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Contribuciones A La Etnografia Critica
Contribuciones A La Etnografia Critica
EDUCACIÓN
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Contribuciones de la etnografía crítica a la formación y desarrollo
profesional del profesorado
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los principios que sustentan y subyacen a esta forma de concebir la educación? ¿Es un
cambio para que nada cambie? ¿Podemos llegar a la estructura profunda que determina
un cambio cultural o quedarnos en la estructura superficial y administrativa?.
Este es un primer paso necesario para lograr la reflexión pero también hay que avanzar
hacia la transformación de las prácticas educativas, a la propuesta de alternativas
pedagógicas que involucren a los profesores y estudiantes en la construcción cotidiana
de nuevos modos de hacer. Hay que crear nuevos ritos y estructuras, elaborar
contenidos y actividades, vivenciar relaciones sociales que potencien lo personal y lo
colectivo, experimentar dinámicas de democracia participativa, comprobar que pueden
aprender unos de y con otros, conformar comunidades de aprendizaje, ser capaces de
enfrentarnos a lo imprevisible, al riesgo, a la complejidad, a la espontaneidad y
creatividad (Goodman, 2001; Beyer y Liston, 2001).
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interpretación, de la comprensión de lo que realmente sucede en sus aulas y cómo
sucede, cómo construyen e interpretan los acontecimientos didácticos.
Los diarios son una forma de desarrollar una reflexión y una relación con el propio
docente y con la tarea educativa. Como indican Cochran-Smith y Lytle (2002: 57) son
“recuentos de la vida del aula en los que los profesores registran observaciones, analizan
sus experiencias y reflexionan e interpretan sobre sus prácticas a lo largo del tiempo...
capturan la inmediatez de las percepciones que los docentes captan sobre lo que sucede
en su aula”.
Narrar estas creencias y experiencias es el primer paso. Pero formar al profesor crítico
supone enfrentarle no sólo a sus creencias sino a las razones últimas que justifican las
acciones que realiza y los motivos que pueden estar en la base de esas razones (Sola,
1999; Brawn and Crumpler, 2004).
-La observación : los futuros profesores necesitan desarrollar habilidades para observar,
ya que constituye una de las tareas esenciales de su función docente. La observación
tanto de parte del formador como de los estudiantes en proceso de formación se
convierte en una herramienta fundamental cuando se alcanza la capacidad para “ver”
entendida como el resultado de un trabajo deliberado. Esto supone advertir, considerar,
comparar, contrastar e interrogarse. De hecho, que las interpretaciones de las
observaciones son subjetivas, personales y discutibles y pueden traducirse mediante el
lenguaje oral o escrito.
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-Las entrevistas individuales y grupales ayudan a traspasar la frontera de lo descriptivo
y a profundizar en las razones y los motivos de las creencias, a acercarnos a un
pensamiento reflexivo, a buscar respuestas a los por qué. Las entrevistas ayudan a
indagar sobre lo observado y lo narrado, a develar las interpretaciones. Mediante la
entrevista grupal se favorece el diálogo y el contraste. Es también una herramienta muy
útil para analizar las conexiones de la experiencia personal con el contexto histórico,
social y político que va conformando la identidad personal y profesional.
-Por último, se pueden mencionar una serie de estrategias más creativas que pretenden
poner de manifiesto las experiencias vividas por las personas, investigadores o
profesores. Se trata de profundizar en los sentimientos y actitudes, en lo latente que se
resiste a otras formas de racionalización. Esta diversidad de géneros ayuda y capacita a
“ver” un poco más lejos. En ese sentido aparecen el uso de textos evocadores, poesías,
imágenes (Woods, 1998) y también la utilización de la representación o dramatización
que fomenta una mayor comprensión de la creencia de las personas (Tedlock, 2000)
Un modo de integrar las contribuciones que nos aportan las diferentes estrategias
metodológicas etnográficas en la formación inicial y permanente del profesorado lo
constituye la implementación de “los portafolios”, carpetas o dossier como metodología
de trabajo. Si bien el contexto en el que se han desarrollado los portafolios en el ámbito
de la formación del profesorado ha sido el de la evaluación (Lyons, 1999; Margalef,
1997; Millman, J. y Darling-Hammond, L, 1997) pueden constituirse en una
herramienta de aprendizaje que permite la indagación, la reflexión y la autoevaluación.
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diferentes perspectivas, a respetar las diferencias y a comprender que situaciones
complejas y diversas exigen también respuestas complejas.
- La presentación del portafolio al finalizar el curso con el enriquecimiento de las
aportaciones y reestructuraciones realizadas durante todo el proceso de
elaboración.
Es importante advertir que de acuerdo al uso que se haga de los portafolios pueden tener
una gran potencialidad o convertirse en una formalidad. Me interesa destacar algunas de
sus contribuciones a la formación del profesorado:
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detenerme en las dificultades organizativas e institucionales bien conocidas por todos
los que trabajamos en el ámbito universitario.
Sin duda me surgen dudas e interrogantes que permanecen abiertos pero creo que es en
un desafío para comenzar a vencer la pasividad y la dependencia del alumno y
fundamentalmente para aprender de mi propia práctica.
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