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C ESED EN

LA MODERNA ARTILLERIAANTIAEREAACORi-ZADA

Por el coronelHelmut Reuter

(“Soldat undTechnik”,abril 1968)

Mayo, 1968 BOLETIN DE lNCRMAClON NUM. 26 —


El problemade la defensa contra aviones en vuelo bajo se encuentra, en to
do el mundo, en una fase, que.no puedesatisfacer las exigenciasdel combatiente. El
cometidoprincipal de una defensaantiaérea para el ejórcitd de tierra es la protección
de las unidadescombatientesen el campode batalla, especialmentelas unidadesaco
razadas, los asontamiontosartilloros y las vías do comunicación mós mportantes. Por —

otra
parte, y segúnconfirma la experiencia, ante una superioridadaérea enemiga, so
pone de manifiestola necesidadde una adecuadadefensaartia&rea. Lo que a conti —

nuación so expone buscala comprensi6nde los principios dQcar&ter general en el des


arrollo de las modernasarmasacreas.

Evlüci6nde.osavióresydeospocedimieritósdeataqúó

En el perfeccionamientode nuevos aviones se parte siempre, en lo posible,


do ‘.elocidades cada voz mayores.Hoy l velocidad d uno o dos mach se consideranor
mal en los avionesdo combate. Peroestasaltas velocidades están sometidasa limita—
ciones, que el profano en la materia desconocey es incapaz do valorar. En las proxi
midades del suelo, y estoos de gran interús precisamentepara la defensaaóroa, del —

campo de batalla, las velocidades antes citadas sólo puedenu.tilizarsedo manerateó—


rica. En lapróctica, sólosonposibles (normalmente) velocidades de 1.000a 1.200
km/h.; esdecir, inferioresa un mach. Mayoresconsumos do combustibles, mayores
pesosy, ladificultad de oricnfcrseen vuelos de bajaaltura,imponenlimitaciones al
material y al hombre.

Los aviones en vuelo,bajo, antes de atacar por sorpresaa determinadosob


.

jetivos, han do fijarse por suscoordenadas. Paraello, tienen que aproximarseal obje
vo , en vuelo rasante, ci menosde 100 m, paraocultarso lomósposiblea los radares
dó vigilancia. Peroen estevuelo los aviones pierden igualmente las ayudasdo navega
ción de las estacionespropiassituadasen tierra, por lo que se ven obligados a valerse
do suspropios mediosde navegación, y como consecuencia, a determinarsu posición —

mediante la observacióndci suelo y corregir su ruta, antes de llegar al objetivo, para


poder alcanzarle. La próctica ha demostradoque en vuelo bajo, sólo son posiblesvelo
cidades superioresa los 200 m/s (por razonesdo orientación), en el caso do objetivos
o referenciasgrandesy muycaracterticcs (ríos, lagos, vías de forrocarril,’otc.) y —

aun así, al aproximarsoci velocidades de 250 m/s, las posiElidados de observacióndel


suelo son bastantelimitadas. Los aviones en vuelo bajo, que realizan una misióndo
reconocimiento armaday que han do cacar objetivos eventuales, suelen fijarso una ve
locidad límite para talos cometidosde 200 m/s, esdecir 720 km/h. En cuantoalsir —

vientodoun ca6n o misilantia&roo, que trabaja con datos mediosque abarcan dcC00
—2—

a 1.000 km/h en lo que se refiere a las velocidades do los aviones enemigos, puedecon
sidor6rsele .t6cnicamonte sufic entementeequ¡podo.

Los actualesaviones est6n construidosde maneraque puedanalcanzar voloci


dados superioresa un macha grands álfuras. Estoimponeel que hayande tener uncor
te longitudtnal pequeñoy ofrecer en vuelo bajo la menorresistenciaposible al aire. —

Adoms, el cuerpo humanos6lo aguantasituaciones de 4 6 5 “g” (siendo g la atracci6n


terrestre), pudiendoen tiempos.muy breves (de 1 a 2 segundos), soportarun m6ximodo
8 g. De esto se deduce que la capacidad do maniobrado un cvi6n se encuentra limitada,
con arcglo a la f6rmula que da el radio de la curva que describo al recogeret picado,
R (ver esqueman2 2 rólativo a la “geometría del vuelo en picado”). Segúnesta
formula, el valor del radio Rseré de 3.125 m para un valor de n2 y do 1.040 para —

n6, suponiendola volicidad del avi6n de 250 m/s, en amboscasos.

Consideremosat piloto que ha do atacar un objetivo concreto; pór ejemplo


un puente, cuyás dimnsiones seande 50 m de largo por 12 de ancho. A una velocidad
de 200 m/s, para poderdestruir el objetivo, ha de dejar caer una bombaun cuarto do
según do antes de alcanzarlo, pero si quiere hacer impacto en el punto mediodci pucn
te, entoncesel. tiempo de lanzamiento queda reducido a un octavo o hastaa un d6cirno
de segundo. La curva do lanzamientode la bomba(fig. 1) nos muestraque, en vuelo
horizontal, para una altura de 50 m, el tiempo de caída de la bombaes de 3,2 segun
dos; esdecir, que el piloto ha de dejar caer la bombaaproximadamentea unos620 m
delante del blanco; tiempo de caída = .//g= Y = 3,2 seg. Estosignifica —

que el piloto no s6lo tiene que ver el blanco a dicha distancia, sino que, poro su cap—
taci6n dentro del mecanismocJepuntería necesita disponeraún de unossegundosri6s .
Se simplifica el problemapara el pilofo,si sobrevuela reforncias auxiliares que fccili—
ten la operoci6n de identificar el objetivo. Perola Gltirnafase del vuelo desdeci bIen
co o referencia auxiliar hastael objetivo so realiza gcnoralmenteen línea recta. Est’
os precisamentelo que tiene que aprovechar la defensaantia6rea.

Otra forma de ataque, el ataque en picado, facilita al piloto el problema—

de la precisi6n de susarmas. Consideremos,como en ci caso anterior, un puentede las


mismasdimonsiones Estetipode puentessuelen tener por finalidad el salvar pequeños
otculós naturales —ríos,canales, valles, etc.—y con frecuencia puedenno ser vistos
si so vuela muy bajo, con lo que no es posible su ataque por el procedimientoantes ci
tado. Entonces,esto objetivo puedeser atacado por el procedimientode vuelo en pica
do, para lo que el piloto se dirige hacia el blanco, volando a una cierta altura, para —

descender r6pidamentesobro 61.

En el vuelo en picado la velocidad relativa en el blanco, tambiúnse ve limi


toda por el “radio de la curvd’que describe el avi6n al enderezarsu vuelo, (ver osqu
ma 2) y dependeigualmentedci grado de aproximaci6n al objetivo que necesitoo! pl
te para alcanzarle. Poro, en la fase do enderezadodel avi6n, tampocoso puedepasa
—3—

Esquema1: Curva de la trayectoria de lo bombo

6 Puente
5OmXI2m h: Alturadelobjetivo
50m - fosedecoptocio’ndelbIOnCO
SA Puntode lonzamiónto v Velocidad 200m/s
de lo bombo

BAj___-

4seg.
3,2sea2Om -
1
800 m
200 400 600

Esquema2: Geometriadel vuelo en picado

/
A iltirno punto de lonzomiento
A
O punto de Viraje

R rodio de enderezamiento del ovidn

H altura de lanzamiento110
m

y v&ocidadrelativa del objetivo


250m/s

A—O Tiempo de reoccun del piloto, antes de entrar en lo trayectoria circular

de una aceleraci6n de ses veces el valor de la gravedad y al mismotiempo hay que —

contar con un cierto margende seguridadcon relac6n al suelo, para eVitar estrellar-
se. Para una velocidad relativa del blanco de 125 m/s, el piloto ha de disparar a —

400 m del objetivo, medidossobresu trayectoria en picado; pero, poro una velocidad
de 250 m/s, lo distancia esde 800 m. Encuanto al “radio de enderezamiento”nos la
-4-

4° la f6rmula R= V2/ ng = 2502 / 6xg = 1040 m. (las cifras que aquí se empt
on han sido tomadasde las dadaspara la formoci6n bsíca en la RoyalAir Force).

Por otra parte, hay un gran númerode procedimientosde ataque, según —

que el objetivo sea un punto determinadoo una superflcie, o segúnlos armasemple -

L: Longituddel ovi :lOm


VF: Velocidaddel ovidn:250m/seg

______

——————1
2. 3 1500

2. 1 3

a
2. 3.

_____________
1 2.
0,02 0,04 0,06 0,08 0,10 0,12 0,14 0,16 0,18 0,20
spocio entiempo entre dos disparos

Esquema 3: Velocidadesde tiro

odas en el ataque. Sin embargo, algunas reglaspermaneceninvariables:

- el piloto, antes de disparar susarmas, ha de volar siempredurante un ci


• fotiempo en línea recta,

- lo velocidad poro el vuelo bajo y en picado esf6 limitada a 250 m/s aproxi
madamente,

- en terrenoscubiertos, el descubrimientode objetivos que no han sido deter


—5—

minados con anterioridad, sobre todo s son m6viles, no permite disponer del
tiempo necesario para atacarlos en la primera pasada, por lo que se requiere
un segundo ataque.

Estas limitaciones del atacante deben ser apreciadas y explotadas por la de


fensa antiaérea.

Posbilidadestcnicasdeladefensaa&ea

La defensa antiaórea contra vuelos balos en el campo de batalla debería te


ner en cuenta especialmente las normas dadas anteriormente; os decir, que sus elemen
tos de puntería deben estar en condkiones de calcular las nocesarias predicciones con—
tra aviones, en las que deben tenerse en cuenta la aceloraci6n lineal y el vuelo en lí
nea recta. La escala de valores do los aparatos de puntaría no interesan que conside —-

ron velocidades superiores a 1 mach. Los sirvientes han do prestar. suma atención a aque—
líos aviones que sGbitamcntc giran o toman mayor altura ya que puede realizar estas ma
niobras para llevar a cabo un ataque sobre el objetivo, aunque —aparentemente—cst ya
rebasado, ¿Qu6 armas anfia&eas son actualmente eficaces contra los vuelos rasantes?.

Cuando al final do la segunda guerra mundial so aumenta cada voz mcs la va


locidad y el techo do los aviones, tos cañones perdieron aficacia, ya que no reunían las
necesarias condicionas para opon&selo y comenzc la era de la defensa antia&ea basada
en los misiles. Es natural que, con el desarrollo do! radar y eniondo en cuenta los &<i
tos logrados te6ricarnonte en los campos de tiro con los misiles antiaéreos, se consideren
tambin 6stos como muy apropiados para la lucha contra los aviones en vuelo bajo. ¿C6
mo explicar entonces que lo que sirve contra aviones que vuelan a gran altura y veloci
dad, no sea eficaz en cambio contra aviones que vuelan a menor velocid9d y altura?
En principio hay que comprender que el radar tambin tiene limitacIones. El avión que
vuela entre 100 y 50 ni escapa a su detección sobre la pantalla o su eco aparece sobre —

la misma demasiado tarde.. Por otra parto, el tiempo de roc!cci6n y de vuelo de ks misi
les tiene un límite mrnimo, por bajo del cual no puede atacarse ya a un avi6n que esta
a menos do cierta distancia. Esto se pone en evidencia cuando de nuevo so ha vuelto a
recurrir a los cañones, si bien dot6ndoles de medios de medios auxiliares tcnicos que —

permiten asegurarles una gran precisi6n.

Actualmente es cierto que ningón país ha conseguido agotar plenamente todas


las posibilidades técnicas to6ricas. En todas partes so han mejorado armas, municiones,
hScnicas y sistemas do puntería. ¿ Pero qu& posibilidades hay ahora para conseguir un —

cf icaz empleo de los cañones?.


—6-

Mejorasenlasarma

En este campo, todos los paíws han chcho considerablesprogresos. Se han


elevado las velocidades de tiro de 120a 1000disparospor minuto. Ya no ds necesario
recurrir al anterior sistemasdo los montajescuádruples. La cadencia debía ser lo sufi
ciente grande como para que un avion no pudiera volar a Ti-avesde una rafaga, de for
ma que si un proyectil ¡ncidra delante de ¿1, otro viniese a parar inmediatamentedetrás
(ver esquema3).

Recurramosdo nuevo al calculo. Dividamos250’m/s, velocidad del avi6n,


por los 10 m que do manerageneral podemosconsiderar longitud mediade su fuselaje.
A dicha velocidad tarda 1/25 de segundoen recorrer los 10 m. Porello, har6nfalta
te6ricámonte 25 disparos-por segundopara tenerla seguridadde que el avi6n no puede
atravesar una rfaga sin sor tocado por un impacfo. Paraesto, es necesariauna voloci
dad de tiro do 1.500 disparospor minuto. Enoste calculo partimosdo una rígidaconcon
tracn, pero en la prctia los tubosde los cañonespersiguentambi6n al blanco, con
lo que diminuyo considerablementela rigidoz de dicha concenfraci6n, de tal forma —

que es suficiente una velocidad do tiro de unos 1.200 disparospor minuto. Estacaden
cia cstc ya conseguidaen los poquoÍos calibres y casi ostcílograda en los de 20 mm do
montaje Gnico. Paramayorescalibres so consiguela cadencia deseadamdcnte monta
jes dobles o triples, puescuanto mayores el calibre, tanto ms despaciodispara al arma.

Mejorasenlamunicin

Este campo tampocoha quedadorezagado. Hoy existen proyectiles incendia


nos o flpo mmc, pero osto no quiere decir que so hayaalcanzado el límite do todas las
posibilidades. Hoy so dice que las cabinas y los motoresde reacci6n do los aviones son
tan sensiblesque bastaun pcqueflo desperfectopara hacerlas insegurasen cuanto a sus—
posibilidades do vuelo. El ideal sería, desdeluego, que con un solo impacto en cual —

quiera de SUS partes, éste fuese derribado, impidi6ndoselccumplir su cornetidó Paralo


grar semejanteseguridad habría que recurrir a calibres rs posados,lo que a se vez
pondria menorcadencia y con ella menorposibilidad do hacer impacto.

La posibilidad do derribo —opor lo menosdo causarlos dañosnecesarioscomo


para llevar al avi6n a una “misión muera”-, dependede la cantidad do explosivoso de
cualquier otro elementoonergótico que puedaser llevada hasta el blanco en ci nomonfo
do la explosion.
• r•
iarno!en iniiuyo el tipo do avion. No hay unanimidadentre quienes
• •‘

han osfudlado estosproblemaspara precisar, si un avión ha sido realmente dallado—


de forma que pueda considorórselofuera do combate. Sin embargo, el diagraman2 4 nos
muestra en qu medidadependola posibilidad de derribo del posode las sustanciasexpio
sivas. A medidaque aumentael pesodo los explosivos, se incrementanlas posibilidades
de derribo, llegando la curva a convortirseal final en una casi horizontal. Todoesto—

nos dice que para un determinadoalcance y a partir de un cierto va!or, carece do sonti
do incrementarel pesode la carga explosiva, pi.escon ello lo Gnico que se consigue
es aumentarlos colibres Paraun pequeísimo incremento en los posilidodes de de—
rrbo hoy que sacrificar, en mucho, la cadencia. Y un gran calibre conduciría ode—

Esquema4: Posibilidadde derribos

50,’o

Curvo de la dependencia de los posibilidadesde derilbo


en función del -peso de lo materia exp’osivo

m6s a una consderable pérdida en los índices de efectividad de costos.

Mejorasenloselementosderodaje
No essuficiente mejorararmasy municiones. El armaantiaérea ha de po
der seguir alo unidad a la que apoya, en el campode batalla. Parecepor ello acon
sejable que se empleenfundamentalmentevehículos de cadenaspara este fin. Resulta
interesante observarque todosaquellos ej&citos que utilizan artillería antiarea-aco—
rozada, lo hocenaprovechandocomo vehículos portadoresdel arma los mismoscarros
de combateyo utilizados en susunidades. Por ejemplo en EE.UU. se utiliza el M 113,
en Suecia el S, en Franciá el AMX 13 y en Alemania el “LeopardM.

El chasisflene una gran importancia. Sirve paro aloíar a lo tripulaci6n, las


armas, las municiones, los instrumentospara la direcc& de tro y los transmisiones. —.

Todo estodebe quedar, si es posible, protegido contra ios efectos de los armasABO. —
—8—

Yn arma de este tipo, parcisu manejabilidad, que an est6 por comprobar,tiene que —

contar con una coraza blindada que, como mínimo, la proteja de los fuegosde fusilería
y cascotes. La trpulaci6n necesita suficiente espacioy libertad de movimientos, espo
cialmente en las marchas,altos, durante la noche y con tiempo nublado, etc. Igual —
mente hay que procurar que los sirvientes púedanestar el mayor tiempo posible con las
escotillas abiertas para gozar del aire libre. Estoos algo que, con frecuencia, no se va
lora debidamente.

Su dotaci6n do munici6n no debo ser execivamentogrande, a posardo que,


dadas las elevadascadonciasdo las armas, consumouna considerablecantidad. Lo que
debo intontarseos que, sin necesidaddo unricvo municionamiento, pueda cor.ribatirso —

el mayor flempo posible. O, en otras palabras, que pueda combatir a un gran namoro
do objotvos en cada uno de los cuales pueda tener una duración do combatodo 2 a
segundos. Un cafión antia&co acorazado, con una cadencia do 1.000 disparospor mi
nuto y una dotación de 1.000 disparos, teóricamente puedocombatir durante un minuto.
Pero en la próctica oste tiempo so ve reducido y una duración do fuego entre los 20.y—
los 45 segundosque, distribuidos en ¡ntervcncionos do 2 a 2,5 segundos, permito aten
der cntro 14 y 23 objetivos.

Mejorasenloscólcuksypredicciones

Condición iñoxcusablo aara alcanzar los oblativos actuales careosde gran-ve


locidad son tos valiosos aparatosde cólculo. Porlo que respectoci las predicciones ——

dadas las actuales duracionesdo las trayectorias (que poco han cambiadocon relación
a las de la i3ltima guerra mundial)—, permitenvariaciones do hasta 1.000 m. Losapa
ratos de cólculo no sólo han de sor precisos, sino tambión rcpidos, trabajando do forma
ininterrumpida. Hay calculadores analógicos y dígitos. Amboshan dado buenosresul—
tadosprócticos. Peroci dígito tiene ventajas sobreel otro, ya que su programaciónos
mas facil.

Para calcular la prodiccón, hay que introducir datos en el calculador. El


sirviente fija en su aizci o aparato do puntería una distancia determinaday con ollo pro
establece la trayectoria. Poro, con los objetivos a&reos, la distancia varía constante
mente y en un segundopueda cambiarcentenaresde metros. Anteriormente so calcula
ba la distancia con un telór,ctro y los datos eran introducido normalmenteen función ck
ella. Paramedir la velocidad del objetivo so recurría a su paralaje para una altura de
terminada y con estoscólculos tan imprecisosso calculaba la predicción. Dadaslas ¡&
quoas velocidades y recurriendoci empleo de varias armasso conseguíasuficiente cfi—
caca. Porotra parte, aunqueestosmótodosno fueran muy eficaces en cuanto a los de
rribos realas, sí lo eran por el hechode que ci avión enemigoevitaba alturas inferiores
a 2.000 rn, si sospechabala existencia de caonos da 20 mm.
—9—

Hoy, hay que volar bajo para no caer en el campo del radar de alarma y ex—
ploración, sustray&ndose así a ia inmédiata actividad de los misilesantiaóreos. Losan
teriores mótodosnaturalmenteya no son suficientes. Ahora la exacta medición do la dis
tanda os algo que realiza con precisión con el calculador fijóndose por medio del radar
la altura y dirección. La medición de distancia se efectúa en realidad varios miles do
veces en un segundo, de tal forma que la mósmínimavariación queda registraday traducida
cida a la predicción. Igualmenteo! radar permite calcular con precisión la altura y di
rección del vuelo del avión siguióndole de forma ininterrumpida. Enfunci6n do estos—

datos podemoshallar los óngulos de elevación y látcrá.l, el rumbo e, introduciendo la


velocidad del avión, obtendremosla necesariapredicción. Poresta razón hoy en día —

no sólo carece de sentido,, sino que tambión estó prohibido en la Bundeswehrel hacer

füego o intentar corregir ci tiro utilizando simplementeproyectiles trazadores.Proscin


diendo de que no hay tiempo para mss, tambiónes cierto que, debido a la gran exacti
tud de los cólculos, no son necesariostiemposde fuego superioresa los dos segundos.—

Un jefe de unidad antiaórca, bien entronado, debe conocer la duracón de cada rófciga
en funcón de la altura de vuelo y disfancia.. Las rófagasdemasiadolargassuponen un
despilfarro de munición; las demasiadocortas, ponen en peligro el óxito. So encuen
tran en estudio calculadoresque den a! director de tiro la scfial para abrir fuego así co
mo la duración del mismo.

Que la duración de la trayectoria frecuentementeos mayor que el flcmpo de


disparo de una rófaga, nos lo demuestrao! hechode que, a una distancia de 2.000 ni
la duración de la trayectoria os 2,6 s, mientrasque el tiempo de disparo para un arma
de montajedoble y con un 50 % de posibilidadesde impacto, os inferior a 2 segundos.
Por ello, no so puedeesperar a ver si se ha logrado el blanco, sino que, r6pida e in
mediatamente, sedirige ci arma hacia otro posible objetivo. Se trata de la lucha por
o1 tiempo en ambos bandosy al final, el triunfo es del mósrópido.

Hemoshablado hace poco de los trazadoresa los que habíaque recurrir cuan
do la noche hacía inútil el empleode las penosdel predictor.,Tiene hoy sentido el —.

empleo de los proyectiles trazadóres? Paradisparar y para corregir el tiro no es necesci


riorecurrira ellos, si intervienen aparatoselectrónicos en los datos do.puntoría, /tos
con las armasantiaórcas ligeras, en la proximidc’dde la pieza se hallaba el llamado’cal
culador—predictor”, ci cual transmitía susdatos, do viva voz, e inmediatamente—con —

ayuda de los trazadores—,se observaba el punto de pasodel avión, lo que hacía pcsihlc
la corección dci tiro, ¿Paraquó puedeservir hoy el proyectil trazador?. Unosdicen —

que hace perderpotencia explosiva, ya que parte do su carga ha de utilizarse en bene


ficio de la iluminación, Tienen razón. Otros dicen que su trazado súbito y amenazador,
cil ser observadopor el piloto ejerce sobre ósteun evidente efecto desmoralizador. Tam—
bión tienen razón. Pero, por el contrario, los enemigosdo los trazadoresaducen que —

precisamente, al aparecer, ponen en guardia al piloto que recurre asía medidasde de


fensa, con lo que disminuyenlas posibilidadesde impacto. Entoncescabe proguntarse
¿No es realmente un óxito defensi-voque el piloto tonga que recurrir a movimientosde
fensivos que contribuirón a impedirlo lograr su objetivo?. ¿No disminuyenrealmente —
— lo —

las posibildades do 6xito si con kstrazcidores sele “avis&’ y se lé hace ponersoa la


ckfonsiva?. ¿Que ocurro con los proyectiles trazadorescuando se trata de varios objc
• tivos simultneos y hay escasezde armasantiarcas? ¿ No os aquí realmenteventajo—
.

so su empleo, ya que así ¡ncluso los aviones sobro los que so hacefuego puedencompro
• bar la existencia de una defensaanticicrea?. Como pucdc verse, hay gran diversidad

do opiniones. Despus do hacernosuna idea sobre los procedimientosde ataque, arma


monto de los aviones, munici6n, aparatosde puntería y radar, procedeestudiar todo lo
necesario para conseguirun armaantia6rea donde puedenir alojados todos los aparatos
necesarios.

Mejorasenlaoxp.lorac6ndelespacio

Una de las premisasms importantespara el sirviente de un arma cntia6rea


os sabordando se encuentranlos aviones enemigos(y tambin, aunqueén menor mocil—
da los•propios), para estar en condiciones de abrir fuego oportunamente. Ningún sol—
dadopuede prestarservicio de vigilancia de forma permanenteye! cambio conflnuo de
dotaciones tampocoos realizable. Perohay que recurrir a una vigilancia permanente—
del cielo realizada por dotorminadosobservadoresayudados, en lo posible, con medios
técnicos. Al aparécer un civi6n dar !a alarma, de forma que en poquísimo tiempo todos
los sirvientes de pzds ostn en su puesto. ¿Qu& innovacioneshay en esto?.

En principio so dsponc para la vigilancia del espacio del radar do expIo—


ráci6n y alarma.Esto aparato, desgraciadamentey debido a los accidentes del terreno,
capta solamentea los aviones que vuelan ci gran altura, lo que —cipesarde hacerlo o
• gran distanciar-, no tiene demasiadointers para el combatiente dcicjrcito do tierra.
Existen las compañíasde vigilancia del espacio, dotadasde mediosaudio—visuales y par
tenecicntos.al oj6rcitodelaire.Estaspuedendetectar la presenciade aviones a baja—
altura, Susinformesson muy útiles si esta aseguradoel que pueda permitirsecon la —

• adecuada rapidez, lo que es técnicamenteposible. Demosun ligero repaso a la t6cni—


ca del radar.

Las ondasdci radarse propaganexactamenteigual que las luminosasy se re—


flejcin cuando encuentranun objeto. Porello, si so mide el tiempo queesnecesario
ra que la onda alcance un objeto, y el que se necesita para que dicha onda reflejada

vuelva al elemento emisor, obtendremosla distancia al objetivo. Peroaquí, claro as—


tc, no nos interesa que se reflejen en las pantallas los ecosdel suelo sino solamente

los do los blancos móviles. Paraconseguirlo, hay que lanzar las ondasa gran ciltüra ,
con loque se pierdela detecciónde lcs aviones en vuelo bajo, o recurrira procedirnien
tos ospociales,para impedir ladotccci6n de losecosdelsuelosobrelaspantallas.

El tamañodelobjeto detectadose expresaen decibelios(db), Eldb os lacx


prosi6nlogarítmica
do larelaci6n entroeltamañodelobjeto detectado en lapantallay
sus dimensiones
reales.Así, si decimos20 d’, queremosexpresarque lasseñales 1/100
— 11 —

0,a9a9 .95 .I9.Jo O9O EMC 90 .


f9Od 9I dS l.p6toI6n

PfOIIU d b9d* 90 .90.8 ci 6.


e P99.mQ ds ep1o.ocIo,: 4 1,5 sgftdo 6. 19 6 9iaIU 6o6hopo .6.,. 30

del tamaño del objeto detectado. Igualmente, 40 6 60 db sgniffcan,respectivamcntc,


une rekci6n do 1/10.000 y 1/1.000.000. En cuanto a las huellas marcadassobro las
panta! las del radar (vor figura 6), hay dos sistemas: el llamado MTI (Moving Target
Indication) cori ci que so consiguentrazosde 25 a 30 docibolios y el sistema “doppler”
(1) con el que se consiguanentro 50 y 60 db.

Foto6, DIstintostiposdetrozos Sobrsponlollos odor

Las deteccionescon ci radar de aviones en vuelo bajo son posiblessiempre —

que ste se encuentra en un cje 6ptico respectoal radar. La ventaja do este radar, para
los sirvientes de las piezasantfcraas, es extraordinaria, puesIci seguridaden la capto —

ci6n de aviones en vuelo bajo es muygrande. Losaparatosexistentespermitenalcanzar


distancias de 30 km, suficiontos para proporcionar un tiempo do alarma do 120segundos.

(1) Basadoen ePefocto Doppler” o cambio aparente del tonó cuandose al’rc la distan
tancia (por aproxinaci6n o alelamiento) entre el observadory la fuente de omisi6n
acústica.
—12—

Con la permanenteexploración del espaciocreo mediante el radar y los —

puestosdo observaciónaóraa, el sirviente lene sin embargolos valores que 6! en —


realidad necesita. Porestose comprendeque sólo una red radio abundanteen modios,
estó en condiciones do transmitir las situacionesaórcas en cuakiuior lugar con rapidez
y amplitud. Paraello es temblón necesariocscblecer puestosintermediosde recogida
y vcloraci& de notkias, que sólo dejen seguir adelanto aquellas noticias de utilidad
para cada unidad antici6roa Las noticas procedentesde puntosmuy distantes, incluso
del extrcnjero requieran una adecuadareducción de datos a la situación topogrófica
o goodósicade c’dci uno de los distintos lúgaros; lo que so hace precisamenteen estos
centros, uti’izando generalmenteel sistemade cuadriculado, UTM y calculadoresauto
móticos de paralajes, vaIorndosc igualmenteel grado de elgro cióreopara cada za—
na Así, por ejemplo, las informacionessobrounidadesaóreasque vuelan a gran altu
ra carecen generalmentede interós para el ejórcito de tierra.

Adem6s do lo descrito hastaahora, hay las siguientes posibilidades tócnicas:


la medición de óngulos y distancias puede hacersecon rayos infrarrojos en vez do radar,
o bien con laser. Estosprocedimientostienen las desventajasde no poder funcibncir en
malas condiciones meteorológicas(niebla, nubeso excesivacalina). En cuanto a las
ventajas que ofrecen, escosa que sólo el futuro decidiró.

Resumamos quó eqoipo es necesario para reconocimiento, entrada en fuego y


movimiento, dentro del vehículo blindado:

— Cañones

— Munición

• — Radar do exploración

— Radar de persecucióny conducçión al blanco

— Sistema de identificación amigo—enemigo

— Aparatos do puntería

— Equiposdo radio do distinto alcance

— Centro de evaluación de información sobreel espacio córco

— Calculador do paralajes

— Transmisionesinternaspara Ja tripulación

— Dispositivos necesariospara la marchadel vehículo acorazado


— 13 —

— Conexión dó transmisionescon el exterior.

El ideal sería poderalojar todo ello en un solo vehículo, teniendo tambi&n


en cuenta la necesidadde protección ABQ del vehículo y le conveniencia do que sea
anfibio. El que sea posible alojar todos estoselementosen un solo vehículo, depende
do diversosfactores. Enprimor lugar surgeel problematócnico de construir todosestos
elementos en dimensionestan reducidascomo para poderalojarloson un solo vehículo.
En realidad, modernamenteso han hechograndesprogresosen la reducción do volumen
do aparatos, ospeckilmenteen ci campode las transmisiones. Porotra párte, aón no —

se ha demostradoprócticamentesi ci funcionamiento contiguo de aparatosaltamente —

• perfoccionadósproduceo no interferencias. Finalmente, surgeel problemado personal.


¿Cómo reunir tanto aparato parc que sea servido por muy escasopersonal?. Aparto del
• problema de espaCio, se presentaci de lograr personalca!ifkado para atenderal maná
jo dedos o móssstemasdistintos, edemósde su cuidado y entretenimiento.

Puntosdevistasobresuempleotóctico

Hemosvisto hastaahora las posibilidadesqucól c’mpo de la industria puedo


ofrecer a la defensaantiaórca. Ahora vamosa expoñr los puntosde vista tócticos en
cuanto a exigencia y necesidadesasí como posibilidadesde ¿mleo. En principio, des
tacan los cometidosprincipales que las undados antiaóreasdcl ejórcito do forre han —

do cumplir apoyandotañto ¿ elementosmóviles comofijos.

Para protegerunidadesmóviles, durante la marchao durante el ataque, es —

necesario que el arma antia&rca tenga la misma, sino mayoriovilidad que la unidad
que protege. Puestoque, Qngeneral esto no es poible..t.6cnicamente,salo podremos —

lograrlo si la dotación do las armasantiaóreasutiliza el mismovehículo del combcitien


te a quien apoya y es capaz de intervenir a nivel de muy pequeñaunidad, por ejemplo
sección (3 6 4 vehículos van muchomósrópidosque una unidad do 20, 506 mós). Para
la protección de objetivos filos esta movilidad es tambiónsuficiente.

¿Cuól os la t&cnica necesaria para el empleo móvil?. Hemosvisto que e!-


piloto enemigo, para el ataque a objetivos fijos, suele utilizar un sistemade navoga—

ción ya establecidodo antemano, mientrasque, para atacar a objetivos en movimiento,


suole nocositar primerodocubrirlos y dospuósatacarlos; os decir, le es necesario un se
gundo sobrevuelo. Para la protección de objetivos móviles durante el propio movimion:
fo ossuficiente —porregla general—un radar do exploración de no muchoalcance, un —

radar de persecucióny conducción al blanco, así como tambión un sistemado reconoci—


miento amigo—enemigo,para poder conocer anticipadamenteel peligro. Peroci radar
do exploración sólo podró cumplir su cometido si es capaz de seguir su actividad do ex—
iloración tanto en las fasesde transportedel vehículo comodurante el fuego. Do lo —
contrario, hay que uti izar otro radar que sea capaz do utilizarse en la exploración y la
persecución do objetivos.
- 14 —

Normalmente, no deben esperarsoalarmasanticipadas a largo plazo, proce


cientos de centros situadosa muygrandesdistancias, ya que los acontecimientosque —
afectan e interesana oste tipo de unidadesse desarrollansiempreen el merco inmócli&
to al frente. Todovehículo acorazadoantiaroo debe bastarsea sí mismo. Hay que —
dcsechar la posibilidad do alarmasmuyanticipadas. Otro problemaa considerarparma
nentemente es la posibilidad de grandesespaciosmuertoscornoconsecuenciado malas
posiciones do fuego, lo que puedo traer consigo e’ que muchosaviones enemigosque
den imbatidoso que varias armasconcentrensusfuegossobreel mismoavi6n, dejando
libres la acci6n de los dem6s.

La ventaja dci sistemaque aquí propugnamosost6 en que cada vehículo acó


razado anfia6rco puedaactuar en complete independencia. Cada uno explora el espa
cio, capta sobrosu pantalla el blanco y su rolaci6n topogr6ficci y cinam6tica con 61,ni
que sea necesarianinguna deducci6n de datos, siendo por otra parto fcil el paso do la
utilizaci6n del radar do exploraci6n al de persecuci6nen cada uno de los vehículos.

Las desventajasdo esto sistemaautomtico residen en la púrdida do enlace


con el mandorespectivoy en que una roparticin do objetivos resulta casi imposible,
ante un ataque realizado srnult&oamontc por varios aviones. Porotra parte, los cspc’
cios muertossurgidoscornoconsecuenciade las condicionesdel terreno, son puntospo—
ligrosos, especialmenteduranto la marchasobro terrenosmuycubiertos, donde pr6cti
camente estosvehículos sonciegos. Con relaci6n al radar do exploraci6n, a no serque
se trate de uno dol tipo dopplcr”, los objetivos captadosson desconocidosy su idonti—
ficaci6n s6lo puedoreal ¡zarso cuando so ha efectuado la conexi6n del radar de perso
cuci6n, lo que suponela p6rdida do instantesvaliosos. En el casode una posible se —

gunda pasadapor parto del avi6n que haya descubiertoun obletivo imprevistopara atdcarl
carla, es necesarioque ci vehículo giro la torreta para poder detectar su amenaza, con
lo que do nuevo se pierde tiempo.

Mayores sonaún las exigencias t6cnicas do la defensaantia6rea cuando se


trata do la protecci6n a objetivos fijos. Son ms f6cilos de reconocer por el enemigo-,
su oxtonsi6n escasi siempremayory su 5tuc6n, generalmenteconocida por aqu6l.
lntontarú 6stesiempresorprenderci objetivo en una sola pasada. Poresto se necesita’
r6n: un tiempo de ci!orta, un cintur6n de seguridadsin espaciosmuertosy un númerodo
armas tales que permitan combatir simult6neamentcy con 6xito ataquesdo varios avio
nes. Precisamentehay que dar grçn importancia a la ropartici6n de objetivos.

Parci conseguirque esta alarma, sea lo músadelantada posible so utiliza un


vehículo acorazadoantiaúreo, de mando, dotado do una pantalla do radar donde se do
tectan los aviones a una distancia tal que permita proporcionar ci tiempo necesario a-
cada una do las armasanticúreas. Posiblementehabréque utilizar varios do estosve
hículos de mandopara que se complementenentro sí. En cuanto a su establecimiento
sobre el terreno so ofectuar sobrela basem6sadecuadapara la detocci6n do aviones
y no en funci6n de la efectividad de las armasantia6reas. Estosvehículos do mando
— —

transmiten los datos do los aviones (separadamente,segónscan amigoso cñerñigos)o los


vehículos acorazadosantia4Sroos,quienesentoncesutil izan susradaresde persecución.
Para que esto puedarealizcirsesin interrupción tiene que existir un númeiC’suficiente de
enlace radio. En caso do un ataque masivo, puode reaUzarsouna distribución de objoti’
vos. Llamemosa estesistemade empleo “sistemado mandocentralizado”; es decir, —

que en 61existe una cierta cohesión, De esta formaso consiguenciertas ventajas espe
cikimonto en movimiento. La ventaja estó en que el carro ospecial do mandoantiaórco
pueda sor equipado con todo lo necesario para la exploración del espacioaóreo y valorcí
ción de la información aórca; todo ello dentro de unas moloroscondicionesde espacio
para el desolvolvimientodo las actividades do los sirvientes, Pocossoldadosbien ms —

fruidos puedenobtener una visión muygeneral ycompleta del espacio a&reo; no desde
los mismosvehículos que han de realizar el fuego, sino desdepuntoselevados, con una
oxcolente visión total. Desdeallí no sóio so puedo informar oportuna y continuamente
a los carros subordinadosrespectoa la presenciade aviones amigoso enemigos,sino que
so puede atender a la distribución de objetivos. La división en cornotidosde mando y-
de fuego evita un excesode municionesen los sirvientes, lo que es muy importanteda
do el reducido tiempo de su instrucción.

El sistemade identificación de avión amigo—enemigo,medianteel empleo de


estos vehículos do mando, disminuyeel peligro de que surja una información falsa en di
cha operación, como os mósfócil que ocurra si se consideranespaciosa&reosmuchom&
reducidos que puedensor sobrevoladospor varios aviones. En el casode que fallc uno
do los carros do mando, su acción puedeser realizada por otro. Ademós, los vehículos
acorazadosantiaóreos puedenincluso explorar el espacio con ayudadel radar director
de tiro en la dirección principal1 tanto en dirección como en altura.

Un cometido especial, en el campotócflco, para las armasantiaórcas es el


do lograr la sorpresasobroel enemigoa&roo. Hande poder omplearsono sólo en la de’
fensa de objetivos importantes, sino tambión en todas partes. Paraestosefectos de--sor
presa os muyadecuadoel sistemado “rrcndo centralizado”, si bien —normalmente la
escasezdo armósantiaóroas lo haró casi prohibitivo. Con ci citado sistema, el mando
antiaiSreo garantiza una total oxploración del espacio, mientrasque los vehículosacora
zados puedenrealizar los necesarioscambiosde posción, sin perder por ello en lo mós
mínimo su vigilancia. El inconveniente do estosistemaestó en el pasode los datos de-
tiro de los carroscJemandoa los que realizan el tiro antiaóroo. Paraeste fin son nece
sarios, aparto de unastransmisionesde radio sin interferencias, un calculador de parda’
jes para la deducción de datos. Todo esto exige, para que se puedaconseguirla exac—
tirud requerida, dotar a los vehículosdo unos instrumentosde gran precisión para deter
minar susdirecciones de marchay situacionesrelativas. Otro inconveniente do estesis
tornci centralizado es que, en caso de fallo do un radar de exploración en un carro de —

mando, si bien os posible que cada uno de los carrossubordinadosexploro el espacio,


solo puedo hacerlo do maneralimitada.

El ideal sería buscaruna combinaciónde los dossistemasde empleo: al autcS


nomo y el centralizado siempre que so cIisrongadel sfjuionte equ!:o:
- 16 —

— Un vehículo blindado de mando, equipadocon un radar de exploraci6n do


360° y 30 km do alcance, dotado de armamentopara suautodefensay de
un buensistemade transmisionesradio, que permitiese la captaci6n de infoi
maci6n carca y su rcmisi6na los vehículos antia&eos; un sistemapara la vá
loracicri e inmediata oxplotaci6n do noticias sobro la situaci6n a6rea, trans
mitidas a los vohículos subordinados. Aquí habría que incluir un sistemade
klentficaci6n amigo—enemigo.

— Un vehículo acorazadoantiaéreo con un rociarde exploraci6n do unos 15 km,


un radar de porsocuci6ndel blanco con un alcance de 10km, una pantalla—
en donde se representelo situaci6n a6rea dada por el carro do mando, un ar
mamentodo la cadencia m6srpida posible y alcance do 3.000 m que permi
ta la m6ximaeficacia de tiro. En cuanto al calibro habría que considerarlo
relativo a la dotaci6n y economíade consumoen rolaci6n con la eficacia.

Aquí hemosintentado consignar las posibilidades t&cnicasesenciales —

para el desarrollode una modernaarma anticrea en el campoda batalla. El


soldado ha do intentar agotar todas los posibilidadesque so le ofrecen, ya —-

que en caso contrario no conseguircun aprovechamientosatisfactorio del ar


ma. Estassolucionesque hemospreconizado tltimamentc son sin duda muy —

costosasy presuponenuna alta preparaci6n tScniccido los sirvientes tanto pa


ro el empleodel sistemacomo para su mantenimiento, reposici6ny exploto—
ci6n. Junto ci estassolucionesideales hay otras de real izaci6n ms sencilla
y que igualmontoprometenalcanzar &dto, como por ejemplo:

— Dotar a los vehículos acorazadosanfia&-ooscon radarespara la cci


taciSn de objetivos. Paracombatirlos se puedendotar a las armas
de aparatosdo puntería. Estasoluci6n requiere buenavsibilidad—
atmosf&rica.

— La combinaci6n cJecarros de mandoy carrosdo tiro anfla&eo. Los


úlflmos vehículos solamentesedotan de radar de porsocuçi6n del —
blanco.

La habilidad que han do tener todos los responsables do lo elocci6n consiste—


en que sepanelegir dentro do las muchasposibilidadesque les ofrece la modernat6cnica,
aquelios elementosms importantesparo la lucha antia6rea. En cierto modoactucilmon—
te, so puede conseguircasi todo y por ello el que dockia puede dar un gran pasoen la só
lucion de estosproblemas. El oj6rcito do tierra que consioa transformaren realidad la
moler soluci6n en un plazo do tiempo aceptable, puedosontirsesegurobalo su tocho an
tia&eo, siempreque exista la debida proporción entro las undades acorazadasy los ve
hículos acorazadosantia6roos. —
El vehiculo acorazado antiareos El vehiculo acorazado
XM-l6 Vulcon 1967(sin rodar) ntiaereo Z SU23—4

El veticijto ocorozodo onfiosreos El vehiculo acorazado lanzamisi les


4MX DCA 3Q prototpol966($jnrodar sohaereos XM— 548 Chaparral

_-

El vehoula acorazado onfloereo El veluculo acorazado lonzamisites


VEAX 40x 62 Prototipo 19 6 7 antioers GAINRJL

¿! ehicuo acorazado anficereo E vehiculo acorazado lonzamisiles


ZSu 57-2 ontioereos GANEF

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