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Dignidad Humamana Modificada M1
Dignidad Humamana Modificada M1
Licenciatura en Derecho
Participantes:
Esto es, la dignidad se encuentra presente en los seres racionales, misma que se
constituye como un fin en sí mismo, y nunca como un medio que permita satisfacer
bienes ajenos.
Desarrollo!
Dignidad humana
El ser persona implica, entre otros atributos, la capacidad de poder relacionarse e
interactuar con los demás individuos. Ello en virtud de que la sociedad ha sido
creada por el mismo hombre, quien ha su vez a contribuido a organizarla
conforme sus intereses, es decir, procurando alcanzar su felicidad.
En este contexto, algunos autores le han denominan dignidad del hombre; otros le
llaman dignidad humana. En cambio, algunos más afirman que se le debe
llamar dignidad de la persona humana; también suele llamársele dignidad del ser
humano. Sin embargo, la denominación, per se, no es lo más importante, sino lo
que verdaderamente tiene relevancia es su contenido semántico y la forma a través
de la cual debe ser protegida la dignidad.
Por lo anterior, la dignidad se puede definir como “la excelencia que merece
respeto o estima”. Ejemplo de lo anterior es el caso de una persona que ocupa un
alto rango o un puesto elevado y posee una dignidad, lo que exige a los demás una
respuesta particular, pero esto no le hace acreedor a una mayor dignidad que el
resto, ya que ésta, es igual para todos los seres humanos, sin importar su
condición o puesto que desempeñe. De ahí que deba existir una relación entre
dignidad humana y los derechos el hombre.
Entonces, inicialmente, podemos entender a la dignidad como aquel valor
inalterable que posee toda persona por el hecho de contar con capacidad para
razonar y decidir, que los otros entes no poseen Con lo anterior, podemos darnos
cuenta que todos los seres humanos somos iguales en la medida en que todos
somos portadores de una dignidad común, y por encima de todas las diferencias
que nos individualizan y nos distinguen unos de los otros, es decir, todo ser
humano posee dignidad sin importar la condición en que se encuentre.
Aunque también cabe precisar que el uso constante del concepto de dignidad
humana y la contundencia de los argumentos suele marcar ciertas imprecisiones y
con ello se corre el riesgo de convertirla en una expresión vacía. Esto significa que
en nombre de la dignidad se puede llegar a soluciones radicalmente contrarias
sobre temas fundamentales que hoy día son de relevancia, ya no sólo para el
individuo, sino para la sociedad misma, entre las que se encuentran las formas de
provocación y manipulación genéticas, el aborto, la disponibilidad de órganos
humanos, los experimentos médicos con personas y la eutanasia, etc..
Si bien las posturas ideológicas sobre la dignidad son muy variadas, en el contexto
de los Derechos Humanos, y desde una perspectiva doctrinal, la noción de
dignidad constituye el valor de cada persona, el respeto mínimo de su condición de
ser humano, lo cual impide que su vida o su integridad sea sustituida por otro valor
social.
De ahí que la dignidad humana se erige como principio esencial de los valores de
autonomía, de seguridad, de igualdad y de libertad. Valores estos que fundamentan
los distintos tipos de derechos humanos.
El concepto de dignidad puede abordarse desde dos ópticas. Por un lado, como
una determinada forma de comportamiento de la persona, precedida por su
gravedad y decoro. Por el otro, como la calidad que se predica de toda persona,
con independencia de cual sea su específica forma de comportamiento, pues ni tan
siquiera una actuación indigna priva a la persona de su dignidad.
En palabras de González Pérez, la dignidad es el rango o la categoría que
corresponde al hombre como ser dotado de inteligencia y libertad, distinto y
superior a todo lo creado, y que comparte un tratamiento concorde a todo momento
con la naturaleza humana.
En tal virtud, la dignidad humana está dentro del ser de cada persona, surge en el
preciso momento en que ésta empieza a existir y se convierte en parte de los
valores morales del ser humano. Esos valores serán los que determinarán su
conducta, y al momento de ser el hombre autónomo, podrá decidir haciendo uso de
su libertad.
De lo anterior se desprende que la dignidad, en el contexto de los Derechos
Humanos, es la que posee el hombre al momento en que inicia su desarrollo vital,
consolidándose al convertirse en persona. De ahí que corresponda a todo ser
humano y sea exclusiva del mismo, traducida en la capacidad de decidir libre y
racionalmente cualquier modelo de conducta, con la consecuente exigencia de
respeto por parte de los demás.
Ello en virtud de que la dignidad humana constituye una expresión del máximo
respeto y valor que debe otorgarse al ser humano en virtud de su condición
humana”. Por tal motivo, la dignidad humana se erige como principio de los valores
de autonomía, de seguridad, de igualdad y de libertad. Valores que fundamentan
los distintos tipos de derechos humanos. De ahí que la dignidad humana sea el
fundamento y la razón de la necesidad de esos valores superiores, es la raíz última
de todo su inclusión entre los valores superiores no es metodológicamente
correcta, puesto que éstos son los caminos para ser real y efectiva la dignidad
humana”.
Partiendo de la esencia del hombre, considerándola como “aquello por lo que una
cosa es lo que es, esto es, lo que determina al ser de una manera y no de otra, en
lo que respecta al hombre, su esencia es lo que determina su modo de ser. De ella
se deriva una serie de propiedades fundamentales que tienen los entes que son
participes de una misma esencia. Las personas entienden porque tienen una
naturaleza racional, pero, además de que poseen raciocinio, también cuentan con
un espíritu, el cual les ayudará a ser dueños de sus actos, conscientes de sí y con
una finalidad que será trascendente en el tiempo.
Esto es, al ser la persona dueña de sus actos, se percibe la existencia de valores
en ella misma, puesto que no surgen del espacio, ni se dan de los propios sentidos,
sino que simplemente captamos y develamos a partir de la dimensión espiritual con
la que cuenta cada uno de los hombres.
Los valores no se pueden tocar, ni oler, ni mucho menos ver, pues son como una
sustancia inmaterial, siendo ésta una limitación que impone la naturaleza a la
persona respecto a los valores, pero lo que no impide de modo alguno es que se
reconozca en su existencia objetiva (en sí) a estos valores morales.
Siendo los valores parte del ser ideal del hombre, tienen una existencia objetiva
que los excluye de la conciencia que los capta. Por ello, solamente existen y están
allí, y el hombre penetra en ellos a partir de su dimensión espiritual. Pues éstos
serán los que lo obliguen adecuar su conducta a ellos, y lo llevarán a la
permanente búsqueda de su perfección.
Las normas deben ser aplicadas de manera igualitaria para todos sus miembros.
Por ello, la igualdad constitucional es definida como “igualdad ante la ley.
Afirmación respecto a la cual no existe duda, ya que se ha analizado la
importancia que implica ser portador de una dignidad, misma que debe serle
reconocida de manera igualitaria a todos los individuos como sujetos partícipes de
la misma y que cuentan con derechos y obligaciones al interior del Estado.
Si bien es cierto que la dignidad es un concepto universal, que debe ser
considerado en todo ordenamiento jurídico interno, serán los Estados quienes se
encarguen de protegerla e incluirla dentro de su normativa, a fin de hacerla
efectiva. Para lo cual resulta indudable que la ley constitucional es la sede más
adecuada para ello.
En la actualidad existe un gran número de normativas fundamentales que han
incorporado el concepto de dignidad humana a sus Constituciones.
Cabe destacar, que al ser la dignidad un parte importante de los individuos, será el
Estado quien la tendrá que garantizar para que pueda ser concretada, para que el
propio individuo pueda actuar y realizarse conforme a su dignidad.
La propia Ley Fundamental griega establece.
El habeas data tiene por finalidad principal procurar el buen nombre de las
personas, el Tribunal Constitucional de Colombia ha establecido en su
sentencia No. T-129/1013 que: "el buen nombre ha sido comprendido en la
doctrina y en la jurisprudencia constitucional como la reputación o fama de una
persona, esto es, como el concepto que el conglomerado social se forma de
ella. El buen nombre se erige en derecho fundamental de las personas y
constituye uno de los elementos más valiosos dentro del patrimonio moral y
social, a la vez que en un factor intrínseco de la dignidad humana".
Habeas Corpus: es una institución jurídica que persigue evitar los arrestos y
detenciones arbitrarias. Se basa en la obligación de presentar a todo detenido
en un plazo preventorio ante el juez, que podría ordenar la libertad inmediata
del detenido si no encontrara motivo suficiente de arresto. El Habeas Corpus
está reconocido en el Artículo 71, de la Constitución Dominicana. La regulación
del Hábeas Corpus, contenida en el decreto-ley 5353 de 1914 fue derogada por
el Código Procesal Penal instituido por la ley 76-02, estableciéndose un nuevo
procedimiento para la acción de Hábeas Corpus, que en la actualidad se
reglamenta en los artículos que van del 381 al 393 de dicho instrumento
procesal.
Normas jurídicas
El Estado está obligado ha respetar la dignidad del ser humano cuando la persona
esté actuando, y al realizarse en la medida de sus posibilidades, y no deberá emitir
juicio alguno de valor concluyente y negativo sobre el individuo.
Conclusión
Bibliografia
Contitucion dominicana
http://www.unla.mx/iusunla28/reflexion/La%20Dignidad%20Humana.htm
https://es.aleteia.org/2018/11/27/en-que-consiste-la-dignidad-humana/