mucho
apagó
lo que en otros tiempos
lucía en nuestros ojos,
porque suenos fracasaron
e incrustaron,
porque nuestras raíces
empiezan a pudrir
y porque de nosotros
llegó a ser
lo que somos hoy:
Ratones metidos
en la propia ratonera.
Quizás llevamos en nosotros
el mar
y no lo sabemos,
lo vamos a ver,
lo más tardar,
cuando hemos aplanado
los montes
delante de nosotros,
notamos un ruido susurrante
en los oídos.

Siegfried Schreck - 1987

Traducción en español:
Sieglinde Mittner de Medina

VOLVIENDO A LA
PETRIFICACION
Desde tu despedida
la voz en la vela
quema contínuamente
en la ventana.
Certeza dió alimento
a la llama
que tú vinieses
un día
y llamas en la
puerta pesada
de piedra.
La mujer anciana,
la reconoces?
Cuéntale de tu vida
mientras que ella
apaga la vela,
que llamó tu nombre.
Esto es
tu paso atrás,
quítate tu carne
como un abrigo
y sea bienvenido,
tú no eres un forastero.
A tu madre,
la piedra gris arrugada
te han devuelto.

Siegfried Schreck - 1987

Traducción en español:

Sieglinde Mittner de Medina

La luz olvidada
Hundida en el mar,
veloz cual plomada,
a las dos de la tarde,
fué la luz ahogada.
Salieron los barcos,
en son de salvarla,
lanzaron las redes,
resonaron cadenas.
A todos los barcos
faltóles la suerte.
Amenazados volvieron
por graves tormentas.
Aurora en tinieblas
esperando la luz.
Es incomprensible
el día nocturno.
En copa de brillo lunar,
un último trago oscuro.
Para olvidar, olvidar
la luz, hundida.
+++

Siegfried Schreck - 4.5.87

Traducción en español:
Laly Ivars Portabella

Barcelona

Apuntes en la Niebla
Claridad en visión
extraña el paisaje.
Desatiende enseres perenes
atados en lugares de siempre.

Cuan erradas carreras


avante y atrás,
que desprecio
hogar, maleza,
árbol y camino.
Negada expresión :
Conozco el camino,
acaso veraz rozado
con más que el cuero ?
Del día al otro
marcaré el sendero
si no es una espina
perforando el calzado
ocurra tal vez
que ni la perciba.
He mucho prefundas
indagaciones.
En preparación :
Para escribir la niebla.

Siegfried Schreck 1987


Traducción en español:
Laly Ivars Portabella
Barcelona

Y yo espero al viento
Esperar,
siempre esperar,
tanto tiempo se ha perdido ya,
tengo un bote y una vela,
y tengo un plan.
Ansiedad,
tengo ansiedad,
mi hogar es la playa,
y por mis dedos se cuela
sin pausa la fína arena.
Hora tras hora,
que en vano transcurren,
y yo espero al viento.
A la deriva,
simplemente a la deriva,
como lo establece el destino,
libre en los siete mares,
sueno, que no acepta fínal.
Esperar,
siempre esperar,
el cual por juego con la paciencia,
pierdo por mi tardanza,
es todo mi culpa.
Hora tras hora,
que en vano transcurren,
y yo espero al viento.
Vela,
tu mi vela,
cuelgas fatigada del mástil
pues las horas se hicieron años,
tus colores se palidecieron.

Siegfried Schreck 1987

Traducción en español:
Gloria Isabel Pedroza Labin
- Guatemala -

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